
¡Pensado en el futuro! El sindicato vela por los intereses de las verdades protagonistas, las futbolistas.
Las negociaciones por el nuevo convenio colectivo entre la Liga Profesional de Fútbol Femenino (LPFF) y los sindicatos FutPro, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), Futbolistas ON, Comisiones Obreras y (UGT) continúan sin encontrar una más que necesarias fumata blanca a nivel fiduciario.
Tras varias reuniones de la mesa negociadora para la renovación y modificación del Convenio Colectivo para las futbolistas de la Primera División femenina (Liga F), la Asociación de Futbolistas Españoles quiere fijar su posición en determinadas cuestiones que consideran fundamentales para el normal desarrollo de la Primera División Femenina, esa que tanto amamos en “El Partido de Manu”,
Resulta evidente que en la última reunión, celebrada el pasado 28 de marzo de 2023, las asociaciones anteriormente mencionadas volvieron a toparse con una patronal (Liga F), firme y preocupada por la viabilidad de la competición.
El ente que preside Beatriz Álvarez Mesa propuso firmar un Convenio Colectivo de una duración de 5 años, con una vigencia hasta la temporada 2026 – 2027 (empezando por la actual), con las siguientes cantidades sobre el salario mínimo: 16.000, 17.500, 19.000, 19.500 y 20.000.
Tras un receso, en el que los sindicatos que conforman el banco social debatieron, por unanimidad no aceptaron la propuesta de los representantes de los clubes.

En relación a la temporalidad, hubo unanimidad en el banco social para que la duración del Convenio Colectivo sea de dos años (la actual temporada y la siguiente). En cuanto al salario mínimo, también por unanimidad de todos los sindicatos, que sea de 20.000 y 25.000 euros, respectivamente.
La AFE entiende que la temporada que viene el salario no debería ser inferior a los 25.000 euros, como así lo han trasladado las futbolistas al departamento de fútbol femenino de la entidad, tanto en visitas a vestuarios como en diferentes reuniones.

Por otra parte, AFE quiere dejar claro que, durante este proceso de negociación, en todo momento ha trabajado con el objetivo de proteger todos los puestos de trabajo de los clubes de la categoría.
Un necesario e inexcusable ejercicio de responsabilidad como sindicato porque les preocupan todos y cada uno de los clubs no sólo los que disponen de más medios económicos para su sostenimiento, es decir, aquellos que si cuentan con el respaldo de un equipo masculino y que, de facto, tienen menos “impedimentos” para subsistir en la élite de una competición doméstica que no hace más que ganar enteros y visibilidad partido a partido.

Además, desde este sindicato indican que el banco social defiende una temporalidad de dos años de duración y un salario mínimo de 20.000€ para la actual campaña (el convenio tendría carácter retroactivo una vez se firme) y de 25.000 para la siguiente.
“Nuestra asociación entiende que la temporada que viene el salario no debería ser inferior a los 25.000 euros, como así lo han trasladado las futbolistas al departamento de fútbol femenino de AFE, tanto en visitas a vestuarios como en diferentes reuniones. Por otra parte, AFE quiere dejar claro que, durante este proceso de negociación, en todo momento ha trabajado con el objetivo de proteger todos los puestos de trabajo de los clubes de la categoría. Un necesario e inexcusable ejercicio de responsabilidad como sindicato porque nos preocupan todos los clubes y no sólo los que disponen de más medios económicos”, finalizan.

Voces autorizadas en el tema que nos ocupa, caso de la directiva del Atlético de Madrid Femenino, Lola Romero, se han atrevido a dejar clara su posición con respecto a las negociaciones del convenio colectivo, cabe recordar que recientemente también hubo declaraciones al respecto desde la parte de la patronal. Lola Romero, directora de la sección femenina del Atlético y parte de la mesa negociadora, y Rubén Alcaine, vicepresidente de la LPFF, que apuntó rojiblanco.
“Nos estamos enrocando en el salario mínimo, cuando hay muchas más cosas que hacer. En España estamos muy bien dentro de los mínimos obligatorios. Un 10% de las jugadoras están en el salario mínimo actual (de 16.000 euros con parcialidad del 75%), el resto están por encima”, dijo Lola Romero. Alcaine, por su parte, la secundó: “La mayoría de futbolistas están muy por encima”.
El tema del salario no es más que una carrera de fondo, un objetivo a alcanzar en un lapso temporal que es indeterminado, pero no por eso resulta menos trascendente que la profesionalización que se disfruta en España desde inicios de curso.

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