
📌 Las campeonas del mundo desembarcan en la Ciudad del Fútbol con Edna Inmade como principal protagonista y buscan escribir la historia que está por venir.
España vuelve a su hogar con la mirada en la gloria: arranca la concentración más especial de un año irrepetible.
Sonrientes, cargadas de ilusión y con la emoción visible en cada paso, las internacionales convocadas por Sonia Bermúdez han comenzado a llegar a la Residencia de la Ciudad del Fútbol. Lo han hecho como lo hacen los equipos destinados a escribir historia: con paso firme, con la mente clara y con el corazón latiendo al ritmo de un país entero. Esta no es una concentración más. Es la última de un 2025 inolvidable, un año que ha elevado al fútbol femenino español a los cielos y que todavía puede cerrarse con un nuevo trofeo para la vitrina nacional: la revalidación de la UEFA Women’s Nations League ante Alemania en una final a doble partido que paralizará al país.
Tras un verano que quedó grabado para siempre con el subcampeonato de Europa en Suiza y con un ascenso imparable hasta el número 1 del ranking FIFA, España se presenta a esta cita como lo que ya es: una potencia mundial, un referente y una selección respetada por todo el planeta fútbol. Y lo hace con un grupo que ha vuelto a verse las caras como una familia que regresa a casa, con las maletas llenas de alegría, anécdotas y el innegociable deseo de volver a competir al máximo nivel.
La concentración llega con un toque especial y emocionante: la incorporación oficial de Edna, recién nacionalizada y convertida en una de las grandes novedades de la convocatoria. Su inclusión no es solo un refuerzo deportivo; es un símbolo del magnetismo de esta selección. España ya no solo forma jugadoras: atrae sueños, proyecta identidad, genera pertenencia. Edna pisa La Roja como una futbolista que ha elegido este escudo, que ha elegido este himno y que ha elegido representar a una nación que ahora también es la suya. Su presencia añade épica a un grupo que no deja de crecer.
A este núcleo, que desprende talento y entrega, se unirán mañana dos de las futbolistas más laureadas del continente en este 2025: Esther González, campeona de la NWSL estadounidense con Gotham, y Jenni Hermoso, campeona del Torneo Apertura 2025 con Tigres UANL. Dos estandartes del fútbol español que regresan a casa como campeonas, con el brillo competitivo que tanto define a esta generación irrepetible.
Nada más llegar, Sonia Bermúdez y su cuerpo técnico han recibido a las internacionales con un mensaje claro: España está preparada, España es ambiciosa y España quiere más. El saludo inicial en la residencia ha sido el primer paso antes de comenzar a preparar el exigente doble enfrentamiento ante una Alemania que llega como siempre: poderosa, histórica, disciplinada. Un reto a la altura de la selección campeona del mundo.
La ida se disputará el viernes 28 de noviembre a las 20:30h en el mítico Fritz-Walter-Stadion de Kaiserslautern, territorio de batallas inmensas. La vuelta, auténtica finalísima y cita marcada en rojo, tendrá lugar el 2 de diciembre a las 18:30h en un escenario que será pura emoción: el Estadio Riyadh Air Metropolitano, en Madrid. Una final europea, a doble partido, en casa… y con una España que sabe que puede completar un ciclo de oro.
En cuestión de horas, las jugadoras saltarán al césped de la Ciudad del Fútbol para su primera sesión (19:00h), bajo el mando de una Sonia Bermúdez que pisa esta final con determinación de gigante. La entrada será libre hasta completar aforo en la grada del Campo A, con las puertas abiertas desde las 18:00h. Una oportunidad única para ver en directo a las campeonas del Mundo, campeonas de la Nations League y líderes del ranking FIFA, en el primer paso hacia otro sueño colectivo.
La presencia de las jugadoras, muchas de ellas heroínas nacionales que han marcado una era, convertirá Las Rozas en un lugar de peregrinaje futbolístico. Edna, en su primera semana como internacional absoluta española, vivirá asimismo su primer baño de cariño, el primero entre los muchos que la esperan. La afición tendrá la oportunidad de abrazar un proyecto que se ha convertido en orgullo nacional.
No es solo fútbol. Es identidad, es esfuerzo, es un legado que ya forma parte de la cultura deportiva española.
Cada concentración de este equipo es un recordatorio de que España compite por títulos, emociona al mundo y representa valores que trascienden cualquier marcador. Y ahora, en la que será la última gran batalla del año, la selección vuelve a levantar la bandera con un mensaje inequívoco:
España quiere cerrar 2025 como lo empezó: conquistando corazones y peleando por títulos.
La cuenta atrás ha comenzado. Los focos apuntan a Kaiserslautern. La final espera.
Y España, con su familia de campeonas, con Sonia Bermúdez al mando y con Edna como nuevo símbolo de unión y futuro… está lista para escribir otra página eterna.
Vuelve “La Roja”, regresa la emoción de un país. Arranca la lucha por la gloria.




















