
🔹 Es un símbolo de igualdad que ha venido para quedarse.
La Quiniela se rinde al fútbol femenino: la Liga F Moeve entra en la historia con una nueva fuente de ingresos de 5 millones de euros
Por primera vez en sus apenas tres años de vida, la Liga F Moeve, máxima categoría del fútbol femenino español, dará el salto definitivo al universo popular de La Quiniela, el legendario juego de apuestas que durante más de siete décadas ha acompañado al fútbol nacional. Lo ha anunciado oficialmente el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), José Manuel Rodríguez Uribes, en una comparecencia que marca un antes y un después.
No es solo una noticia deportiva: es una conquista simbólica, económica y cultural. La entrada de la Liga F en los boletos quinielísticos, con cuatro o cinco partidos por jornada, supone que, por primera vez, los nombres de los clubes femeninos —Atlético, Barça, Real Madrid, Levante, Athletic, Sevilla o Valencia— convivirán con los de sus homólogos masculinos en el mismo espacio que durante generaciones ha sido sinónimo de pasión, tradición y fútbol.
Y tras esa decisión, llega el impacto económico: una nueva fuente de ingresos cifrada en cinco millones de euros, que reforzará la sostenibilidad de los clubes, en un contexto donde la competición afrontaba el desafío de mantener su independencia tras la retirada de la subvención gubernamental.
Durante años, las futbolistas españolas —a través de sindicatos, clubes y asociaciones— habían reclamado visibilidad y reconocimiento en todos los ámbitos del fútbol profesional.
Mientras los boletos de La Quiniela llenaban de ilusión los bares y hogares de España cada fin de semana, la ausencia del fútbol femenino se había convertido en un símbolo de desigualdad.
La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) había denunciado reiteradamente esta exclusión, señalando que el reparto de ingresos de los juegos de azar beneficiaba solo al fútbol masculino, pese a que el deporte femenino ya había alcanzado el rango de liga profesional.
Esa presión encontró respuesta en marzo, cuando el Gobierno aprobó un Real Decreto pionero que modificaba la estructura de distribución de la recaudación de las apuestas deportivas y abría la puerta a la inclusión de la Liga F en La Quiniela. Hoy, con el anuncio del CSD, esa puerta no solo se ha abierto: se ha derribado.
propio Consejo Superior de Deportes ha confirmado que la integración será permanente y que cada jornada de la Liga F Moeve contará con varios partidos en el boleto de La Quiniela, generando una inyección directa de cinco millones de euros anuales.
Se trata de una cifra simbólicamente poderosa y estructuralmente vital.
Desde su profesionalización en junio de 2022, la Liga F ha experimentado un crecimiento meteórico:
• +120 % en asistencia a los estadios en tres temporadas.
• +184 % de aumento en redes sociales, alcanzando más de 700.000 seguidores.
• +25,86 millones de euros generados en ingresos en la pasada campaña.
Pero esta temporada 2025/26 era diferente. Por primera vez, la competición debía sostenerse sin la subvención de 7,5 millones de euros que el Gobierno había otorgado durante tres ejercicios consecutivos (5 millones para gastos estructurales y 2,5 para infraestructuras).
Ahora, ese vacío será compensado gracias a una alianza entre LaLiga, la RFEF y La Quiniela, que aportará los 5 millones de euros necesarios para garantizar la estabilidad de los clubes.
Una tabla de salvación y, al mismo tiempo, una declaración de confianza: el fútbol femenino español ya no necesita depender del apoyo estatal, sino que ha entrado en el circuito económico del fútbol profesional.
La entrada de la Liga F en La Quiniela rompe una barrera cultural. No se trata solo de cifras ni de balances contables: es una conquista de igualdad y reconocimiento.
Durante décadas, rellenar La Quiniela fue un ritual heredado, un gesto casi patriótico de millones de aficionados que cada domingo repasaban los resultados de Primera y Segunda División.
Ahora, al marcar un “1”, una “X” o un “2” junto al nombre del DUX Logroño, del Madrid CFF, del Levante UD o del Atlético de Madrid Femenino, el aficionado no solo participará en un juego de azar: estará escribiendo un nuevo capítulo en la historia de nuestro deporte.
Como explicó Rodríguez Uribes durante el anuncio: “La inclusión de la Liga F en La Quiniela simboliza el reconocimiento pleno de su profesionalización. Es una apuesta por la igualdad, por la visibilidad y por el futuro del deporte femenino español.”
La Liga F Moeve afronta su cuarta temporada profesional con un presente consolidado y un horizonte prometedor.
Los clubes han duplicado su estructura de ingresos, las retransmisiones televisivas siguen batiendo récords —con la cobertura de DAZN y Teledeporte— y la presencia internacional de las jugadoras españolas en ligas extranjeras ha elevado el prestigio global de la competición.
El impacto de esta nueva medida va más allá del dinero. La Quiniela pondrá cada semana el nombre de la Liga F ante millones de ojos, situándola en la conversación pública y dándole el valor cultural que durante tanto tiempo se le negó.
Pese a la euforia del anuncio, las asociaciones de futbolistas han pedido vigilancia en el reparto de los fondos. Reclaman que los 5 millones de euros lleguen de forma directa y justa a los clubes y que se traduzcan en mejores contratos, salarios más dignos y condiciones laborales estables para las jugadoras.
El mensaje es claro: esta conquista debe sentirse en los vestuarios tanto como en los boletos.
El fútbol femenino ha demostrado con hechos que puede llenar estadios, emocionar audiencias y generar negocio. Ahora, el reto es convertir esa visibilidad en prosperidad tangible.
La Quiniela nació en 1946. Durante casi ocho décadas, ha sido reflejo del pulso futbolístico del país. Que en 2025 los equipos femeninos ocupen su lugar en ese espacio legendario no es una anécdota: es justicia histórica.
La Liga F Moeve, con sus estrellas, su pasión y su espíritu inconformista, ha dejado de pedir paso para empezar a marcar el camino.
Lo que comenzó como un sueño de igualdad se ha convertido en una realidad institucional, económica y cultural.
“El fútbol femenino ya no está al margen de La Quiniela. Está en ella, porque ya forma parte del alma del fútbol español.”






















