
¡Para la temporada 2023/2024! El representativo canario ha querido solidarizarse con un movimiento social que merece todo el respeto a nivel internacional.
La Unión Deportiva Granadilla Tenerife, sexta clasificada de la Liga F 2022-2023, se ha convertido en noticia al presentar la que será su camiseta alternativa para el curso futbolístico venidero.
El representativo canario, que lleva años brillando en la élite del fútbol femenino nacional por méritos propios, cada año da un paso hacia delante, ha comunicado que sus dos primeras elásticas van a seguir un diseño clásico, es decir, azul y blanca, la local y morada, la visitante.
El enfoque trasgresor de la entidad que preside D. Sergio Batista está en la camiseta alternativa que ha sido confeccionada junto a la firma danesa Hummel que es muy bonita, de color negro con el escudo y la marca deportiva Hummel en blanco y la bandera LGTBI + en el pecho, pudiéndose adquirir por parte de los fans isleños a partir de septiembre.
El movimiento LGBT o movimiento LGTB[1] es el movimiento social que lucha contra la discriminación y en favor de la normalización y reconocimiento de derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero y transexuales. En los últimos años, el movimiento ha incluido también otros colectivos relacionados con la diversidad de orientaciones, identidades, características sexuales y prácticas sexuales diversas, como las personas intersexuales, transexuales, travestis, queers, BDSM o kink, swinger, leather, asexuales, osos, poliamorosas, practicantes de la infidelidad unilateral consentida (cuckolding), etc., que llevaron a extender la sigla con letras adicionales (LGBTTTAIQK), agregarle un signo más (LGBT+), o reemplazar la sigla por la palabra «diversidad» y la disidencia, de manera que no se incluya al colectivo cisheteronormativo.
Es habitual afirmar que el movimiento LGBT se inició en Occidente con el «movimiento de liberación LGBT», que normalmente se considera surgido en 1969 con los disturbios de Stonewall en Estados Unidos. Sin embargo, diversas investigaciones han ido revelando, que existen desde el mundo antiguo, y en diversas culturas, movimientos impulsados por personas que coinciden con los términos modernos de la sigla LGBT.[12][13][14] Una de las principales acciones del movimiento LGBT+ son las Marchas del Orgullo, realizadas en la mayoría de los países, a veces como parte de festivales LGBT+, en las que las personas LGBT+ salen a la calle festivamente para mostrar públicamente, el orgullo que sienten por «ser como son».
Los siete sabios del bosque de bambú (en chino, 竹林七賢; pinyin, Zhúlín Qī Xián) fueron un grupo de filósofos, poetas y músicos chinos, de la corriente qingtan (pura conversación) del taoísmo, en el inicio de la dinastía Jin (265-420). El historiador Louis Crompton lo compara con el movimiento hippie surgido en Estados Unidos en el siglo xx.[15] El grupo generó un movimiento cultural crítico de las intrigas, la corrupción y la agobiante atmósfera de la vida cortesana durante las luchas políticas del periodo de los Tres Reinos, proponiendo un estilo de vida sencillo y libertario, basado en la amistad y la comunión con la naturaleza. Dentro del espíritu libertario del movimiento estaban admitidas las relaciones homosexuales.
menos dos de los siete sabios, Xi Kang y Ruan Ji -considerado un activista antisistema y el mayor poeta de su tiempo-, mantuvieron una relación amorosa y sexual (similar a lo que en Occidente se denominaría homosexualidad varios siglos después) sobre la que escribieron textos de celebración.
Los disturbios de Stonewall producidos en el Greenwich Village en protesta por el acoso policial a la comunidad LGBT de Nueva York supusieron un punto de inflexión en la lucha a favor los derechos civiles de los homosexuales de todo el mundo. Se desencadenaron el 28 de junio de 1969 como reacción a una redada policial en el bar de ambiente LGBT, el Stonewall Inn, extendiéndose a las calles adyacentes durando tres días. Era la primera vez que la comunidad homosexual se enfrentaba de forma contundente contra las fuerzas policiales, y causaron gran conmoción en la comunidad sirviendo de aglutinante de las pequeñas organizaciones homófilas que habían estado funcionando hasta entonces. Tan solo unas semanas más tarde, a finales se fundó en Nueva York el Frente de Liberación Gay (GLF). La elección de su nombre se explica por la cercanía ideológica con las luchas anti-imperialistas en Vietnam y Argelia. A final de año, el GLF ya contaba con grupos en ciudades y universidades por todo el país, y aunque tuvo una existencia fugaz pronto fue reemplazada por otros grupos más estables como Gay Activists Alliance. En poco tiempo surgieron organizaciones similares en Argentina (desde 1967), Australia, Bélgica, Canadá, Francia, España, México Nueva Zelanda, Países Bajos y Reino Unido. Y no tardaron en aparecer otros grupos con los mismos objetivos la mayoría de los países de mundo.
Con objeto de conmemorar el primer aniversario de la revuelta de Stonewall, el GLF organizó una manifestación pacífica desde Greenwich Village hasta Central Park, a la que acudieron entre 5.000 y 10 000 hombres y mujeres. Desde entonces y hasta hoy, la mayor parte de las festividades del Orgullo LGBT se celebran alrededor de esta fecha, definida por D’Emilio como “la caída de una horquilla oída en todo el mundo”.
El éxito y consecuencias de los disturbios de Stonewall se deben en gran medida al cambio de mentalidad general que se había producido en la sociedad en los años 60, promovida por la revolución sexual, el movimiento feminista y la lucha por los derechos civiles de las minorías raciales. Stonewall representa un punto de inflexión en la organización de los colectivos y la interconexión de la subcultura gay, cambiando radicalmente su programa político. Mientras que los activistas de las generaciones anteriores habían luchado sobre todo por una mayor aceptación, las generaciones siguientes a Stonewall exigirán el reconocimiento social, la integración y equiparación de derechos completa.
En la mayor parte de Europa y América se ha conseguido la despenalización de la homosexualidad, no sin dificultades ya que en países democráticos como en EE. UU tuvo que ser el tribunal Supremo el que derogara las leyes de sodomía que persistían en 2003. La siguiente reivindicación de los colectivos en los finales del siglo xx y el comienzo del siglo xxi, además de luchar por la despenalización de las prácticas homosexuales en el resto del mundo, ha sido conseguir el reconocimiento de las uniones civiles y el matrimonio entre personas del mismo sexo para equiparar los derechos de las parejas homosexuales al del resto de los ciudadanos en materias tan comunes como herencia, acceso a la seguridad social del compañero, beneficios fiscales, etc.
El primer estado del mundo en legalizar los matrimonios homosexuales fueron los Países Bajos en 2001, produciéndose el primer matrimonio en el ayuntamiento Ámsterdam el 1 de abril de ese mismo año.
Siguieron a los Países Bajos en reconocer los matrimonios homosexuales, Bélgica (2003), España (2005), Canadá (2005), Sudáfrica (2006), Noruega (2009), Suecia (2009), Portugal (2010), Islandia (2010), Argentina (2010), Dinamarca (2012), Brasil (2013), Uruguay (2013), Nueva Zelanda (2013), Francia (2013), Luxemburgo (2015), Estados Unidos (2015), Irlanda (2015), Colombia (2016), Finlandia (2017), Malta (2017), Alemania (2017), Australia (2017), Austria (2019), República de China (Taiwán) (2019), Ecuador (2019), Reino Unido (2020) y Costa Rica (2020). En México, el matrimonio homosexual es legal en algunos estados.
Además muchos estados europeos y americanos han aprobado leyes que permiten la unión civil a las parejas homosexuales, con distintos grados de similitud a las uniones matrimoniales.
El Granadilla Tenerife demuestra una vez más que un club inclusivo, modesto, pero grande al mismo tiempo, y que quiere seguir brillando en la Primera División Femenina, algo que hace desde que logró el ascenso a costa del Real Betis Féminas en 2016.
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