
◾️ La guardameta del combinado azul y blanco tiene las ideas muy claras y no duda en luchar por alcanzar todas sus metas.

Sacrificio, esfuerzo, seguridad y constancia. Así es María Echezarreta, portera del Costa Adeje Tenerife Egatesa. La inquietud por conocer el mundo que la rodea y las ganas de seguir creciendo la han llevado a vivir experiencias únicas que la han hecho madurar muy pronto.
La futbolista describe su historia como “peculiar”. En su familia a nadie le gustaba el fútbol, pero ella lo tuvo claro desde muy pequeña. Y, aunque compaginaba el deporte de la pelota con el surf, “la vida me empujó a continuar por la vía futbolística”. Siempre destacó en el campo y desde temprana edad comenzó a competir en categorías nacionales. En la temporada 2015/16, la Selección Española llamó a su puerta, por primera vez, para disputar un torneo internacional en Portugal y fue en 2018, con 16 años, cuando se proclamó campeona de Europa con el combinado nacional, siendo nombrada mejor portera del campeonato y escogida en el once ideal.
Con una carrera prometedora por delante y en un buen momento para ella, Cheza decidió partir a Estados Unidos, donde pasó 6 años de su vida estudiando y jugando al fútbol. La asturiana tiene claro que, aunque fue “una montaña rusa de emociones volvería a subirme a ese vagón” y califica al país americano como el “mundo de los sueños”. Allí tuvo la oportunidad de crecer y aprendió a “buscarme las habichuelas” en un lugar con “una cultura totalmente diferente a la España”.
Su regreso a su país natal fue complicado y tiene un “recuerdo agridulce”. Su último año allí sufrió una grave lesión de rodilla que trunco sus planes y “complica mi inicio en el fútbol profesional. Todas las ofertas que tenía se van cayendo. Los clubes me exigían algo que a nivel físico no podía dar en ese momento”.
Es entonces cuando la asturiana recibe la llamada del Costa Adeje Tenerife Egatesa, que “apuestan por mí a pesar de todo”. Estaba convencida de que era lo que necesitaba, “un club humilde, familiar. Quería empezar poco a poco, sentirme como en casa y la cercanía que me mostraron me llevó a aceptar la oferta”. Además, en la isla ha encontrado otros atractivos, como la posibilidad de practicar surf, que la hacen muy feliz. A su vez, esta etapa la está enseñando a “valorar a quién está a mi lado, las peculiaridades de mi deporte, tanto dentro como fuera del campo y que siempre hay que mirar hacia delante y seguir creciendo pase lo que pase”.
La cancerbera del cuadro azul y blanca asegura que aún tiene “mucho potencial que demostrar” y sigue trabajando cada día para tratar de “encontrarme después de la lesión. Siento que aún no he conseguido sentirme como antes”. ¿Su objetivo? “sonreír cada día en el campo”. Y, precisamente por eso, pone a Mari Jose, una de las figuras de mayor referencia del fútbol canario, como un ejemplo: “Es increíble que con todos los años que lleva jugando siga disfrutándolo cada día”.
A María Echezarreta, su personalidad inquieta no le permite conformarse y compagina el deporte de élite con su formación. Actualmente está estudiando un máster a distancia con una beca completa que le otorgó el Johan Cruyff de Barcelona para poder seguir “dedicándome a mi pasión fuera del fútbol, que es la administración deportiva”. Además, destaca que invertir tiempo para su crecimiento personal y su educación la ayuda a “estar centrada en mi día a día. A tener una rutina, unos hábitos y, sobre todo, a encontrar, fuera del campo, cosas que me ilusionen. Saber que el día que esto acabe hay muchas más cosas en la vida es muy importante para mí”.
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