La crónica | Eva Navarro lidera el derribo del muro de Berlín

(Fuente: Real Madrid)

📌 ¡Segunda victoria! El nuevo proyecto de Pau Quesada ya carbura y doblega por 1-3 al Unión Berlín en la capital germana.

La previa |

(Fuente: Real Madrid)

El fútbol femenino europeo se prepara para una nueva temporada que promete romper récords de asistencia, audiencia y repercusión. En este contexto, el amistoso entre el Unión Berlín y el Real Madrid Femenino emerge como un cruce de caminos lleno de matices: un club legendario del este alemán, símbolo de resistencia, comunidad y autenticidad, frente a una institución global, moderna y en plena construcción de su identidad femenina.

Este partido, que a simple vista podría parecer un ensayo de pretemporada más, encierra lecturas profundas para el desarrollo del fútbol femenino en dos países de referencia: Alemania, cuna de grandes potencias históricas y sede de proyectos emergentes, y España, campeona del mundo y epicentro de un crecimiento acelerado en los últimos cinco años.

Fundado oficialmente en 2020 tras la absorción del CD Tacón, el Real Madrid Femenino es hoy un equipo que ha superado la fase inicial de su proyecto. Ha pasado de ser un recién llegado a instalarse en la élite europea con naturalidad. Su presencia en la UEFA Women’s Champions League en varias temporadas consecutivas y su consolidación como alternativa seria al dominio del FC Barcelona en la Liga F Moeve lo convierten en uno de los clubes más observados y seguidos del continente.

La temporada 2025-26 llega con un reto claro: ganar un título. Hasta ahora, el equipo ha mostrado progresión, pero aún no ha levantado un trofeo mayor. El objetivo ya no es solo competir, sino conquistar. Para ello, el club ha reforzado su plantilla con fichajes estratégicos:
• Incorporaciones en defensa para dar solidez a una zaga que en Europa aún sufre ante rivales de primer nivel.
• Refuerzos en el centro del campo, buscando mayor control de los partidos y equilibrio entre creación y recuperación.
• Opciones ofensivas que complementen a Athenea, Feller y Weir, dotando al equipo de más variantes en ataque.

Bajo la dirección de Alberto Toril, el Real Madrid ha dado pasos hacia un estilo reconocible: fútbol de posesión, con amplitud por bandas, intensidad en la presión tras pérdida y apuesta por la calidad individual en los metros finales. Sin embargo, el salto competitivo requiere más eficacia en área rival y menos concesiones en transiciones defensivas. Este amistoso servirá para seguir puliendo esos detalles.

Unión Berlín no necesita presentación en el panorama del fútbol masculino: su historia de lucha en el este de Alemania, su identidad de club obrero y el carácter inquebrantable de su hinchada lo han convertido en un símbolo. Ahora, esa pasión se traslada también al fútbol femenino, con un proyecto que busca crecer paso a paso.

El equipo femenino del Unión, que milita en categorías nacionales alemanas en progresión, representa la nueva ola de clubes históricos que empiezan a invertir en el deporte femenino no solo como una obligación institucional, sino como un reflejo de los valores de igualdad y comunidad que encarnan.

Para sus jugadoras, este partido es una oportunidad inmejorable: enfrentarse a uno de los gigantes de Europa, probar su nivel competitivo y mostrar al mundo que Berlín también quiere ser un foco del fútbol femenino.

No es un detalle menor el escenario: el duelo no solo será un espectáculo deportivo, sino también una fiesta para una afición que vive cada encuentro como un ritual. El apoyo del público local promete generar un ambiente singular, mezclando el calor de las gradas alemanas con la expectación que siempre despierta la visita del Real Madrid.

Este amistoso llega tras la Eurocopa Femenina 2025 en Suiza, que coronó a España y marcó un nuevo récord de seguimiento en el continente. Alemania, pese a su peso histórico, vive un proceso de transición generacional, mientras España goza de un auge sin precedentes. En este marco, los clubes absorben esa inercia: el Real Madrid quiere ser estandarte del crecimiento español, y el Unión Berlín, símbolo de que cualquier club con ambición puede apostar por el femenino.

El Unión Berlín – Real Madrid Femenino es mucho más que un amistoso de verano. Es un símbolo de lo que significa hoy el fútbol femenino: pasión local y proyección global, tradición y modernidad, ilusión y ambición.

Para las blancas, será un ensayo de importancia en su camino hacia la temporada oficial. Para el Unión, una oportunidad de oro de mostrar su identidad y dar un salto de visibilidad. En Berlín se escribirá, aunque sea en clave amistosa, un nuevo capítulo del fútbol femenino europeo.

(Fuente: Liga F)

⚽️ Día de partido | Matchday

📌 Pretemporada

🔥 Unión Berlín 🆚 Real Madrid🔥

📅 17 de agosto de 2025

⏰ 15:00 horario peninsular

📺 Real Madrid TV

🏟️An der Alten Förstere

(Fuente: Liga F)

El partido al detalle |


(Fuente: “El Partido de Manu”) Creatividad: Afri

Los onces |

Unión Berlín : Bösl, Schneider, K. Orschmann, Steuerwald, Weiß, Heiseler, Janež, Pawollek, Campbell, D. Orschmann y Bauereisen

El Real Madrid dio este sábado un paso firme en su preparación estival al imponerse en Berlín al recién ascendido Unión Berlín, en un amistoso que sirvió como segunda prueba de la minigira alemana y, sobre todo, como segundo examen para Pau Quesada en el banquillo blanco, un técnico que empieza a dejar trazas de lo que quiere para este equipo, con un fútbol reconocible, agresivo en la presión y cada vez más vertical en los costados. Fue un partido con sabor internacional, con 13.312 espectadores en la grada, con la expectación lógica que genera la camiseta blanca en cualquier rincón de Europa y con la ilusión de la hinchada local por ver a su equipo medir fuerzas con un gigante que ya se ha instalado de pleno derecho en la élite continental.

Y la historia del encuentro se empezó a escribir desde muy temprano, porque el Madrid salió a morder, con un arranque eléctrico, decidido, intenso, de esos que no conceden margen a la especulación y que pronto se tradujo en llegadas y ocasiones, sobre todo desde la banda derecha, donde Shei y Eva Navarro tejieron una sociedad tan dañina como imparable, un tándem que se convirtió en pesadilla recurrente para la defensa del Unión, incapaz de frenar las conducciones, las diagonales y los centros que, cada pocos minutos, agitaban el área alemana.

El primer gol llegó en el minuto 11, en una acción que condensa la idea de Pau Quesada: presión alta, robo inmediato y verticalidad sin concesiones. Fue Feller la que recuperó, fue Holmgaard la que calibró el centro con precisión y fue Eva Navarro la que, con serenidad y calidad, definió para abrir el marcador y poner de manifiesto que el Madrid no solo tenía la iniciativa, sino también la claridad en los últimos metros.

A partir de ahí, el dominio se convirtió en una constante, y Caroline Weir, siempre en el papel de brújula, tuvo una ocasión clarísima tras otro envío de Navarro, que por momentos parecía omnipresente, mientras Holmgaard seguía multiplicándose en la construcción y manteniendo la presión colectiva muy arriba. La primera parte fue un monólogo blanco, no solo en ataque, también en defensa: Anderson se mostró expeditiva, Rocío transmitió seguridad y Shei, además de incorporarse con peligro, sacó dos balones que amenazaban con complicar a Merle Frohms.

El segundo tanto era cuestión de tiempo y se produjo al borde del descanso, en el minuto 42, con otro centro milimétrico de Holmgaard que encontró la cabeza de Braun, implacable en el remate, para poner el 0-2 y confirmar lo que ya era evidente: el Madrid había manejado el partido de principio a fin. En ese tramo, el Unión intentó oxigenar su portería con el cambio de Cara Boser por Wangrel, pero nada alteró la inercia de un choque que parecía decidido antes del descanso.

La reanudación fue una continuación del guion, y apenas tres minutos después del pitido inicial, el marcador volvió a moverse. En el 48, un error en la salida de balón del Unión se convirtió en un regalo que Bruun no desaprovechó: presión, robo y remate certero para poner el 0-3 y dejar muy tocadas a las locales. Pero el fútbol siempre concede resquicios a la emoción, y en el 50 apareció Dina Orschmann para firmar el gol del honor, tras un giro preciso y un pase medido de Reisner que pilló por sorpresa a la zaga blanca, estableciendo el 1-3 y devolviendo un hilo de vida al encuentro. Fue un pequeño susto, una advertencia, pero también una muestra de que el Madrid aún debe ajustar la vigilancia defensiva en esas transiciones, un aspecto que Pau Quesada no dejó de corregir gesticulando desde la banda.

El carrusel de cambios llegó en torno al minuto 60 y ahí se abrió una nueva fase del partido. El técnico madridista movió el banquillo con inteligencia, buscando refrescar piernas sin perder solidez: Merle Frohms siguió bajo palos, María Méndez y Lakrar entraron en defensa, Pau Comendador sustituyó a Bruun, Athenea se estrenó con el nuevo dorsal 7 reemplazando a Eva Navarro y Dabritz tomó el lugar de Angeldahl. En paralelo, el Unión también agitó su once con otra rotación de portera y la sustitución de su goleadora Orschmann. El ritmo del partido no decayó: el Madrid siguió llegando, con Dabritz y Comendador probando suerte desde la media distancia y Campbell rozando el cuarto gol tras superar a Merle y estrellar su disparo en el palo, en la que fue la ocasión más clara del conjunto berlinés en toda la tarde. Lakrar, atenta, desactivó después una acción de peligro que amenazaba con complicar el marcador.

La última media hora fue un ejercicio de control de los tiempos, de madurez competitiva, algo que el Madrid no siempre mostró en otras pretemporadas. Quesada siguió muy activo desde la zona técnica, dando instrucciones constantes, corrigiendo posicionamientos, animando a las suyas en las transiciones ataque-defensa, y ahí emergió la figura de Adri Folgado, que dejó buenas sensaciones por su capacidad de abarcar campo y sostener al equipo en las recuperaciones rápidas. El tramo final sirvió también para ver nuevas caras: entraron Alba Redondo, Antonia Silva, Noé Bejarano y Yasmin, consolidando una alineación rejuvenecida pero disciplinada, que no perdió intensidad hasta el pitido final.

El resultado, más allá de lo que dictan los números —un sólido 1-3 en tierras alemanas—, deja un poso de optimismo para el Real Madrid. Porque no solo fue la victoria, fue la manera de lograrla: presión alta eficaz, bandas incisivas, solidez defensiva, circulación fluida y una variedad de registros que hablan de un equipo en crecimiento. La cifra de 13.312 espectadores en la grada habla también de un fenómeno en expansión: el Real Madrid femenino ya es un imán allá donde juega, un foco de atención que trasciende el marcador y que contribuye a la internacionalización del proyecto. La sensación general es que el equipo no solo está acumulando kilómetros en esta gira alemana, también está construyendo confianza y cimentando automatismos que serán clave en un curso que se presenta exigente. Queda por delante el duelo contra el Bayern de Múnich, un examen de máxima dificultad, pero lo vivido en Berlín confirma que las blancas tienen argumentos para competir con solvencia, que Quesada empieza a dejar su huella y que el Real Madrid está dispuesto a dejar de ser solo aspirante para empezar a rozar la categoría de candidato real.

Ficha técnica |

1-Unión Berlín: Bösl, Schneider, K. Orschmann, Steuerwald, Weiß, Heiseler, Janež, Pawollek, Campbell, D. Orschmann y Bauereisen. También jugaron: Wagner, Reissner, Jenny Hipp, Böhi, Celine Frank, Moraitou y Aehling.


3-Real Madrid: Misa, Shei, Rocío, Andersson, Holmgaard, Irune, Angeldahl, Weir, Eva Navarro, Feller y Bruun. También jugaron: Frohms, Adriana, Pau Comendador, Athenea, Lakrar, Däbritz, M. Méndez, Redondo Antonia S., Yasmim y Noe.

Goles
0-1 Eva Navarro 11’ ⚽️
0-2 Signe Bruun 43’ ⚽️
0-3 Signe Brunn 49’ ⚽️
1-3 D. Orschmann 50’ ⚽️

(Fuente: Real Madrid)

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