
¡Es más rentable! La conquista del primer Mundial femenino de fútbol en la historia de España batió todo los récords televisivos
El fútbol femenino está de moda, en esta web lo llevamos mucho más tiempo respaldándolo, pero desde que las chicas de “La Roja” conquistaron el Mundial de Australia y Nueva Zelanda 2023 ante Inglaterra (1-0).
Este título ha sido colofón a décadas de crecimiento del fútbol femenino. La mejor prueba de ello es el aumento de niñas que lo practican.
En el último año, tan solo en la Comunidad de Madrid se ha duplicado el número de jugadoras federadas en categorías inferiores, lo que supone un aumento de un doscientos por ciento desde el 2009.
Este crecimiento ha permitido a las federaciones crear un sistema de competiciones íntegramente femeninas que, hasta hace una década, era inimaginable. «Cuando empecé había muy pocas niñas, de hecho, yo era la única niña en un equipo masculino», asegura Claudia García, jugadora profesional del Madrid Club de Fútbol Femenino.
El aumento de la popularidad hace que las chicas que empiezan ahora en el deporte tengan un camino mucho más sencillo que las generaciones anteriores. «La gente lo sigue y van conociendo a las jugadoras. Eso permite que las niñas puedan tener referentes. Esto no deja de crecer», explica Víctor Martín, entrenador del conjunto que preside D. Alfredo Ulloa.
Sin duda, los mejores referentes que pueden tener las niñas que arrancan en el deporte rey son las 23 jugadoras que este pasado 20 de agosto de 2023 pelearon para convertir a la Selección Española en campeona del mundo en categoría absoluta y, por suerte, lo lograron.
¿Qué tienen que ver Doña Herminia, Carlos Alcántara, Merche Fernández y compañía con Jenni Hermoso, Olga Carmona, Alexia Putellas y demás? Pues sirven para explicar, y contextualizar, por qué el pasado Mundial ha supuesto una mina de hora para RTVE, que dicho sea de paso, tiene ya un acuerdo con la RFEF para emitir todos los choques de la nación rojigualda, algo que comunicó el pasado 8 de septiembre de 2023.
RTVE se encargó de “rescatar” el campeonato el torneo casi en el tiempo de descuento, seis días antes de que éste se iniciase y para ello pagó pagó 842.105,25 euros a la UER, una cifra muy alejada de los 32 millones que se abonaron por el torneo masculino. En las siguientes líneas, cómo la conquista del primer Mundial ―el segundo en general― de la historia del fútbol femenino español se convirtió en el producto más rentable de la televisión pública nacional… cuando nadie daba un duro por ello y quien les escribe no daba crédito al ninguno que estaban sufriendo unas futbolistas que se le merecen todo por no dejar de creer en si mismas.
El pasado 29 de noviembre, La1 emitió el último capítulo de ‘Cuéntame’, la serie que se convirtió en religión para muchos y que marcó a otros miles. Frente al televisor: 2.031.000 espectadores, un 19,5% de cuota de pantalla. Unos meses antes, en la misma cadena, 5,6 millones de espectadores veían a la Selección alzar su primer Mundial, con un apabullante 65,7% de cuota de pantalla, como detallan nuestras compañeras de “Relevo”, Darío Ojeda y Sandra Sánchez Riquelme.
Eso quiere decir que RTVE triplicó sus datos de audiencia con una inversión mucho menor. Tal y como publicó Maldita.es, RTVE pagó una media de 760.000 euros por cada capítulo de la última temporada de la exitosa serie. Ese último episodio, concretamente, le costó a la cadena pública 39.123 euros por punto de share.
El coste del último capítulo de una de las series más populares de los últimos tiempos es muy superior al dinero que se gastó RTVE en el partido más importante de la historia del fútbol femenino español. Y por los hechos que sucedieron posteriormente, probablemente, del fútbol nacional. La cadena estatal pagó 33.648,21 euros por encuentro (retransmitió 25), una cifra muy alejada de los 760.000 euros del último episodio de ‘Cuéntame’.
Sin embargo, y analizando los datos proporcionados por RTVE tras una solicitud de transparencia, las cifras de audiencia y económicas de uno y otro convierten al Mundial femenino en uno de los productos más rentables del año, y no es un decir.
Para seguir explicando el chollo del Mundial femenino, basta con seguir comparándolo con el resto de eventos deportivos que RTVE ofreció a su audiencia. Por ejemplo, el Mundial masculino del año pasado.
El partido más visto de los de Luis Enrique fue el de los octavos de final, en el que España fue eliminada por Marruecos: un 62,4% de cuota de pantalla y un total de 1.051.200 espectadores frente al televisor. Por ese encuentro, y por el resto de los 19 que compró, RTVE pagó 1.688.157 euros. En cambio, por la final del Mundial femenino que enfrentó a España y a Inglaterra, RTVE pagó 33.648,21€.
Los datos batieron todos los récords: un 62,4% de cuota de pantalla y 5.559.000 espectadores, lo que recude el coste de la cadena pública a tan sólo 512 euros por punto de share.
Ahora, la próxima gran cita de la Selección es la “Final Four” de la Nations League, el torneo que decide qué selecciones europeas estarán presentes en los próximos Juegos Olímpicos. Si la de Montse Tomé consiguiesen la clasificación, sería la primera vez que participarían en la cita olímpica. Un torneo por el que, este año, RTVE pagó 36.000€.
Pero el fútbol no es sólo fútbol. Sus valores trascienden y repercuten en la sociedad. Así ha ocurrido este 2023 con los pasos hacia delante que se han dado en materia femenina. «Estamos dejando un legado que va más allá de los terrenos de juego», apuntó la jugadora del F.C. Barcelona Aitana Bonmatí tras recoger el Balón de Oro, en declaraciones recogidas por El País. Y su lucha no sólo traspasó las fronteras nacionales, «pasó a ser un problema social».
Otra de las jugadoras de la Selección, y también del Barça, Mariona Caldentey indicaba a Cosmopolitan que «la visibilidad es crucial» para paliar la desigualdad entre el fútbol femenino y el masculino. «Es imposible que la gente nos pueda seguir o gustarles si no nos conocen, si no pueden ver lo que hacemos», apuntaba. En este sentido, Marta Griñán opina que esto también ha cambiado. La periodista ha indicado que las competiciones femeninas ya gozan de una mayor visibilidad por televisión. «Antes no se emitían los partidos de Primera División, o casi ninguno», ha detallado. «Ha habido temporadas en las que el Barça – Atlético de Madrid, que era el Clasicazo, no se ha visto por televisión».
Sea como fuere, sabiendo que la FIFA Women’s World Cup 2023 es más rentable que una serie tan potente como “Cuéntame cómo pasó”, que estuvo en activo durante 2022 años, ahí es nada, demuestra que el fútbol femenino ha llegado para quedarse, por fin.
Cuanto mejores son las condiciones, el nivel es mayor y el interés aumenta y es que el Mundial de 2023, el mejor de nuestras vidas, generó más de 524 millones de euros en ingresos, alcanzando el punto de equilibrio, logró vender más de un millón y medio de entradas antes de comenzar y se retransmitió en 200 territorios y 130 canales y emisoras. Unas cifras que atraen a muchos patrocinadores.
«(…) Après beaucoup d’années où le monde m’a offert beaucoup de spectacles, ce que, finalement, je sais de plus sur la morale ey les obligations des hommes, cést au sport que je le dois, cést au RUA que je l’ai appris (…)»
Esta reflexión fue pronunciada por el filósofo y literato Albert Camus el 22 de enero de 1956 en una conferencia organizada por el Movimiento Liberal en el Cercle du Progrès (Círculo de Progreso) de Argel, con el título “L’Appel pour une trêve civile” (“Llamada a una tregua civil”), en pro de la reconducción pacífica del conflicto franco argelino. El texto del discurso se publicó en 1958 en “Actuelles III, Chroniques Algériennes”, después de haber sido consagrado unos meses antes con el Premio Nobel de Literatura de 1957.
La reflexión de Camus nos traslada a reconsiderar el fútbol, no sólo como una actividad deportiva, sino como un entorno que facilita unos condicionantes educativos extraordinarios, tanto por sí mismo, como por su correspondencia con la práctica totalidad de las vicisitudes de la vida social y de desarrollo personal. Un entorno socioeducativo que no solo abarca a las personas participantes del deporte, sino también a las espectadoras.
El concepto educativo sobre el fútbol que pueda tener cualquier persona ajena al mismo, será irremisiblemente de rechazo. La imagen del fútbol que nos llega a través de los mass media y las redes sociales es absolutamente negativo, pues todo lo que sobrepasa el apartado competitivo, son noticias y, sobre todo, imágenes, que reflejan violencia, caos, desorden, insultos, gestos soeces, etc. Sin embargo, sin obviar que esas conductas son reales, no es menos cierto que suponen una parte muy pequeña, casi anecdótica, sobre la inmensidad del fútbol, un deporte en el que cada día se ejercitan decenas de miles de personas, con una mayoría de menores de edad y donde cada fin de semana se disputan miles de partidos en todo el territorio español, si nos centramos solo en España, pues si lo extrapolamos al resto del mundo, los miles se convierten en millones. Pero por exigua que sea la proporción de negatividad, es tan grande la globalidad, que la correspondencia cuantitativa es numerosa y ruidosa y los efectos de gran trascendencia cualitativa. El resto de esa globalidad, es decir, la gran mayoría, esa inmensidad de personas que practican a diario el fútbol desde la deportividad y que compiten en armonía cada fin de semana, no solo quedan obviadas, sino que en el imaginario social quedan infectadas por la demencia.
La práctica del fútbol, incluso dentro de la pasión de la competición, permite educar en valores como el compañerismo, la solidaridad, el trabajo en equipo, en poner las cualidades y potecialidades personales al servicio del grupo, en la superación personal y como colectivo, en la planificación, la organización, la disciplina al servicio social, la amistad, la unión por un objetivo común, la justicia, la agresividad bien entendida frente a la violencia, la asertividad, la empatía, la toma de decisiones e iniciativas, la asunción de responsabilidades, etc. Todo ello, además, de la práctica deportiva y todo lo que por sí mismo reporta como favorable en el aspecto puramente físico y de vida saludable, pues viene asociado con una vida sana, que va desde el cuidado del cuerpo hasta de la salud. Pero no solo se educa en valores en la potenciación vivencial de los mismos, sino también se educa vivenciando los contravalores. Es decir, antes situaciones o actitudes contrarias a esos valores, está la capacidad educativa para hacerlos visibles como rechazables.
En la práctica del fútbol todos se igualan en pro del objetivo común y la potencialidad inclusiva no hace distinciones de raza, de ideología, ni de religión, ni de sexo, el abrazo en la consecución del gol y de la victoria une a todos en un estallido de emoción al alcance de muy pocas vivencias; al igual que la tristeza de la inversa, de la derrota.
“El Partido de Manu” está aquí para seguir alegrándonos la vida, eso fue lo que comentó una vez en un vídeo José Antonio Martín Otín “Petón” en un vídeo que conmemoraba el aniversario de esta web especializada en fútbol femenino, no sé si lo estoy consiguiendo, pero lo que les podemos prometer es aquí seguiremos, partido a partido, porque escribimos la historia que está por venir
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