Oficial: España, entre las grandes favoritas

(Fuente: Adidas)

¡De cara al Mundial! Las chicas de Jorge Vilda se codean con las campeonas, Estados Unidos e Inglaterra.

A las mujeres les costó tanto demostrar que les gusta el fútbol, lo entienden y lo juegan que pasó casi medio siglo desde que empezaron a disputar partidos de forma regular en España hasta que pudieron vivir de él.

Las futbolistas de entonces sufrieron la marginación de la dictadura y el machismo de la sociedad: las instituciones les dieron la espalda durante una década y en los campos tuvieron que aguantar las simplezas de los desaprensivos del lenguaje, pero siguieron en el fútbol por pasión. Compaginaron el trabajo con el deporte, con horarios insalvables y dinero de su bolsillo, y trazaron el camino por el que metro a metro y esfuerzo a esfuerzo las jugadoras posteriores conquistaron el balompié.

Hoy España está en la élite, con mujeres profesionales que se dedican solo a patear la pelota, pero el trayecto ha sido largo y pedregoso. Lo recuerda bien Encarnación Caracuel, una delantera de 69 años que en los setenta hizo goles como churros: “¿Sabes lo que digo siempre? Que nací en el año de los tontos, porque yo ahora quizás podía vivir del fútbol”. Esta es la historia de la selección.

La primera vez que le dieron una patada a un balón, ninguna de las chicas había visto a una mujer jugar al fútbol. A principios de la década de los setenta, cuando las españolas aún no podían abrir una cuenta corriente sin permiso del marido, que una adolescente golpeara una pelota era casi un acto de subversión. En una dictadura controlada por hombres, en un deporte dominado por hombres, un grupo de jugadoras se rebeló contra el statu quo franquista: formaron equipos, establecieron competiciones, disputaron partidos y el 21 de febrero de 1971 celebraron al fin el encuentro inaugural de la selección femenina española en el estadio de La Condomina, en Murcia. Ante unas 3.000 personas, el combinado empató a tres contra Portugal. Antes del comienzo sonó el himno nacional, pero las futbolistas no pudieron lucir el escudo de España en la camiseta porque la federación, presionada por la Sección Femenina de la Falange, no las reconocía.

Fue el primer partido de fútbol de una selección española formada por mujeres, un combinado oficioso que disputó seis encuentros entre febrero de 1971 y diciembre de 1972 de la mano del Consejo Nacional de Fútbol Femenino —un organismo privado creado al margen de la federación— y del promotor deportivo Rafael Muga, un extremeño de 74 años que siempre creyó en el fútbol femenino y que todavía recuerda con elocuencia aquella tarde de febrero en La Condomina de la que casi no quedan fotografías: “Vino el presidente de la federación murciana para tratar de evitar que se jugara el partido. Quería que se cerraran las taquillas y estaba en la puerta gritando: ‘¡Que no se juega, que esto no se juega!’ Aquello fue estrambótico, irreal, una cosa que no volví a ver en la vida”.

Aunque el encuentro se disputó, la federación murciana y la española, dirigida por José Luis Pérez-Payá, pusieron tantas trabas como pudieron. El choque empezó más tarde de lo previsto y el árbitro, que estaba federado, solo pudo saltar al campo tras dejar la equipación oficial en el vestuario y ponerse un chándal, como si en vez de dirigir un partido fuera a organizar una clase de gimnasia. Concepción Sánchez Freire, conocida futbolísticamente como Conchi Amancio, fue una niña prodigio que esa tarde, con 13 años, marcó uno de los tres goles de España: “Claro que me acuerdo de que tuvo que arbitrar en chándal porque fue una cosa patética. Intentaron de todo para que no se jugara. El ambiente estaba muy enrarecido antes del partido y recuerdo que había muchos guardias civiles, pero salimos al campo y pusieron los himnos, que para mí fue la parte más bonita”.

Hacía dos meses y medio que Conchi había jugado el encuentro que Rafael Muga organizó en el distrito madrileño de Villaverde entre los clubes Mercacredit y Sizam. Muga terminó el día en un cuartelillo de la Guardia Civil, interrogado por agentes que querían saber por qué carajo había llevado adelante un partido de fútbol femenino, pero ese 8 de diciembre de 1970 Concepción Sánchez, que había marcado los cinco goles de su equipo —el Sizam arrolló con un 5-1—, se convirtió para siempre en Conchi Amancio. La prensa le puso el apodo por su parecido futbolístico con Amancio Amaro, El brujo, un gallego que se convirtió en leyenda merengue en el Madrid Yé-Yé en la década de los sesenta

Conchi, que hoy tiene 63 años, fue la única futbolista que disputó los seis partidos con la selección española de los setenta. Aquel combinado oficioso viajó a Italia en tres ocasiones y se enfrentó otras dos veces más a la La Nazionale en Córdoba y Badajoz a pesar de la falta de apoyo del régimen. La oposición de la dictadura la encabezaba la Sección Femenina, que trató de cercenar la libertad de las mujeres al limitarlas al redil doméstico. En uno de sus cursos advertían: “No tomes el deporte como pretexto para llevar trajes escandalosos”. Con los pololos popularizados para que la mujer hiciera ejercicio, Pérez-Payá declaró en enero de 1971 que el fútbol femenino no era “muy femenino desde el punto de vista estético” y que “la mujer en camiseta y pantalón no está muy favorecida”.

Para la defensa Isabel Fuentes, uno de los episodios más dolorosos fue no poder representar a su país de forma oficial en el estadio Comunale de Turín ante decenas de miles de espectadores en julio de 1971. Entonces tenía solo 14 años, aunque todavía recuerda con rigor algunas de las frases de Pérez-Payá: “Nos pusieron muchísimas trabas, pero aun así seguimos adelante. Fue muy triste jugar con los colores de España pero sin la bandera, sin poder representar a lo que más amas, que es tu país”. Ese día salió de portera una jugadora de campo, Victoria Hernández, porque la guardameta sufrió un ataque de miedo escénico al ver una marabunta en las gradas, y la selección cayó por 8-1. Italia era un equipo hecho, en el que algunas jugadoras ya vivían del fútbol. “Eran superfuertes. Nos hacían unas entradas que nos quedábamos alucinando. Tenían un nivel superior y la mayoría ya eran profesionales”, explica Hernández, de 62 años, que al principio compaginó el deporte con los estudios y más tarde con el trabajo en una fábrica de ropa de niños en Madrid.

los cuatro siguientes partidos ante Italia, con Rafael Muga en el banquillo, España achicó el océano de distancia con La Nazionale. De recibir un 8-1 pasó a un 5-0 en noviembre de 1972 y, tres días más tarde, a un 3-0. Dos meses después, los resultados en Córdoba y Badajoz aún fueron malos: 1-5 y 1-4. La selección, que daba sus primeros pasos, había perdido una oportunidad en el verano de 1971, en el Mundial que organizó México —sin reconocimiento de la FIFA—, para el que recibió una invitación. La federación fue tajante: si acudían, no sería en representación del país. “Que nos prohibieran jugar el Mundial fue un palo muy grande. Nos hacía una ilusión enorme porque estaban las mejores selecciones de la época”, recuerda Concepción Sánchez.

La apuesta de la federación por el fútbol femenino fue tan sui géneris, tan a regañadientes, que en 1983 nombraron primer seleccionador a un hombre que jamás había visto un partido de mujeres. Teodoro Nieto (Madrid, 1939), que también era el técnico de la selección masculina de fútbol sala, comenzó a preparar el equipo cuando sus únicas referencias de ese mundo que se expandía eran un par de noticias en las que se informaba del encuentro entre las Folclóricas y las Finolis celebrado en la Navidad de 1970 en Madrid, en el que participaron artistas como Rocío Jurado o Lola Flores y que tuvo muy poco de fútbol. “En la federación tuvieron la ocurrencia de nombrarme seleccionador femenino porque creían que tenía poco trabajo como seleccionador nacional de fútbol sala”, explica ahora Nieto.

Presionada por la UEFA, la federación había dado el paso de admitir el fútbol femenino en 1980, cuando más de 15 países europeos tenían ya competiciones oficiales. María Teresa Andreu fue la segunda presidenta del comité de fútbol femenino del organismo. Tras su nombramiento en diciembre de 1982, comenzó a visitar las federaciones territoriales para que ayudaran en el impulso: “Vivíamos en un mundo muy machista en el que el fútbol nada más que estaba dirigido a los hombres. Costaba que el femenino fuera aceptado: teníamos los peores horarios para jugar, las peores horas de entreno… A nivel de presupuesto casi no se daba dinero al femenino”, recuerda Andreu, de 69 años

debut oficioso de la selección española de fútbol se produciría en el Estadio de La Condomina el 21 de febrero de 1971, en un encuentro rodeado de mucha polémica e impedimentos.
Ni la Sección Femenina de la Falange ni el Colegio de Árbitros de Murcia aprobaban la celebración del partido entre España y Portugal y pusieron trabas para que el encuentro se disputara. Finalmente, pero con cierto retraso, el partido pudo celebrarse ante cerca de tres mil espectadores con el resultado de empate a tres.
La selección femenina disputaría algún partido amistoso más y fue invitada para participar en el Mundial que se disputó en México en 1971, no obstante, la Federación Española de Fútbol prohibió a las jugadoras españolas disputar esta cita mundialista, que aún no tenía carácter oficial.

Habría que esperar casi diez años para que el fútbol femenino en España fuera reconocido por la Federación a finales de 1980 y la selección pudiera disputar su primer encuentro oficial, aunque amistoso, en 1983.

Teodoro Nieto fue el elegido para dirigir al conjunto español de cara al partido contra Portugal que la selección disputaría el 5 de febrero de 1983 en la localidad pontevedresa de La Guardia.
El seleccionador español confeccionó un grupo con las veinticinco mejores jugadoras nacionales del momento que durante dos semanas estuvieron preparando el partido de su estreno oficial.
Ante una muy buena entrada en el Estadio del Tecla, la selección portuguesa se imponía a España por un gol a cero gracias a un gol de falta directa de la jugadora lusa Sao Tato en el minuto 56 de juego.
Francisca, Montserrat, Mercedes, Aurora, Gely, Elisabet, Milagros, Juani, Lys, Inmaculada y Robi, más Esperanza y Encarnación, que entraron en la segunda parte, son los nombres propios de las protagonistas de aquel histórico partido.

Ahora, más de 30 años después de su estreno, la selección española femenina de fútbol afronta su reto más importante y poner una piedra más en la evidente evolución del deporte femenino en España, que sigue disfrutando de su edad dorada, que acaba de comenzar,

La Selección española femenina afronta este verano su tercer Mundial y, a pesar de su falta de experiencia, es una de las candidatas a llegar lejos a la cita de Australia y Nueva Zelanda.

Vilda es seleccionador nacional femenino y director deportivo de fútbol femenino de la RFEF. Pocos técnicos poseen su experiencia y aunque su deporte vive en una permanente ‘dictadura’ del resultado, la actual directiva de la Federación entendió cuando llegó en 2018 que en este proceso había que analizar de dónde se partía para trazar una línea ascendente con éxitos a medio y a largo plazo, como así está siendo: España Sub-16 es la vigente campeona del Torneo de Desarrollo, España Sub-17 es la actual subcampeona de Europa, España Sub-19 es la vigente campeona de Europa, España Sub-20 es la actual campeona del Mundo y la Selección absoluta, en su tercer Mundial de la historia, parte como una de las candidatas a la cita de este verano en suelo oceánico.

Aunque vamos escalón a escalón y pese a que este sólo sea nuestro tercer mundial, somos muy ambiciosos y exigentes”, comenta Vilda. España disputó el primer mundial en 2015 y no se pasó de fase de grupos y en el último se perdió por penaltis en octavos contra las que a la postre terminarían ganando el título, EEUU. También en la pasada Eurocopa se cayó en cuartos frente a las que luego fueron campeonas, Inglaterra, que eran las anfitrionas -y Vilda no pudo contar por lesión con tres jugadoras como Alexia Putellas (Balón de Oro), Jenni Hermoso (Balón de Plata) y Salma Paralluelo-. Recientemente doblegaron a las campeonas del mundo, EEUU, en Pamplona cuya victoria les supuso alcanzar el puesto número 6 del ránking FIFA, prueba de que ya están ahí, pese a que España sea una selección ‘novata’ y sin una experiencia como la mayoría de sus rivales.

A partir de aquí se desea subir un nuevo escalón, el de alcanzar una final con la Selección absoluta femenina. Esa que en categoría masculina tardó tanto en llegar… “Las sensaciones son tan buenas y hay tanto talento en la Selección española que te lleva al optimismo, pero no hay que perder el norte porque sólo se trata de nuestro tercer mundial”, reposa Jorge Vilda, y es que hay intangibles relacionados con la experiencia que tienen su peso, como también se pudo ver en la reciente final de la Copa de la Reina entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid.

Con la actual progresión, la Selección española femenina se ha ganado el respeto internacional en los últimos años. En las categorías inferiores por la cantidad de títulos conquistados y en la Absoluta por el ascenso en el ránking FIFA: cuando Vilda fue nombrado seleccionador España ocupaba el puesto número 19, cuando la actual directiva aterrizó en la RFEF ya estaba en el puesto número 12 y ahora, con la fuerte apuesta e inversión realizada por Luis Rubiales y su directiva, se ha alcanzado el sexto lugar. El último manotazo en la mesa fue la mencionada victoria ante EEUU. No sólo vencieron, sino que sometieron a las campeonas del mundo sin margen de maniobra. “Esto genera un respeto entre las rivales antes de enfrentarse con nosotras porque saben que lo van a pasar mal. Además, también es un orgullo que haya declaraciones de reconocimiento por parte de estas jugadoras y entrenadoras rivales”, indica el entrenador madrileño.

Fuera de la Selección, esta progresión del fútbol femenino español acompaña con el hecho de que el actual campeón de Europa de clubes sea el Barça, el que existan jugadoras que año tras año van estando en el once ideal de la FIFA o que la actual Balón de Oro sea también española. Estos hitos “te hablan del nivel de la Selección”.

La lista que ha dado Jorge Vilda para el Mundial es la consecuencia de esta evolución y desarrollo de los últimos años. Como mencionó anteriormente el técnico, “el 99% de las jugadoras de la Selección absoluta han pasado por todas las categorías inferiores”. Y este proceso de formación comienza con el importante trabajo que tiene la RFEF con las federaciones territoriales, sobre todo, en la sub-15, sub-16 y sub-17. “Es muy importante la ayuda de las selecciones territoriales. Tienen a sus respectivos seleccionadores para categoría y un coordinador con el que mantenemos contacto permanente. Realizamos dos reuniones anuales presenciales y para cada campeonato les trasladamos la información y las necesidades de lo que estamos buscando”, explica Vilda.

El mundo del fútbol centrará sus miradas este verano en la celebración de la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023. Una novena edición de este torneo, que por primera vez se jugará con 32 selecciones, en el que España aspira a tocar el cielo por primera vez, mientras que Estados Unidos buscará revalidar su título por segunda ocasión consecutiva.

La vigente campeona del mundo, la Selección Femenina de Estados Unidos, parte como favorita en las cuotas para revalidar el título en 2023, como ya hizo previamente en 2019.

El combinado estadounidense es el equipo que más veces ha levantado la Copa Mundial Femenina, con cuatro títulos, y en 2023 buscarán su tercera estrella consecutiva.

Estos fueron los Mundiales en los que se proclamaron campeonas:

Mundial 2019: Estados Unidos 2-0 Países Bajos
Mundial 2015: Estados Unidos 5-2 Japón
Mundial 1999: Estados Unidos 0 (5-4) 0 RP China
Mundial 1991: Noruega 1-2 Estados Unidos

  1. Estados Unidos gana el Mundial Femenino 2023 a 3.613/5.

La Selección Española Femenina es la tercera candidata en las apuestas para levantar por primera vez en su historia la Copa del Mundo, justo por detrás de Inglaterra, vigente campeona de la Eurocopa.

  1. Inglaterra levanta la Copa del Mundial Femenino 2023 a 4.57/2
  2. España, campeona del Mundial Femenino 2023 a 7.06/1

Las ibéricas acuden por tercera ocasión consecutiva a la Copa Mundial Femenina, tras hacer su debut en el torneo en 2015, y por primera vez en la historia han accedido como cabezas de serie, al terminar en primer lugar en las eliminatorias europeas por encima de Escocia, Ucrania, Hungría e Islas Feroe.

Además, las predicciones se decantan a favor de que superen su mejor aparición en el torneo hasta el momento, los octavos de final del Mundial 2019, en los que cayeron 1-2 contra Estados Unidos.

La Roja aparece como la segunda favorita para disputar los cuartos de final en este Mundial 2023 y en el tercer puesto de las candidatas a llegar a las semifinales:

  1. España llega a cuartos de final a 1.331/3
  2. España juega las semifinales del Mundial 2023 a 2.255/4, según betfair, una casa de apuestas

La afición está muy ilusionada con el papel que pueda desempeñar “La Roja” en este certamen internacional, no obstante, lo último que tiene en la retina el fan a nivel mundialista es un partido en el que se le compitió de tú a tú con la todopoderosa Estados Unidos en octavos de final (2-1), veremos qué sucede cuatro años después de aquel partidazo.

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