Oficial: Las árbitras piden el VAR para la Liga F

(Fuente: RFEF)

¡Antes de la final de la Copa de la Reina 2024! Eugenia Gil Soriano y Elisabet Calvo comparecieron ante los medios de comunicación en La Romareda.

Olatz Rivera y María Eugenia Gil Soriano se sentaron ante los medios de comunicación con la ilusión de quien es su primera -prácticamente- vez. Muy sonrientes, mostraron una gran predisposición en todas sus respuestas. Enfrente de ellas, Yolanda Parga -la responsable de las árbitras- y Marta Frías -una de las pioneras y leyendas del colectivo arbitral, que forma parte del CTA-. Atentas y sonrientes, aprobando todas y cada unas de las intervenciones de sus pupilas.

Y es que la previa de la final de la Supercopa dejó una de las imágenes del torneo: la rueda de prensa de las Olatz Rivera y de María Eugenia Gil Soriano, la árbitra principal y la del VAR. Durante los más de 20 minutos que duró su comparecencia, las colegiadas respondieron a rodas las cuestiones. Y la rueda de prensa se acabó convirtiendo en una especie de ejercicio de acercamiento entre ellas y los periodistas. Con un resultado muy satisfactorio.

Gracias a todos por venir y hacernos partícipes», afirmaba Olatz. «Así podéis ver que somos uno más, somos humanos y no extraterrestres. Somos partícipes de este deporte. Yo creo que, de esta manera, la imagen y la relación que podemos tener con las jugadoras y con las árbitras se va a acercando y es positivo para nosotras, y que no somos monstruos», reflexionaba la árbitra principal del partido de mañana.

Su compañera, Eugenia Gil Soriano, iba más allá: «Creo que los medios de comunicación, siempre y cuando se utilicen de una manera correcta, son bienvenidos. Sobre todo, para visibilizar». Además, respondió a las demandas de los allí presentes de escucharlas tras los partidos, como ocurre con las futbolistas y los entrenadores. «No creo que sea el momento de hablar después de un partido… a tantas revoluciones. Pero sí que creo que sería buena idea una de prensa previa. Somos una deportista más.

La rueda de prensa continuó en esa línea. Tanto Olatz como María Eugenia tenían ganas de hablar de su profesión y buscaban la comprensión de los allí presentes. Otra vez, con un resultado favorable. Y llegó el momento de hablar de las críticas. Durante la primera mitad del curso, el nivel arbitral quedó en entredicho. «Prefiero no hacer caso a las redes sociales, porque ya he tenido alguna experiencia negativa. Tú sabes lo que has hecho, y lo que puedes mejorar. Las críticas que no son constructivas nos hacen daño», se sinceraba Olatz. «Soy una persona que intento dejar un poco el apartado de los medios, si sobre todo no son criticas constructivas. Intento obviarlas y fiarme más de la gente de mi alrededor, que es la que me va ayudar», afirmaba Gil Soriano.

En una de sus respuestas, ambas verbalizaron su amor a la profesión. «La adicción al arbitraje está muy por encima de todo lo negativo que puede haber. El arbitraje tiene muchas, muchísimas más cosas positivas que negativas», confesaba Olatz. «¿Por qué no una niña que esté en la grada no va a querer ser árbitra? Hoy en día, tienen la suerte de ver a 18 árbitras dirigiendo en Liga F. Es una llamada de por qué no se atreven a ser árbitras», se preguntaba Gil Soriano.

El año pasado, sus vidas pegaron un giro de 180º. El colectivo arbitral femenino se profesionalizó. Y para Olatz, que daba clases en un colegio, y para María Eugenia, que trabajaba en una empresa de Recursos Humanos, fue un antes y un después. «Dar clases con horarios fijos en un colegio,… imagínate para cuadrar. Era imposible y muy estresante. La profesionalización llegó en el momento de mi vida en el que más estresada estaba», detalló la primera de ellas. «A día de hoy, decir que mi trabajo es ser es árbitra, me enorgullece», confesaba la segunda.

Respecto al VAR, la gran novedad del torneo, ambas coincidieron: «La valoración es bastante positiva. Se ha requerido el uso del VAR para hacer un arbitraje más justo. Es el cuarto partido con VAR (después de la pasada final de la Copa de la Reina). Es un progreso para nuestro futuro», afirmó Olatz.

«Nos viene muy bien, somos humanas», reconocía Elisabet Calvo -la árbitra del VAR en la final de la Copa de la Reina- en la rueda de prensa previa al trascendental partido. «No hace más cercanas, somos unas deportistas más», añadía Eugenia Gil Soriano, la árbitra principal.

Como viene siendo habitual, las árbitras comparecieron ante los medios de comunicación en el día previo a la gran final de la Copa de la Reina, que enfrentará al Barcelona y a la Real Sociedad en la Romareda (La1, 19:00h). Una costumbre que tanto los periodistas como las propias colegiadas -sirva de ejemplo el inicio del texto- agradecen sobremanera.

En ese proceso, tan necesario, de humanización del colectivo arbitral, Eugenia Gil Soriano se mostraba eufórica ante su primera final de la Copa de la Reina como árbitra principal. Este curso, la trencilla se ha convertido en internacional (arbitrando dos partidos) y ha debutado en el fútbol masculino, concretamente, en Segunda Federación. «Está siendo una de las mejores temporadas de mi vida, por no decir la mejor. Cuando me llegó la designación, dije: ‘Ostras’». Elisabet Calvo, que será la árbitra del VAR desde Madrid seguía la misma línea: «Hice la misma reflexión, de todo el trabajo desde que empiezas hasta ahora… y esto muy contenta».

Las confesiones dejaron lugar a uno de los temas más candentes den el fútbol femenino español: el VAR. A diferencia de lo que ocurre en Liga F, en la final de la Copa de la Reina el equipo arbitral dispondrá de la herramienta. «Es muy importante y nos ayuda a poner en práctica todo lo que sabemos», apuntaba Elisabet Calvo. La colegida iba más allá: «Ojalá tener el VAR en todas las jornadas de Liga F. Estamos preparadas, en el momento en el que se dé paso, nosotras estamos preparadas para ello».

Teniendo en cuenta las pocas oportunidades de las que los medios de comunicación disponen para charlar con las trencillas, todas las respuestas resultaron interesantes. Desde su preparación para los partidos hasta la presión del público en un escenario como el de mañana. «Cualquier partido es un melón, hemos estudiado a los dos equipos. Estudio previo de los dos. ¿El arbitraje? Lo que las jugadoras deseen, si el partido es limpio, el arbitraje será limpio», afirmaba María Eugenia Gil Soriano.

En cuanto al ambiente que se vivirá en las gradas de la Romareda, María Eugenia Gil Soriano (que ya arbitró el Clásico en Montjuic ante 38.000 personas), confesó: «La palabra es bonito. He tenido la suerte de hacer de árbitra en Montjuic y también estaba lleno. Me quedé impactada y va a ser bonito. Cuando estoy en el centro del campo, estoy a mi partido, a las jugadoras. Nos va a ayudar mucho a dar el 100% y hacerlo lo mejor imposible».

Además, desvelaron un dato muy a tener en cuenta. Este curso, la Federación les ha dado la oportunidad de sacarse el título de entrenadoras. «Lo que más practicamos es el sistema de juego. Quiénes serán titulares… Adelantarnos a futuras jugadas, analizarlas, los diferentes contextos».

(Fuente: RFEF)

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