
🟦 La Selección Española de Fútbol se llevó la segunda Nations League de su historia tras imponerse por 3-0 a Alemania en la final. Claudia Pina, con un doblete, fue la MVP del encuentro. Vicky López marcó el otro gol de las locales ante las 55.853 fans que estuvieron en las gradas del Metropolitano, récord de asistencia para ver a la “La Roja” escribir su nombre en la eternidad.
La previa |

La noche del martes 2 de diciembre de 2025 no será una más en la historia del fútbol femenino. Madrid, la ciudad que ha visto crecer, sufrir, caer y renacer a generaciones enteras, se detendrá a las 18:30 (hora peninsular) cuando el silbato marque el inicio de un duelo que trasciende lo deportivo.
Porque en el corazón del Cívitas Metropolitano, coloso rojiblanco convertido en templo de finales, España y Alemania se enfrentarán con un marcador virgen —0-0 tras la ida— que flota sobre el césped como una promesa y un desafío.
Una final sin dueño, un trono sin reina y una historia sin firma.
Sobre esa hierba, la Selección española femenina buscará revalidar la Nations League y extender un ciclo glorioso que comenzó en 2023 con el Mundial. Delante estará Alemania, la nación que inventó la hegemonía en Europa, el gigante que nunca se rinde, la selección que ha marcado a generaciones de futbolistas y que se presenta en Madrid dispuesta a recuperar un título que siente suyo por tradición.
La ida, en territorio germano, fue un choque de nervios y de supervivencia. España resistió al empuje alemán gracias a una Cata Coll gigante, autora de intervenciones que desafiaron la lógica, y a una Irene Paredes heroica, que despejó un gol cantado con el alma más que con la bota. Aquella imagen —una capitana bajo el larguero, sosteniendo el destino— quedará para siempre como el símbolo de un equipo que nunca se quiebra.
Y en ese mismo encuentro se abrió una puerta hacia el futuro: el debut de Edna Imade, cuya historia con España apenas comienza, pero que ya tiene su primera página escrita en un partido grande, tenso, al límite. Sonia Bermúdez le dio minutos y la futbolista respondió con descaro y hambre. No hay debut que pese más que el de una final, aunque sea en su primera mitad.
Pero el regreso a Madrid trajo una noticia devastadora:
Aitana Bonmatí, Balón de Oro, cerebro, creadora y brújula, no estará.
Una fractura de peroné en un mal apoyo durante un entrenamiento ha sacudido los cimientos de la Roja. Para muchos equipos sería un golpe definitivo; para este, solo una prueba más. Porque España ha aprendido a vivir con la presión, la adversidad y la exigencia.
Irene Paredes, voz y roca, lo resumió al instante: “Hay que tirar hacia delante. Es una final enorme, pero sabemos quiénes somos. Pensamos en jugar, en competir, en demostrar lo que llevamos dentro. Y a la afición… gracias. Que aprieten.”
Y apretarán. El Metropolitano será un volcán. Un rugido. Un país convertido en coro.
Diez enfrentamientos históricos.
Cinco victorias alemanas.
Cuatro empates.
Una sola victoria española —pero qué victoria—, aquel 0-1 legendario en la semifinal de la Eurocopa, el día en que España se liberó del peso psicológico de un gigante.
Ahora se reencuentran en una final. Alemania, quinta en el ranking FIFA. España, primera del mundo. Nunca antes un duelo había concentrado tanta simbología en tan poco espacio.
Y, como guion sentimental, 20 jugadoras de la Liga F Moeve estarán involucradas en la final:
19 españolas y una alemana: Bibiane Schulze, central del Athletic Club, que fue suplente en la ida. Un mosaico perfecto de cómo el fútbol femenino en España se ha convertido en un referente continental.
Esta final no es un suceso aislado. Es el fruto de una trayectoria que ha transformado el fútbol femenino español para siempre. Para entenderla, hay que viajar atrás.
2015 — El despertar
Con Ignacio Quereda, España disputó su primer Mundial.
Empate ante Costa Rica, derrotas ante Brasil y Corea, eliminación temprana… y una revolución. Las 23 futbolistas firmaron una carta denunciando la falta de profesionalización del proyecto. Fue un terremoto que sacudió al país.
Quereda dimitió. Llegó Jorge Vilda.
2019 — La Selección ya es competitiva
Victoria a Sudáfrica, caída ante Alemania, empate con China y un cruce histórico frente a Estados Unidos, que solo pudo imponerse por 1-2. Era la señal: España ya estaba lista para grandes escenarios.
2023 — El Mundial que cambió todo
Una fase de grupos brillante.
Una bofetada de Japón que sirvió de combustible.
Una exhibición frente a Suiza.
Un cruce heroico ante Países Bajos, decidido por Salma Paralluelo.
Unos últimos minutos de locura frente a Suecia, resueltos por un misil de Olga Carmona.
Y una final sublime ante Inglaterra, decidida por la misma Olga.
España campeona del mundo.
La mayor hazaña del deporte femenino español.
2024 — La Nations League que inauguró un reinado
En Sevilla, España derrotó a Francia por 2-0. La primera Nations League. El primer trono continental. La confirmación de que el Mundial no fue un accidente, sino un aviso.
2025 — La segunda final consecutiva
Ahora, el objetivo es repetir. Completar la doble corona. Entrar en la historia.
Para esta final, la RFEF quiso algo más que una canción: quiso un mensaje.
El grupo Bombai ha adaptado su tema para que toda España cante al unísono:
“Contigo llegaría hasta el final.”
Un grito que simboliza un equipo que nunca camina solo.
Un estadio que será un coro.
Una nación que, literalmente, empujará los balones desde la grada.
El hashtag #LaFinalContigo ya late en las redes, esperando recoger lágrimas, abrazos, celebraciones, nervios, supersticiones, sueños. Todo. Porque esta selección ha enseñado a un país que la distancia entre afición y equipo es mínima cuando la emoción es inmensa.
hay una futbolista que cristaliza la historia de España, esa es Jenni Hermoso.
13 años con la absoluta.
Títulos en Europa.
Títulos en México.
Un Mundial.
Una Nations League.
Una trayectoria marcada por goles, lágrimas, heridas, celebraciones y resiliencia.
lo explica con una sinceridad que solo dan los años: “Nunca me dejé caer. Esta camiseta me ha acompañado en todo. Y ahora, poder vivir esto con mi familia en la grada… es de las cosas más bonitas que he sentido.”
Desde aquel primer partido con España en 2012 hasta esta final en 2025, Jenni ha sido presente, pasado y futuro. Nadie entiende una final de la Roja sin su figura.
Entre España y Alemania se acumulan 55 goles en 16 partidos:
una media de 3,4 goles por encuentro.
No es un choque que invite al silencio.
Ni a la especulación.
Ni al miedo.
Es un duelo que exige decisión. Acción. Riesgo.
El 0-0 de la ida es una trampa emocional: parece prudente, pero es un incendio subterráneo.
Al más mínimo descuido, cualquiera de los dos colosos puede incendiar la final y ambos lo saben.
España llega herida por la ausencia de Aitana, pero llega entera.
Alemania llega motivada por la falta de gol en casa, pero llega peligrosa.
Una campeona del mundo contra una reina de Europa.
Dos estilos.
Dos culturas futbolísticas.
Dos maneras de entender la grandeza.
La final no pide nombres: pide carácter y Hermoso es una estrella que de eso va más que servida.
El Metropolitano será juez.
Será escenario.
Será protagonista.
Un estadio que ya ha vivido noches europeas inolvidables, ahora se transformará en la fortaleza donde España quiere escribir su segundo abrazo con la Nations League.
Porque esta generación no solo compite: marcará una era.
Porque esta final no solo define un campeón: define un legado.
Porque este equipo no solo juega: inspira.
Queda un partido.
Queda un estadio entero empujando.
Queda un marcador en blanco que pide historia.
Queda la duda: ¿España levantará su segunda Nations League consecutiva?
¿O Alemania reclamará el trono que siente suyo?
Queda lo mejor del fútbol.
La incertidumbre.
La épica.
La emoción.
El miedo.
La esperanza.

Queda una final que será gigantesca, que será inolvidable, que será Europa encarnada en 90 minutos.
Queda el rugido de un estadio.
Queda el latido de un país.
Queda una noche que ya es eterna incluso antes de empezar.
El Metropolitano dictará sentencia.
España o Alemania.
La Roja o las reinas de Europa.
La gloria tendrá solo un nombre.
Y lo escribirá el fútbol.
Los fans ya velan sus armas y acudirán en masa al Metropolitano con la intención de vibrar en un encuentro de leyenda que se recodará siempre, pase lo que pase, y en “El Partido de Manu” estaremos acreditados para poder dar fe in sitio de la historia que está por venir, al más puro estilo de Elena Farga.
La final al detalle |

🔥 España 🇪🇸 🆚 Alemania 🇩🇪🔥
✨ La final ✨
🩵 Matchday 2 | Dia de partido
📅 Martes, 2 de diciembre de 2025
⏰ 18:30 horario peninsular
📺 La 1 de RTVE
🏟️ Riyadh Air Metropolitano, Madrid

Los onces |
Del Riyadh Air Metropolitano al cielo. Así empezó todo. Así terminó todo. Así se escribió una tarde que ya pertenece a la memoria sagrada del fútbol español, empujada por las 55.843 almas que convirtieron el Metropolitano en un volcán, en un reactor, en una lanzadera hacia la gloria. La Selección salió al césped como si supiera que nada podía detenerla, empapada de ese rugido colectivo que no solo anima: transforma. Desde el primer segundo se vio que España iba a mandar.
Y la primera en hacerlo fue Vicky López, la gran novedad de Sonia Bermúdez en el once, que metió un balón templado al área al que Alexia Putellas llegó a milímetros de convertir en la primera ofrenda a la historia. No fue gol por cuestión de centímetros, los mismos que separaron el zapatazo de Esther González del poste tras una acción que heló a Berlín y encendió Madrid. La Roja era un torbellino, y volvió a demostrarlo cuando Alexia, imperial, sacó un testarazo que obligó a Berger a volar para sacar una mano baja que llevaba destino de titular en los diarios alemanes. Pero Alemania, dolida en su orgullo, respondió con Kett, primero con un disparo alto y luego con un latigazo que atrapó una Cata Coll inalterable, firme, enorme, como si hubiese decidido blindar su portería desde la primera mirada al balón.

Con el paso de los minutos, la Alemania de Christian Wück empezó a ganar metros, a oler peligro, a tensar el duelo, aunque España, firme atrás, no cedía ni un centímetro. Mariona, siempre cerebral, siempre precisa, metió un centro perfecto que Esther enganchó de volea a las manos de Berger. Era un toma y daca de colosos, un guion digno de una final anticipada.
Anyomi probó desde lejos sin inquietar a Cata, mientras que en el otro extremo del campo, Claudia Pina intentaba romper la muralla germana, que solo cedía en acciones aisladas. La más clara, un disparo de Brand que atrapó Cata con autoridad. Paredes estuvo cerca de rematar un centro que se paseó por el área, y Mariona, segundos después, envió fuera una jugada colectiva que resumió la brillantez del ataque español. Pina también rozó el gol cuando se quedó a un suspiro de conectar un centro perfecto, antes de levantar al Metropolitano con un lanzamiento de falta directa que salió besando la escuadra.
Al borde del descanso, España aún tuvo dos más: un disparo lejano de Vicky y un chut de Mariona desde dentro del área. Pero todavía quedaba el susto final: un disparo de Anyomi que lamió el poste y silenció el estadio por un instante.
Las 22 protagonistas ganaron el túnel de vestuarios con el marcador todavía pendiente de ser inaugurado tras 135 minutos, entre la ida y la vuelta, de máximo equilibrio.
La reanudación fue la apertura de un nuevo capítulo, esta vez escrito a fuego. España salió a devorar, y lo demostró con un cabezazo de Esther que se marchó a córner. Alemania aguantaba, cerrada, áspera, sabiendo que un gol español podía dinamitar todo su plan. Cerci respondió desde la frontal con un disparo alto, pero el encuentro ya tenía dueño emocional, rítmico y anímico: España.
Faltaba un golpe maestro, un chispazo, una jugadora que transformara intención en eternidad. Y apareció. Claudia Pina, la de Moncada y Reixach, la atacante que juega como si conociera la partitura del fútbol antes de que llegue a los pies, combinó con Mariona en una pared celestial y soltó un latigazo que Berger desvió lo justo para retardar lo imposible y es que el esférico acabó en la jaula para abrir la lata con el 1–0 en el minuto 61 de juego.
Aquello ya no era un partido: era una liberación, una afirmación de poder, un acto de fe colectiva. Y en ese trance, llegó la magia. Vicky López, la joven vallecana con alma de vieja estrella, recibió dentro del área, se perfiló para la zurda y soltó un disparo seco, furioso, poético, que se estrelló en la red como un meteorito rojo, era el 2-0 de la exjugadora del Madrid CFF.
El dos a cero en el 68 del partido dio cierta dosis de calma y la puerta del cielo y el estadio entero se levantó para ovacionarla cuando Sonia Bermúdez decidió reemplazarla por Athenea del Castillo, era su tarde.ñ
Era su consagración. Era su nombre ascendiendo a los altares, seamos claros.
España convertida en apisonadora, pidió más. Y Claudia Pina, decidida a ser la Bota de Oro, decidió que el partido merecía una rúbrica a su altura. Recibió, armó la pierna y soltó un disparo que no es un disparo: es un manifiesto. El balón viajó como un rayo y se incrustó en la portería de la ocho veces campeona de Europa, que perdía ya por 3–0 cuando el reloj deambulaba por el minuto 74 y a un cuarto de hora del noventa se declaró el estado de felicidad en el feudo rojiblanco.
Ocho goles llevaron su rúbrica en la Nations League, igualando a Wullaert. Magia azulgrana. Delirio rojo. Historia absoluta. Berger aún evitó el cuarto ante Athenea. El partido ya era un himno.
Con el reloj agotándose, Sonia Bermúdez dio entrada a Jana, Fiamma y Edna por Ona Batlle, Alexia —MVP imperial— y Pina, que se fue ovacionada como se van las grandes: con un estadio entero reconociendo que ha visto algo irrepetible. Cuando sonó el pitido final, España no solo había ganado. Había conquistado su segunda Nations League. Había firmado una tarde eterna. Había demostrado que este equipo ya no compite contra nadie, porque vuela. Porque domina. Porque manda.

Y así, cuando los ecos se iban apagando, volvió la frase que abrió el día, cerrando el círculo perfecto de las epopeyas. Del Riyadh Air Metropolitano al cielo.

Así empezó la tarde. Así terminó. Y así seguirá recordándose mientras exista el fútbol. Porque este equipo no mira al cielo como meta, sino como punto de partida. España volvió a reinar. España volvió a emocionar. España volvió a volar. Y desde lo alto, muy arriba, donde solo llegan las mejores, la Selección Española de Fútbol ya mira su siguiente destino sin miedo, sin dudas, sin freno.
Del Riyadh Air Metropolitano al cielo. Y de ahí, siempre arriba porque España, que ya está en el tercer puesto de la clasificación UEFA parece no tener techo y su hambre y ambición están intactas.

Tras su brillante victoria ante Alemania, la Selección ha escrito este 2 de diciembre una nueva página dorada en su historia con la consecución de su segunda Nations League, un hito sin precedentes en Europa.
De las dos ediciones disputadas hasta la fecha, España ha salido victoriosa en ambas de forma consecutiva, sumando así su tercer título internacional después del Mundial de 2023. Una gesta brillante que aúpa al equipo de todos hasta la tercera posición del podio de los planteles europeos más laureados.
Con este triunfo, las jugadoras de Sonia Bermúdez, quien ha conquistado su primer trofeo como seleccionadora nacional absoluta, mantienen, además, su idilio con el torneo continental, donde han firmado quince victorias en dieciocho encuentros a lo largo de los años, anotando en este tiempo 58 goles a favor y 17 en contra entre fase de grupos y eliminatorias.
Si hace poco más de un año fueron Aitana y Mariona, ante Francia y en la capital hispalense (2-0), las responsables de firmar los goles que llevaron al combinado nacional a la gloria, este martes, frente a Alemania y en un Metropolitano de récord, han sido Claudia Pina -por partida doble- y Vicky López las encargas de sellar la victoria (3-0) y mantener la hegemonía en la competición.
La UEFA Women’s Nations League brillará, por partida doble, en las vitrinas de la Selección Española de Fútbol.
El Riyadh Air Metropolitano ha vivido este martes 2 de diciembre una tarde histórica para la Selección española femenina. El estadio madrileño se ha convertido en el recinto con mayor afluencia de público en un partido del combinado nacional. 55.843 aficionados han llenado las gradas para presenciar la vuelta de la final de la UEFA Women’s Nations League, en la que España se ha medido a Alemania en el duelo decisivo por el título.
El ambiente fue espectacular desde horas antes de que el colegiado pitase el inicio del partido. Familias, peñas y seguidores llegados de diferentes puntos del país tiñeron de rojo los aledaños del estadio, en una demostración más de que esta Selección no conoce límites.
Con esta nueva cifra, el Riyadh Air Metropolitano supera el anterior récord nacional, establecido el 28 de febrero de 2024 durante la final del mismo torneo, aquella vez celebrada en La Cartuja. Aquel día, 32.657 personas animaron desde las gradas a una Selección que, tras ganar a Francia, se proclamó campeona de la primera edición de la UEFA Women’s Nations League.

En definitiva, un hito histórico que confirma el gran momento de la Selección femenina en España y refuerza el camino de una afición que no deja de crecer.

📋 Ficha técnica |
España: Cata Coll; Ona Batlle (Jana Fernández 87’), Irene Paredes, Mapi León, Olga Carmona; Laia Aleixandri, Vicky López (Athenea del Castillo 70’), Alexia Putellas (Fiamma Benítez 87’); Mariona Caldentey, Esther González (Jenni Hermoso 80’) y Claudia Pina (Edna Imade 87’).
Alemania: Ann-Katrin Berger; Giulia Gwinn, Janina Minge, Rebecca Knaak, Franziska Kett; Elisa Senss, Sjoeke Nusken (Linda Dallmann 80’); Selina Cerci (Cora Zicai 66’), Jule Brand (Kathrin Hendrich 80’), Klara Bühl; Nicole Anyomi (Shekiera Martínez 66’).
Árbitra principal: Silvia Gasperotti. Amonestó a Mapi León por parte de España y a Giulia Gwinn y a Selina Cerci por parte de Alemania.
Árbitra: Silvia Gasperotti (ITA).
Asistentes: Giulia Tempestilli (ITA) y Stefania Signorelli (ITA).
Cuarta árbitra: Frida Klarlund (DEN)
VAR: Aleandro Di Paolo (ITA).
Asistente del VAR: Michael Fabbri (ITA).
Incidencias | Partido correspondiente a la vuelta de la final de la UEFA Women’s Nations League 2025 entre España y Alemania que se ha celebrado en el Estadio Metropolitano de Madrid ante 55.843 espectadores en una superficie de hierba natural.
Goles |
1-0 Claudia Pina Medina 61’ ⚽️
2-0 Vicky López Serrano 68’ ⚽️
3-0 Claudia Pina Medina 74’ ⚽️
Vídeo |
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