Categoría: FÚTBOL

  • La crónica | Victoria imperial del Real Madrid ante un gigante

    (Fuente: UEFA)

    🟦 ¡Ya salen las estrellas! Las dirigidas por Pau Quesada se impusieron con autoridad (2-0) a un Wolfsburgo al que le faltó pegada.

    La previa |

    (Fuente: Liga F Moeve)

    El conjunto español busca volver a la senda del triunfo frente al tercer clasificado de esta fase liga tras su tropiezo ante el Arsenal en la cuarta jornada de la Liga de Campeones Femenina, y lo hace en un escenario que huele a grandeza, a épica europea y a ese vértigo que solamente aparece cuando un equipo se asoma al abismo y descubre que también allí, exactamente allí, se encuentran las oportunidades más hermosas. Es el primer cruce entre ambos conjuntos en el viejo continente, un choque que llega con los nervios tensos, los pulmones abiertos y el pulso acelerado después de que el conjunto merengue se impusiera por 1-0 a la Real Sociedad en la Liga F Moeve para colocarse segundo en España, justo detrás del Barcelona, como si el campeonato doméstico fuera, en realidad, una antesala emocional de lo que se avecina en Europa.

    No hay demasiados precedentes que puedan empujar a encontrar certezas, apenas un eco lejano de un duelo alemán-español reciente que sirve para medir la temperatura competitiva del Madrid en estas noches continentales: la única experiencia previa frente a un rival alemán se produjo precisamente esta temporada, cuando las blancas superaron al Eintracht Frankfurt con un 1-2 fuera de casa y un 3-0 rotundo en el Di Stéfano. Aquella eliminatoria, con aroma a advertencia y a madurez competitiva, dejó la sensación de que el Madrid había aprendido, por fin, a dominar los pequeños detalles que en Europa separan a los valientes de los que acaban lamentando haber llegado tarde a su propio destino.
    Pero delante estará un gigante herido, un coloso con cicatrices europeas: el Wolfsburg. Un club que ganó sus primeros siete partidos contra equipos españoles, que llegó a imponer respeto casi por inercia, pero que después perdió cuatro de los últimos cinco (con solo una victoria en ese tramo), incluidos los tres últimos. Un equipo que fue eliminado la temporada pasada en cuartos de final por el Barcelona, con una doble exhibición azulgrana (1-4 en Alemania, 6-1 en España), y que ya venía de caer también ante las catalanas por 3-2 en la final de 2023, en aquella ocasión marcada por un segundo tiempo de remontada que quedará escrito para siempre en la memoria del fútbol europeo. Y si eso fuera poco, los alemanes también arrastran una derrota dolorosa en la final de 2020 contra el Lyon (1-3) en el Reale Arena, un estadio español que ya forma parte de su geografía emocional más amarga. Europa, para el Wolfsburg, ha sido un viaje de grandeza, sí, pero también de obstinación, de advertencias constantes sobre lo que implica competir contra los grandes clubes de España.

    España… ese territorio que durante años respetaron desde la distancia. El Wolfsburg ganó sus tres primeros partidos oficiales en suelo español sin encajar un solo gol. Una máquina. Una fortaleza. Una estructura que parecía no romperse jamás… hasta que empezó a hacerlo. Porque en sus dos visitas más recientes, los alemanes encajaron once goles, once, una cifra que habla de una fuga emocional y deportiva que aún intentan reparar. Y el destino, tan cruel como poético, quiere que sea precisamente el Real Madrid quien aparezca ahora en su camino, un equipo que atraviesa uno de sus momentos más sólidos desde su creación, que alcanzó los cuartos de final la temporada pasada por primera vez desde su debut en 2021/22, cayendo ante el campeón Arsenal (2-0 en casa, 3-0 fuera), tras clasificarse en un grupo con Chelsea, Twente y Celtic. El Madrid, que lleva cuatro años consecutivos superando la fase de clasificación y que este curso volvió a hacerlo derrotando al Frankfurt con un global de 5-1, llega a este duelo con la convicción serena de quien ha aprendido a sufrir, a resistir y a competir de verdad.
    Pero enfrente, como un coloso que se niega a desaparecer, está el Wolfsburg. Dos veces campeón de Europa. Dos veces verdugo del Lyon en finales consecutivas. Una institución que ha llegado a seis finales y que ha estado presente en doce de las últimas trece fases de cuartos de final de la competición. Un club que cargó durante años con la etiqueta de inevitable y que sigue siendo, incluso con sus recientes tropiezos, uno de los rivales más difíciles de doblegar en el continente. La temporada pasada también cayó ante el Barcelona (1-4 y 6-1) después de clasificarse segundo por detrás del Lyon y superar a la Roma y al Galatasaray con una solvencia casi matemática.

    Y aun así, y quizá por eso mismo, el momento es extraordinario. Porque llega en un tramo del calendario en el que el Real Madrid solo ha perdido uno de sus últimos ocho partidos europeos en casa (seis victorias y un empate), porque este equipo ha marcado en sus últimos diez partidos de fase de grupos o fase liga —el más reciente en la derrota por 2-1 ante el Arsenal— y porque Caroline Weir, si las molestias lo permiten, atraviesa una forma goleadora imperial con cinco tantos en sus últimos cinco encuentros europeos. Porque el Madrid sabe que en el Di Stéfano, especialmente en estas noches, el aire pesa distinto, vibra distinto, ruge distinto.
    El Wolfsburgo, por su parte, llega con una ráfaga ofensiva que asusta: tras vencer 5-2 al Manchester United, acumula seis victorias en sus últimos ocho partidos de fase liga, marcando cuatro o más goles en cinco de ellos. Lineth Beerensteyn, su agitadora, su futbolista de gasolina infinita, ha marcado en sus últimos tres encuentros europeos, cuatro goles que la convierten en una amenaza constante en zonas donde el Madrid deberá ser quirúrgico para no desangrarse. Y aun así, el equipo alemán tampoco llega en su mejor tramo físico. La persecución al Bayern en Bundesliga les exprime, y la exigencia europea les obliga a gestionar energías en un momento de desgaste inevitable.

    El Real Madrid, mientras tanto, afronta el duelo todavía pendiente del estado físico de Weir, Keukelaar y Bruun, tres piezas que podrían modificar por completo el plan de Pau Quesada, en un tramo del curso donde cada ausencia pesa como si fuesen dos. El técnico lo sabe y lo asume con naturalidad competitiva: en Europa no gana el que llega más fresco, sino el que interpreta mejor el contexto. El que es capaz de sufrir cuando toca y acelerar cuando encuentra una grieta. “Buscamos ganar para adelantarlas en la clasificación con el apoyo de nuestra afición. El Wolfsburgo es uno de los mejores equipos de Europa y el partido será muy agresivo; tendremos que igualar su nivel”, decía Quesada en la previa, como quien entiende que está ante un partido que no se juega únicamente con piernas, sino con personalidad.
    Sara Däbritz, voz templada del vestuario y conocedora de la élite alemana como pocas, reforzaba el mensaje: “Estamos muy motivadas; siempre es especial jugar la Champions y más aún en casa. Sabemos que tienen mucha experiencia internacional y grandes cualidades, especialmente con balón, en transiciones y en el área. Debemos estar sólidas, organizadas y concentradas desde el primer minuto. Queremos disfrutar y ganar el partido”. Un mensaje que no es solo un discurso, sino una declaración emocional de un equipo que sabe que Europa no regala nada y que cada noche como esta es un examen final.

    El partido llega en el momento más delicado, más afilado y más decisivo de la fase liga. Con el Madrid sumando 7 puntos tras el empate ante Paris FC, con el Wolfsburg navegando en 9 unidades tras vencer a PSG, Vålerenga y Manchester United, y caer solo frente a Lyon, la clasificación se siente como un cable tensado entre dos precipicios: cada paso importa, cada error se paga, cada impulso puede ser definitivo. Y en este escenario, bajo la luz blanca del Di Stéfano, con la afición afilando la garganta y el equipo sosteniendo una identidad cada vez más reconocible —agresivo en la presión, dinámico con balón, intenso en las transiciones— aparece una noche que no es una noche cualquiera.
    Es una noche que puede corregir un tropiezo. Es una noche que puede encender un tramo final heroico. Es una noche que puede colocarlo todo patas arriba o, quizá, puede reafirmar que este Real Madrid ya está preparado para discutir el lugar que quiere ocupar en Europa.
    Una noche que no solo define un resultado: define una ambición.

    (Fuente; Liga F Moeve)

    El duelo al detalle |

    🔜 𝙉𝙀𝙓𝙏 𝙂𝘼𝙈𝙀

    🏆 UEFA Women’s Champions League 2025-2026

    🔥 Real Madrid 🆚 Wolfsburgo 🔥

    ✨ Matchday 5 | Día de partido ✨

    📅 Martes, 9 de diciembre de 2025

    ⏰ 21:00 horario peninsular

    📺 Disney Plus

    🏟️ Estadio Alfredo Di Stéfano , Valdebebas

    Los onces |

    El club merengue ganó al Wolfsburgo (2-0) en la quinta jornada de la fase de liga de la Champions. María Méndez y Linda Caicedo marcaron los tantos de las madridistas, que se clasifican a la siguiente ronda. Maëlle Lakrar fue expulsada antes del descanso e Iris Ashley también vio la roja en el tramo final.

    Hubo noches europeas, y luego estuvo esta. Una de esas en las que el fútbol femenino alcanza la temperatura exacta para convertirse en leyenda, en relato, en un recuerdo que los años no borrarán. El Real Madrid salió al césped con su once de gala, convencido de que la historia no espera a quienes dudan. Y en esa convicción se fraguó una clasificación heroica, tensa, de las que se mastican hasta el último aliento.

    El preludio fue de susto. El tiempo apenas había comenzado a latir cuando el conjunto alemán rozó el primero. Una desconexión puntual, un cruce visual que no encontró destino, una falta de entendimiento entre Lakrar y Misa que desató la alarma: Peddemors cazó el regalo y se atrevió con un disparo que por fortuna se marchó alto, como si la noche se negara a encenderse todavía. El Madrid respiró. Europa no concede dos regalos.

    La respuesta madridista nació del talento de esas jugadoras que parecen diseñadas para alterar el ritmo del mundo: Caroline Weir, con ese pie zurdo que es patrimonio cultural, soltó un latigazo que obligó al córner. Y a partir de ahí, el conjunto blanco empezó a mover el partido, a templarlo, a decir “estamos aquí, este duelo lo marcamos nosotras”.

    Alba Redondo, incisiva y eléctrica; Küver, poderosa en el golpeo; todas fueron encontrando grietas. La guardameta local empezaba a entender que no sería una noche tranquila. Hasta que, en el minuto 18, ocurrió lo inevitable: ese momento en el que todo el fútbol que empuja se convierte en un gesto simple y perfecto.

    Eva Navarro colocó el balón en la esquina. Su carrera fue firme, su golpeo medido, su envío cargado de intención. Y allí apareció María Méndez, imponente en el aire, para conectar un testarazo de los que cambian duelos importantes y la exjugadora del Levante Unión Deportiva abría la lata con el 10 que daba ventaja al subcampeón de la Copa de la Reina en el 2023.

    El segundo rozó la hierba en un par de ocasiones. Linda Caicedo, con la zancada suelta, persiguió su gol como quien persigue una certeza. Alba Redondo, en otro córner, se topó con la madera, porque hasta los postes querían ser protagonistas. El Madrid jugaba, llegaba, intimidaba… pero el fútbol es espejismo cuando se acerca el descanso.

    Entonces, la noche le jugó una mala pasada a Lakrar: primero una amarilla; después, apenas unos minutos más tarde, la segunda. Una entrada al límite, un corte a destiempo… y la francesa se marchaba expulsada, dejando al Madrid con un viento en contra que podía convertirse en tormenta. Y aun así, el equipo no tembló. Porque cuando la valentía estructura un grupo, las grietas se convierten en puentes.

    Las 22 protagonistas ganaron el túnel de vestuarios con una mínima diferencia a favor de las de Pau Quesada, que tras la expulsión por doble amarilla a Lakrar sabían que les tocaría sufrir ante el empuje germano.

    Aún restaban cuarenta y cinco minutos y en esto del balompié no se puede dar nada por sentando, sino que se lo digan a la historia reciente de las madrileñas.

    Tras el descanso, Pau Quesada tomó la decisión que solo toman los entrenadores valientes: sacar a Alba Redondo para recomponer el bloque con Rocío Gálvez. Un cambio que explicaba el plan: sobrevivir, resistir, esperar el momento. Pero el partido, lejos de atrincherarse, se abrió. El Wolfsburgo, herido y obligado, adelantó líneas, mientras el Madrid buscaba que cada transición fuese una puñalada.

    Y ahí brilló una futbolista llamada a reinar donde juegue: Linda Caicedo. La colombiana se convirtió en un vendaval. Probó primero desde la frontal, obligando a Johannes a lucir una parada de nivel. Después apareció por banda, filtró diagonales, rompió líneas. Ella sola mantenía en alerta a toda la zaga alemana. El Madrid tenía menos jugadoras… pero tenía más alma.

    El Wolfsburgo respondió con lo que tenía: Popp, siempre Popp. Tres ocasiones consecutivas, cada una más afilada, cada una más cercana al empate. Una volea que quiso ser póster, un disparo cargado de experiencia, un cabezazo que buscó milimétricamente la escuadra. Pero la noche, caprichosa, se negó a vestirse de verde. El fútbol también elige a sus héroes.

    Y entonces, cuando el rival parecía encontrar un hilo de esperanza, Linda decidió arrancar la moto. Y cuando Linda arranca, no hay mapa que la contenga. Control orientado, cambio de ritmo, regate a su par, carrera limpia hacia el área, finta a la guardameta, definición sutil que se convirtió en el 20 que fue un bálsamo para las locales en el minuto 67 de una contienda vibrante que se adornó con los sabios comentarios de José Luis Sánchez Vera, un maestro del fútbol femenino .

    Este gol que es un poema, una pintura, una declaración de intenciones. Europa tomó nota: esta jugadora está hecha para las noches grandes.

    El Wolfsburgo se descompuso en la frustración. En los minutos finales, Iris Ashley vio la tarjeta roja tras revisión del VAR por un golpe en la cara.

    Ya no había resistencia posible. El Madrid, con diez, con coraje, con corazón, cerró el partido como lo hacen los equipos destinados a trascender: con madurez, con oficio, con una serenidad que no se compra, se construye.

    El pitido final no solo certificó la victoria. Certificó una clasificación memorable, una noche mágica que refuerza a un equipo que ya no compite solo: compite y convence, compite y emociona, compite y sueña.

    Porque este Madrid, el Madrid del coraje y la fe, el de las diagonales de Linda, los cabezazos de Méndez, los guantes de Misa y el pulso firme de Weir, ha dado un golpe en Europa. Un golpe que resuena. Un golpe que avisa.

    Y desde aquí, desde “El Partido de Manu”, solo puedo decirlo como lo siento:

    España tiene un equipo en Champions que se comporta como los grandes. Y cuando un equipo se atreve, cuando cree, cuando se defiende con diez y ataca como si tuviera doce, ese equipo no se limita a pasar de ronda. Ese equipo reclama su hueco en la historia.

    en el descuento, con todo decidido, Iris Ashley también recibió la cartulina roja de Dowle en un balón dividido contra Johaness.

    El Real Madrid se despide de su afición en 2025 dando un paso de gigante hacia terminar en el top cuatro de la fase liga y dependerá de si mismo en la última jornada gracias a las unidades que obran en su casillero de 12 posibles hasta la fecha
    Y esta noche, el Real Madrid femenino lo reclamó.
    Con épica, con alma.
    Con fútbol del que se queda a vivir en la memoria.

    (Fuente: UEFA)

    El Wolfsburgo que no hace tanto que pelaba por levantar el título ante el Barcelona en los Países Bajos, se marcha de vacío de su visita al Alfredo Di Stéfano y ya es un elenco tan temible, pues solo cuenta con nueve puntos y se vería abocado a jugar un playoff de octavos de final.

    📋 Ficha técnica |

    Real Madrid (2): Misa; Eva Navarro (Silvia Cristóbal 90+7′), Lakrar, María Méndez, Yasmim; Däbritz, Angeldahl; Feller (Iris Ashley 78′), Weir, Linda Caicedo (Athenea 78′); Alba Redondo (Rocío 46′).

    Wolfsburgo (0): Johannes; Linder (Lattwein 60′), Dijkstra (Bergsvand 72′), Küver, Levels; Minge (Kielland 83′), Popp, Peddemors (Bjelde 60′); Huth, Beerensteyn, Bussy (Zicai 72′).

    Árbitra: Kirsty Dowle (Inglaterra). Amonestó a Peddemors (minuto 32), Lakrar (minuto 40) y Dijkstra (minuto 53). Expulsó a Lakrar (minuto 45+2) por doble amarilla e Iris Ashley (minuto 90) por roja directa.

    Estadio: Alfredo Di Stéfano (Valdebebas). Asistencia: 1.171 espectadores sobre una superficie de hierba natural.

    Goles |

    1-0 María Méndez 18’ ⚽️
    2-0 Linda Caicedo 66’ ⚽️

    Vídeo |

    https://youtu.be/_UPe3yzH6b4?si=VaOQ6yie4HM4Bo7S

  • Oficial | La UEFA entrevista a Fiamma antes del Atlético de Madrid vs Bayern de Múnich

    (Fuente: UEFA)

    🟨 La centrocampista rojiblanca atendió a la organizadora de la Champions en las horas previas a un duelo crucial frente al gigante bávaro.

    Madrid amanece con un pulso distinto cuando la Champions llama a la puerta. La ciudad respira fútbol, memoria y ambición, y en el corazón rojiblanco late una historia que parece escrita para noches como la que se avecina en Alcalá de Henares. Allí, donde el césped vibra cuando el Atlético de Madrid Femenino decide que es el momento de levantarse, llega el coloso bávaro, el Bayern Múnich de las once victorias consecutivas, el equipo que solo ha cedido una vez desde septiembre y que se ha convertido en una auténtica máquina competitiva bajo la batuta del técnico español José Barcala. Allí, frente a ese gigante, emerge la figura de Fiamma Benítez, la atacante que ha conquistado corazones, miradas y esperanzas con la naturalidad de quien nació para esto: para inspirar, para marcar, para crear, para hacer que un niño tiemble de emoción cuando la ve llegar. Para darle vida al fútbol.

    Hay historias que parecen casualidades de la vida, pequeños destellos que años después se revelan como señales. Fiamma, con apenas 10 años, pisó Madrid acompañando a sus padres en un viaje de trabajo de su padre. Tenía cuarto de primaria y la mirada curiosa de una niña que aún no sabía que su camino inevitablemente la llevaría a la élite. En una prueba en el Atlético, Amanda Sampedro —sí, la eterna capitana— se acercó al final del entrenamiento y le dijo que ya estaba preparando la ficha. La niña valenciana la miró, sorprendida, ilusionada, pero consciente de algo tan simple como contundente: no podía mudarse a Madrid a mitad de curso. La vida siguió, y con ella vino el Levante, luego el Valencia, y finalmente, el verano de 2024, el momento en que el destino recuperó aquella conversación infantil y la vistió de rojiblanco para siempre.

    Hoy, con solo 21 años, Fiamma dice que jamás imaginó verse tan pronto jugando la UEFA Women’s Champions League. Y sin embargo ahí está: seis contribuciones directas al gol en cuatro partidos de esta Fase Liga, tres tantos y tres asistencias que han colocado su nombre en todos los análisis europeos. Ha firmado un comienzo de competición que solo puede explicarse desde su memoria emocional, desde aquella terraza en casa con su padre, cuando corría y celebraba como si el mundo se resumiera en ganarle un partidito bajo el sol. “Aprendí muchísimo con él”, recuerda. Y hoy, cuando pisa el césped, sabe que hay dos personas que caminan a su lado, aunque el estadio esté lleno: sus padres, su motor, su impulso, el recordatorio constante de por qué hace lo que hace. Porque el fútbol también es amor.

    Madrid también es ella, aunque no se declare persona de ciudad. Le gustan los pueblos pequeños, las montañas, los rincones donde la vida va más despacio. Le encanta Patones de Arriba, por ejemplo, ese lugar donde el silencio permite respirar. No suele decirlo, pero en su forma de jugar hay algo de eso: una calma interior que convive con la velocidad, un equilibrio emocional que se entrena tanto como los golpes de balón. La selección española, donde ya presume una Nations League conquistada como suplente en la final, ha incorporado una psicóloga que está siendo clave en su crecimiento. Ella lo relata con honestidad: poder hablar, poder ordenar la cabeza, también es competir.

    La Champions no espera a nadie y exige siempre el máximo, incluso cuando el equipo llega con dudas. El Atlético encadena dos tropiezos en Liga —derrota ante Costa Adeje Tenerife y empate frente al Sevilla— que han empujado a las rojiblancas fuera de la zona europea. Gaby García, una de las voces fuertes del vestuario, lo resumió con la claridad de quien sabe que estos momentos son los que forjan carácter: “El equipo intenta mantenerse unido. Venimos de dos partidos complicados. Siempre es una pena dejarse puntos, pero nos toca dar un paso adelante, dejarlo atrás y centrarnos en el partido de mañana”. Porque el Bayern no es solo un rival difícil: es un examen completo, físico, táctico y emocional. “Será un partido súper difícil, como todos los de Champions. Tendremos que tener paciencia, calma y hacer nuestro fútbol”, advirtió.

    Y al fondo aparece el cuadro bávaro, temible, sólido, lanzado. Desde aquella goleada en Barcelona en la jornada 1, el Bayern no ha vuelto a caer. Ingolstadt, PSG, Hoffenheim, Eintracht Frankfurt… todo lo que ha encontrado por el camino lo ha superado. Líder destacado de la Bundesliga, semifinalista histórica, aspirante eterno a romper su techo en Europa. Barcala ha dotado al equipo de un estilo reconocible, una arquitectura ofensiva que respira identidad. “Le conozco bien, es un gran entrenador”, dijo Ribera, consciente de que enfrentarse a un equipo de Barcala nunca es un trámite: es una cita con la exigencia más alta.

    Así llega el Atlético a esta noche crucial, con 6 puntos y la obligación de no descolgarse del top12 europeo, sabiendo además que la última jornada la disputará en Lyon, frente al gigante francés que ha dominado la competición durante más de una década. El Bayern suma 9 y, salvo sorpresa, tiene su continuidad prácticamente asegurada. Pero el Atleti juega en casa, y ese detalle, para ciertos clubes, no es un matiz: es una declaración.

    El encuentro en Alcalá será un cruce de caminos entre dos formas de entender el fútbol: la intensidad emocional rojiblanca contra la hegemonía industrial bávara. Pero también será, de alguna manera, la continuación del relato personal de Fiamma. Porque ella, que aprendió a tocar el piano durante la cuarentena con un teclado que trajo su cuñado, sabe que el fútbol se parece a ese instrumento. Hay días en los que todo fluye, cada tecla suena perfecta; y otros en los que una nota falla y el alma se encoge. Es normal, dice. Es frustrante, también. Pero así es como se aprende.

    Los niños que la esperan a pie de campo lo saben sin saberlo. Ven en ella algo más que una futbolista: ven una historia posible, un sueño alcanzable, una puerta que se abre. “La emoción de los niños cuando te ven llegar es indescriptible”, dice. Y esa emoción, la de ellos y la del estadio entero, puede ser el soplo de viento necesario para que el Atleti vuelva a creer.

    Porque sí, el Bayern llega poderoso; sí, el Atleti llega herido. Pero la Champions siempre ha tenido un extraño magnetismo con los equipos que juegan desde la fe. Y cuando el Atlético decide creer, cuando Alcalá se convierte en un volcán, cuando la grada ruge y las jugadoras sienten que el escudo pesa lo justo para levantarles el alma, ocurren cosas que no explica ninguna estadística.

    Esta noche no es un partido. Es una llamada. Es un desafío. Es la oportunidad de mirar a los ojos a uno de los equipos más temidos del continente y decirle: aquí estamos nosotras, aquí está este club, aquí está esta afición, aquí está Fiamma, aquí está la historia que vamos a escribir.

    Porque cuando un estadio se prepara para vivir un capítulo grande, se nota en el aire. Y hoy, en Alcalá de Henares, el aire huele a noche grande y Madrid amanece con un pulso distinto cuando la Champions llama a la puerta. La ciudad respira fútbol, memoria y ambición, y en el corazón rojiblanco late una historia que parece escrita para noches como la que se avecina en Alcalá de Henares. Allí, donde el césped vibra cuando el Atlético de Madrid Femenino decide que es el momento de levantarse, llega el coloso bávaro, el Bayern Múnich de las once victorias consecutivas, el equipo que solo ha cedido una vez desde septiembre y que se ha convertido en una auténtica máquina competitiva bajo la batuta del técnico español José Barcala. Allí, frente a ese gigante, emerge la figura de Fiamma Benítez, la atacante que ha conquistado corazones, miradas y esperanzas con la naturalidad de quien nació para esto: para inspirar, para marcar, para crear, para hacer que un niño tiemble de emoción cuando la ve llegar. Para darle vida al fútbol.

    Hay historias que parecen casualidades de la vida, pequeños destellos que años después se revelan como señales. Fiamma, con apenas 10 años, pisó Madrid acompañando a sus padres en un viaje de trabajo de su padre. Tenía cuarto de primaria y la mirada curiosa de una niña que aún no sabía que su camino inevitablemente la llevaría a la élite. En una prueba en el Atlético, Amanda Sampedro —sí, la eterna capitana— se acercó al final del entrenamiento y le dijo que ya estaba preparando la ficha. La niña valenciana la miró, sorprendida, ilusionada, pero consciente de algo tan simple como contundente: no podía mudarse a Madrid a mitad de curso. La vida siguió, y con ella vino el Levante, luego el Valencia, y finalmente, el verano de 2024, el momento en que el destino recuperó aquella conversación infantil y la vistió de rojiblanco para siempre.

    Hoy, con solo 21 años, Fiamma dice que jamás imaginó verse tan pronto jugando la UEFA Women’s Champions League. Y sin embargo ahí está: seis contribuciones directas al gol en cuatro partidos de esta Fase Liga, tres tantos y tres asistencias que han colocado su nombre en todos los análisis europeos. Ha firmado un comienzo de competición que solo puede explicarse desde su memoria emocional, desde aquella terraza en casa con su padre, cuando corría y celebraba como si el mundo se resumiera en ganarle un partidito bajo el sol. “Aprendí muchísimo con él”, recuerda. Y hoy, cuando pisa el césped, sabe que hay dos personas que caminan a su lado, aunque el estadio esté lleno: sus padres, su motor, su impulso, el recordatorio constante de por qué hace lo que hace. Porque el fútbol también es amor.

    Madrid también es ella, aunque no se declare persona de ciudad. Le gustan los pueblos pequeños, las montañas, los rincones donde la vida va más despacio. Le encanta Patones de Arriba, por ejemplo, ese lugar donde el silencio permite respirar. No suele decirlo, pero en su forma de jugar hay algo de eso: una calma interior que convive con la velocidad, un equilibrio emocional que se entrena tanto como los golpes de balón. La selección española, donde ya presume una Nations League conquistada como suplente en la final, ha incorporado una psicóloga que está siendo clave en su crecimiento. Ella lo relata con honestidad: poder hablar, poder ordenar la cabeza, también es competir.

    La Champions no espera a nadie y exige siempre el máximo, incluso cuando el equipo llega con dudas. El Atlético encadena dos tropiezos en Liga —derrota ante Costa Adeje Tenerife y empate frente al Sevilla— que han empujado a las rojiblancas fuera de la zona europea. Gaby García, una de las voces fuertes del vestuario, lo resumió con la claridad de quien sabe que estos momentos son los que forjan carácter: “El equipo intenta mantenerse unido. Venimos de dos partidos complicados. Siempre es una pena dejarse puntos, pero nos toca dar un paso adelante, dejarlo atrás y centrarnos en el partido de mañana”. Porque el Bayern no es solo un rival difícil: es un examen completo, físico, táctico y emocional. “Será un partido súper difícil, como todos los de Champions. Tendremos que tener paciencia, calma y hacer nuestro fútbol”, advirtió.

    Y al fondo aparece el cuadro bávaro, temible, sólido, lanzado. Desde aquella goleada en Barcelona en la jornada 1, el Bayern no ha vuelto a caer. Ingolstadt, PSG, Hoffenheim, Eintracht Frankfurt… todo lo que ha encontrado por el camino lo ha superado. Líder destacado de la Bundesliga, semifinalista histórica, aspirante eterno a romper su techo en Europa. Barcala ha dotado al equipo de un estilo reconocible, una arquitectura ofensiva que respira identidad. “Le conozco bien, es un gran entrenador”, dijo Ribera, consciente de que enfrentarse a un equipo de Barcala nunca es un trámite: es una cita con la exigencia más alta.

    Así llega el Atlético a esta noche crucial, con 6 puntos y la obligación de no descolgarse del top12 europeo, sabiendo además que la última jornada la disputará en Lyon, frente al gigante francés que ha dominado la competición durante más de una década. El Bayern suma 9 y, salvo sorpresa, tiene su continuidad prácticamente asegurada. Pero el Atleti juega en casa, y ese detalle, para ciertos clubes, no es un matiz: es una declaración.

    El encuentro en Alcalá será un cruce de caminos entre dos formas de entender el fútbol: la intensidad emocional rojiblanca contra la hegemonía industrial bávara. Pero también será, de alguna manera, la continuación del relato personal de Fiamma. Porque ella, que aprendió a tocar el piano durante la cuarentena con un teclado que trajo su cuñado, sabe que el fútbol se parece a ese instrumento. Hay días en los que todo fluye, cada tecla suena perfecta; y otros en los que una nota falla y el alma se encoge. Es normal, dice. Es frustrante, también. Pero así es como se aprende.

    Los niños que la esperan a pie de campo lo saben sin saberlo. Ven en ella algo más que una futbolista: ven una historia posible, un sueño alcanzable, una puerta que se abre. “La emoción de los niños cuando te ven llegar es indescriptible”, dice. Y esa emoción, la de ellos y la del estadio entero, puede ser el soplo de viento necesario para que el Atleti vuelva a creer.

    Porque sí, el Bayern llega poderoso; sí, el Atleti llega herido. Pero la Champions siempre ha tenido un extraño magnetismo con los equipos que juegan desde la fe. Y cuando el Atlético decide creer, cuando Alcalá se convierte en un volcán, cuando la grada ruge y las jugadoras sienten que el escudo pesa lo justo para levantarles el alma, ocurren cosas que no explica ninguna estadística.

    Esta noche no es un partido. Es una llamada. Es un desafío. Es la oportunidad de mirar a los ojos a uno de los equipos más temidos del continente y decirle: aquí estamos nosotras, aquí está este club, aquí está esta afición, aquí está Fiamma, aquí está la historia que vamos a escribir.

    Porque cuando un estadio se prepara para vivir un capítulo grande, se nota en el aire. Y hoy, en Alcalá de Henares, el aire huele a noche grande y no te lo puedes perder o te arrepentirás.

    (Fuente: UEFA)
  • Exclusiva | El Atlético de Madrid Femenino cierra el fichaje de una centrocampista internacional para el proyecto de Víctor Martín

    (Fuente: Getty imágenes)

    🟦 El Atlético de Madrid Femenino ya tiene amarrado a su primer gran refuerzo del verano: una centrocampista joven, explosiva y en plena irrupción competitiva que, tras semanas de conversaciones silenciosas, ha dado el “sí quiero” al proyecto de Víctor Martín Alba. Una operación estratégica que anticipa el nuevo ADN que el técnico quiere implantar en el centro del campo rojiblanco: ritmo, agresividad inteligente y capacidad para marcar diferencias desde la estructura.

    Exclusiva de “El Partido de Manu”: El Atlético de Madrid ha cerrado el fichaje de una de las centrocampistas jóvenes más prometedoras de la escena europea. La jugadora, que actualmente milita en un club madrileño de la Liga F, ha dado el “sí quiero” al proyecto de Víctor Martín Alba, poniendo fin a semanas de negociaciones discretas pero intensas.

    (Fuente: Liga F Moeve)

    Este movimiento refleja la clara intención del club rojiblanco de reforzar el centro del campo con talento joven, con proyección internacional y con capacidad de impacto inmediato en el juego colectivo. La llegada de esta futbolista se interpreta como un paso estratégico para consolidar un equipo que aspire no solo a competir por títulos nacionales, sino a recuperar un estilo de juego sólido, intenso y versátil, característico de los equipos que aspiran a dominar la Liga F y pelear en Europa.

    Se trata de una mediocampista con un perfil poco habitual en la Liga F: dominante en transiciones, poderosa en conducción y con una agresividad ofensiva controlada que le permite romper líneas tanto en ataque como en defensa. Destaca por su capacidad para acelerar el juego, activar presiones tras pérdida y llegar desde segunda línea con un timing impecable, convirtiéndose en un recurso táctico de enorme valor. A pesar de su juventud, exhibe una madurez competitiva sorprendente, sabe gestionar duelos, interpretar distintas alturas del mediocampo y mantener altos ritmos físicos durante todo el partido. Estas cualidades la convierten en una futbolista versátil, completa y con un margen de crecimiento muy amplio, exactamente el tipo de perfil que buscaba Víctor Martín Alba para reforzar su medular.

    La incorporación de esta jugadora no solo refuerza la plantilla, sino que marca un paso decisivo en la consolidación de un modelo de juego basado en presión organizada, transición rápida y salida limpia desde el centro del campo. Su llegada permitirá al Atlético de Madrid contar con opciones tácticas adicionales, desde un eje más físico hasta un perfil creativo capaz de sostener y acelerar el juego, una combinación que se considera fundamental para competir tanto en la Liga F como en competiciones europeas.

    (Fuente: Getty imágenes)

    Aunque la operación ya está cerrada, el anuncio oficial no se producirá hasta el final de la temporada, respetando la situación contractual de la jugadora y los tiempos institucionales del club en el que milita actualmente. Fuentes consultadas por “El Partido de Manu” aseguran que la decisión está tomada y que, salvo imprevistos, se incorporará al Atlético de Madrid este verano para iniciar la pretemporada con el resto del equipo y Víctor Martín Alba.

    (Fuente: Liga F Moeve)

    Se trata de un fichaje que combina proyección, capacidad inmediata de impacto y encaje perfecto con el estilo del nuevo Atlético, reflejando la ambición del club rojiblanco por construir un equipo equilibrado, intenso y capaz de competir a nivel nacional e internacional, confiando en talento joven con recorrido y carácter competitivo. Esta operación anticipa una medular renovada y potente, y constituye la primera señal clara de un proyecto que busca afianzar el futuro sin renunciar a la competitividad inmediata.

    (Fuente: Liga F Moeve)
  • La previa | Real Madrid vs Wolfsburgo

    (Fuente: UEFA)

    🚨El conjunto blanco, tras caer ante el Arsenal en Londres, buscará la redención ante un temible conjunto germano en Valdebebas.

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    Operación Triunfo 2025 |

    – Gala 12 de Operación Triunfo 2025: Claudia Arenas, Cristina, Guille Toledano, Olivia, y Tinho pasan a la Gala Final .

    Operación Triunfo 2025 ha celebrado hoy la Gala 12, en la que se ha despedido al undécimo concursante de la edición, Guillo Rist, y se han dado a conocer las cinco voces que estarán en la Gala Final el próximo 15 de diciembre a las 22:00 h para disputarse el triunfo de esta edición: Claudia Arenas, Cristina, Guille Toledano, Olivia, y Tinho. La gala, emitida en directo en España y en seis países de Latinoamérica, ya está disponible a la carta en España y en más de 30 países y territorios de Latinoamérica como parte de la suscripción Prime.

    La gala comenzó con los concursantes interpretando junto a Chenoa la canción grupal de la semana, Todo irá bien. A continuación, cantaron los dos semifinalistas, Guillo Rist y Tinho y, tras ellos, actuaron el resto de concursantes, tanto individualmente como en dúos. Después, actuó la artista invitada de la gala, Edurne, que cantó Santa Claus llegó a la ciudad y vivimos la elección del último Favorito de la edición. En este caso, los concursantes más votados fueron Cristina, Guille Toledano y Claudia Arenas, siendo Cristina la Favorita con el 32% de los votos. Después llegó el momento decisivo de la noche. Chenoa reveló el nombre del quinto finalista de OT 2025, Tinho, con el 60% de los votos. De este modo, los concursantes que han llegado a la Final de la edición son: Claudia Arenas, Cristina, Guille Toledano, Olivia y Tinho.

    Con los cinco concursantes que actuarán en la Gala Final ya definidos, Operación Triunfo 2025 se prepara para despedir su edición con una última gala en la que el público tendrá la decisión final. Durante esta noche decisiva, los cinco finalistas ofrecerán sus primeras actuaciones, tras las cuales se revelará quiénes ocupan el cuarto y quinto lugar. A continuación, el marcador se pondrá a cero y se abrirá una nueva ronda de votaciones: los tres concursantes más votados reinterpretarán la canción con la que se presentaron en la Gala 0. Tras esta última fase de actuaciones, se cerrarán las votaciones y se anunciará el tercer puesto y, finalmente, al ganador o ganadora de la edición.

    SOBRE OPERACIÓN TRIUNFO 2025

    Operación Triunfo 2025 se emite en exclusiva en Prime Video en España y en más de 30 países y territorios de Latinoamérica como parte de la suscripción Prime. Los suscriptores de Prime en España pueden disfrutar de ofertas, envíos gratuitos y entretenimiento, todo en una misma suscripción por tan solo 4,99€ al mes o 49,90€ al año. Además, los jóvenes de entre 18 y 22 años y los estudiantes pueden acceder a la suscripción Prime a mitad de precio y disfrutar de todas las ventajas que incluye, como ahorros exclusivos, entregas rápidas y gratuitas y el mejor entretenimiento, con un periodo de prueba gratuito de 90 días.

    El talent show musical sigue a un grupo de concursantes que ingresan en una Academia para formarse y demostrar su talento como cantantes y artistas. Cada semana, en una gala con público en directo en Terrassa (Barcelona), los concursantes deben competir y demostrar sus habilidades sobre el escenario. Operación Triunfo se estrenó en 2001, convirtiéndose en un fenómeno nacional, siendo todavía la final de su primera edición el momento más visto de la historia de un programa de televisión en España. Operación Triunfo regresa a Prime Video tras el éxito de su edición de 2023, que se consolidó como un fenómeno social y digital, convirtiéndose en el estreno nacional más visto en la historia de Prime Video en España y en el contenido original local que más suscripciones nuevas ha generado desde el lanzamiento del servicio en España.

    (Fuente: UEFA)

    conjunto español busca volver a la senda del triunfo frente al tercer clasificado de esta fase liga tras su tropiezo ante el Arsenal en la cuarta jornada de la Liga de Campeones Femenina, y lo hace en un escenario que huele a grandeza, a épica europea y a ese vértigo que solamente aparece cuando un equipo se asoma al abismo y descubre que también allí, exactamente allí, se encuentran las oportunidades más hermosas. Es el primer cruce entre ambos conjuntos en el viejo continente, un choque que llega con los nervios tensos, los pulmones abiertos y el pulso acelerado después de que el conjunto merengue se impusiera por 1-0 a la Real Sociedad en la Liga F Moeve para colocarse segundo en España, justo detrás del Barcelona, como si el campeonato doméstico fuera, en realidad, una antesala emocional de lo que se avecina en Europa.

    No hay demasiados precedentes que puedan empujar a encontrar certezas, apenas un eco lejano de un duelo alemán-español reciente que sirve para medir la temperatura competitiva del Madrid en estas noches continentales: la única experiencia previa frente a un rival alemán se produjo precisamente esta temporada, cuando las blancas superaron al Eintracht Frankfurt con un 1-2 fuera de casa y un 3-0 rotundo en el Di Stéfano. Aquella eliminatoria, con aroma a advertencia y a madurez competitiva, dejó la sensación de que el Madrid había aprendido, por fin, a dominar los pequeños detalles que en Europa separan a los valientes de los que acaban lamentando haber llegado tarde a su propio destino.

    Pero delante estará un gigante herido, un coloso con cicatrices europeas: el Wolfsburg. Un club que ganó sus primeros siete partidos contra equipos españoles, que llegó a imponer respeto casi por inercia, pero que después perdió cuatro de los últimos cinco (con solo una victoria en ese tramo), incluidos los tres últimos. Un equipo que fue eliminado la temporada pasada en cuartos de final por el Barcelona, con una doble exhibición azulgrana (1-4 en Alemania, 6-1 en España), y que ya venía de caer también ante las catalanas por 3-2 en la final de 2023, en aquella ocasión marcada por un segundo tiempo de remontada que quedará escrito para siempre en la memoria del fútbol europeo. Y si eso fuera poco, los alemanes también arrastran una derrota dolorosa en la final de 2020 contra el Lyon (1-3) en el Reale Arena, un estadio español que ya forma parte de su geografía emocional más amarga. Europa, para el Wolfsburg, ha sido un viaje de grandeza, sí, pero también de obstinación, de advertencias constantes sobre lo que implica competir contra los grandes clubes de España.

    España… ese territorio que durante años respetaron desde la distancia. El Wolfsburg ganó sus tres primeros partidos oficiales en suelo español sin encajar un solo gol. Una máquina. Una fortaleza. Una estructura que parecía no romperse jamás… hasta que empezó a hacerlo. Porque en sus dos visitas más recientes, los alemanes encajaron once goles, once, una cifra que habla de una fuga emocional y deportiva que aún intentan reparar. Y el destino, tan cruel como poético, quiere que sea precisamente el Real Madrid quien aparezca ahora en su camino, un equipo que atraviesa uno de sus momentos más sólidos desde su creación, que alcanzó los cuartos de final la temporada pasada por primera vez desde su debut en 2021/22, cayendo ante el campeón Arsenal (2-0 en casa, 3-0 fuera), tras clasificarse en un grupo con Chelsea, Twente y Celtic. El Madrid, que lleva cuatro años consecutivos superando la fase de clasificación y que este curso volvió a hacerlo derrotando al Frankfurt con un global de 5-1, llega a este duelo con la convicción serena de quien ha aprendido a sufrir, a resistir y a competir de verdad.

    Pero enfrente, como un coloso que se niega a desaparecer, está el Wolfsburg. Dos veces campeón de Europa. Dos veces verdugo del Lyon en finales consecutivas. Una institución que ha llegado a seis finales y que ha estado presente en doce de las últimas trece fases de cuartos de final de la competición. Un club que cargó durante años con la etiqueta de inevitable y que sigue siendo, incluso con sus recientes tropiezos, uno de los rivales más difíciles de doblegar en el continente. La temporada pasada también cayó ante el Barcelona (1-4 y 6-1) después de clasificarse segundo por detrás del Lyon y superar a la Roma y al Galatasaray con una solvencia casi matemática.

    Y aun así, y quizá por eso mismo, el momento es extraordinario. Porque llega en un tramo del calendario en el que el Real Madrid solo ha perdido uno de sus últimos ocho partidos europeos en casa (seis victorias y un empate), porque este equipo ha marcado en sus últimos diez partidos de fase de grupos o fase liga —el más reciente en la derrota por 2-1 ante el Arsenal— y porque Caroline Weir, si las molestias lo permiten, atraviesa una forma goleadora imperial con cinco tantos en sus últimos cinco encuentros europeos. Porque el Madrid sabe que en el Di Stéfano, especialmente en estas noches, el aire pesa distinto, vibra distinto, ruge distinto.

    El Wolfsburgo, por su parte, llega con una ráfaga ofensiva que asusta: tras vencer 5-2 al Manchester United, acumula seis victorias en sus últimos ocho partidos de fase liga, marcando cuatro o más goles en cinco de ellos. Lineth Beerensteyn, su agitadora, su futbolista de gasolina infinita, ha marcado en sus últimos tres encuentros europeos, cuatro goles que la convierten en una amenaza constante en zonas donde el Madrid deberá ser quirúrgico para no desangrarse. Y aun así, el equipo alemán tampoco llega en su mejor tramo físico. La persecución al Bayern en Bundesliga les exprime, y la exigencia europea les obliga a gestionar energías en un momento de desgaste inevitable.

    El Real Madrid, mientras tanto, afronta el duelo todavía pendiente del estado físico de Weir, Keukelaar y Bruun, tres piezas que podrían modificar por completo el plan de Pau Quesada, en un tramo del curso donde cada ausencia pesa como si fuesen dos. El técnico lo sabe y lo asume con naturalidad competitiva: en Europa no gana el que llega más fresco, sino el que interpreta mejor el contexto. El que es capaz de sufrir cuando toca y acelerar cuando encuentra una grieta. “Buscamos ganar para adelantarlas en la clasificación con el apoyo de nuestra afición. El Wolfsburgo es uno de los mejores equipos de Europa y el partido será muy agresivo; tendremos que igualar su nivel”, decía Quesada en la previa, como quien entiende que está ante un partido que no se juega únicamente con piernas, sino con personalidad.

    Sara Däbritz, voz templada del vestuario y conocedora de la élite alemana como pocas, reforzaba el mensaje: “Estamos muy motivadas; siempre es especial jugar la Champions y más aún en casa. Sabemos que tienen mucha experiencia internacional y grandes cualidades, especialmente con balón, en transiciones y en el área. Debemos estar sólidas, organizadas y concentradas desde el primer minuto. Queremos disfrutar y ganar el partido”. Un mensaje que no es solo un discurso, sino una declaración emocional de un equipo que sabe que Europa no regala nada y que cada noche como esta es un examen final.

    El partido llega en el momento más delicado, más afilado y más decisivo de la fase liga. Con el Madrid sumando 7 puntos tras el empate ante Paris FC, con el Wolfsburg navegando en 9 unidades tras vencer a PSG, Vålerenga y Manchester United, y caer solo frente a Lyon, la clasificación se siente como un cable tensado entre dos precipicios: cada paso importa, cada error se paga, cada impulso puede ser definitivo. Y en este escenario, bajo la luz blanca del Di Stéfano, con la afición afilando la garganta y el equipo sosteniendo una identidad cada vez más reconocible —agresivo en la presión, dinámico con balón, intenso en las transiciones— aparece una noche que no es una noche cualquiera.

    Es una noche que puede corregir un tropiezo. Es una noche que puede encender un tramo final heroico. Es una noche que puede colocarlo todo patas arriba o, quizá, puede reafirmar que este Real Madrid ya está preparado para discutir el lugar que quiere ocupar en Europa.

    Una noche que no solo define un resultado: define una ambición.

    (Fuente: Liga F Moeve)

    🔜 𝙉𝙀𝙓𝙏 𝙂𝘼𝙈𝙀

    🏆 UEFA Women’s Champions League 2025-2026

    🔥 Real Madrid 🆚 Wolfsburgo 🔥

    ✨ Matchday 5 | Día de partido ✨

    📅 Martes, 9 de diciembre de 2025

    ⏰ 21:00 horario peninsular

    📺 Disney Plus

    🏟️ Estadio Alfredo Di Stéfano , Valdebebas

    (Fuente: Liga F Moeve)
  • Oficial | El Atlético de Madrid al filo de la historia: un triunfo ante el Bayern puede abrir la puerta a los playoffs de Champions

    (Fuente: UEFA)

    ◼️ El elenco de Viti se encuentra a un paso de un momento histórico en la UEFA Women’s Champions League. Con una nueva victoria ante el Bayern de Múnich, las rojiblancas podrían asegurar su clasificación para los playoffs, sirviéndole también un empate.

    La matemática europea nunca fue tan apasionante, y el Centro Deportivo Alcalá de Henares se prepara para vivir una noche que podría quedar grabada en la memoria de la afición colchonera como un auténtico hito.

    El Atlético de Madrid, dos veces campeón de la Copa de la Reina Iberdrola y tres veces ganador de la Primera División Femenina, se encuentra al borde de una página histórica en su todavía joven pero ya gloriosa trayectoria europea. La gesta que se dibuja en el horizonte del Wanda Metropolitano y de la UEFA Women’s Champions League está tan cerca como intensa es la emoción que envuelve a sus jugadoras, cuerpo técnico y aficionados. Con un solo triunfo ante el Bayern de Múnich, el equipo colchonero podría abrir las puertas de los playoffs del torneo más prestigioso del continente, un premio al esfuerzo sostenido, al carácter forjado en la adversidad y a la mentalidad ganadora que define a un club acostumbrado a desafiar las expectativas.

    La ecuación no es sencilla, porque la UEFA Women’s Champions League 2025-2026 no regala nada, y la matemática europea exige que, además de vencer al gigante alemán, el Olympique Lyon no sume ante el Vålerenga, Twente, Benfica, Roma, St. Pölten y PSG no alcancen los 9 puntos que podrían comprometer la clasificación.

    Cada variable, cada resultado, cada gol y cada parada se convierte en un latido del corazón colectivo rojiblanco, en un instante que podría marcar la historia del club.

    Desde la llegada de este proyecto a la élite continental, el Atlético de Madrid ha demostrado que no hay obstáculo demasiado grande ni marcador demasiado adverso que pueda quebrar su espíritu. Las rojiblancas han crecido partido a partido, temporada a temporada, aprendiendo de cada tropiezo y celebrando cada victoria como un escalón hacia la excelencia. Este contexto europeo no es solo una prueba de habilidad y talento; es un examen de resiliencia, de concentración y de ambición. El Bayern, un equipo curtido en la élite alemana y europea, espera como rival de turno, pero el Atlético se presenta con la combinación de juventud, experiencia y hambre que ha definido sus mejores noches. Las jugadoras saben que no es solo un partido: es la oportunidad de escribir un capítulo épico, de confirmar que España no solo está en el mapa del fútbol femenino mundial, sino que tiene representación de elite capaz de medirse y superar a los gigantes históricos del continente.

    Europa aguarda. La UEFA Women’s Champions League encara la quinta jornada con un ruido eléctrico, vibrante, casi ancestral: el murmullo de una competición que no perdona, que no entiende de medias tintas, que exige carácter, ambición y una convicción férrea en los momentos decisivos.

    Y es precisamente en ese cruce de caminos donde aparece el Atlético de Madrid, con seis puntos conquistados en cuatro batallas y una realidad cristalina: si el equipo rojiblanco gana o empata en la quinta jornada de la Copa de Europa estará matemáticamente en los playoff de la UEFA Women’s Champions League.

    Lo inevitable adquiere forma de epopeya. No es solo una jornada: es una frontera. Un umbral. Una declaración de supervivencia y autoridad en la élite continental.

    La clasificación actual después de haber ganado por goleada en los Países Bajos dibujó un mapa salvaje donde cada punto es oro y cada detalle puede convertirse en sentencia. Con un formato revolucionado —18 equipos en una liga condensada y cruel, donde solo los cuatro primeros acceden directamente a cuartos y del quinto al duodécimo se juega el playoff más exigente que se recuerda— la Women’s Champions League ha elevado su nivel como jamás se había visto.

    En este terreno, la posición del Atlético es admirable: noveno, con 6 puntos, por delante de gigantes históricos que siguen peleando por el aire (Arsenal, Vålerenga, Roma, PSG). Por encima, una maraña tensa de clubes que oscilan entre los 7 y 9 puntos. Por debajo, un abismo que se abre para todas las que no logren sostener el pulso.

    Pero el dato clave es mucho más contundente y, a la vez, glorioso:
    con una victoria o un empate en la quinta jornada, el Atlético no solo seguiría con vida: aseguraría matemáticamente un puesto entre las 12 mejores de Europa, algo que les daría un billete para seguir peleando por el trofeo más importante a nivel de clubes .

    Con los números en la mano, el escenario es tan nítido como majestuoso:
    • Si el Atlético gana al Bayern de Múnich llegará a 9 puntos.

    Solo 4 equipos por debajo podrían alcanzar más que esa cifra en el mejor de los casos.
    Top-12 asegurado. Playoff sellado. Pase europeo garantizado.
    • Si el Atlético empata → llegará a 7 puntos.
    Solo 5 equipos podrían rebasar esa marca.
    También asegura matemáticamente el playoff.
    • Si el Atlético pierde → 9 equipos podrían todavía superarlo.
    Sería necesario esperar a la MD6 y depender de otros resultados.

    Pero la magia está en lo anterior:
    no depende de nadie más, Solo depende de sí mismo y está en situación muy buena para sacar a relucir el escudo.

    El Atlético se juega, en esencia, su lugar en el tablero europeo que quiere construir. Desde la tenacidad de los partidos grandes hasta la irrupción de nuevas líderes dentro del vestuario, pasando por una temporada marcada por fases de personalidad, presión adelantada y determinación competitiva, el equipo de la capital ha demostrado que su ADN es resistente al miedo.

    Europa observa atenta y el conjunto rojiblanco está a punto de responder.

    La quinta jornada es más que un partido, es un manifiesto:
    “Estamos aquí, seguimos aquí, y queremos más”.

    Y no se trata únicamente de clasificarse. No se trata de avanzar. Se trata de asentar una identidad. La de un club que, pese a todos los desafíos de los últimos años, sigue siendo una referencia continental. Un club que ya sabe lo que es superar límites. Un club que no se conforma, jamás lo ha hecho.

    Desde el séptimo hasta el decimotercer puesto la distancia es microscópica: entre los 7 puntos del Real Madrid y los 4 de Vålerenga apenas hay margen para respirar. Arsenal, OH Leuven, Paris FC… todos pelean por el mismo sueño.

    Pero hay una diferencia esencial:
    ninguno depende de sí mismo de manera tan directa como el Atlético de Madrid.

    Los números lo han puesto todo sobre la mesa y el destino, en sus botas.

    La Women’s Champions League no es un territorio amable. Es una carrera brutal hacia la excelencia. Pero pocas veces una situación se presenta con una simbología tan poderosa:
    dos resultados posibles (victoria o empate) equivalen a la clasificación matemática. Dos resultados que representan dos formas de firmar la misma sentencia: seguimos, avanzamos, persistimos.

    Lo que está en juego no es solo un playoff.
    Lo que está en juego es la percepción de Europa sobre lo que significa competir contra el Atlético.

    Una victoria sería un golpe de autoridad.
    Un empate sería una declaración de madurez.
    Una derrota, sin embargo, prolongaría la incertidumbre, pero nunca la renuncia.

    El Atlético de Madrid se acerca a la jornada 5 con la gravedad de los momentos que definen temporadas y, en ocasiones, eras. El fútbol femenino europeo se encuentra en un punto álgido de su historia, con clubes cada vez más fuertes y una competencia feroz. En ese terreno escarpado, aferrado a su espíritu y a su carácter competitivo, el Atlético se prepara para escribir una página más.

    Una página que puede ser decisiva.
    Una página que puede ser inolvidable.
    Una página que, si el balón rueda con su verdad habitual, llevará un mensaje a toda Europa:

    El Atlético está vivo, preparado desde el área técnica por un mister que fue capaz de doblegar por 2-1 al Barcelona en Fuenlabrada en su etapa en el Madrid CFF y que ahora, con mayor exigencia el peso de la entidad, busca dar un paso más y soñar en grande.

    (Fuente: UEFA)

    Esta gesta no es solo deportiva; es emocional, histórica y simbólica. La posibilidad de jugar los playoffs de la UEFA Women’s Champions League representa el reconocimiento del trabajo de cada jugadora, del cuerpo técnico, de los que gestionan el club y de toda una afición que ha creído incondicionalmente en la visión del Atlético de Madrid .

    Cada entrenamiento, cada viaje, cada decisión tomada en el club converge en esta oportunidad que, si se materializa, será recordada como un ejemplo de perseverancia, estrategia y espíritu competitivo. El reloj corre, los rivales se mueven en sus propios escenarios y cada resultado influye en la ecuación final. Y ahí está la esencia del fútbol europeo: un drama, un espectáculo, un desafío intelectual y emocional donde cada cifra cuenta y cada acción puede inclinar la balanza.

    En definitiva, el Atlético de Madrid está a un paso de poder gritar al continente que está listo para competir al más alto nivel, que su historia no se mide solo en títulos, sino en gestas, en coraje, en la capacidad de superar lo imposible. La cita con la historia está marcada: vencer al Bayern o rascar un punto , evitaría tener que esperar los resultados adecuados de Lyon, Vålerenga, Twente, Benfica, Roma, St. Pölten y PSG, lo que permitiría afrontar la última jornada a domicilio ante el Olympique con una tranquilidad que nunca está demás.

    Porque, como diría Manu López en su estilo inconfundible, esto no es solo fútbol: es pasión, es épica, es la poesía de un Atlético que mira a Europa con ojos de gigante y corazón de guerrero, dispuesto a conquistar cada sueño que se atreve a perseguir.

    (Fuente: UEFA)
  • Oficial | Claudia Pina se convierte en Player of the Month en el mes de noviembre para la la Liga F Moeve

    (Fuente: Liga F Moeve)

    🚨 La exjugadora del Sevilla Fútbol Club fue votada por los fans para llevarse este prestigioso galardón, el penúltimo de todo 2025.

    🟦 La atacante, que fue clave para que España ganara la Nations League, ha disputado los cuatro encuentros de este mes marcando 2 goles y repartiendo 3 asistencias, unos números que llevaron a la nueve a imponerse en la votación que cada 30 días pone en marcha la patronal de Beatriz Álvarez Mesa, con total justicia.

    Claudia Pina es la luz eterna : la catalana conquista el ‘Player of the Month’ de noviembre en una oda a su talento, su impacto y su impronta en la historia del fútbol femenino español para suceder en el palmarés a la jugadora del Bayern de Múnich, Edna Imade, quien está cedida por las teutonas en la Real Sociedad de Fútbol esta temporada.

    En un noviembre que ya se escribe en tinta dorada en las crónicas de la Liga F Moeve, Claudia Pina ha sido coronada como la ‘Player of the Month’ de EA SPORTS, en una edición que consolida a la máxima categoría del fútbol femenino español como territorio pionero y vanguardista dentro del universo global de este galardón. La futbolista del FC Barcelona, deslumbrante, decisiva y pura esencia competitiva, se impuso entre las siete nominadas después de un mes estratosférico: goles, asistencias, liderazgo y esa capacidad casi mística para elevar el listón de la excelencia. En el éxtasis de su plenitud deportiva, Pina reclama su trono con la autoridad de quien domina cada detalle del juego y transforma los partidos en relatos inolvidables.

    Desde el amanecer del miércoles 26 de noviembre, cuando las votaciones se abrieron al público, el eco del reconocimiento vibraba ya en cada rincón de la Liga F Moeve. EA SPORTS volvía a certificar su apuesta firme, su compromiso decidido y su visión global: desde la temporada pasada, la élite del fútbol femenino español es la primera liga femenina del planeta en integrar este premio mensual, uniéndose así a los grandes colosos masculinos –LALIGA EA SPORTS, Premier League, Serie A, Bundesliga y Ligue 1– en una declaración inequívoca de respeto, igualdad y promoción del talento. Era cuestión de tiempo que la magia de Pina encontrase su reflejo en un galardón concebido para medir números, impacto y trascendencia, esos tres elementos que este mes han orbitado alrededor de una misma camiseta, una misma dorsal, una misma sonrisa: la de la atacante de Moncada y Reixach.

    La lista de nominadas parecía un compendio de virtudes, una constelación de figuras destinadas a dejar huella en esta era del fútbol español: Caroline Weir (Real Madrid), una brújula eterna; Fiamma Benítez (Atlético de Madrid), dinamita en espacios reducidos; Inma Gabarro (Sevilla FC), instinto depredador; Ane Azkona (Athletic Club), insistencia y talento; Ainoa Campo (RCD Espanyol), equilibrio y lectura; Carlota Suárez (Costa Adeje Tenerife), la revelación inconformista. Todas brillaron. Pero ninguna iluminó tanto como Claudia Pina.

    Sus números en noviembre hablan por sí solos, pero su impacto va más allá del simple conteo estadístico: 287 minutos en cuatro partidos, dos goles —uno al Deportivo Abanca, otro al Levante UD—, tres asistencias, una influencia permanente en la circulación azulgrana y una convicción absoluta para aparecer cuando el juego pedía claridad y cuando la grada exigía respuestas. Y todo esto en apenas un mes de competición. Porque Claudia no compite: trasciende.

    A la luz de su temporada, el premio adquiere un significado aún más rotundo: con 9 goles y 4 asistencias en 690 minutos, la catalana no solo lidera la tabla de máximas goleadoras de la Liga F Moeve, sino que se ha convertido en una jugadora total, madurada, exacta, con la sabiduría de quien ya ha escrito capítulos esenciales en la historia reciente del fútbol español.

    Y el firmamento se completa con su impacto internacional: Pina fue decisiva para que España conquistara su segunda Nations League, anotando un doblete en la final del Metropolitano y proclamándose Bota de Oro con ocho dianas. Una competición para la eternidad, firmada con el descaro de quien nació para los grandes escenarios.

    EA SPORTS, en su apuesta inequívoca por el crecimiento del fútbol femenino, recompensó su rendimiento con la mejora de su ítem dentro del juego, un gesto simbólico pero poderoso, que la sitúa al nivel de las grandes estrellas globales. Pina se une así a las dos primeras ganadoras de esta edición inaugural: Luany (septiembre) y Edna Imade (octubre). Tres meses, tres historias, tres pilares de un mismo proyecto: hacer del fútbol femenino un espacio gigantesco, reconocido y universal.

    Recibió el premio en un entrenamiento del vigente campeón liguero y subcampeón de Europa, en un gesto íntimo y solemne, una foto destinada a ocupar un marco en la memoria de la competición. Pero faltaba algo. Faltaba la celebración poética, la mirada emocional, el verso que convierte a las futbolistas en mitos.

    En cada pase que nace de sus botas,

    España dibuja nuevas fronteras.

    En cada golpeo que Pina inventa,

    la pelota recuerda que también sueña.

    Eres vértigo y sosiego,

    eres filo que acaricia,

    eres brújula que encuentra

    el gol que nadie veía.

    Eres la pausa que ordena,

    la chispa que incendia el día,

    la voz que enmudece estadios,

    la risa que rompe estadísticas.

    Tiene tu juego un lenguaje

    que no entiende de concesiones:

    si el fútbol es poesía,

    tú eres la rima que todos buscan,

    la metáfora que siempre aparece.

    Este poema, al que hemos llamado “la geografía del talento”, define a la perfección a la de Moncada y Reixach hasta el olimpo de las elegidas.

    La embajadora del XBuyer TEAM en la Queens League brilla con luz propia con tan solo 24 años y su legado, que no ha hecho más que empezar a forjarse, puede desafiar al tiempo y el espacio.

    Y en esta temporada donde el pulso de la Liga F Moeve late con una intensidad inédita, Claudia Pina se erige como figura monumental, heredera de las líderes pasadas pero, sobre todo, arquitecta de un futuro que se construye desde su talento. Su carrera en la Primera División Femenina, desde que debutara siendo apenas una adolescente, es un mural de crecimiento constante: goles decisivos, asistencias quirúrgicas, liderazgos silenciosos y temporadas donde su influencia va mucho más allá de las estadísticas.

    Porque desde su irrupción en la élite, la catalana ha firmado ya decenas de goles, una colección generosa de asistencias, títulos en cascada y una evolución que la ha llevado de promesa precoz a estrella consolidada. No es casualidad que cada año amplíe su registro goleador, que cada curso añada un matiz nuevo a su repertorio. Lo suyo no es una carrera: es una transformación continua, paciente, estratégica, como quien esculpe su propia leyenda con el cincel de la excelencia.

    Hoy, con el premio de ‘Player of the Month’ entre las manos, Claudia Pina no solo celebra un mes perfecto: ratifica su crecimiento como una de las futbolistas más determinantes del fútbol europeo, una jugadora capaz de definir partidos, influir en sistemas, inspirar generaciones y convertir la pelota en un puente entre la emoción y la historia.

    Y si este noviembre ha sido suyo, es porque la Liga F Moeve entiende que las figuras que cambian el deporte no aparecen cada día. Y porque EA SPORTS reconoce, con inteligencia y justicia, que el fútbol femenino vive una edad de oro donde Pina es faro, estandarte y vértice.

    La pregunta que queda ahora es solo una: ¿Cuántas páginas más está dispuesta a escribir antes de que su legado sea imposible de alcanzar?

    Por cómo juega, por cómo compite, por cómo impacta, por cómo transforma y la respuesta, quizás, ya está escrita en sus botas.

    (Fuente: Liga F Moeve)
  • Oficial | ‘Sorpasso’ en la segunda posición tras la decimotercera jornada

    (Fuente: Liga F Moeve)

    🚨 El Real Madrid CF venció por 1-0 a la Real Sociedad para conquistar la segunda posición de Liga F Moeve, y colocarse a tan solo siete puntos del Fútbol Club Barcelona 🚨


    💛 La decimotercera jornada de Liga F Moevearrancó el sábado 6 de diciembre a las 12:00h con dos partidos, el Atlético de Madrid 2 – Sevilla FC 2 y el Deportivo Abanca 2 – Granada CF 0. A las 15:00h fue el turno del FC Barcelona 2 – Costa Adeje Tenerife 0. Por su parte, el RCD Espanyol 2 – Madrid CFF 5 se disputó a las 17:00h. La jornada sabatina se cerró con el Real Madrid CF 1 – Real Sociedad 0 a las 19:00h. El domingo 7 de diciembre también se jugaron dos encuentros a las 12:00h, el Alhama CF ElPozo 0 – FC Badalona Women 1 y el Athletic Club 1 – Levante UD 0, mientras que el fin de semana concluyó a las 16:00h con un duelo directo por la permanencia, el DUX Logroño 0 – SD Eibar 1 en Las Gaunas. Todos los partidos se pudieron ver por DAZN, mientras que el duelo entre el equipo azulgrana y el tinerfeño también se emitIópor Gol Play , TEN TV y 3Cat.

    Bajo el cielo frío de diciembre, la Liga F Moeve volvió a levantar a España entera de sus asientos, recordándonos —una vez más— por qué este fútbol, el de ellas, es ya un patrimonio emocional del país. En Alcalá, el Atlético de Madrid y el Sevilla FC abrieron un fin de semana vibrante con un 2-2 que fue puro pulso competitivo, puro relato de resistencia. Raquel Morcillo golpeó primero con la firmeza de quien sabe que cada balón dividido en la élite vale una historia; Rosa Márquez amplió la herida con un disparo que besó el larguero antes de caer como una sentencia. Pero la Liga F nunca se arrodilla ante los guiones fáciles: Amaiur, MVP y corazón en llamas, inició la rebelión con un remate preciso tras el centro de Luany, y el empate llegó en un infortunio sevillista que dejó el duelo vibrando en tablas. El Atleti empujó, soñó con la remontada… pero la tarde tenía otros designios.

    En Riazor, donde el viento arrastra memoria y orgullo, el Deportivo Abanca encontró calma, determinación y victoria. Ainhoa Marín, MVP y estandarte, firmó un doblete que sonó a declaración de intenciones. Antes del pitido inicial, Millene Cabral recibió el homenaje por sus 100 partidos, recordándonos que este club crece al ritmo de mujeres que han aprendido a sostenerlo con profesionalidad y carácter. Marín abrió el marcador tras una combinación con la propia Millene, insistiendo hasta transformar un rechace en poesía. Y en la segunda mitad, en un error de la zaga nazarí, volvió a aparecer para sellar un triunfo que sabe a reconstrucción.

    A media tarde, el Fútbol Club Barcelona siguió marcando el compás de la competición con un 2-0 ante Costa Adeje Tenerife que reafirma su liderato, pero también la extraordinaria madurez competitiva de un equipo que juega con la responsabilidad de representar a toda una era. Sydney Schertenleib y Paulina Gramaglia encendieron las alarmas culés con dos avisos serios, pero Cata Coll respondió con ese aplomo que ya es parte del imaginario colectivo del fútbol español. Tras intentos de Pajor y un trallazo de Vicky López al palo, el partido pidió revulsivos: entró Esmee Brugts en su partido 100 como azulgrana, pero fue Aïcha Camara —MVP y puro desborde— quien decidió romper la estructura tinerfeña para que Pajor, en el 83, encontrara el camino del gol. Alexia cerró el triunfo con la naturalidad de quien lleva años convirtiendo en rutina lo extraordinario.

    El festival de goles llegó en la Dani Jarque, donde el Madrid CFF impuso un 2-5 ante el RCD Espanyol que alimenta sus aspiraciones europeas. Naima García golpeó de inicio, pero Malou Marcetto —MVP apoteósica— igualó, lideró, desequilibró. Antonsdottir remontó de cabeza y Bárbara López y Alba Ruiz ampliaron la ventaja con dos definiciones quirúrgicas. Júlia Guerra intentó sostener la esperanza perica, pero el choque necesitaba una firma memorable: Marcetto la dejó con una vaselina que ya empieza a pedir espacio en los resúmenes de la temporada.

    En Valdebebas, el Real Madrid CF se quedó con la segunda plaza con un triunfo medido, sufrido y trabajado ante la Real Sociedad. El Di Stéfano rindió homenaje a las campeonas de la Nations League antes de un partido en el que Mirari avisó, Paula Fernández —MVP y brújula— tomó el volante y Ainhoa Moraza peinó un córner que acabó entrando tras sorprender a la arquera donostiarra. En la segunda mitad, Arola Aparicio y Edna Imade buscaron la igualada, pero Misa, firme como un ancla en mares complicados, sostuvo los tres puntos blancos.

    El domingo amaneció con tensión en Alhama, donde el Badalona Women encontró un triunfo agónico en el minuto 89 gracias a Lice Chamorro, MVP y determinación personificada. En un partido repleto de intentos estériles, apareció la paraguaya para hacer suyo un balón suelto y firmar un 0-1 que pesará mucho en la moral de ambos equipos.

    En Lezama, el Athletic Club volvió a enseñar su esencia: empuje, orgullo, amor propio. Las bilbaínas vencieron 1-0 al Levante UD con un derechazo de Daniela Agote, MVP, que desatascó un duelo tenso y duro. Tarazona había sostenido milagrosamente al equipo granota, pero el fútbol premió la insistencia de un Athletic que empieza a creer con fuerza en sí mismo.

    Y en Las Gaunas, donde el fútbol siempre se juega con alma, el DUX Logroño cayó 0-1 ante un Eibar que supo esperar su momento. Arene Altonaga, con un golpe seco, decidió un encuentro marcado por la emoción previa: las jugadoras armeras saltaron al campo con camisetas en apoyo a Patri Ojeda. El Logroño buscó el empate hasta el último aliento, pero la zaga armera no concedió ni una grieta.

    Fue un fin de semana de goles, de gestas pequeñas y grandes, de mujeres que sostienen la competición más emocionante del país con una fortaleza que inspira, emociona y construye. La Liga F Moeve sigue creciendo, sigue latiendo, sigue demostrando —jornada a jornada— que el fútbol femenino es talento, identidad y futuro. Y que en España, ya no hay vuelta atrás: este es su momento, este es su deporte, este es su lugar en la historia.

  • Oficial | VIVE ESTE DICIEMBRE EL FINAL DE LA FASE DE LIGA DE LA UEFA WOMEN’S CHAMPIONS LEAGUE EN EXCLUSIVA EN DISNEY PLUS

    (Fuente: UEFA)

    🟦 Fútbol Club Barcelona, Atlético de Madrid y Real Madrid C.F. disputan sus últimos partidos de clasificación para la fase eliminatoria.

    La emoción del fútbol femenino europeo alcanza su punto álgido con los últimos partidos de clasificación para la fase eliminatoria, protagonizados por FC Barcelona, Atlético de Madrid y Real Madrid C.F. Todos los encuentros estarán disponibles en directo en Disney+, como parte del catálogo deportivo de la plataforma.

    Las jornadas 5 y 6 contarán con la participación de reconocidos presentadores, analistas y comentaristas como Irati Vidal, Andrea Segura, Jesús López, Sandra Riquelme, Virginia Torrecilla y José Luis Sánchez Vera.

    📅Jornada 5 – Martes 9 de diciembre

    18:45 – SKN St. Pölten vs Juventus FC
    21:00 – Arsenal FC vs FC Twente
    21:00 – Paris Saint-Germain vs OH Leuven
    21:00 – Real Madrid C.F. vs VfL Wolfsburg

    📅Jornada 5 – Miércoles 10 de diciembre

    18:45 – FC Barcelona vs SL Benfica
    18:45 – Vålerenga Fotball vs Paris FC
    21:00 – Chelsea FC Women vs AS Roma
    21:00 – Club Atlético de Madrid vs FC Bayern München
    21:00 – Manchester United Women vs OL Lyonnes

    📅Jornada 6 – Miércoles 17 de diciembre

    21:00 – AS Roma vs SKN St. Pölten
    21:00 – FC Bayern München vs Vålerenga Fotball
    21:00 – FC Twente vs Real Madrid C.F.
    21:00 – Juventus FC vs Manchester United Women
    21:00 – OH Leuven vs Arsenal FC
    21:00 – OL Lyonnes vs Club Atlético de Madrid
    21:00 – Paris FC vs FC Barcelona
    21:00 – SL Benfica vs Paris Saint-Germain
    21:00 – VfL Wolfsburg vs Chelsea FC Women

    Sobre Disney Plus |

    Disney+ es el servicio de streaming que incluye películas y series de Disney, Pixar, Marvel, Star Wars y National Geographic, y la marca de entretenimiento general Hulu. Disney+, el principal servicio de streaming directo al consumidor de The Walt Disney Company, sirve de punto de conexión para audiencias de todo el mundo con una colección inigualable de entretenimiento general galardonado y programación familiar de primera categoría. Con un acceso sin precedentes a la larga historia cinematográfica y televisiva de Disney, Disney+ es también el hogar exclusivo en streaming de los estrenos más recientes de The Walt Disney Studios. Para más información, visite disneyplus.com, o encuentre la aplicación Disney+ en la mayoría de los dispositivos móviles y de TV conectada.

    Sobre ESPN |

    ESPN, Inc. es la empresa multinacional líder mundial en entretenimiento deportivo multimedia, con una cartera de más de 50 activos deportivos multimedia. Cuenta con ocho cadenas de televisión estadounidenses y 26 cadenas internacionales, ESPN Audio (emisión, satélite, digital, podcasts), la cartera líder mundial de servicios deportivos digitales, ESPN The Magazine, productos de consumo, ESPN Events y mucho más. ESPN es propiedad en un 80 % de ABC, Inc., que es una filial indirecta de The Walt Disney Company. Hearst tiene una participación del 20 % en ESPN.

  • Oficial | Atlético de Madrid vs Bayern de Múnich : La noche en la que Europa exige grandeza

    (Fuente: UEFA)

    🟦 El Atlético de Madrid Femenino llega a la quinta jornada de la fase liga de la UEFA Women’s Champions League con la obligación de ganar para seguir vivo en Europa. Con 9 puntos de 12 posibles, a tres del Bayern München, y tras un agónico empate liguero ante el Sevilla (2–2) remontando un 0–2, las rojiblancas encaran una noche decisiva en Alcalá de Henares. Será el primer duelo europeo entre ambos clubes, un choque marcado por la historia reciente, por los retos pendientes contra rivales alemanes, y por la ambición de un equipo que quiere transformar su carácter en clasificación continental. Es una de esas noches que definen temporadas, pero también identidades.

    Esta clase de partidos que no se juegan: se afrontan. Hay noches que no se disputan: se encaran como una declaración de identidad. Y hay clubes que, cuando el calendario aprieta, cuando el margen es mínimo y el pasado pesa, responden con una mezcla inexplicable de rebeldía, convicción y memoria.
    Esa es la clase de encuentro que espera al Atlético de Madrid Femenino en Alcalá de Henares, en esta quinta jornada de la fase liga de la UEFA Women’s Champions League, un formato que por primera vez vive el club madrileño pero que ya lo ha empujado a un territorio que solo habitan los que se atreven a soñar a contrarreloj.

    (Fuente: Liga F Moeve)

    Con 9 puntos de 12 posibles, situada en un equilibrio fino entre la esperanza y el precipicio, la escuadra rojiblanca encara a un coloso continental como el Bayern München, tres puntos por delante en la clasificación, en un duelo que puede definir la continuidad en los puestos de acceso al playoff de octavos.
    La temporada europea no espera a nadie y esta tampoco lo hará.

    partidos que no se juegan: se afrontan. Hay noches que no se disputan: se encaran como una declaración de identidad. Y hay clubes que, cuando el calendario aprieta, cuando el margen es mínimo y el pasado pesa, responden con una mezcla inexplicable de rebeldía, convicción y memoria.
    Esa es la clase de encuentro que espera al Atlético de Madrid Femenino en Alcalá de Henares, en esta quinta jornada de la fase liga de la UEFA Women’s Champions League, un formato que por primera vez vive el club madrileño pero que ya lo ha empujado a un territorio que solo habitan los que se atreven a soñar a contrarreloj.

    El equipo de Víctor Martín aterriza en este choque tras un empate en Liga F que, aunque supo a poco en la clasificación, dejó una carga emocional de esas que marcan plantillas: 2–2 ante el Sevilla, en Alcalá de Henares, después de ir 0–2 abajo y levantarse en cuarenta y cinco minutos con la furia de quienes se niegan a bajar los brazos ante su gente.

    El Atlético ha demostrado en Europa un patrón que define su temporada: resiliencia como método, insistencia como firma. Ya lo había hecho antes, en el camino clasificatorio más difícil imaginable. En la tercera ronda, frente al Häcken, lo que parecía desmoronarse en Suecia con el 1–1 de la ida y el empate in extremis por un penalti de Luany en Madrid, renació en la prórroga con el derechazo de Synne Jensen, que selló un 2–1 agónico y un 3–2 global que todavía resuena como una prueba de carácter.

    Es un Atlético que no ha llegado aquí por accidente y tampoco piensa marcharse sin dar pelea, porque sus jugadores nunca dejan de creer.

    Atlético de Madrid y Bayern München nunca se han enfrentado en competición europea. Pero esa virginidad en el historial no elimina el peso que ambos arrastran. Al contrario: lo multiplica.

    Para el Atlético , esta fase de liga es una frontera nueva. Tras alcanzar los cuartos de final en 2019/2020 con el formato antiguo y caer por 0–1 ante el Barcelona en partido único, esta temporada marca su primera presencia en la fase liga, un escenario que exige consistencia, ritmo de competición y capacidad de resistencia ante los gigantes del continente.

    Para el Bayern, en cambio, Europa es costumbre, hábito, exigencia interna:
    — 12ª participación en Champions.
    — 11 temporadas consecutivas disputándola.
    — Dos presencias en semifinales (2018/19 y 2020/21).
    Un coloso que pisa Europa con la determinación de quien se siente obligado a honrar su nombre.

    El conjunto rojiblanco carga con una estadística que quiere romper esta misma noche: ha perdido sus cuatro enfrentamientos previos contra equipos alemanes, todos ellos ante el Wolfsburg, con un balance de 2 goles a favor y 25 en contra. La última visita fue un recordatorio duro: 4–0 en Alemania y 0–6 en Madrid en octavos de 2018/2019.

    Pero Europa no se conquista mirando hacia atrás. Europa se conquista cuando decides que el pasado no dicta tu destino sino que lo inspira.
    Esa es la misión del Atlético ante el Bayern.

    El campeón alemán llega con la autoridad de sus números recientes:
    • Solo 3 derrotas en sus últimos 19 partidos de fase de grupos/fase liga.
    • Ha marcado en 25 de sus últimos 27 encuentros en este formato.
    • Encadena tres victorias consecutivas, incluida una admirable 1–3 en París frente al PSG.
    • En sus dos últimos partidos ha remontado tras encajar el primer gol, mostrando una templanza casi quirúrgica.

    Pero no todo son certezas bávaras:
    El Bayern ha sufrido tres derrotas en sus cuatro visitas a España en Champions y solo hay una excepción: la victoria ante la Real Sociedad (0–1) en la temporada 2022/2023.

    El mensaje está ahí, oculto entre los mecanismos perfectos del gigante muniqués: España no siempre ha sido tierra estable para ellas.

    Sin embargo, en esta misma fase liga, sus dos derrotas han sido en Alcalá de Henares:
    • 0–1 vs Manchester United (J2)
    • 1–2 vs Juventus (J3)

    🏆 UEFA Women’s Champions League 2025-2026

    🔥 Atlético de Madrid 🆚 Bayern de Múnich 🔥

    📅 Miércoles , 10 de diciembre de 2025

    ❤️ Fase de liga

    🇪🇺 Matchday 5 | Día de partido

    ⏰ 21:00 horario peninsular

    📺 Disney Plus

    🏟️ Centro Deportivo Alcalá de Henares, Madrid

    (Fuente: UEFA)
  • Oficial | Luany es la máxima asistente de la Liga F Moeve tras trece fechas

    (Fuente: Getty Imágenes)

    🟨 La delantera de Nova Iguaçu lidera este apartado por delante de Eva Navarro y Vicky López

    Luany es la luz que ilumina el ataque de las colchoneras y este reportaje de investigación tiene por objetivo hacer entender esta afirmación categórica.

    MADRID, SPAIN – OCTOBER 12: Atletico de Madrid and FC Barcelona at Ciudad Deportiva Alcala de Henares on October 12, 2025 in Madrid, Spain. (Photo by Juan Aguado/CAPTURASPORT/LigaF)

    Por Manu López — El Partido de Manu

    Hay futbolistas que llegan a una liga para cumplir un sueño, otras para construir un legado. Y luego está Luany —la chispa brasileña que un día aterrizó en Madrid con una maleta llena de vértigo, promesas y la convicción de que venía a mostrar algo más que regates—. Lo que nadie imaginó entonces, ni siquiera quienes llevan décadas oliendo talento en el fútbol femenino español, es que aquella delantera del Madrid CFF estaba destinada a convertirse en un símbolo silencioso, en un engranaje perfecto para cualquier entrenador que supiera leerla, en una generadora de futuro. Hoy, trece jornadas después del inicio de la Liga F Moeve, el dato ya no deja lugar a dudas: Luany es la máxima asistente de la Primera División Femenina, con siete pases de gol y una media de 0.54 por partido, superando a dos titanes del pase como Eva Navarro y Vicky López.

    La brasileña no solo asiste: ilumina. Y el Atlético de Madrid de Víctor Martín Alba “Viti” vive hoy de esa luz como si fuese oxígeno.

    Todo empezó como empiezan las cosas grandes: con la sensación de que algo distinto estaba a punto de suceder. Cuando el Madrid CFF anunció su fichaje, muchos se preguntaban qué podía aportar aquella atacante nacida en Brasil, de pasos firmes pero casi desconocida en España. La respuesta llegó pronto: personalidad.

    (Fuente: Liga F Moeve)

    Luany aterrizó en el Madrid CFF como llegan quienes están hechas para este juego: sin miedo a equivocarse, sin complejo ante las grandes defensas europeas, sin un milímetro de duda ante la exigencia de un club acostumbrado a crecer desde el ingenio. No necesitó temporadas de adaptación ni discursos de paciencia. Donde otras tardan meses, ella tardó minutos: controló, encaró, asistió, creyó.

    Pronto se convirtió en una futbolista total: vertical cuando tocaba, pausada cuando el partido pedía cabeza, eléctrica cuando el equipo necesitaba electricidad. Había algo en su manera de ver el fútbol que conectaba con Madrid y con la Liga F Moeve: hablaba el idioma de la calle, el del barrio, el de quien convierte un regate en una historia y un pase en una promesa.

    Viti lo vio antes que nadie: había en Luany un potencial que trascendía el gol. Los entrenadores que entienden la esencia del juego reconocen a las futbolistas camaleónicas, capaces de mutar en función del sistema, del rival o de la necesidad emocional de un equipo. Y el técnico rojiblanco supo leerlo con la precisión de un cirujano: Luany era un arma total.

    No bastaba con ficharla: había que darle un contexto. Viti se lo dio. La colocó en una zona del campo donde su libertad creativa pudiera convivir con la estructura del Atlético. Le pidió que rompiera líneas, que apareciera por dentro, que activara a las interiores, que pusiera a correr a las extremos, que confundiera a centrales acostumbradas a marcar referencias fijas. Y ella respondió convirtiéndose en el faro del ataque colchonero.

    El dato que hoy encabeza la jornada —siete asistencias en trece encuentros— no es casualidad, ni producto de rachas, ni una fotografía temporal: es la consecuencia natural de un ecosistema construido alrededor de su visión. El Atlético necesitaba una brújula; descubrió que había fichado un mapa.

    estadísticas cuentan una parte. El resto lo ve quien mira con paciencia, quien entiende que asistir no es solo dar el último pase: es generar la ventaja dos segundos antes que el resto, es atraer a dos rivales para liberar a una compañera, es cambiar el ritmo cuando nadie lo espera.

    Luany ha perfeccionado ese arte invisible. Hay pases que no salen en los resúmenes, movimientos sin balón que no aparecen en los gráficos de posesión, decisiones sutiles que transforman ataques aislados en oportunidades colectivas. Por eso su impacto es mayor que el número de asistencias: Luany condiciona el comportamiento defensivo rival en cada posesión. Obliga a las laterales a dudar, a las mediocentros a recular, a las centrales a elegir entre achicar o esperar. Y en ese margen ínfimo de indecisión, en ese parpadeo táctico, se hace eterna.

    Hace años hablábamos de jugadoras que hacían mejores a las demás. Hoy hablamos de futbolistas como Luany que hacen evolucionar un sistema completo.

    El recorrido de la brasileña no es solo un cuento deportivo; es también un relato emocional. Su paso por el Madrid CFF la moldeó, la endureció, la obligó a crecer en un club donde la exigencia competitiva es diaria y donde nada se regala. Allí aprendió a convivir con presiones, a entender el ritmo español, a adaptarse a múltiples funciones.

    En el Atlético, en cambio, ha encontrado pertenencia. Ha encontrado una idea de equipo —y de identidad— que complementa su propia naturaleza futbolística. Ha encontrado un entrenador que la entiende y una grada que la respira. Y cuando una futbolista siente que pertenece a un lugar, aparece lo que ahora presenciamos semana tras semana: su mejor versión.

    Todo gran equipo necesita una relación así: entrenador y jugadora, jugadora y entrenador. La conexión entre Viti y Luany es profundamente futbolística. Él la interpreta, ella le responde. Él ordena el ecosistema, ella lo enciende. Él le pide que sea valiente, ella escribe cada partido con tinta de riesgo calculado.

    No hablamos de una pieza más: hablamos de la futbolista que activa el plan A y sostiene el plan B. De la atacante que decide cuándo acelerar y cuándo dormir el balón. De la creadora de superioridades. De la futbolista que, sin necesidad de grandes discursos, se está convirtiendo en uno de los nombres clave de esta Liga F Moeve 2025-2026.

    En un campeonato donde cada detalle cuenta, donde los ataques se estudian al milímetro y las defensas se preparan para contrarrestarlo todo, que una jugadora lidere la tabla de asistencias tras trece jornadas no es una noticia: es una declaración.

    Luany está en el punto más alto de su influencia. Y lo más impresionante no es el número, sino la sensación de que puede dar más, de que el techo sigue lejos, de que España aún no ha visto su partido definitivo. Ese que queda para la historia. Ese que se recuerda cuando la temporada termina y el fútbol pide volver a él.

    Cuando Luany llegó a España, pocos podían imaginar que su nombre sería sinónimo de impacto, de inteligencia ofensiva, de madurez competitiva. Desde sus primeros pasos con el Madrid CFF hasta su consolidación con el Atlético de Madrid de Viti, la evolución de la brasileña es una historia de adaptación y de visión, de paciencia y explosión, de talento y destino.

    Hoy, con siete asistencias y un liderazgo indiscutible en la Primera División Femenina, aquella jugadora que un día cruzó un océano para cumplir un sueño se ha convertido en la arquitecta del juego rojiblanco. Y así, sin estridencias, con la naturalidad de quienes están hechas para las noches grandes, Luany ha cerrado un círculo: la promesa que llegó en silencio se ha transformado en la figura indispensable de un equipo que se reconoce en su creatividad.

    El Atlético de Madrid tiene en ella algo más que una asistente. Tiene futuro.

    Tiene identidad. Tiene magia.
    Y, sobre todo, tiene esa luz que solo aparece cuando el fútbol encuentra a su protagonista natural, una Luany que da una asistencia cada 133 minutos.

    (Fuente: Liga F Moeve)