⬜️ España vs Alemania: la final que redefine una era del fútbol femenino europeo.
Una batalla a doble partido por la primera Nations League Femenina que reclama la atención del continente, solo con eso ya nos entran ganas de apoyar por enésima vez al balompié practicado por mujeres.
Europa contiene el aliento. El fútbol femenino contiene el tiempo. La selección española femenina —campeona del mundo, número uno del ranking FIFA y referente global de un deporte que ya no entiende de límites— llega este viernes 28 de noviembre al Fritz-Walter Stadion de Kaiserslautern para disputar la primera final a doble partido de la Nations League Femenina, un duelo histórico ante una Alemania que vuelve al primer plano con la voluntad irrevocable de reclamar lo que una vez fue suyo.
Será a las 20:30 (hora peninsular), en directo y en abierto en La 1 de RTVE, cuando comenzará un enfrentamiento que no solo coronará a una campeona: definirá una era.
El camino de España hacia la final ha sido una demostración de madurez, autoridad y crecimiento acelerado. Lo que antes era promesa, hoy es certeza. Lo que antes era un sueño, hoy es un hábito competitivo.
En semifinales, la selección volvió a mostrar ese aplomo casi quirúrgico que ya es marca registrada. No han sido victorias fruto del azar, sino el producto de un proyecto que ha crecido desde los cimientos y que hoy se sostiene en el talento, la convicción y el rigor.
España llega a Kaiserslautern como lo hacen las grandes: sin estridencias, pero con firmeza. Con la seguridad de quienes saben que son referentes, no por lo que prometen, sino por lo que ya han demostrado.
Que nadie se engañe: Alemania nunca se fue.
A pesar de un recorrido más irregular, la selección germana ha demostrado esa resiliencia competitiva que la ha convertido en una potencia histórica. Su camino hacia la final ha sido una reconstrucción silenciosa, metódica, basada en un relevo generacional que combina talento, potencia y un rigor táctico innato.
Las alemanas vuelven a una final internacional para dejar claro que su proyecto sigue vivo. Que su esencia competitiva permanece intacta. Que siguen siendo Alemania, con todo lo que ese nombre implica en el fútbol femenino.
La final se decidirá donde se deciden los partidos grandes: el mediocampo, territorio donde se mide el carácter, la disciplina, la inteligencia y el alma colectiva.
(Fuente: RFEF)
España intentará mover la pelota, anestesiar el ritmo, desgastar a Alemania desde la posesión. Alemania querrá romper ese circuito, imponer su físico, castigar cada recuperación como si fuera una oportunidad de oro.
Será un pulso mental. Será un pulso táctico. Será, sobre todo, un pulso emocional.
Allí se definirá quién impone el relato de una final que promete emociones fuertes y que se resolverá, salvo resultado sorprendente por lo abultado del mismo en el Metropolitano el próximo 2 de diciembre de 2025.
Hay historias que parecen escritas por el destino. Historias que desafían la lógica, que rompen fronteras, que convierten un origen humilde y turbulento en la plataforma para saltar a la gloria. Historias que resumen la esencia de un país que adopta, integra, forma y proyecta talento hacia lo más alto. Y la historia de Edna Imade, la nueva ‘killer’ de España, pertenece a esa categoría que solo se escribe una vez por generación.
Nació en Marruecos, en plena travesía de unos padres nigerianos que buscaban en Europa algo tan básico como lo que hoy ella representa en un campo de fútbol: futuro, esperanza, un gol al porvenir. Aquel nacimiento, en mitad del viaje, fue un alumbramiento simbólico. Un punto cero que marcaría su destino. Desde ese instante, Europa ya tenía una goleadora esperando su momento.
Porque Edna no llega a la Selección como una invitada inesperada. Llega como un símbolo. Llega como la prueba de que este país crece cuando abraza, cuando integra, cuando acompaña. Aterriza en la RFEF para recordarnos que la Roja es más grande que un simple equipo: es una patria deportiva. Edna fue la única niña en un equipo mixto, jugando con chicos más fuertes, más grandes, más rápidos. Pero ella nunca entendió la palabra “imposible”. Lo suyo era competir. Lo suyo era caer y levantarse. Lo suyo era demostrar.
Cada balón dividido era una lección de vida. Cada empujón, un aprendizaje. Cada gol, una promesa.
De allí pasó al A.D. Nervión, donde ya no era “la niña que aguantaba con los chicos”. Allí era “la que los dejaba atrás”.
Luego llegó el Málaga, punto de inflexión. Fue en Andalucía donde empezó a formarse la killer. Donde descubrió que dentro de ella vivía una delantera distinta, con un olfato afilado, con hambre, con electricidad en las piernas.
Su salto a la categoría de plata con el Cacereño fue otro capítulo impecable. Allí, entre viajes en carretera, campos modestos y porterías que parecían pequeñas ante su ambición, se consolidó y rugió por primera vez.
“Pagamos su cláusula de 10.000 euros. La única jugadora por la que hemos pagado una cláusula”, recuerda. Palabras mayores. Palabras de quien sabe lo que es apostar por talento puro.
Y otra confesión: “No Estaba convencido de que sería una gran futbolista.”
No se equivocó porque Edna explotó en Granada: 16 goles, segunda máxima artillera de la Liga F, solo por detrás de la todopoderosa Ewa Pajor. Fue la jugadora que más puntos dio a su equipo. Fue la que transformó un sueño en una temporada histórica.
El mundo ya la miraba. Y entonces apareció el Bayern de Múnich.
El coloso bávaro pagó 75.000 euros por su cláusula. Y decidió cederla a la Real Sociedad, un club que entiende el talento, que lo cuida, que lo alimenta.
Hoy, en Zubieta, Edna camina como una estrella con los pies en la tierra. Y los números lo gritan: 7 goles en 8 partidos. Entre ellos, el penalti que tumbó al Barça, la única derrota del gigante azulgrana este año y no había dudas, “La Roja” llamaría.
Nigeria la tentó una y otra vez, con Marruecos tenía derecho a jugar, pero ella aguardó paciencia y en un ejercicio patriota esperó por España.
Lo suyo no fue casualidad. No fue oportunismo. Fue elección.
Edna rechazó Nigeria. Podía haber jugado con Marruecos. Pero quería jugar con España. Quería devolver al país que la crió todo lo que el país le dio.
Y el Estado respondió: el Consejo de Ministros aprobó su nacionalidad por carta de naturaleza, reconociendo su impacto, su valor, su trayectoria íntegra en España. Solo queda la publicación en el BOE la noticia de su “fichaje”, que puede cambiar el guion de la final para bien en clave ibérica.
Cuando vio su nombre en el vídeo oficial, Edna no pudo contener la emoción y se convirtió en un mar de lágrimas antes de recibir abrazos de sus compañeras y un sinfín de parabienes.
Un vestuario entero celebrando a una jugadora que no solo marca goles, sino que marca vidas.
España la había elegido. Pero, sobre todo, ella había elegido España y este país también la escogió a ella, como si de una historia de amor se tratase.
España llega tras arrasar a Suecia con un global de 5-0 con Alexia Putellas agrandando su leyenda. Con Pina desequilibrando. Con Cata Coll parando incluso el miedo.
Alemania llega tras sobrevivir al vendaval francés, pero haciendo honor a su historia levantó un muro defensivo que fue imposible de derribar.
Y ahí, entre tanta historia, aparece ella: Edna Imade. La goleadora que nació en una travesía. La niña que creció en Carmona. La mujer que abrazó España como su casa.
Toda España espera su debut. Todo el Metropolitano espera un rugido. Y Edna, que quiere brillar más que la estrella que está bordada en la camiseta, tiene un sueño íntimo: Oír sonar Seven Nation Army en el Metropolitano… …pero sonando porque ella marca un gol con España.
Hay delanteras que marcan goles. Hay otras que marcan destinos. Edna está hecha para lo segundo.
España quiere ganar la Nations League. España quiere seguir en la cima del mundo. España quiere que la historia de Edna sea una historia de gol.
Porque esta goleadora no es solo una futbolista. Es un símbolo y una metáfora viva. La demostración de que España es más grande cuanto más abraza.
Lo que empezó en una travesía se convierte ahora en una bandera. Lo que nació en Marruecos se hizo mujer en Andalucía. Lo que soñó una familia nigeriana lo celebra hoy un país entero.
Edna Imade ya es España. Y España, desde hoy, también es Edna Imade.
El Real Madrid ha anunciado de manera oficial que ha alcanzado un acuerdo total y definitivo con Linda Lizeth Caicedo Alegría para la ampliación de su contrato hasta el 30dejuniode2031, como mínimo.
La futbolista colombiana, considerada una de las mayores joyas del fútbol mundial, continuará vistiendo la camiseta blanca durante seis temporadas más, consolidándose como uno de los pilares estratégicos del proyecto deportivo presente y futuro del club que presiden Ana Rossell y Florentino Pérez.
Esta renovación no es simplemente un movimiento administrativo: es una declaración de ambición, una señal inequívoca del camino que está trazando el Real Madrid en el fútbol femenino, construido sobre talento diferencial, proyección global y un estilo reconocido en todo el planeta. Caicedo, con tan solo 20 años, se ha convertido en una de las futbolistas más determinantes de su generación, una líder silenciosa, carismática y capaz de cambiar el rumbo de cualquier partido.
Linda Caicedo llegó al Real Madrid en 2023, a los 18 años, después de fascinar al mundo con su fútbol en Sudamérica y en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Hoy, tras 99 partidos como madridista y 26 goles, su renovación hasta 2031 supone un paso más en la consolidación del club entre las élites europeas.
A pesar de su juventud, Linda ya se ha convertido en un rostro emblemático del proyecto blanco, una futbolista que representa modernidad, proyección internacional y una conexión directa con la nueva generación de aficionados.
Su impacto ha sido inmediato: su desborde, su sensibilidad técnica, su inteligencia en espacios reducidos y su capacidad para decidir partidos la han situado entre las jugadoras más especiales del fútbol mundial.
(Fuente: RFEF)
Linda Caicedo es, a día de hoy, una futbolista reconocida y admirada en todas las latitudes. Su trayectoria meteórica ha sido premiada con algunos de los máximos galardones individuales del fútbol femenino: • Golden Girl 2023, reconocimiento a la mejor futbolista joven del planeta. • Presencia en el FIFPro World11 Femenino 2024, un once reservado para las mejores jugadoras del mundo. • Inclusión en el XI Ideal IFFHS 2024, reafirmando su condición de élite mundial. • Segunda mejor jugadora del mundo en los premios The Best 2023. • Autora del mejor gol del Mundial 2023, una obra de arte ante Alemania que quedó grabada en la historia de los mundiales.
Además, su precocidad la convierte en un fenómeno sin precedentes: debutó con la selección absoluta de Colombia con solo 14 años, un testimonio de su madurez futbolística y su instinto competitivo. Actualmente es referente absoluta de su país, con el que ha sido subcampeona de las Copas América 2022 y 2025, integrando el XI Ideal del torneo continental 2025 tras una final memorable frente a Brasil.
Linda es una de las mejores extremas del mundo en conducción, cambio de ritmo y regate. Sus rupturas hacia dentro, su zurda imprevisible y su comprensión táctica permiten al Real Madrid romper defensas cerradas y acelerar transiciones. Su 1 vs 1 es un arma que condiciona planteamientos rivales.
(Fuente: Liga F)
A pesar de su edad, Caicedo entiende el tiempo del partido como una veterana. Sabe cuándo pausar, cuándo acelerar, cuándo atraer marcas y cuándo liberar espacios. Es una jugadora que ordena al equipo desde el desequilibrio que produce a las adversarias.
No solo desborda: decide. Sus 26 goles y sus numerosas intervenciones determinantes hablan de una delantera total, con capacidad de asistir, definir por sorpresa y aparecer en zonas interiores con un timing perfecto.
En apenas dos años, Linda ha demostrado una conexión emocional enorme con el club y su afición. Representa los valores del Real Madrid: valentía, excelencia, espíritu competitivo y una constante búsqueda de superación.
(Fuente: Liga F Moeve )
En apenas dos años, Linda ha demostrado una conexión emocional enorme con el club y su afición. Representa los valores del Real Madrid: valentía, excelencia, espíritu competitivo y una constante búsqueda de superación.
Esta renovación marca un hito. Marca el compromiso de una jugadora única con una institución irrepetible. Marca el deseo de seguir construyendo grandeza. Marca la certeza de que el Real Madrid seguirá contando con una de las mayores futbolistas del planeta para liderar su futuro inmediato.
Linda Caicedo seguirá siendo blanca seis años más. Seis años más de magia, de desborde, de goles, de sueños y de crecimiento. Seis años más de una estrella que, con tan solo 20 años, ya ilumina el camino del Real Madrid.
(Fuente: Liga F)
El futuro es blanco. Y el futuro se llama Linda Caicedo, que anhela ayudar a las de Valdebebas a levantar un primer título que se le resiste durante cinco largas temporadas.
📌 Las campeonas del mundo desembarcan en la Ciudad del Fútbol con Edna Inmade como principal protagonista y buscan escribir la historia que está por venir.
España vuelve a su hogar con la mirada en la gloria: arranca la concentración más especial de un año irrepetible.
Sonrientes, cargadas de ilusión y con la emoción visible en cada paso, las internacionales convocadas por Sonia Bermúdez han comenzado a llegar a la Residencia de la Ciudad del Fútbol. Lo han hecho como lo hacen los equipos destinados a escribir historia: con paso firme, con la mente clara y con el corazón latiendo al ritmo de un país entero. Esta no es una concentración más. Es la última de un 2025 inolvidable, un año que ha elevado al fútbol femenino español a los cielos y que todavía puede cerrarse con un nuevo trofeo para la vitrina nacional: la revalidación de la UEFA Women’s Nations League ante Alemania en una final a doble partido que paralizará al país.
Tras un verano que quedó grabado para siempre con el subcampeonato de Europa en Suiza y con un ascenso imparable hasta el número 1 del ranking FIFA, España se presenta a esta cita como lo que ya es: una potencia mundial, un referente y una selección respetada por todo el planeta fútbol. Y lo hace con un grupo que ha vuelto a verse las caras como una familia que regresa a casa, con las maletas llenas de alegría, anécdotas y el innegociable deseo de volver a competir al máximo nivel.
La concentración llega con un toque especial y emocionante: la incorporación oficial de Edna, recién nacionalizada y convertida en una de las grandes novedades de la convocatoria. Su inclusión no es solo un refuerzo deportivo; es un símbolo del magnetismo de esta selección. España ya no solo forma jugadoras: atrae sueños, proyecta identidad, genera pertenencia. Edna pisa La Roja como una futbolista que ha elegido este escudo, que ha elegido este himno y que ha elegido representar a una nación que ahora también es la suya. Su presencia añade épica a un grupo que no deja de crecer.
A este núcleo, que desprende talento y entrega, se unirán mañana dos de las futbolistas más laureadas del continente en este 2025: Esther González, campeona de la NWSL estadounidense con Gotham, y Jenni Hermoso, campeona del Torneo Apertura 2025 con Tigres UANL. Dos estandartes del fútbol español que regresan a casa como campeonas, con el brillo competitivo que tanto define a esta generación irrepetible.
Nada más llegar, Sonia Bermúdez y su cuerpo técnico han recibido a las internacionales con un mensaje claro: España está preparada, España es ambiciosa y España quiere más. El saludo inicial en la residencia ha sido el primer paso antes de comenzar a preparar el exigente doble enfrentamiento ante una Alemania que llega como siempre: poderosa, histórica, disciplinada. Un reto a la altura de la selección campeona del mundo.
La ida se disputará el viernes 28 de noviembre a las 20:30h en el mítico Fritz-Walter-Stadion de Kaiserslautern, territorio de batallas inmensas. La vuelta, auténtica finalísima y cita marcada en rojo, tendrá lugar el 2 de diciembre a las 18:30h en un escenario que será pura emoción: el Estadio Riyadh Air Metropolitano, en Madrid. Una final europea, a doble partido, en casa… y con una España que sabe que puede completar un ciclo de oro.
En cuestión de horas, las jugadoras saltarán al césped de la Ciudad del Fútbol para su primera sesión (19:00h), bajo el mando de una Sonia Bermúdez que pisa esta final con determinación de gigante. La entrada será libre hasta completar aforo en la grada del Campo A, con las puertas abiertas desde las 18:00h. Una oportunidad única para ver en directo a las campeonas del Mundo, campeonas de la Nations League y líderes del ranking FIFA, en el primer paso hacia otro sueño colectivo.
La presencia de las jugadoras, muchas de ellas heroínas nacionales que han marcado una era, convertirá Las Rozas en un lugar de peregrinaje futbolístico. Edna, en su primera semana como internacional absoluta española, vivirá asimismo su primer baño de cariño, el primero entre los muchos que la esperan. La afición tendrá la oportunidad de abrazar un proyecto que se ha convertido en orgullo nacional.
No es solo fútbol. Es identidad, es esfuerzo, es un legado que ya forma parte de la cultura deportiva española.
Cada concentración de este equipo es un recordatorio de que España compite por títulos, emociona al mundo y representa valores que trascienden cualquier marcador. Y ahora, en la que será la última gran batalla del año, la selección vuelve a levantar la bandera con un mensaje inequívoco:
España quiere cerrar 2025 como lo empezó: conquistando corazones y peleando por títulos.
La cuenta atrás ha comenzado. Los focos apuntan a Kaiserslautern. La final espera. Y España, con su familia de campeonas, con Sonia Bermúdez al mando y con Edna como nuevo símbolo de unión y futuro… está lista para escribir otra página eterna.
Vuelve “La Roja”, regresa la emoción de un país. Arranca la lucha por la gloria.
La duodécima jornada de Liga F Moeve arrancó el sábado 22 de noviembre a las 12:00h con dos partidos, el Granada CF 1 – Athletic Club 5 y el Sevilla FC 3 – Deportivo Abanca 1. Por su parte, a las 16:00h se jugó el derbi catalán entre FC Badalona Women 1 – RCD Espanyol 1. La jornada sabatina se cerró a las 18:00h con el Madrid CFF 1 – DUX Logroño 0. Ya el domingo 23 de noviembre se disputó a las 12:00h el duelo entre Real Sociedad 3 – Alhama CF ElPozo 1. A las 13:00h (horario peninsular) fue el turno del Costa Adeje Tenerife 2 – Atlético de Madrid 1 en el Heliodoro, y a las 16:00h el duelo entre Real Madrid CF 3 – SD Eibar 0. El fin de semana concluyó en el estadio Ciutat de València con el Levante UD 0 – FC Barcelona 4. Todos los partidos se pudieron ver por DAZN, mientras que el duelo entre el Sevilla FC y el Deportivo Abancatambién se emitió por Gol Play , TEN y TV Gallega.
Sábado 22 de noviembre 12:00h Granada CF 1 – Athletic Club 5 por DAZN
Meritorio triunfo del Athletic Club, que continúa con su escalada en Liga F Moeve. A los once minutos de partido, Clara Pinedo robó la pelota en campo contrario, y le entregó el esférico a Ane Azkonapara que abriera el marcador. Daniela Agote tuvo el segundo, pero fue de nuevo, Ane Azkona, la que aprovechó un rechace de Laura Sánchez para doblar la ventaja en el electrónico. Al filo del descanso, Manoly Baquerizo, con un potente cabezazo, recortó distancias en el electrónico. Ya en los segundos cuarenta y cinco minutos, Daniela Agote, con un gran golpeo desde dentro del área, superó a la guardameta del conjunto nazarí. Todavía quedaba tiempo para que Ane Azkona, que fue la MVP del duelo, completara su hat-trick, y que Jujuba terminara expulsada. Con superioridad numérica, Maite Zubieta puso el 1-5 definitivo.
Sábado 22 de noviembre 12:00h Sevilla FC 3 – Deportivo Abanca1 por DAZN, GolPlay, TEN y TV Gallega
Tercera victoria consecutiva del Sevilla FC en Liga F Moeve, cuarta consecutiva sin contamos la de Copa de la Reina. El Deportivo Abanca tuvo el primer acercamiento, pero fue Inma Gabarro, que fue la MVP del encuentro, la que aprovechó un gran pase de Alicia Redondo para abrir la lata. Débora García buscó el segundo con un chut que sacó la arquera lusa, y Olaya Rodríguez intentó recortar diferencias antes del descanso, aunque sin éxito. La que sí lo consiguió fue Ainhoa Marín, que forzó una pena máxima que ella misma se encargó de lanzar y anotar. La protagonista de la segunda mitad fue Fatou Kanteh. La internacional con Gambia le regaló una asistencia a Inma Gabarro, y certificó el triunfo sevillista anotando el 3-1 definitivo desde dentro del área tras un centro medido de Débora García desde el costado diestro.
Sábado 22 de noviembre 16:00h FC Badalona Women 1 – RCD Espanyol 1 por DAZN
Tablas en el derbi catalán entre el FC Badalona Women y el RCD Espanyol. La igualdad marcó la primera parte, con Lice Chamorro intentando buscar el gol por parte de las locales, que encontraron el camino hacia la portería rival a través de un saque de esquina. La pelota fue al interior del área, donde Itziar Pinillos, con un formidable taconazo, abrió el marcador. En la segunda parte entró Cristina Baudet para cambiar el ritmo del encuentro. La centrocampista se animó con un latigazo desde fuera del área. Browne, que fue la MVP del choque, era un peligro constante en ataque. Precisamente, la delantera aguantó una pelota, y la dejó perfecta para la llegada de Ona Baradad, que se marchó de su defensora, para superar a Canales con un gran disparo. Los dos conjuntos se mantienen empatados en media tabla con 13 puntos.
Sábado 22 de noviembre 18:00h Madrid CFF 1 – DUX Logroño 0 por DAZN
La jornada sabatina se cerró en el estadio Fernando Torres, donde el Madrid CFF consiguió una agónica victoria. A los cinco minutos de juego, Isina provocó un penalti por una mano de Sandra Villafañe dentro del área. La delantera cogió la responsabilidad desde los once metros. El balón fue al larguero, y botó antes de que lo atrapara Paola Ulloa. El banquillo visitante se quejó de que la pelota había entrado. Chelsea evitó el tanto de Mônica Hickmann con un auténtico paradón. La portera volvió a ser protagonista con un paradón a Andonova. También se animó Malou Marcetto con un cabezazo fuera, y Kamilla Melgard, que fue la MVP del choque. El partido parecía que iba a terminar en tablas, pero Emilie Nautnes provocó un penalti, que Mônica Hickmann mandó al fondo de la red con un potente zapatazo.
Domingo 23 de noviembre 12:00h Real Sociedad 3 – Alhama CF ElPozo 1 por DAZN
La Real Sociedad se marcha al parón de selecciones en la 2ª posición de Liga F Moeve con 27 puntos, a tan solo seis del liderato. A los diez minutos de partido, Emma Ramírez aprovechó un rechace para abrir el marcador con un cabezazo desde dentro del área. Claire Lavogez, que estuvo muy incisiva durante la primera mitad, provocó un penalti de Yannel Correa, que se encargó de lanzar Nerea Eizagirre, pero la centrocampista no acertó desde los once metros. Apenas diez minutos después, la capitana del conjunto txuri-urdinhizo el segundo. Tras el paso por vestuarios, Judith Caravaca recortó distancias superando a Alazne Estensoro. Tras el gol, Arturo Ruiz movió el banquillo, y Edna Imade, desde el punto de penalti, logró superar a Elena de Toro para marcar el 3-1 definitivo y darle los tres puntos al equipo vasco.
Domingo 23 de noviembre 13:00h (horario peninsular) Costa Adeje Tenerife 2 – Atlético de Madrid 1 por DAZN y Movistar+
Primera victoria como local esta temporada para el Costa Adeje Tenerife, que se sitúa a tan solo tres puntos de los puestos de Champions. Gaby García se animó en los primeros minutos de juego, pero fue Clau Blanco la que realizó una magnífica jugada individual, y metió un centro al área que cabeceó Elba Vergés al fondo de la red. Sakina Diki, que fue la MVP del encuentro, generó peligro en el frente de ataque blanquiazul. El Atlético de Madrid buscó el empate, pero se marchó al descanso por detrás en el marcador. En la segunda mitad, Jensen lo intentó con un disparo lejano, y Gramaglia se animó en busca del segundo, pero se encontró con la respuesta de Lola Gallardo. Finalmente, Bicho terminó de decantar el partido para el cuadro canario, aunque Gaby García diera ligeras esperanzas a las colchoneras en el tramo final.
Domingo 23 de noviembre 16:00h Real Madrid CF 3 – SD Eibar0 por DAZN y Movistar+
Tras tres encuentros de manera consecutiva sin ganar entre Liga F Moeve y la Champions, el Real Madrid se reencontró con el triunfo para volver a los puestos europeos. En el segundo minuto de partido, Athenea del Castillo realizó una magnífica jugada individual, que aprovechó Caroline Weir para cazar el balón dentro del área, y abrir la lata. Eunate Astralaga contenía los ataques blancos, pero nada más arrancar los segundos cuarenta y cinco minutos, Eva Navarro encontró a Weir. La escocesa, que fue la MVP del partido, no falló con un potente disparo directo a la escuadra. Garazi, en propia, estuvo cerca de meter el tercero, pero el palo evitó el gol. El 3-0 fue obra de Rocío Gálvez, que aprovechó un rechace de la guardameta armera tras un saque de esquina para terminar de certificar el choque en el Di Stéfano.
Domingo 23 de noviembre 18:00h Levante UD 0 – FC Barcelona 4 por DAZN y Movistar+
El estadio Ciutat de València, al que acudieron 6.222 espectadores, acogió el partido que cerró la duodécima jornada de Liga F Moeve. El primer gol del encuentro fue obra de Ewa Pajor, que recibió un buen balón de Kika Nazareth para hacer el primer tanto del partido. Claudia Pina tuvo el segundo, pero la atacante falló un penalti ante Anna Álvarez, que debutaba en la máxima categoría. El Levante UD, que había aguantado durante la primera parte, se encontró en el minuto 51 con un tanto de Kika Nazareth. La portuguesa, que fue la MVP del encuentro, hizo el segundo tras un gran pase de Pina. La de Moncada y Reixach se redimió de su penalti fallado, acertando otra pena máxima. El 0-4 definitivo fue obra de Alexia Putellas, también desde los once metros, para certificar el triunfo culé.
Los fans del fútbol femenino español están obligados a cambiar el chip y engalanarse con los colores rojigualdas, pues la Selección Española de Fútbol que dirige Sonia Bermúdez va a buscar el tercer titulo de su historia en categoría absoluta al medirse, a doble partido, a Alemania en la gran final de la UEFA Women’s Nations League 2025, con el desenlace en el Metropolitano, que podría servir como expiación para una generación dorada que perdió la Eurocopa de Suiza ante Inglaterra en la tanda de penaltis.
⬜️ El conjunto azulgrana se impuso por 0-4 al Levante UD ante los 6.222 espectadores que acudieron a las gradas del estadio Ciutat de València. Ewa Pajor, Kika Nazareth, que fue la MVP del encuentro, Claudia Pina, de penalti, y Alexia Putellas, también desde los once metros, marcaron los goles del cuadro culé.
En el corazón de Orriols, donde el Ciutat de València se levanta como una fortaleza de hierro y memoria, el domingo se jugará algo más que un partido. Allí, donde tantas veces el Levante ha resistido contra viento, marea y gigantes, el equipo granota afronta uno de los mayores retos de su temporada: recibir al FC Barcelona, líder sólido y maquinaria de élite continental. Dos puntos frente a treinta. La pesadilla frente al sueño. La desesperación frente al absolutismo competitivo blaugrana.
Pero este deporte —y más aún el fútbol femenino español, que tantas epopeyas ha regalado en la última década— vive de noches inesperadas, de pulsos imposibles, de historias que se escriben contra el sentido común. Y ese guion improbable es exactamente el que el Levante intentará sostener sobre el césped.
puntos de 33 posibles. Ninguna victoria en las primeras once jornadas. Los números hablan de una temporada durísima, exigente, casi cruel para un Levante que no encuentra continuidad, que no consigue explotar sus virtudes y que vive al límite cada jornada. La llegada de Andrés París al banquillo supuso un intento por reactivar la identidad, pero el estreno ante el Deportivo Abanca (1–0) mostró un equipo aún herido, aún en reconstrucción, con bajas clave y con una plantilla que no ha conseguido enlazar un mismo once competitivo durante varias semanas.
La lista de ausencias ante el Depor fue devastadora: Andrea Tarazona, Sintia Cabezas, Paulina Ali, Gema Soliveres, Bascu, Núria Escoms, Ana Franco y Zipporah Agama. Jugadoras que representan solidez defensiva, criterio en la medular, pólvora arriba y, sobre todo, profundidad de banquillo. Sin ellas, París se vio obligado a recomponer una estructura que no ha terminado de respirar. El Levante ha luchado, sí, pero sin continuidad, sin precisión en las áreas, sin esa chispa que en temporadas anteriores hacía de su fútbol una amenaza constante.
Aun así, esta jornada es distinta. Ni las bajas ni la lógica matemática importan tanto. Lo que se busca es un punto de inflexión emocional. Un partido que marque un antes y un después. Una actuación colectiva que devuelva al vestuario la sensación de pertenencia, de fuerza, de orgullo. Si existe un escenario para hacerlo, ese es el Ciutat de Valéncia.
El Barça aterriza en Valencia como líder de la Liga F Moeve con 30 puntos de 33, con solo una derrota en once jornadas, con un estilo incomparable en España y con un talento que no requiere presentación. Sin embargo, llega con matices. El reciente empate ante el Chelsea (1–1) en Champions ha evidenciado que el conjunto blaugrana es formidable, sí, pero no infalible. Que su dominio puede sufrir desgastes. Que la temporada empieza a acumular kilómetros de alta exigencia.
La baja de Patri y Salma, especialmente, dibuja un Barcelona que mantiene su esencia —posesión, ritmo, amplitud, presión tras pérdida— pero que pierde mordiente vertical, transición explosiva y llegada desde segunda línea.
El Barça sigue siendo un gigante, pero uno que llega a Valencia con una plantilla tocada y con la obligación de gestionar esfuerzos antes de las últimas semanas intensas.
La ausencia de Salma obliga a buscar caminos más asociativos, menos verticales, lo que puede enredar el partido si el Levante cierra pasillos centrales. Sin Patri, la distribución recae en una construcción más coral.
El Barça sabe que, si el partido se convierte en un intercambio táctico, tiene todas las ventajas. Si se convierte en una batalla emocional, el Levante tendrá opciones de incomodar.
El fútbol suele juzgar realidades como si fueran sentencias inamovibles, pero este deporte ha demostrado demasiadas veces que una sola noche puede transformarlo todo. Si el Levante puntúa —si compite, si vibra, si recupera su espíritu— el impacto emocional podría ser gigantesco. No solo para salir de la zona baja, sino para recuperar identidad.
Para el Barça, en cambio, el objetivo es otro: cerrar la jornada como líder sólido, sin fisuras, manteniendo la distancia y recuperando sensaciones tras el choque europeo. Un pinchazo, incluso un empate, podría volver a abrir la Liga y aumentar el ruido competitivo.
Barça se marcha al parón con 33 puntos, seis por encima del segundo, con un fútbol que mezcla ciencia y magia, colmillo y poesía. Pajor ya es amenaza constante. Pina renace. Kika Nazareth vive en un estado de gracia insultante. Alexia sigue siendo brújula emocional. Laia, equilibrio. Las demás, engranajes perfectos de una maquinaria que parece no tener techo.
En este estadio, el Levante ha caído, ha renacido, ha marcado goles imposibles y ha sobrevivido a tormentas. Es un campo que huele a resistencia, donde el público entiende cuándo su equipo sufre y cuándo necesita un empujón emocional. Y el domingo, más que nunca, el equipo necesitará a su gente.
Porque enfrente está el Barça. El más grande. El más temido. El rival que convierte la victoria granota en una hazaña. Y precisamente por eso, este partido sabe a algo distinto. A épica. A desafío. A una oportunidad para escribir un capítulo inolvidable.
Hay noches de fútbol. Y hay noches que atraviesan el fútbol. Noches que no sólo se juegan, sino que se sienten. Que te rodean, te encogen el pecho y te obligan a entender que, a veces, un partido es más que un partido. El Ciutat de València, con sus 6.222 almas, se preparaba para un duelo que iba mucho más allá de la clasificación, más allá de los puntos, más allá del miedo a un Barça imparable. Había una vibración emocional antes del pitido inicial, una especie de electricidad triste, un murmullo compartido.
Las jugadoras de Levante UD y FC Barcelona, lado a lado, sosteniendo una pancarta contra la violencia machista, miraron hacia la grada en un gesto que decía más que cualquier himno. Luego llegó ese minuto de silencio que no fue silencioso: se escucharon respiraciones temblorosas, un sollozo aislado, un suspiro profundo que comenzó en el fondo de la grada y pareció recorrer de manera invisible todo el estadio. Fue un silencio con peso. Un silencio que acompañaba heridas. Un silencio que decía: aquí estamos. Juntas.
Cuando el balón echó a rodar, ya todos sabíamos —aunque no quisiéramos reconocerlo— que aquella noche no sería una más en la Liga F Moeve. Y la competición respondió. Respondió con su corazón más puro.
El Barcelona apareció en el Ciutat como lo hacen los grandes emperadores antes de entrar en una batalla que saben que controlan antes de empezar: no de forma arrogante, sino con una calma que intimida más que cualquier grito. Pajor, Pina, Kika, Alexia… nombres que suenan a arte, a historia, a presente luminoso.
El Levante, herido, último, pero jamás arrodillado, se colocaba en su trinchera, sabiendo que cada balón sería un pulso contra la lógica. Había orgullo en cada gesto de Teresa Mérida, en la valentía de Alma Velasco, en la mirada firme de Anna Álvarez que, en su debut, sabía que aquella noche iba a ponerla a prueba como pocas veces en su carrera.
A los catorce minutos ocurrió la primera pincelada maestra, esa que sólo las que ven el fútbol a cámara lenta pueden crear. Kika Nazareth, que jugaba entre líneas con la naturalidad de quien respira, recibió el balón en la frontal, levantó la cabeza, vio un espacio minúsculo donde el resto veía una muralla, y filtró un pase que parecía escrito por dentro.
El balón viajó como si supiera exactamente qué debía ser. Pajor lo entendió antes que nadie. La polaca no controló: domó. Se perfiló, acomodó el cuerpo y golpeó con una frialdad que heló la sangre. Un disparo seco, sin adornos, sin dudas. Anna Álvarez voló como si su vida dependiera de ello, pero la pelota ya había elegido su destino: la red para hacer el 0–1 antes del primer cuarto de hora.
El cero a uno como un puñetazo envuelto en terciopelo. El Barça no gritó. No necesitaba hacerlo. Su fútbol era la celebración.
Pero el Levante no se desmoronó. No. Se mantuvo como quien atraviesa una tormenta sin paraguas pero sin perder la dignidad. El equipo azulgrana pudo sentenciar antes del descanso: penalti de Alma Velasco sobre Sydney Schertenleib. Era una jugada de inflexión. Claudia Pina se situó ante el punto de penalti. Respiró y retrocedió tres pasos. Miró el balón y lo mandó demasiado alto para dejar con vida a las locales.
La grada explotó en un rugido de alivio. Esas cosas no se celebran. Se sobreviven. El Levante, de repente, sentía que todavía le quedaba aliento para seguir vivo.
El descanso trajo un detalle táctico que no siempre aparece en los titulares, pero que transforma partidos: Laia Aleixandri entró al campo y reordenó el universo. Su entrada en el centro del campo dio equilibrio, mando y sentido. Y el Barça —ese Barça que cuando encuentra armonía se convierte en un fenómeno casi natural— se activó como si alguien hubiera pulsado un interruptor invisible.
Cuatro minutos después, el partido volvió a inclinarse a favor del subcampeón de Europa Claudia Pina, que necesitaba reivindicarse, que necesitaba gritar desde dentro que el penalti fallado no la definía, levantó la cabeza y vio a Kika Nazareth en movimiento. Y cuando Kika se mueve, pasan cosas.
El pase fue quirúrgico. Kika controló con un temple que parecía desafiar la gravedad y la prisa. Dio un paso, otro. Ajustó el cuerpo. Engañó a Anna Álvarez sin apenas gesto. Y colocó el balón donde viven los goles bonitos para poner el 0–2 en el minuto 51 que provocó desazón en el público local.
Pero esa noche, el Levante todavía tenía una historia que contar. Érika González recibió un balón fuera del área, levantó la vista y decidió que el miedo no iba a escribirse en su guion. Le pegó con el alma. Con rabia. Con todas las frustraciones acumuladas en una temporada que se ha vuelto cuesta arriba.
El larguero estalló en un sonido seco, brutal, que dejó a Gemma Font congelada. Por un segundo, el Ciutat creyó que aquello era un punto de inflexión. Por un segundo, el Barça se vio vulnerable. Por un segundo, la historia pudo cambiar, más fue un espejismo.
La respuesta blaugrana llegó desde los pies de Kika, que volvió a aparecer como si estuviera jugando su propio partido dentro del partido. Su chut raso lo atajó Anna en dos tiempos, pero en la acción había un detalle que el Barça no dejó pasar: contacto de Teresa Mérida. Las jugadoras pidieron revisión. La colegiada acudió al monitor. El Ciutat contuvo el aliento tras la señalización de un penalti que fue aprovechado por la joven y talentosa Claudia Pina para poner el 0–3 que era ya una semi sentencia en el 72 del duelo.
La respuesta blaugrana llegó desde los pies de Kika, que volvió a aparecer como si estuviera jugando su propio partido dentro del partido. Su chut raso lo atajó Anna en dos tiempos, pero en la acción había un detalle que el Barça no dejó pasar: contacto de Teresa Mérida. Las jugadoras pidieron revisión. La colegiada acudió al monitor. El Ciutat contuvo el aliento.
La once no falló tras un nuevo penalti e instauró el 0–4 definitivo que la reivindicó en el 98 como una emperatriz que no necesita coronas para que el mundo recuerde quién es por siglos y centurias.
El Levante, con apenas 2 puntos, vuelve a quedar marcado por una realidad cruel. Pero no está muerto. Ni rendido. Ha mostrado dolor, sí. Pero también orgullo. Y esa madera de Érika, esa parada de Anna, ese rugido del Ciutat… hablan de un equipo que aún tiene alma para pelear y se tendrá que reinventar durante la fecha FIFA para afrontar con garantías el próximo partido ante el Athletic Club en Lezama, pero de momento, la situación es dramática.
La Liga F Moeve ganó enteros en el último partido de la duodécima jornada , porque emocionó y venció porque, en noches como esta, el fútbol femenino se muestra en su forma más pura, valiente y extraordinaria.**
Y en ese eco final del Ciutat de València, cuando las jugadoras ya caminan hacia el túnel y el silencio vuelve a caer como una manta sobre el césped, uno entiende que esta Liga no sólo crece: se vive. Se vibra. Se ama.
Y partidos así —intensos, dolorosos, hermosos— son la prueba de ello, nos leemos ya en la gran final de la Liga de Naciones entre Alemania y España, toca cambiar el chip.
(Fuente: Liga F Moeve)
📋 Ficha técnica |
Levante Unión Deportiva: Álvarez; Alma, Le Guilly, Merida, Gabaldón; Alharilla (Ana Franco, Min 68), Carol (D. Luque, Min 85), Dolores, Alonso, Sintia (R. Vargas, Min 68); Érika (N. Traoré, Min 86).
Barcelona : Gemma; Aïcha, Marta, Paredes, O. Batlle (C. Martínez, Min 65); Vicky, Serrajordi (Laia Aleixandri, Min 46), Sydney (Alexia, Min 73); Kika, Pajor (Graham, Min 65), Pina (Aitana, Min 73).
Incidencias | Partido correspondiente a la duodécima jornada de la Liga F Moeve 2025-2026 entre el Levante Unión Deportiva y el Barcelona que se ha celebrado en el Ciutat de València sobre una superficie de hierba natural.
🟣El conjunto merengue ganó al Eibar (3-0) en el Di Stéfano. Un triunfo liderado por Caroline Weir, que fue la MVP del partido con un doblete. Rocío Gálvez metió el otro tanto del encuentro. Las locales vuelven a los puestos europeos, mientras que el conjunto armero se mantiene con cinco puntos sobre el descenso.
El fútbol femenino español vivirá este domingo una de esas tardes donde incluso el aire parece cargado de presagios. El Estadio Alfredo Di Stéfano, ese recinto donde el Real Madrid Femenino ha tejido sueños, desilusiones y resurrecciones en los últimos años, abrirá sus puertas para recibir a un SD Eibar que llega con la memoria fresca de una hazaña: su victoria a domicilio de la pasada temporada, un 0-1 tan inesperado como histórico que todavía resuena en el orgullo armero.
Pero este domingo no es un partido más. Es un choque que late con urgencia, con necesidad, con la premura de dos equipos que buscan respuestas en medio del torbellino competitivo de la Liga F.
Las blancas atraviesan uno de esos momentos que separan a los equipos comunes de las escuadras con alma. Tres partidos consecutivos sin ganar —entre Liga F y Champions— han encendido las alarmas, más por sensaciones que por resultados. No es solo que falten puntos: es que faltan certezas.
Las bajas tampoco ayudan. Merle Frohms, pilar bajo palos; Antonia Silva, una bazuca defensiva imprescindible; Sandie Toletti, el metrónomo del medio; Tere Abelleira, la brújula rota que sigue luchando contra la larga recuperación del cruzado; Signe Bruun, el faro goleador.
Demasiadas ausencias, demasiada calidad sin calzarse las botas.
Pero si algo tiene el Real Madrid es que sabe sobrevivir al caos. El ADN competitivo que se le exige, semana a semana, obliga a reinventarse, a crecer desde la adversidad, a encontrar soluciones donde otros verían límites. La presión pesa, sí, pero también forja. Y en días como este, el Di Stéfano suele rugir, cobijar, empujar.
El Madrid llega herido, pero un animal herido siempre es más peligroso.
Al otro lado, el SD Eibar aterriza en Madrid con una mezcla de humildad y ambición que lo convierte en un rival incómodo para cualquiera. Las armeras, que suman 10 puntos y mantienen un colchón de cinco sobre el descenso, vienen de dos derrotas consecutivas, pero nadie en su vestuario entiende la palabra resignación.
Eder Mendoza y su cuerpo técnico han dado forma a un equipo que respira trabajo, orden y sacrificio. Un conjunto que sabe sufrir, que no se quiebra, que convierte cada minuto en una batalla física y mental.
Y en la previa, una voz se alzó con una mezcla de emoción y desafío: “El domingo iremos a ganar, como en cualquier otro partido. Tengo muchas ganas de jugar contra el Real Madrid”, dijo Sara Martín, exmadridista, con la firmeza de quien no teme a los recuerdos ni a la presión del escenario.
Ese tipo de declaraciones no pasan desapercibidas. Hablan de convicción. Hablan de identidad.
Además, todo parece indicar que el Eibar llegará con la plantilla disponible al completo, un lujo en esta fase del calendario, donde cada golpe y cada fatiga marcan diferencias.
A las 16:00h, cuando el colegiado pite el inicio, el sol de noviembre caerá sobre el césped del Di Stéfano como un foco teatral que ilumina a dos equipos con urgencias distintas, pero idéntica necesidad de reivindicarse.
Un Madrid golpeado, pero nunca vencido. Un Eibar valiente, que ya sabe lo que es conquistar este territorio.
El fútbol femenino español tendrá este domingo una de esas citas que definen estados de ánimo, que marcan tendencias, que pueden levantar o quebrar convicciones.
Y allí, en ese escenario donde las historias se transforman en memoria, se escribirá un nuevo capítulo.
Que ruede el balón. Que hable la épica.
(Fuente: Liga F Moeve)
🏆 Liga F Moeve | Temporada 2025-2026
🔥 Real Madrid 🆚 Sociedad Deportiva Eibar 🔥
🤍 Matchday 12 | Día de partido
📅 Domingo, 23 de noviembre de 2025
⏰ 16:00 horario peninsular
📺 DAZN
🏟️ Estadio Alfredo Di Stéfano, Valdebebas
(Fuente: Liga F Moeve)
El Real Madrid se marcha al parón de selecciones en puestos de Champions.
Antes del inicio del encuentro, ambos equipos posaron con una pancarta en contra de la violencia de género. Tras un emotivo minuto de silencio, las madridistas tan solo necesitaron dos minutos en abrir el marcador. Athenea se quedó con un balón en la frontal del área, se marchó de varias defensoras, e hizo una pared con Iris Ashley. El esférico le volvió a llegar a la futbolista cántabra, que encontró a Weir, para que la escocesa definiera a la perfección y abriese la lata con el 1–0 en minuto 2 de juego cuando aún había público acomodándose en su localidad en la fría tarde de Valdebebas.
💫 Gran 𝐚𝐜𝐜𝐢𝐨́𝐧 de Athenea 🙌 Definición 𝐦𝐚𝐠𝐢𝐬𝐭𝐫𝐚𝐥 de Caroline Weir 🥇 Se 𝐚𝐝𝐞𝐥𝐚𝐧𝐭𝐚 el Real Madrid
El conjunto blanco siguió buscando a Iris Ashley, mientras que el equipo armero se animaba a través de centros laterales, en busca de una misma destinataria: Carmen Álvarez, aunque sin fortuna. Eunate Astralaga se mantenía muy atenta para evitar los ataques locales.
En una de sus salidas, la arquera se encontró con Iris, y ambas tuvieron que ser atendidas, pero pudieron continuar. La guardameta atrapó un buen disparo de Athenea que buscó el segundo con insistencia, mientras que, Carla Andrés tuvo el empate antes del descanso con un testarazo que se marchó rozando el larguero.
La primera parte, más allá del tanto inicial, fue de ritmo bajo y con pocas ocasiones. Solo una carrera hacia el área de Carmen Álvarez, que cortó Rocío, y algunos destellos de calidad de Athenea rompieron la parsimonia que se había instaurado sobre el césped del Alfredo Di Stéfano. Ya en la recta final de los primeros 45 minutos, Feller remató de volea por encima del larguero en una posición forzada después de un centro de Shei. Carla Andrés, a la salida de un saque de esquina, tuvo la más clara para el Eibar con un cabezazo desviado por poco del objetivo.
Tras el paso por vestuarios, Pau Quesada metió a Eva Navarro, y la de Yecla tan solo necesitó un minuto para encontrar a Weir, que fue la MVP del duelo, y que la escocesa se sacara un latigazo directo a la escuadra. Un golazo por bandera, e imparable para Eunate Astralaga, que solo vio como la pelota se colaba dentro. Athenea, la más activa del equipo madrileño, metió un centro al área, que tocó Garazi al intentar despejar, y afortunadamente para la lateral, la pelota se estrelló en la madera.
La segunda parte comenzó con el ingreso de Eva Navarro, que volvió al extremo después de varios partidos ocupando el lateral, sustituyendo a Feller. Y al igual que en el inicio del duelo, Weir no tardó en marcar la diferencia en los primeros compases. La escocesa recibió con tiempo cerca de la esquina derecha del área y no dudó en buscar portería. Su zurdazo inapelable se coló por la escuadra, imposible para Astralaga, y encarriló mucho más el triunfo madridista amén al 2–0 que lo dejaba todo prácticamente hecho en el minuto 47 de juego.
El equipo de Pau Quesada trató de seguir aumentando la ventaja. Lo pudo hacer Bennison, que estuvo cerca de aprovechar la enésima buena jugada de Athenea en el partido, pero su remate algo forzado se encontró con el poste. La cántabra, que junto a Weir fue la mejor de la tarde, estuvo cerca de conseguir su tanto pero no fue capaz de embocar un centro de Eva Navarro en el segundo palo. Silvia Cristóbal también buscó el suyo a la salida de un córner, pero Astralaga se estiró con todo para desviar el lanzamiento algo blando.
La portera del Eibar volvió a aparecer poco después para salvar un mano a mano con Linda Caicedo. Sin embargo, no pudo hacer nada en el córner provocado por esa ocasión. Athenea puso un centro tenso hacia el corazón del área, que Pau Comendador remató al primer toque. Astralaga atajó el chut, pero estaba completamente vendida en el rechace que Rocío Gálvez fusiló al fondo de la red para instalar el 3–0 definitivo en el minuto 81 de un partido que no dio para mucho más.
Navarro definió por encima del larguero un contragolpe liderado por Linda Caicedo. La colombiana, ya en la prolongación, remató desviado el último acercamiento de las locales.
El Real Madrid, con esta victoria y la derrota del Atlético en Tenerife, se coloca en tercera posición de la clasificación de la Liga F. Las internacionales se marchan ahora con sus selecciones al último parón del 2025. Las madridistas comenzarán el sprint final del año el sábado 6 de diciembre, a las 19:00, recibiendo a la Real Sociedad en un partido entre rivales directos en la zona Champions, esa que cada vez está más apretada y bonita.
Eibar (0): Astralaga; Laura Camino, Carla Andrés, Masegur, Belem (Etxezarreta 78′), Garazi; Sara Martín, Iribarren (Adela Rico 70′), Altonaga (Valej 86′); Carmen Álvarez (Tukumbuke 78′), Emma Moreno (Iara 70′).
Árbitra: Ylenia Sánchez Miguel (Comité Catalán). Amonestó a Holmgaard (minuto 50), Altonaga (minuto 78) y Silvia Cristóbal (minuto 87).
Incidencias | Partido correspondiente a la duodécima jornada de la Liga F Moeve 2025-2026 que han disputado el Real Madrid y la Sociedad Deportiva Eibar en el Estadio Alfredo Di Stéfano ante 1.087 espectadores sobre una superficie de hierba natural.
El fútbol femenino español llega a uno de esos domingos que marcan temporadas. Uno de esos días en los que un estadio histórico se transforma en algo más que cemento, butacas y sombra volcánica: se convierte en un escenario emocional, un anfiteatro donde se miden proyectos, identidades y aspiraciones. Este domingo 23 de noviembre, a las 13:00h (hora peninsular) / 12:00h hora canaria, el Heliodoro Rodríguez López acoge un choque que vibra a nivel deportivo, emocional e histórico. El Costa Adeje Tenerife, quinto clasificado con 20 puntos y todavía sin victoria en casa, recibe al Atlético de Madrid, segundo con 24, sólido, ambicioso, hambriento y con la mirada fija en el billete europeo.
Las blanquiazules llegan a este partido con la sensación —y la convicción interna— de que este equipo está preparado para algo más grande que simplemente competir. Ya lo demostraron con el punto contra el Granada (2-2), en un encuentro donde mostraron personalidad, energía y esa mezcla de orgullo insular y proyecto moderno que les caracteriza desde la fusión con el CD Tenerife.
Pero también cargan la espina clavada de no haber ganado aún en casa. Un lastre emocional que el propio Eder Maestre describió con sinceridad:
“A veces la moneda cae hacia un lado o hacia otro, pero el mérito para ganar está ahí. Necesitamos desbloquear la victoria en casa.”
Esta frase condensa el estado actual del equipo: fútbol hay; confianza, a medias; ambición, desbordante.
El Tenerife llega con ausencias importantes: Pisco, Fatou Dembélé, Yerliane Moreno, Mari José e Iratxe Pérez. Cinco bajas que afectan directamente la estructura ofensiva y la jerarquía en campo rival.
Las rojiblancas llegan a Tenerife con la moral desbordada tras: • Vapulear al Twente por 0-4 en Europa • Vencer con autoridad al FC Badalona Women (2-0) • Y sumar cinco victorias en los últimos seis partidos
El equipo de Víctor Martín es segundo, vive en zona Champions y transmite la sensación de que, por fin, se ha encontrado a sí mismo después de años de inestabilidad deportiva.
También tienen bajas sensibles: Andrea Medina y Gio Queiroz, dos jugadoras que dan amplitud, vértigo y amenaza exterior. Pero el Atlético, aun sin ellas, mantiene un caudal ofensivo enorme, sostenido por su capacidad para dominar desde la posesión y por la agresividad de sus piezas en zona de finalización.
El partido reunirá a jugadoras determinantes en el presente de la Liga F Moeve: el Noelia Ramos, Cinta Rodríguez, Claudia Iglesias “Bicho”, Lola Gallardo, Fiamma Benítez, Luany Da Silva Rosa, entre muchas otras.
Un escaparate perfecto para una competición cada día más profesionalizada, más competitiva y espectacular”.
Como ya es tradición, la crónica del encuentro llegará a través de la mirada inconfundible de Manu López Fernández, ex periodista del Madrid CFF y actual voz de análisis en “El Partido de Manu”, un espacio que se ha convertido en referente por su estilo literario, su rigor táctico y su capacidad para emocionar incluso en los días nublados.
La pieza también podrá leerse en AtletiMedia, un proyecto emergente, rojiblanco hasta el tuétano, que está creciendo partido a partido y que ha encontrado en Manu un aliado perfecto para elevar su línea editorial.
El domingo, en el Heliodoro, se escribirá otra página. Manu la contará. Y el fútbol femenino, como siempre, encontrará en ese relato un eco que seguirá sonando durante días.
El fútbol femenino español que cada día escribe páginas más ambiciosas, pocas historias resultan tan potentes y simbólicas como la de Luany Cordeiro, la atacante brasileña que ha pasado de ser una joven promesa en el Madrid CFF a convertirse, en apenas dos años, en la gran figura del Atlético de Madrid Femenino y Mejor Jugadora de la Liga F Moeve en septiembre de 2025.
Su recorrido es un relato de carácter, resiliencia y metamorfosis. Un viaje de sur a norte, del barrio al alto rendimiento, del instinto a la inteligencia.
En el Madrid CFF aprendió estructura. Aprendió que la velocidad sin pausa es un regalo incompleto. Aprendió a leer el juego, a sostener el ritmo, a defender, a madurar. Su crecimiento allí fue un prólogo.
El salto al Atlético de Madrid fue la obra. En Alcalá de Henares, el talento se convirtió en método. La creatividad, en responsabilidad. La magia, en sistema. Y desde su llegada, su transformación ha sido absoluta: goles, asistencias, liderazgo, impacto. Un faro ofensivo que ilumina cada ataque rojiblanco.
Su fútbol es instinto + inteligencia. Cadencia + vértigo. Pausa + fuego.
Juega como si el mundo fuera una coreografía invisible. Sus botas escriben signos de puntuación: el primer paso es un trueno, el segundo, una ráfaga, el tercero, una sentencia.
Hoy, donde antes había precipitación, hay elegancia. Donde antes corría, ahora flota. Cuando encara, no dribla cuerpos: dribla el tiempo. Presiona como una obrera, inventa como una artista, decide como una líder. Cada vez que toca el balón, el público contiene la respiración porque sabe —siente— que algo puede suceder. Y en un Atlético que ha aprendido a convivir con la exigencia, ella es el imprevisto, la nota de jazz en una sinfonía militar. La brasileña que convirtió la promesa en certeza, la velocidad en sabiduría, el talento en liderazgo. Luany, la reina del otoño rojiblanco. La luz que brilla cuando la noche parece más oscura.
Eder Maestre lo describió con precisión quirúrgica: “Es un equipo que domina a través del balón, con mucha calidad por fuera y jugadoras resolutivas en el área. Para competir contra ellas debemos ser más equipo que nunca.”
Y en medio de todo esto, aparece una figura que trasciende lo futbolístico. Una jugadora que encarna, mejor que nadie, lo que significa el crecimiento del fútbol femenino en la isla: Paola Hernández.
Su vida es un relato de constancia, amor por Tenerife y resiliencia frente a la adversidad. Una niña que soñaba en el patio del colegio La Salle, que jugaba con una pelota en una bolsa para distraerse cuando acompañaba a sus padres hacia el Teide, que fue descubierta casi por casualidad y que acabó proclamándose campeona de Europa y del mundo Sub17.
Una jugadora que tatuó en su piel Uruguay, la estrella y las siglas del campeonato. Que convirtió a su yeya, su abuela Luisa, en motor emocional de cada gol. Que superó una rotura de cruzado el 14 de abril de 2024, perdió a su abuela en la semana de su regreso, y aun así volvió más fuerte.
Paola es la historia que da alma a este partido. Porque juega a ocho minutos de casa. Porque marca en el Heliodoro y mira al cielo. Porque representa a una isla entera que se reconoce en ella.
Su presencia en este duelo tiene un componente simbólico gigantesco: El Heliodoro quiere su primera victoria… y Paola quiere firmarla ahí, donde empezó todo.
Dos equipos que defienden mejor que atacan. Dos equipos donde cada detalle puede decidir. Dos equipos que están a un título moral de creerse aspirantes reales a Champions.
No es un partido más, es un marcador directo por Europa que llega quizá demasiado pronto.
Ese es el punto de inflexión emocional que se respira en la isla. Ese es el objetivo que persiguen desde agosto. Ese es el sueño que se puede cumplir ante uno de los gigantes del fútbol español.
Porque ganar al Atlético de Madrid no es solo ganar tres puntos. Es mandar un mensaje. Es desafiar la jerarquía. Es decirle a la Liga F Moeve que Tenerife no está de paso, que no ha tocado techo, que puede competir con cualquiera.
El Tenerife quiere su primera victoria en el Heliodoro. El Atlético quiere seguir viviendo en zona Champions.
Cada uno con sus historias. Cada uno con sus heridas. Cada uno con su ambición.
Pero solo uno saldrá reforzado. Solo uno seguirá creciendo. Solo uno dará un paso decidido hacia Europa.
Este domingo no se juega un partido. Se juega un capítulo decisivo de la Liga F Moeve. Una batalla emocional y deportiva cuyo impacto resonará durante semanas.
El Heliodoro espera. El fútbol femenino español también. Y tú estás a punto de vivirlo.
El duelo al detalle |
(Fuente: “El Partido de Manu”)
LigaFMoeve| #CostaAdejeTenerifeAtlético
🔜 𝙉𝙀𝙓𝙏 𝙂𝘼𝙈𝙀
🏆 Liga F Moeve
🤍 Temporada 2025-2026
🩷 Matchday 12| Día de partido
🔥 Club Deportivo Tenerife Femenino 🆚 Club Atlético de Madrid 🔥
🗓️ Domingo, 23 de noviembre de 2025
⏰ 13:00 horario peninsular
📺 DAZN 2
🏟️ Estadio Heliodoro Rodríguez López, Santa Cruz de Tenerife
(Fuente: Liga F Moeve)
En la caldera del Heliodoro Rodríguez López se gestó una victoria que huele a epopeya, una gesta sudada bajo el sol canario, donde el Costa Adeje Tenerife aprovechó sin piedad la resaca europea de un Atlético de Madrid que llegaba con el alma aún flotando entre nubes continentales. Porque no es fácil para las colchoneras, tras la gloria de la Liga de Campeones, volver a aterrizar en la rutina frenética de la Liga F: clasificar, remontar, ganar, viajar, reconstruirse… un ritmo de vértigo que pesa más que el oro de un trofeo.
El Atleti había demostrado su fuerza en Europa, remontando en Alcalá ante el Häcken y arrasando frente al Twente (0-4). Pero la gloria tiene un precio, y ese precio se pagó en cansancio, en piernas pesadas y en una mente que aún soñaba con estrellas. El Tenerife, por su parte, se plantó sobre el césped con la determinación de un guerrero nacido para librar batallas; su plantilla, bien ensamblada por Eder Maestre y su cuerpo técnico, ha sabido traducir cada entrenamiento en un plan de juego impecable, una arquitectura táctica donde todo encaja: cinco defensoras, tres centrocampistas y dos puntas. Una muralla bien organizada.
Desde el pitido inicial, el combinado isleño dejó claro que no había venido solo a competir, sino a dictar sentencia. La movilidad de Sakina Diki, la velocidad de Gramaglia, la solidez de las centrales —todas ellas convertidas en escudo humano— y el empuje constante de sus carrileras, construyeron un dominio evidente. Y cuando las ocasiones se pavimentan en fútbol, el gol no tarda en llegar: en apenas doce minutos, Clau Blanco, con un regate que dejó boquiabiertas a dos defensas colchoneras, envió un centro medido al corazón del área para que Elba Vergés rematara con un testarazo demoledor. Un golazo que encendió al Heliodoro y abría la lata con el 0-1, una flecha que abrió el marcador y derribó cualquier atisbo de temblor isleño.
El Atlético quiso responder, buscó la verticalidad de Amaiur y la inspiración de Fiamma en el mediocampo, pero como en muchas noches tras la Champions, chocaba con un muro. No era solo un Tenerife veloz, sino cerebral, que aprovechaba cada desajuste rival, cada espacio entre líneas, para hostigar. Noelia Ramos, guardameta local, se convirtió en heroína cada vez que alguna rojiblanca intentó rasgar su portería, manteniendo la esperanza viva para su equipo.
La segunda parte empezó con cambios tácticos de uno y otro lado. Víctor Martín, empeñado en la remontada, dio entrada a Carmen Menayo y Xènia Pérez, reforzando la retaguardia. Pero fue el equipo blanquiazul quien siguió golpeando: Sakina Diki lanzó un disparo cruzado que rozó el peligro, mientras Jensen lo probó para las visitantes, sin fortuna. La tensión crecía, la atmósfera se electrificaba, pero el Hugo tinerfeño resistía.
Y entonces, cuando el nerviosismo se iba apoderando del Atleti, Maestre movió sus piezas con maestría: Carlota Suárez y Bicho entraron, y su química fue inmediata. Un balón para Carlota, que retuvo de espaldas ante la defensa, dejó el espacio para que Bicho, como un guerrero que no teme a su pasado, encarara a Lola Gallardo y fusilara con sangre fría el 2–0 a los 72 del segundo tiempo.
El Heliodoro estalló, y las colchoneras vieron cómo su remontada se convertía en una quimera.
Los minutos finales fueron un carrusel de ibas y venidas. El cansancio golpeaba como un martillo, los cambios se apagaban entre interrupciones y lesiones… y el Atlético, herido pero noble, buscó con todo recortar distancias. Lo consiguió, casi al último suspiro: Sheila Guijarro conectó con Gaby, y esta última, con la experiencia de quien sabe que no hay rendición posible, batió a Noelia Ramos para poner el 2–1. en el 97, pero el reloj era enemigo, y el pitido final llegó sin más igualadas, sin más heroísmos.
El Heliodoro vivió una gesta histórica: el Tenerife, hasta ahora sin victorias en ese templo, asestó un golpe de autoridad. El Atlético, con 24 puntos ya en su haber, se queda tercero, herido pero erguido. Es un tropiezo, sí, pero no es una caída. Porque aún con el corazón cargado de esfuerzos y con la cabeza en Europa, estas guerreras rojiblancas tienen el escudo tatuado en la piel y la ambición latiendo fuerte.
🟨 El cuadro txuri-urdin ganó por 3-1 al Alhama ElPozo con los tantos de Emma Ramírez, Nerea Eizagirre y Edna Imade, que fue la MVP del encuentro. Además, Nerea Eizagirre falló un penalti. Judith Caravaca metió el tanto del equipo murciano, que marca la salvación. Las locales se quedan en la segunda plaza.
Hay partidos que, sin necesidad de grandes focos, se sienten trascendentales. Que no necesitan un cartel de clásico ni rótulo de final para cargarse de electricidad. Que se juegan, sí, en césped, pero también en la memoria reciente, en la proyección del porvenir y en esa zona íntima donde los equipos descubren quiénes son de verdad. El Real Sociedad – Alhama que se prepara en Zubieta pertenece exactamente a esa categoría.
conjunto txuri-urdin llega a esta cita con un aroma especial: el del equipo que ha sabido resistir tormentas, sostener identidad y transformar la solidez en impulso competitivo. El empate in extremis (1-1) ante el Athletic Club —en un derbi de los que desgarran gargantas y tensan pulsos— no fue solo un punto: fue una declaración de principios. Una reafirmación de que la Real Sociedad no se rinde, que compite hasta el último aliento, que sabe sobrevivir a los partidos que pesan.
Un dato basta para entender la magnitud del momento: solo han perdido un partido en toda la temporada. Los grandes proyectan regularidad; los equipos de Champions, además, irradian una sensación de inevitabilidad competitiva. Eso es exactamente lo que está transmitiendo la Real: que pase lo que pase, ahí estarán.
El equipo de Natalia no solo está en puestos de Champions: está construyendo un patrón de juego reconocible, valiente, apoyado en una presión inteligente, en un control emocional del ritmo y en unas transiciones que se han convertido en uno de sus mayores argumentos ofensivos.
Edna Imade ha recibido la llamada de España. Pocas cosas emocionan más a un vestuario que ver a una compañera alcanzar la élite absoluta. Imade, con su potencia, su lectura y su crecimiento continuo, representa a la perfección este proyecto: joven, valiente, sin miedo a los escenarios grandes.
La Real Sociedad juega este partido con algo más que puntos en la tabla: juega con autoestima. Con futuro. Con hambre.
Al otro lado, aparece el Alhama, un equipo que mira a la tabla con preocupación, pero que se niega a entregar sus armas. El conjunto murciano marca ahora mismo la permanencia con 9 puntos, cuatro por encima del descenso. La ventaja es real, sí, pero también frágil. Y cuando la línea entre seguir y caer es tan delgada, cada partido se vive con un pulso especial.
La Real Sociedad sabe que estos encuentros, ante rivales que pelean por la vida, son los que determinan si un proyecto merece o no seguir mirando a Europa. Una victoria reafirmaría su candidatura Champions. Un tropiezo generaría dudas en un tramo donde los errores pesan doble.
Para el Alhama, este partido no es obligatorio… es inevitable. Un punto sería oro. Una victoria, un terremoto. Una derrota más, una piedra adicional en una mochila que ya pesa demasiado.
El fútbol femenino español vive un momento histórico, de consolidación y madurez. Y partidos como este, sin etiquetas de gigante, sin escaparates globales, son la sangre que alimenta al campeonato.
La Real Sociedad ofrece fútbol, fe y futuro. El Alhama, resistencia, corazón y supervivencia.
En Zubieta se jugarán tres puntos, sí. Pero también se jugará un estado de ánimo, una declaración de intenciones… y un capítulo más de dos historias que avanzan por caminos distintos, pero igual de emotivos.
El balón decidirá. Y, como siempre, el fútbol escribirá el resto.
🏆 Liga F Moeve |
🚨 Temporada 2025-2026
🔥Real Sociedad de Fútbol 🆚 Alhama ElPozo 🔥
⭐️ Matchday 12 | Dia de partido
📅 Domingo, 23 de noviembre de 2025
📺 DAZN
🏟️ Estadio de Zubieta, San Sebastian
Así vivimos el encuentro |
#LigaFMoeve | #RealSociedadAlhama
(Fuente: Liga F Moeve)
Los onces |
Había partidos que nacían con un compás particular, encuentros que desde el primer paso sobre el césped transmitían un soplo de solemnidad. Este, desde luego, fue uno de ellos. El estadio entero pareció contener el aliento cuando las veintidós jugadoras aparecieron en el túnel de vestuarios, no con la expresión habitual de concentración previa al pitido inicial, sino con un brillo distinto en la mirada: el de la responsabilidad compartida. Pisarían el césped para competir, sí, pero antes lo harían para recordar algo que iba mucho más allá de un marcador. La pancarta contra la violencia de género —sujeta con firmeza, con convicción, con la fuerza de cientos de gestos que se repiten pero jamás deben perder significado— transformó los primeros segundos del encuentro en una declaración colectiva, un grito silencioso que se extendió por las gradas como una ola.
El público respondió con un aplauso duro, seco, de esos que dejan eco. Y entonces, cuando la ceremonia moral terminó, el fútbol recuperó espacio. El balón empezó a moverse con la electricidad propia de los partidos que se intuyen intensos, cargados de narrativa, y la Real Sociedad tardó apenas unos instantes en demostrar que había llegado con un plan claro: gobernar desde la pelota, mandar desde la presión y marcar el ritmo desde la amplitud de sus bandas.
Las primeras conexiones entre líneas dejaron ver una Real expansiva, dominadora, cada vez más reconocible. Y ahí, en el núcleo de cada ataque bien diseñado, emergía la figura de Claire Lavogez, como si el balón encontrara siempre en ella el refugio ideal antes de transformarse en una amenaza seria para la portería rival. La francesa flotaba entre líneas con esa mezcla de elegancia y determinación tan suya: recibía, levantaba la cabeza y avanzaba. Sin prisa, sin ansiedad, con una claridad cerebral que desarmaba a cada defensora que intentaba detenerla.
Su primera gran acción llegó pronto: un control orientado perfecto dentro del área, dos toques rápidos para esconder la pelota y un disparo que salió mordido pero cargado de intención. El balón viajó por encima del larguero como una advertencia, como un aviso de que la guardameta Elena de Toro iba a vivir una primera parte intensa, exigente, decisiva.
La dinamita ofensiva de la Real no se agotó ahí. Nahia Aparicio, valiente desde la segunda línea, probó suerte con un disparo desde fuera del área que obligó a De Toro a realizar una estirada segura, casi de manual, antes de llegar al primer sobresalto: un lanzamiento cerrado desde la esquina que tomó efecto hacia la portería y que la guardameta neutralizó con reflejos de puro instinto. La Real acumulaba ocasiones, sensaciones, ritmo. El gol latía, se intuía, pedía paso.
Y en la jugada posterior ocurrió lo inevitable cuando un centro desde la banda izquierda generó un pequeño caos dentro del área. Una sucesión de despejes imperfectos, rebotes, piernas que intentaban ordenar el desorden. Y entonces, entre la maraña de cuerpos, Elena de Toro rechazó un primer disparo, enviando la pelota hacia una zona peligrosa. Allí, como si lo hubiera esperado toda la vida, como si la jugada hubiera sido diseñada para ella, apareció Emma Ramírez para abrir la lata a la salida de un córner en el minuto 10 de juego, se gritó el 1–0 en el amanecer del compromiso.
La central atacó el balón con una decisión furiosa. Se elevó en el aire, suspendida durante un segundo que el estadio sintió eterno, y conectó un cabezazo firme, tenso, que entró pegado al poste. Un gol de determinación, de lectura y de insistencia. Un gol que abrió el partido, que desató al banquillo visitante y que confirmó lo que se intuía desde el inicio: la Real estaba para mucho más.
Lejos de relajarse, el equipo txuri-urdin siguió pisando el acelerador. Lavogez volvió a aparecer con esa capacidad suya de driblar en espacios que apenas parecen existir. Un recorte hacia dentro, un toque sutil y un cambio de ritmo fueron suficientes para encarar a Yannel Correa, que llegó al cruce tarde, descolocada, superada por la habilidad de la francesa. La zaga la derribó en el área y la colegiada, sin dudar un instante, señaló el punto de penalti.
El estadio enmudeció.Nerea Eizagirre, la capitana, la brújula, la futbolista que desde hace temporadas simboliza el alma del equipo, tomó la pelota con la tranquilidad hiriente de quienes están hechos para momentos así. Colocó el balón. Dio tres pasos hacia atrás y tras coger aire ejecutó una pena máxima muy mal definida que se fue a las nubes.
El grave fallo que heló corazones, que abrió heridas y que provocó un murmullo de incredulidad entre las gradas. Pero el deporte, especialmente el fútbol, tiene esa capacidad de convertir los tropiezos en motores. Y Eizagirre, que había fallado desde los once metros, no tardaría en reescribir su propio relato.
Diez minutos después, cuando la Real seguía bordando posesiones largas y presiones inteligentes, Lucía Pardo robó una pelota preciosa en campo contrario, anticipándose con esa agresividad técnica que solo tienen las jugadoras que dominan sin balón tanto como con él.
La atacante avanzó unos metros, levantó la vista y encontró el pase perfecto: una línea recta hacia el corazón del área, donde Eizagirre llegaba desde segunda línea, con la rabia justa, con el espíritu de quien sabe que tiene una deuda emocional que saldar.
Nerea controló, ajustó el cuerpo y soltó un disparo seco, cruzado, que pegó contra la red como un latigazo. Golazo. Un gol que no solo ampliaba la ventaja hasta el 2–0 en el minuto 32, sino que le quitó el mal agüero q la internacional española y hundió a las murcianas.
Era un gol que hacía justicia a su liderazgo, a su insistencia y a su elegancia técnica.
La Real Sociedad dominaba, Lavogez seguía construyendo recitales y Estensoro, debutante, atrapaba balones con una serenidad impropia de su estreno. Para cerrar la primera parte, la portera joven detuvo con firmeza un buen chut lejano de Mariana Díaz, demostrando que la portería txuri-urdin tenía presente… y futuro.
El descanso, sin embargo, cambió el pulso del partido y dejó un segundo capítulo no apto para cardíacos.
El cuadro visitante movió piezas y dio entrada a Judith Caravaca, su capitana, una de esas jugadoras que representan mucho más que un rol táctico. Caravaca es liderazgo emocional, fuerza interior, convicción pura. Y el destino, a veces caprichoso, decidió convertir su entrada en un elemento dramático del partido.
Porque apenas unos minutos después, cuando el equipo murciano encontró un pequeño resquicio para colgar un balón lateral al área, la capitana apareció desde atrás con un timing exquisito. Saltó Encarni entre dos defensoras, conectó un cabezazo limpio y picado y envió el balón al fondo de la portería de Estensoro, que debutaba bajo palos, un tanto de capitana, de orgullo, de esas futbolistas que alimentan la épica de un equipo y recuerdan que ningún partido está realmente cerrado y menos cuando este se ponía 2–1 en el 55 y el milagro era plausible para las de Jovi García que vestían de negro, la emoción se apoderó del espectador neutral.
Y entonces el duelo cambió de temperatura. Se volvió más áspero, más emocional, más angustioso para la Real, más esperanzador para las visitantes. Cada balón dividido parecía la frontera entre la calma y la tormenta.
La Real Sociedad trataba de mantener la serenidad, moviendo la pelota con cabeza, buscando pausas donde antes había velocidad. Pero la presión rival creció, las dudas aparecieron y el encuentro entró en esa zona de incertidumbre donde cualquier detalle puede cambiarlo todo.
Fue entonces cuando Arturo Ruiz dio entrada a tres de las mejores futbolistas de su plantilla: Arola, Aiara y Edna Imade. En el primer balón que tocó la tercera ya creó peligro, pero la guardameta , en el segundo palo, no estuvo acertada. Sí que tuvo más tino Edna, que se encargó de ejecutar el penalti señalado por mano en el 62′.
No se puso nerviosa y esta vez sí, la Real marcó de penalti, poniendo el 3–1 a poco más de media hora para el final y así, como ya hizo ante el Barça, la exjugadora del Granada se reivindicó antes de debutar con España en la gran final de la Liga de Naciones ante Alemania, a doble partido, con un último capítulo que se escribirá en el Metropolitano.
Sin embargo, ahí volvió a aparecer algo que no se entrena: la madurez competitiva. La Real Sociedad resistió, se organizó, cerró líneas y encontró en su defensa una última muralla que evitó cualquier intento de remontada. Estensoro, pese a su juventud, transmitió seguridad en cada balón aéreo. Emma Ramírez volvió a multiplicarse en cada cruce. Eizagirre manejó los tiempos. Lavogez defendió en campo propio como si el partido dependiera de cada carrera suya. El equipo, en bloque, decidió sufrir junto.
El pitido final llegó como una liberación. Como el cierre de un capítulo emocionalmente exigente, tácticamente complejo y espiritualmente intenso.
Había sido un partido cargado de narrativa, de emociones superpuestas, de símbolos, de errores que se transformaron en oportunidades, de liderazgos silenciosos y otros más sonoros. Un partido en el que la Real Sociedad demostró, una vez más, que su identidad va más allá de un sistema: es una forma de sentir el fútbol, de competir, de ser equipo.
Y sobre todo, un encuentro que recordó que el deporte tiene la fuerza de unir, de denunciar, de emocionar y de construir conciencia. Hoy, más que nunca, el fútbol habló. Y sus protagonistas estuvieron a la altura.
Con este marcador, el Alhama nunca llegó a estar cerca de triunfar la Real Sociedad sigue escalando posiciones y soñando en grande en un inicio de temporada más que redondo. Impresionante.
La victoria vasca hace posible que las de Arturo Ruiz le metan toda la presión del mundo a un Atlético que tiene un duro enfrentamiento en Tenerife y también al Real Madrid que recibe al Eibar, pero de momento, el campeón de la Copa de la Reina en 2019, se la arrebató a las colchoneras en Granada, suman ya 27 unidades en su casillero particular para ser, si nada lo evita, tercero en la tabla, próximo desafío visitar el Alfredo Di Stéfano tras la fecha FIFA.
El Alhama se queda con nueve puntos ahora después de 12 partidos disputados siendo el decimocuarto y antepenúltimo clasificado de la Liga F Moeve, sólo por delante de los dos conjuntos que a día de hoy descenderían y que son el DUX Logroño y el Levante Unión Deportiva.
Las murcianas le cogerán el pulso a la Liga Profesional de Fútbol Femenino en un par de semanas recibiendo en territorio pimentonero al Badalona Women, que empató en el derbi catalán a uno con el Espanyol.
Real Sociedad de Fútbol: . Estensoro, Emma (Aiara, min. 58), Apari, Florentino, Moraza, P. Fernández, Cahynová (Mirari, min. 86), N. Eizagirre (cap.) (Edna, min. 58), Cecilia (Arola A., min. 58), Lavogez (E. Guridi, min. 74) y L. Pardo.
Alhama CF ElPozo: Elena, Aitana (Alba S., min. 86), Coco, Yannel (Judith, min. 46), Astrid, Encarni (Estefa, min. 74), Anita, Yiyi (Kuki, min. 74), R. Pinel (cap.), Belén y Mariana (M. Gestera, min. 58).
Árbitra: Elisabeth Calvo. Ha amonestado a las locales N. Eizagirre y Lavogez y a las visitantes Coco y Judith con tarjeta amarilla.
Incidencias | Partido correspondiente a la duodécima fecha de la Liga F Moeve entre la Real Sociedad de Fútbol y el Alhama ElPozo que se ha disputado en el Estadio de Zubieta sobre una superficie de césped natural.
El fútbol femenino español llega a uno de esos domingos que marcan temporadas. Uno de esos días en los que un estadio histórico se transforma en algo más que cemento, butacas y sombra volcánica: se convierte en un escenario emocional, un anfiteatro donde se miden proyectos, identidades y aspiraciones. Este domingo 23 de noviembre, a las 13:00h (hora peninsular) / 12:00h hora canaria, el Heliodoro Rodríguez López acoge un choque que vibra a nivel deportivo, emocional e histórico. El Costa Adeje Tenerife, quinto clasificado con 20 puntos y todavía sin victoria en casa, recibe al Atlético de Madrid, segundo con 24, sólido, ambicioso, hambriento y con la mirada fija en el billete europeo.
Las blanquiazules llegan a este partido con la sensación —y la convicción interna— de que este equipo está preparado para algo más grande que simplemente competir. Ya lo demostraron con el punto contra el Granada (2-2), en un encuentro donde mostraron personalidad, energía y esa mezcla de orgullo insular y proyecto moderno que les caracteriza desde la fusión con el CD Tenerife.
Pero también cargan la espina clavada de no haber ganado aún en casa. Un lastre emocional que el propio Eder Maestre describió con sinceridad:
“A veces la moneda cae hacia un lado o hacia otro, pero el mérito para ganar está ahí. Necesitamos desbloquear la victoria en casa.”
Esta frase condensa el estado actual del equipo: fútbol hay; confianza, a medias; ambición, desbordante.
El Tenerife llega con ausencias importantes: Pisco, Fatou Dembélé, Yerliane Moreno, Mari José e Iratxe Pérez. Cinco bajas que afectan directamente la estructura ofensiva y la jerarquía en campo rival.
Y aun así, el equipo se mantiene quinto, a solo cuatro puntos del Atlético y con un modelo de juego que combina presión, ritmo y uno de los sistemas defensivos más sólidos del campeonato: solo ocho goles encajados en once jornadas. Un muro.
del Atlético de Madrid esta temporada ya no es un brote, es una identidad. Un proyecto que renace tomando las bases del pasado —intensidad, talento exterior, calidad diferencial en campo contrario— y sumando madurez y velocidad en la toma de decisiones.
Las rojiblancas llegan a Tenerife con la moral desbordada tras: • Vapulear al Twente por 0-4 en Europa • Vencer con autoridad al FC Badalona Women (2-0) • Y sumar cinco victorias en los últimos seis partidos
(Fuente: “El Partido de Manu”)
El equipo de Víctor Martín es segundo, vive en zona Champions y transmite la sensación de que, por fin, se ha encontrado a sí mismo después de años de inestabilidad deportiva.
También tienen bajas sensibles: Andrea Medina y Gio Queiroz, dos jugadoras que dan amplitud, vértigo y amenaza exterior. Pero el Atlético, aun sin ellas, mantiene un caudal ofensivo enorme, sostenido por su capacidad para dominar desde la posesión y por la agresividad de sus piezas en zona de finalización.
El partido reunirá a jugadoras determinantes en el presente de la Liga F Moeve: el Noelia Ramos, Cinta Rodríguez, Claudia Iglesias “Bicho”, Lola Gallardo, Fiamma Benítez, Luany Da Silva Rosa, entre muchas otras.
Un escaparate perfecto para una competición cada día más profesionalizada, más competitiva y espectacular”.
Como ya es tradición, la crónica del encuentro llegará a través de la mirada inconfundible de Manu López Fernández, ex periodista del Madrid CFF y actual voz de análisis en “El Partido de Manu”, un espacio que se ha convertido en referente por su estilo literario, su rigor táctico y su capacidad para emocionar incluso en los días nublados.
La pieza también podrá leerse en AtletiMedia, un proyecto emergente, rojiblanco hasta el tuétano, que está creciendo partido a partido y que ha encontrado en Manu un aliado perfecto para elevar su línea editorial.
El domingo, en el Heliodoro, se escribirá otra página. Manu la contará. Y el fútbol femenino, como siempre, encontrará en ese relato un eco que seguirá sonando durante días.
El fútbol femenino español que cada día escribe páginas más ambiciosas, pocas historias resultan tan potentes y simbólicas como la de Luany Cordeiro, la atacante brasileña que ha pasado de ser una joven promesa en el Madrid CFF a convertirse, en apenas dos años, en la gran figura del Atlético de Madrid Femenino y Mejor Jugadora de la Liga F Moeve en septiembre de 2025.
Su recorrido es un relato de carácter, resiliencia y metamorfosis. Un viaje de sur a norte, del barrio al alto rendimiento, del instinto a la inteligencia.
En el Madrid CFF aprendió estructura. Aprendió que la velocidad sin pausa es un regalo incompleto. Aprendió a leer el juego, a sostener el ritmo, a defender, a madurar. Su crecimiento allí fue un prólogo.
El salto al Atlético de Madrid fue la obra. En Alcalá de Henares, el talento se convirtió en método. La creatividad, en responsabilidad. La magia, en sistema. Y desde su llegada, su transformación ha sido absoluta: goles, asistencias, liderazgo, impacto. Un faro ofensivo que ilumina cada ataque rojiblanco.
Su fútbol es instinto + inteligencia. Cadencia + vértigo. Pausa + fuego.
Juega como si el mundo fuera una coreografía invisible. Sus botas escriben signos de puntuación: el primer paso es un trueno, el segundo, una ráfaga, el tercero, una sentencia.
Hoy, donde antes había precipitación, hay elegancia. Donde antes corría, ahora flota. Cuando encara, no dribla cuerpos: dribla el tiempo. Presiona como una obrera, inventa como una artista, decide como una líder. Cada vez que toca el balón, el público contiene la respiración porque sabe —siente— que algo puede suceder. Y en un Atlético que ha aprendido a convivir con la exigencia, ella es el imprevisto, la nota de jazz en una sinfonía militar. La brasileña que convirtió la promesa en certeza, la velocidad en sabiduría, el talento en liderazgo. Luany, la reina del otoño rojiblanco. La luz que brilla cuando la noche parece más oscura.
Eder Maestre lo describió con precisión quirúrgica: “Es un equipo que domina a través del balón, con mucha calidad por fuera y jugadoras resolutivas en el área. Para competir contra ellas debemos ser más equipo que nunca.”
Y en medio de todo esto, aparece una figura que trasciende lo futbolístico. Una jugadora que encarna, mejor que nadie, lo que significa el crecimiento del fútbol femenino en la isla: Paola Hernández.
Su vida es un relato de constancia, amor por Tenerife y resiliencia frente a la adversidad. Una niña que soñaba en el patio del colegio La Salle, que jugaba con una pelota en una bolsa para distraerse cuando acompañaba a sus padres hacia el Teide, que fue descubierta casi por casualidad y que acabó proclamándose campeona de Europa y del mundo Sub17.
Una jugadora que tatuó en su piel Uruguay, la estrella y las siglas del campeonato. Que convirtió a su yeya, su abuela Luisa, en motor emocional de cada gol. Que superó una rotura de cruzado el 14 de abril de 2024, perdió a su abuela en la semana de su regreso, y aun así volvió más fuerte.
Paola es la historia que da alma a este partido. Porque juega a ocho minutos de casa. Porque marca en el Heliodoro y mira al cielo. Porque representa a una isla entera que se reconoce en ella.
Su presencia en este duelo tiene un componente simbólico gigantesco: El Heliodoro quiere su primera victoria… y Paola quiere firmarla ahí, donde empezó todo.
Dos equipos que defienden mejor que atacan. Dos equipos donde cada detalle puede decidir. Dos equipos que están a un título moral de creerse aspirantes reales a Champions.
No es un partido más, es un marcador directo por Europa que llega quizá demasiado pronto.
(Fuente: “El Partido de Manu”)
El estadio será determinante. Lo sabe Maestre, lo sabe la plantilla y la afición.
Ese es el punto de inflexión emocional que se respira en la isla. Ese es el objetivo que persiguen desde agosto. Ese es el sueño que se puede cumplir ante uno de los gigantes del fútbol español.
Porque ganar al Atlético de Madrid no es solo ganar tres puntos. Es mandar un mensaje. Es desafiar la jerarquía. Es decirle a la Liga F Moeve que Tenerife no está de paso, que no ha tocado techo, que puede competir con cualquiera.
El Tenerife quiere su primera victoria en el Heliodoro. El Atlético quiere seguir viviendo en zona Champions.
Cada uno con sus historias. Cada uno con sus heridas. Cada uno con su ambición.
Pero solo uno saldrá reforzado. Solo uno seguirá creciendo. Solo uno dará un paso decidido hacia Europa.
Este domingo no se juega un partido. Se juega un capítulo decisivo de la Liga F Moeve. Una batalla emocional y deportiva cuyo impacto resonará durante semanas.
El Heliodoro espera. El fútbol femenino español también. Y tú estás a punto de vivirlo.
(Fuente: “El Partido de Manu”)
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🏆 Liga F Moeve
🤍 Temporada 2025-2026
🩷 Matchday 12| Día de partido
🔥 Club Deportivo Tenerife Femenino 🆚 Club Atlético de Madrid 🔥
🗓️ Domingo, 23 de noviembre de 2025
⏰ 13:00 horario peninsular
📺 DAZN 2
🏟️ Estadio Heliodoro Rodríguez López, Santa Cruz de Tenerife