Categoría: Real Madrid

  • La crónica | Exhibición blanca para avanzar en Copa de la Reina

    (Fuente: Real Madrid)

    ⬛️ ¡Triunfo blanco! Las de Pau Quesada hicieron valer su favoritismo y golearon por 0-4 al Espanyol en la Dani Jarque.

    La previa |

    (Fuente: UEFA)

    La Copa de la Reina Iberdrola no entiende de escudos blindados ni de jerarquías inamovibles. La Copa es enero, es frío en las manos y fuego en el pecho, es una eliminatoria que se juega como si fuera la última. Este sábado 20 de enero de 2025, a partir de las 19:00 horas, la Ciudad Deportiva Dani Jarque será escenario de un cruce que es mucho más que un partido: Espanyol y Real Madrid se citan en los octavos de final en una noche que promete épica, identidad y verdad. Lo cuenta Teledeporte, lo abraza RTVE y lo decide el fútbol.

    Hay competiciones que se heredan. La Copa de la Reina se hereda como se heredan las historias que se cuentan a media voz en los vestuarios, como se heredan los recuerdos que no salen en los palmarés pero que pesan más que una medalla. La Copa no es una liga; la Copa no perdona. En la Copa no hay mañana. La Copa es una frontera.

    Enero es su mes natural. Enero y sus tardes que anochecen antes de tiempo. Enero y el césped que cruje. Enero y el murmullo de la grada que sabe que lo que viene no se repite. Y en ese enero, la Copa llama a la puerta de la Ciudad Deportiva Dani Jarque, un lugar donde el Espanyol ha construido algo más que un proyecto: ha levantado un refugio, una identidad, una manera de estar en el fútbol.

    El sorteo emparejó a Espanyol y Real Madrid en octavos. Dos mundos. Dos ritmos. Dos relatos que chocan en una eliminatoria a partido único. Noventa minutos. Penaltis si hace falta. La Copa en estado puro.

    No es un estadio monumental, pero es un hogar. La Dani Jarque es un espacio donde el Espanyol femenino se reconoce, se fortalece y se atreve. Allí, el equipo perico ha aprendido a competir sin complejos, a sostener partidos largos, a resistir cuando toca y a morder cuando el rival se descuida.

    Para el Espanyol, recibir al Real Madrid no es un trámite. Es una declaración. Es la oportunidad de medirse ante uno de los grandes nombres del fútbol español en un contexto que iguala las fuerzas: la Copa. El césped, la cercanía, el viento, la grada… todo suma cuando el partido se juega en casa.

    Hay algo profundamente copero en este escenario. No hay artificio. Hay fútbol.

    El Espanyol llega a esta eliminatoria desde la convicción. Convicción de grupo. Convicción de proyecto. Convicción de que la Copa es un espacio legítimo para soñar.

    No es un equipo que se esconda. El Espanyol sabe quién es y juega desde ahí. Defiende junto, compite cada duelo y entiende que el partido se construye desde la paciencia. En Copa, eso vale oro.

    Hay una idea clara: incomodar al Real Madrid. Negarle los ritmos cómodos. Obligarle a mirar el reloj. Llevarle a un terreno donde el talento necesita esfuerzo y donde cada balón dividido cuenta como una final.

    El Espanyol no tiene nada que perder y todo que ganar. Esa es una de las verdades más peligrosas del fútbol.

    El Real Madrid llega a la Dani Jarque con el peso de la expectativa. En la Copa no basta con presentarse; hay que imponerse. El club blanco afronta cada competición con la obligación de llegar lejos, y la Copa de la Reina no es una excepción.

    Este Real Madrid es un equipo construido para dominar. Para tener la pelota, para marcar el ritmo, para decidir los partidos desde el control. Pero la Copa le exige algo más: adaptación. Porque no todos los partidos se ganan desde el guion.

    En eliminatorias como esta, el Real Madrid necesita encontrar equilibrio entre su propuesta ofensiva y la gestión emocional del partido. La paciencia será clave. La concentración, innegociable. Un error, un despiste, una transición mal defendida, y la Copa no perdona.

    Hay partidos que se juegan con la cabeza antes que con las piernas. Este es uno de ellos.

    El Espanyol sabe que el Real Madrid llegará con balón, con estructura, con talento. Sabe que habrá momentos de resistencia. Y sabe, también, que habrá un instante. Un balón parado. Un error. Un segundo balón. La Copa vive de esos instantes.

    El Real Madrid, por su parte, sabe que la ansiedad puede ser su mayor enemigo. Que el reloj corre igual para todos. Que cada minuto sin gol alimenta la fe del rival.

    La gestión del tiempo será tan importante como la gestión del espacio.

    Toda eliminatoria se decide en pequeños duelos invisibles. En la presión tras pérdida. En la segunda jugada. En la capacidad de sostener el bloque.

    El Espanyol buscará cerrar pasillos interiores, proteger su área y lanzar ataques rápidos cuando recupere. El Real Madrid tratará de ensanchar el campo, mover el balón con velocidad y encontrar superioridades entre líneas.

    Será un choque de ritmos. De paciencia contra urgencia. De resistencia contra ambición.

    Si algo enseña la Copa de la Reina año tras año es que no hay lógica que valga. Hay noches donde el favorito cae. Hay tardes donde un equipo escribe una página para siempre.

    El Espanyol quiere una de esas noches. El Real Madrid quiere evitarla.

    Y en medio, el fútbol. Ese deporte que no entiende de presupuestos cuando el balón echa a rodar.

    Que este partido se emita en directo por Teledeporte no es un detalle menor. Es una declaración de intenciones. La Copa merece ser contada. Merece cámaras, merece relato, merece memoria.

    RTVE acompaña una eliminatoria que representa lo mejor del fútbol femenino español: competitividad, identidad, emoción y verdad.

    Porque hay partidos que no solo se juegan. Se narran. Se recuerdan. Se heredan.

    Habrá un momento —siempre lo hay— en el que el partido deje de ser táctico y se vuelva emocional. Un momento en el que la grada empuje, en el que una jugadora corra un metro más de lo que pensaba, en el que el cansancio se convierta en orgullo.

    Ahí se decide la Copa, en ese instante donde el fútbol se parece a la vida: cuando toca elegir entre rendirse o creer.

    Cuando el árbitro señale el final, alguien habrá ganado algo más que un billete a cuartos. Habrá ganado una historia.

    El Espanyol quiere que esa historia se escriba en su casa, con su gente, en enero. El Real Madrid quiere que la Copa siga siendo un camino, no un muro.

    Y tú, desde casa o desde la grada, serás testigo de algo que solo ocurre una vez.

    Porque la Copa de la Reina Iberdrola no se explica.
    La Copa se siente.

    Y este sábado, en la Ciudad Deportiva Dani Jarque, vuelve a llamar a la puerta del invierno.

    🏆 Copa de la Reina Iberdrola 2025-2026

    🔥 Espanyol de Barcelona 🆚 Real Madrid 🔥

    ✨ Octavos de final ✨

    📆 Sábado, 20 de diciembre de 2025

    ⏰ 19:00 horario peninsular

    📺 Teledeporte

    🏟️ C.E. Dani Jarque, Barcelona

    (Fuente: Liga F Moeve)

    El duelo al detalle |

    Los onces |

    El tiempo no se detiene, la Copa tampoco: cuando el fútbol te pone frente al espejo y te obliga a recordar quién eres

    Hay partidos que no se juegan: se atraviesan. No se disputan durante noventa minutos, sino que se expanden en el tiempo, se deslizan hacia atrás y hacia adelante, conectan recuerdos, decisiones, contextos y estados de ánimo. Hay noches de Copa que no pertenecen del todo al calendario, sino a ese territorio intangible donde el fútbol deja de ser solo fútbol y se convierte en relato. El Espanyol–Real Madrid de la Copa de la Reina fue una de esas noches. No por la igualdad del marcador, no por la incertidumbre final, sino por la crudeza con la que el torneo volvió a ejercer su función más honesta: desnudar a todos. A quien sueña, a quien compite, a quien rota, a quien manda y a quien resiste.

    Porque la Copa no entiende de excusas. No negocia con las intenciones. No se conmueve con los contextos. La Copa pregunta una sola cosa, siempre la misma, siempre incómoda: ¿estás preparada hoy? No mañana. No dentro de un mes. Hoy. Y en la Ciudad Deportiva Dani Jarque, la respuesta fue tan clara como dolorosa para unas y tan reafirmante como necesaria para otras.

    Todo empezó mucho antes del pitido inicial. Empezó en la pizarra, en el gesto de Sara Monforte cuando decidió apostar por un once “muy de Copa”. Un once que no buscaba esconderse, pero sí ofrecer oportunidades. Meritxell Muñoz bajo palos. Paula Perea, Laia Ballesté, Mar Torras, Cristina Baudet, Ángeles del Álamo desde el inicio. Nombres que no suelen protagonizar titulares, pero que sostienen el día a día. Jugadoras que entrenan, esperan, compiten en silencio y entienden que la Copa es, muchas veces, la única puerta que se abre sin llamar.

    El Espanyol asumió el riesgo. Lo hizo con coherencia y con valentía. Porque la Copa también es eso: el lugar donde el entrenador se retrata, donde el proyecto se muestra sin maquillaje. Enfrente estaba un Real Madrid que no vino a experimentar, sino a competir. Un once mucho más reconocible, más cercano al de la Liga F Moeve que al de una rotación profunda. El mensaje era claro: esta competición importa. Y cuando importa, no hay concesiones.

    El balón empezó a rodar y, durante unos minutos, la Copa se dejó querer. El Espanyol salió arriba, sin complejos, empujado por esa energía tan propia de quien sabe que el escenario es grande y la oportunidad única. Paula Arana protagonizó la primera sacudida. Ataque, remate, peligro real. Misa Rodríguez tuvo que emplearse a fondo, detener con dificultad un balón que llevaba intención y amenaza. Fue un instante breve, pero poderoso. De esos que activan a la grada, que encienden una chispa colectiva y hacen creer que, quizá, esta vez sí.

    El Real Madrid respondió sin nervios, pero con una tensión contenida. Meritxell Muñoz tuvo que salir de su portería para cortar un pase de Holmgaard hacia Linda Caicedo. La colombiana ya había aparecido en el radar del partido. Ya había avisado de que estaba conectada, de que había venido a la Copa con una misión personal: volver a marcar. La portera del Espanyol leyó bien la acción, salió con valentía, evitó el mano a mano. Fue un gesto de autoridad. Pero la Copa, como el tiempo, siempre vuelve al mismo punto.

    En el minuto 11 de juego, con todo aún por definir en lo táctico, partido dejó de ser promesa para convertirse en realidad. Linda Caicedo recibió en la frontal del área. No necesitó espacio, ni tiempo, ni permiso. Se perfiló y sacó un zurdazo que no admite adjetivos menores. El balón golpeó la escuadra y entró. Inapelable, 0-1 y camino abierto.

    Un gol que no solo abrió el marcador, sino que cerró un ciclo personal: volver a ver portería tras quedarse sin hacerlo ante el Twente en la última jornada de la fase de liga de la Champions. La Copa como refugio, como reinicio, como escenario donde el talento se reencuentra consigo mismo.

    A partir de ahí, el partido entró en una fase incómoda para el Real Madrid. El gol no trajo calma, sino prisa. El equipo quiso correr más de la cuenta. Pecó de impaciencia, de una toma de decisiones irregular, de esa ansiedad que aparece cuando sabes que eres superior, pero el rival no se rinde.

    Sara Monforte lo leyó rápido. Ajustó el sistema, apostó por un juego más directo y el Espanyol empezó a encontrar grietas. No grandes ocasiones, pero sí sensaciones. El Madrid se refugió en posesiones largas, a veces estériles, a veces desconectadas de la profundidad.

    Hubo minutos de duda. Minutos en los que el partido se sostuvo más en lo emocional que en lo táctico. Y cuando la Copa duda, suele aparecer la calidad. Minuto 43. Pase entre líneas de Athenea del Castillo, de esos que no se enseñan, que se intuyen. Iris Ashley recibió, encaró el mano a mano y definió con frialdad para hacer el 02 con un golpe seco que hirió no solo amplió la distancia, sino que hirió la moral del Espanyol y silenció al respetable que había acudido al Dani Jarque con la esperanza intacta.

    El descanso llegó como llegan siempre los descansos en la Copa: demasiado pronto para quien necesita reaccionar y demasiado tarde para quien ya ha hecho daño. Mientras unas buscaban aire, quien escribe aprovechó esos quince minutos no para ingerir una barrita energética, sino para hidratarse, ordenar pensamientos y empezar a preparar la previa del Alhama ElPozo vs Atlético de Madrid. Porque el fútbol no espera, nunca lo hace ni hará.

    El Real Madrid regresó del vestuario con otra cara. Más intensidad. Más claridad. Más decisión. Buscó el error de Caracas, insistió por fuera, aceleró el ritmo. Pero se encontró con una Laia Ballesté imperial, firme, concentrada, sosteniendo al Espanyol con orgullo. Las pericas incluso avisaron en el 50’, con un disparo de Bardad al lateral de la portería de Misa. Un gesto de dignidad competitiva. Un “seguimos aquí” que duró lo que tardó el talento en volver a imponerse.

    Athenea tuvo el tercero en el 52’. Gran jugada. Gran definición. Meritxell Muñoz apareció de nuevo. Mano salvadora. Y el palo terminó de conjurar el peligro. Fue uno de esos momentos que, en otra noche, en otro contexto, podrían haber cambiado el partido. Pero la Copa ya había elegido.

    Linda Caicedo volvió a probar suerte en el 54’. Más decidida. Más protagonista y el 03 llegó como una consecuencia natural. El partido empezó a romperse.

    El duelo empezaba ya a deshilacharse y la pugna individual entre centro cortado. Segundo que sí llega. Iris Ashley emergió otra vez. Remate con la izquierda. Ballesté trató de sacar el balón sobre la línea, pero la pelota terminó dentro para suponer el 04 definitivo en el minuto 55 y la sentencia de muerte blanquiazul estaba dictada por completo.

    Iris Ashley se marchó del campo con un doblete, confirmando sensaciones, confirmando presente, confirmando que la Copa también sirve para señalar soluciones en contextos de necesidad, especialmente en una posición marcada por la baja de Bruun. El Real Madrid encontró respuestas. El Espanyol asumió la realidad.

    El tramo final fue un descenso de intensidad, inevitable cuando el marcador ya no admite discusión. Weir pudo firmar la manita, pero entre Meritxell y el palo evitaron un castigo mayor. Mar Torras, a la salida de un córner, protagonizó una de las pocas llegadas pericas, definiendo desviado. Pau Comendador cerró el partido con un disparo lejano que la portera catalana repelió con solvencia. El pitido final llegó sin suspense, pero cargado de significado.

    El Real Madrid estará en los cuartos de final de la Copa de la Reina, que se disputarán entre el 3 y el 5 de febrero. Pero eso será ya el año que viene. Ahora llega el descanso, las tres semanas de Navidad, la pausa necesaria antes de volver al ruido. El sábado 10 de enero regresará la Liga F Moeve, con la visita del Sevilla al Alfredo Di Stéfano. Después llegará la Supercopa de España en Castellón. El calendario no perdona.

    Y el relato vuelve al inicio. Al mismo punto. A la idea central que la Copa repite cada temporada con una crueldad hermosa: aquí no hay medias verdades. El Espanyol apostó, compitió, ofreció minutos, creyó mientras pudo y aprendió. El Real Madrid confirmó que, cuando el talento decide aparecer, no hay contexto que lo frene. El fútbol siguió su curso. El tiempo no se detuvo. Y la Copa, una vez más, hizo lo único que sabe hacer: decir la verdad.

    Porque al final todo vuelve al balón rodando. A once contra once. A la noche que no se repite. Al espejo que no miente.

    Y a esa certeza incómoda y maravillosa a la vez: en la Copa, siempre gana quien está preparada para hoy, pues el mañana puede no tener cabida en este tipo de torneos.

    (Fuente: Teledeporte)

    📋 Ficha técnica |

    Espanyol (0): Meritxell; Caracas, Ballesté, Julia Guerra, Paula Perea; Ona Baradad (Judit Pablos 61′), Mar Torras (Aina Durán 84′), Torroda, Baudet (Simona 69′); Arana (Naima 69′), Del Álamo (Browne 61′).
    Real Madrid (4): Misa; Eva Navarro (Shei García 68′), María Méndez, Andersson, Holmgaard; Weir (Bennison 73′), Angeldahl (Irune 63′), Däbritz; Athenea, Iris Ashley (Feller 63′), Linda Caicedo (Pau Comendador 68′).

    Árbitra: Cuesta Arribas (Comité Gallego). Amonestó a Mar Torras (minuto 25) y Caracas (minuto 75) con tarjeta amarilla.

    Estadio: Ciudad Deportiva Dani Jarque.

    Goles |

    0-1 Linda Caicedo 11’ ⚽️
    0-2 Iris Ashley 44’ ⚽️
    0-3 Linda Caicedo 53’ ⚽️
    0-4 Iris Ashley 55’ ⚽️

  • La previa | Copa de la Reina: Espanyol vs Real Madrid

    (Fuente: UEFA)

    ⬛️ Espanyol y Real Madrid, 90 minutos de fe, memoria y ambición en la Ciudad Deportiva Dani Jarque.

    (Fuente: UEFA)

    La Copa de la Reina Iberdrola no entiende de escudos blindados ni de jerarquías inamovibles. La Copa es enero, es frío en las manos y fuego en el pecho, es una eliminatoria que se juega como si fuera la última. Este sábado 20 de enero de 2025, a partir de las 19:00 horas, la Ciudad Deportiva Dani Jarque será escenario de un cruce que es mucho más que un partido: Espanyol y Real Madrid se citan en los octavos de final en una noche que promete épica, identidad y verdad. Lo cuenta Teledeporte, lo abraza RTVE y lo decide el fútbol.

    Hay competiciones que se heredan. La Copa de la Reina se hereda como se heredan las historias que se cuentan a media voz en los vestuarios, como se heredan los recuerdos que no salen en los palmarés pero que pesan más que una medalla. La Copa no es una liga; la Copa no perdona. En la Copa no hay mañana. La Copa es una frontera.

    Enero es su mes natural. Enero y sus tardes que anochecen antes de tiempo. Enero y el césped que cruje. Enero y el murmullo de la grada que sabe que lo que viene no se repite. Y en ese enero, la Copa llama a la puerta de la Ciudad Deportiva Dani Jarque, un lugar donde el Espanyol ha construido algo más que un proyecto: ha levantado un refugio, una identidad, una manera de estar en el fútbol.

    El sorteo emparejó a Espanyol y Real Madrid en octavos. Dos mundos. Dos ritmos. Dos relatos que chocan en una eliminatoria a partido único. Noventa minutos. Penaltis si hace falta. La Copa en estado puro.

    No es un estadio monumental, pero es un hogar. La Dani Jarque es un espacio donde el Espanyol femenino se reconoce, se fortalece y se atreve. Allí, el equipo perico ha aprendido a competir sin complejos, a sostener partidos largos, a resistir cuando toca y a morder cuando el rival se descuida.

    Para el Espanyol, recibir al Real Madrid no es un trámite. Es una declaración. Es la oportunidad de medirse ante uno de los grandes nombres del fútbol español en un contexto que iguala las fuerzas: la Copa. El césped, la cercanía, el viento, la grada… todo suma cuando el partido se juega en casa.

    Hay algo profundamente copero en este escenario. No hay artificio. Hay fútbol.

    El Espanyol llega a esta eliminatoria desde la convicción. Convicción de grupo. Convicción de proyecto. Convicción de que la Copa es un espacio legítimo para soñar.

    No es un equipo que se esconda. El Espanyol sabe quién es y juega desde ahí. Defiende junto, compite cada duelo y entiende que el partido se construye desde la paciencia. En Copa, eso vale oro.

    Hay una idea clara: incomodar al Real Madrid. Negarle los ritmos cómodos. Obligarle a mirar el reloj. Llevarle a un terreno donde el talento necesita esfuerzo y donde cada balón dividido cuenta como una final.

    El Espanyol no tiene nada que perder y todo que ganar. Esa es una de las verdades más peligrosas del fútbol.

    El Real Madrid llega a la Dani Jarque con el peso de la expectativa. En la Copa no basta con presentarse; hay que imponerse. El club blanco afronta cada competición con la obligación de llegar lejos, y la Copa de la Reina no es una excepción.

    Este Real Madrid es un equipo construido para dominar. Para tener la pelota, para marcar el ritmo, para decidir los partidos desde el control. Pero la Copa le exige algo más: adaptación. Porque no todos los partidos se ganan desde el guion.

    En eliminatorias como esta, el Real Madrid necesita encontrar equilibrio entre su propuesta ofensiva y la gestión emocional del partido. La paciencia será clave. La concentración, innegociable. Un error, un despiste, una transición mal defendida, y la Copa no perdona.

    Hay partidos que se juegan con la cabeza antes que con las piernas. Este es uno de ellos.

    El Espanyol sabe que el Real Madrid llegará con balón, con estructura, con talento. Sabe que habrá momentos de resistencia. Y sabe, también, que habrá un instante. Un balón parado. Un error. Un segundo balón. La Copa vive de esos instantes.

    El Real Madrid, por su parte, sabe que la ansiedad puede ser su mayor enemigo. Que el reloj corre igual para todos. Que cada minuto sin gol alimenta la fe del rival.

    La gestión del tiempo será tan importante como la gestión del espacio.

    Toda eliminatoria se decide en pequeños duelos invisibles. En la presión tras pérdida. En la segunda jugada. En la capacidad de sostener el bloque.

    El Espanyol buscará cerrar pasillos interiores, proteger su área y lanzar ataques rápidos cuando recupere. El Real Madrid tratará de ensanchar el campo, mover el balón con velocidad y encontrar superioridades entre líneas.

    Será un choque de ritmos. De paciencia contra urgencia. De resistencia contra ambición.

    Si algo enseña la Copa de la Reina año tras año es que no hay lógica que valga. Hay noches donde el favorito cae. Hay tardes donde un equipo escribe una página para siempre.

    El Espanyol quiere una de esas noches. El Real Madrid quiere evitarla.

    Y en medio, el fútbol. Ese deporte que no entiende de presupuestos cuando el balón echa a rodar.

    Que este partido se emita en directo por Teledeporte no es un detalle menor. Es una declaración de intenciones. La Copa merece ser contada. Merece cámaras, merece relato, merece memoria.

    RTVE acompaña una eliminatoria que representa lo mejor del fútbol femenino español: competitividad, identidad, emoción y verdad.

    Porque hay partidos que no solo se juegan. Se narran. Se recuerdan. Se heredan.

    Habrá un momento —siempre lo hay— en el que el partido deje de ser táctico y se vuelva emocional. Un momento en el que la grada empuje, en el que una jugadora corra un metro más de lo que pensaba, en el que el cansancio se convierta en orgullo.

    Ahí se decide la Copa, en ese instante donde el fútbol se parece a la vida: cuando toca elegir entre rendirse o creer.

    Cuando el árbitro señale el final, alguien habrá ganado algo más que un billete a cuartos. Habrá ganado una historia.

    El Espanyol quiere que esa historia se escriba en su casa, con su gente, en enero. El Real Madrid quiere que la Copa siga siendo un camino, no un muro.

    Y tú, desde casa o desde la grada, serás testigo de algo que solo ocurre una vez.

    Porque la Copa de la Reina Iberdrola no se explica.
    La Copa se siente.

    Y este sábado, en la Ciudad Deportiva Dani Jarque, vuelve a llamar a la puerta del invierno.

    🏆 Copa de la Reina Iberdrola 2025-2026

    🔥 Espanyol de Barcelona 🆚 Real Madrid 🔥

    ✨ Octavos de final ✨

    📆 Sábado, 20 de diciembre de 2025

    ⏰ 19:00 horario peninsular

    📺 Teledeporte

    🏟️ C.E. Dani Jarque, Barcelona

    (Fuente: Liga F Moeve)
  • Oficial | El camino despejado hacia Oslo para la Liga F Moeve

    (Fuente: UEFA)

    La Liga F Moeve esquiva a los gigantes históricos y sueña con una final española en la Liga de Campeones Femenina.

    La UEFA Women’s Champions League no es solo una competición; es un territorio simbólico donde se mide el poder real del fútbol femenino europeo, donde se enfrentan modelos, inversiones, culturas y memorias. Cada temporada, el sorteo de los play-offs no se limita a ordenar emparejamientos: define recorridos emocionales, activa viejos fantasmas o libera nuevas ambiciones. Y en esta ocasión, el mapa que conduce hasta Oslo 2026 ha dibujado un escenario tan sugerente como histórico para el fútbol español. Porque por primera vez en mucho tiempo, con el cuadro ya definido y las rutas claramente separadas, los tres representantes de la Liga F Moeve —Atlético de Madrid, FC Barcelona y Real Madrid— saben que no se cruzarán con los tres grandes colosos del continente, Arsenal, Chelsea y OL Lyonnes, hasta una hipotética final. Un dato que no garantiza nada, pero que lo cambia todo.

    La imagen del trofeo emergiendo en el centro del cuadro, con Oslo como destino final, no es solo una postal promocional: es una promesa abierta. Y en esa promesa, España aparece situada en un lado del tablero que permite mirar hacia adelante sin la sombra constante de los gigantes históricos que durante más de una década monopolizaron la cima del fútbol europeo femenino. No es una cuestión de fortuna ni de privilegio artificial. Es el reflejo de un nuevo equilibrio competitivo en el que la Liga F Moeve ya no ocupa un lugar secundario, sino que se sienta en la mesa de los grandes con voz propia.

    Atlético de Madrid, Barcelona y Real Madrid no solo avanzan por caminos distintos, sino que lo hacen compartiendo una misma circunstancia estratégica: Arsenal, Chelsea y OL Lyonnes quedan relegados al otro lado del cuadro, convertidos en un horizonte lejano que solo aparecería en el último acto, en la gran final. En una competición donde cada cruce puede ser una guerra anticipada, evitar a estos tres gigantes hasta el final supone una diferencia sustancial en términos de desgaste, planificación, confianza y narrativa competitiva. No porque los equipos españoles teman esos enfrentamientos, sino porque el fútbol de élite se decide muchas veces por la gestión del camino, no solo por el destino.

    El F.C. Barcelona llega a este escenario como el referente absoluto del fútbol europeo actual. Campeón, dominador, modelo exportable y equipo que ha redefinido el estándar competitivo de la Champions femenina.

    Para el Barça, evitar a Arsenal, Chelsea y OL Lyonnes hasta la final no significa alivio emocional, porque este equipo ha aprendido a convivir con la presión máxima, sino una ventaja estructural que le permite administrar su enorme potencial sin verse obligado a sobrevivir antes de tiempo. El Barcelona ya no juega para demostrar que pertenece a la élite; juega para sostener su reinado. Y este cuadro le ofrece un contexto ideal para llegar a Oslo con el tanque lleno, con las piezas clave intactas y con la sensación de que el camino, sin ser sencillo, no exige un desgaste extremo prematuro. El Barça no esquiva rivales: administra su grandeza. Y eso también es poder.

    El Real Madrid, por su parte, vive este sorteo como una oportunidad histórica de acelerar su proceso de consolidación europea. El proyecto blanco ha crecido lejos del ruido, asumiendo derrotas, aprendiendo de ellas y transformando cada experiencia continental en una capa más de madurez competitiva. Evitar a Arsenal, Chelsea y OL Lyonnes hasta una hipotética final no es un regalo, sino una ventana estratégica que permite al Real Madrid competir desde la progresión y no desde la urgencia. En una competición tan exigente, la posibilidad de avanzar rondas sin enfrentarse de inmediato a los tres grandes imperios históricos ofrece al conjunto blanco algo fundamental: tiempo. Tiempo para creer, para consolidar automatismos, para que la camiseta pese a favor y no en contra. Una semifinal europea ya sería un hito fundacional; una final, un salto de época. Y este cuadro no promete nada, pero sí lo hace posible.

    El Atlético de Madrid completa el tridente español desde un lugar muy distinto, pero igual de significativo. El conjunto rojiblanco es el depositario de la memoria competitiva europea del fútbol femenino español más allá del Barça. Ha sufrido eliminaciones crueles, ha protagonizado gestas inolvidables y ha aprendido a sobrevivir en escenarios hostiles. Para el Atlético, evitar a Arsenal, Chelsea y OL Lyonnes hasta la final supone algo más que una ventaja táctica: es una liberación simbólica. Significa poder recorrer Europa desde su identidad natural, la del equipo incómodo, competitivo, resistente, sin tener que enfrentarse prematuramente a nombres que muchas veces condicionan más por su historia que por su presente. El Atlético sabe jugar estas eliminatorias.

    Sabe sufrir. Sabe competir. Y este cuadro le permite hacerlo sin la presión de una final anticipada antes de tiempo.

    Mientras tanto, al otro lado del espejo, quedan los tres gigantes que durante años marcaron el pulso de la Champions femenina. El OL Lyonnes, el club más laureado de la historia de la competición, observa ahora el tablero desde una posición menos intimidante.

    Sigue siendo un referente, pero ya no es el monstruo inabordable que parecía eterno. Evitarlo hasta la final significa que su peso histórico no condiciona el trayecto de los equipos españoles, que ya no construyen su relato en función de derrotarlo, sino de llegar al último día con opciones reales. El Chelsea, potencia económica y obsesión europea, representa el fútbol físico, vertical y de alta intensidad que tantos quebraderos de cabeza ha generado en el pasado. No cruzarse con él hasta el final elimina uno de los enfrentamientos más exigentes en términos de desgaste físico y mental. Y el Arsenal, guardián de la tradición inglesa, símbolo de una Champions que fue y que quiere volver a ser, queda también relegado a un posible último capítulo, no a una amenaza constante en cada ronda.

    Todo ello configura un escenario que hace apenas unos años parecía impensable: la posibilidad real de que la final de la UEFA Women’s Champions League tenga presencia española asegurada, incluso con el sueño máximo de una final entre dos equipos de la Liga F Moeve. No es una fantasía gratuita. Es la consecuencia directa de años de crecimiento estructural, de inversión sostenida, de profesionalización real y de una generación de futbolistas que ya no compite con complejos. La Liga F Moeve ha dejado de ser una liga de tránsito para convertirse en un ecosistema competitivo capaz de sostener proyectos ganadores en Europa.

    Oslo 2026 aparece así como algo más que una sede. Es el símbolo de una era que puede marcar un antes y un después. Llegar allí sin haber tenido que cruzarse antes con Arsenal, Chelsea u OL Lyonnes no resta mérito; al contrario, demuestra que los equipos españoles han alcanzado el estatus suficiente como para no vivir permanentemente en modo supervivencia. El fútbol no premia la épica constante, sino la consistencia. Y este cuadro reconoce, de forma implícita, que la Liga F Moeve ya forma parte del núcleo duro del fútbol europeo femenino.

    El balón, como siempre, tendrá la última palabra. Pero el contexto ya ha hablado. Atlético de Madrid, FC Barcelona y Real Madrid avanzan sabiendo que el camino hacia Oslo no está condicionado por los tres gigantes históricos hasta el último escalón.

    No es suerte. No es casualidad. Es el reflejo de un cambio de ciclo. Europa ya no mira a España como aspirante, sino como protagonista. Y por primera vez, la final no parece un milagro lejano, sino una posibilidad tangible. Oslo espera y la Liga F Moeve, también.

    (Fuente: UEFA)

    La UEFA Women’s Champions League vuelve a situar al Atlético de Madrid en el centro del gran relato europeo y lo hace con un escenario que invita a soñar sin complejos. El sorteo de los play-offs ha dibujado un camino definido, exigente y a la vez ilusionante para el conjunto rojiblanco, integrado en un cuadro que confirma una circunstancia clave para el fútbol español: los representantes de la Liga F Moeve —Atlético de Madrid, FC Barcelona y Real Madrid— evitan a Arsenal, Chelsea y OL Lyonnes hasta una hipotética final en Oslo. Un contexto que no garantiza nada, pero que marca el tono de una edición en la que España vuelve a presentarse como protagonista real del máximo torneo continental.

    En este marco, el Atlético de Madrid ya conoce con precisión el recorrido que deberá afrontar si quiere alcanzar la gran final de la UWCL. El primer paso llegará en el playoff frente al Manchester United, con un cruce de alto voltaje ante uno de los proyectos emergentes del fútbol inglés. El partido de ida se disputará los días 11 o 12 de febrero en territorio rojiblanco, donde el Atlético buscará construir una ventaja sólida arropado por su afición, mientras que la vuelta tendrá lugar los días 18 o 19 de febrero en Inglaterra, en un escenario exigente que pondrá a prueba la madurez competitiva del equipo madrileño. Superada esta eliminatoria, el camino conducirá a unos cuartos de final de máxima dificultad frente al Bayern de Múnich, uno de los grandes nombres del fútbol europeo. La ida se jugará los días 24 o 25 de marzo en casa, de nuevo con el Atlético apelando a su fortaleza como local, y la vuelta los días 1 o 2 de abril en Alemania, en un duelo que exigirá precisión, resistencia y carácter para seguir avanzando.

    Si el Atlético logra superar ese doble desafío, el premio será una presencia en las semifinales de la Champions, una frontera histórica que marcaría un nuevo hito para el club. En esa penúltima ronda, el rival saldrá del cruce entre París FC, FC Barcelona y Real Madrid, lo que abre la puerta a un duelo de enorme carga simbólica y deportiva, con la posibilidad real de un enfrentamiento entre equipos de la Liga F Moeve en la antesala de la final. La ida de las semifinales se disputará los días 25 o 26 de abril en casa, mientras que la vuelta tendrá lugar los días 2 o 3 de mayo fuera, en una eliminatoria que podría situar al Atlético a un solo paso de Oslo.

    Todo este recorrido se enmarca en un sorteo que ha separado claramente a los grandes gigantes históricos del continente. Arsenal, Chelsea y OL Lyonnes, nombres que durante años han condicionado el destino europeo de muchos clubes, quedan al otro lado del cuadro y solo aparecerían en el horizonte en una hipotética final. Para el Atlético de Madrid, este contexto supone una oportunidad estratégica y emocional: competir desde su identidad, crecer eliminatoria a eliminatoria y recorrer Europa sin la presión de una final anticipada antes de tiempo. No es un camino sencillo, pero sí uno que premia la consistencia, la planificación y la capacidad de competir en momentos clave.

    La Liga F Moeve refuerza así su presencia en la élite continental, con tres representantes que avanzan sabiendo que el destino final no está bloqueado por los viejos imperios hasta el último escalón.

    El Atlético de Madrid, con su hoja de ruta ya definida, afronta esta edición de la UEFA Women’s Champions League con la ambición intacta y la convicción de que el contexto europeo ha cambiado.

    Oslo aparece en el horizonte como un símbolo y como una posibilidad. El reto está servido, el camino trazado y la historia, una vez más, espera ser escrita sobre el césped.

    (Fuente: Liga F Moeve)

    El Real Madrid ya tiene trazado su ambicioso camino hacia la final de la UEFA Women’s Champions League 2025-2026. El conjunto blanco iniciará su andadura en los playoffs frente al París FC, con el partido de ida programado los días 11 y 12 de febrero en tierras francesas y la vuelta prevista en el Estadio Alfredo Di Stéfano los días 18 y 19 de febrero, en un inicio de eliminatoria cargado de tensión y expectativas. Superada esta primera prueba, los cuartos de final enfrentarán al Real Madrid con el eterno rival, el Barça, en una serie que promete emociones intensas y un duelo de máxima rivalidad: la ida se disputará en casa los días 24 y 25 de marzo, mientras que la vuelta se jugará fuera el 1 y 2 de abril. Las semifinales depararán un enfrentamiento de altura frente al vencedor de la llave entre Atlético de Madrid, Manchester United o Bayern de Múnich, con la ida programada para los días 25 y 26 de abril fuera y la vuelta los días 2 y 3 de mayo en el Bernabéu, escenario de sueños y aspiraciones europeas. Con este calendario, el Real Madrid se lanza a la conquista del continente, decidido a consolidarse como una de las grandes potencias del fútbol femenino europeo, combinando ambición, talento y la fuerza de su afición en cada paso hacia la gran final.

    (Fuente: Liga F Moeve)

    Por último, está un Fútbol Club Barcelona que es quizá el que más experiencia tiene en este camino hacia el título.

    El conjunto culé tiene también definido su camino hacia la final de la UEFA Women’s Champions League 2025-2026 en Oslo.

    El equipo catalán disputará los cuartos de final frente al vencedor de la eliminatoria entre Real Madrid y París FC, con el partido de ida programado fuera de casa los días 24 y 25 de marzo y la vuelta en el Camp Nou los días 1 y 2 de abril, en una serie que promete intensidad, emoción y máxima rivalidad. Superada esta fase, las semifinales enfrentarán al Barça con el ganador del cruce entre Atlético de Madrid, Manchester United o Bayern de Múnich, con la ida prevista para los días 25 y 26 de abril fuera y la vuelta los días 2 y 3 de mayo en casa, en un duelo clave que definirá al finalista europeo. Con este calendario, el Barça se lanza con fuerza hacia Oslo, decidido a pelear por la gloria continental y a consolidarse como una de las grandes potencias del fútbol femenino europeo.

    Con todo este recorrido europeo marcado en rojo en el calendario, con eliminatorias que prometen rivalidad, tensión y momentos históricos tanto para el Real Madrid como para el Barça, la atención futbolística de élite no puede permitirse distracciones. Por exigencias del calendario y la intensidad que exige la competición, ahora todos los focos deben ponerse en los octavos de final de la Copa de la Reina Iberdrola, donde se cerrará la acción balompédica de 2025 con la pasión, el drama y la emoción que solo el fútbol femenino sabe ofrecer. Cada pase, cada gol y cada decisión en estos cruces serán determinantes no solo para definir quién avanza, sino también para marcar el cierre de un año cargado de épica, ambición y sueños europeos.

    La UEFA Women’s Champions League ya espera en el horizonte, pero antes de mirar a Oslo, el fútbol español exige atención máxima: la Copa de la Reina Iberdrola será el telón de oro que clausure 2025, recordando a todos que el fútbol femenino no solo crece, sino que se consolida como protagonista absoluto de la escena deportiva internacional.

    (Fuente: UEFA)
  • Oficial | Los tres equipos españoles superan la fase de liga de la Champions

    (Fuente: Liga F Moeve)

    🔲 La fase de grupos de la Champions echó el cierre con el FC Barcelona pasando de forma directa a cuartos de final tras su victoria ante el París (0-2), mientras que, el Atlético de Madrid, que cayó ante el Olympique Lyonnes (4-0), y el Real Madrid CF, que empató frente al Twente (1-1), jugarán una ronda más.

    El fútbol femenino, del que en este medio informamos a diario, con ilusión y rigor periodístico, es más grande que cuando empezamos a hablar de la Liga Iberdrola, lo cual indica que como dice la Liga F Moeve en su eslogan, vamos ganando.

    Esta disciplina entra en otra dimensión cuando nos referimos a la Liga de Campeones Femenina.

    La Women’s Champions League abre su gran libro de las noches eternas: Nyon dicta sentencia, Madrid sueña, Europa contiene el aliento.

    sorteos que no son sorteos. Hay bolas que no giran: pesan. Pesan como la historia, como las noches de febrero que no perdonan, como los estadios que recuerdan cada paso dado y cada herida abierta. El sorteo celebrado en Nyon no fue un simple trámite administrativo en la hoja de ruta de la UEFA Women’s Champions League. Fue un acto solemne. Una declaración de intenciones. Un mapa trazado con tinta de épica que señala, sin rodeos, el camino hacia la gloria… o hacia el abismo.

    Europa ya conoce su destino. La competición de clubes más prestigiosa del fútbol femenino entra en su fase decisiva, ese territorio donde ya no existen los matices ni las excusas, donde cada partido es una final encubierta y cada eliminatoria es un relato completo de resistencia, fe y ambición. Y en ese escenario, Madrid vuelve a situarse en el centro del tablero. Dos equipos. Dos escudos. Dos caminos distintos, pero un mismo objetivo: sobrevivir para seguir soñando.

    El Real Madrid CF y el Atlético de Madrid ya saben a quién deberán derrotar si quieren seguir escribiendo su nombre entre las páginas más nobles del fútbol europeo. No será sencillo. Nunca lo es. Porque la Champions no entiende de comodidad ni de trayectorias recientes. Solo entiende de carácter.

    La sede de la UEFA volvió a ejercer de juez supremo. En sus salas silenciosas, bajo la mirada institucional de Europa, quedaron definidos los emparejamientos de los octavos de final, esa ronda mal llamada “playoff” que en realidad es una criba brutal, una frontera emocional entre quienes aspiran a todo y quienes se quedan en el camino demasiado pronto.

    El formato no concede tregua. Doble partido. Ida y vuelta. Dos semanas para demostrar que perteneces a la élite. Dos noches para sostener el pulso cuando las piernas tiemblan y la cabeza amenaza con traicionar al corazón.

    Real Madrid CF terminó la fase de grupos en la séptima posición, sumando 11 puntos que certificaron su clasificación, pero también dejaron una sensación de exigencia máxima. El crecimiento del proyecto blanco es evidente, sostenido, pero Europa no concede títulos honoríficos. Aquí, cada paso adelante exige una prueba mayor que la anterior.

    El destino quiso que el rival fuera el París F.C. Un viejo conocido. Un equipo incómodo, valiente, bien trabajado, que ya dejó su huella en el estadio Alfredo Di Stéfano, donde logró empatar y demostrar que el respeto en Europa no se hereda: se gana.

    Este cruce no es casual. Es simbólico. El París F.C. representa esa nueva Europa que ya no se arrodilla ante los grandes nombres, que compite sin complejos y que entiende el fútbol desde la disciplina, la intensidad y la convicción colectiva.

    Para el Real Madrid, este enfrentamiento es mucho más que un trámite hacia los cuartos de final. Es una prueba de madurez. Es el momento de demostrar que el club blanco ya no está de paso por la Champions, que ha venido para quedarse, para discutir jerarquías y para mirar a los ojos a cualquiera.

    La ida se disputará el 11 o 12 de febrero. La vuelta, una semana después, el 18 o 19. Dos fechas marcadas en rojo en el calendario de Valdebebas. Dos noches que exigirán todo: talento, carácter, temple y memoria.

    Porque el Real Madrid sabe que, si supera este obstáculo, el premio no será amable.

    El sorteo no solo definió los octavos. También dibujó el cuadro completo, ese mapa que permite intuir futuros imposibles… o inevitables.

    Y en el mismo lado del cuadro aguarda el F.C. Barcelona. El campeón. El referente. El equipo que ha redefinido la Champions en los últimos años con fútbol, dominio y una identidad inconfundible.

    Si el Real Madrid logra imponerse al París F.C., el destino será cruel y fascinante a partes iguales: un enfrentamiento directo con el Barcelona en los cuartos de final. Un duelo que trasciende la competición, que conecta con la historia, con la rivalidad eterna, con la necesidad de medirse al mejor para saber quién eres realmente.

    No hay atajos. No hay rodeos. El camino blanco hacia la final pasa, casi con toda seguridad, por eliminar al rival que marca la era.

    Si el camino del Real Madrid es exigente, el del Atlético de Madrid es directamente una prueba de supervivencia emocional.

    Las colchoneras terminaron la fase de grupos en la 11ª posición, con 7 puntos, sufriendo, peleando, resistiendo. No fue un camino sencillo, pero el Atlético nunca ha entendido otra manera de competir. Este club se forja en la dificultad, en la resistencia, en la convicción de que cada partido es una batalla que se gana desde el compromiso.

    El sorteo deparó un enfrentamiento cargado de significado: Manchester United. Un rival ya conocido. Un gigante histórico del fútbol europeo que ya cayó en Alcalá, donde el Atlético firmó una victoria inolvidable por 0-1 que todavía resuena como una declaración de intenciones.

    Ese recuerdo no garantiza nada. Pero pesa. Y en eliminatorias así, la memoria también juega.

    El United es un equipo poderoso, con talento individual, con experiencia europea creciente y con una estructura diseñada para competir al máximo nivel. Pero el Atlético sabe lo que es enfrentarse a gigantes. Sabe lo que es sobrevivir cuando todo parece en contra.

    La ida, también el 11 o 12 de febrero. La vuelta, el 18 o 19. Dos partidos donde el margen de error será mínimo y donde cada detalle contará.
    Si el camino del Real Madrid es exigente, el del Atlético de Madrid es directamente una prueba de supervivencia emocional.

    Las colchoneras terminaron la fase de grupos en la 11ª posición, con 7 puntos, sufriendo, peleando, resistiendo. No fue un camino sencillo, pero el Atlético nunca ha entendido otra manera de competir. Este club se forja en la dificultad, en la resistencia, en la convicción de que cada partido es una batalla que se gana desde el compromiso.

    El sorteo deparó un enfrentamiento cargado de significado: Manchester United. Un rival ya conocido. Un gigante histórico del fútbol europeo que ya cayó en Alcalá, donde el Atlético firmó una victoria inolvidable por 0-1 que todavía resuena como una declaración de intenciones.

    Ese recuerdo no garantiza nada. Pero pesa. Y en eliminatorias así, la memoria también juega.

    El United es un equipo poderoso, con talento individual, con experiencia europea creciente y con una estructura diseñada para competir al máximo nivel. Pero el Atlético sabe lo que es enfrentarse a gigantes. Sabe lo que es sobrevivir cuando todo parece en contra.

    La ida, también el 11 o 12 de febrero. La vuelta, el 18 o 19. Dos partidos donde el margen de error será mínimo y donde cada detalle contará.

    Mientras Madrid mira su propio reflejo en el espejo europeo, el resto del continente también se prepara para batallas de alto voltaje.
    • OH Leuven – Arsenal: un cruce que enfrenta la frescura y el atrevimiento del fútbol belga con la tradición y la experiencia de uno de los grandes nombres del fútbol inglés.
    • Juventus – Wolfsburgo: dos proyectos sólidos, dos escuelas distintas, dos maneras de entender el fútbol europeo que chocarán sin concesiones.

    Los ganadores de estos cruces ya conocen su destino:
    • El vencedor del OH Leuven–Arsenal se medirá al Chelsea, otro de los grandes aspirantes al título.
    • El ganador del Juventus–Wolfsburgo tendrá que enfrentarse al Olympique Lyonnes, el club que convirtió la Champions en su territorio natural durante más de una década.

    Calendario |

    Octavos de final
    • Ida: 11–12 de febrero
    • Vuelta: 18–19 de febrero
    • Cuartos de final
    • Ida: 24–25 de marzo
    • Vuelta: 1–2 de abril
    • Semifinales
    • 25–26 de abril
    • Gran Final
    • 2–3 de mayo

    Fechas que ya no son números. Son promesas. Son amenazas. Son oportunidades únicas.
    Y ahora sí. Ahora empieza lo de verdad.

    Porque la Women’s Champions League no se juega solo con los pies. Se juega con la memoria, con el miedo, con la ambición, con la capacidad de levantarse cuando todo tiembla. Se juega en febrero, cuando el frío no perdona. Se juega en abril, cuando el cansancio pesa más que las piernas. Y se decide en mayo, cuando solo quedan los que han sabido resistir.

    Madrid está ante su destino. Dos caminos. Dos escudos. Dos maneras de entender el fútbol. Pero una misma certeza: nadie regala nada en Europa.

    Que empiece la noche, ruede el balón y hable la historia.

  • La crónica | El Real Madrid saca brillo a su fútbol en Los Cármenes

    (Fuente: Liga F Moeve)

    🟦 ¡Así gana el Madrid! Las de Pau Quesada se impusieron por 0-3 a las rojiblancas en Andalucía.

    La previa |

    (Fuente: Liga F Moeve)

    #LigaFMoeve | #GranadaRealMadrid

    El estadio Nuevo Los Cármenes será testigo este sábado 13 de diciembre, a partir de las 12:00h, de un duelo cargado de intensidad, pasión y contrastes en la Liga F Moeve. El Granada CF, inmerso en una racha negativa y con la necesidad urgente de sumar, recibe al Real Madrid CF, un equipo que llega en un momento de euforia tras sellar su pase a los playoffs de la UEFA Women’s Champions League y consolidarse como firme aspirante al título nacional. El encuentro, que se podrá seguir en DAZN y Movistar+, promete emociones al límite, con dos realidades futbolísticas enfrentadas en el mismo césped: un equipo que lucha por salir de la sombra del descenso y otro que busca acercarse al liderato con autoridad.

    Granada CF encara este partido en un momento crítico de su temporada. Solo un punto de los últimos doce posibles y una única victoria en los últimos nueve partidos reflejan las dificultades que han marcado el curso del conjunto rojiblanco. Con ocho puntos de ventaja sobre la zona de descenso, las locales saben que cada encuentro cuenta, y el choque frente al Real Madrid se presenta como una oportunidad tanto para reconducir su dinámica como para ganar confianza de cara a lo que resta de campeonato. La afición granadina, fiel y exigente, espera ver un equipo capaz de mostrar carácter, intensidad y espíritu competitivo, y Los Cármenes se perfila como el escenario perfecto para que las jugadoras locales busquen su redención.
    En el plano de bajas, Chika Hirao será la única ausente confirmada en el Granada, mientras que Jujuba Cardozo regresa tras cumplir sanción, aportando energía y desequilibrio en ataque. Su presencia podría ser determinante, especialmente si las nazaríes logran mantener orden defensivo y explotar contragolpes rápidos que pongan en aprietos a un Real Madrid que, pese a sus ausencias, sigue siendo una máquina de fútbol ofensivo.
    El Real Madrid CF llega a Granada en plena euforia. Tras asegurarse el pase a los playoffs de la Champions League, las blancas afrontan esta jornada con la motivación de consolidar la segunda posición de la Liga F Moeve, colocándose a siete puntos del liderato. La reciente victoria frente a la Real Sociedad por 1-0 reafirma su fortaleza y su capacidad para imponerse incluso con ausencias importantes: Merle Frohms, Antonia Silva, Sandie Toletti, Tere Abelleira y Signe Bruun no estarán disponibles, lo que plantea un escenario donde la profundidad de plantilla y la resiliencia del conjunto blanco serán claves para mantener su dominio.

    Históricamente, los enfrentamientos entre Granada y Real Madrid han sido unidireccionales en cuanto a resultados. En las cuatro ocasiones anteriores, las blancas se han impuesto con claridad, incluyendo el duelo de la temporada pasada en Los Cármenes, donde se llevaron la victoria por 1-2. Este dato añade un componente psicológico al choque: las locales buscan romper la tradición, demostrar que pueden competir de tú a tú y dejar atrás un historial que las sitúa como víctimas de su propio pasado reciente frente a un gigante del fútbol femenino español.
    Tácticamente, se espera un duelo vibrante. Granada buscará consolidar líneas defensivas, proteger su portería y aprovechar cualquier oportunidad de contraataque. La disciplina defensiva, la concentración y la capacidad de sorprender al rival en transición serán elementos determinantes. Por su parte, el Real Madrid apostará por la posesión, la verticalidad y la creatividad en el último tercio, confiando en su solidez colectiva y en la calidad individual de sus jugadoras restantes para sortear los bloqueos locales y generar peligro constante. La batalla se librará en cada metro del campo, donde la intensidad física y la claridad mental marcarán la diferencia.

    Más allá de la táctica, este partido también será una prueba de carácter. Granada quiere demostrar que puede levantarse de la adversidad, que Los Cármenes sigue siendo un fortín y que su proyecto, pese a las dificultades, tiene capacidad de competir ante cualquier rival. Por su parte, el Real Madrid buscará afianzar su momento dulce, mostrar que su plantilla está preparada para cualquier desafío y enviar un mensaje claro a sus rivales: están listos para luchar por el título y para competir en todas las competiciones con ambición y autoridad.
    Los aficionados que se acerquen al estadio o sigan la retransmisión en DAZN y Movistar+ serán testigos de un choque donde cada acción, cada balón dividido y cada disparo al arco tendrá un significado enorme. Este duelo de contrastes, donde la urgencia local se enfrenta a la ambición visitante, promete emociones al límite y momentos que definirán la trayectoria de ambos equipos en esta temporada. Desde el pitido inicial hasta el último segundo, Granada CF y Real Madrid CF escribirán un capítulo más en la historia de la Liga F Moeve, un capítulo cargado de drama, pasión y fútbol de alto nivel.
    Este partido es mucho más que tres puntos: es una oportunidad para que Granada CF recupere su orgullo y su confianza, y para que el Real Madrid CF continúe mostrando por qué es uno de los equipos más temidos de la competición. Entre la esperanza y la certeza, entre la lucha y la ambición, Los Cármenes se prepara para vivir una mañana de fútbol épico, donde cada jugadora tendrá la oportunidad de dejar huella y cada aficionado podrá sentir la emoción de una Liga F Moeve que no deja de sorprender y apasionar.

    El duelo al detalle |

    (Fuente: Liga F Moeve)

    🔜 𝙉𝙀𝙓𝙏 𝙂𝘼𝙈𝙀


    🏆 Liga F Moeve |


    ❤️ Temporada 2025-2026


    🔥 Granada C.F. 🆚 Real Madrid 🔥


    🗓️ Sábado, 13 de diciembre de 2025


    📺 DAZN 1 (Dial 70 de Movistar Plus )


    ⏰ 12:00 horario peninsular


    🏟️ Estadio Nuevo Los Cármenes, Granada

    Los onces |

    Nuevo Los Cármenes amaneció con aroma de resistencia y memoria. Granada recibía al Real Madrid con el peso de la derrota reciente en Riazor todavía presente, pero también con la convicción de quien sabe que su temporada no se define ante los gigantes, sino en la constancia diaria. El equipo de Irene Ferreras, asentado en la zona media de la tabla, undécimo con 13 puntos y todavía con una renta tranquilizadora sobre el descenso, necesitaba algo más que puntos: necesitaba recuperar sensaciones, reconstruir certezas y reafirmarse como local.

    Antes de que el balón echara a rodar, el fútbol se detuvo. El estadio rindió un emotivo homenaje a Marta Carrasco y Andrea Romero, dos nombres que ya forman parte de la historia íntima del club, recientemente retiradas, símbolos de una generación que ayudó a levantar el proyecto nazarí. Aplausos largos, miradas vidriosas y un mensaje claro: el Granada también se construye desde la memoria.

    Ferreras movió ficha. Y lo hizo con una declaración de intenciones tan clara como conservadora. Sonia Keefe, Andrea Gómez y Jujuba entraron en el once, y el dibujo fue un 5-4-1 sin ambages, un sistema diseñado para resistir, para sobrevivir al talento rival, para cerrar pasillos y achicar espacios. Bloque bajo, líneas juntas, solidaridad defensiva y la esperanza de que alguna transición, alguna segunda jugada, pudiera abrir una grieta en el coloso blanco.

    Enfrente, el Real Madrid. Un equipo hecho a base de posesión, profundidad y talento individual. Desde el primer minuto, las de Toril tomaron el control del partido, con Athenea del Castillo desatada por la banda derecha, una pesadilla constante. Pero el Granada no se descompuso. Alba Pérez firmó un inicio de partido monumental, secando a la internacional, sosteniendo al equipo durante los primeros quince minutos, en los que el dominio visitante fue territorial, pero no punzante.

    El Granada, fiel a su plan, buscaba respirar con salidas rápidas. Una combinación entre Lauri y Laura Pérez en el minuto 10 forzó un córner y encendió a la grada. Era poco, pero era algo. Mientras tanto, el Real Madrid insistía. Cambios de orientación, centros laterales, paciencia infinita. También el disparo lejano como amenaza: Pau Comendador e Irune Dorado probaron suerte desde fuera del área, avisando de que el muro nazarí, tarde o temprano, sería puesto a prueba.

    Y cuando mejor estaba el Granada, llegó la jugada que pudo cambiarlo todo. Minuto 28. Falta lateral botada por Laura Pérez, salida insegura de Misa Rodríguez, balón suelto y Yoli Sierra empujando a la red. Gol. Explosión. Pero el fútbol moderno tiene un invitado permanente: el VAR. La colegiada señaló falta previa sobre la guardameta. Decisión discutida, polémica, revisada en vídeo y finalmente ratificada. El Granada rozó el premio cuando más lo merecía. Cada cual que juzgue la acción. El marcador, implacable, siguió en silencio.

    Y apenas dos minutos después, el golpe. El fútbol no perdona. Athenea del Castillo volvió a hacer lo que sabe: ganar línea de fondo con potencia y determinación, levantar la cabeza y servir un centro medido, quirúrgico. Pau Comendador apareció completamente sola en el área y definió con frialdad para firmar el 01 en el minuto 30. Una obra de arte nacida en el flanco derecho, un castigo demasiado severo para el esfuerzo local.

    A partir de ahí, el Real Madrid jugó con la serenidad de quien sabe que el partido empieza a inclinarse. Y antes del descanso, desató toda su pegada. En el minuto 44, centro perfecto de Däbritz y cabezazo implacable de Alba Redondo. 02.

    La ex del Levante no había terminado. Porque en el 45, un disparo lejano de Shei García encontró el rechazo de Laura Sánchez, y Redondo, con olfato de ‘killer’, cazó el balón para firmar el 03. Doblete. Sentencia. Las blancas se marchaban al vestuario con una renta cómoda, asegurándose cerrar 2025 entre las tres primeras de la Liga F.

    Las 22 protagonistas ganaron el túnel de vestuarios con una cómoda renta a favor de las madrileñas, que estaban asegurándose acabar este 2025 entre los tres primeros de la Primera División Femenina.

    La segunda parte arrancó con el Real Madrid buscando ampliar la herida. Athenea siguió liderando los ataques, pero el Granada, lejos de rendirse, mostró orgullo. Una gran jugada de Laura Pérez y Lauri, con dos paredes exquisitas, acabó con un disparo de la extrema que se estrelló en el palo izquierdo de la portería blanca. Fue el despertar rojiblanco. Keefe tuvo el gol en el punto de penalti, pero no encontró portería.

    El partido entró entonces en un tramo de ida y vuelta. Laura Sánchez sostuvo al Granada con paradas de mérito ante Iris Ashley e Irune Dorado. Miku obligó a Rocío Gálvez a despejar a córner un disparo que iba envenenado. Blanca Muñoz remató un saque de esquina en el segundo palo y Shei García salvó bajo palos. El Granada competía, atacaba, creía.

    También tuvo el Real Madrid opciones claras. Iris Ashley desperdició dos ocasiones francas generadas por Pau Comendador y Athenea. El marcador no se movía, pero el partido estaba vivo. Baquerizo rozó el gol en un córner, pero entre Misa y Shei evitaron el tanto sobre la misma línea.

    La nota amarga llegó en el tramo final. Silvia Cristóbal tuvo que abandonar el terreno de juego entre lágrimas tras un golpe en el tobillo, una imagen que heló el ambiente. En el descuento, Misa Rodríguez se hizo gigante para negar el gol a Keefe y mantener su portería a cero por cuarto partido consecutivo.

    El pitido final selló una victoria contundente, construida desde la eficacia y el talento. Una actuación coral del Real Madrid, con Athenea del Castillo brillando con luz propia, casi incluso más allá del doblete de Alba Redondo. Las subcampeonas de la Copa de la Reina 2023 alcanzan ya los 32 puntos y se consolidan en la segunda posición de la Liga F, solo por detrás del FC Barcelona.

    El Real Madrid despide 2025 con firmeza y ambición. En el horizonte inmediato, dos citas decisivas: la ‘final’ europea ante el Twente en Champions (miércoles 17, 21:00) y los octavos de Copa de la Reina frente al Espanyol (sábado 20, 19:00). La Liga regresará en 2026 con la visita del Sevilla al Alfredo Di Stéfano el fin de semana del 11 de enero.

    Para el Granada de Irene Ferreras, la derrota duele, pero no condena. Caer ante uno de los colosos no altera su hoja de ruta. Decimoterceras con 13 puntos, miran ya a su compromiso copero ante el ONA (FC Badalona Women) en Cataluña, último capítulo de un 2025 que ha servido para reafirmar identidad, carácter y futuro.

    Porque hay derrotas que también construyen. Y noches, como esta en Los Cármenes, que explican mucho más que un simple resultado.

    (Fuente: Liga F Moeve)

    📋 Ficha técnica |

    Granada (0): Laura Sánchez; Postigo (Blanca Muñoz 63′), Yoli Sierra, Jujuba, Alba Pérez, Baquerizo; Lauri Requena (Mingueza 80′), Leles (Miku 63′), Andrea Gómez (Clara Rodríguez 80′); Laura Pérez (Solvoll 86′), Keefe.

    Real Madrid (3): Misa; Silvia Cristóbal (Keukelaar 80′), Rocío, Andersson, Shei García; Irune, Angeldahl (Weir 63′); Athenea (Eva Navarro 70′), Däbritz (Bennison 46′), Pau Comendador; Alba Redondo (Iris Ashley 46′).

    Árbitra: Acevedo Dudley (Comité Catalán). Amonestó a Leles (minuto 59), Irene Ferreras (minuto 67), Pau Comendador (minuto 85), Blanca Muñoz (minuto 87) y Eva Navarro (minuto 90).

    Estadio: Nuevo Los Cármenes de Granada que acogió el duelo de la decimocuarta fecha de la Liga F Moeve 2025-2026 entre el Granada y el Real Madrid sobre una superficie de hierba natural.

    Goles |

    0-1 Paula Comendador 30’ ⚽️
    0-2 Alba Redondo 44’ ⚽️
    0-3 Alba Redondo 45’ ⚽️

    Vídeo |

    https://youtu.be/XhkHwP38IYw?si=_hAddpBsBd7BtdEk

  • La previa | Granada C.F. vs Real Madrid

    (Fuente: Liga F Moeve)

    🟨 El Granada y el Real Madrid abren la decimotercera jornada de la Liga F Moeve en Los Cármenes en un choque de urgencias y ambiciones.

    Publicidad de Netflix

    Netflix ha revelado hoy el tráiler oficial y el póster de la cuarta temporada de la comedia de los hermanos Caballero, Machos Alfa, que se estrenará en Netflix el 9 de enero de 2026. 

    Cuando la madurez no llega, siempre puedes pedirla a domicilio… y compartirla con tus colegas. En esta cuarta temporada, los Machos Alfa deciden que la mejor manera de afrontar la temida crisis de los 40 es hacerlo en compañía. Alquilan un piso juntos, convirtiendo la amistad en su refugio frente a divorcios, retos de la paternidad e inevitables tropiezos en su proceso de deconstrucción. Entre campamentos para redescubrir la virilidad y sorprendentes nuevos modelos familiares, los protagonistas descubrirán que compartir techo no es tan fácil como pensaban… incluso durante unas vacaciones en Punta Cana.

    La nueva temporada de seis episodios está protagonizada por Fernando Gil, María Hervás, Raúl Tejón, Kira Miró, Gorka Otxoa, Paula Gallego, Fele Martínez y Raquel Guerrero, junto con Marta Hazas,  Irene Arcos, Cayetana Cabezas Paloma Bloyd. La dirección de la serie corre a cargo de Laura Caballero, creada por ella y su hermano, Alberto Caballero, y producida por Contubernio Films.

    Tras el éxito de Aquí no hay quien viva, Laura y Alberto Caballero crean en 2011 Contubernio Films para sumar a las tareas de creación la producción de sus formatos. La productora ha finalizado el rodaje de la temporada 16 de La que se avecina y también cuenta con 4 temporadas de El Pueblo, 3 temporadas de Muertos S.L. y con 4 temporadas de Machos Alfa, confirmándose como un referente en la producción de comedia de este país.

    Tráiler oficial |

    https://youtu.be/uRMkHjyEAWw?si=DnVFJ8qSf9nzfUrA

    El estadio Nuevo Los Cármenes será testigo este sábado 13 de diciembre, a partir de las 12:00h, de un duelo cargado de intensidad, pasión y contrastes en la Liga F Moeve. El Granada CF, inmerso en una racha negativa y con la necesidad urgente de sumar, recibe al Real Madrid CF, un equipo que llega en un momento de euforia tras sellar su pase a los playoffs de la UEFA Women’s Champions League y consolidarse como firme aspirante al título nacional. El encuentro, que se podrá seguir en DAZN y Movistar+, promete emociones al límite, con dos realidades futbolísticas enfrentadas en el mismo césped: un equipo que lucha por salir de la sombra del descenso y otro que busca acercarse al liderato con autoridad.

    Granada CF encara este partido en un momento crítico de su temporada. Solo un punto de los últimos doce posibles y una única victoria en los últimos nueve partidos reflejan las dificultades que han marcado el curso del conjunto rojiblanco. Con ocho puntos de ventaja sobre la zona de descenso, las locales saben que cada encuentro cuenta, y el choque frente al Real Madrid se presenta como una oportunidad tanto para reconducir su dinámica como para ganar confianza de cara a lo que resta de campeonato. La afición granadina, fiel y exigente, espera ver un equipo capaz de mostrar carácter, intensidad y espíritu competitivo, y Los Cármenes se perfila como el escenario perfecto para que las jugadoras locales busquen su redención.

    En el plano de bajas, Chika Hirao será la única ausente confirmada en el Granada, mientras que Jujuba Cardozo regresa tras cumplir sanción, aportando energía y desequilibrio en ataque. Su presencia podría ser determinante, especialmente si las nazaríes logran mantener orden defensivo y explotar contragolpes rápidos que pongan en aprietos a un Real Madrid que, pese a sus ausencias, sigue siendo una máquina de fútbol ofensivo.

    El Real Madrid CF llega a Granada en plena euforia. Tras asegurarse el pase a los playoffs de la Champions League, las blancas afrontan esta jornada con la motivación de consolidar la segunda posición de la Liga F Moeve, colocándose a siete puntos del liderato. La reciente victoria frente a la Real Sociedad por 1-0 reafirma su fortaleza y su capacidad para imponerse incluso con ausencias importantes: Merle Frohms, Antonia Silva, Sandie Toletti, Tere Abelleira y Signe Bruun no estarán disponibles, lo que plantea un escenario donde la profundidad de plantilla y la resiliencia del conjunto blanco serán claves para mantener su dominio.

    Históricamente, los enfrentamientos entre Granada y Real Madrid han sido unidireccionales en cuanto a resultados. En las cuatro ocasiones anteriores, las blancas se han impuesto con claridad, incluyendo el duelo de la temporada pasada en Los Cármenes, donde se llevaron la victoria por 1-2. Este dato añade un componente psicológico al choque: las locales buscan romper la tradición, demostrar que pueden competir de tú a tú y dejar atrás un historial que las sitúa como víctimas de su propio pasado reciente frente a un gigante del fútbol femenino español.

    Tácticamente, se espera un duelo vibrante. Granada buscará consolidar líneas defensivas, proteger su portería y aprovechar cualquier oportunidad de contraataque. La disciplina defensiva, la concentración y la capacidad de sorprender al rival en transición serán elementos determinantes. Por su parte, el Real Madrid apostará por la posesión, la verticalidad y la creatividad en el último tercio, confiando en su solidez colectiva y en la calidad individual de sus jugadoras restantes para sortear los bloqueos locales y generar peligro constante. La batalla se librará en cada metro del campo, donde la intensidad física y la claridad mental marcarán la diferencia.

    Más allá de la táctica, este partido también será una prueba de carácter. Granada quiere demostrar que puede levantarse de la adversidad, que Los Cármenes sigue siendo un fortín y que su proyecto, pese a las dificultades, tiene capacidad de competir ante cualquier rival. Por su parte, el Real Madrid buscará afianzar su momento dulce, mostrar que su plantilla está preparada para cualquier desafío y enviar un mensaje claro a sus rivales: están listos para luchar por el título y para competir en todas las competiciones con ambición y autoridad.

    Los aficionados que se acerquen al estadio o sigan la retransmisión en DAZN y Movistar+ serán testigos de un choque donde cada acción, cada balón dividido y cada disparo al arco tendrá un significado enorme. Este duelo de contrastes, donde la urgencia local se enfrenta a la ambición visitante, promete emociones al límite y momentos que definirán la trayectoria de ambos equipos en esta temporada. Desde el pitido inicial hasta el último segundo, Granada CF y Real Madrid CF escribirán un capítulo más en la historia de la Liga F Moeve, un capítulo cargado de drama, pasión y fútbol de alto nivel.

    Este partido es mucho más que tres puntos: es una oportunidad para que Granada CF recupere su orgullo y su confianza, y para que el Real Madrid CF continúe mostrando por qué es uno de los equipos más temidos de la competición. Entre la esperanza y la certeza, entre la lucha y la ambición, Los Cármenes se prepara para vivir una mañana de fútbol épico, donde cada jugadora tendrá la oportunidad de dejar huella y cada aficionado podrá sentir la emoción de una Liga F Moeve que no deja de sorprender y apasionar.

    (Fuente: UEFA)

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    🏆 Liga F Moeve |

    ❤️ Temporada 2025-2026

    🔥 Granada C.F. 🆚 Real Madrid 🔥

    🗓️ Sábado, 13 de diciembre de 2025

    📺 DAZN 1 (Dial 70 de Movistar Plus )

    ⏰ 12:00 horario peninsular

    🏟️ Estadio Nuevo Los Cármenes, Granada

    (Fuente: Getty imágenes)
  • La crónica | Victoria imperial del Real Madrid ante un gigante

    (Fuente: UEFA)

    🟦 ¡Ya salen las estrellas! Las dirigidas por Pau Quesada se impusieron con autoridad (2-0) a un Wolfsburgo al que le faltó pegada.

    La previa |

    (Fuente: Liga F Moeve)

    El conjunto español busca volver a la senda del triunfo frente al tercer clasificado de esta fase liga tras su tropiezo ante el Arsenal en la cuarta jornada de la Liga de Campeones Femenina, y lo hace en un escenario que huele a grandeza, a épica europea y a ese vértigo que solamente aparece cuando un equipo se asoma al abismo y descubre que también allí, exactamente allí, se encuentran las oportunidades más hermosas. Es el primer cruce entre ambos conjuntos en el viejo continente, un choque que llega con los nervios tensos, los pulmones abiertos y el pulso acelerado después de que el conjunto merengue se impusiera por 1-0 a la Real Sociedad en la Liga F Moeve para colocarse segundo en España, justo detrás del Barcelona, como si el campeonato doméstico fuera, en realidad, una antesala emocional de lo que se avecina en Europa.

    No hay demasiados precedentes que puedan empujar a encontrar certezas, apenas un eco lejano de un duelo alemán-español reciente que sirve para medir la temperatura competitiva del Madrid en estas noches continentales: la única experiencia previa frente a un rival alemán se produjo precisamente esta temporada, cuando las blancas superaron al Eintracht Frankfurt con un 1-2 fuera de casa y un 3-0 rotundo en el Di Stéfano. Aquella eliminatoria, con aroma a advertencia y a madurez competitiva, dejó la sensación de que el Madrid había aprendido, por fin, a dominar los pequeños detalles que en Europa separan a los valientes de los que acaban lamentando haber llegado tarde a su propio destino.
    Pero delante estará un gigante herido, un coloso con cicatrices europeas: el Wolfsburg. Un club que ganó sus primeros siete partidos contra equipos españoles, que llegó a imponer respeto casi por inercia, pero que después perdió cuatro de los últimos cinco (con solo una victoria en ese tramo), incluidos los tres últimos. Un equipo que fue eliminado la temporada pasada en cuartos de final por el Barcelona, con una doble exhibición azulgrana (1-4 en Alemania, 6-1 en España), y que ya venía de caer también ante las catalanas por 3-2 en la final de 2023, en aquella ocasión marcada por un segundo tiempo de remontada que quedará escrito para siempre en la memoria del fútbol europeo. Y si eso fuera poco, los alemanes también arrastran una derrota dolorosa en la final de 2020 contra el Lyon (1-3) en el Reale Arena, un estadio español que ya forma parte de su geografía emocional más amarga. Europa, para el Wolfsburg, ha sido un viaje de grandeza, sí, pero también de obstinación, de advertencias constantes sobre lo que implica competir contra los grandes clubes de España.

    España… ese territorio que durante años respetaron desde la distancia. El Wolfsburg ganó sus tres primeros partidos oficiales en suelo español sin encajar un solo gol. Una máquina. Una fortaleza. Una estructura que parecía no romperse jamás… hasta que empezó a hacerlo. Porque en sus dos visitas más recientes, los alemanes encajaron once goles, once, una cifra que habla de una fuga emocional y deportiva que aún intentan reparar. Y el destino, tan cruel como poético, quiere que sea precisamente el Real Madrid quien aparezca ahora en su camino, un equipo que atraviesa uno de sus momentos más sólidos desde su creación, que alcanzó los cuartos de final la temporada pasada por primera vez desde su debut en 2021/22, cayendo ante el campeón Arsenal (2-0 en casa, 3-0 fuera), tras clasificarse en un grupo con Chelsea, Twente y Celtic. El Madrid, que lleva cuatro años consecutivos superando la fase de clasificación y que este curso volvió a hacerlo derrotando al Frankfurt con un global de 5-1, llega a este duelo con la convicción serena de quien ha aprendido a sufrir, a resistir y a competir de verdad.
    Pero enfrente, como un coloso que se niega a desaparecer, está el Wolfsburg. Dos veces campeón de Europa. Dos veces verdugo del Lyon en finales consecutivas. Una institución que ha llegado a seis finales y que ha estado presente en doce de las últimas trece fases de cuartos de final de la competición. Un club que cargó durante años con la etiqueta de inevitable y que sigue siendo, incluso con sus recientes tropiezos, uno de los rivales más difíciles de doblegar en el continente. La temporada pasada también cayó ante el Barcelona (1-4 y 6-1) después de clasificarse segundo por detrás del Lyon y superar a la Roma y al Galatasaray con una solvencia casi matemática.

    Y aun así, y quizá por eso mismo, el momento es extraordinario. Porque llega en un tramo del calendario en el que el Real Madrid solo ha perdido uno de sus últimos ocho partidos europeos en casa (seis victorias y un empate), porque este equipo ha marcado en sus últimos diez partidos de fase de grupos o fase liga —el más reciente en la derrota por 2-1 ante el Arsenal— y porque Caroline Weir, si las molestias lo permiten, atraviesa una forma goleadora imperial con cinco tantos en sus últimos cinco encuentros europeos. Porque el Madrid sabe que en el Di Stéfano, especialmente en estas noches, el aire pesa distinto, vibra distinto, ruge distinto.
    El Wolfsburgo, por su parte, llega con una ráfaga ofensiva que asusta: tras vencer 5-2 al Manchester United, acumula seis victorias en sus últimos ocho partidos de fase liga, marcando cuatro o más goles en cinco de ellos. Lineth Beerensteyn, su agitadora, su futbolista de gasolina infinita, ha marcado en sus últimos tres encuentros europeos, cuatro goles que la convierten en una amenaza constante en zonas donde el Madrid deberá ser quirúrgico para no desangrarse. Y aun así, el equipo alemán tampoco llega en su mejor tramo físico. La persecución al Bayern en Bundesliga les exprime, y la exigencia europea les obliga a gestionar energías en un momento de desgaste inevitable.

    El Real Madrid, mientras tanto, afronta el duelo todavía pendiente del estado físico de Weir, Keukelaar y Bruun, tres piezas que podrían modificar por completo el plan de Pau Quesada, en un tramo del curso donde cada ausencia pesa como si fuesen dos. El técnico lo sabe y lo asume con naturalidad competitiva: en Europa no gana el que llega más fresco, sino el que interpreta mejor el contexto. El que es capaz de sufrir cuando toca y acelerar cuando encuentra una grieta. “Buscamos ganar para adelantarlas en la clasificación con el apoyo de nuestra afición. El Wolfsburgo es uno de los mejores equipos de Europa y el partido será muy agresivo; tendremos que igualar su nivel”, decía Quesada en la previa, como quien entiende que está ante un partido que no se juega únicamente con piernas, sino con personalidad.
    Sara Däbritz, voz templada del vestuario y conocedora de la élite alemana como pocas, reforzaba el mensaje: “Estamos muy motivadas; siempre es especial jugar la Champions y más aún en casa. Sabemos que tienen mucha experiencia internacional y grandes cualidades, especialmente con balón, en transiciones y en el área. Debemos estar sólidas, organizadas y concentradas desde el primer minuto. Queremos disfrutar y ganar el partido”. Un mensaje que no es solo un discurso, sino una declaración emocional de un equipo que sabe que Europa no regala nada y que cada noche como esta es un examen final.

    El partido llega en el momento más delicado, más afilado y más decisivo de la fase liga. Con el Madrid sumando 7 puntos tras el empate ante Paris FC, con el Wolfsburg navegando en 9 unidades tras vencer a PSG, Vålerenga y Manchester United, y caer solo frente a Lyon, la clasificación se siente como un cable tensado entre dos precipicios: cada paso importa, cada error se paga, cada impulso puede ser definitivo. Y en este escenario, bajo la luz blanca del Di Stéfano, con la afición afilando la garganta y el equipo sosteniendo una identidad cada vez más reconocible —agresivo en la presión, dinámico con balón, intenso en las transiciones— aparece una noche que no es una noche cualquiera.
    Es una noche que puede corregir un tropiezo. Es una noche que puede encender un tramo final heroico. Es una noche que puede colocarlo todo patas arriba o, quizá, puede reafirmar que este Real Madrid ya está preparado para discutir el lugar que quiere ocupar en Europa.
    Una noche que no solo define un resultado: define una ambición.

    (Fuente; Liga F Moeve)

    El duelo al detalle |

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    🏆 UEFA Women’s Champions League 2025-2026

    🔥 Real Madrid 🆚 Wolfsburgo 🔥

    ✨ Matchday 5 | Día de partido ✨

    📅 Martes, 9 de diciembre de 2025

    ⏰ 21:00 horario peninsular

    📺 Disney Plus

    🏟️ Estadio Alfredo Di Stéfano , Valdebebas

    Los onces |

    El club merengue ganó al Wolfsburgo (2-0) en la quinta jornada de la fase de liga de la Champions. María Méndez y Linda Caicedo marcaron los tantos de las madridistas, que se clasifican a la siguiente ronda. Maëlle Lakrar fue expulsada antes del descanso e Iris Ashley también vio la roja en el tramo final.

    Hubo noches europeas, y luego estuvo esta. Una de esas en las que el fútbol femenino alcanza la temperatura exacta para convertirse en leyenda, en relato, en un recuerdo que los años no borrarán. El Real Madrid salió al césped con su once de gala, convencido de que la historia no espera a quienes dudan. Y en esa convicción se fraguó una clasificación heroica, tensa, de las que se mastican hasta el último aliento.

    El preludio fue de susto. El tiempo apenas había comenzado a latir cuando el conjunto alemán rozó el primero. Una desconexión puntual, un cruce visual que no encontró destino, una falta de entendimiento entre Lakrar y Misa que desató la alarma: Peddemors cazó el regalo y se atrevió con un disparo que por fortuna se marchó alto, como si la noche se negara a encenderse todavía. El Madrid respiró. Europa no concede dos regalos.

    La respuesta madridista nació del talento de esas jugadoras que parecen diseñadas para alterar el ritmo del mundo: Caroline Weir, con ese pie zurdo que es patrimonio cultural, soltó un latigazo que obligó al córner. Y a partir de ahí, el conjunto blanco empezó a mover el partido, a templarlo, a decir “estamos aquí, este duelo lo marcamos nosotras”.

    Alba Redondo, incisiva y eléctrica; Küver, poderosa en el golpeo; todas fueron encontrando grietas. La guardameta local empezaba a entender que no sería una noche tranquila. Hasta que, en el minuto 18, ocurrió lo inevitable: ese momento en el que todo el fútbol que empuja se convierte en un gesto simple y perfecto.

    Eva Navarro colocó el balón en la esquina. Su carrera fue firme, su golpeo medido, su envío cargado de intención. Y allí apareció María Méndez, imponente en el aire, para conectar un testarazo de los que cambian duelos importantes y la exjugadora del Levante Unión Deportiva abría la lata con el 10 que daba ventaja al subcampeón de la Copa de la Reina en el 2023.

    El segundo rozó la hierba en un par de ocasiones. Linda Caicedo, con la zancada suelta, persiguió su gol como quien persigue una certeza. Alba Redondo, en otro córner, se topó con la madera, porque hasta los postes querían ser protagonistas. El Madrid jugaba, llegaba, intimidaba… pero el fútbol es espejismo cuando se acerca el descanso.

    Entonces, la noche le jugó una mala pasada a Lakrar: primero una amarilla; después, apenas unos minutos más tarde, la segunda. Una entrada al límite, un corte a destiempo… y la francesa se marchaba expulsada, dejando al Madrid con un viento en contra que podía convertirse en tormenta. Y aun así, el equipo no tembló. Porque cuando la valentía estructura un grupo, las grietas se convierten en puentes.

    Las 22 protagonistas ganaron el túnel de vestuarios con una mínima diferencia a favor de las de Pau Quesada, que tras la expulsión por doble amarilla a Lakrar sabían que les tocaría sufrir ante el empuje germano.

    Aún restaban cuarenta y cinco minutos y en esto del balompié no se puede dar nada por sentando, sino que se lo digan a la historia reciente de las madrileñas.

    Tras el descanso, Pau Quesada tomó la decisión que solo toman los entrenadores valientes: sacar a Alba Redondo para recomponer el bloque con Rocío Gálvez. Un cambio que explicaba el plan: sobrevivir, resistir, esperar el momento. Pero el partido, lejos de atrincherarse, se abrió. El Wolfsburgo, herido y obligado, adelantó líneas, mientras el Madrid buscaba que cada transición fuese una puñalada.

    Y ahí brilló una futbolista llamada a reinar donde juegue: Linda Caicedo. La colombiana se convirtió en un vendaval. Probó primero desde la frontal, obligando a Johannes a lucir una parada de nivel. Después apareció por banda, filtró diagonales, rompió líneas. Ella sola mantenía en alerta a toda la zaga alemana. El Madrid tenía menos jugadoras… pero tenía más alma.

    El Wolfsburgo respondió con lo que tenía: Popp, siempre Popp. Tres ocasiones consecutivas, cada una más afilada, cada una más cercana al empate. Una volea que quiso ser póster, un disparo cargado de experiencia, un cabezazo que buscó milimétricamente la escuadra. Pero la noche, caprichosa, se negó a vestirse de verde. El fútbol también elige a sus héroes.

    Y entonces, cuando el rival parecía encontrar un hilo de esperanza, Linda decidió arrancar la moto. Y cuando Linda arranca, no hay mapa que la contenga. Control orientado, cambio de ritmo, regate a su par, carrera limpia hacia el área, finta a la guardameta, definición sutil que se convirtió en el 20 que fue un bálsamo para las locales en el minuto 67 de una contienda vibrante que se adornó con los sabios comentarios de José Luis Sánchez Vera, un maestro del fútbol femenino .

    Este gol que es un poema, una pintura, una declaración de intenciones. Europa tomó nota: esta jugadora está hecha para las noches grandes.

    El Wolfsburgo se descompuso en la frustración. En los minutos finales, Iris Ashley vio la tarjeta roja tras revisión del VAR por un golpe en la cara.

    Ya no había resistencia posible. El Madrid, con diez, con coraje, con corazón, cerró el partido como lo hacen los equipos destinados a trascender: con madurez, con oficio, con una serenidad que no se compra, se construye.

    El pitido final no solo certificó la victoria. Certificó una clasificación memorable, una noche mágica que refuerza a un equipo que ya no compite solo: compite y convence, compite y emociona, compite y sueña.

    Porque este Madrid, el Madrid del coraje y la fe, el de las diagonales de Linda, los cabezazos de Méndez, los guantes de Misa y el pulso firme de Weir, ha dado un golpe en Europa. Un golpe que resuena. Un golpe que avisa.

    Y desde aquí, desde “El Partido de Manu”, solo puedo decirlo como lo siento:

    España tiene un equipo en Champions que se comporta como los grandes. Y cuando un equipo se atreve, cuando cree, cuando se defiende con diez y ataca como si tuviera doce, ese equipo no se limita a pasar de ronda. Ese equipo reclama su hueco en la historia.

    en el descuento, con todo decidido, Iris Ashley también recibió la cartulina roja de Dowle en un balón dividido contra Johaness.

    El Real Madrid se despide de su afición en 2025 dando un paso de gigante hacia terminar en el top cuatro de la fase liga y dependerá de si mismo en la última jornada gracias a las unidades que obran en su casillero de 12 posibles hasta la fecha
    Y esta noche, el Real Madrid femenino lo reclamó.
    Con épica, con alma.
    Con fútbol del que se queda a vivir en la memoria.

    (Fuente: UEFA)

    El Wolfsburgo que no hace tanto que pelaba por levantar el título ante el Barcelona en los Países Bajos, se marcha de vacío de su visita al Alfredo Di Stéfano y ya es un elenco tan temible, pues solo cuenta con nueve puntos y se vería abocado a jugar un playoff de octavos de final.

    📋 Ficha técnica |

    Real Madrid (2): Misa; Eva Navarro (Silvia Cristóbal 90+7′), Lakrar, María Méndez, Yasmim; Däbritz, Angeldahl; Feller (Iris Ashley 78′), Weir, Linda Caicedo (Athenea 78′); Alba Redondo (Rocío 46′).

    Wolfsburgo (0): Johannes; Linder (Lattwein 60′), Dijkstra (Bergsvand 72′), Küver, Levels; Minge (Kielland 83′), Popp, Peddemors (Bjelde 60′); Huth, Beerensteyn, Bussy (Zicai 72′).

    Árbitra: Kirsty Dowle (Inglaterra). Amonestó a Peddemors (minuto 32), Lakrar (minuto 40) y Dijkstra (minuto 53). Expulsó a Lakrar (minuto 45+2) por doble amarilla e Iris Ashley (minuto 90) por roja directa.

    Estadio: Alfredo Di Stéfano (Valdebebas). Asistencia: 1.171 espectadores sobre una superficie de hierba natural.

    Goles |

    1-0 María Méndez 18’ ⚽️
    2-0 Linda Caicedo 66’ ⚽️

    Vídeo |

    https://youtu.be/_UPe3yzH6b4?si=VaOQ6yie4HM4Bo7S

  • La previa | Real Madrid vs Wolfsburgo

    (Fuente: UEFA)

    🚨El conjunto blanco, tras caer ante el Arsenal en Londres, buscará la redención ante un temible conjunto germano en Valdebebas.

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    Operación Triunfo 2025 |

    – Gala 12 de Operación Triunfo 2025: Claudia Arenas, Cristina, Guille Toledano, Olivia, y Tinho pasan a la Gala Final .

    Operación Triunfo 2025 ha celebrado hoy la Gala 12, en la que se ha despedido al undécimo concursante de la edición, Guillo Rist, y se han dado a conocer las cinco voces que estarán en la Gala Final el próximo 15 de diciembre a las 22:00 h para disputarse el triunfo de esta edición: Claudia Arenas, Cristina, Guille Toledano, Olivia, y Tinho. La gala, emitida en directo en España y en seis países de Latinoamérica, ya está disponible a la carta en España y en más de 30 países y territorios de Latinoamérica como parte de la suscripción Prime.

    La gala comenzó con los concursantes interpretando junto a Chenoa la canción grupal de la semana, Todo irá bien. A continuación, cantaron los dos semifinalistas, Guillo Rist y Tinho y, tras ellos, actuaron el resto de concursantes, tanto individualmente como en dúos. Después, actuó la artista invitada de la gala, Edurne, que cantó Santa Claus llegó a la ciudad y vivimos la elección del último Favorito de la edición. En este caso, los concursantes más votados fueron Cristina, Guille Toledano y Claudia Arenas, siendo Cristina la Favorita con el 32% de los votos. Después llegó el momento decisivo de la noche. Chenoa reveló el nombre del quinto finalista de OT 2025, Tinho, con el 60% de los votos. De este modo, los concursantes que han llegado a la Final de la edición son: Claudia Arenas, Cristina, Guille Toledano, Olivia y Tinho.

    Con los cinco concursantes que actuarán en la Gala Final ya definidos, Operación Triunfo 2025 se prepara para despedir su edición con una última gala en la que el público tendrá la decisión final. Durante esta noche decisiva, los cinco finalistas ofrecerán sus primeras actuaciones, tras las cuales se revelará quiénes ocupan el cuarto y quinto lugar. A continuación, el marcador se pondrá a cero y se abrirá una nueva ronda de votaciones: los tres concursantes más votados reinterpretarán la canción con la que se presentaron en la Gala 0. Tras esta última fase de actuaciones, se cerrarán las votaciones y se anunciará el tercer puesto y, finalmente, al ganador o ganadora de la edición.

    SOBRE OPERACIÓN TRIUNFO 2025

    Operación Triunfo 2025 se emite en exclusiva en Prime Video en España y en más de 30 países y territorios de Latinoamérica como parte de la suscripción Prime. Los suscriptores de Prime en España pueden disfrutar de ofertas, envíos gratuitos y entretenimiento, todo en una misma suscripción por tan solo 4,99€ al mes o 49,90€ al año. Además, los jóvenes de entre 18 y 22 años y los estudiantes pueden acceder a la suscripción Prime a mitad de precio y disfrutar de todas las ventajas que incluye, como ahorros exclusivos, entregas rápidas y gratuitas y el mejor entretenimiento, con un periodo de prueba gratuito de 90 días.

    El talent show musical sigue a un grupo de concursantes que ingresan en una Academia para formarse y demostrar su talento como cantantes y artistas. Cada semana, en una gala con público en directo en Terrassa (Barcelona), los concursantes deben competir y demostrar sus habilidades sobre el escenario. Operación Triunfo se estrenó en 2001, convirtiéndose en un fenómeno nacional, siendo todavía la final de su primera edición el momento más visto de la historia de un programa de televisión en España. Operación Triunfo regresa a Prime Video tras el éxito de su edición de 2023, que se consolidó como un fenómeno social y digital, convirtiéndose en el estreno nacional más visto en la historia de Prime Video en España y en el contenido original local que más suscripciones nuevas ha generado desde el lanzamiento del servicio en España.

    (Fuente: UEFA)

    conjunto español busca volver a la senda del triunfo frente al tercer clasificado de esta fase liga tras su tropiezo ante el Arsenal en la cuarta jornada de la Liga de Campeones Femenina, y lo hace en un escenario que huele a grandeza, a épica europea y a ese vértigo que solamente aparece cuando un equipo se asoma al abismo y descubre que también allí, exactamente allí, se encuentran las oportunidades más hermosas. Es el primer cruce entre ambos conjuntos en el viejo continente, un choque que llega con los nervios tensos, los pulmones abiertos y el pulso acelerado después de que el conjunto merengue se impusiera por 1-0 a la Real Sociedad en la Liga F Moeve para colocarse segundo en España, justo detrás del Barcelona, como si el campeonato doméstico fuera, en realidad, una antesala emocional de lo que se avecina en Europa.

    No hay demasiados precedentes que puedan empujar a encontrar certezas, apenas un eco lejano de un duelo alemán-español reciente que sirve para medir la temperatura competitiva del Madrid en estas noches continentales: la única experiencia previa frente a un rival alemán se produjo precisamente esta temporada, cuando las blancas superaron al Eintracht Frankfurt con un 1-2 fuera de casa y un 3-0 rotundo en el Di Stéfano. Aquella eliminatoria, con aroma a advertencia y a madurez competitiva, dejó la sensación de que el Madrid había aprendido, por fin, a dominar los pequeños detalles que en Europa separan a los valientes de los que acaban lamentando haber llegado tarde a su propio destino.

    Pero delante estará un gigante herido, un coloso con cicatrices europeas: el Wolfsburg. Un club que ganó sus primeros siete partidos contra equipos españoles, que llegó a imponer respeto casi por inercia, pero que después perdió cuatro de los últimos cinco (con solo una victoria en ese tramo), incluidos los tres últimos. Un equipo que fue eliminado la temporada pasada en cuartos de final por el Barcelona, con una doble exhibición azulgrana (1-4 en Alemania, 6-1 en España), y que ya venía de caer también ante las catalanas por 3-2 en la final de 2023, en aquella ocasión marcada por un segundo tiempo de remontada que quedará escrito para siempre en la memoria del fútbol europeo. Y si eso fuera poco, los alemanes también arrastran una derrota dolorosa en la final de 2020 contra el Lyon (1-3) en el Reale Arena, un estadio español que ya forma parte de su geografía emocional más amarga. Europa, para el Wolfsburg, ha sido un viaje de grandeza, sí, pero también de obstinación, de advertencias constantes sobre lo que implica competir contra los grandes clubes de España.

    España… ese territorio que durante años respetaron desde la distancia. El Wolfsburg ganó sus tres primeros partidos oficiales en suelo español sin encajar un solo gol. Una máquina. Una fortaleza. Una estructura que parecía no romperse jamás… hasta que empezó a hacerlo. Porque en sus dos visitas más recientes, los alemanes encajaron once goles, once, una cifra que habla de una fuga emocional y deportiva que aún intentan reparar. Y el destino, tan cruel como poético, quiere que sea precisamente el Real Madrid quien aparezca ahora en su camino, un equipo que atraviesa uno de sus momentos más sólidos desde su creación, que alcanzó los cuartos de final la temporada pasada por primera vez desde su debut en 2021/22, cayendo ante el campeón Arsenal (2-0 en casa, 3-0 fuera), tras clasificarse en un grupo con Chelsea, Twente y Celtic. El Madrid, que lleva cuatro años consecutivos superando la fase de clasificación y que este curso volvió a hacerlo derrotando al Frankfurt con un global de 5-1, llega a este duelo con la convicción serena de quien ha aprendido a sufrir, a resistir y a competir de verdad.

    Pero enfrente, como un coloso que se niega a desaparecer, está el Wolfsburg. Dos veces campeón de Europa. Dos veces verdugo del Lyon en finales consecutivas. Una institución que ha llegado a seis finales y que ha estado presente en doce de las últimas trece fases de cuartos de final de la competición. Un club que cargó durante años con la etiqueta de inevitable y que sigue siendo, incluso con sus recientes tropiezos, uno de los rivales más difíciles de doblegar en el continente. La temporada pasada también cayó ante el Barcelona (1-4 y 6-1) después de clasificarse segundo por detrás del Lyon y superar a la Roma y al Galatasaray con una solvencia casi matemática.

    Y aun así, y quizá por eso mismo, el momento es extraordinario. Porque llega en un tramo del calendario en el que el Real Madrid solo ha perdido uno de sus últimos ocho partidos europeos en casa (seis victorias y un empate), porque este equipo ha marcado en sus últimos diez partidos de fase de grupos o fase liga —el más reciente en la derrota por 2-1 ante el Arsenal— y porque Caroline Weir, si las molestias lo permiten, atraviesa una forma goleadora imperial con cinco tantos en sus últimos cinco encuentros europeos. Porque el Madrid sabe que en el Di Stéfano, especialmente en estas noches, el aire pesa distinto, vibra distinto, ruge distinto.

    El Wolfsburgo, por su parte, llega con una ráfaga ofensiva que asusta: tras vencer 5-2 al Manchester United, acumula seis victorias en sus últimos ocho partidos de fase liga, marcando cuatro o más goles en cinco de ellos. Lineth Beerensteyn, su agitadora, su futbolista de gasolina infinita, ha marcado en sus últimos tres encuentros europeos, cuatro goles que la convierten en una amenaza constante en zonas donde el Madrid deberá ser quirúrgico para no desangrarse. Y aun así, el equipo alemán tampoco llega en su mejor tramo físico. La persecución al Bayern en Bundesliga les exprime, y la exigencia europea les obliga a gestionar energías en un momento de desgaste inevitable.

    El Real Madrid, mientras tanto, afronta el duelo todavía pendiente del estado físico de Weir, Keukelaar y Bruun, tres piezas que podrían modificar por completo el plan de Pau Quesada, en un tramo del curso donde cada ausencia pesa como si fuesen dos. El técnico lo sabe y lo asume con naturalidad competitiva: en Europa no gana el que llega más fresco, sino el que interpreta mejor el contexto. El que es capaz de sufrir cuando toca y acelerar cuando encuentra una grieta. “Buscamos ganar para adelantarlas en la clasificación con el apoyo de nuestra afición. El Wolfsburgo es uno de los mejores equipos de Europa y el partido será muy agresivo; tendremos que igualar su nivel”, decía Quesada en la previa, como quien entiende que está ante un partido que no se juega únicamente con piernas, sino con personalidad.

    Sara Däbritz, voz templada del vestuario y conocedora de la élite alemana como pocas, reforzaba el mensaje: “Estamos muy motivadas; siempre es especial jugar la Champions y más aún en casa. Sabemos que tienen mucha experiencia internacional y grandes cualidades, especialmente con balón, en transiciones y en el área. Debemos estar sólidas, organizadas y concentradas desde el primer minuto. Queremos disfrutar y ganar el partido”. Un mensaje que no es solo un discurso, sino una declaración emocional de un equipo que sabe que Europa no regala nada y que cada noche como esta es un examen final.

    El partido llega en el momento más delicado, más afilado y más decisivo de la fase liga. Con el Madrid sumando 7 puntos tras el empate ante Paris FC, con el Wolfsburg navegando en 9 unidades tras vencer a PSG, Vålerenga y Manchester United, y caer solo frente a Lyon, la clasificación se siente como un cable tensado entre dos precipicios: cada paso importa, cada error se paga, cada impulso puede ser definitivo. Y en este escenario, bajo la luz blanca del Di Stéfano, con la afición afilando la garganta y el equipo sosteniendo una identidad cada vez más reconocible —agresivo en la presión, dinámico con balón, intenso en las transiciones— aparece una noche que no es una noche cualquiera.

    Es una noche que puede corregir un tropiezo. Es una noche que puede encender un tramo final heroico. Es una noche que puede colocarlo todo patas arriba o, quizá, puede reafirmar que este Real Madrid ya está preparado para discutir el lugar que quiere ocupar en Europa.

    Una noche que no solo define un resultado: define una ambición.

    (Fuente: Liga F Moeve)

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    🏆 UEFA Women’s Champions League 2025-2026

    🔥 Real Madrid 🆚 Wolfsburgo 🔥

    ✨ Matchday 5 | Día de partido ✨

    📅 Martes, 9 de diciembre de 2025

    ⏰ 21:00 horario peninsular

    📺 Disney Plus

    🏟️ Estadio Alfredo Di Stéfano , Valdebebas

    (Fuente: Liga F Moeve)
  • La crónica | El Real Madrid da un golpe de efecto

    (Fuente: Liga F Moeve)

    ▶️ El conjunto madrileño venció por 1-0 a la Real Sociedad para recuperar la segunda posición de Liga F Moeve. Un gol de Ainhoa Moraza en propia puerta decidió el encuentro. Paula Fernández fue la MVP del duelo.

    La previa |

    (Fuente: Liga F Moeve)

    El sábado 6 de diciembre, a las 19:00 horario peninsular, el Estadio Alfredo Di Stéfano se convertirá en el epicentro absoluto de la Liga F Moeve con el duelo entre el Real Madrid y la Real Sociedad, un partido que podrá seguirse en DAZN y Movistar+ y que se presenta como la gran cita del fin de semana.
    El choque que cierra la jornada sabatina y que enfrenta al segundo contra el tercero del campeonato. Una de esas noches en las que el fútbol femenino español se siente grande, vibrante y decisivo. Después de doce jornadas, la Real Sociedad se ha ganado el derecho a ocupar el foco de la competición. Suma 27 puntos, está asentada en una meritoria segunda plaza a solo seis del liderato y luce un colchón de tres unidades respecto al cuarto clasificado. Ha perdido un solo encuentro y ha sido capaz de tumbar al, hasta entonces inexpugnable, FC Barcelona, en una exhibición que cambió por completo la percepción del equipo. La llegada del técnico madrileño Arturo Ruiz, la consolidación de jóvenes talentos y la irrupción goleadora de Edna Imade han impulsado un proyecto que amenaza con convertirse en uno de los más recordados de la historia reciente del club.

    La mano del entrenador es evidente: la Real es más agresiva, más vertical y más decidida a ir siempre a por el gol. Sus seis incorporaciones veraniegas se han integrado con naturalidad, y la apuesta por la cantera no es un detalle menor, sino un rasgo estructural: Aiara Agirrezabala se ha asentado en el lateral izquierdo y Julia Arrula se ha adueñado de la portería, ambas convertidas en pilares, ambas ejemplos de una idea basada en el colectivo como fuerza fundacional del proyecto. La Real Sociedad es un equipo duro, competitivo y casi imbatible. En doce jornadas solo cayó ante el Costa Adeje Tenerife (1-2) y desde entonces encadena seis partidos sin perder, con cuatro victorias y dos empates. Es el cuarto equipo menos goleado del torneo, con 11 tantos encajados, y Arrula suma ya cinco porterías a cero. Lejos de casa se ha mostrado incluso más letal: 14 puntos como visitante, invictas, con cuatro victorias y dos empates. Y, además, con una virtud emocional que habla de carácter: los goles en el añadido ante el DUX Logroño (0-1) y el Athletic Club (1-1) confirman que este equipo cree hasta el último segundo,
    Y ahora llega el desafío más exigente: visitar Valdebebas para un Real Madrid CF – Real Sociedad que, año tras año, garantiza espectáculo. Ambos equipos están inmersos en una pugna feroz por los puestos de Champions Femenina, una batalla que comparten con el Atlético de Madrid y el Tenerife. La historia dice que estos duelos suelen caer del lado blanco: 11 victorias del Real Madrid, un empate y tres triunfos donostiarras en sus 15 enfrentamientos en Primera División.

    Pero la Real que llega a este partido no se parece en nada a las anteriores, y la sensación general es la de una cita abierta, equilibrada y trascendental. El Real Madrid aterriza en esta jornada tras vencer por 3-0 a la SD Eibar, en un encuentro en el que no pudieron estar Frohms, Antonia Silva, Sara Däbritz, Sandie Toletti, Tere Abelleira —que continúa recuperándose del cruzado—, Alba Redondo y Bruun, quien podría ser la gran novedad en la convocatoria. El conjunto blanco, pese a las bajas, sigue siendo un competidor temible, especialmente en su estadio, donde se ha acostumbrado a convertir las noches complicadas en testamentos de poder emocional y futbolístico. Antes del encuentro se rendirá un homenaje a las campeonas de la Nations League, un acto que añadirá emoción y simbolismo a una tarde que ya de por sí se anticipa intensa. Sobre el césped se cruzarán figuras llamadas a marcar el devenir de la liga: bajo palos, Misa Rodríguez y Julia Arrula, dos porteras en planos diferentes pero unidas por la determinación y la categoría; en el centro del campo, el duelo técnico y cerebral entre Sandie Toletti y Andreia Jacinto, equilibristas del fútbol moderno, generadoras de ritmo y sentido; y arriba, dos depredadoras del área: Alba Redondo, oportunismo puro, Pichichi implacable, y Edna Imade, la máxima realizadora de la Real Sociedad y tercera de la Liga F Moeve, autora de ocho goles en nueve partidos pese a haberse perdido las dos primeras jornadas por lesión. Su impacto ha sido tan grande que fue elegida Player of the Month en octubre y llegó a la Selección Española, con la que conquistó la Nations League ante Alemania en el Metropolitano luciendo el dorsal 12 en la espalda. El partido tiene el peso de una final anticipada. Ambos equipos están separados por solo un punto, y una victoria en Valdebebas puede alterar el equilibrio de la zona noble del campeonato. Ganar significa golpear directo hacia Europa; perder, complicarse la vida; empatar, dejar abiertas demasiadas incógnitas en un torneo donde no se puede fallar. Todo ello en un escenario, el Di Stéfano, que parece llamado a escenificar uno de los grandes capítulos de la temporada.

    Por historia, por contexto, por clasificación, por narrativa y por nivel individual y colectivo, este Real Madrid CF – Real Sociedad no es solo un partido: es una cita imprescindible. Un choque de altos vuelos entre dos proyectos ambiciosos que representan el presente y el futuro de la Liga F Moeve.
    Un partido que no se explica: se vive. El sábado a las 19:00h, en DAZN y Movistar+, Valdebebas será el escenario de un pulso que nadie debería perderse. Porque hay partidos que definen jornadas, otros que definen temporadas… y después están los que definen destinos. Este es uno de ellos.

    Los onces |

    El duelo al detalle |

    (Fuente: Liga F Moeve)

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    🏆 Liga F Moeve

    🤍 Temporada 2025-2026

    🩵 Matchday 13 | Día de partido

    🔥 Real Madrid C.F. 🆚 Real Sociedad de Fútbol 🔥

    📅 Sábado, 6 de diciembre de 2025

    ⏰ 19:00 horario peninsular

    📺 DAZN 2 | Partido en abierto en la aplicación sin registro

    🏟️ Estadio Alfredo Di Stéfano, Valdebebas

    #LigaFMoeve| #RealMadridRealSociedad

    Había tardes en el calendario que parecían llevar escritas, desde días antes, un aura especial, una especie de llamada interior que anunciaba que el fútbol iba a narrarse a sí mismo a través de quienes lo sienten. Y la vuelta del Real Madrid tras el parón de selecciones no fue solo un regreso competitivo: fue una celebración, una memoria viva y un homenaje al poder de un deporte que no descansa ni cuando se detienen las liga.

    España venía de bordar con hilo de oro un triunfo inolvidable en la Liga de Naciones, conquistando el título ante Alemania por un contundente y simbólico 3-0 en el Metropolitano, un marcador que evocó autoridad, madurez y la confirmación de que el fútbol femenino español vive su mejor era. En aquella convocatoria, cuatro jugadoras del Real Madrid —María Méndez, Eva Navarro, Athenea del Castillo y Alba Redondo— habían sido protagonistas de la gesta. Y esas cuatro heroínas, recién llegadas con el brillo del oro aún húmedo, pisaron Valdebebas envueltas en un aplauso que casi parecía un abrazo colectivo.

    Incluso Edna Imade, campeona con la selección, recibió el calor del público en una ceremonia íntima, sincera, de esas que resuenan en la memoria y hacen que el fútbol se sienta como un hogar. Y en ese momento, antes del pitido inicial, el estadio pudo respirar algo más que aire: respiró orgullo.

    Una vez el balón corrió sobre el césped, el Real Madrid impuso su voluntad en los primeros compases. Linda Caicedo, reinventada hoy como mediapunta, empezó a tejer su propio lenguaje: una pisada, un regate, un ligero desequilibrio sobre Lucía Rodríguez en el área, y un disparo que se marchó alto, pero que sirvió para avisar de que la colombiana quería firmar su nombre desde el primer capítulo.

    Minutos después, Alba Redondo, otra campeona, tuvo en su cabeza la ocasión más clara del arranque, conectando sin la precisión deseada un centro magnífico de Eva Navarro desde la derecha. El balón se marchó fuera, pero Valdebebas sintió que el encuentro vibraba en manos del equipo blanco.

    Este despertar de ambición obligó a la Real Sociedad a activarse. Y lo hizo con autoridad. Poco a poco, como si la marea cambiara de dirección, las txuri-urdin se adueñaron del balón, del ritmo y de la narrativa. Mirari remató un centro de Lucía Rodríguez tras ganar la espalda a la defensa, rozando un poste que hizo suspirar colectivamente a la grada.

    Aiara, insistente, valiente, primero erró un remate claro y después probó a Misa con un centro envenenado que bien pudo convertirse en gol. Era la confirmación de que la Real quería discutir cada centímetro del campo. Una ambición notable considerando que el equipo vasco, hoy sin Edna en el once, perdía una pieza capital de su identidad ofensiva.

    Cuando el pulso parecía teñirse de azul y blanco, Athenea decidió levantar la mano, reclamar la pelota y cambiar el guion. Su reacción fue más que futbolística: fue emocional. La cántabra se inventó una jugada individual maravillosa, un desborde que terminó en un centro que nadie supo rematar, pero que devolvió al Madrid su esencia. Minutos después, Alba Redondo volvió a amenazar con un cabezazo alto, e incluso Linda probó una conducción eléctrica a campo abierto, abortada por una Real Sociedad muy seria, muy concentrada.

    Y entonces llegó el gol.Uno de esos goles que, por su imprevisibilidad, por su naturaleza casi poética, quedan grabados en la memoria.

    Moraza, en un córner botado por Däbritz en el que la exjugadora del Atlético de Madrid, Ainhoa Vicente Moraza, quiso despejar en el salto, pero la veterana defensa acabó por enviar un testarazo en dirección hacia su arco y cogió por sorpresa a la guardameta visitante y el esférico acabó en la jaula para poner el 10 que abría la lata en el minuto 43 de una primera parte que fue más táctica que vistosa.

    Las 22 protagonistas ganaron el túnel de vestuarios con una mínima diferencia a favor de las finalistas de la Copa de la Reina en 2023, quien estaba a tan solo cuarenta y cinco minutos de aprovechar que el Atlético de Madrid no fue capaz de imponerse al Sevilla Fútbol Club (2-2) en Alcalá de Henares y que unas horas después, el Barcelona no hizo priosioneras ante el Club Deportivo Tenerife (2-0) en Cataluña.

    En un campeonato donde cada punto vale oro y donde los márgenes de la carrera por Europa se estrechan en cada fin de semana, el Real Madrid sabía que tenía ante sí una oportunidad mayúscula. Y también la Real Sociedad, que pelea en ese mismo territorio de ambiciones legítimas.

    Porque aunque la temporada apenas empieza, en la Liga F Moeve cada jornada puede escribirse con tinta indeleble.

    El segundo acto comenzó igual que el primero: con un Real Madrid decidido a poner tierra de por medio. Athenea, en una jugada que parecía destinada a ser gol, recibió un pase profundo de Däbritz y se encontró dos veces consecutivas con Arrula, la guardameta visitante, que firmó dos intervenciones de mérito puro, puro de ese que silencia estadios.

    La ovación volvió a anticiparse unos minutos después: Edna ingresaba al terreno de juego. Y con ella entraba también un cambio emocional, un recordatorio de su peso en Zubieta y en la Liga.

    No tardó la Real en encontrar un resquicio y, por un instante, el empate fue una realidad. Lucía Rodríguez remató a gol tras una jugada polémica, pero Planes Terol anuló la acción por falta previa de Emma Ramírez sobre Misa. Una decisión discutida, analizada, protestada… y que no sería la última.

    Intza y Arola, recién ingresadas, generaron una ocasión magnífica que no logró culminar en gol por milímetros. El Madrid respondió con cambios ofensivos y un guiño al futuro: Iris Ashley, Irune y Silvia Cristóbal saltaron al césped para sostener el triunfo con juventud y con

    Un balón tocó en la mano de Feller, generando protestas airadas de Arturo Ruiz y su banquillo. Planes Terol revisó la jugada en el FVS, el estadio contuvo la respiración… y finalmente no señaló penalti. El suspense era una carga eléctrica en el aire.

    En el descuento, Athenea tuvo el 2-0. Un mano a mano clarísimo que la cántabra no pudo convertir. Y en la última acción del encuentro, Misa voló, literalmente voló, para evitar el empate de Lucía Pardo. Una parada que valió tres puntos y que cerró la tarde con la épica que había reclamado el partido desde el primer minuto.

    El pitido final certificó la realidad:El Real Madrid asalta la segunda plaza, aprovechando el tropiezo del Atlético y manteniendo vivo su pulso con la élite. Y lo hace justo antes de una cita monumental:Champions League · Martes 9 · 21:00 · Estadio Alfredo Di Stéfano · Real Madrid – Wolfsburgo.

    El sábado 13, a las 12:00, llegará el último partido liguero del año ante el Granada, un duelo que pondrá el broche al calendario de 2025.

    Para la Real Sociedad, la derrota duele, pero no hiere el orgullo. Este mismo equipo es el que tuvo el valor y el carácter de derrotar al Barcelona semanas atrás (1-0), con un penalti transformado por Edna Imade, una de las gestas más resonantes del curso.

    Pero ahora el aliento del Atlético de Madrid se siente cerca. El equipo de Arturo Ruiz se mantiene en posición Champions con 27 puntos, los mismos con los que llegó al parón internacional. Y en dos semanas visitarán el Cerro del Espino en un duelo que puede definir tramos enteros de temporada.

    Antes, eso sí, recibirán en Zubieta al Granada, consciente de que en esta Liga F Moeve, cada partido es un nuevo capítulo y cada capítulo exige una respuesta.

    (Fuente: Liga F Moeve)

    📋 Ficha técnica |

    Real Madrid (1): Misa; Shei (Silvia Cristóbal 90+2′) María Méndez, Lakrar, Yasmim (Holmagaard 46′); Däbritz (Irune 80′), Angeldahl; Eva Navarro (Feller 62′), Linda Caicedo, Athenea; Alba Redondo (Iris Ashley 80′).

    Real Sociedad (0): Arrula; Lucía, Nahia Aparicio, Claudia Florentino (Lavogez 86′), Moraza, Aiara; Emma (Arola Aparicio 76′), Paula Fernández (Lucía Pardo 86′), Cahynová, Andreia Jacinto (Intza 76′); Mirari (Edna 57′).

    Árbitra: Maria Planes Terol (Comité Murciano). Amonestó a Edna (minuto 72), Intza (minuto 82), Arola Aparicio (minuto 86) y Shei (minuto 90+2) con amarilla.

    Incidencias | Partido correspondiente a la decimotercera fecha de la Liga F Moeve 2025–2026 que han disputado el Real Madrid y la Real Sociedad de Fútbol ante 1.604 espectadores sobre una superficie de hierba natural.

    Vídeo |

  • La previa | Real Madrid vs Real Sociedad de Fútbol (Liga F Moeve)

    (Fuente: Getty Imágenes)

    🟦 ¡Un duelo real! El conjunto blanco recibe al donostiarra en Valdebebas con Europa como telón de fondo.

    (Fuente: Liga F Moeve)

    El sábado 6 de diciembre, a las 19:00 horario peninsular, el Estadio Alfredo Di Stéfano se convertirá en el epicentro absoluto de la Liga F Moeve con el duelo entre el Real Madrid y la Real Sociedad, un partido que podrá seguirse en DAZN y Movistar+ y que se presenta como la gran cita del fin de semana.

    El choque que cierra la jornada sabatina y que enfrenta al segundo contra el tercero del campeonato. Una de esas noches en las que el fútbol femenino español se siente grande, vibrante y decisivo. Después de doce jornadas, la Real Sociedad se ha ganado el derecho a ocupar el foco de la competición. Suma 27 puntos, está asentada en una meritoria segunda plaza a solo seis del liderato y luce un colchón de tres unidades respecto al cuarto clasificado. Ha perdido un solo encuentro y ha sido capaz de tumbar al, hasta entonces inexpugnable, FC Barcelona, en una exhibición que cambió por completo la percepción del equipo. La llegada del técnico madrileño Arturo Ruiz, la consolidación de jóvenes talentos y la irrupción goleadora de Edna Imade han impulsado un proyecto que amenaza con convertirse en uno de los más recordados de la historia reciente del club.

    La mano del entrenador es evidente: la Real es más agresiva, más vertical y más decidida a ir siempre a por el gol. Sus seis incorporaciones veraniegas se han integrado con naturalidad, y la apuesta por la cantera no es un detalle menor, sino un rasgo estructural: Aiara Agirrezabala se ha asentado en el lateral izquierdo y Julia Arrula se ha adueñado de la portería, ambas convertidas en pilares, ambas ejemplos de una idea basada en el colectivo como fuerza fundacional del proyecto. La Real Sociedad es un equipo duro, competitivo y casi imbatible. En doce jornadas solo cayó ante el Costa Adeje Tenerife (1-2) y desde entonces encadena seis partidos sin perder, con cuatro victorias y dos empates. Es el cuarto equipo menos goleado del torneo, con 11 tantos encajados, y Arrula suma ya cinco porterías a cero. Lejos de casa se ha mostrado incluso más letal: 14 puntos como visitante, invictas, con cuatro victorias y dos empates. Y, además, con una virtud emocional que habla de carácter: los goles en el añadido ante el DUX Logroño (0-1) y el Athletic Club (1-1) confirman que este equipo cree hasta el último segundo,

    Y ahora llega el desafío más exigente: visitar Valdebebas para un Real Madrid CF – Real Sociedad que, año tras año, garantiza espectáculo. Ambos equipos están inmersos en una pugna feroz por los puestos de Champions Femenina, una batalla que comparten con el Atlético de Madrid y el Tenerife. La historia dice que estos duelos suelen caer del lado blanco: 11 victorias del Real Madrid, un empate y tres triunfos donostiarras en sus 15 enfrentamientos en Primera División.

    Pero la Real que llega a este partido no se parece en nada a las anteriores, y la sensación general es la de una cita abierta, equilibrada y trascendental. El Real Madrid aterriza en esta jornada tras vencer por 3-0 a la SD Eibar, en un encuentro en el que no pudieron estar Frohms, Antonia Silva, Sara Däbritz, Sandie Toletti, Tere Abelleira —que continúa recuperándose del cruzado—, Alba Redondo y Bruun, quien podría ser la gran novedad en la convocatoria. El conjunto blanco, pese a las bajas, sigue siendo un competidor temible, especialmente en su estadio, donde se ha acostumbrado a convertir las noches complicadas en testamentos de poder emocional y futbolístico. Antes del encuentro se rendirá un homenaje a las campeonas de la Nations League, un acto que añadirá emoción y simbolismo a una tarde que ya de por sí se anticipa intensa. Sobre el césped se cruzarán figuras llamadas a marcar el devenir de la liga: bajo palos, Misa Rodríguez y Julia Arrula, dos porteras en planos diferentes pero unidas por la determinación y la categoría; en el centro del campo, el duelo técnico y cerebral entre Sandie Toletti y Andreia Jacinto, equilibristas del fútbol moderno, generadoras de ritmo y sentido; y arriba, dos depredadoras del área: Alba Redondo, oportunismo puro, Pichichi implacable, y Edna Imade, la máxima realizadora de la Real Sociedad y tercera de la Liga F Moeve, autora de ocho goles en nueve partidos pese a haberse perdido las dos primeras jornadas por lesión. Su impacto ha sido tan grande que fue elegida Player of the Month en octubre y llegó a la Selección Española, con la que conquistó la Nations League ante Alemania en el Metropolitano luciendo el dorsal 12 en la espalda. El partido tiene el peso de una final anticipada. Ambos equipos están separados por solo un punto, y una victoria en Valdebebas puede alterar el equilibrio de la zona noble del campeonato. Ganar significa golpear directo hacia Europa; perder, complicarse la vida; empatar, dejar abiertas demasiadas incógnitas en un torneo donde no se puede fallar. Todo ello en un escenario, el Di Stéfano, que parece llamado a escenificar uno de los grandes capítulos de la temporada.

    Por historia, por contexto, por clasificación, por narrativa y por nivel individual y colectivo, este Real Madrid CF – Real Sociedad no es solo un partido: es una cita imprescindible. Un choque de altos vuelos entre dos proyectos ambiciosos que representan el presente y el futuro de la Liga F Moeve.

    Un partido que no se explica: se vive. El sábado a las 19:00h, en DAZN y Movistar+, Valdebebas será el escenario de un pulso que nadie debería perderse. Porque hay partidos que definen jornadas, otros que definen temporadas… y después están los que definen destinos. Este es uno de ellos.

    🔜 𝙉𝙀𝙓𝙏 𝙂𝘼𝙈𝙀

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    🤍 Temporada 2025-2026

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    📅 Sábado, 6 de diciembre de 2025

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    (Fuente: Liga F Moeve)