
¡Para la firma del convenio colectivo! Este punto sigue teniendo algunas aristas que impiden avanzar.

Las “Listas de Compensación” son una especie de cláusulas que tienen que abonarse a la hora de fichar a jugadoras menores de 23 años y que se refieren a los derechos de formación. Sobre el papel no parece nada del otro mundo, es un canon que existe también en el fútbol masculino, hasta que salta a la vista cómo jugadoras que no cobran más de 24.000 euros brutos anuales están obligadas a desembolsar entre 250 y 500 mil euros para cambiar de equipo si no son liberadas por este.
Unas cifras desorbitadas dentro del actual fútbol femenino que han denunciado en los últimos días jugadoras y familiares a través de las redes sociales.
Un nuevo palo en las ruedas de este vehículo que es el fútbol femenino español.
Esta tasa fue incluida en el nuevo convenio colectivo que aunque aún no ha sido publicado en el BOE, sí lleva vigente alrededor de un mes —otra de las cosas extrañas que tiene este fútbol femenino—. Ante la denuncia del sindicato ‘Futbolistas ON’ la Audiencia Nacional convocó un Acto de Conciliación el pasado 17 de junio pero este se ha pospuesto un mes, al próximo 16 de julio a las 11.00 horas.
Según la notificación de la Audiencia Nacional, el Barcelona y el Athletic Club de Bilbao, citados como partes interesadas, solicitaron «la suspensión de los actos señalados el día 17 de junio de 2020 al no haber recibido la citación para los mismos, ni tenido acceso a los documentos adjuntos a la demanda».
Es por eso que las jugadoras han alzado la voz de manera conjunta porque aunque solo afecte a las menores de 23 años, esto es algo que repercute en todas y en todos los clubes.
Las jugadoras no se oponen a una cláusula de formación, pero piden que no sea abusiva: «El caso es que nosotras estamos a favor que existan unos derechos de formación pero siempre que sean cantidades racionales y no desorbitadas. Cantidades como 500.000 euros o 250.000 euros que imposibilitan que ningún club pueda fichar a las futbolistas con esta cláusula y que lo único que consiguen es que se tengan que marchar al extranjero porque ahí no se aplica esta compensación».
Por último, hacen un llamamiento al cuidado y protección de la jugadora joven, del talento. «El talento que se desarrolla en España hay que cuidarlo y tratar de disfrutarlo aquí porque eso significará que tenemos una mejor competición y un nivel más alto. Es por ello que queremos mostrar nuestra disconformidad y nuestro desacuerdo a dichas cantidades porque hoy afecta a más de una decena de futbolistas pero seguirá aumentando si no se resuelve la situación. Ahora mismo hay jugadoras que terminan contrato el 30 de junio con las que no se había negociado esto en sus contratos y que de golpe se encuentran con una cláusula abusiva e injustificada que les va a impedir decidir su futuro libremente», explican en el comunicado que se ha hecho viral en redes sociales.
El convenio colectivo del fútbol femenino español sigue sin poder firmarse por esta problemática y eso que el pasado mes de septiembre de 2023 se desconvocó una huelga tras llegar a un acuerdo por el salario mínimo, pero un año después, el tema sigue dando de que hablar.
El acuerdo alcanzado por ambas partes reflejaban un salario mínimo de 21.000 euros para la temporada 2023/24, de 22.500 euros para la 2024/25 y 23.500 euros para la 2025/26, cifras que podrían aumentar a 23.000, 25.000 y 28.000 euros respectivamente en base a los beneficios obtenidos por los activos comerciales y otras fuentes de ingresos comerciales propuestas por los sindicatos, como un partido de las estrellas que se quedó sin fechas y sin sede en el primer curso y del que no hay noticias que pueda retomarse.
El nuevo texto contiene mejoras para la futbolista en muchos aspectos: renovación del protocolo de acoso sexual -más objetivo y acortando plazos de resolución- para evitar que se repitan casos como el del Alhama; mejoras en materia de maternidad y conciliación a fin de proteger a las jugadoras con hijos o en previsión de tenerlos; mejora en los desplazamientos para garantizar una buena salud laboral; garantizar la independencia entre el salario y los complementos; adquisición de calzado deportivo para aquellas jugadoras sin patrocinios individuales; creación de una bolsa para formación; o información acerca del calendario antes de negociarlo con la RFEF en el Convenio de Coordinación a fin de poder anotar cualquier discrepancia antes de la firma definitiva.
El punto de mayor conflicto sigue siendo el Artículo 20 que se refiere a los derechos de formación. Aunque se intentó eliminar en un primer momento, los clubes, respaldados por la ley, exigieron que permaneciera en el Convenio si bien se mostraron abiertos a tratar los condicionantes para que dejara de resultar abusivo. Para que una jugadora pueda ser incluida en esta lista de compensación debe ser menor de 23 años a 30 de junio de esa temporada y llevar un mínimo de dos temporadas en el club. En la redacción del texto se habla de que el montante exigible sería como máximo el doble que el salario que percibiese la jugadora, añadiendo un 10% por temporada que llevase en el club; un 10% si es internacional; y un 10% si hubiera jugado al menos la mitad de los partidos para los que estuviera disponible.
En caso de ser incluida en la lista y no firmar por ningún equipo, la jugadora podría ampliar automáticamente su contrato por un año con un aumento del 10% de su salario; en caso de fichar por otro club, la jugadora recibiría el 15% de la compensación pactada; y en caso de fichar por un club extranjero, el club de origen mantendría durante una segunda temporada la cuantía fijada en caso de regresar a España. Por su parte, el club que genere un ingreso por esa lista de compensación se comprometería a invertir un 50% del mismo en su cantera.
Así mismo, se estipula que debe ponerse en conocimiento de la jugadora y de la Comisión paritaria la relación de jugadoras antes del 1 de marzo.
La encuesta realizada por los sindicatos entre las jugadoras ha sido contestada por apenas un centenar de ellas (menos de un tercio del global) siendo las respuestas afirmativas para la firma casi por unanimidad. El problema es que los cinco sindicatos, que se reunieron por última vez el pasado mes de junio, no están de acuerdo con todo lo establecido y hay uno de ellos (AFE) que ha mostrado discrepancias en varios puntos, aunque en primera instancia pareció estar a favor.
Este grave conflicto impidió, por ejemplo, que Eva Navarro, actual jugadora del Real Madrid Club de Fútbol, cambiara el granota por el blanco sin tener que haber vestido la camiseta del Atlético de Madrid, club con el que además ganó una Copa de la Reina en 2023.
Hasta en cuatro ocasiones, señala la de Yecla, pudo cerrar su llegada al Real Madrid, pero no se dio hasta la última. Ha sido este verano, tras acabar contrato con el Atlético de Madrid, cuando por fin ha conseguido cumplir uno de sus grandes sueños.
Desde septiembre , se enfunda la elástica madridista, con la que espera ganar títulos, como bien señalaba en una entrevista.
La historia de amor entre Eva Navarro y el mejor club del siglo XX se vio truncada en primer término, precisamente, por culpa de lista de compensación en la que se la metió.
Se trató de limitar el precio a pagar por los clubes para hacerse con los servicios de jugadoras sub-23 –caso de Eva– pero, aún así, eran cantidades abusivas para aquel entonces, aunque hoy por hoy sí que están pagándose. Aquello frustró en 2020 la llegada de la jugadora al Real Madrid, cuando militaba aún en el Levante U.D.
«El primer año que el Real Madrid me quería, había por medio una lista de compensación que nos pusieron. Hubo muchas pegas, porque en ese momento eran unas cantidades muy altas», señala la jugadora internacional española.
El gran problema para la de Yecla era que si quería cambiar directamente Buñol por Valdebebas, como así anhelaban las dos partes implicadas, el conjunto blanco tenía que abonar 500.000 euros al elenco granota por su traspaso.
Todo lo anteriormente citado era así por una cláusula , a través de la cual los clubes han fijado unas cuantías a pagar en el caso de fichajes de menores de 23 años que están cerca de acabar sus contratos.
El problema se encuentra en las cantidades establecidas, que distan mucho de los salarios comunes de las jugadoras.
Esta no fue primera vez que el club blanco se interesaba en Eva Navarro, pues también lo hizo cuando todavía era Club Deportivo Tacón (2019), pero por aquel entonces, la jugadora prefirió seguir creciendo en el equipo granota y no ha sido hasta después de ser campeona de mundo en categoría absoluta con España cuando la murciana ha podido acabar vistiendo la camiseta que siempre quiso, la del Real Madrid C.F.
El fútbol femenino es ya lo suficientemente complicado como para seguir encontrándose trabas de esta índole y por eso las partes implicadas en la resolución del tema se han emplazado a reunirse la semana próxima en pro de finiquitar el asunto y evitar que casos como el de Eva Navarro puedan repetirse en el futuro.

Deja un comentario