(Fuente: @ChampionsLeague)
¡Triunfo bávaro! Los pupilos de Flick, con dianas de Gnabry y Lewandowski, se impusieron por 0-3 al Lyon.
Porfiar por la UEFA Champions League ante el Paris Saint-Germain, ese y sólo ese era el objetivo que perseguían el Olympique de Lyon y Bayern de Múnich en la segunda semifinal de la máxima competición continental que se está celebrando en Lisboa en las últimas fechas.
La contienda, celebrada en el Estadio José Alvalade, allí donde el Leipzig fue capaz de eliminar al Atlético de Madrid en uno de los emparejamientos de cuartos de final, tuvo un arranque tan frenético como inesperado. En los primeros compases el combinado galo fue capaz de eludir la presión que ejercían los teutones sobre su salida de balón y aprovechó los espacios que el campeón de la Bundesliga deja tras de sí al tener la línea defensiva adelantada.
En el primer cuarto de hora de juego el verdugo del Manchester City (1-3), encontró la fórmula de generar peligro sobre el arco defendido por Neuer, que no es otra que ejecutar transiciones veloces y enviar balones al espacio. Corría el minuto 4 del choque cuando, robo en la medular mediante, Caqueret sirvió un pase profundo para Memphis Depay, quien de manera inexplicable, marró un mano a mano clamoroso y no acertó a enviar su remate lejos del alcance del guardameta muniqués y la ocasión se fue al limbo.
La acción que protagonizó el delantero holandés espoleó al club lionés, que poco tiempo después se quedó muy cerca de adelantarse en el marcador, sin embargo, Ekambi, que se había marchado por velocidad de Davies en una acción de pura potencia y tras internarse en el área pequeña, no sin dificultades, le propinó un beso envenenado al esférico que impactó con virulencia en el palo, era el minuto 17 y el pentacampeón de Europa comenzaba a estar contra las cuerdas.
Sin solución de continuidad, cuando mejor estaban los locales, el Bayern de Múnich despertó de su letargo y golpeó primero.
Gnabry, que recibió un balón en largo por banda, exhibió toda la calidad que atesora al fabricarse una acción individual de mucho peligro que él mismo se encargó de finalizar con un potente disparo desde la frontal que se alojó en el fondo de las mallas de la portería de Lopes para abrir la lata y firmar el 0-1 en el electrónico cuando este indicaba el minuto 18 de una eliminatoria que se estaba convirtiendo en vibrante por momentos.
La diana del centrocampista natural de Stuttgart propició que el conjunto bávaro se hiciera con el control del esférico en la línea medular ante una escuadra lionesa que se vino abajo al verse por detrás en la eliminatoria y que de no ser por las intervenciones de su guardameta, este neutralizó sendos disparos de Lewandowski y Gnabry, hubiese visto como su desventaja se ampliaba en el ecuador de la primera mitad.
En la recta final del primer periodo, al tiempo que los locales dieron un paso atrás y los visitantes, con la moral por las nubes tras endosarse un histórico 2-8 al Fútbol Club Barcelona en la ronda anterior, buscaron con ahínco un segundo gol antes del descanso.
Corría el minuto 34 del enfrentamiento cuando Perisic puso un centro desde el costado zurdo que buscaba al anteriormente mencionado Lewandoski, quien en primera instancia no llegó a rematar de manera certera y contempló como Gnabry, apareciendo desde atrás, le propinó un beso envenenado al cuero para culminar una jugada que en su génesis había sido creada por él, era el 0-2 que aclaraba mucho el panorama en favor de los alemanes.
Sin solución de continuidad, los 22 protagonistas ganaban el túnel de vestuarios con una cómoda y merecida renta favorable para los de Allianz Arena, todo habría de decidirse en el segundo y definitivo acto en territorio lisboeta.
Tras la reanudación, el duelo, que estaba siendo un monólogo teutón a partir del primer gol de Gnabry, se convirtió en un ida y vuelta constante en el que el Lyon ofreció una mejor versión de si mismo que en los cuarenta y cinco minutos iniciales y de no haberse topado con las intervenciones de Neuer en varias ocasiones, la más clara en el minuto 59 a disparo de Ekambi, hubiese puesto en serios apuros al conjunto muniqués que gracias a su portero, uno de los mejores de Europa, mantuvo intacta su ventaja en la semifinal.
Los minutos pasaban lenta pero inexorablemente sin que los dirigidos por Rudi García, con Dembélé ya sobre el césped, fuesen capaces de recortar diferencias frente a un Bayern de Múnich que se defendió con el balón en los pies y se dosificó en el plano físico pensando en la gran final de la Liga de Campeones.
Agonizaba el partido y todo parecía estar visto para sentencia en clave bávara cuando a poco más de diez minutos para alcanzar el noventa, el colegiado anuló un gol del recién entrado Coutinho por fuera de juego y Robert Lewandowski en el minuto 88 de juego sacó partido de una falta servida por Kimmich para elevarse por encima de la zaga francesa y conectar un potente frentazo ante el que nada pudo hacer Lopes e instauró el 0-3 en el luminoso que terminó siendo definitivo.
Así las cosas, esta victoria de los pupilos de Flick hace posible que el conjunto teutón vaya a disputar su undécima final en la Copa de Europa y busque alzar su sexta orejona ante el Paris Saint-Germain en el Estádio Da Luz el próximo 23 de agosto a las nueve de la noche, una cita ineludible para los amantes del balompié en el viejo continente.
Goleadores:
0-1 Gnabry 18′ ⚽️
0-2 Gnabry 34′ ⚽️
0-3 Lewandowski 88′ ⚽️
Vídeo:
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El Partido de Manu 
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