📌 ¡Es una historia épica! La centrocampista de San Pere de Ribes es una leyenda que no para de coleccionar epopeyas.
Hace apenas 25 días, Aitana Bonmatí, una de las futbolistas más admiradas del mundo, ingresaba en un hospital madrileño a causa de una meningitis vírica.
Era 29 de junio. España se preparaba para disputar su último amistoso antes de la Eurocopa Femenina 2025 frente a Japón (3-1) en el Estadio Municipal de Butarque (Leganés), pero su nombre desaparecía de la convocatoria a última hora.
La noticia conmocionó al entorno del fútbol femenino. Aitana, la líder natural del centro del campo de “La Roja”, Balón de Oro en 2023 y campeona del mundo, se encontraba inmovilizada, febril, lejos del césped y con su participación en el torneo continental en serio peligro.
Nadie podía imaginar entonces que, menos de un mes después, esa misma jugadora iba a ser la autora del gol más importante de la historia reciente del fútbol femenino español. Un disparo en el minuto 113 de la prórroga frente a Alemania, en las semifinales de la Eurocopa, que le ha dado a España el pase a su primera final continental absoluta. Una secuencia digna de leyenda que condensa lo que representa Aitana Bonmatí: excelencia, carácter, y una resistencia emocional que la convierte en un ejemplo para generaciones presentes y futuras.
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Una recuperación contra el reloj: el trabajo invisible de una campeona |
La recuperación de Aitana fue una contrarreloj milimétrica. La meningitis vírica, aunque no grave en términos clínicos, obligó a interrumpir de inmediato cualquier actividad física. Durante varios días, la jugadora del FC Barcelona permaneció en observación hospitalaria, bajo un estricto protocolo médico. La preocupación era máxima, tanto en el cuerpo técnico de la Selección como en el seno del vestuario. No solo por la posibilidad de perder a una jugadora clave, sino por su salud, su bienestar y su equilibrio emocional en un momento tan delicado.
Durante los primeros días de la concentración en Suiza, el nombre de Aitana era una incógnita. Se especulaba con su convocatoria, con su estado físico, con los plazos de recuperación.
La RFEF mantuvo la discreción, pero nunca la perdió de vista. Aitana, por su parte, no quiso rendirse. Desde su habitación de hotel, aislada del grupo al inicio, comenzó a planificar su regreso. Primero fueron los paseos suaves, luego las sesiones de gimnasio, las pruebas médicas, las carreras suaves, el balón. Paso a paso, sin atajos.
El cuerpo médico, el área de preparación física y el equipo técnico diseñaron un programa de incorporación progresiva para no poner en riesgo ni su salud ni la dinámica de grupo. Su retorno fue silencioso, sin grandes anuncios. Pero cuando volvió a entrenar con normalidad en la semana previa al debut ante Italia, todas supieron que Aitana estaba de vuelta. No solo por su presencia física, sino por su voz en el campo, su inteligencia táctica y su capacidad para cambiar partidos con un solo gesto.
La noche de Zúrich: el gol que cambió la historia
Este pasado 23 de julio, bajo la intensa presión de unas semifinales de la Eurocopa 2025 frente a Alemania, la selección española disputó uno de los partidos más intensos de su historia. Durante más de 110 minutos, el marcador no se movió. España dominaba, tenía más posesión, más ocasiones, más energía. Pero Alemania, experta en este tipo de escenarios, resistía.
Hasta que, en el minuto 113 de la prórroga, el estadio Letzigrund se detuvo. Salma Paralluelo encaró por banda izquierda y generó un rechace en el borde del área. El balón quedó suelto. Y allí apareció ella: Aitana. Controló, se perfiló, y soltó un disparo certero que se coló en la escuadra derecha. Gol. Éxtasis. Lloros. Abrazos. Ese gol no solo significó el pase a la final. Fue la culminación de una historia de superación que representa lo mejor del deporte: la voluntad de quien nunca se rinde.
Aitana corrió hacia la banda, con los brazos alzados y las lágrimas contenidas. Sabía lo que significaba. Para ella, para el equipo, para el país. Sabía lo cerca que estuvo de no vivir ese momento. Supo entonces que todo —el reposo, la espera, la incertidumbre, el miedo— había valido la pena.
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Un emblema nacional del fútbol femenino |
Con solo 27 años, Aitana Bonmatí se ha convertido en la jugadora más determinante de la historia del fútbol femenino español. Ha ganado el Mundial, ha sido elegida la mejor jugadora del mundo, ha liderado al FC Barcelona en una era dorada y, ahora, ha sido clave en la primera clasificación de España para una final de Eurocopa. Pero más allá de sus títulos y distinciones, Aitana representa una forma de jugar y de entender el deporte basada en el compromiso, la inteligencia, la ética del trabajo y una pasión indomable.
“El Partido de Manu” quiere rendir homenaje a esta futbolista excepcional, cuya contribución va mucho más allá del terreno de juego. Su historia reciente es una lección de vida. Una prueba de que el esfuerzo, la fe y la responsabilidad individual pueden revertir situaciones adversas. También queremos reconocer al equipo médico y técnico que supo cuidar de ella con sensibilidad, profesionalidad y humanidad.
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La Roja, rumbo a Basilea |
Gracias a su gol, España disputará la gran final de la UEFA Women’s EURO 2025 el domingo 27 de julio en el estadio St. Jakob-Park de Basilea. El rival será Inglaterra, vigente subcampeona mundial, en lo que promete ser un enfrentamiento de altísimo nivel entre dos de las selecciones más técnicas del planeta. Será la primera vez que España dispute una final continental en categoría absoluta femenina, pero el equipo llega con la ambición intacta y la convicción de que no hay cima que no se pueda alcanzar.
Este domingo, millones de personas volverán a mirar a esta selección con esperanza y orgullo. Y entre todas esas miradas estará la de una niña, en cualquier rincón de España, que sueñe con marcar un gol como el de Aitana. Porque gracias a ella, hoy, muchas más niñas saben que sí se puede.
El Partido de Manu 
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