¡Ha despertado gran expectación! El cara a cara entre rojiblancas y blancas logró movilizar masivamente a los fans por primera vez desde 2020.
El Atlético de Madrid es desde su origen un fiero competidor del Real Madrid Pero en Madrid no solo estaban estos dos equipos, destacaba también el Racing de Madrid, que en los años 30 desaparecería de los terrenos de juego. Es el equipo del barrio de Chamberí y también tiene muchos seguidores. Los enfrentamientos con el Real Madrid fueron constantes porque este último había abierto un litigio denunciando que el Racing pecaba de “profesionalismo” en su plantilla. Este conflicto, unido a la desaparición del conjunto, hará que toda su afición se trasvase al Atlético de Madrid y con ella toda “su carga antimadridista”. Un dato que, según ha explicado Petón, “es importantísimo en la confección del espíritu” del Atleti.
En sus inicios, cuando todavía formaban parte de esa “sucursal” bilbaína, los atléticos jugaban vistiendo una equipación azul y blanca. A Elorduy, jugador del Atlethic de Bilbao, le encomendaron que, durante unas vacaciones en Londres, comprase 50 equipaciones para los dos equipos (el Bilbao y el Sucursal de Madrid). Pero Elorduy dejó el encargo para última hora y finalmente “encuentra unas que no tienen nada que ver” con las que le habían pedido del Blackburn Rovers, compra las famosas rojiblancas. Colores que vestirá el Atlético de Madrid “a partir de 1911” y se convertirán en más que una insignia para el club.
Se dice que la rivalidad entre colchoneras y merengues va más allá de lo deportivo. El argumento recurrente afirma que el Real Madrid es el equipo de las élites, de los ricos, mientras que el Atlético es el equipo de las clases humildes. En realidad hay aficionados de todas las clases sociales en ambos equipos.
Tal y cómo apuntan algunos fans origen de la rivalidad data del año 1903, cuando el Atletic de Bilbao gana la final del Campeonato de España al Madrid. Al acabar el partido unos estudiantes de la Escuela de Ingenieros de Minas, todos aficionados del Atletic, deciden que hace falta un equipo como el de Bilbao en la capital. Menos de un mes más tarde nacía el Athletic Club de Madrid, filial del Athletic Club de Bilbao.
Como ya adelantábamos en el párrafo anterior el Atlético de Madrid paso a ser club por derecho propio en 1923, pero al ser un club amateur no pudo enfrentarse al que sería su eterno rival hasta 1929. Un partido que, por cierto, ganó el Real Madrid.’
Esa es la fecha que marca el principio del desencuentro, de la rivalidad una veces cordial y otras veces más intensa. Sin embargo es curioso ver como la historia de ambos clubes se ha cruzado más de una vez.
Poca gente sabe esto… pero se dice por ahí que los primeros en celebrar un título en la Cibeles fueron los aficionados del Atlético de Madrid; fue en 1977 y los rojiblancos acababan de ganar el título de Liga. Posteriormente, en los años 80 del siglo XX, el monumento fue usado también por los aficionados del Real Madrid, por lo que los del Atlético decidieron trasladar las celebraciones a la cercana fuente de Neptuno.
Lo que sí es llamativo es la cantidad de jugadores de un equipo que pasaron al otro. El mítico Luis Aragonés, jugador y entrenador emblemático del Atlético, comenzó su carrera en el Real Madrid, aunque nunca jugó oficialmente con el equipo blanco. Raúl González, el jugador más prolífico del Real Madrid, comenzó su carrera en las filiales del Atlético de Madrid. Hugo Sánchez, uno de los mejores futbolistas del siglo XX, pasó del Atlético al Real Madrid. Otro integrante de la “Quinta del Buitre”, Bernd Schuster, fue del Real al Atlético y ganó dos Copas del Rey para los rojiblancos. Si preguntáis a los aficionados os darán más nombres.
La confrontación entre ambos equipos es mucho más que un asunto deportivo; hablamos de algo casi social, de una actitud ante la vida. Por ejemplo: los aficionados del Real Madrid se han ganado fama de exigentes, de no tolerar fallos, de ser inclementes en sus críticas incluso a sus jugadores; por otra parte los del Atlético siempre han sido considerados sufridores, sacrificados y leales a sus colores hasta límites insospechados. Se trata incluso de una distinción que afecta a sus propios presidentes: mientras los del Madrid han tenido fama de estrictos y serios los del Atlético siempre han sido considerados más cercanos y socarrones.
Se podría seguir analizando esta rivalidad (de hecho existen numerosos libros y estudios sobre ella); pero en resumen podéis ver que ser de uno u otro equipo es mucho más que elegir colores para un partido: es elegir toda una actitud ante la vida con el fútbol como metáfora. Como diría el mítico atlético Luis Aragonés “ganar, y ganar, y ganar, y volver a ganar, y ganar, y ganar, y ganar, y eso es el fútbol, señores” o bien… como dijo el legendario madridista Alfredo Di Stéfano “Ser segundo es ser el primero de los últimos.
Los Atlético de Madrid versus Real Madrid son partidos siempre en los que salen chispas. La rivalidad entre los dos principales equipos de la capital se remonta a tiempos inmemoriales. Presidentes, entrenadores, jugadores, aficiones, no ha habido ningún estamento de alguno de los dos clubes que se haya librado de esa pugna. Es lo que tiene el derbi de Madrid, que la tensión deportiva y la emoción está a flor de piel. Como se vio en este último, finalizado con un resultado de empate (1-1) en LaLiga Santander.
A la pregunta de por qué alguien se hace aficionado del Real Madrid y del Atlético de Madrid suelen existir dos respuestas bien diferentes. Lo habitual es que un madridista responda con un contundente, “porque es un club señor, que promueve los valores del señorío” (les resulta mucho más complicado luego definir en qué consiste con exactitud eso del “señorío”).
Un seguidor del Atlético, en cambio, no podrá dar casi nunca una respuesta unívoca que explique su filiación con el equipo de las rayas rojas y blancas (como los antiguos colchones, de ahí el apelativo de “colchoneros”).
Es más, incluso el propio club realizó hace pocos años una campaña publicitaria institucional en medios de comunicación que fue muy alabada y que, justamente, se sustentaba en esa misma incomprensión irracional de los motivos por los que se es seguidor del Aleti (como suelen llamarlo sus seguidores en lenguaje coloquial.
Porque resulta objetivamente evidente, atendiendo en exclusiva a los datos financieros y de historial de victorias internacionales, que el Real Madrid es un Goliat de proporciones formidables frente al Atlético de Madrid.
En el año 2020, cuando el Real Madrid Club de Fútbol anunció la fusión por absorción del Club Deportivo Tacón mediante una fusión por absorción, una medida que despertó cierta polémica, esa “enemistad” deportiva se trasladó a la Primera División Femenina.
En esta nueva dimensión, en la que Atlético de Madrid es un equipo histórico, ya se han vivido grandes compromisos y citas memorables en los que nunca ha habido empate y cada equipo ha impuesto su ley en tres ocasiones.
Basándonos en lo anteriormente expuesto, no es de extrañar que el Club Atlético de Madrid Femenino haya informado de que se han agotado las entradas para el derbi de la vigésima primera jornada de la Finetwork Liga F que le enfrentará al Real Madrid en el Centro Deportivo Wanda Alcalá de Henares el próximo domingo, 12 de marzo de 2023, a las 18:00 horario peninsular.
Las localidades para el público general, que se podían comprar desde veinte euros, se han vendido en su totalidad, según el Atlético, aunque los socios del club podían acceder gratis si retiraban una entrada hasta agotar el aforo disponible para ellos.
El Atlético de Madrid Femenino ocupa la cuarta plaza en la máxima categoría del fútbol femenino a once puntos del tercero, el Levante, y el Real Madrid es segundo a cinco puntos del Barcelona y con cinco unidades más que el equipo granota.
En el partido de la primera vuelta disputado en el Alfredo Di Stéfano venció el Real Madrid por 1-0 con un tanto de Kathellen a los 83 minutos, y en la última visita liguera del cuadro blanco se impuso por 0-2 con goles de Caroline Møller y Esther González Rodríguez, algo de lo quiere vengarse el elenco de Manolo Cano para así aprovechar su penúltima ocasión de pelear por los puestos de acceso a la UEFA Women’s Champions League.
De este modo, las gradas del Centro Deportivo Wanda Alcalá de Henares presentarán un aspecto envidiable y en ellas no cabrá un alfiler, situación que engrandecerá la corta historia de la nueva Liga Profesional de Fútbol Femenino.
El Partido de Manu 
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