
¡A nivel burocrático! El proyecto de A22 no puede registrarse con ese nombre según la ley.
La Superliga de Dinamarca ha emitido un comunicado en el que se felicita por su victoria por la Superliga impulsada por el Real Madrid y el Barcelona, hace ya casi tres años.
La Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) ha denegado a la Superliga, impulsada por Florentino Pérez, el registro de su marca tras casi tres años de batalla legal, según la documentación a la que ha tenido acceso a “EL PERIÓDICO DE ESPAÑA”. Una decisión que implica que el proyecto de competición no podrá explotar a nivel europeo la marca The Super League, por lo que tendrá que buscar otro nombre diferente para la competición, si es que esta llega algún día a convertirse en una realidad y no sufre más reveses.
El motivo del rechazo al registro de la marca es la oposición de la liga danesa, llamada Superligaen y cuya marca comercial es Superliga. La EUIPO, tras un proceso plagado de recursos y de plazos extendidos que se inició en julio de 2021, ha dado la razón a la principal competición de Dinamarca, que entendía que la similitud de la marca de The Super League colisionaba con los derechos de la suya, registrada en la UE muchos años antes.
El organismo radicado en Alicante entiende en su resolución que «la marca impugnada [The Super League] podría conseguir una ventaja injusta del carácter distintivo o del renombre de la marca anterior», en referencia a la Superliga danesa, dado, principalmente, el reconocimiento y buena imagen de la que goza la competición nacional en Dinamarca y la similitud gráfica y fonética de las dos marcas.
La decisión, no obstante, es recurrible ante la propia EUIPO y es probable que los impulsores de la Superliga agoten los recursos para tratar de salvar el registro de su marca. Esta resolución, firmada el pasado jueves y comunicada a las partes el viernes, llega además pocos días antes de que tenga lugar el juicio de la Superliga contra la UEFA y la FIFA, cuya vista oral está prevista para este próximo jueves, 14 de marzo de 2024, en un juzgado de Madrid (España).
La disputa por la marca Superliga arrancó en abril de 2021, cuando los entonces 12 clubes fundadores de la Superliga (pronto se quedarían en tres: Real Madrid, Barcelona y Juventus) registraron esa marca ante la EUIPO, apenas tres días antes de anunciar públicamente su lanzamiento, causando una enorme conmoción en el fútbol continental.
En el mes de julio, la liga danesa reacciona al registro de la marca The Super League mediante un escrito de oposición dirigido a la EUIPO. En su comunicación al organismo europeo, desde Dinamarca argumentaban que poseían la licencia de uso del término Superligaen desde 2013 (denominación que venían utilizando desde 2010) y que la creación de una liga con un nombre casi idéntico puede perjudicarle en diferentes contextos, aprovechándose de su prestigio en el país o incluso dañando su imagen.
El 2 de septiembre de ese mismo año, la EUIPO admitió a trámite el recurso de la Superliga danesa. La reacción de la empresa que manejaban en ese momento Real Madrid, Barcelona y Juventus (los italianos ya no forman parte del proyecto, aunque el Nápoles ha emergido recientemente como aspirante a sumarse) fue ponerse en manos del despacho especializado Isern Patentes y Marcas, cuya sede está en Barcelona.
Arrancó entonces un periodo de «enfriamiento», destinado a que las partes alcancen un acuerdo entre ellas, que legalmente podía extenderse durante dos años.
Sin embargo, tras dos meses y medio de conversaciones, Dinamarca estimó en febrero de 2022 que no había posibilidad de alcanzar un pacto que le satisficiera y optó por romper la baraja, llevando el caso hasta las últimas consecuencias.
Durante los dos últimos años, el caso se ha ido enmarañando con recursos, solicitudes de ampliación de plazas y requerimiento de documentación por parte de la EUIPO hasta desembocar en la resolución conocida ahora, que forzará a la Superliga a tener que buscar otro nombre para la competición que quiere impulsar y que en la actualidad cuenta con el apoyo público de solo tres equipos: Real Madrid, Barcelona y Nápoles.
“Superliga es una marca comercial propiedad conjunta de los clubes daneses, por lo que no se puede permitir que una posible futura liga europea registre la marca Superliga como marca comercial en la UE; la autoridad de marcas de la UE ha dado ahora su plena aprobación a los clubes daneses”, informó la competición escandinava.
Por países, los aficionados de España, Portugal e Italia son los que ven con mejores ojos la creación del nuevo torneo. En concreto, en España, el 84% de los encuestados está a favor de la Superliga, mientras que en Portugal e Italia la cifra se mantiene en el 81% y el 80%, respectivamente.
Es bastante probable que la Superliga Europea agote todas las vías posibles para mantener su nombre porque se ha instalado tan profundamente en el subconsciente colectivo que sería necesaria una campaña de ‘marketing’ faraónica para cambiar la percepción del público.
El problema es que esto sucede en paralelo a una serie de publicaciones y explicaciones sobre el formato de la competición que deberían ir siempre aparejadas al ‘naming’ definitivo, que, ahora, queda en el aire como la mayoría de circunstancias que han rodeado al torneo desde su génesis y su puesta de largo está siendo un camino de espinas, de eso no hay duda.

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