Oficial: La unión de Alemania y Nike genera rechazo

(Fuente: X)

¡En Germania! La ruptura con Adidas después de más de siete décadas sigue provocando un “schok”.

matrimonio perfecto entre Adidas y la Selección Alemana toca a su fin después de que a la marca de ropa se le haya relacionado con la simbología de las SS de Adolf Hitler en su dorsal número 44 del diseño de la nueva elástica local pensada para la Eurocopa masculina.
Uno de los portavoces de la marca, Oliver Brüggen, ha hablado en Bild, diario alemán de referencia, para aclarar la situación.

«Bloquearemos el número 44 lo antes posible. En Adidas trabajan personas de alrededor de 100 países, nuestra empresa defiende la promoción de la diversidad y la inclusión y, como empresa, hacemos campaña activamente contra la xenofobia, el antisemitismo, la violencia y el odio en todos.

Cualquier intento de promover puntos de vista excluyentes no es parte de nuestros valores como marca y rechazamos firmemente cualquier sugerencia de que esta fuera nuestra intención. Nuestra empresa defiende la promoción de la diversidad y la inclusión», aseguró.


Las explicaciones de la empresa que fundó el teutón Adi Dassler han llegado demasiado tarde y por las redes sociales ya corrían ríos de tinta contra Alemania y por eso la La Federación Alemana de Fútbol (en alemán: Deutscher Fußball-Bund, DFB, ha salido al paso de manera súbita.


El ente que preside Bernd Neuendorf publicó un comunicado de prensa en el que hace oficial su vínculo con Nike a partir de 2027 después de 77 años de fidelidad a Adidas, orgullo nacional.
El nuevo contrato con la empresa norteamericana estará vigente, como mínimo, de 2027 a 2034 y pone fin al escándalo que también hubiera salpicado a la selección femenina.


La Federación Alemana de Fútbol (DFB) se asociará con Nike Inc de 2027 a 2034. Nike equipará a todos los equipos nacionales de la DFB y promoverá el fútbol alemán en su totalidad.


El presidente de la DFB, Bernd Neuendorf, dice: «Esperamos la cooperación con Nike y la confianza depositada en nosotros. La futura asociación permitirá a la DFB también desempeñar tareas centrales en la próxima década con vistas al desarrollo integral del fútbol en Alemania. Pero también está claro: para diciembre de 2026, estaremos comprometidos con todas nuestras fuerzas con el éxito conjunto con nuestro socio actual y de larga data adidas, al que el fútbol alemán debe mucho durante más de siete décadas».
Grunwald: «Mirando hacia un futuro económicamente estable».


El Dr. Holger Blask, Presidente del Consejo de Administración de DFB GmbH & Co. KG, explica: «La adjudicación al futuro socio de equipos Nike es el resultado de una licitación transparente y no discriminatoria. Nike ha hecho, con mucho, la mejor oferta económica y también ha convencido con su visión de contenido, que también incluye un claro compromiso con la promoción de los deportes aficionados y populares, así como el desarrollo sostenible del fútbol femenino en Alemania. El momento de la licitación es habitual con respecto a los tiempos de planificación y ejecución y se discutió de antemano con todos los participantes relevantes del mercado».
El tesorero de la DFB, Stephan Grunwald, dice: «Con los 7,3 millones de personas que representa, la DFB es una institución social central y tiene un punto de venta único entre las federaciones deportivas: apoya financieramente a sus miembros y no está financiado por ellos.

Esto ayuda a mantener el fútbol como deporte popular y a poder ofrecer membresías de clubes con contribuciones comparativamente bajas. Estamos agradecidos de poder mirar de nuevo hacia un futuro económicamente estable debido al compromiso prometido por Nike como asociación».


Las Schutzstaffel ([ˈʃʊtsˌʃtafəl]ⓘ, lit. Escuadrón de protección; abreviado SS y estilizado durante su existencia con las runas armanas ᛋᛋ) fue una organización paramilitar, policial, política, penitenciaria y de seguridad al servicio de Adolf Hitler y del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP) en la Alemania nazi, y después por toda la Europa ocupada por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.
Comenzó como una pequeña unidad de guardia conocida como Saal-Schutz, compuesta por voluntarios del NSDAP para ofrecer seguridad en las reuniones del partido en Múnich. En 1925, Heinrich Himmler se unió a la unidad, que para ese entonces ya había sido reformada y adoptado su nombre definitivo. Bajo su dirección (1929-1945) pasó de ser una pequeña organización de tipo milicia política a convertirse en uno de los organismos más poderosos de la Alemania nazi. Desde 1929 hasta el colapso del régimen en 1945, las SS fueron la principal agencia de seguridad, investigación y terror en Alemania y en la Europa ocupada.


Los dos grupos constituyentes principales fueron Allgemeine SS (SS General) y Waffen-SS (SS Armadas). La Allgemeine SS fue responsable de ejecutar la política racial de la Alemania Nazi y actuaba como policía general, mientras que las Waffen-SS consistieron en tropas de combate dentro de las fuerzas armadas alemanas. Un tercer grupo, las SS-Totenkopfverbände, dirigía los campos de concentración y exterminio.
Otras subdivisiones de las SS fueron la Gestapo (policía secreta) y el Sicherheitsdienst (servicio de inteligencia). Sus cometidos abarcaban desde la detección de potenciales enemigos del estado nazi, la neutralización de cualquier oposición y la vigilancia del compromiso del pueblo alemán con la ideología nazi, así como proporcionar servicio de inteligencia dentro y fuera del país.
Las SS fueron la principal organización responsable del asesinato genocida de alrededor de seis millones de personas de minorías étnicas europeas como judíos, eslavos y gitanos en el Holocausto.


Los miembros de todas sus ramas cometieron crímenes de guerra y de lesa humanidad durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Asimismo, las SS estuvieron implicadas en empresas comerciales y explotaron a los internos de los campos de concentración como trabajadores esclavos. Después de la derrota de la Alemania nazi, las SS y el NSDAP fueron procesados en los Juicios de Núremberg por ser organizaciones criminales. Ernst Kaltenbrunner, el oficial de más alto rango de las SS superviviente al conflicto, fue declarado culpable de crímenes de lesa humanidad por ese tribunal y ahorcado en 1946.


Este movimiento, la marca estadounidense le arrebata uno de sus buques insignia a la principal firma de la competencia, y contínua aglutinando a las mayores selecciones de fútbol del mundo: Inglaterra, Brasil, Francia o Portugal.


Por su parte, la federación pasará a ingresar una cantidad nada desdeñable de dinero por el contrato y con el que Adidas no podía competir: de los 50 millones anuales de Adidas a los 350 que incluye el paquete completo de Nike, siendo esta una noticia de impacto por su relevancia en un país que condena esa parte de su historia comprendida entre 1939 y 1945.
Comunicado oficial de la DFB:

https://www.dfb.de/news/detail/nike-wird-neuer-dfb-ausruester-ab-2027-259898/

Las equipaciones oficiales de Nike para la selección alemana se lanzarán en el año 2027, pero antes de haberse estrenado ya generan rechazo por parte de los fans.

Nike por fin consuma un objetivo que se había trazado desde tiempo atrás, en concreto desde el año 2006, el año en el cual Alemania fue sede del Mundial. Tras aquella Copa del Mundo, la firma estadounidense ofertó un contrato de ocho años por 50 millones de euros, bajo ciertas condiciones.

Alemania, sin embargo, renovó contrato con Adidas, que entregaba entre 10 y 15 millones de euros al año, aunque la cifra ha crecido más y más conforme a las exigencias del mismo mercado, y es que Nike siguió presionando.

De acuerdo con Handelsblatt, el contrato de Nike con la Federación Alemana de Futbol es 100 millones de euros anuales, lo cual supone un ingreso total de 800 millones de euros hasta 2034.

Si Alemania se clasifica al Mundial masculino del 2026, esa será la última Copa del Mundo de la firma alemana, mientras que Nike se asegura los periodos para el Mundial del 2030 y del 2034.

En resumen, la DFB, de forma directa a través del acuerdo con NIKE, y de forma indirecta con la Bundesliga, busca dinero desesperadamente. Para pagar a la DFL los 39 millones de cada temporada, y para paliar el problema de los pobres resultados que los equipos alemanas arrastran en la Champions y en el Mundial, y que han mermado sus ingresos.

Muchos apuntan a que no hubieran conseguido resultados tan espectaculares en el pasado sin sobornos y corruptelas. Incluso sugieren que la DFB difícilmente podrá sostener la financiación del fútbol alemán sin nuevas fuentes de ingresos. Eso, si no recibe multas millonarias a raíz del juicio que se está celebrando. Los gestores actuales heredan una larga historia de corruptelas, presidentes cesados, y falta de fondos, unida a unos aficionados cada vez más hostiles. Y no es culpa suya. Pero al mismo tiempo intentan romper la regla del 50+1 para ganar más.

Esa regla exige que la mayoría de las acciones de los clubs alemanes sean de inversores del país, y no ocurra lo que en Inglaterra o España, donde oligarcas y naciones petroleras toman el control. Son ellos los que nos ponen, a nosotros y a los ingleses, como ejemplo. Quieren que su fútbol siga siendo alemán y dependa de los aficionados alemanes que van a los estadios.

Ese modelo económico es sostenible, pero desde la DFB y la DFL insisten en que nunca conseguirá los negocios de la liga española o la inglesa, o lo que es lo mismo, que los propietarios de los clubes de la Bundesliga no podrán ganar más dinero del que ganan. Es ahí donde el cambio de patrocinador encaja, como un tema puramente económico al que importa poco la conexión emocional y nacional de los aficionados con su marca.

Una encuesta de Bild en la que participaron 400K personas evidenció que un 85% se muestra en contra de la decisión. La DFB dio explicaciones en Twitter:

«Entendemos que la cuestión tenga un lado emocional. Para nosotros también se trata de un antes y un después tras una cooperación llena de éxitos durante más de 70 años, dejando claro que el desembarco de Nike en territorio bávaro no va a recibir una cálida bienvenida, más bien un ambiente hostil.

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