
¡En París! España estará en el bombo como campeona del Mundial y ganadora de la primera Liga de Naciones de la historia.
El sorteo de los Torneos Olímpicos de Fútbol de París 2024 tendrá lugar el 20 de marzo a partir de las 20:00 hora local en el edificio Pulse en la capital francesa, que será la sede de los próximos Juegos de París 2024.
Los equipos que ya han reservado su lugar en el Torneo Olímpico de Fútbol Femenino de 12 personas y en la competición de 16 equipos masculinos se enterarán de su destino antes de los Juegos, que se celebrarán del 26 de julio al 11 de agosto. Los Torneos Olímpicos de Fútbol tendrán lugar en París, Nantes, Burdeos, Marsella, Niza, Saint-Étienne y Lyon desde el 24 de julio, dos días antes de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, hasta el 10 de agosto, el día de la final femenina. Por primera vez en la historia, los torneos olímpicos de fútbol culminarán con la final femenina.
Las entradas de fútbol se encuentran entre las más buscadas en los Juegos Olímpicos, con más de 2,5 millones de espectadores que tienen la oportunidad de ver los partidos. El sorteo se transmitirá en vivo en FIFA.com.
Los horarios de los partidos de ambos torneos estarán disponibles aquí después del sorteo.
El fútbol o balompié es uno de los deportes disputados en los Juegos Olímpicos de Verano; el torneo se rige bajo las normas de la FIFA, que lo denomina oficialmente Torneo Olímpico de Fútbol, y lo organiza en conjunto con el COI.
Es el torneo de selecciones no absolutas más antiguo del mundo, adquiriendo esta categoría sólo en el balompié femenino.
El fútbol, recién inventado en el siglo xix, no se disputó en los juegos olímpicos antiguos. Se cree que el primer evento de balompié olímpico habría sido durante los Juegos Olímpicos de Atenas 1896, aunque habría sido de carácter no oficial. En la actualidad, no existen documentos que detallen dicha competición, pero existen algunos informes sobre dos partidos en que un combinado de Esmirna, parte del Imperio otomano, habría derrotado a otro de Atenas y habría sido derrotado por 15-0 por un combinado de origen danés.
Se disputaron partidos de demostración en los Juegos Olímpicos de París 1900 y de Saint Louis 1904 y en los Juegos Intercalados de 1906. Sin embargo, disputaron estos partidos equipos no profesionales provenientes de clubes deportivos o recintos educacionales, por lo que no se consideran oficiales ni por la FIFA ni por el Comité Olímpico Internacional. Sin embargo el COI optó por reconocer las medallas respectivas de 1900 y 1904 a las naciones representadas por los clubes (Reino Unido, Francia, Bélgica, Canadá y Estados Unidos).
En los Juegos de 1906, se retiraron los equipos provenientes de Alemania, Austria, los Países Bajos y el Reino Unido y dejaron como únicos competidores a Dinamarca y los representantes de Esmirna, Atenas y el club de música de Salónica. Los daneses fueron campeones al ganar la final contra Atenas por 9-0.
En los Juegos Olímpicos de Londres 1908 se realizó finalmente el primer torneo oficial (que además se considera como el primer torneo de carácter internacional disputado) a cargo de la Asociación Inglesa de Fútbol (no afiliada a la recién fundada FIFA aún, pero con quien mantenía una estrecha relación). Aunque el peso definitivo de su inclusión como disciplina olímpica correspondió al comité organizador, en virtud de ser un deporte de origen británico, la FIFA ya había impulsado en su congreso de Berna en 1906, el que sus asociaciones afiliadas gestaran la oportunidad que concretara un torneo internacional de balompié. Por ello las federaciones existentes aceptaron la participación en el primer Torneo Olímpico de Fútbol.
El primer partido oficial de la historia del balompié olímpico como deporte de competición enfrentó a Dinamarca con un combinado francés en el que los nórdicos vencieron por 9 a 0, jugado en el estadio Shepard Bush el 19 de octubre de 1908 ante unos 2000 espectadores. Ganó el primer torneo el Reino Unido, seguido por Dinamarca (2:0 en la final) y Países Bajos (también venció 2:0 a Suecia en el partido por la medalla de bronce). En dicho torneo participaron seis equipos, que aumentaron a 11 durante los Juegos Olímpicos de Estocolmo 1912.
Las grandes diferencias entre los equipos participantes se demostraba en los abultados marcadores de cada partido; dos jugadores, Sophus Nielsen en 1908 y Gottfried Fuchs en 1912, marcaron diez goles en un solo partido, récord que se mantiene vigente en la competencia y lo estuvo para juegos de cualquier tipo de selección durante noventa años.
Siguiendo el espíritu olímpico de esa época, todos los participantes eran aficionados. El Reino Unido, que no podía enviar a su poderoso equipo profesional, organizó una «selección amateur británica» con la que ganó estos dos primeros torneos, derrotando a los daneses.
En los Juegos de 1920 se produce el debut de la primera selección no europea en unos Juegos, la Selección de fútbol de Egipto. La ambigüedad de las normas federativas sobre la separación de amateurismo y profesionalismo, permitió la participación velada de jugadores que ya actuaban como figuras en sus ligas locales, tal es el caso de la selección española (ganadora de la plata) que incluyó en su plantel a balompedistas destacados como Ricardo Zamora.
Las determinaciones del Congreso de Amberes de la FIFA en 1920, terminaron las renuencias del ente rector por reconocer al Torneo Olímpico como Campeonato del mundo, pues esta insistía en hacerlo de forma ajena al amateurismo exigido por la Carta Olímpica. Pero dado que la justa veraniega contaba con mayor organización y participación, accedió a darle dicho reconocimiento y asumió la organización de la competencia. Por lo tanto partir de 1924 el torneo comenzó a ser organizado por la FIFA, aunque el reconocimiento expreso como campeonato del mundo solo se prolongó en esta y la edición de 1928.
El Torneo Olímpico de París 1924 significó un parteaguas para el torneo, e incluso para el fútbol mundial. La anuencia de la FIFA, la inclusión de figuras europeas, pero especialmente el debut de un conjunto sudamericano, desconocido casi al grado de la subestimación, la Selección de fútbol de Uruguay, que conjuntaba en esos momentos a una de sus generaciones más talentosas con jugadores como Pedro Cea y Pedro Petrone. La escuadra celeste sorprendió no solo por su desempeño en la cancha, sino por la capacidad de sobreponerse a diversas dificultades que se presentaron, hasta cierto punto achacables al recelo que provocaba su presencia. Uruguay obtuvo la medalla de oro al derrotar 3-0 a Suiza. La agradable experiencia uruguaya no terminó ahí. Cuatro años después en el Torneo Olímpico de Ámsterdam 1928, la misma escuadra charrúa y la debutante Argentina confirmaron la competitividad del balompié sudamericano al protagonizar la final, que concluiría con el bicampeonato de Uruguay.[4][5][6]
El éxito del torneo olímpico durante los años 1920, fueron alicientes para el lanzamiento de la Copa Mundial de Fútbol en Uruguay 1930. La FIFA intentó no eclipsar su nuevo campeonato por lo que, sumado al hecho de ser poco popular en Estados Unidos, el fútbol no participó en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1932.
Sin embargo regresó en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936.
El fútbol profesional comenzó a expandirse a lo largo y ancho del mundo, por lo que las diferencias entre el torneo olímpico y la Copa Mundial comenzaron a acrecentarse. Los principales beneficiados eran los países del bloque soviético de Europa Oriental, donde los atletas eran representantes del Estado, que entregaba importantes beneficios a sus atletas, permitiendo esto mantener su condición de «aficionado». Entre Londres 1948 y Moscú 1980, 23 de las 27 medallas olímpicas fueron entregadas a países socialistas, siendo Dinamarca, Suecia y Japón las únicas excepciones. Dentro de estos equipos campeones, se encuentra por ejemplo el denominado «equipo de oro» de Hungría, considerado uno de los mejores equipos de la historia.
Para los Juegos de Los Ángeles 1984, el Comité Olímpico Internacional sintió necesario un cambio en el torneo para reanudar el interés en él, por lo que aceptó el ingreso de equipos profesionales. La FIFA no aceptó la idea de tener un rival para su Copa Mundial, pero finalmente se llegó al acuerdo de que los equipos de confederaciones menos desarrolladas balompédicamente (CAF, AFC, OFC y Concacaf) pudieran tener equipos profesionales, mientras que los miembros de la UEFA y Conmebol se presentarían con escuadras juveniles cuyos jugadores no hayan disputado la Copa Mundial. Equipos muy jóvenes como Francia en 1984 ganaron el título olímpico.
La idea de los equipos juveniles entusiasmaron tanto a la FIFA como al COI, por lo que desde los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 los jugadores de todos los planteles debían tener menos de 23 años de edad, a excepción de tres integrantes por escuadra que podían ser de mayor edad. El torneo olímpico se convirtió así en una especie de «Copa Mundial Sub-23» complementaria a las Sub-20 y Sub-17, ya implementadas por la FIFA. El nuevo formato de la competencia permitió a todos los países competir de igual forma, aunque favoreciendo inicialmente a equipos de África: Nigeria y Camerún ganaron las medallas doradas en Atlanta 1996 y Sídney 2000. Por otro lado, en los juegos de Atlanta 1996 se estrenó la versión de este campeonato para mujeres, siguiendo el creciente interés por el balompié femenino, con la diferencia de que este torneo no tiene restricciones como el caso masculino.
La participación del Reino Unido comenzó a decaer desde 1912 y finalmente desapareció en 1960. Después de que la Asociación Inglesa de Fútbol eliminara en 1974 la diferencia entre fútbol «aficionado» y «profesional», Gran Bretaña dejó de participar incluso en el proceso clasificatorio. En la actualidad, el principal impedimento es la existencia de cuatro equipos representantes del Reino Unido: (Escocia, Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte). Para los Juegos Olímpicos de Londres 2012 se propuso la idea de la creación de una selección de fútbol del Reino Unido con jugadores de las cuatro selecciones. Aunque fue aceptada, la mayoría de los seleccionados provenían de Inglaterra, salvo casos como el del galés Ryan Giggs.
Para los Juegos Olímpicos de Londres 2012, la Argentina, hasta entonces bicampeón olímpico (2004 y 2008), no logró clasificarse en el Campeonato Sudamericano Sub-20 de 2011, y la selección de Uruguay se clasificó para una olimpiada después de 36 años, ya que a pesar de haberse clasificado en 1976, no participó, y su última aparición en los juegos fue 84 años atrás (1928). El torneo finalmente lo ganó México.
Brasil que fue subcampeón en las ediciones de Los Ángeles 1984, Seúl 1988 y Londres 2012, logró coronarse por primera vez campeón olímpico de fútbol en los Juegos Olímpicos de Río 2016,repitiendo el título en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
El torneo femenino de fútbol de los Juegos Olímpicos París 2024 tendrá 12 equipos participantes y ya se conoce a cinco de ellos: Francia como organizador, Estados Unidos y Canadá por la Concacaf y Brasil y Colombia por la Conmebol.
Además, la Nations League de la UEFA y los clasificatorios de Asia, África y Oceanía definirán las otras plazas.
El torneo se disputará en siete sedes distintas en Francia:
Hasta la fecha, aún está por decidirse la “Final Four” de la Liga de Naciones Femenina en Europa, los países ya clasificados son Francia, USA, Brasil, Colombia y Canadá respectivamente.
Dónde:
Parque de los Príncipes, en París.
Stade de Bordeaux, en Bordeaux
Stade de la Beaujoire, en Nantes Nantes
Stade de Lyon, en Lyon
Stade de Marseille, en Marsella
Stade de Nice, en Niza
Stade Geoffroy-Guichard, en Saint-Etienne
Los 12 equipos se dividirán en tres grupos de cuatro. Los dos primeros de cada grupo, junto con los dos mejores terceros, accederán a la fase eliminatoria. A continuación se disputarán los cuartos de final, las semifinales, el partido por el tercer puesto y la final.
1996: Estados Unidos
2000: Noruega
2004: Estados Unidos
2008: Estados Unidos
2012: Estados Unidos
2016: Alemania
2020: Canadá
Está en la cabeza de todas. Se siente en el corazón de cada declaración. Se retiene como una nueva meta que crece con el tiempo desde que el 20 de agosto del 2023 levantaron el trofeo de campeonas del mundo. España, rey del fútbol femenino, tiene una nueva obsesión: los Juegos Olímpicos París 2024, a disputarse a partir del 25 de julio.
Hay dos grandes elementos que convierten a París 2024 en un tesoro de valor incalculable para la Selección femenina de España. El primero tiene que ver con la actualidad: salvo un traspié en la quinta fecha de Liga de Naciones Femenina, en diciembre del 2023, cuando cayó 3 a 2 ante Italia, el equipo que ahora dirige Montse Tomé solo sabe ganar. Desde que terminó la Copa Mundial, cuando superó 1 a 0 a Inglaterra en el partido decisivo, en Sídney, venció 3-2 y 5-3 a Suecia, 5-0 y 7-1 a Suiza y 1-0 a Italia.
Pero quizás los resultados sean lo de menos. Desde los octavos de final de la Copa Mundial femenina, cuando goleó a Suiza por 5 a 1 justo un partido después de la durísima caída con Japón por 4 a 0 en la zona de grupos, el equipo muestra un funcionamiento afinado y certero, rodeado por picos individuales de rendimiento.
Irene Paredes es reina de la defensa, Olga Carmona se convirtió en una lateral de lujo, Teresa Abelleira distribuye el balón con excelencia y, a los costados, Aitana Bonmatí y Jennifer Hermoso aportan su cuota de juego y magia. Arriba, sobran las opciones de jerarquía: Salma Paralluelo, Mariona, Athenea del Castillo, Lucía García. Sin mencionar a Alexia Putellas, la mejor jugadora del mundo durante 2021 y 2022, que aún no parece del todo cómoda con su lesión de rodilla.
«Antes se hablaba que en España nos faltaba esa profesionalidad pero eso lo hemos conseguido, por lo tanto creo que ahora somos referentes a nivel mundial, jugadoras de mucho nivel, que tienen una calidad única pero que a la vez sabemos competir ante cualquier rival. Eso faltaba pero ahora lo tenemos», dijo a FIFA Aitana Bonmatí, mejor jugadora The Best 2023.
El fútbol femenino se tiñe de Rojo: España campeona del mundo en todas las categorías
El fútbol femenino español vive horas de ensueño. Tras haber conquistado los trofeos en las Copas Mundiales Sub-17 y Sub-20, el combinado mayor se impuso a Inglaterra en la final de Australia-Nueva Zelanda para completar sus vitrinas con el cetro máximo.
El otro aspecto tiene que ver con la historia. En su recorrido, España nunca llegó a participar de la disciplina de fútbol femenino. Hasta París 2024, el sistema de clasificación de los equipos de la UEFA se determinaba por las posiciones de la última Copa Mundial disputada. Así, en Tokio 2020, los equipos europeos que ingresaron fueron Países Bajos (2°, perdió la final con Estados Unidos), Suecia (3°) y Reino Unido (4°). Así lo explica Jennifer Hermoso, Balón de Plata de la Copa Mundial Femenina 2023: «Al final antes era muy difícil que nos pudiéramos clasificar porque la logística era complicada. Por suerte ganamos este Mundial y todavía nos queda una Liga de Naciones para intentarlo». Y Bonmatí agrega: «Es una competición a la que nunca hemos acudido, sería la primera vez que acudiríamos. Es algo significativo en el mundo del deporte».
La Liga de las Naciones reparte dos boletos para el torneo, que tiene cinco equipos ya clasificados de las doce plazas disponibles: Brasil, Colombia, Francia, Estados Unidos y Canadá.
«Cuando hablas de un Juego Olímpico es algo único que viene de hace muchos años, muchos siglos. Como campeonas del mundo, queremos aspirar a todas estas competiciones», dijo Bonmatí.
España recibirá el 23 de febrero a Países Bajos, en una sede a definir. En caso de avanzar a la final, conseguirá su boleto automáticamente. En caso de no ganar, también tiene una oportunidad porque en las otras semifinales están Alemania y Francia, que ya tiene su cupo por ser local de la competencia. De esa manera, si Les Bleues acceden al partido por el título, España tendrá otra oportunidad en el encuentro por el tercer puesto, que debería ser con Alemania.
Catalina Coll, portera del campeón del mundo, agrega: «Me encantaría ganar los Juegos Olímpicos. Es algo que he visto siempre desde la tele. Y me encantaría estar ahí y ojalá pueda ser».
A los 33 años, Jennifer Hermoso no parece haber dañado su ambición, todo lo contrario, sueña con mucho más y los Juegos Olímpicos es una de las primeras grandes cuentas de su lista, como para la mayoría de la plantilla española: «¿Quién no los va a querer jugar? Los hemos visto toda la vida, es un objetivo que nos queda y para la jugadora española estar en París será otro sueño por cumplir».
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