
🟤 ¡Se busca sucesor para Suiza! El torneo en territorio helvético fue un gran éxito para el fútbol femenino del viejo continente que no podremos olvidar.

La UEFA ha confirmado oficialmente este miércoles la lista definitiva de candidaturas para albergar la próxima gran cita del fútbol femenino europeo. Con la resaca emocional todavía fresca tras el emocionante desenlace de la Eurocopa 2025 en Suiza, el organismo rector del fútbol europeo ha revelado los países que competirán por la organización de la UEFA Women’s EURO 2029, que se disputará en el verano de ese año: Alemania, Italia, Polonia y una candidatura conjunta entre Dinamarca y Suecia.
Será una decisión histórica. No solo porque se tratará de la 15ª edición del campeonato europeo de selecciones femeninas, sino porque llega en el contexto de la mayor expansión competitiva, mediática e institucional del fútbol femenino en toda su historia. La UEFA anunciará la sede ganadora en diciembre de 2025, en una ceremonia especial que tendrá lugar en Nyon.
anuncio de las candidaturas llega en un momento en el que el fútbol femenino europeo vive su época de mayor esplendor. Alemania, país con tradición organizativa y bicampeón mundial, busca recuperar el protagonismo internacional tras acoger la Euro masculina en 2024. Italia, una nación en plena reconstrucción de su fútbol femenino, ha lanzado una candidatura ambiciosa en colaboración con ciudades del norte industrial y del sur histórico. Polonia, por su parte, apuesta por reforzar su posición como sede emergente, tras el éxito de sus eventos juveniles en los últimos años.
Especial atención merece la candidatura escandinava. Dinamarca y Suecia, con una larga tradición en fútbol femenino y estructuras de base consolidadas, han unido fuerzas para proponer un torneo transfronterizo, sostenible y con perspectiva de género avanzada. Las federaciones de ambos países han recibido el apoyo de sus respectivos gobiernos y de las ligas nacionales, en un intento por replicar el éxito organizativo de la Euro masculina compartida entre Países Bajos y Bélgica en el año 2000.
La Eurocopa Femenina 2025, celebrada entre el 2 y el 27 de julio en Suiza, se ha consagrado como una de las ediciones más emocionantes, igualadas y mediáticamente poderosas que se recuerdan. El torneo, con sede en ciudades como Ginebra, Berna, Lausana, Zúrich y Basilea, registró más de 600.000 espectadores en los estadios y cifras de audiencia récord en televisión e internet en todo el continente.
El broche de oro lo puso una final de infarto en el St. Jakob-Park de Basilea, donde Inglaterra se coronó campeona continental al vencer a España en la tanda de penaltis (3-1), tras un igualado empate (1-1) al término de la prórroga. La imagen de Mary Earps levantando el trofeo y consolando a jugadoras españolas como Aitana Bonmatí o Alexia Putellas simboliza el espíritu competitivo y humano de esta nueva era del fútbol europeo femenino.
Para España, la Euro 2025 fue una nueva demostración de poderío futbolístico, aunque con un sabor final agridulce. El combinado dirigido por Montse Tomé buscaba completar el triplete histórico tras haber ganado el Mundial de Australia y Nueva Zelanda 2023 y la primera edición de la UEFA Women’s Nations League, conquistada en Sevilla ante Francia con un brillante 2-0 en La Cartuja.
España llegaba como favorita, con una generación dorada encabezada por Salma Paralluelo, Tere Abelleira, Ona Batlle y Cata Coll. Pero la historia se repitió: un guion cruel, una tanda de penaltis maldita y una nueva final que se escapaba de las manos. El trofeo continental sigue siendo el único que falta en las vitrinas de una selección que ha redefinido el estilo y la ambición del fútbol femenino español.
La UEFA ha establecido un riguroso calendario de evaluación. En los próximos meses, comisiones técnicas del organismo visitarán los países candidatos, analizarán sus dossieres de candidatura, sus infraestructuras, planes de sostenibilidad, proyecciones de asistencia y programas de desarrollo femenino. La decisión final se conocerá en diciembre de 2025, tras una votación en la sede central de la UEFA en Nyon.
Entre los factores clave estarán la inversión pública, el número y capacidad de estadios, la conexión interurbana, el legado deportivo para las generaciones futuras, la equidad de género en los programas locales, el respeto al medioambiente y la viabilidad económica del evento.
La UEFA ha establecido un riguroso calendario de evaluación. En los próximos meses, comisiones técnicas del organismo visitarán los países candidatos, analizarán sus dossieres de candidatura, sus infraestructuras, planes de sostenibilidad, proyecciones de asistencia y programas de desarrollo femenino. La decisión final se conocerá en diciembre de 2025, tras una votación en la sede central de la UEFA en Nyon.
Entre los factores clave estarán la inversión pública, el número y capacidad de estadios, la conexión interurbana, el legado deportivo para las generaciones futuras, la equidad de género en los programas locales, el respeto al medioambiente y la viabilidad económica del evento.
Aleksander Čeferin, presidente de la UEFA:
“La Eurocopa Femenina es ya uno de los eventos deportivos más importantes del mundo. Queremos que la edición de 2029 refleje lo mejor de Europa: diversidad, igualdad, pasión y excelencia organizativa.”
Con el legado de Suiza 2025 todavía vivo, la UEFA Women’s EURO 2029 se presenta como una oportunidad no solo para repartir un nuevo título, sino para ampliar las fronteras del deporte femenino, integrar a nuevas generaciones y seguir transformando mentalidades. Sea cual sea el país elegido, la próxima edición deberá estar a la altura de un momento histórico para el fútbol femenino, que ha dejado de pedir permiso para ocupar su lugar y ahora exige protagonismo, inversión y visibilidad.
El balón todavía no está en juego, pero el futuro se empieza a escribir ahora y España tiene ganas de tener una ocasión para redimirse.

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