
(Fuente: @Atleti)
¡Triunfo colchonero! Los pupilos de Diego Pablo Simeone, en unos últimos veinte minutos antológicos, se impusieron por 2-3 al Barcelona.
El fútbol es, a veces, pura magia. Este deporte que fue creado en Inglaterra allá por 1848 tiene tantos adeptos alrededor del globo terráqueo por resultar impredecible por momentos, tal y como demuestra la 2ª semifinal de la Supercopa de España 2020.
Si echamos la vista atrás aunque sólo sea un segundo, caeremos en la cuenta de que hace poco más de veinticuatro horas, también en el King Abdullah Soccer City Stadium, el Real Madrid se deshizo del Valencia (1-3) con relativa facilidad después de jugar un partido al que resulta muy complicado ponerle un pero. El conjunto de Zidane, que mantiene intacto su sueño de conquistar la decimotercera, aguardaba rival para la gran final del torneo mencionado con anterioridad que saldría del vencedor del duelo que enfrentaba al Fútbol Club Barcelona ante el Club Atlético de Madrid en territorio arábigo.
La contienda, una de las más atractivas que se pueden vivir a día de hoy en España, más concretamente en LaLiga Santander, tuvo un arranque vibrante. En los compases posteriores al pitido inicial, mientras en el graderío se coreaba al unísono el nombre de Leo Messi, el conjunto azulgrana se hizo con la posesión del esférico en la línea medular, su adversario esperaba replegado en campo propio a hilvanar alguna acción al contragolpe, y asedió una y otra vez el marco defendido por Jan Oblak en el primera media hora de hora de juego. Bajo este contexto, muy halagüeño para los intereses catalanes, los culés, ocasiones locales mediantes, el choque parecía ser monocromático, enteramente azulgrana.
En la recta final del primer periodo, mientras los colchoneros resistían como podían las acometidas ofensivas del vigente campeón de la Supercopa de España, una magnífica asistencia al espacio de Luis Suárez sobre Antoine Griezmann. El ’17’ barcelonista se escoró en demasía antes de picar el balón ante el guardameta rojiblanco, éste sacó la manopla para atrapar el intento de vaselina, en el minuto 40, supuso la ocasión de gol más diáfana de una primera mitad que gracias al buen hacer del cancerbero esloveno llegó al descanso con el tanteador aún por inaugurar (0-0), todo habría de decidirse en el segundo acto en Arabia Saudi.
Tras la reanudación, prácticamente a renglón seguido de que el colegiado principal hiciese sonar su silbato, se inauguró el electrónico. En el minuto 46 del choque nada más sacar de centro, João Félix controla, toca para Ángel Correa, gran novedad en el once títular que sufrió algún que otro problema físico tras un choque involuntario con Neto en el primer tiempo, y el atacante rosarino filtra un balón hacia el interior del área pequeña. Una vez allí fue Koke, que había reemplazado a Héctor Herrera en el entretiempo, quien tras recibir la asistencia del exjugador de San Lorenzo de Almagro, definió con un ‘pase’ a la red que sirvió para abrir la lata al firmar el 0-1 en el electrónico.
La diana del centrocampista oriundo de Vallecas se produjo en el primer acercamiento ofensivo de los del Metropolitano en el duelo, el capitán colchonero fue sinónimo de efectividad.
Sin solución de continuidad, mientras el banquillo madrileño aún se estudiaban diferentes alternativas con las que gestionar la ventaja obtenida, llegó el tanto del empate azulgrana. A los 51 minutos un centro servido por Arturo Vidal desde el perfil diestro hizo posible que Luis Suárez la bajase con el pecho y ejecutase así una brillante dejada para Leo Messi. El flamante ganador del Balón de Oro 2019 dejó atrás a tres defensores rojiblancos en una baldosa y le propinó un beso envenenado al cuero con su pierna diestra que superó a Jan Oblak para significar el empate, era el 1-1 tan sólo cinco minutos después de que la escuadra capitalina hubiere tomado la iniciativa.
Instantes después, al tiempo que los aficionados saudíes enloquecían en la tribuna con el gol del que para muchos es el mejor jugador del mundo en la actualidad, cuando en el minuto 59 de este enfrentamiento de alto voltaje el capitán culé, muy activo en la parcela ofensiva, cazando un rechace en la frontal del área hace un autopase ante Saúl Ñiguez y, ayudándose con el brazo para bajar el balón, envió el esférico al fondo de las mallas colchoneras. Esta acción no pasó inadvertida para la sala VAR que apreció el impacto del cuero en el brazo del rosarino e instó al colegiado a acudir al monitor para visionar la jugada al completo y el doblete del canterano blaugrana terminó yéndose al limbo.
La decisión de González González, a todas luces acertada, dejó iracundo al Barcelona que no tardó en culminar su remontada más de 180 segundos. A los 62 minutos de juego Jordi Alba envió un centro perfecto con rosca al área pequeña que fue cabeceado en primera instancia por Luis Suárez. El charrúa se topó con una magnífica intervención de Oblak, sin embargo, el exjugador del Benfica no fue capaz de alejar el esférico lo suficiente como para conjurar el peligro y el rechace le quedó franco a Antoine Griezmann, quien con cierta dosis de rabia conectó un frentazo que se alojó en el fondo de la portería visitante, era el 2-1 que ponía por delante a los de Valverde a poco más de media hora para alcanzar el noventa.
Viéndose por detrás y prácticamente con medio partido perdido Diego Pablo Simeone optó por agitar la coctelera desde el banquillo al dar entrada a Vitolo en detrimento de un inoperante Lodi. Esta variación táctica resultó decisiva para el devenir de la semifinal.
En la jugada inmediatamente posterior a la entrada del futbolista canario, en balón dividido en el que Arturo Vidal se anticipó a Saúl en el salto y asistió a Piqué que batió al guardameta colchonero. Esta acción que dejaba al combinado catalán con pie y medio en la final no subió al marcador por fuera de juego del centrocampista chileno.
A partir de ese momento, el Atlético de Madrid dio un paso adelante en busca del empate. En este lapso temporal, a poco más de un cuarto de hora para el final, Koke fue sustituido por problemas físicos y dejó su puesto en el verde a Marcos Llorente.
Una pérdida de Sergio Busquets, de esas que el de Badía no suele cometer, propició que Ángel Correa condujese una acción al contragolpe. El ’10’ filtró un pase sobre el desmarque trazado por Vitolo que fue derribado por Neto en el área pequeña, penalti.
El que fuese jugador del Chelsea Football Club asumió la responsabilidad de ejecutar y transformar el lanzamiento desde los once metros para establecer el 2-2 en el tanteador a los 80 minutos de juego en Arabia Saudí.

(Fuente: @Atleti)
Cuatro minutos después del tanto logrado por el internacional español, celebrado con rabia por el canterano rojiblanco, el Atlético despertó de su letargo y comenzó a creer en sus posibilidades. En esas andaba el partido cuando, de forma inexplicable, el árbitro, tampoco el VAR, apreció una mano clamorosa de Gerard Piqué tras un centro de Álvaro Morata.
Agonizaba el encuentro, nos veíamos abocados a disfrutar de una prórroga para conocer la identidad del segundo finalista cuando en una acción al contragolpe que inició Morata, la zaga culé estaba excesivamente adelantada, Correa se encargó de finalizar. El exjugador de San Lorenzo de Almagro, en estado de gracia de un tiempo a esta parte, disparó a puerta y aunque Neto tocó el balón de forma ligera, éste, con algo de suspense cruzó la línea de gol y el Atlético, en un final de infarto, instauró el 2-3 definitivo en el luminoso a los 85 minutos de un enfrentamiento que tuvo un desenlace no apto para cardíacos y muy atractivo para el espectador neutral.
De esta forma, remontándole dos goles al subcampeón de la Copa del Rey 2018/2019, los rojiblancos acceden al partido por el título donde habrá de medir sus fuerzas ante el Real Madrid el próximo 12 de enero de 2020 a las 19:00 horas con el objetivo de alzar el primer título oficial del curso futbolístico 2019/2020.
Goleadores:
0-1 Koke 46′ ⚽️
1-1 Messi 51′ ⚽️
2-1 Antoine Griezmann 62′ ⚽️
2-2 Morata (P.) 81′ ⚽️
2-3 Ángel Correa 85′ ⚽️
Vídeo:
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