
📌 La delantera merengue ha dado cinco pases de gol a sus compañeras.
📰 Eva Navarro: el vuelo blanco de una campeona 📰

De la cantera murciana a los altares del Bernabéu, la extremo internacional escribe su propia leyenda en el Real Madrid y en “La Roja” campeona de la Nations League.
Hay futbolistas que irrumpen en el fútbol con el ímpetu de una tormenta, que no piden permiso para brillar, que aparecen cuando los focos aún no apuntan hacia ellas y que, a base de talento, carácter y coraje, terminan por conquistar los escenarios más grandes. Eva Navarro (Yecla, 2001) pertenece a esa raza de jugadoras que no esperan a que el fútbol las llame: lo persiguen, lo moldean y lo hacen suyo.
Su llegada al Real Madrid Femenino no fue un fichaje más. Fue el punto de madurez de una carrera forjada en la constancia, en los días silenciosos de entrenamiento, en los viajes largos desde Murcia para seguir soñando con el balón. Tras dejar su huella en el Atlético de Madrid Femenino, club con el que se consolidó como una de las delanteras más desequilibrantes de la Liga F Moeve, Eva decidió dar un paso al frente. Quería nuevos retos, nuevos horizontes. Y el destino le tenía preparado el más grande de todos: vestir de blanco.
Eva llegó a la capital como quien trae una promesa. La promesa de la velocidad, del vértigo, de esa alegría que rompe las líneas rivales y que el Estadio Alfredo Di Stéfano
adora. Desde su primer día, la murciana conquistó el vestuario y al cuerpo técnico por su capacidad para transformar los partidos. No hay jugadora más incisiva en los metros finales. Su cambio de ritmo, su atrevimiento en el uno contra uno y su habilidad para encontrar huecos donde no los hay se han convertido en uno de los recursos más temidos de la Liga F Moeve.
En apenas ocho jornadas de la temporada 2025-2026, Eva Navarro ya es la futbolista con más asistencias de gol del campeonato, con un total de cinco y un promedio de 0.63 por encuentro, según los datos oficiales de la Primera División Femenina. Detrás de esos números hay algo más que estadísticas: hay una futbolista que interpreta el juego con inteligencia, que sabe cuándo frenar, cuándo acelerar y cuándo dejar sola a una compañera frente al arco.
Eva ha encontrado en el Real Madrid un entorno que amplifica su esencia. Su conexión con Alba Redondo, su sociedad con Athenea del Castillo y su entendimiento con Claudia Zornoza en el costado derecho han convertido al conjunto blanco en un vendaval ofensivo. El fútbol de Eva no se mide en goles, sino en impacto: cada vez que toca el balón, algo ocurre.
Campeona de la UEFA Women’s Nations League con España, levantando el trofeo en Andalucía frente a Francia, Eva Navarro ha formado parte de la generación que ha transformado el fútbol femenino español. Aquella noche, envuelta en la emoción del estadio y en la mirada cómplice de sus compañeras, supo que su camino apenas comenzaba. Porque Eva no solo celebra títulos: los trabaja, los construye desde su esfuerzo silencioso, desde la fe inquebrantable en su equipo.
Su historia con la Roja es la historia de una futbolista que no se rinde. De aquella adolescente que soñaba con debutar en la absoluta a la campeona que ahora viste con orgullo el número 19. En la selección, como en el Real Madrid, ha sido descrita como una delantera joven y móvil, capaz de actuar en cualquiera de las tres posiciones ofensivas, aunque su hábitat natural es la banda derecha, donde su fútbol se convierte en un estallido de creatividad.
Sobresale por su capacidad de desequilibrio, su velocidad, su excelsa habilidad técnica con el balón en los pies y su brillante uno contra uno. Tiene algo que no se enseña: el instinto de las grandes, ese que le permite saber cuándo un partido necesita magia y cuándo basta con inteligencia.
Eva Navarro creció con el balón como único refugio. En Yecla, donde las tardes de verano olían a césped y esperanza, comenzó a forjar un carácter competitivo que hoy define su personalidad. Desde muy joven se destacó por su madurez futbolística y su alegría en el campo, dos rasgos que la acompañaron en su paso por el Levante U.D. Femenino, donde empezó a ser reconocida como una de las joyas más prometedoras del fútbol español.
El Atlético de Madrid fue el siguiente capítulo de su historia: tres temporadas de crecimiento, goles decisivos y títulos que consolidaron su nombre. Allí se convirtió en símbolo de lucha y ambición, ganándose el respeto de las rivales y el cariño de la afición colchonera. Pero como toda futbolista que busca trascender, Eva necesitaba seguir escalando. El Real Madrid llamó a su puerta y ella no dudó. En su mirada se veía la decisión de quien no teme a los retos, porque ha aprendido a vivir de ellos.
En Valdebebas, su impacto fue inmediato. No necesitó adaptación: desde los primeros entrenamientos, sus compañeras reconocieron esa energía distinta que solo poseen las futbolistas destinadas a liderar. Su estilo encaja a la perfección con la filosofía del nuevo proyecto blanco: fútbol directo, combinativo, de presión alta y transiciones rápidas.
El Real Madrid ha encontrado en ella algo más que una atacante: ha encontrado una líder silenciosa, una futbolista que no necesita levantar la voz para contagiar. Cada vez que corre, que encara, que celebra un gol de otra, se percibe el espíritu del grupo. Eva representa ese tipo de jugadora que hace mejores a las demás.
Su desequilibrio y su facilidad para asociarse en corto han dado al equipo una nueva dimensión ofensiva. Ya sea en los duelos frente a defensas cerradas o en los partidos grandes contra Barcelona o Atlético, su inteligencia posicional ha sido clave. Juega con los sentidos: sabe cuándo arrastrar una marca, cuándo romper en diagonal y cuándo ceder el protagonismo para abrir espacio.
Además, su madurez emocional, pese a sus 24 años, es una de las claves de su rendimiento. Eva no se esconde, no se apaga en los partidos grandes: se agranda. Su fútbol tiene personalidad. No hay jugada sin intención, ni carrera sin propósito.
La conexión entre el Real Madrid y la selección española es hoy más fuerte que nunca, y Eva Navarro es uno de sus puentes. Sonia Bermúdez, actual seleccionadora, ha elogiado públicamente su evolución:
“Eva ha crecido muchísimo. Tiene madurez, velocidad y una lectura del juego que solo tienen las grandes. Nos da soluciones en cualquier zona de ataque.”
Y no exagera. En la Nations League conquistada en Andalucía, Eva fue pieza táctica de equilibrio, capaz de abrir el campo y de servir como punto de fuga en las transiciones ofensivas. Su relación con Alexia, Aitana y Alba Redondo dentro de la Roja ha sido clave para que España mantenga su hegemonía internacional.
Eva Navarro entiende el fútbol como una forma de expresión. Cada regate, cada pase, cada asistencia tiene una intención artística. Pero también un mensaje: el de la responsabilidad con la camiseta que lleva. En el Real Madrid, la 19 es símbolo de entrega, un número que ya pertenece a su historia.
El club blanco valora en ella no solo el talento, sino la constancia. En cada entrenamiento, Eva deja la misma intensidad que en un clásico. Esa ética profesional, esa mezcla de pasión y rigor, la han convertido en una referencia dentro y fuera del campo.
5 asistencias en 8 jornadas de la Liga F Moeve 2025-26, la mejor marca del campeonato. 0.63 asistencias por partido, el promedio más alto entre las 10 principales ligas europeas. 82% de efectividad en duelos ofensivos (dato de la Primera División Femenina). 9 ocasiones creadas por encuentro, líder en su equipo.
Estas cifras confirman lo que la afición ya percibe: Eva Navarro no solo está en su mejor momento, sino que se ha consolidado como una de las futbolistas más determinantes de Europa.
El futuro de Eva Navarro se escribe con ilusión. En el Real Madrid ha encontrado la estabilidad y el contexto ideales para seguir creciendo. Su madurez, su influencia en el juego y su conexión con las grandes noches la proyectan hacia una trayectoria destinada a marcar época.
El fútbol femenino español vive un tiempo dorado, y nombres como el suyo son el reflejo de una generación que ya no tiene techo. Eva representa la audacia, la pasión y el orgullo de un país que aprendió a ganar creyendo en su propio talent
“El fútbol no se trata solo de marcar goles, sino de dejar huellas. Eva Navarro no corre: flota. No asiste: guía. No juega: interpreta. Es la futbolista que redefine el costado derecho, que convierte cada regate en un poema y cada pase en una promesa. Cuando España levantó la Nations League en Andalucía, ella estaba allí, sonriendo, construyendo futuro desde la humildad. Hoy, el Bernabéu la mira con el mismo respeto con el que se mira a las elegidas: las que cambian los partidos y, con ellos, cambian la historia. Eva Navarro no es solo presente: es destino. La Roja la disfruta, el Real Madrid la celebra y el fútbol, simplemente, la admira.”
— Manu López, “El Partido de Manu”, Liga F

















