Categoría: UEFA Nations League

  • Reportaje | España en rojo: el Metropolitano se prepara para arder como caldera de pasión en la gran final de la Nations ante Alemania

    (Fuente: RFEF)

    ⬜️ El fútbol femenino español ha pasado de ser promesa a hecho histórico. La victoria en el Mundial 2023, la marea de camisetas rojas que se agotaron en tiendas, el aumento sin precedentes de la demanda y la emoción de millones de aficionados han convertido la Roja femenina en símbolo generacional. Ahora, la vuelta de la gran final de la UEFA Women’s Nations League 2025, que enfrentará a España y Alemania el próximo martes 2 de diciembre a las 18:30 en el Riyadh Air Metropolitano, pide a gritos que cada seguidor lleve su camiseta, se ponga la bufanda y haga del coliseo rojiblanco una caldera a favor de las campeonas del mundo. Más de 45.000 tickets han sido vendidos y cada asiento será un latido de historia, un eco de orgullo, una demostración de que España no viene de visita: viene a conquistar.

    Vídeo |

    https://youtu.be/m6z1sW_qtyg?si=QzejEb-iWxeQm5i3

    La Selección Española de Fútbol, “La Roja”, se presentó en casa para disputar la ida de la final de la Nations League ante Alemania con la ilusión y la responsabilidad de las grandes ocasiones. La Cartuja de Sevilla se vistió de gala. Antes del pitido inicial, se vivieron instantes cargados de emoción y simbolismo: la histórica Virginia Torrecilla portando el trofeo, la abuela de Olga Carmona llevando el balón al centro del campo, y miles de banderas rojigualdas ondeando al unísono en el Día de Andalucía.

    La afición sevillana, que ya había sido decisiva en las semifinales, volvió a erigirse como el sexto jugador, insuflando energía y pasión desde la grada. Era otro tipo de final, pero a diferencia del Mundial, esta vez se jugaba en casa, bajo el cielo andaluz, y con la oportunidad de regalar un nuevo título a las campeonas del mundo.

    El partido arrancó con la intensidad y precisión que caracterizan a “La Roja”. Cada pase estaba medido, cada recuperación contaba. Desde el minuto 1, quedó claro que España había estudiado a Alemania al milímetro, y las alemanas también a España, aunque la calidad de las nuestras pronto se hizo notar. El primer aviso llegó en el minuto 8: Aitana Bonmatí puso un balón profundo a Mariona Caldentey, quien filtró un pase raso para Salma Paralluelo dentro del área; su zurdazo fue bloqueado por la defensa y se marchó a córner, pero la sensación de peligro estaba ya instalada.

    La defensa española, liderada por la capitana Irene Paredes, se mostró implacable. La legendaria central firmó una actuación monumental, interviniendo en momentos decisivos: recuperando balones que parecían perdidos, despejando disparos bajo palos y dominando el juego aéreo. Paredes fue la muralla que mantuvo a cero a Alemania, evitando cualquier atisbo de reacción. Su entrega y su calidad dejaron claro que, incluso frente a la presión de una final europea, “La Roja” tenía a su líder indiscutible.

    Cata Coll, por su parte, vivió un recital bajo palos. Cada parada fue un poema de reflejos y determinación: frenó un disparo de Bühl al primer palo en el minuto 20, sacó un paradón a Kett en el 26′ y volvió a negar el golazo de Bühl en el 29′ con un pie espectacular. La portera balear se mantuvo firme a lo largo de todo el encuentro, demostrando que cualquier intento alemán se encontraba con un muro infranqueable.

    En el minuto 32, “La Roja” golpeó con la precisión de un reloj suizo. Una combinación por banda izquierda entre Jenni Hermoso y Olga Carmona terminó en un centro raso al corazón del área, donde Aitana Bonmatí, con su calidad inigualable, remató para inaugurar el marcador: 1–0. La Cartuja estalló, y el rugido de 32.657 almas se mezcló con el viento, llevando a La Roja a un momento histórico.

    Pero la historia no se detuvo allí. Tras el descanso, el dominio español se mantuvo, y la magia de la combinación y la paciencia en el juego de pase dieron fruto de nuevo. En el minuto 53, tras una jugada que comenzó en Laia Aleixandri y Aitana Bonmatí, Athenea condujo el balón con una energía arrolladora y lo puso para Mariona Caldentey, quien no perdonó: 2–0 y el delirio absoluto en las gradas. Las alemanas, pese a su esfuerzo, no pudieron superar la defensa férrea de Paredes y la inspiración de Cata Coll, que se erigieron como las guardianas del cero en el marcador.

    Cada jugadora de España aportó su granito de oro a una actuación coral: Ona Batlle y Olga Carmona cumplieron con creces en defensa y en sus incursiones al ataque, Laia Aleixandri sostuvo el equilibrio en el centro, Alexia Putellas y Aitana Bonmatí llevaron la batuta en la creación, mientras Esther González y Salma Paralluelo buscaron espacios y disparos que pusieran en jaque a la portera rival. Los cambios, desde Eva Navarro hasta María Méndez y Athenea, reforzaron la idea de equipo sólido, imparable y preparado para la gloria.

    Con esta victoria, “La Roja” dejó claro que la era de la eterna aspirante quedó atrás. España ya no tiene rival en Europa ni en el mundo; estas jugadoras practican un fútbol único, de toque, intensidad y coraje, y se merecen cada título, cada ovación, cada momento que les permite tocar el cielo con las manos. La generación de oro del fútbol español escribió una página más en la historia: 2-0 ante Francia, con milagros de Paredes y Coll, goles de Bonmatí y Mariona Camdentey, y La Cartuja de Sevilla rendida ante su selección.

    Pero la historia aún no concluye. El martes, en el Estadio Metropolitano de Madrid.

    La actual campeona del mundo en Australia y Nueva Zelanda 2023, tendrá la oportunidad única de cerrar la gesta frente a sus aficionados y vengar la amarga medalla de bronce arrebatada por Alemania en los Juegos Olímpicos de París 2024, donde Alexia Putellas falló un penalti en el último instante. La posibilidad de repetir la gloria, de reafirmarse como campeonas y de hacer justicia deportiva ante su público, convierte la vuelta en una cita que promete emociones épicas, heroicidad y, sobre todo, fútbol del más alto nivel.

    “La Roja” no solo juega, inspira. No solo gana, hace historia. Y el martes, Madrid será testigo de un capítulo que ya se intuye legendario. Eva Navarro, Mapi León y todas sus compañeras están listas: nadie podrá arrebatarles la ilusión, ni la pasión, ni el derecho a ser eternas.

    (Fuente: RFEF)
  • El Metropolitano: ese templo donde lo imposible siempre tuvo resquicio

    (Fuente: “El Partido de Manu”

    🟣 La mística del templo colchonero quiere fundirse con “La Roja” para derrotar a Alemania y conquistar la Nations 2025 bajo el lema “Nunca dejes de creer”.

    A veces, los partidos que marcan una era no necesitan goles para encender la memoria colectiva. Kaiserslautern fue testigo de un empate sin desgarros en el marcador —0-0, frío en cifras— pero ardiente en significado. España y Alemania firmaron tablas sobre un Fritz-Walter Stadion que rugió con la fuerza de su afición y con un césped herido, incómodo, que condicionó cada cambio de ritmo y cada intento de genialidad.

    El 0-0 con el que arrancará el encuentro le dará mayor protagonismo a una cita que se recordará durante décadas, pues no será un partido más, será un ritual rojigualda.

    Allí no hubo resolución, solo prólogo. Porque la verdadera batalla, la que decidirá un título continental y un trozo de historia, se disputará en Madrid, en el Riyadh Air Metropolitano, el 2 de diciembre de 2025 a las 18:30 (hora peninsular) en La 1 de RTVE.

    El Metropolitano no es simplemente el hogar rojiblanco. Es una pared emocional, un pulmón colectivo, un escenario en el que —cuando la noche exige valentía— el público se convierte en viento y el césped en destino. Aquí no se juega: se sobrevive, se avanza, se cree.

    No es casualidad que la memoria más reciente nos lleve a aquella remontada del Atlético de Madrid ante el Real Betis (2-1) en Liga F, un duelo que se inclinaba hacia la derrota hasta que el estadio decidió lo contrario. Una tarde en la que el Metropolitano rugió con la fiereza de las gestas y el Atlético volteó el marcador con uñas, dientes y algo más importante: fe.

    Esa remontada que lleva escrito el nombre de Marta Cardona, actualmente en el Parma de la Serie A italiana, no fue una victoria cualquiera, fue un mensaje para el futuro.


    Un recordatorio para España: en el Metropolitano, lo grande tiembla. Lo gigante cae y lo épico sucede.

    España llega a casa con un 0-0 que no define pero que prepara. Alemania demostrará su fortaleza, como siempre, y la actual campeona del mundo deberá encontrar el camino que en Kaiserslautern se negó entre botes y resbalones. Pero esta vez no habrá excusas, ni viento adverso, ni césped hostil: habrá grada, habrá nación y alma.

    Porque lo que en Kaiserslautern fue contención, en Madrid será volcán.
    Porque lo que allí fue inicio, aquí será eternidad.

    Pocos nombres pueden describir ese estadio con verdad y con huella. José Luis Sánchez Vera, arquitecto de una de las etapas más intensas del Atlético Femenino, conserva aún la vibración de ese hormigón que cambia el ánimo, de esa acústica que se mete en la piel. Habla del Metropolitano con propiedad, con emoción, con fidelidad a un templo que él dirigió desde la banda y que lo marcó para siempre. No habla como un entrenador más: habla como un hombre que ha visto de cerca cómo la mística se despliega sobre el césped.

    No se trata aquí de citarlo como si sus palabras fueran externas al relato —no—, sino de integrarlas al pulso mismo de esta crónica. Porque cuando él recuerda, el estadio respira. Cuando él pronuncia, España cree. Sánchez Vera expresó que jugar en el Metropolitano supone mucho más que actuar como local: es un factor emocional decisivo que puede impulsar al fútbol femenino y blindar su crecimiento, dijo con convicción editorial, con conocimiento profundo del terreno y del alma rojiblanca. Y cuando evocó su experiencia, confesó con orgullo limpio que tuvo el privilegio de dirigir allí al Atlético, como quien reconoce que pisó un escenario sagrado, imponente, capaz de erizar la piel incluso en el silencio prepartido.

    Sánchez Vera lo siente y lo transmite: el Metropolitano transforma. Él no lo analiza; lo reverencia. Lo respeta como se respeta lo mítico.
    Como se guarda lealtad a las cosas que te construyen.

    Y así, en la víspera de una final europea, sus palabras no son opinión: son una brújula que nos guía.

    La cita ya era poderosa y ahora es histórica porque puede durar noventa minutos o más.

    La Casa Real ha confirmado la presencia de Su Majestad el Rey Felipe VI en esta final trascendental. Y en un momento en que el deporte femenino reclama su espacio, su dignidad y su reconocimiento, la presencia del Rey no es un gesto protocolario: es una señal de respaldo firme, visible y sentido. Un símbolo de apoyo institucional que eleva aún más la magnitud del encuentro. Un mensaje claro al mundo: España cree en sus jugadoras, en su selección, en su futuro y el Jefe del Estado será testigo directo.

    Felipe VI, nuestro monarca, estará en el Metropolitano como primer seguidor de este equipo, como representación de una nación que se mueve unida cuando hay gesta en el horizonte. No es una anécdota: es un acto de presencia que honra, respalda y sostiene. Porque cuando el Rey se sienta en el palco, el encuentro deja de ser solo un partido. Se convierte en compromiso de país. Se convierte en memoria futura.

    La asistencia puede rozar el récord absoluto del fútbol femenino en España, sería preciosa la postal .

    Las gradas serán océano y la final un altar donde ellas, vestidas de rojo brillarán en el firmamento .

    Solo hay que imaginar la escena, que es sencillo, las jugadoras caminan por el túnel —respiración corta, mirada firme— y al salir ven el cielo rojo del Metropolitano latiendo. Suena el himno. El Rey observará desde el palco con la solemnidad y el respeto que merece la ocasión. Cincuenta, sesenta, quizá setenta mil gargantas empujan como si cada una fuese motor. Alemania enfrente. España en casa. El partido definirá a las campeonas, mientras que Europa lo mirará con envidia sana.

    Allí, bajo ese cielo rojo, España jugará por algo más que un trofeo.
    Jugará por un legado.
    Por una generación que ya no pide espacio: lo conquista.
    Por un país que cree, que empuja, que late unido.

    El Metropolitano será la llama.
    Sánchez Vera, el eco que inspira.
    El Rey, la presencia que honra.
    España, el corazón que arde.

    2 de diciembre de 2025 — Riyadh Air Metropolitano — 18:30 horario peninsular
    La final no está por jugarse, la final está por escribirse.
    Y el destino se escribe siempre donde la piel se eriza.

    Y cuando se hable del futuro del fútbol femenino en España, el Metropolitano será una de las primeras palabras pronunciadas. Porque este estadio no llega virgen a la historia: ya fue escenario, ya fue catedral, ya fue termómetro de una revolución. Aquí se jugó Liga F cuando aún muchos dudaban. Aquí se abrió camino. Aquí se enseñó al mundo que el fútbol femenino no cabía en recintos pequeños, que merecía grandes templos, grandes focos y grandes latidos.

    Cómo no recordar aquel 17 de marzo de 2019, cuando el Atlético de Madrid y el F.C. Barcelona reunieron en este mismo coliseo a 60.739 espectadores, un récord de asistencia para un partido de fútbol femenino en España que dio la vuelta al planeta y que aún se pronuncia con orgullo, como un antes y un después en la psique de todos y dejó el 0-2 de las azulgrana en un segundo plano, porque aquella mañana se demostró que este deporte no entiende de género, es mágico y maravilloso.

    (Fuente: “El Partido de Manu”)
    (Fuente: Diego Ruiz | Time Just)

    Ese día el Metropolitano no solo acogió un encuentro: proclamó un mensaje, uno capaz de cruzar fronteras y romper prejuicios. Una fecha que no se borra, que no se diluye, que permanece como huella fundacional.

    Desde entonces, la Liga F ha entrado y salido de aquí como quien visita su hogar más grande.

    El Madrid CFF, el Barça o el Betis, rivales de alto vuelo, partidos con tensión y brillantez. Cada vez que las jugadoras pisaron esta alfombra roja de césped, el estadio respondió con ovación y presencia. Cada encuentro fue un ladrillo colocado hacia este momento, cada noche fue preparación ante el gran salto. El Metropolitano ha sido espejo del crecimiento, cuna del ruido, prueba consciente de que el fútbol femenino ya no espera: avanza.

    Por eso, cuando España y Alemania salten al campo en esta final, no será un debut; será una culminación. El Metropolitano no solo verá historia: será su autor.

    Ninguna nación se define sólo por sus títulos. Se define por lo que inspira en la gente que viene detrás. Y si hoy hay niñas en cada barrio, en cada colegio, en cada campo de tierra, jugando con ilusión y convencidas de que pueden llegar a vestir la Roja… es porque las heroínas de 2023, de 2024, de 2025 y de todo lo que está por venir les abrieron el camino a golpe de talento y orgullo.

    España no sólo ganó un Mundial. España ganó futuro.
    Ganó autoestima.
    Ganó un lugar en el gran mapa del deporte universal.

    El fútbol femenino español ya no es la alternativa: es la referencia.
    Ya no es el sueño: es el camino.

    Que una final de la Liga de Naciones reúna a más de 45.000 personas es un gesto de modernidad deportiva, pero también de identidad nacional. El Metropolitano no será sólo un estadio: será un grito común.
    Un canto a un deporte que ha dejado de pedir permiso y ahora exige su sitio.

    Porque cuando España se juega algo —sea una clasificación, un amistoso o un simple encuentro de preparación— lo hace con alma de campeón. Y su gente lo sabe. Lo siente y acude en masa, con una dosis muy elevada de orgullo.

    El fútbol femenino español ya no se mira desde arriba ni desde fuera. Se vive desde dentro. Se vive desde la piel y se siente como un deber patriótico.

    Fiamma Benítez, madrileña adoptiva del Metropolitano, representa al espíritu de la lucha diaria, del talento que arde, de la entrega sin excusas.
    Vicky López simboliza el genio precoz, la elegancia, la creatividad que España siempre soñó con tener.

    Dos jugadoras jóvenes, dos banderas en movimiento, dos orgullos nacionales.
    Están en los actos oficiales porque ellas ya son España.

    Pero junto a ellas están Alexia, Aitana, Cata Coll, Jennifer Hermoso o Mapi León, custodiando la bandera rojigualda con valor .

    Y detrás de todas nuestras heroínas, millones de españoles que ya han decidido que este fútbol también es suyo y les importa.

    Cuando Claudia Zornoza dice que “mereció la pena”, no habla de un torneo.
    Habla de una vida dedicada a un sueño.
    Habla de entrenar en campos vacíos y ver ahora estadios repletos.
    Habla de una generación que empujó para que las niñas no tuvieran que pedir permiso para jugar.

    Lo que ellas hicieron —las que estuvieron antes, las que batallaron sin focos— fue un acto patriótico.
    Un servicio al país.
    A la sociedad.
    A la igualdad.
    Al deporte.

    Si hoy España puede presumir de ser potencia es porque ellas soñaron en pleno silencio. Y porque las niñas que juegan hoy lo hacen ya sin miedo al que dirán.

    España está construyendo un patriotismo sano, deportivo, moderno.
    Un patriotismo que no excluye: inspira.
    Que no divide: une.
    Que no se grita contra nadie: se grita por todas.

    Cuando España salte al césped del Metropolitano, no será sólo un equipo representando a un país.
    Será un país representándose a sí mismo.

    Un país que ya no acepta que el fútbol femenino sea tratado como una categoría menor.
    Un país que exige respeto, visibilidad, inversión, voz.
    Un país que se ha enamorado de su equipo, de sus jugadoras, de su estilo, de su coraje.

    Y sí, un país que siente orgullo patrio cuando ve a España ganar, competir o simplemente aparecer en el césped con la camiseta roja.

    Los 45.000 aficionados que ya han llenado más de medio Metropolitano no van a ver un partido.
    Van a participar en un movimiento.

    España está despertando una pasión colectiva que ya no tiene vuelta atrás.
    El fútbol femenino es ya un símbolo de modernidad, progreso, igualdad y orgullo nacional.

    Porque cuando una niña de 6 años se pone la camiseta de la Selección y dice “yo quiero ser como ellas”, España gana.
    Cuando una familia entera compra entradas para ver a la Roja, España gana.
    Cuando un estadio entero canta el himno y se abraza para apoyar a nuestras jugadoras, España gana.

    Y cuando nuestras futbolistas miran a la grada y ven ese océano rojo… España gana, aunque el marcador diga otra cosa.

    Habrá un país mirándose al espejo y gustándose.
    Habrá un país que se reconoce en sus mujeres.
    Habrá un país que dice: “Estamos aquí. Hemos llegado y no nos iremos nunca.”

    Porque es contra Alemania, un gigante histórico.
    Porque España quiere seguir creciendo.
    Porque las jugadoras sienten que el país está detrás.
    Porque los estadios llenos no son casualidad: son compromiso.
    Porque cada entrada vendida es un grito que dice: “Seguimos, creemos y apostamos.”

    Este partido importa porque EXPRESA algo.
    Porque DEFIENDE algo.
    Porque CELEBRA algo.
    Porque PROMETE algo.

    Porque es contra Alemania, un gigante histórico.
    Porque España quiere seguir creciendo.
    Porque las jugadoras sienten que el país está detrás.
    Porque los estadios llenos no son casualidad: son compromiso.
    Porque cada entrada vendida es un grito que dice: “Seguimos,creemos y apostamos.”

    Que ruja el Metropolitano.
    Que avance la Roja.
    Que el país se encienda.
    Y que el mundo tome nota:
    España ya es potencia. Y ya es orgullo.
    La patria del fútbol femenino ya tiene nombre y su nombre es España.

    El fútbol femenino en España ya no es una promesa. Es una certeza. Es una identidad. Es una bandera que flamea con la misma fuerza que el orgullo de un país que ha aprendido —por fin— a reconocerse en la grandeza de sus mujeres. Este martes 25 de noviembre, en Madrid, la Real Federación Española de Fútbol confirmó un dato que no es una cifra más: más de 45.000 entradas vendidas para el encuentro entre España y Alemania en el Estadio Metropolitano.
    Cuarenta y cinco mil motivos para creer. Cuarenta y cinco mil voces que ya resuenan antes de que el balón eche a rodar.


    Un estadio que ya entendió el poder de este deporte, que ya abrió sus puertas para que la Liga F respirara grandeza, ahora servirá como trono para la coronación continental.

    Porque si hay un lugar para cerrar un ciclo que empezó aquel 17 de marzo de 2019 en un Atlético de Madrid 0-2 Barcelona, si hay un escenario nacido para albergar finales, para alzar títulos y convertir noches en memoria eterna, es este.
    El templo que un día batió récords.
    El hogar donde la Liga F empezó a volverse gigante.

    (Fuente: RFEF)


    El estadio donde España puede tocar la gloria está presto para dejar en evidencia ese viejo dicho que reza que el fútbol es un deporte de 11 contra 11 y siempre gana Alemania.

    🔜 𝙉𝙀𝙓𝙏 𝙂𝘼𝙈𝙀

    🏆 UEFA Women’s Nations League 2025

    🔥 España 🇪🇸 🆚 Alemania 🇩🇪🔥

    ✨ La final ✨

    📅 Martes, 2 de diciembre de 2025

    ⏰ 18:30 horario peninsular

    📺 La 1 de RTVE

    🫶 Matchday 2 | Dia de partido

    🏟️ Riyadh Air Metropolitano, Madrid

    (Fuente: “El Partido de Manu”)
  • Reportaje | Edna Imade ; su familia como motor vital

    (Fuente: RFEF)

    🟦 Su historia personal la impulsa cada día mientras ve su sueño hacerse realidad.

    Ríos de tinta se han desbordado para intentar contar el fenómeno. Palabras incontables se han lanzado en titulares, columnas y crónicas buscando descifrar el misterio de Edna Imade. Desde su irrupción con la fuerza de un trueno en la Selección Española, la emoción se ha propagado como un incendio bello. Periódicos, radios, perfiles oficiales, plumas veteranas y jóvenes aprendices del periodismo deportivo han quedado atrapados en su historia. Incluso la Real Federación Española de Fútbol ha abrazado su llegada al combinado nacional en un vídeo que no es sólo una presentación, es un manifiesto. Porque la aparición de Edna no es solo una convocatoria: es un suceso cultural, una reparación poética, una revisión de lo que significa llegar desde tan lejos hasta tan alto.

    (Fuente: RFEF)

    Pero ninguna de esas publicaciones ha logrado contener entero el viaje. Ninguna palabra —ni todas juntas— bastan para narrar la magnitud de esa travesía. Para comprender lo que significa este “gol a la vida”, hay que desplazarse atrás, muchísimo atrás, hasta el polvo del Sahara, donde nacen historias que nadie pretende recordar y que luego, con milagro y fútbol, pasan a ser eternas.

    “El camino ha sido muy difícil, ha sido largo, pero algo siempre digo: cuando algo te cuesta mucho, lo disfrutas más”, relata Edna con la voz estremecida. Ella lo celebra hoy vestida de rojo, recibiendo una convocatoria que hizo llorar a todo el vestuario, pero el trayecto que la llevó hasta esa sala de prensa, hasta ese Himno Nacional que ahora también le pertenece, empezó en un lugar díficil de imaginar desde el asiento mullido de un estadio moderno: comenzó con una mujer valiente y dos bebés recién nacidos cruzando un desierto.

    Su madre, la protagonista silenciosa de toda esta historia, tomó una decisión que sólo puede surgir del amor más feroz: abandonarlo todo para dar a sus hijos una vida que no conocían, que no existía aún, pero que creía posible. Cruzar el Sahara con dos criaturas. Desafiar al sol, al hambre, al miedo. Dormir con la incertidumbre como manta. Llegar a Marruecos con el sueño todavía vivo pero el cuerpo desgarrado tras dar a luz. Tres o cuatro meses de pausa por necesidad vital. Y después, la infamia más arriesgada, esa palabra que hace temblar mares enteros: patera.

    La noche era un límite. El agua, un dios cruel. La costa española parecía ficción. Y de repente una ola, enorme, violenta, capaz de tragarse para siempre todo un futuro, golpeó la embarcación. Su hermano cayó al océano. Un segundo que pudo haber sido final. Un hombre —uno cualquiera, uno que hoy tal vez ignore que fue protagonista de un milagro— saltó sin pensarlo y lo rescató. Lo devolvió a la vida. Y con ese gesto anónimo, también salvó el futuro del fútbol español sin saberlo.

    Llegaron a Algeciras. Hubo manos que acogieron. Hermanas que ofrecieron techo, leche, nombre humano. Allí comenzó su vida en España, pequeña pero firme, como semilla que no sabe que un día será bosque. Allí se formó el idioma, la escuela, la calle, los pasos desordenados de la infancia.

    A veces los destinos comienzan en el recreo. Así empezó el suyo. Mientras otras niñas saltaban cuerda o bailaban palmas, Edna perseguía un balón que parecía imán. Un profesor de educación física la vio jugar entre chicos, con convicción y potencia. Lo que él observó aquel día fue un don crudo, sin moldear, pero evidente como un relámpago. Llamó a su madre y le recomendó apuntarla a un equipo local. Ella primero quiso inscribirla en flamenco —quizá imaginando belleza, tradición, escenario. Edna probó una clase. Una sola. Duró lo que dura un rechace mal despejado. Su casa estaba en el fútbol.

    Su madre lo entendió. Y apoyó. Ese gesto —aparentemente simple— fue el primer pase de gol de esta historia.

    A veces los destinos comienzan en el recreo. Así empezó el suyo. Mientras otras niñas saltaban cuerda o bailaban palmas, Edna perseguía un balón que parecía imán. Un profesor de educación física la vio jugar entre chicos, con convicción y potencia. Lo que él observó aquel día fue un don crudo, sin moldear, pero evidente como un relámpago. Llamó a su madre y le recomendó apuntarla a un equipo local. Ella primero quiso inscribirla en flamenco —quizá imaginando belleza, tradición, escenario. Edna probó una clase. Una sola. Duró lo que dura un rechace mal despejado. Su casa estaba en el fútbol.

    Su madre lo entendió. Y apoyó. Ese gesto —aparentemente simple— fue el primer pase de gol de esta historia.

    Y entonces, llegó el instante que marca el giro exacto de esta epopeya moderna.

    (Fuente: RFEF)

    La Selección Española publicaría la lista de convocadas a la mañana siguiente. Edna asumió que no estaría. Quizá porque todo lo obtenido siempre le costó. Quizá porque no creció acostumbrada a que el mundo dijera “sí”. Pero cuando llegó al entrenamiento, su entrenador Arturo le anunció la noticia: era convocable. Se proyectó un vídeo. Su nombre brilló en pantalla. Y ella lloró. Lloró con la fuerza acumulada de todos los desiertos, océanos y estadios de tierra por los que pasó.

    Lo primero que pensé fue: Edna, lo has conseguido.”Ese llanto valía más que todas las victorias juntas. Era final y principio. Era la niña que sobrevivió a una ola convirtiéndose en mujer que hoy navega el mar del fútbol mundial.

    (Fuente: RFEF)

    Vídeo de Mayca Jiménez |

    https://vm.tiktok.com/ZNRePMDhc/

    Y entonces aparece la razón última, la que sostiene todo el relato, la que teje pasado, presente y futuro:

    “Mi objetivo siempre ha sido sacar a mi familia adelante. Dios me dio el don del fútbol para eso. Y voy a ir a muerte.”

    Edna no juega sola. Juega con todos ellos. Su madre, su hermano, la ola que no los borró, el mar que quiso tragarlos y no pudo, el desierto que no secó su futuro. Cada vez que corre, lo hace como quien huye del destino que estaba escrito para ella y corre hacia otro que ha decidido escribir con goles. Cada vez que marca, confirma que la esperanza también mete el balón en la red.

    (Fuente: RFEF)


    Y aquí volvemos al principio, no en vano, los ríos de tinta sobre su llegada, el orgullo de la RFEF, el vídeo emocionado, el himno, la camiseta española que ahora lleva puesta, no son un relato reciente, son la consecuencia final de una travesía que empezó bajo un sol abrasador en África, se expandió sobre el Atlántico, se acunó en un convento de Algeciras, se entrenó en un colegio, se afianzó en la Real Sociedad y hoy se consagra en España.

    (Fuente: RFEF)

    La historia nace donde nadie mira: en el barro, en el miedo, en el milagro.
    Y culmina donde todos la ven: en el césped, en el estadio, bajo los focos.

    El círculo se cierra, sin cerrarse nunca del todo: la niña que cruzó un desierto ahora cruza áreas rivales.
    La niña que sobrevivió a una ola hoy ahoga defensas contrarias.
    La niña que jugaba en el recreo es ahora la mujer que juega para un país entero.

    Y entonces la historia empieza otra vez.
    Porque el balón siempre vuelve.
    Porque Edna también.
    Porque lo mejor —indiscutiblemente— todavía no ha pasado.

    Vídeo |

    https://youtu.be/ocVJT3MS3vQ

  • Oficial | España jugará contra una Alemania que tiene una infiltrada

    (Fuente: RFEF)

    🟨 Las campeonas del mundo en 2023 visitan a las germanas que cuentan en sus filas con Bibi Schulze.

    La historia de Bibiane Schulze —o “Bibi”, como también se la conoce— es uno de esos relatos modernos del fútbol femenino europeo, lleno de complejidades identitarias, retos personales y ambiciones deportivas. Y justo cuando parecía que su camino estaba marcado, el destino le da la oportunidad de medirse a la nación con la que alguna vez soñó vestir… en una final histórica.

    En febrero de 2023 fue llamada por la selección española —“La Roja” femenina—, pero tuvo que renunciar apenas un día después debido a una pubalgia. Así quedó cerrado ese intento de vestir la elástica rojigualda.

    Desde entonces, Bibi acumula internacionalidades con Alemania y ha entrado de nuevo en los planes del seleccionador tras su recuperación.

    Y así llegamos al momento actual: la final de la UEFA Nations League 2025. Recientemente, la selección alemana oficializó su convocatoria como sustituta de última hora, tras bajas inesperadas, lo que le da a Bibi la posibilidad real de formar parte del equipo en la final contra España. 

    Para ella, sería algo más que un partido: un choque simbólico. En el otro lado estará la selección que en su día quiso representar, la selección cuyo escudo soñó llevar. Ahora, como defensa de Alemania, podría enfrentarse a aquellas compañeras que vieron en ella a una aspirante a “Leona”.

    Bibiane Schulze simboliza muchas de las tensiones modernas del fútbol femenino europeo: la mezcla de raíces, los debates sobre identidad, la lucha por un lugar, el dolor de una lesión, la esperanza de volver, y sobre todo, la ambición de triunfar.

    Hoy, con 27 años, con su historia marcada por cambios y decisiones difíciles, se encuentra al borde de un momento clave: la final de 2025. Puede que sea el partido que defina mucho de su legado, no solo como jugadora, sino como mujer que eligió un camino, sorteó críticas, rehízo su carrera y llegó a estar ahí, en la antesala de una final.

    ‘La Roja’ buscará seguir aumentando el palmarés de una generación histórica que, además de proclamarse campeonas del mundo en 2023, ya sabe lo que es ganar la competición europea que tiene opción de revalidar. En la primera edición de la UEFA Women’s Nations League, las españolas se impusieron a Francia en la gran final por 2-0. No obstante, en esta ocasión no valdrá con vencer en el primer envite, ya que la final se disputará a doble partido. El primero de los choques se jugará este viernes 28 de noviembre a las 20:30 en el Fritz-Walter-Stadion de Kaiserslautern, mientras que el juego definitorio será la semana que viene, el 2 de diciembre a las 18:30 en el Estadio Metropolitano de Madrid.

    Para buscar el título la seleccionadora contará tanto con Esther González como con Jenni Hermoso, quienes no participaron en la primera sesión de entrenamiento ayer por no haberse sumado aún a la concentración. En el caso de Hermoso, ganar el trofeo podría suponer una satisfacción superior, pues volvió a vestir la camiseta de España en el último parón, después de la polémica en torno al beso no consentido de Rubiales y su posterior exclusión a manos de Jorge Vilda y Montse Tomé.

    El rival por obtener la competición será Alemania, que llega tras superar en una eliminatoria igualadísima a Francia, gracias a la victoria por la mínima (1-0) en tierras germanas y el empate a dos en el país galo. Además, la selección teutona ya sabe lo que es caer a manos de las españolas, ya que este mismo verano fue superada por 1-0 en semifinales de la Eurocopa, con un gol de Aitana Bonmatí en el 113 de la prórroga. Eso sí, también pudo saborear la victoria recientemente, cuando en verano de 2024 dejó a España sin medalla en los Juegos Olímpicos al vencer por 0-1 el enfrentamiento por el bronce.

    España quiere vengarse de este afrenta, ya lo hizo a medias en la semifinales de la Eurocopa 2025 por 1-0 con un gol de Aitana Bonmatí, pero ahora quiere arrebatarle el oro en una Liga de Naciones que levantó en la primera edición y que conquistar de nuevo en el Metropolitano y así hacer ver a Bibi que se equivocó al apostar por las teutonas.

  • La final | Alemania – España

    (Fuente: RFEF)

    🟦 El primer asalto de una guerra deportiva que huele a historia, a grandeza y a legado.

    Hay encuentros que caben en un titular, pero este no, tiene fuerza por sí mismo.

    Este partido no cabe en un renglón, ni en un resumen, ni en un marcador final. Es más grande que un resultado, más profundo que una estadística, más intenso que un planteamiento táctico. Alemania–España es una declaración. Un pulso entre dos maneras de entender el fútbol… y la vida.

    Porque mientras el balón no rueda, ya hay tensiones, pulsos, memorias, fantasmas del pasado y sueños del futuro sosteniéndose en el aire como banderas inmóviles. Este choque es un océano contenido en una sola noche.

    El fútbol femenino europeo ha tenido muchas páginas doradas, pero pocas veces un duelo ha significado tanto. España llega como la selección que cambió el orden: campeona del mundo, finalista en Suiza, número uno del ranking FIFA. La Roja dejó de ser aspirante para ser referencia.

    Alemania, por su parte, es la vieja realeza: la dinastía que dominó Europa antes del nuevo siglo futbolístico español. Ocho Eurocopas. Dos Mundiales. Una hegemonía tan grande que parecía infinita. Hasta que empezó a romperse. Hasta que apareció España. Hasta que algo cambió para siempre.

    Este duelo no es casualidad.
    Es inevitabilidad histórica.

    Alemania representa la tradición conquistadora.
    España, la revolución que reclama su sitio.

    El estadio alemán —frío, metálico, imponente— no será solo un escenario. Será un juez. Un altavoz del miedo o de la valentía. Un lugar donde el silencio pesa más que los aplausos, donde mil voces suenan a veinte mil, donde cada pase mal dado puede ser un suspiro que se convierte en cuchillo.

    España entra al norte con el viento en contra. Y lo prefiere así.
    Porque hay equipos que rinden más cuando se les mira con lupa.
    Porque hay selecciones que nacieron para jugar finales aunque lleve escrito “ida” en el calendario.

    La grada será un mar hostil.
    El campo, un tablero afilado.
    El ambiente, un termómetro emocional.

    España está preparada para todo en el Fritz-Walter Stadion de Kaiserslauten.

    🇩🇪 Alemania — El muro, la disciplina, la insistencia

    Su fútbol es acero pulido a golpes. Bloques sólidos, líneas juntas, juego directo cuando duele, vertical cuando mata. Pocos adornos, nada superfluo.
    Alemania quiere que la noche sea dura.
    Quiere cuerpo, contacto, desgaste emocional.

    Si logra bajar el ritmo del partido, si convierte la posesión en territorio neutral, si España tiene que chocar más que jugar, el gigante renace. Ellas lo saben. Lo huelen. Lo necesitan.

    🇪🇸 España — La palabra, la poesía, la espada

    “La Roja” jugará como quien escribe una sinfonía.
    El balón no se toca: se interpreta.
    No se pasa: se comparte.
    No se corre detrás: se conduce al compás.

    España quiere dominar el tiempo, marcar cuándo se acelera y cuándo se piensa. Quiere que el partido dure lo que dura su posesión. Que Alemania corra detrás del balón. Que la desesperación aparezca como un invitado inesperado.

    Ambas filosofías son incompatibles.
    Por eso este encuentro no será como los demás.
    Será choque, fricción e historia .

    Alemania quiere músculo. España quiere mando.
    Este duelo se juega con botas, pero también con cabeza.
    Quien gane el centro, gana el relato.
    Quien pierda el ritmo, pierde la noche.

    Alemania ve balones altos como puñetazos.
    España, como amenazas controlables.
    Un córner – un gol.
    Una falta lateral – una sentencia.
    “La Roja” deberá convertir cada balón parado en un examen aprobado con matrícula.

    Un pase que rompa.
    Un giro que descoloque.
    Un segundo de magia que nadie se esperaba.

    España puede tardar en herir, pero cuando lo hace, abre grietas que no se cierran.

    No hacen falta listas: hacen falta nombres que pesan como himnos.

    Por España, las arquitectas del juego, las que mueven el reloj, las que huelen el gol antes de que exista. Las que llevan el país tatuado sin tinta.

    Por Alemania, las que nunca agachan la cabeza, aunque llueva plomo en forma de pases españoles. Las que saben que en su ADN está resistir y renacer.

    No son futbolistas. Son protagonistas.
    Cada toque suyo puede reescribir Europa.

    Estos partidos no se preparan únicamente en los entrenamientos.
    Se preparan en la mente.
    En el vestuario.
    En ese pasillo de túnel donde se escuchan los tacos crujir contra el suelo y el himno empieza a sonar aún sin sonar.

    Ambas selecciones se mirarán sin hablar.
    Y esa mirada valdrá más que cualquier charla técnica.

    ¿Quién tiembla primero?
    ¿Quién sostiene la mirada?
    Ahí empieza el partido.

    Este encuentro es la ida.
    Pero huele, sabe, late, duele como una final.

    Porque si España golpea en Alemania, el continente se ajusta.
    Porque si Alemania hiere a España, el mundo entenderá que no se rinde.
    Porque si hay victoria, habrá titular.
    Si hay derrota, habrá fuego.

    Aquí no se juega solo un resultado.
    Aquí se juega legado, memoria y comando.

    (Fuente: RFEF)

    🏆 UEFA Women’s Nations League 2025

    🔥 Alemania 🇩🇪 🆚 España 🇪🇸 🔥

    📅 Viernes, 28 de noviembre de 2025

    ⏰ 20:30 horario peninsular

    ✨ La final ✨

    ❤️ Matchday 1 | Día de partido

    📺 La 1 de RTVE

    🏟️ Fritz-Walter Stadion, Kaiserslautern

    (Fuente: RFEF)

    Publicidad de DAZN

    🖤DAZN lanza su ‘Relax Week’, una semana para desconectar y disfrutar del deporte en abierto 🖤

    Del 24 al 30 de noviembre, DAZN emitirá una amplia selección de eventos en abierto, con partidos destacados de LALIGA EA SPORTS, toda la Serie A y la Bundesliga, en una semana pensada para disfrutar del deporte

    DAZN, la plataforma global líder de entretenimiento deportivo, celebra del 24 al 30 de noviembre su ‘Relax Week’, una iniciativa que busca animar a los aficionados a desconectar del ruido habitual del Black Friday y disfrutar de una semana completa de deporte en abierto. En un momento del año dominado por promociones, compras y prisas, DAZN propone un plan alternativo, quedarse en casa, relajarse y disfrutar de una selección de contenidos gratis, solo con registrarse con un correo electrónico.

    La plataforma ofrece todas las semanas una amplia variedad de contenidos en abierto, desde programas a la carta para profundizar en las grandes competiciones hasta eventos en directo. Sin embargo, con motivo de la ‘Relax Week’, la plataforma ampliará aún más esta oferta.

    Eventos en directo en abierto durante la Relax Week

    LALIGA EA SPORTS – Getafe vs Elche – Viernes 28 de noviembre, desde las 20:30
    Bundesliga –Todos los partidos de la jornada, entre los que destaca el Bayer Leverkusen vs Borussia Dortmund el sábado 29 de noviembre, 18:30
    Serie A – Todos los partidos de la jornada, entre los que destaca el Roma vs Napoli el domingo 30 de noviembre, 20:45
    Formula 1– Gran Premio de Catar
    Entrenamientos libres – Viernes 28 de noviembre, desde las 14:00
    Sprint – Sábado 29 de noviembre, desde las 14:30
    Clasificación – Sábado 29 de noviembre, desde las 18:30
    NHL – Canadiens vs Avalanche – Sábado 29 de noviembre, 21:00
    NFL – Patriots vs Bengals – Domingo 30 de noviembre, 19:00
    Balonmano – GOG vs Barça – Jueves 27 de noviembre, 18:45

    Programas y contenidos a la carta, también en abierto

    · Motor: ‘Código MotoGP’, ‘Código F1’, ‘Paddock Abierto by Aprilia’, ‘Box, Box’, ‘Gearbox’, ‘Pol Position’

    · Fútbol: ‘Premier Corner by Guinness 0,0’, ‘Show me the Money’, ‘La Dazoneta’, ‘Espacio Fútbol’, ‘El Post’, ‘Poker FC’

    · Baloncesto: ‘La Prórroga’

    · NFL: ‘Código NFL’

    · Multideportivo: ‘Revelado’, ‘DECODED’, así como otras producciones originales de documentales y series

    Una semana para relajarse o aprovechar grandes descuentos

    Para aquellos aficionados que no pueden resistirse a las promociones, DAZN también tiene preparadas varias opciones para disfrutar del catálogo deportivos de la plataforma al mejor precio.

    Por un lado, desde hoy y hasta el 30 de noviembre, la plataforma ofrece una oferta exclusiva del plan Premium en modalidad anual con pago fraccionado por 19,99 € al mes. Esta promoción permitirá disfrutar de todo el contenido de DAZN, incluyendo LALIGA EA SPORTS, LALIGA HYPERMOTION, Premier League, F1, MotoGP, Serie A, Bundesliga, NBA, NFL y mucho más, con un precio reducido durante los 12 meses de la suscripción.

    DAZN lanzará también un descuento del 50% en sus planes anuales en modalidad de pago único durante el Black Friday (viernes, 28 de noviembre) y el Cyber Monday (lunes, 1 de diciembre).

    Por último, también con motivo del Cyber Monday, el plan Motor podrá suscribirse por 9,99 € al mes (plan anual con pago fraccionado), o por 109,99 € (pago único anual). Esta propuesta permite disfrutar del final del Mundial de Formula 1 y mantener el mejor precio para vivir toda la temporada 2026 de motor, que incluye MotoGP, WorldSBK y S-CER entre otros contenidos de la plataforma.

    DAZN, la plataforma global líder de entretenimiento deportivo, celebra del 24 al 30 de noviembre su ‘Relax Week’, una iniciativa que busca animar a los aficionados a desconectar del ruido habitual del Black Friday y disfrutar de una semana completa de deporte en abierto. En un momento del año dominado por promociones, compras y prisas, DAZN propone un plan alternativo, quedarse en casa, relajarse y disfrutar de una selección de contenidos gratis, solo con registrarse con un correo electrónico.

    La plataforma ofrece todas las semanas una amplia variedad de contenidos en abierto, desde programas a la carta para profundizar en las grandes competiciones hasta eventos en directo. Sin embargo, con motivo de la ‘Relax Week’, la plataforma ampliará aún más esta oferta.

    Eventos en directo en abierto durante la Relax Week

    LALIGA EA SPORTS – Getafe vs Elche – Viernes 28 de noviembre, desde las 20:30
    Bundesliga –Todos los partidos de la jornada, entre los que destaca el Bayer Leverkusen vs Borussia Dortmund el sábado 29 de noviembre, 18:30
    Serie A – Todos los partidos de la jornada, entre los que destaca el Roma vs Napoli el domingo 30 de noviembre, 20:45
    Formula 1– Gran Premio de Catar
    Entrenamientos libres – Viernes 28 de noviembre, desde las 14:00
    Sprint – Sábado 29 de noviembre, desde las 14:30
    Clasificación – Sábado 29 de noviembre, desde las 18:30
    NHL – Canadiens vs Avalanche – Sábado 29 de noviembre, 21:00
    NFL – Patriots vs Bengals – Domingo 30 de noviembre, 19:00
    Balonmano – GOG vs Barça – Jueves 27 de noviembre, 18:45

    Programas y contenidos a la carta, también en abierto

    · Motor: ‘Código MotoGP’, ‘Código F1’, ‘Paddock Abierto by Aprilia’, ‘Box, Box’, ‘Gearbox’, ‘Pol Position’

    · Fútbol: ‘Premier Corner by Guinness 0,0’, ‘Show me the Money’, ‘La Dazoneta’, ‘Espacio Fútbol’, ‘El Post’, ‘Poker FC’

    · Baloncesto: ‘La Prórroga’

    · NFL: ‘Código NFL’

    · Multideportivo: ‘Revelado’, ‘DECODED’, así como otras producciones originales de documentales y series

    Una semana para relajarse o aprovechar grandes descuentos

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    Por un lado, desde hoy y hasta el 30 de noviembre, la plataforma ofrece una oferta exclusiva del plan Premium en modalidad anual con pago fraccionado por 19,99 € al mes. Esta promoción permitirá disfrutar de todo el contenido de DAZN, incluyendo LALIGA EA SPORTS, LALIGA HYPERMOTION, Premier League, F1, MotoGP, Serie A, Bundesliga, NBA, NFL y mucho más, con un precio reducido durante los 12 meses de la suscripción.

    DAZN lanzará también un descuento del 50% en sus planes anuales en modalidad de pago único durante el Black Friday (viernes, 28 de noviembre) y el Cyber Monday (lunes, 1 de diciembre).

    Por último, también con motivo del Cyber Monday, el plan Motor podrá suscribirse por 9,99 € al mes (plan anual con pago fraccionado), o por 109,99 € (pago único anual). Esta propuesta permite disfrutar del final del Mundial de Formula 1 y mantener el mejor precio para vivir toda la temporada 2026 de motor, que incluye MotoGP, WorldSBK y S-CER entre otros contenidos de la plataforma.

  • Oficial | España vuelve a levantar un título mundial: #SeAcabó: Diario de las Campeonas conquista el Emmy Internacional y firma una gesta histórica para el deporte, la cultura y la memoria colectiva

    (Fuente: Netflix)

    📰 España vuelve a levantar un título mundial: #SeAcabó: Diario de las Campeonas conquista el Emmy Internacional y firma una gesta histórica para el deporte, la cultura y la memoria colectiva 📰

    En una noche marcada por la emoción, el reconocimiento y la justicia histórica, la producción española #SeAcabó: Diario de las campeonas se alzó con el Premio Emmy Internacional al Mejor Documental Deportivo de 2025, consagrando una obra que no solo relata la trayectoria de la Selección Española femenina hacia la gloria mundial en 2023, sino que ha logrado convertirse en un símbolo cultural y social que trasciende el deporte.

    Ante una audiencia internacional y en la meca global del audiovisual, el proyecto dirigido por Joanna Pardos y producido por You First Originals para Netflix superó a tres gigantes:
    • Argentina 78, retrato del primer título mundial argentino en casa,
    • Chasing the Sun 2, la aclamada pieza que narra la epopeya rugbística de Sudáfrica,
    • y Sven, el conmovedor recorrido de un entrenador sueco que luchó contra el cáncer.

    Y aun así, fue la historia de un grupo de futbolistas españolas —de su talento, de su lucha interna y externa, de su unión y de su valentía— la que conquistó al jurado internacional.

    recibir el galardón, la directora Joanna Pardos expresó con emoción contenida lo que este triunfo significa:

    “Es algo en lo que sueñas si te gusta el cine, y más con una historia así. Que una plataforma como Netflix apostara por contarla con libertad total demuestra que están cambiando las normas. Y que una niña vea esto y piense que también puede romper barreras… ese es el verdadero premio.”

    Sus palabras encarnan el espíritu del movimiento #SeAcabó, que no nació en un plató ni en un guion, sino en el vestuario, en los campos de entrenamiento, en las calles y en los corazones de miles de aficionados que vieron en la Selección un espejo de dignidad y coraje.

    SeAcabó: Diario de las campeonas es el cuarto gran proyecto documental de You First Originals, tras Ona Carbonell. Empezar de nuevo (Rakuten TV),
    11 Tiros (HBO Max)
    y Alexia: Labor Omnia Vincit (Prime Video).

    Sin embargo, este era diferente. Este tocaba una fibra íntima, profunda, delicada que te atraviesa la piel en cada escena.

    Como explicó Luis Miguel Calvo, director de contenidos de You First:

    “Fue un proyecto muy complicado, con muchas versiones. No toda la sociedad sentía lo mismo, pero queríamos equilibrar una historia que había sido contada de forma muy desbalanceada. Este documental reivindica la historia real: la de las campeonas.”

    El Emmy no solo premia excelencia audiovisual, sino también valentía.
    La valentía de narrar, de escuchar, de acompañar, de sostener.

    reconocimiento llega en una semana simbólica: la final de la Nations League entre España y Alemania, un duelo que volverá a reunir sobre el césped a cinco de las once protagonistas del documental:
    • Jenni Hermoso
    • Alexia Putellas
    • Irene Paredes
    • Aitana Bonmatí
    • Olga Carmona

    Cinco símbolos, cinco líderes, cinco mujeres que continúan escribiendo capítulos inolvidables para el fútbol español.
    Que su historia sea premiada en Nueva York mientras ellas se preparan para otra final internacional convierte esta coincidencia en una postal irrepetible: la memoria y el presente caminando juntas hacia el futuro.

    La magnitud del triunfo no reside únicamente en el Emmy, sino en lo que representa.

    Es un testimonio de un antes y un después, de un país que aprendió a mirar a sus jugadoras con el respeto que merecen, de un movimiento que trascendió fronteras y que se convirtió en una bandera universal.

    Porque esta victoria, aunque se haya producido en un teatro neoyorquino y no en un estadio, tiene el mismo sabor de las grandes noches deportivas. #SeAcabó: Diario de las campeonas no es solo un documental; es un manifiesto. Es un testimonio para las generaciones futuras, una herramienta pedagógica, una pieza de memoria histórica reciente. Es el reflejo de cómo un grupo de mujeres cambió la percepción social del deporte femenino, conquistó títulos, desafió inercias, rompió silencios y despertó conciencias. Es, en definitiva, la historia real de las campeonas de un país que aprendió a mirarlas a los ojos y reconocerlas como merecían.

    El Emmy Internacional certifica que esta historia, nuestra historia, es universal. Que el talento, el coraje y la dignidad no entienden de fronteras.

    Que cuando España gana, ya sea con un balón en los pies o en la pantalla de millones de hogares, lo hace para emocionar, para inspirar y para recordar que nada ha sido gratis y que cada paso ha costado valentía.

    En Nueva York se escuchó el nombre de #SeAcabó: Diario de las campeonas. Y con él, resonaron los nombres de todas las que lucharon, resistieron y vencieron. Las que hicieron historia sobre el césped y fuera de él. Las que abrieron una puerta que nunca volverá a cerrarse. Las que convirtieron un movimiento en un legado. Las que hoy, una vez más, vuelven a levantar una copa para España.

    Y lo hacen, como siempre, con la cabeza muy alta.

  • Oficial | “Locura” por ir a verlas en el Metropolitano

    (Fuente: Getty imágenes)

    🟦 La RFEF ha informado de que ya se han vendido más de 45.000 entradas para el encuentro en España y Alemania en el coliseo colchonero.

    📰 UN CLAMOR NACIONAL QUE YA LLENA EL METROPOLITANO Y EL CORAZÓN DE UN PAÍS ENTERO 📰

    (Fuente: RFEF )

    El fútbol femenino en España ya no es una promesa. Es una certeza. Es una identidad. Es una bandera que flamea con la misma fuerza que el orgullo de un país que ha aprendido —por fin— a reconocerse en la grandeza de sus mujeres. Este martes 25 de noviembre, en Madrid, la Real Federación Española de Fútbol confirmó un dato que no es una cifra más: más de 45.000 entradas vendidas para el encuentro entre España y Alemania en el Estadio Metropolitano.
    Cuarenta y cinco mil motivos para creer. Cuarenta y cinco mil voces que ya resuenan antes de que el balón eche a rodar.

    Y lo celebraron junto a dos símbolos del presente que ya escriben historia: Fiamma Benítez, orgullo rojiblanco y del futuro de España, y Vicky López, talento generacional del FC Barcelona y de nuestra selección. Dos jóvenes líderes que representan al país que viene, al país que decide no esperar más.

    Pero en medio de este acto solemne, lleno de ilusión y patriotismo deportivo, surgió una frase que no sólo define el momento, sino que explica por qué España está donde está. La exinternacional Claudia Zornoza, en declaraciones a As con Marta Griñán, dejó caer una verdad que atraviesa generaciones como un rayo de conciencia: “Ahora hay más niñas jugando al fútbol, por eso mereció la pena el Mundial”.

    Ahí está todo.
    Ahí está España.
    Ahí está el motor que nos impulsa hacia adelante y ya nada las puede detener, seamos realistas.

    Ninguna nación se define sólo por sus títulos. Se define por lo que inspira en la gente que viene detrás. Y si hoy hay niñas en cada barrio, en cada colegio, en cada campo de tierra, jugando con ilusión y convencidas de que pueden llegar a vestir la Roja… es porque las heroínas de 2023, de 2024, de 2025 y de todo lo que está por venir les abrieron el camino a golpe de talento y orgullo.

    España no sólo ganó un Mundial. España ganó futuro.
    Ganó autoestima.
    Ganó un lugar en el gran mapa del deporte universal.

    El fútbol femenino español ya no es la alternativa: es la referencia.
    Ya no es el sueño: es el camino.

    Que una final de la Liga de Naciones reúna a más de 45.000 personas es un gesto de modernidad deportiva, pero también de identidad nacional. El Metropolitano no será sólo un estadio: será un grito común.
    Un canto a un deporte que ha dejado de pedir permiso y ahora exige su sitio.

    Porque cuando España se juega algo —sea una clasificación, un amistoso o un simple encuentro de preparación— lo hace con alma de campeón. Y su gente lo sabe. Lo siente y acude en masa, con una dosis muy elevada de orgullo.

    El fútbol femenino español ya no se mira desde arriba ni desde fuera. Se vive desde dentro. Se vive desde la piel y se siente como un deber patriótico.

    Fiamma Benítez, madrileña adoptiva del Metropolitano, representa al espíritu de la lucha diaria, del talento que arde, de la entrega sin excusas.
    Vicky López simboliza el genio precoz, la elegancia, la creatividad que España siempre soñó con tener.

    Dos jugadoras jóvenes, dos banderas en movimiento, dos orgullos nacionales.
    Están en los actos oficiales porque ellas ya son España.

    Pero junto a ellas están Alexia, Aitana, Cata Coll, Jennifer Hermoso o Mapi León, custodiando la bandera rojigualda con valor .

    Y detrás de todas nuestras heroínas, millones de españoles que ya han decidido que este fútbol también es suyo y les importa.

    Cuando Claudia Zornoza dice que “mereció la pena”, no habla de un torneo.
    Habla de una vida dedicada a un sueño.
    Habla de entrenar en campos vacíos y ver ahora estadios repletos.
    Habla de una generación que empujó para que las niñas no tuvieran que pedir permiso para jugar.

    Lo que ellas hicieron —las que estuvieron antes, las que batallaron sin focos— fue un acto patriótico.
    Un servicio al país.
    A la sociedad.
    A la igualdad.
    Al deporte.

    Si hoy España puede presumir de ser potencia es porque ellas soñaron en pleno silencio. Y porque las niñas que juegan hoy lo hacen ya sin miedo al que dirán.

    España está construyendo un patriotismo sano, deportivo, moderno.
    Un patriotismo que no excluye: inspira.
    Que no divide: une.
    Que no se grita contra nadie: se grita por todas.

    Cuando España salte al césped del Metropolitano, no será sólo un equipo representando a un país.
    Será un país representándose a sí mismo.

    Un país que ya no acepta que el fútbol femenino sea tratado como una categoría menor.
    Un país que exige respeto, visibilidad, inversión, voz.
    Un país que se ha enamorado de su equipo, de sus jugadoras, de su estilo, de su coraje.

    Y sí, un país que siente orgullo patrio cuando ve a España ganar, competir o simplemente aparecer en el césped con la camiseta roja.

    Los 45.000 aficionados que ya han llenado más de medio Metropolitano no van a ver un partido.
    Van a participar en un movimiento.

    España está despertando una pasión colectiva que ya no tiene vuelta atrás.
    El fútbol femenino es ya un símbolo de modernidad, progreso, igualdad y orgullo nacional.

    Porque cuando una niña de 6 años se pone la camiseta de la Selección y dice “yo quiero ser como ellas”, España gana.
    Cuando una familia entera compra entradas para ver a la Roja, España gana.
    Cuando un estadio entero canta el himno y se abraza para apoyar a nuestras jugadoras, España gana.

    Y cuando nuestras futbolistas miran a la grada y ven ese océano rojo… España gana, aunque el marcador diga otra cosa.

    Habrá un país mirándose al espejo y gustándose.
    Habrá un país que se reconoce en sus mujeres.
    Habrá un país que dice: “Estamos aquí. Hemos llegado y no nos iremos nunca.”

    Porque es contra Alemania, un gigante histórico.
    Porque España quiere seguir creciendo.
    Porque las jugadoras sienten que el país está detrás.
    Porque los estadios llenos no son casualidad: son compromiso.
    Porque cada entrada vendida es un grito que dice: “Seguimos, creemos y apostamos.”

    Este partido importa porque EXPRESA algo.
    Porque DEFIENDE algo.
    Porque CELEBRA algo.
    Porque PROMETE algo.

    Porque es contra Alemania, un gigante histórico.
    Porque España quiere seguir creciendo.
    Porque las jugadoras sienten que el país está detrás.
    Porque los estadios llenos no son casualidad: son compromiso.
    Porque cada entrada vendida es un grito que dice: “Seguimos,creemos y apostamos.”

    Que ruja el Metropolitano.
    Que avance la Roja.
    Que el país se encienda.
    Y que el mundo tome nota:
    España ya es potencia. Y ya es orgullo.
    La patria del fútbol femenino ya tiene nombre y su nombre es España.

    El fútbol femenino en España ya no es una promesa. Es una certeza. Es una identidad. Es una bandera que flamea con la misma fuerza que el orgullo de un país que ha aprendido —por fin— a reconocerse en la grandeza de sus mujeres. Este martes 25 de noviembre, en Madrid, la Real Federación Española de Fútbol confirmó un dato que no es una cifra más: más de 45.000 entradas vendidas para el encuentro entre España y Alemania en el Estadio Metropolitano.
    Cuarenta y cinco mil motivos para creer. Cuarenta y cinco mil voces que ya resuenan antes de que el balón eche a rodar.

    Y lo celebraron junto a dos símbolos del presente que ya escriben historia: Fiamma Benítez, orgullo rojiblanco y del futuro de España, y Vicky López, talento generacional del F.C. Barcelona y de nuestra selección. Dos jóvenes líderes que representan al país que viene, al país que decide no esperar más.

    Pero en medio de este acto solemne, lleno de ilusión y patriotismo deportivo, surgió una frase que no sólo define el momento, sino que explica por qué España está donde está. La exinternacional Claudia Zornoza, en declaraciones a As con Marta Griñán, dejó caer una verdad que atraviesa generaciones como un rayo de conciencia: “Ahora hay más niñas jugando al fútbol, por eso mereció la pena el Mundial”.

    Ahí está todo.
    Ahí está España.
    Ahí está el motor que nos impulsa hacia adelante y ya nada las puede detener, seamos realistas.

    Ninguna nación se define sólo por sus títulos. Se define por lo que inspira en la gente que viene detrás. Y si hoy hay niñas en cada barrio, en cada colegio, en cada campo de tierra, jugando con ilusión y convencidas de que pueden llegar a vestir la Roja… es porque las heroínas de 2023, de 2024, de 2025 y de todo lo que está por venir les abrieron el camino a golpe de talento y orgullo.

    España no sólo ganó un Mundial. España ganó futuro.
    Ganó autoestima.
    Ganó un lugar en el gran mapa del deporte universal.

    El fútbol femenino español ya no es la alternativa: es la referencia.
    Ya no es el sueño: es el camino.

    Que una final de la Liga de Naciones reúna a más de 45.000 personas es un gesto de modernidad deportiva, pero también de identidad nacional. El Metropolitano no será sólo un estadio: será un grito común.
    Un canto a un deporte que ha dejado de pedir permiso y ahora exige su sitio.

    Porque cuando España se juega algo —sea una clasificación, un amistoso o un simple encuentro de preparación— lo hace con alma de campeón. Y su gente lo sabe. Lo siente y acude en masa, con una dosis muy elevada de orgullo.

    El fútbol femenino español ya no se mira desde arriba ni desde fuera. Se vive desde dentro. Se vive desde la piel y se siente como un deber patriótico.

    Fiamma Benítez, madrileña adoptiva del Metropolitano, representa al espíritu de la lucha diaria, del talento que arde, de la entrega sin excusas.
    Vicky López simboliza el genio precoz, la elegancia, la creatividad que España siempre soñó con tener.

    Dos jugadoras jóvenes, dos banderas en movimiento, dos orgullos nacionales.
    Están en los actos oficiales porque ellas ya son España.

    Pero junto a ellas están Alexia, Aitana, Cata Coll, Jennifer Hermoso o Mapi León, custodiando la bandera rojigualda con valor .

    Y detrás de todas nuestras heroínas, millones de españoles que ya han decidido que este fútbol también es suyo y les importa.

    Cuando Claudia Zornoza dice que “mereció la pena”, no habla de un torneo.
    Habla de una vida dedicada a un sueño.
    Habla de entrenar en campos vacíos y ver ahora estadios repletos.
    Habla de una generación que empujó para que las niñas no tuvieran que pedir permiso para jugar.

    Lo que ellas hicieron —las que estuvieron antes, las que batallaron sin focos— fue un acto patriótico.
    Un servicio al país.
    A la sociedad.
    A la igualdad.
    Al deporte.

    Si hoy España puede presumir de ser potencia es porque ellas soñaron en pleno silencio. Y porque las niñas que juegan hoy lo hacen ya sin miedo al que dirán.

    España está construyendo un patriotismo sano, deportivo, moderno.
    Un patriotismo que no excluye: inspira.
    Que no divide: une.
    Que no se grita contra nadie: se grita por todas.

    Cuando la Roja salte al césped del Metropolitano, no será sólo un equipo representando a un país.
    Será un país representándose a sí mismo.

    Un país que ya no acepta que el fútbol femenino sea tratado como una categoría menor.
    Un país que exige respeto, visibilidad, inversión, voz.


    Un país que se ha enamorado de su equipo, de sus jugadoras, de su estilo, de su coraje.

    Y sí, un país que siente orgullo patrio cuando ve a España ganar, competir o simplemente aparecer en el césped con la camiseta roja.

    Los 45.000 aficionados que ya han llenado más de medio Metropolitano no van a ver un partido.
    Van a participar en un movimiento.

    España está despertando una pasión colectiva que ya no tiene vuelta atrás.
    El fútbol femenino es ya un símbolo de modernidad, progreso, igualdad y orgullo nacional.

    Porque cuando una niña de 6 años se pone la camiseta de la Selección y dice “yo quiero ser como ellas”, España gana.
    Cuando una familia entera compra entradas para ver a la Roja, España gana.
    Cuando un estadio entero canta el himno y se abraza para apoyar a nuestras jugadoras, España gana.

    Y cuando nuestras futbolistas miran a la grada y ven ese océano rojo… España gana, aunque el marcador diga otra cosa.

    Habrá un país mirándose al espejo y gustándose. Habrá un país que se reconoce en sus mujeres.
    Habrá un país que dice: “Estamos aquí. Hemos llegado y no nos iremos nunca.”

    Porque es contra Alemania, un gigante histórico.
    Porque España quiere seguir creciendo.
    Porque las jugadoras sienten que el país está detrás.
    Porque los estadios llenos no son casualidad: son compromiso.
    Porque cada entrada vendida es un grito que dice: “Seguimos. Creemos. Apostamos.”

    Este partido importa porque EXPRESA algo.
    Porque DEFIENDE algo.
    Porque CELEBRA algo.
    Porque PROMETE algo.

    Porque es contra Alemania, un gigante histórico.
    Porque España quiere seguir creciendo.
    Porque las jugadoras sienten que el país está detrás.
    Porque los estadios llenos no son casualidad: son compromiso.
    Porque cada entrada vendida es un grito que dice: “Seguimos,creemos y apostamos.”

    Que ruja el Metropolitano.
    Que avance “La Roja”
    Que el país se encienda.
    Y que el mundo tome nota:
    España ya es potencia. Y ya es orgullo.
    La patria del fútbol femenino ya tiene nombre y su nombre es España.

    (Fuente: Getty imágenes)

  • Oficial | La 1 de RTVE emitirá el Alemania vs España

    (Fuente; RFEF)

    🟨 ¡No te lo puedes perder! La campeona del mundo se mide a la ganadora del bronce olímpico en 2024 en el Fritz-Walter Stadion.

    No te pierdas la ida de la final |

    (Fuente: FIFA)

    ⬜️ España vs Alemania: la final que redefine una era del fútbol femenino europeo.

    Una batalla a doble partido por la primera Nations League Femenina que reclama la atención del continente, solo con eso ya nos entran ganas de apoyar por enésima vez al balompié practicado por mujeres.

    Europa contiene el aliento. El fútbol femenino contiene el tiempo. La selección española femenina —campeona del mundo, número uno del ranking FIFA y referente global de un deporte que ya no entiende de límites— llega este viernes 28 de noviembre al Fritz-Walter Stadion de Kaiserslautern para disputar la primera final a doble partido de la Nations League Femenina, un duelo histórico ante una Alemania que vuelve al primer plano con la voluntad irrevocable de reclamar lo que una vez fue suyo.

    Será a las 20:30 (hora peninsular), en directo y en abierto en La 1 de RTVE, cuando comenzará un enfrentamiento que no solo coronará a una campeona: definirá una era.

    El camino de España hacia la final ha sido una demostración de madurez, autoridad y crecimiento acelerado.
    Lo que antes era promesa, hoy es certeza.
    Lo que antes era un sueño, hoy es un hábito competitivo.

    En semifinales, la selección volvió a mostrar ese aplomo casi quirúrgico que ya es marca registrada. No han sido victorias fruto del azar, sino el producto de un proyecto que ha crecido desde los cimientos y que hoy se sostiene en el talento, la convicción y el rigor.

    España llega a Kaiserslautern como lo hacen las grandes: sin estridencias, pero con firmeza.
    Con la seguridad de quienes saben que son referentes, no por lo que prometen, sino por lo que ya han demostrado.

    Que nadie se engañe: Alemania nunca se fue.

    A pesar de un recorrido más irregular, la selección germana ha demostrado esa resiliencia competitiva que la ha convertido en una potencia histórica.
    Su camino hacia la final ha sido una reconstrucción silenciosa, metódica, basada en un relevo generacional que combina talento, potencia y un rigor táctico innato.

    Las alemanas vuelven a una final internacional para dejar claro que su proyecto sigue vivo.
    Que su esencia competitiva permanece intacta.
    Que siguen siendo Alemania, con todo lo que ese nombre implica en el fútbol femenino.

    La final se decidirá donde se deciden los partidos grandes:
    el mediocampo, territorio donde se mide el carácter, la disciplina, la inteligencia y el alma colectiva.

    (Fuente: RFEF)

    España intentará mover la pelota, anestesiar el ritmo, desgastar a Alemania desde la posesión.
    Alemania querrá romper ese circuito, imponer su físico, castigar cada recuperación como si fuera una oportunidad de oro.

    Será un pulso mental.
    Será un pulso táctico.
    Será, sobre todo, un pulso emocional.

    Allí se definirá quién impone el relato de una final que promete emociones fuertes y que se resolverá, salvo resultado sorprendente por lo abultado del mismo en el Metropolitano el próximo 2 de diciembre de 2025.

    (Fuente: Liga F Moeve)

    🏆 UEFA Women’s Nations League 2025

    🔥 Alemania 🇩🇪 🆚 España 🇪🇸 🔥

    📅 Viernes, 28 de noviembre de 2025

    ⏰ 20:30 horario peninsular

    ✨ La final ✨

    ❤️ Matchday 1 | Día de partido

    📺 La 1 de RTVE

    🏟️ Fritz-Walter Stadion, Kaiserslautern

    (Fuente: RFEF)
  • Oficial | Ya están a la venta las entradas para la final de la Nations League en el Metropolitano

    📌 Venta de Entradas Selección Femenina (España – Alemania) en Estadio Riyadh Air Metropolitano de Madrid (2-12-2025).

    (Fuente: RFEF)

    ❤️España – Alemania | El Metropolitano se prepara para una noche de historia: comienza la venta de entradas para la gran final 💛

    La emoción ya se palpa en el aire. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF), presidida por Rafael Louzán, ha confirmado oficialmente que el lunes 10 de noviembre de 2025, a partir de las 12:00 horas (peninsular española), se abrirá al público general la venta de entradas para el partido de vuelta de la gran final de la UEFA Women’s Nations League 2025, un duelo que promete ser una cita monumental en la historia del fútbol español.

    El encuentro enfrentará a España, vigente campeona del mundo y defensora del título continental, contra Alemania, una selección legendaria que llega al choque como medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de París 2024. Un clásico europeo que trasciende lo deportivo y que volverá a poner frente a frente a dos potencias que han definido el rumbo del fútbol femenino en la última década.

    La cita ya tiene fecha y escenario: el martes 2 de diciembre de 2025, a las 18:00 horas, en el Estadio Riyadh Air Metropolitano, el majestuoso feudo del Club Atlético de Madrid, que volverá a vestirse de gala para recibir a “La Roja” en uno de los partidos más esperados de los últimos años. El templo rojiblanco, que tantas gestas ha albergado, será testigo de una posible tercera corona en categoría absoluta para la selección española femenina, después de haber conquistado la Copa del Mundo 2023 y la Nations League inaugural en 2024.

    Aunque la venta general comenzará el lunes, este viernes 7 de noviembre de 2025 ha arrancado la venta anticipada exclusiva, dirigida a un grupo selecto de aficionados elegidos por la RFEF y a los clientes de Neptuno Premium, un programa de fidelización y experiencias del Atlético de Madrid que ofrece ventajas exclusivas a sus socios, como prioridad en la compra de entradas, acceso preferente a zonas VIP, y eventos especiales relacionados con el club y la Selección.

    Apenas minutos después de abrirse la preventa, la demanda ha sido tan extraordinaria que se ha formado una cola virtual de más de una hora, un fenómeno que refleja el fervor que vive el país con esta generación irrepetible de futbolistas. Las imágenes y comentarios en redes sociales no tardaron en multiplicarse: familias enteras frente a la pantalla, peñas coordinando sus compras, aficionados revisando cada segundo el contador de espera… La pasión por “La Roja” femenina es ya un fenómeno social, cultural y deportivo que no tiene techo.

    España, un país que hace apenas una década soñaba con ver estadios llenos para sus selecciones femeninas, vive ahora un auténtico estallido de orgullo y pertenencia. Las colas digitales, los carteles agotados y la expectación mediática no son solo síntomas de éxito deportivo, sino de una transformación profunda: la del reconocimiento absoluto de que el fútbol femenino sí importa, emociona y moviliza a todo un país.

    El Riyadh Air Metropolitano acogerá una fiesta de magnitud continental. Se espera un lleno total, con más de 70.000 almas teñidas de rojo y amarillo, entonando un mismo grito: “¡Vamos, España!”. Las jugadoras de Sonia Bermúdez podrían vivir una noche que trascienda generaciones. Una victoria supondría un nuevo hito: tres títulos absolutos en solo tres años, un logro reservado para las dinastías legendarias.

    La RFEF ha anunciado que el operativo de seguridad y organización será el más amplio de los últimos tiempos, y ha recordado la normativa de acceso al estadio: no se permitirá la entrada con objetos voluminosos, tales como cascos de moto, carritos de bebé o cualquier elemento que pueda obstaculizar una evacuación o comprometer la seguridad.

    Se espera también la presencia de personalidades del deporte, la cultura y la política, así como una amplia cobertura mediática internacional. Varias televisiones europeas ya han confirmado su retransmisión en directo, conscientes de que este España–Alemania puede convertirse en el evento deportivo femenino más seguido del año.

    Las jugadoras de la Selección son más que futbolistas: son símbolos de una nueva España que celebra la igualdad desde el talento, la entrega y la inspiración. Cada vez que saltan al campo, llevan sobre los hombros la emoción de miles de niñas que hoy sueñan con emularlas, y de millones de aficionados que reconocen en ellas el espíritu de lucha y excelencia que define a un país campeón.

    Aitana Bonmatí, Alexia Putellas, Cata Coll, Ona Batlle, Mariona Caldentey, Irene Paredes, Olga Carmona… Nombres que ya pertenecen al imaginario colectivo, que han cambiado la historia y que, el próximo 2 de diciembre, buscarán añadir un nuevo capítulo a la epopeya dorada del fútbol español femenino.

    Porque cada vez que España juega, no es solo un partido: es una celebración de lo que somos, de lo que hemos logrado y de lo que aún podemos conquistar.

    El lunes 10 de noviembre a las 12:00, cuando se abran las entradas al público general, comenzará una cuenta atrás hacia la historia.

    El Metropolitano será el epicentro de una emoción compartida, un estadio convertido en símbolo de orgullo nacional.

    Y cuando el balón ruede, el rugido del público será una sola voz, un grito unánime que resonará en todo el continente: “¡España, a por la gloria!” 

    (Fuente: RFEF)

    Enlace para comprar las entradas 🎟️ |

    https://t.co/kGvzkxE0gq

    (Fuente: FIFA)
  • Oficial | La final de la Nations ya tiene horario definitivo

    (Fuente : UEFA)

    ⬛️ España jugará en el Metropolitano: la campeona del mundo desafía a Alemania ante más de 70.000 almas rojigualdas.

    (Fuente: “El Partido de Manu”)

    Por primera vez en la historia, la selección española femenina vestirá de rojo en un escenario de leyenda: el Riyadh Air Metropolitano, templo colchonero y símbolo del nuevo fútbol español. El duelo, correspondiente a la vuelta del playoff de la UEFA Women’s Nations League, se disputará el martes 3 de diciembre a las 18:30 horas —adelantado para no coincidir con el Barcelona–Atlético de LaLiga EA Sports—, y promete ser una cita monumental, de esas que marcan una era.

    El choque de ida tendrá lugar el viernes 28 de noviembre en Kaiserlautern (20:30 horas), pero toda la mirada emocional, simbólica y deportiva apunta ya al encuentro de vuelta. Porque ese día, España, campeona del mundo, pisará por primera vez el césped del Metropolitano, en un gesto que trasciende lo deportivo: una declaración de orgullo, de identidad y de crecimiento sin límites del fútbol femenino nacional.

    coincidencia inicial con el Barcelona–Atlético de Madrid masculino, previsto para las 21:00 horas del mismo día, generó un auténtico terremoto en redes sociales. Aficionados, periodistas y referentes del fútbol femenino criticaron la programación por desviar el foco de un partido histórico.
    Ante la ola de indignación, y con el respaldo de la RFEF y del propio Atlético de Madrid, se tomó la decisión de adelantar el España–Alemania a las 18:30 horas (horario peninsular).
    El movimiento no solo evita la solapación, sino que refuerza el protagonismo absoluto de la Selección Española de Fútbol , que jugará en casa con todos los focos sobre ella, sin excusas ni distracciones.

    El Metropolitano, con capacidad para más de 70.000 espectadores, será testigo de una tarde que promete quedar escrita en la memoria colectiva del fútbol español. Nunca antes la selección femenina había disputado un partido en un estadio con semejante capacidad.
    El objetivo no es menor: superar el récord de asistencia en territorio español, fijado en 32.657 aficionados durante la final de la Nations League en Sevilla, el pasado 28 de febrero de 2024, cuando España levantó su primer gran título ante Francia en La Cartuja.
    La RFEF, en colaboración con el Atlético de Madrid, quiere convertir esta cita en una fiesta nacional del fútbol femenino, con precios populares, actividades previas y una campaña masiva de promoción bajo el lema: “El sueño se juega en casa.”

    Han pasado apenas quince meses desde que las jugadoras de Montse Tomé tocaron el cielo en Sídney. Desde entonces, el fútbol femenino español ha vivido un crecimiento sin precedentes: estadios llenos, récords de audiencia, nuevos patrocinios y un sentimiento de pertenencia que recorre cada rincón del país.
    El duelo ante Alemania representa algo más que una eliminatoria continental. Es la oportunidad de rendir homenaje a una generación dorada que ha cambiado la historia del deporte español y de seguir ampliando horizontes hacia el siguiente objetivo: reeditar la gloria en la Eurocopa de 2025.

    El Metropolitano se teñirá de rojo y oro. Se espera una atmósfera imponente, con una afición entregada que coreará el “¡Sí, sí, sí, nos vamos a Berlín!” en referencia al sueño europeo que sigue latiendo.
    El himno resonará como nunca, y cada jugadora —desde Alexia Putellas a Aitana Bonmatí, pasando por Misa, Olga Carmona o Salma Paralluelo— sentirá en el pecho la fuerza de todo un país.

    El rival no podía ser más simbólico. Alemania, ocho veces campeona de Europa y dos del mundo, representa el espejo histórico en el que España siempre se miró. Ahora, las tornas han cambiado. Las campeonas del mundo llegan con la autoridad del presente y la ambición intacta.
    El partido de ida en Kaiserlautern marcará el tono de una eliminatoria que promete tensión, fútbol de quilates y emoción a raudales. Pero el desenlace, el gran capítulo, se vivirá en el Metropolitano, ante una marea roja decidida a rugir como nunca.

    El 3 de diciembre de 2025 quedará en la historia como el día en que el fútbol femenino conquistó el Metropolitano.
    Una tarde de épica, orgullo y reivindicación.
    Una cita que trasciende al marcador.
    Porque más allá de los goles, España jugará con el alma de todo un país. “Somos campeonas del mundo, pero sobre todo, somos un equipo que sigue soñando.