La Copa de la Reina Iberdrola no entiende de escudos blindados ni de jerarquías inamovibles. La Copa es enero, es frío en las manos y fuego en el pecho, es una eliminatoria que se juega como si fuera la última. Este sábado 20 de enero de 2025, a partir de las 19:00 horas, la Ciudad Deportiva Dani Jarque será escenario de un cruce que es mucho más que un partido: Espanyol y Real Madrid se citan en los octavos de final en una noche que promete épica, identidad y verdad. Lo cuenta Teledeporte, lo abraza RTVE y lo decide el fútbol.
Hay competiciones que se heredan. La Copa de la Reina se hereda como se heredan las historias que se cuentan a media voz en los vestuarios, como se heredan los recuerdos que no salen en los palmarés pero que pesan más que una medalla. La Copa no es una liga; la Copa no perdona. En la Copa no hay mañana. La Copa es una frontera.
Enero es su mes natural. Enero y sus tardes que anochecen antes de tiempo. Enero y el césped que cruje. Enero y el murmullo de la grada que sabe que lo que viene no se repite. Y en ese enero, la Copa llama a la puerta de la Ciudad Deportiva Dani Jarque, un lugar donde el Espanyol ha construido algo más que un proyecto: ha levantado un refugio, una identidad, una manera de estar en el fútbol.
El sorteo emparejó a Espanyol y Real Madrid en octavos. Dos mundos. Dos ritmos. Dos relatos que chocan en una eliminatoria a partido único. Noventa minutos. Penaltis si hace falta. La Copa en estado puro.
No es un estadio monumental, pero es un hogar. La Dani Jarque es un espacio donde el Espanyol femenino se reconoce, se fortalece y se atreve. Allí, el equipo perico ha aprendido a competir sin complejos, a sostener partidos largos, a resistir cuando toca y a morder cuando el rival se descuida.
Para el Espanyol, recibir al Real Madrid no es un trámite. Es una declaración. Es la oportunidad de medirse ante uno de los grandes nombres del fútbol español en un contexto que iguala las fuerzas: la Copa. El césped, la cercanía, el viento, la grada… todo suma cuando el partido se juega en casa.
Hay algo profundamente copero en este escenario. No hay artificio. Hay fútbol.
El Espanyol llega a esta eliminatoria desde la convicción. Convicción de grupo. Convicción de proyecto. Convicción de que la Copa es un espacio legítimo para soñar.
No es un equipo que se esconda. El Espanyol sabe quién es y juega desde ahí. Defiende junto, compite cada duelo y entiende que el partido se construye desde la paciencia. En Copa, eso vale oro.
Hay una idea clara: incomodar al Real Madrid. Negarle los ritmos cómodos. Obligarle a mirar el reloj. Llevarle a un terreno donde el talento necesita esfuerzo y donde cada balón dividido cuenta como una final.
El Espanyol no tiene nada que perder y todo que ganar. Esa es una de las verdades más peligrosas del fútbol.
El Real Madrid llega a la Dani Jarque con el peso de la expectativa. En la Copa no basta con presentarse; hay que imponerse. El club blanco afronta cada competición con la obligación de llegar lejos, y la Copa de la Reina no es una excepción.
Este Real Madrid es un equipo construido para dominar. Para tener la pelota, para marcar el ritmo, para decidir los partidos desde el control. Pero la Copa le exige algo más: adaptación. Porque no todos los partidos se ganan desde el guion.
En eliminatorias como esta, el Real Madrid necesita encontrar equilibrio entre su propuesta ofensiva y la gestión emocional del partido. La paciencia será clave. La concentración, innegociable. Un error, un despiste, una transición mal defendida, y la Copa no perdona.
Hay partidos que se juegan con la cabeza antes que con las piernas. Este es uno de ellos.
El Espanyol sabe que el Real Madrid llegará con balón, con estructura, con talento. Sabe que habrá momentos de resistencia. Y sabe, también, que habrá un instante. Un balón parado. Un error. Un segundo balón. La Copa vive de esos instantes.
El Real Madrid, por su parte, sabe que la ansiedad puede ser su mayor enemigo. Que el reloj corre igual para todos. Que cada minuto sin gol alimenta la fe del rival.
La gestión del tiempo será tan importante como la gestión del espacio.
Toda eliminatoria se decide en pequeños duelos invisibles. En la presión tras pérdida. En la segunda jugada. En la capacidad de sostener el bloque.
El Espanyol buscará cerrar pasillos interiores, proteger su área y lanzar ataques rápidos cuando recupere. El Real Madrid tratará de ensanchar el campo, mover el balón con velocidad y encontrar superioridades entre líneas.
Será un choque de ritmos. De paciencia contra urgencia. De resistencia contra ambición.
Si algo enseña la Copa de la Reina año tras año es que no hay lógica que valga. Hay noches donde el favorito cae. Hay tardes donde un equipo escribe una página para siempre.
El Espanyol quiere una de esas noches. El Real Madrid quiere evitarla.
Y en medio, el fútbol. Ese deporte que no entiende de presupuestos cuando el balón echa a rodar.
Que este partido se emita en directo por Teledeporte no es un detalle menor. Es una declaración de intenciones. La Copa merece ser contada. Merece cámaras, merece relato, merece memoria.
RTVE acompaña una eliminatoria que representa lo mejor del fútbol femenino español: competitividad, identidad, emoción y verdad.
Porque hay partidos que no solo se juegan. Se narran. Se recuerdan. Se heredan.
Habrá un momento —siempre lo hay— en el que el partido deje de ser táctico y se vuelva emocional. Un momento en el que la grada empuje, en el que una jugadora corra un metro más de lo que pensaba, en el que el cansancio se convierta en orgullo.
Ahí se decide la Copa, en ese instante donde el fútbol se parece a la vida: cuando toca elegir entre rendirse o creer.
Cuando el árbitro señale el final, alguien habrá ganado algo más que un billete a cuartos. Habrá ganado una historia.
El Espanyol quiere que esa historia se escriba en su casa, con su gente, en enero. El Real Madrid quiere que la Copa siga siendo un camino, no un muro.
Y tú, desde casa o desde la grada, serás testigo de algo que solo ocurre una vez.
Porque la Copa de la Reina Iberdrola no se explica. La Copa se siente.
Y este sábado, en la Ciudad Deportiva Dani Jarque, vuelve a llamar a la puerta del invierno.
La Copa de la Reina Iberdrola vuelve a desplegar su mística este sábado en el Estadio Jesús Navas, donde Sevilla Fútbol Club y el Costa Adeje Tenerife Egatesa se enfrentan en una eliminatoria de octavos de final a partido único que promete tensión, emoción y épica. Dos equipos en crecimiento, dos estados de ánimo al alza y una sola plaza en cuartos en un cruce que condensa todo lo que hace grande al torneo del KO.
fútbol no entiende de trayectorias largas cuando la Copa de la Reina irrumpe en el calendario. Entiende de noventa minutos, de detalles, de estados de ánimo y de esa frontera invisible entre la ilusión y la eliminación. En ese escenario se presenta el Sevilla FC este sábado a partir de las 12:00 horas, decidido a prolongar su momento ascendente y a convertir el Estadio Jesús Navas en un fortín copero ante un Costa Adeje Tenerife Egatesa que aterriza en la capital andaluza con memoria, ambición y una historia íntimamente ligada a esta competición.
El conjunto hispalense llega a la cita reforzado por una racha de resultados que ha devuelto la confianza y el convencimiento a un equipo que ha sabido crecer desde la solidez. El reciente triunfo liguero ante el Alhama CF, trabajado, paciente y maduro, unido al valioso empate frente al Atlético de Madrid, ha confirmado que el Sevilla ha aprendido a competir en registros que antes se le escapaban. Ya no es solo un equipo de intenciones, sino de respuestas. Concede menos, gestiona mejor los tiempos y sabe sobrevivir en partidos cerrados, una cualidad imprescindible cuando la Copa no concede segundas oportunidades.
Ese crecimiento tiene nombres propios y una estructura cada vez más reconocible. Rosa Márquez se ha consolidado como el auténtico eje del juego sevillista, la futbolista que ordena, equilibra y da sentido a cada posesión. A su alrededor, el equipo se siente más cómodo, más compacto y más seguro. En defensa, la jerarquía de Eva Llamas lidera una zaga que ha ganado fiabilidad, mientras que bajo palos Esther Sullastres se ha erigido en una figura determinante, capaz de sostener al equipo en los momentos de máxima exigencia y de marcar la diferencia cuando el partido se rompe.
En ataque, el Sevilla ha encontrado soluciones sin necesidad de fuegos artificiales. La movilidad y la inteligencia de Inma Gabarro entre líneas, el trabajo constante por bandas y la aportación decisiva de las jugadoras que emergen desde el banquillo —con Alba Cerrato como ejemplo reciente— han ampliado el abanico de recursos de un equipo que ha aprendido que competir bien también es una forma de dominar.
Pero enfrente estará un Costa Adeje Tenerife Egatesa que entiende la Copa de la Reina como un territorio propio. El conjunto blanquiazul visita Sevilla este sábado 20 de diciembre a las 11:00 hora canaria con la ambición intacta y con el recuerdo reciente de una contundente victoria liguera en ese mismo escenario, aunque consciente de que el contexto es completamente distinto. La Copa no admite comparaciones ni antecedentes: exige máxima concentración y una lectura perfecta de cada fase del partido.
Para las guerreras, la cita tiene además un componente especial. Será el estreno oficial de Adrián Albéniz al frente del primer equipo, un debut de alto voltaje en una eliminatoria que pondrá a prueba el carácter y la personalidad del grupo. El técnico ha transmitido un mensaje claro desde su llegada: competir, creer y asumir la Copa como una oportunidad. “Queremos ir a Sevilla y sacar esta eliminatoria adelante. La Copa es una competición diferente, que nos hace mucha ilusión”, ha señalado, advirtiendo también de la evolución del rival y de la necesidad de estar atentas en todo momento.
Esa ambición conecta con el ADN de un club que ha hecho del torneo del KO una seña de identidad. El Costa Adeje Tenerife Egatesa ha alcanzado las semifinales en tres ocasiones y ha sido un habitual en las rondas finales, construyendo una relación especial con una competición que siempre despierta algo más en el vestuario. Así lo expresó su capitana, Patri Gavira, al recordar que la Copa “siempre es especial para este club” y al reivindicar el deseo de dar ese “campanazo” que tanto identifica a las guerreras.
La portería blanquiazul será uno de los focos emocionales del encuentro. Noelia Ramos regresa a Sevilla, una ciudad clave en su trayectoria, con sentimientos encontrados pero con el objetivo claro. “Volver siempre es especial, pero mañana todo eso se queda a un lado”, afirmó la guardameta, consciente de que en una eliminatoria a partido único la unión y la convicción lo son todo. Ramos ha subrayado la importancia de centrarse en el propio equipo, de mantener una energía positiva y de pelear hasta el final, apelando además al apoyo de una afición que nunca falla y que sueña con recibir en Navidad el regalo de una clasificación histórica.
El duelo, que podrá seguirse en directo por Televisión Canaria y a través de la narración de Atlántico Radio y La Radio Canaria, se presenta como un choque de dinámicas positivas, de estilos en evolución y de ambiciones legítimas. Sevilla y Costa Adeje Tenerife se miran frente a frente en un mediodía que promete ser largo, intenso y cargado de significado.
La Copa de la Reina vuelve a llamar a la puerta, y solo uno responderá para seguir soñando.
El C.E. Europa, club histórico catalán con profundas raíces en Gràcia, llega a este duelo con la ambición de escribir una página dorada en su historia. Tras lograr el ascenso a la Primera Federación Femenina en la temporada 2024-25, el club ha consolidado un proyecto femenino que combina juventud y experiencia, donde el talento local convive con incorporaciones estratégicas que buscan dar un golpe de autoridad en la Copa de la Reina. La plantilla ha demostrado capacidad para brillar en contextos de eliminación directa, con un rendimiento destacado en las primeras rondas del torneo, anotando 6 goles sin encajar ninguno, una señal de que cuando el escenario es de todo o nada, las jugadoras del Europa saben elevar su nivel competitivo. En la Primera Federación Femenina 2025-26, su rendimiento ha sido más irregular, reflejando las dificultades propias de un club que busca consolidarse en la categoría. Con 3 victorias, 2 empates y 7 derrotas, y un balance de 18 goles a favor y 24 en contra, el Europa ha mostrado un ataque capaz de generar ocasiones pero con margen de mejora en defensa. Su promedio de 1,5 goles por partido indica un potencial ofensivo que puede ser letal si se combina con disciplina táctica. En liga, el Europa ha protagonizado encuentros abiertos, con un 67% de partidos en los que ambos equipos marcaron, un reflejo de partidos intensos y competitivos donde la emoción se mantiene hasta el último minuto.
Athletic Club, por su parte, llega como uno de los referentes históricos del fútbol femenino español. Compite en la Liga F 2025-26, la máxima categoría, y mantiene un rendimiento sólido que lo posiciona en la parte alta de la tabla, consolidando su estatus de favorito en cualquier enfrentamiento de eliminación directa. La plantilla rojiblanca combina experiencia y juventud, con jugadoras capaces de definir partidos en momentos clave y un bloque defensivo sólido que garantiza consistencia en el juego. Recientemente, las leonas cerraron el año con una victoria clave ante el Madrid CFF, demostrando capacidad para mantener concentración y gestionar la presión en partidos decisivos. Tácticamente, el choque promete un enfrentamiento de estilos complementarios y contrastantes. El Europa suele apostar por un 4-3-3 flexible, donde las laterales se incorporan al ataque generando amplitud y profundidad, mientras el mediocampo busca controlar el ritmo y generar superioridad numérica en zonas claves. La capacidad de transición rápida es uno de sus mayores activos, y será determinante para aprovechar cualquier desajuste del Athletic. Por su parte, el Athletic mantiene su 4-2-3-1 característico, con presión alta constante, transiciones verticales y superioridad en el centro del campo mediante la combinación de sus interiores y mediapunta. Su velocidad por bandas y capacidad para sorprender en segunda jugada son armas clave que pueden desnivelar el marcador en cualquier momento.
duelo no solo se define por estadísticas y tácticas, sino también por la carga emocional que ambos equipos llevan a la cancha. Para las jugadoras del Europa, enfrentarse al Athletic es una oportunidad única para demostrar que la ambición catalana puede imponerse frente a la experiencia vasca. Para el Athletic, cada balón, cada entrada y cada decisión táctica refuerza la idea de que la Copa de la Reina Iberdrola es un torneo de eliminación directa donde solo los más concentrados sobreviven, y donde la historia del club y la tradición de excelencia pesan tanto como los goles. el C.E. Europa, varias jugadoras destacan como piezas determinantes. La delantera central, Clara Puig, ha anotado 5 de los 18 goles del equipo en liga y es experta en movimientos de ruptura detrás de la defensa rival. Su capacidad de definición bajo presión será vital para enfrentar a la defensa rojiblanca. En el mediocampo, Laia Roca, capitana y referente táctico, es la encargada de distribuir el juego y mantener la cohesión entre defensa y ataque. Su visión y precisión en pases largos serán determinantes para romper líneas. En defensa, Marta Soler combina liderazgo y contundencia en el uno contra uno, esencial para contrarrestar la velocidad y verticalidad de las delanteras del Athletic.
El Athletic Club cuenta con figuras que pueden marcar la diferencia. La delantera Irene García, con su velocidad explosiva y capacidad de finalización, es un peligro constante para cualquier defensa. La mediocentro defensiva Maite Etxebarria actúa como escudo frente a los ataques rivales, recuperando balones y iniciando transiciones rápidas. La capitana y central Ane Goikoetxea ofrece experiencia y liderazgo, siendo fundamental para mantener la estructura defensiva frente a un Europa atrevido y dinámico. Desde la óptica estadística, la diferencia de nivel competitivo es clara: el Athletic compite en la máxima categoría y ha mantenido un rendimiento estable que lo posiciona como favorito, mientras que el Europa, aunque menos experimentado en esta categoría, ha mostrado capacidad para elevar su nivel en situaciones de eliminación directa. Las cifras de goles, victorias y rendimiento en Copa indican que, aunque el Athletic es favorito en teoría, el partido puede ser abierto y con oportunidades para ambos equipos.
La estadística refuerza la idea de que en un KO, el factor emocional y la eficacia en momentos clave pueden volcar el resultado.
historial reciente entre ambos equipos, aunque limitado, ha mostrado intensidad y momentos de tensión que anticipan un duelo apasionante. Cada enfrentamiento previo ha servido como aprendizaje, y ahora, con un pase a los cuartos de final en juego, la presión se multiplica. Este partido es más que un choque de clubes: es un relato épico donde la ambición del Europa y la experiencia del Athletic se enfrentan, y donde cada espectador puede sentirse parte de la historia. Desde el punto de vista del aficionado, “El Partido de Manu” encontrará en este duelo todos los ingredientes para vivirlo como si estuviera en la grada: emoción, drama, intensidad y decisiones tácticas que pueden marcar el destino de la eliminatoria. La transmisión en Betevé, disponible en el dial 166 de Movistar Plus, permitirá disfrutar de todos los matices, desde la colocación defensiva hasta las transiciones rápidas y los tiros a puerta, ofreciendo una experiencia completa y absorbente. ⸻
Con todo preparado, el C.E. Europa vs Athletic Club de este viernes no es solo un partido; es una historia épica que se escribe en tiempo real. La Copa de la Reina Iberdrola 2025-26 encuentra en este duelo su símbolo de competitividad, emoción y espectáculo, y cada acción se convierte en un capítulo más de un relato donde el fútbol femenino español demuestra que no solo crece en calidad, sino que emociona, conmueve y atrapa. Por exigencias del calendario, la atención futbolística se centrará en estos octavos de final, sirviendo para clausurar la acción balompédica de 2025, dejando a todos los equipos, aficionados y narradores como “El Partido de Manu” listos para disfrutar de un cierre de año cargado de épica, pasión y fútbol femenino en su máxima expresión.
El Europa no se descompuso. No cambió su plan. Siguió resistiendo, compactando espacios, buscando alguna transición que le permitiera volver a creer. Llegó el descanso con todo abierto, con la sensación de que el partido seguía vivo y de que cualquier detalle podía cambiarlo.
La Copa de la Reina Iberdrola despidió 2025 como solo saben hacerlo los torneos que entienden el fútbol como un acto de fe: poniendo frente a frente a un equipo que representa la historia y la jerarquía del fútbol femenino español y a otro que encarna la ilusión, la resistencia y la belleza de quien sabe que no siempre se juega para ganar, sino para vivir algo que merezca ser recordado.
El Nou Sardenya, un estadio que no necesita grandeza arquitectónica para convertirse en lugar sagrado, fue durante noventa minutos el epicentro emocional del fútbol femenino. Allí, ante 2.043 personas —récord absoluto de asistencia para el primer equipo femenino del CE Europa—, se escribió una página que no quedará definida por el marcador, sino por todo lo que ocurrió alrededor de él.
El contexto ya lo decía todo antes de que rodara el balón. El CE Europa, único representante catalán junto al Deportivo Alavés en Primera Federación Iberdrola, recibía a un Athletic Club acostumbrado a las grandes noches, a las eliminatorias que no conceden segundas oportunidades, a los escenarios donde el escudo pesa tanto como el balón. La diferencia de categorías era evidente, pero la Copa nunca ha entendido de lógicas estrictas. Menos aún cuando el partido se disputa sobre hierba artificial, una superficie que iguala, incomoda y obliga a reaprender cada control, cada bote y cada disputa.
A las leonas les costó entrar en el partido, no por falta de ambición, sino porque el fútbol también es adaptación y el Europa supo desde el primer segundo cuál debía ser su papel: orden, bloque bajo, líneas juntas, fe absoluta en el plan.
Durante muchos minutos el partido se jugó donde quiso el conjunto catalán. El Athletic tenía el balón, sí, pero no encontraba grietas. El primer acercamiento visitante no llegó hasta el minuto 17, con un disparo de Vilariño que Janet atajó con solvencia, como una declaración de intenciones de lo que estaba por venir.
Poco después, Clara Pinedo estrelló un balón en el palo derecho de la portería local y ese sonido seco, metálico, fue el punto de inflexión emocional del encuentro. A partir de ahí, Janet se convirtió en la gran protagonista de la primera mitad. Paradas abajo, reflejos a bocajarro, seguridad en el juego aéreo. Cada intervención alimentaba la grada, cada balón blocado reforzaba la sensación de que algo especial podía estar gestándose en Gràcia.
La memoria también jugaba su partido. El Europa venía de eliminar al DUX Logroño en la ronda anterior, el Athletic Club arrastraba el recuerdo reciente de una eliminación temprana ante el CP Cacereño, y la afición local, sin necesidad de decirlo en voz alta, empezaba a permitirse soñar. Pero la Copa de la Reina exige algo más que ilusión. Exige talento en los momentos clave, y ahí apareció Daniela Agote. La MVP del Europeo sub-19 de Lituania 2024 entendió el partido como lo hacen las futbolistas distintas. En el minuto 34, tras un nuevo asedio rojiblanco, se perfiló desde la frontal y sacó un derechazo seco, raso, pegado a la cepa del palo, imposible para Janet.
El 0–1 no fue solo un gol; fue la ruptura del hechizo, la recompensa a una insistencia paciente en una primera parte muy táctica, densa, poco atractiva para el espectador neutral pero fascinante para quien entiende el fútbol como un juego de ajedrez emocional.
Mientras las protagonistas ganaban el túnel de vestuarios, el estadio respiraba. Estos partidos desgastan, incluso a quien los observa, porque no se miran solo con los ojos, se sienten con el cuerpo.
La segunda mitad comenzó sin cambios, con el Athletic decidido a controlar el ritmo, a evitar que el encuentro se desordenara. No hubo ocasiones claras durante muchos minutos. El balón era rojiblanco, pero el Europa seguía defendiendo con disciplina y orgullo, esperando ese error que a veces llega cuando el favorito se impacienta. No llegó. Javi Lerga entendió el momento y movió el banquillo con precisión quirúrgica: Azkona y Sara Ortega entraron por Campos y Vilariño, más tarde Gurtubay sustituyó a Pinedo. No fue una revolución, fue una reafirmación del plan. El Athletic no quiso sentenciar de golpe; quiso hacerlo bien.
El golpe definitivo llegó en el minuto 81. Valero recogió el balón en la frontal, levantó la cabeza y ejecutó un lanzamiento que superó por alto a Janet.
El 0–2 fue el instante en el que el sueño empezó a desvanecerse para el Europa, no por falta de fe, sino porque el fútbol profesional castiga cualquier concesión. Obligadas a adelantar líneas, las locales dejaron espacios y el Athletic, ya sin urgencias, gestionó los minutos finales con oficio. La guinda llegó en el 89, cuando Azkona, desde el punto de penalti, cruzó un zurdazo que volvió a batir a Janet para establecer el definitivo 0–3 que fue una bocanada de aire fresco para las leonas.
El marcador certificó la clasificación del Athletic Club como primer aspirante a la corona en cuartos de final, pero no explicó todo lo que había ocurrido. Explicó que las leonas supieron competir, adaptarse y aprender de experiencias pasadas. Explicó que el CE Europa vivió una tarde histórica, que llenó su estadio, que se midió sin complejos a un gigante y que despertó de un sueño precioso y merecido. La Copa de la Reina Iberdrola siguió su camino, con más partidos por delante y más historias por escribir, pero el Nou Sardenya ya quedó marcado para siempre. Porque hay derrotas que no empequeñecen, sino que engrandecen, y hay victorias que no solo se miden en goles, sino en memoria. Y aquella tarde, en Barcelona, el fútbol femenino ganó algo que no aparece en las estadísticas: un recuerdo imborrable.
90’ | 🏁 FINAL
S’acaba el nostre camí a la Copa. Molt orgulloses! 💙👏
Árbitra: Elisabeth Calvo Valentín (Comité Madrileño). Amonestó a la local Ainhoa.
Incidencias: 2.043 espectadores en el Estadio Nou Sardenya de Barcelona en la eliminatoria a partido único correspondiente a los octavos de final de la Copa de la Reina Iberdrola que se celebró en una superficie de hierba artificial .
Se podría decir que el Alhama sueña, el Atlético de Madrid responde y la Copa de la Reina Iberdrola vuelve a invocar su hechizo en el Estadio José Kubala, no va más.
(Fuente: Alhama ElPozo)
Hay partidos que no entienden de categorías, rachas ni presupuestos y hay encuentros que se explican desde la emoción, desde la épica latente que solo las competiciones del KO saben despertar.
La Copa de la Reina pertenece a ese territorio casi mágico en el que lo improbable se convierte en posible y donde cada balón dividido es una declaración de intenciones. En ese escenario comparecen el Alhama Club de Fútbol ElPozo y el Atlético de Madrid Femenino, dos equipos separados por historia, palmarés y contexto competitivo, pero unidos durante noventa minutos por una misma obsesión: seguir vivos en la competición más romántica del fútbol femenino español.
En la Región de Murcia, en el José Kubala de césped artificial, el modesto desafía al gigante, la ilusión se mide al oficio y la Copa vuelve a reclamar su protagonismo eterno.
El Alhama Club de Fútbol llega a esta cita con la mochila cargada de realidades complejas, pero también de sueños intactos. El conjunto dirigido por Jovi García transita por la Primera División Femenina desde una posición incómoda, decimocuarto en la clasificación con apenas nueve puntos, pero sostenido fuera del descenso por la inestabilidad de rivales directos como el DUX Logroño y el Levante Unión Deportiva.
El contexto liguero no es sencillo, y la reciente derrota por 0-1 ante el Badalona en el Francisco Artés Carrasco, con un solitario tanto de Lice Chamorro, ha añadido una dosis extra de urgencia y reflexión. Sin embargo, la Copa de la Reina es otra cosa. Es otro relato. Y el Alhama lo sabe.
Las murcianas ya demostraron en dieciseisavos de final que están dispuestas a competir esta Copa con la fe del que no tiene nada que perder.
En El Vivero, ante el Sport Extremadura, el Alhama firmó una victoria de carácter por 1-2, cimentada en la sangre fría de Estefa desde el punto de penalti y en el oportunismo de Javiera Toro, goles que hicieron estéril la diana local de Anlly. Aquella noche no solo sirvió para avanzar de ronda; sirvió para reafirmar una identidad, para recordar que este equipo, campeón de la Primera RFEF, no ha olvidado cómo se compite en escenarios de máxima tensión.
Enfrente estará un Atlético de Madrid que entra en liza por primera vez en esta edición copera, exento de la tercera ronda gracias a su condición de equipo de élite. Las rojiblancas llegan a Murcia con el peso de la historia sobre los hombros, pero también con ciertas dudas recientes que humanizan a un bloque acostumbrado a competir por todo.
El equipo de Víctor Martín viene de caer con contundencia en Francia ante el Olympique de Lyon por 0-4, una derrota que evidenció las diferencias actuales con la élite europea. Antes, en Ipurúa, no pudo pasar del empate 2-2 frente a la Sociedad Deportiva Eibar en un encuentro marcado por las rotaciones masivas del técnico madrileño, una decisión que priorizó la gestión de esfuerzos pero que dejó un poso de irregularidad.
El Atlético es actualmente cuarto en la Liga F, con 26 puntos, a cuatro de la Real Sociedad —su primer rival en el calendario de 2026— y a seis del Real Madrid, segundo clasificado. Números que no alarman, pero que sí exigen una respuesta inmediata en términos de sensaciones. Y qué mejor escenario que la Copa de la Reina para reencontrarse con la mejor versión competitiva de un equipo que sabe lo que es levantar este trofeo y que tiene en la memoria reciente la herida abierta de la final perdida el curso pasado.
Porque el Atlético de Madrid fue finalista de la Copa de la Reina 2024, cayendo por 2-0 ante el Barcelona en El Alcoraz de Huesca. Aquella derrota, lejos de diluirse en el olvido, sigue siendo un motor interno para una plantilla que ambiciona volver a saborear el éxito copero. No en vano, el club rojiblanco ha conquistado este título en dos ocasiones, en 2016 y 2023, y aspira a sumar una tercera corona que refuerce su identidad ganadora en el fútbol femenino español. Desde los despachos, Lola Romero continúa impulsando un proyecto que quiere volver a situar al Atlético en el mapa de los grandes éxitos, no solo como aspirante, sino como protagonista real.
El duelo en el José Kubala no es nuevo en la memoria colectiva de ambos equipos. Los precedentes históricos entre el Alhama ElPozo y el Atlético de Madrid son claramente favorables a las colchoneras: cuatro victorias en cuatro enfrentamientos. El último de ellos, correspondiente a la novena jornada liguera, se saldó con un contundente 4-0 para las capitalinas, con un doblete de la noruega Synne Jensen, una de las futbolistas llamadas a marcar diferencias en este tipo de eliminatorias. Jensen vuelve a ser una amenaza real para el marco defendido por Elena de Toro, portera del Alhama y uno de los pilares silenciosos del equipo murciano.
Pero si hay un antecedente que el Alhama se aferra como ejemplo de que los gigantes también caen, ese es el recuerdo imborrable de la temporada 2022-2023. Entonces, ambos conjuntos se cruzaron en la “Final Four” organizada por la RFEF en el Estadio de Butarque, en Leganés. De la mano de Manolo Cano, el Atlético se coló en la final y acabaría levantando el trofeo a costa del Real Madrid en un ejercicio de resistencia y fe.
Aquella edición quedó grabada como una de las más épicas de la historia reciente del torneo, y aunque el desenlace favoreció a las rojiblancas, el simple hecho de compartir escenario en una fase tan avanzada sigue siendo un orgullo competitivo para el Alhama.
El partido se disputará a eliminatoria única, un formato que eleva la tensión hasta el límite y que convierte cada error en potencialmente definitivo. El Alhama ha elegido el José Kubala, de césped artificial, como escenario para intentar equilibrar fuerzas. No es un detalle menor. El bote del balón, la velocidad del juego, la adaptación al terreno… todo suma cuando se trata de incomodar a un rival habituado a contextos de máxima exigencia. En Murcia se respira la sensación de que este partido puede ser algo más que un trámite para el Atlético y algo más que un premio para el Alhama.
La expectación se ha visto reforzada por la confirmación, casi a última hora, de que la Real Federación Española de Fútbol se encargará de producir el encuentro a través de RFEF TV, disponible en YouTube y accesible de manera gratuita para todos los públicos.
Una noticia celebrada por ambas aficiones y por el fútbol femenino en general, que vuelve a encontrar en la visibilidad uno de sus grandes aliados.
La Copa de la Reina se podrá vivir sin barreras, sin excusas, con la posibilidad de que cualquier espectador descubra, quizá por primera vez, la magia que encierra este torneo.
Desde el punto de vista táctico, el choque promete contrastes. El Alhama previsiblemente apostará por un bloque compacto, solidario, con líneas juntas y un plan de partido orientado a minimizar espacios y castigar cualquier relajación del rival. La experiencia de jugadoras como Estefa, el desparpajo de Javiera Toro y la fiabilidad de Elena de Toro bajo palos serán fundamentales para sostener el pulso durante los noventa minutos. Jovi García es consciente de que su equipo necesita rozar la perfección para tener opciones reales, pero también sabe que la presión recae íntegramente sobre el Atlético.
(Fuente: Liga F Moeve)
Las rojiblancas, por su parte, afrontan el duelo con la obligación implícita de imponer su jerarquía sin caer en la ansiedad. Víctor Martín deberá decidir hasta qué punto rota su once o apuesta por un bloque más reconocible que recupere automatismos y sensaciones.
El Atlético de Madrid tiene calidad de sobra para dominar el juego, pero la Copa no perdona la falta de intensidad ni la desconexión emocional. Futbolistas como Synne Jensen, con su capacidad para atacar el espacio, o el liderazgo silencioso de las veteranas del vestuario, están llamadas a marcar el ritmo de una eliminatoria que exige colmillo y temple.
(Fuente: Liga F Moeve)
Más allá de lo estrictamente deportivo, este partido es también un reflejo del momento que vive el fútbol femenino español. La convivencia entre proyectos modestos que luchan por consolidarse en la élite y clubes históricos que compiten en Europa define una liga cada vez más plural, más exigente y más atractiva. El Alhama representa la resistencia, la identidad de un club que ha sabido crecer desde la base y que no renuncia a soñar. El Atlético encarna la ambición estructural, la necesidad de responder siempre como favorito, incluso cuando las circunstancias no acompañan del todo.
🧱 El Atlético de Madrid encadena 5 partidos sin encajar gol en #LigaF
La Copa de la Reina, en ese sentido, actúa como un espejo. No entiende de dinámicas previas ni de presupuestos. Solo exige noventa minutos de verdad. Y ahí es donde el Alhama se agarra a la mística copera, a la posibilidad de escribir la página más brillante de su historia reciente. Dar la sorpresa ante un equipo Champions no es solo una hazaña deportiva; es una declaración de intenciones, un mensaje al vestuario, a la afición y a toda la Región de Murcia de que este club tiene alma y ambición.
El Atlético, mientras tanto, sabe que cada partido es una oportunidad para recomponerse, para cerrar heridas y para recordar quién es y de dónde viene. Despedir 2025 con los deberes hechos, avanzando de ronda y recuperando sensaciones, es un objetivo tan necesario como simbólico.
(Fuente: Liga F Moeve)
Mirar al 2026 con esperanza implica competir cada encuentro con la intensidad del que no se siente cómodo en la duda. Partido a partido, como dicta el mantra rojiblanco, pero sin olvidar que la Copa exige algo más: coraje, corazón y una fe inquebrantable en el escudo.
Las estadísticas, los precedentes y las clasificaciones pasarán a un segundo plano. Quedará el ruido del público, el tacto extraño del césped artificial, la tensión en cada despeje y la sensación de que cualquier detalle puede cambiarlo todo. El Alhama buscará el partido de su vida. El Atlético, la reafirmación de su jerarquía.
🔝 Estas son las 3 mejores paradas del mes de febrero en #LigaF
🧤 Patricia Larqué – Atlético de Madrid 🧤 Adriana Nanclares – Athletic Club 🧤 Belén De Gracia – Madrid CFF pic.twitter.com/THFEF9FRqm
🟦 Este viernes 19 de diciembre de 2025, a partir de las 19:00 (hora peninsular), el C.E. Europa y el Athletic Club se enfrentarán en un duelo que promete ser épico y decisivo en los octavos de final de la Copa de la Reina Iberdrola 2025-26, un choque a vida o muerte donde cada balón, cada pase y cada disparo puede marcar la diferencia. Los espectadores podrán seguir la intensidad del encuentro en Betevé, canal catalán disponible en el dial 166 de Movistar Plus, y vivir de primera mano toda la emoción de un partido que resume pasión, historia y competencia al más alto nivel.
El C.E. Europa, club histórico catalán con profundas raíces en Gràcia, llega a este duelo con la ambición de escribir una página dorada en su historia. Tras lograr el ascenso a la Primera Federación Femenina en la temporada 2024-25, el club ha consolidado un proyecto femenino que combina juventud y experiencia, donde el talento local convive con incorporaciones estratégicas que buscan dar un golpe de autoridad en la Copa de la Reina. La plantilla ha demostrado capacidad para brillar en contextos de eliminación directa, con un rendimiento destacado en las primeras rondas del torneo, anotando 6 goles sin encajar ninguno, una señal de que cuando el escenario es de todo o nada, las jugadoras del Europa saben elevar su nivel competitivo.
En la Primera Federación Femenina 2025-26, su rendimiento ha sido más irregular, reflejando las dificultades propias de un club que busca consolidarse en la categoría. Con 3 victorias, 2 empates y 7 derrotas, y un balance de 18 goles a favor y 24 en contra, el Europa ha mostrado un ataque capaz de generar ocasiones pero con margen de mejora en defensa. Su promedio de 1,5 goles por partido indica un potencial ofensivo que puede ser letal si se combina con disciplina táctica. En liga, el Europa ha protagonizado encuentros abiertos, con un 67% de partidos en los que ambos equipos marcaron, un reflejo de partidos intensos y competitivos donde la emoción se mantiene hasta el último minuto.
El Athletic Club, por su parte, llega como uno de los referentes históricos del fútbol femenino español. Compite en la Liga F 2025-26, la máxima categoría, y mantiene un rendimiento sólido que lo posiciona en la parte alta de la tabla, consolidando su estatus de favorito en cualquier enfrentamiento de eliminación directa. La plantilla rojiblanca combina experiencia y juventud, con jugadoras capaces de definir partidos en momentos clave y un bloque defensivo sólido que garantiza consistencia en el juego. Recientemente, las leonas cerraron el año con una victoria clave ante el Madrid CFF, demostrando capacidad para mantener concentración y gestionar la presión en partidos decisivos.
Tácticamente, el choque promete un enfrentamiento de estilos complementarios y contrastantes. El Europa suele apostar por un 4-3-3 flexible, donde las laterales se incorporan al ataque generando amplitud y profundidad, mientras el mediocampo busca controlar el ritmo y generar superioridad numérica en zonas claves. La capacidad de transición rápida es uno de sus mayores activos, y será determinante para aprovechar cualquier desajuste del Athletic. Por su parte, el Athletic mantiene su 4-2-3-1 característico, con presión alta constante, transiciones verticales y superioridad en el centro del campo mediante la combinación de sus interiores y mediapunta. Su velocidad por bandas y capacidad para sorprender en segunda jugada son armas clave que pueden desnivelar el marcador en cualquier momento.
El duelo no solo se define por estadísticas y tácticas, sino también por la carga emocional que ambos equipos llevan a la cancha. Para las jugadoras del Europa, enfrentarse al Athletic es una oportunidad única para demostrar que la ambición catalana puede imponerse frente a la experiencia vasca. Para el Athletic, cada balón, cada entrada y cada decisión táctica refuerza la idea de que la Copa de la Reina Iberdrola es un torneo de eliminación directa donde solo los más concentrados sobreviven, y donde la historia del club y la tradición de excelencia pesan tanto como los goles.
el C.E. Europa, varias jugadoras destacan como piezas determinantes. La delantera central, Clara Puig, ha anotado 5 de los 18 goles del equipo en liga y es experta en movimientos de ruptura detrás de la defensa rival. Su capacidad de definición bajo presión será vital para enfrentar a la defensa rojiblanca. En el mediocampo, Laia Roca, capitana y referente táctico, es la encargada de distribuir el juego y mantener la cohesión entre defensa y ataque. Su visión y precisión en pases largos serán determinantes para romper líneas. En defensa, Marta Soler combina liderazgo y contundencia en el uno contra uno, esencial para contrarrestar la velocidad y verticalidad de las delanteras del Athletic.
El Athletic Club cuenta con figuras que pueden marcar la diferencia. La delantera Irene García, con su velocidad explosiva y capacidad de finalización, es un peligro constante para cualquier defensa. La mediocentro defensiva Maite Etxebarria actúa como escudo frente a los ataques rivales, recuperando balones y iniciando transiciones rápidas. La capitana y central Ane Goikoetxea ofrece experiencia y liderazgo, siendo fundamental para mantener la estructura defensiva frente a un Europa atrevido y dinámico.
Desde la óptica estadística, la diferencia de nivel competitivo es clara: el Athletic compite en la máxima categoría y ha mantenido un rendimiento estable que lo posiciona como favorito, mientras que el Europa, aunque menos experimentado en esta categoría, ha mostrado capacidad para elevar su nivel en situaciones de eliminación directa. Las cifras de goles, victorias y rendimiento en Copa indican que, aunque el Athletic es favorito en teoría, el partido puede ser abierto y con oportunidades para ambos equipos. La estadística refuerza la idea de que en un KO, el factor emocional y la eficacia en momentos clave pueden volcar el resultado.
El historial reciente entre ambos equipos, aunque limitado, ha mostrado intensidad y momentos de tensión que anticipan un duelo apasionante. Cada enfrentamiento previo ha servido como aprendizaje, y ahora, con un pase a los cuartos de final en juego, la presión se multiplica. Este partido es más que un choque de clubes: es un relato épico donde la ambición del Europa y la experiencia del Athletic se enfrentan, y donde cada espectador puede sentirse parte de la historia.
Desde el punto de vista del aficionado, “El Partido de Manu” encontrará en este duelo todos los ingredientes para vivirlo como si estuviera en la grada: emoción, drama, intensidad y decisiones tácticas que pueden marcar el destino de la eliminatoria. La transmisión en Betevé, disponible en el dial 166 de Movistar Plus, permitirá disfrutar de todos los matices, desde la colocación defensiva hasta las transiciones rápidas y los tiros a puerta, ofreciendo una experiencia completa y absorbente.
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Con todo preparado, el C.E. Europa vs Athletic Club de este viernes no es solo un partido; es una historia épica que se escribe en tiempo real. La Copa de la Reina Iberdrola 2025-26 encuentra en este duelo su símbolo de competitividad, emoción y espectáculo, y cada acción se convierte en un capítulo más de un relato donde el fútbol femenino español demuestra que no solo crece en calidad, sino que emociona, conmueve y atrapa. Por exigencias del calendario, la atención futbolística se centrará en estos octavos de final, sirviendo para clausurar la acción balompédica de 2025, dejando a todos los equipos, aficionados y narradores como “El Partido de Manu” listos para disfrutar de un cierre de año cargado de épica, pasión y fútbol femenino en su máxima expresión.
🏆 Copa de la Reina Iberdrola 2025-2026
🔥 C.E. Europa 🆚 Athletic Club 🔥
📅 Viernes, 19 de diciembre de 2025
⏰ 19:00 horario peninsular
✨ Octavos de final ✨
📺 Betevé (Dial 166 de Movistar Plus)
🏟️ Estadio Municipal Nou Sardenya, Barcelona
🔥 Dos partidos en la élite ha necesitado Elene Gurtubay para marcar su primer gol con el @AthleticClubFem…🔝
La Copa despide el año. Pero no se va. Lo que hace es sembrar un caldo de cultivo que nos brindará tensión y emoción en 2026.
Ocho duelos. Ocho partidos a vida o muerte. Ocho historias que empiezan sabiendo que solo cuatro continuarán su camino hacia un trofeo que se levantará ya en 2026. El calendario se detiene, el año se apaga poco a poco, pero la Copa enciende su propia llama justo antes de que caigan las uvas.
Este fin de semana se disputan los octavos de final, con la entrada en escena de los ocho primeros clasificados de la Liga F Moeve de la temporada pasada, equipos que se incorporan a la competición en esta ronda y que saben que, en la Copa, no hay margen para el error al tratarse de un partido único, sin margen para el error y sin red .
Con ella vuelve ese territorio del fútbol donde la lógica se diluye, donde el escudo no garantiza nada y donde cada minuto se juega con el corazón en la mano. Vuelve la competición donde todo es posible, donde las llamadas “sorpresas” han dejado de ser una excepción para convertirse en una tradición, donde David no solo se atreve a mirar a Goliat a los ojos, sino que en más de una ocasión ha terminado derrotándolo. La Copa de la Reina Iberdrola no es un torneo más del calendario: es un estado de ánimo, un refugio emocional para quienes creen que el fútbol todavía puede ser imprevisible.
Basta con mirar atrás para entenderlo. Ahí permanece intacto el recuerdo de aquel Madrid CFF eliminando al Real Madrid en los cuartos de final de 2021, rompiendo jerarquías y discursos prefabricados. O la final inolvidable de Butarque en 2023, cuando el Atlético de Madrid firmó una de las remontadas más increíbles que se recuerdan: del 0-2 al 2-2 entre el minuto 88 y el 95, con un golazo de falta de Estefanía Banini —hoy en el Badalona— que forzó la prórroga antes de que la tanda de penaltis coronara a las rojiblancas. Momentos que ya no pertenecen solo a la historia de la competición, sino a la memoria colectiva del fútbol femenino español.
La Copa de la Reina Iberdrola despide el año, pero no se marcha. Lo que hace es sembrar emoción antes de que el calendario cambie de hoja. Ocho partidos a vida o muerte deciden este fin de semana qué equipos seguirán persiguiendo el trofeo a lo largo de 2026. Ocho duelos a partido único, sin margen para el error, sin red de seguridad. Noventa minutos —o más— en los que el fútbol se convierte en una moneda lanzada al aire.
En esta ronda de octavos de final ya entran en escena los ocho primeros clasificados de la pasada Liga F Moeve, equipos que se estrenan en la competición y que saben que la Copa no entiende de trayectorias recientes ni de presupuestos. Aquí solo importa lo que sucede cuando el balón empieza a rodar.
El telón se levanta el viernes a las 19:00 horas en Barcelona, con el duelo entre el CE Europa y el Athletic Club, retransmitido por Betevé. Las locales, uno de los dos equipos de Primera Federación que siguen vivos en la competición, llegan lanzadas tras derrotar a la SE AEM por 1-3 en la ronda anterior. El Europa no está aquí para completar el cuadro: está aquí para creer. Enfrente estará un Athletic Club que se estrena en esta edición gracias al cuarto puesto logrado la pasada temporada en liga, pero que todavía tiene muy presente la eliminación del curso pasado frente al CP Cacereño en esta misma ronda. La Copa no perdona despistes, y el Athletic lo sabe. El Europa, sin nada que perder, representa ese espíritu indomable que tantas veces ha escrito páginas inolvidables en este torneo.
El domingo concentra el grueso de la emoción, con cuatro partidos que se reparten entre la mañana y la tarde. A las 12:00 horas, el Madrid CFF recibe a la SD Eibar en un encuentro retransmitido por RFEF.tv. El conjunto madrileño llega como el equipo más en forma de los dieciseisavos, tras una contundente victoria por 1-7 ante el Sporting Club de Huelva que dejó claro que la Copa vuelve a ser un territorio familiar para ellas. El Madrid CFF ha construido parte de su identidad en esta competición y sabe cómo manejar los partidos sin mañana. La SD Eibar, octava clasificada en la pasada Liga F Moeve, se estrena en la Copa con la ambición de un equipo que ha aprendido a competir en la élite y que no renuncia a nada, consciente de que la historia no juega, pero pesa.
A la misma hora, RC Deportivo y Real Sociedad se cruzan en Riazor en un partido con aroma a Copa clásica, retransmitido por la Televisión de Galicia y ETB. Es el único duelo de octavos de final en el que ambos equipos cuentan con al menos una Copa de la Reina en su palmarés. Historia frente a historia, tradición frente a tradición. La Real Sociedad llega con un proyecto consolidado y la etiqueta de favorita, pero el Deportivo juega en casa, arropado por su gente y por el deseo de volver a sentirse protagonista en una competición que no olvida a quienes la respetan.
Ya por la tarde, a las 19:00 horas y a través de RFEF.tv, el Alhama ElPozo se mide al Atlético de Madrid. Las murcianas afrontan el partido en un momento delicado, inmersas en la peor racha de partidos consecutivos perdidos de la liga, con seis derrotas seguidas. Pero la Copa ofrece algo que la clasificación no concede: una oportunidad de redención inmediata. Enfrente estará un Atlético de Madrid que tiene entre ceja y ceja volver a una final que conoce bien. Vigentes subcampeonas, las rojiblancas saben lo que es sufrir, remontar y resistir cuando el partido parece escaparse. La final de 2023 sigue viva en su memoria y alimenta la ambición de un equipo que saldrá desde el primer minuto decidido a imponer su jerarquía, sabiendo que en la Copa nadie regala nada.
Al mismo tiempo, Teledeporte retransmitirá el cruce entre el Deportivo Alavés y el Fútbol Club Barcelona, el que a priori es el duelo más desequilibrado de la ronda. El conjunto vasco, de Primera Federación, se enfrenta a uno de los mejores equipos del mundo, vigente campeón de Liga y Copa y líder intratable del presente campeonato regular.
Sobre el papel, el favoritismo es claro. Sobre el césped, la Copa siempre se reserva el derecho a escribir su propio guión. El Alavés jugará el partido de su vida; el Barça, uno más… hasta que deja de serlo.
La Copa de la Reina Iberdrola no entiende de pronósticos cerrados ni de discursos prefabricados. Es la competición donde una falta directa en el minuto 95 puede cambiarlo todo, donde una portera puede convertirse en heroína, donde una grada pequeña puede sonar como un estadio entero.
Es el torneo que recuerda, año tras año, por qué el fútbol femenino emociona, conecta y permanece.
Cuando el año se apaga y el calendario se prepara para cambiar de número, la Copa aparece para recordarnos que el fútbol todavía puede ser imprevisible, que lo imposible no solo puede suceder, sino que suele hacerlo. Por eso, cuando llegue el fin de semana y ruede el balón, no será solo un partido lo que esté en juego. Será la magia de una competición que se resiste a ser domesticada.
Que nadie mire el reloj y nadie cambie de canal, porque cuando suena la Copa de la Reina Iberdrola, el fútbol deja de ser lógico… y vuelve a ser eterno.
La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha dado un paso más en la hoja de ruta del torneo más antiguo y emblemático del fútbol femenino español: la Copa de la Reina Iberdrola 2025-2026. El acto protocolario del sorteo, celebrado con toda la solemnidad y expectación que merece esta competición centenaria, ha dejado uno de los duelos más vibrantes de la próxima ronda: el Alhama Club de Fútbol ElPozo frente al Club Atlético de Madrid, en una eliminatoria a partido único que se disputará en el Estadio José Kubala de Murcia, sobre césped artificial, en una fecha comprendida entre el 19 y el 21 de diciembre de 2025.
El bombo, siempre caprichoso, ha querido reavivar una rivalidad que ya forma parte de la historia reciente del balompié femenino nacional. Un cruce que trae ecos de aquella “Final Four” de 2023 en Butarque (Leganés), cuando el Atlético impuso su ley con un 0-4 arrollador ante las murcianas y selló su billete hacia la final frente al Real Madrid C.F., conquistando su segundo título copero tras una remontada épica (0-2 al 88’, empate al 95’ y victoria por penaltis) con un gol legendario de falta de Estefanía Banini que ya forma parte del patrimonio emocional del fútbol español.
El Alhama C.F. ElPozo, campeón de la Primera RFEF la pasada temporada y símbolo de crecimiento en el sur peninsular, afronta este desafío con la ilusión de un club que ha sabido reinventarse. Las de Jovi García llegan tras eliminar con oficio al Sport Extremadura (1-2) en Badajoz, y con un bloque que conjuga juventud, garra y determinación. En el horizonte, una meta clara: firmar la gran revancha de aquel infortunado duelo copero de 2023 y dejar huella en la historia del club.
Sobre el césped artificial del José Kubala, las murcianas desplegarán un plantel de talento y carácter. Nombres como Miriam Rodríguez “Kuki”, Aldrith Quintero, Maca Portales o la brasileña Luany Da Silva Rosa representan la esencia de este Alhama renovado: trabajo silencioso, fidelidad al escudo y un juego vertical que puede incomodar a cualquier rival. La afición azulona, que volverá a teñir de pasión las gradas, sueña con una noche mágica en la que David intente volver a desafiar a Goliat.
En el otro lado del duelo emerge el Atlético de Madrid, uno de los grandes colosos de la Liga F Moeve y del fútbol femenino español. Tercer clasificado en la pasada campaña, el conjunto rojiblanco afronta el torneo con la ambición intacta de levantar su tercera Copa de la Reina (tras los títulos de 2016 y 2023).
Dirigidas por Viti, las colchoneras llegan con el aval de un bloque sólido, equilibrado y con un estilo innegociable: presión alta, ritmo frenético y verticalidad ofensiva. Ya en la actual Liga F Moeve, el Atlético doblegó al Alhama con autoridad (4-0), con una actuación estelar de Ane Etxezarreta Jensen, la exrealista que firmó un doblete y confirmó su gran momento de forma.
La historia, además, respalda a las madrileñas: cuatro victorias y un empate en los cinco precedentes oficiales ante el Alhama, una estadística que las de Viti querrán mantener para seguir su marcha hacia los cuartos de final. Pero en la Copa, como suele recordarse en cada sorteo, los números nunca garantizan victorias: solo el espíritu y la convicción deciden quién sobrevive a la magia del K.O.
La Copa de la Reina Iberdrola no entiende de jerarquías ni presupuestos. Es el trofeo que ha visto gestas, lágrimas y epopeyas. Es el campeonato que hermana al fútbol profesional y al modesto bajo una misma bandera: la del esfuerzo y la pasión.
En esta nueva edición, con la entrada en liza de los clubes de la Liga F Moeve, el certamen alcanza un punto álgido. Cada sorteo es una encrucijada de ilusiones, y cada partido, una página escrita con sudor y orgullo. Alhama y Atlético se citan, por tanto, en el corazón de ese relato eterno, sabiendo que solo uno continuará en el camino hacia el trono que hoy defiende el Fútbol Club Barcelona.
(Fuente: Liga F Moeve )
Resto de cruces |
Deportivo Alavés Gloriosas 🆚 Fútbol Club Barcelona
C.E. Europa 🆚 Athletic Club
F.C Badalona Women 🆚 Granada C.F.
Espanyol de Barcelona 🆚 Real Madrid C.F.
Sevilla Fútbol Club 🆚 Costa Adeje Tenerife Egatesa
El fútbol regresa a Huelva en una de esas noches que despiertan orgullo, historia y emoción. Este jueves 6 de noviembre, a las 19:00 horas, el Fundación Cajasol Sporting Club de Huelva se mide al Madrid CFF en la Tercera Ronda de la Copa de la Reina Iberdrola, una eliminatoria directa que puede llevar al conjunto onubense a los cuartos de final del torneo más mágico del fútbol femenino español.
El Estadio Antonio Toledo Sánchez volverá a ser el epicentro de la ilusión albiazul. Las espartanas, dirigidas por Antonio Toledo, llegan a la cita en un momento inmejorable tras protagonizar una de sus mejores actuaciones del curso el pasado fin de semana: un contundente 5-0 ante el CD Getafe Femenino en la octava jornada de la Segunda Federación Femenina. Un triunfo que no solo reafirma el crecimiento del equipo, sino que refuerza la confianza de un grupo que ha sabido mezclar juventud, carácter y ambición con la esencia de un club histórico.
El Sporting llega a esta eliminatoria en plena línea ascendente. Con el paso de las jornadas, las onubenses han ido consolidando un estilo reconocible: solidez defensiva, intensidad en la presión y una propuesta ofensiva atrevida que ha conquistado a su afición. La victoria ante el Getafe las ha situado en tercera posición del Grupo 3 de la Segunda Federación Femenina, con 16 puntos, a tan solo uno del Córdoba CF, segundo, y a cinco del Sportextremadura, líder.
En el duelo liguero más reciente, el conjunto albiazul firmó un auténtico recital ofensivo. Andrea L. fue la gran protagonista con un doblete, acompañada por África, autora de un gol y asistente decisiva. La contundencia del marcador reflejó no solo la superioridad del Sporting, sino la comunión total entre equipo y grada: el Antonio Toledo Sánchez volvió a ser un fortín, un estadio donde el fútbol se vive con orgullo y donde las espartanas se crecen ante cualquier rival.
Antes de llegar a esta ronda, el equipo onubense tuvo que superar dos exigentes etapas previas en el torneo: Córdoba a domicilio y Málaga en casa, dos duelos que reforzaron su espíritu competitivo y demostraron que el Sporting se siente cómodo en la Copa. En ambos encuentros, el conjunto mostró oficio, madurez y una fe inquebrantable en su idea de juego.
El Estadio Antonio Toledo Sánchez volverá a ser el escenario de una gran noche de fútbol. La afición sportinguista, siempre fiel, podrá disfrutar de una cita única en casa, en la que el equipo buscará competir de tú a tú con un rival de la élite.
Las entradas para el encuentro estarán disponibles tanto en las taquillas del estadio el mismo día del partido, desde una hora antes del inicio, como de forma anticipada a través de la web oficial sportingclubhuelva.compralaentrada.com. El acceso será gratuito para los abonados, mientras que los no abonados podrán acceder por un precio de 5 euros para mayores de 14 años, 2 euros para jóvenes de entre 6 y 14 años, y gratis para los menores de 6 años.
Con ilusión, trabajo y el apoyo de su afición, las espartanas quieren seguir haciendo historia y disfrutar de una gran noche de fútbol en Huelva. La Copa de la Reina vuelve a casa, y el Fundación Cajasol Sporting de Huelva está listo para competir con el alma que siempre lo ha caracterizado
Ahora, el desafío es aún mayor: enfrentarse a un Madrid CFF de la máxima categoría, sexto clasificado en la Liga F Moeve, una plantilla plagada de talento y experiencia, pero que llega al duelo con la moral tocada tras su última derrota en casa ante el Granada Club de Fútbol (0-1).
El Madrid CFF, dirigido por Javier Aguado, ha firmado un sólido arranque en la Liga F, mostrando un fútbol vertical, veloz y con jugadoras capaces de desequilibrar en cualquier zona del campo. Sin embargo, su reciente tropiezo ante el Granada ha roto su condición de invicto como local y ha dejado al conjunto madrileño con ganas de reivindicarse en una competición que le resulta especialmente atractiva.
Con futbolistas de enorme nivel como Ángela Sosa, motor ofensivo y alma del equipo, Allegra, Nautnes y la guardameta Paola Ulloa, el Madrid CFF aspira a avanzar en el torneo sin descuidar su ambición liguera. Pero sabe que en Huelva le espera un escenario hostil, una afición volcada y un rival que juega con el corazón.
Los precedentes históricos entre ambos conjuntos son de máxima igualdad: cinco victorias para cada uno en los últimos diez enfrentamientos. Sin embargo, el recuerdo más reciente en Copa de la Reina inclina la balanza emocional hacia las onubenses. En la edición de 2022, el Sporting eliminó al conjunto madrileño en los cuartos de final (1-2), antes de alcanzar la final disputada en Alcorcón, reafirmando su reputación como uno de los clubes más competitivos del país en el torneo del KO.
No se puede olvidar que el Sporting de Huelva es campeón de la Copa de la Reina 2015, un título que marcó una época dorada y que aún late en la memoria de su afición. Aquel espíritu de superación y garra, el mismo que llevó a las espartanas a lo más alto hace una década, sigue siendo el combustible de un equipo que se niega a dejar de soñar.
La Copa de la Reina es el torneo de los sueños y las gestas imposibles, y el Antonio Toledo Sánchez volverá a ser testigo de esa energía que solo se vive en las grandes noches. El Sporting, empujado por su gente, afronta el reto con humildad y coraje, consciente de que cada balón, cada jugada y cada esfuerzo cuentan.
“Seguir soñando es nuestro reto”, repiten las jugadoras en el vestuario. Porque en Huelva, el fútbol femenino no entiende de categorías, sino de corazón.
Y cuando ese corazón late fuerte, el rival sabe que no hay partido sencillo.
El jueves, el estadio albiazul volverá a vestirse de gala. Habrá aroma de Copa, espíritu de revancha y promesa de emociones fuertes. Las espartanas saldrán al campo con la bandera de su historia, la fuerza de su presente y la esperanza de su futuro.
Porque cuando el Sporting de Huelva juega en casa, la Copa de la Reina siempre tiembla.
El partido al detalle |
(Fuente: Liga F Moeve )
🏆 Copa de la Reina Iberdrola | 2025-2026
🗓️ Jueves, 6 de noviembre de 2025
❤️ Tercera ronda | Eliminatoria
🩵 Matchday | Día de partido
🔥 Fundación Cajasol Sporting Club de Huelva 🆚 Madrid CFF 🔥
📺 No se emite
⏰ 19:00 horario peninsular
🏟️ Estadio Antonio Toledo Sánchez
El fútbol tiene noches en las que el marcador no refleja la verdadera historia del partido, donde el alma, el coraje y la dignidad pesan más que los números. Así fue la noche en el Estadio Antonio Toledo Sánchez, donde el Fundación Cajasol Sporting de Huelva se despidió de la Copa de la Reina tras caer por 1-7 ante el Madrid CFF, pero dejando una huella imborrable en su gente. Las espartanas, fieles a su espíritu indomable, dieron la cara frente a uno de los colosos de la Liga F, mostrando orgullo, compromiso y fútbol durante una primera parte en la que lograron mirar de tú a tú a un rival de élite.
El duelo arrancó con la intensidad propia de los grandes días. Apenas se había asentado el balón sobre el césped cuando el Madrid CFF golpeó primero. Corría el minuto 3 cuando Andonova, con su clase habitual, recibió un pase medido desde la derecha tras una internada por banda. Con un sutil toque cruzado, batió a la guardameta onubense para firmar el 0-1. El estadio quedó en silencio solo un segundo… porque la respuesta de las locales fue inmediata, feroz, casi instintiva.
Un minuto después, el fútbol devolvió justicia al coraje. En el minuto 4, un córner ejecutado con precisión milimétrica desde la derecha fue a parar al corazón del área. Allí emergió C. Pescatore, imperial en el salto, para conectar un cabezazo poderoso que se coló junto al palo derecho. El 1-1 incendió las gradas. El público del Antonio Toledo Sánchez rugió como en las grandes gestas: el Sporting, un equipo de alma guerrera, había igualado un partido que muchos daban por desequilibrado antes de empezar.
Ese tanto cambió el aire del encuentro. Las de Huelva, con una mezcla de energía, concentración y orgullo, comenzaron a presionar con valentía, disputando cada balón como si fuera el último. En defensa, C. Pescatore volvió a vestirse de heroína en el minuto 27, sacando bajo palos un remate que ya se cantaba como gol en el banquillo visitante. Las espartanas resistían, sujetas a su espíritu colectivo, con África y Alba Q.R. desbordando en ataque y el público empujando cada recuperación.
Pero el Madrid CFF, acostumbrado a los ritmos más altos de la Liga F, acabó encontrando los huecos. En el 31’, Bárbara aprovechó un balón filtrado a la espalda de la defensa para definir con frialdad ante la salida de la portera: 1-2. Cuatro minutos después, en el 35’, Nautnes cazó un balón suelto dentro del área tras una serie de rechaces y, con un zurdazo potente, amplió la ventaja madrileña: 1-3. El Sporting había competido de tú a tú durante más de media hora, pero el talento y la velocidad de las capitalinas comenzaron a inclinar la balanza.
El descanso llegó con ese marcador, pero también con el aplauso cerrado de un público que reconocía el esfuerzo. Las jugadoras locales se marcharon al vestuario con la cabeza alta, entre ánimos y orgullo. Lo habían dejado todo.
En la reanudación, el Madrid CFF impuso su pegada. En el minuto 51, Andonova volvió a aparecer, esta vez desde la frontal, para colocar el balón en la escuadra con un disparo inapelable que firmaba el 1-4. Seis minutos después, Bárbara repitió protagonismo (57’), aprovechando una asistencia de M. González para definir al primer toque y poner el 1-5. El conjunto visitante mostraba su arsenal ofensivo con precisión quirúrgica, pero el Sporting jamás bajó los brazos.
Las espartanas siguieron corriendo, empujando, mordiéndole metros al rival cada vez que podían. Incluso cuando un infortunio defensivo en el minuto 75 derivó en un gol en propia puerta que colocaba el 1-6, las de Huelva continuaron mirando al frente. En el minuto 80, una acción de África reavivó las ilusiones: la extremo onubense rompió por banda, encaró y centró al área pequeña, donde Alba Q.R. se preparaba para empujar el balón al fondo de la red. Pero la zaga madrileña, en el último suspiro, despejó a córner. El público lo celebró como un gol. Era el símbolo de lo que representa este equipo: no rendirse nunca.
Ya en los compases finales, cuando el esfuerzo pasaba factura, Marchetto cerró la cuenta con el 1-7 definitivo tras un disparo ajustado en el minuto 89. El pitido final no fue un lamento: fue una ovación. Las jugadoras del Fundación Cajasol Sporting se fundieron en abrazos, aplaudieron a su gente y recibieron el reconocimiento de un estadio que entendió perfectamente el mensaje de la noche: orgullo, entrega y pertenencia.
La aventura copera se cierra, pero deja tras de sí una historia de lucha. El Sporting se despide de la Copa con una victoria memorable en Córdoba (1-4), un sólido 3-0 ante el Málaga CF y una lección de coraje frente a uno de los equipos más poderosos del país. No hay derrota cuando el alma se entrega por completo.
Ahora, las espartanas vuelven a mirar hacia su gran objetivo: el campeonato liguero, donde mantienen una trayectoria admirable y siguen en la parte alta de la clasificación. El próximo desafío será el domingo 9 de noviembre, a las 11:00 hora canaria, frente al CF Unión Viera, en Las Palmas de Gran Canaria.
Y allí, como siempre, el Sporting volverá a competir con el mismo lema que anoche resonó en cada grada, en cada aplauso y en cada mirada: “Podrán ganarnos en el marcador, pero jamás en orgullo.”
1 – 7 ⏱️90'+3 | Final del partido, no ha podido ser ante un equipo de Liga F, centradas en la liga que es lo más importante. pic.twitter.com/QufSE4sLHD
— Fundación Cajasol Sporting de Huelva (@sportinghuelva) November 6, 2025
📋 Ficha técnica |
Fundación Cajasol Sporting de Huelva: Sonia B., L. Cortés (Alba Q.R. 60′), Albarrán, Eulalia, Ana Hdez. (Estévez 73′), Stefane (Morán 60′), V. Morales, Geral, Celia (África 60′), Ixiar Puy (Andrea L. 60′) y C. Pescatore.
Madrid CFF: Belén, Esther, Villa (Estefi 62′), Andonova, Bárbara, Alba (Kamilla 62′), Hildur (Sosa 62′), Marina, Nautnes (Marcetto 62′), Natalia (Mendoza 73′) y Sofía.
Árbitra: Elena Peláez, sin amonestaciones.
Incidencias: Partido correspondiente a la Tercera Ronda de la Copa de la Reina disputado entre el Fundación Cajasol Sporting de Huelva y el Madrid CFF en el Estadio Antonio Toledo Sánchez sobre una superficie de hierba natural.
▶️ En una tarde de viento, agua y coraje, el equipo vitoriano se impuso con fútbol, fe y carácter para firmar una clasificación que sabe a mucho más que un pase: sabe a orgullo albiazul.
Publicidad de Netflix
🔺NETFLIX DESVELA LA FECHA DE ESTRENO, EL TEASER Y PRIMERAS IMÁGENES DE AGATHA CHRISTIE: LAS SIETE ESFERAS
LA REINA DEL CRIMEN LLEGA A NETFLIX AGATHA CHRISTIE: LAS SIETE ESFERAS PROTAGONIZADA POR MIA MCKENNA-BRUCE, HELENA BONHAM CARTER Y MARTIN FREEMAN SE ESTRENA EL 15 DE ENERO pic.twitter.com/sTKFTn8ePh
Netflix ha anunciado hoy la fecha de estreno, el teaser tráiler y las primeras imágenes de Agatha Christie: Las siete esferas, que llegará a Netflix el próximo 15 de enero.
La serie está protagonizada por Mia McKenna Bruce (How To Have Sex) como Lady Eileen “Bundle” Brent, Helena Bonham Carter (Los niños de Winton, Nolly) como Lady Caterham, Martin Freeman (El vigilante nocturno, Black Panther) como Battle, Corey Mylchreest (La reina Carlota: Una historia de Los Bridgerton) como Gerry Wade, Ed Bluemel (Killing Eve, Sex Education) como Jimmy Thesinger, y Nabhaan Rizwan (KAOS) como Ronnie Devereux.
Inglaterra, 1925. En una lujosa fiesta en una casa de campo, una broma parece haber salido terriblemente —y mortalmente— mal. La tarea de resolver el misterio recaerá en la menos esperada de las detectives: la vivaz e inquisitiva Lady Eileen “Bundle” Brent, quien deberá desentrañar una escalofriante conspiración que cambiará su vida y pondrá al descubierto los secretos más oscuros de la alta sociedad inglesa. Una ingeniosa, épica y trepidante adaptación de la reina del crimen, Agatha Christie, que cobra vida en una nueva y emocionante versión para Netflix.
Agatha Christie: Las siete esferas ha sido escrita por Chris Chibnall (Broadchurch, Doctor Who), creador de Broadchurch, y cuenta con la producción ejecutiva de Suzanne Mackie (The Crown), a través de su compañía Orchid Pictures, y Chris Sussman (Good Omens). Chris Sweeney (The Tourist, Back to Life) dirige y también ejerce como productor ejecutivo.
Chris Chibnall producirá ejecutivamente la serie a través de su compañía Imaginary Friends, mientras que James Prichard, de Agatha Christie Limited, también participa como productor ejecutivo. Andy Stebbing se suma como productor ejecutivo y Joanna Crow continúa como productora de la serie.
En una tarde de viento, agua y coraje, el equipo vitoriano se impuso con fútbol, fe y carácter para firmar una clasificación que sabe a mucho más que un pase: sabe a orgullo albiazul.
El microclima de Ibaia volvió a hacer de las suyas. Viento arremolinado, lluvia en diagonal, un frío cortante que parecía querer congelar hasta las ideas. Pero ni la tormenta ni la leyenda del Levante pudieron con el alma del Deportivo Alavés Gloriosas, que firmó una jornada redonda, de esas que se graban en la memoria colectiva del club.
Un 3-0 contundente, trabajado, hermoso y simbólico que mete al conjunto vitoriano en los octavos de final de la Copa de la Reina, derribando a todo un histórico de la Liga F Moeve con una lección de valentía, fútbol vertical y precisión quirúrgica.
El temporal fue rival, escenario y metáfora. Porque las Gloriosas no solo domaron al viento, también domaron a un Levante crepuscular, con más nombre que alma y con las cicatrices de un pasado glorioso que ya suena a eco.
partido arrancó como suelen hacerlo los días imposibles en Ibaia: con el balón corriendo más que las jugadoras, con los despejes convertidos en aventuras y con los técnicos gritando para hacerse oír entre las ráfagas. Pero el Alavés, lejos de achicarse, salió a mandar. Andrea Esteban apostó por un plan reconocible: tres piezas sólidas en el centro, bandas amplias y el eje del juego girando hacia el costado izquierdo, donde Merche Izal y Raquel Gil formaron un binomio demoledor.
El Levante Unión Deportiva , con la solera que le da su nombre, intentó hacerse fuerte desde la posesión, pero la sensación era clara: el alma albiazul rugía más. El bloque granota resistía, pero cada minuto que pasaba aumentaba la sensación de que la tormenta —de goles— estaba al caer.
Durante la primera media hora, eso sí, el partido se mantuvo en una especie de guerra fría futbolística. Un remate tímido de Castellanos en el 7’, una respuesta de Gaste en el 26’ y poco más. Todo lo demás era empuje, lucha, caídas en el barro y la búsqueda desesperada de precisión en un césped en el que cada pase parecía una batalla ganada.
Hasta que llegó el minuto 39. Un robo altísimo, una presión asfixiante y una aparición quirúrgica: Ainhoa Guallar cazó el balón dentro del área y, sin titubear, mandó el cuero a la red para abrir la lata con el 1–0 en el minuto 39 de la primera mitad.
El tanto fue una explosión de alegría en Ibaia, valía oro y se produjo en un momento psicológico al producirse al borde del entretiempo.
Las 22 protagonistas ganaron el túnel de vestuarios con exigua renta para las vitorianas, pero aún restaban cuarenta y cinco minutos por jugar en el País Vasco.
El tanto cambió todo. El Alavés se soltó, se creyó más y mejor. El Levante, en cambio, se fue diluyendo como el agua sobre la hierba. Érika, la más inspirada de las valencianas, intentó tirar del carro, pero sus fogonazos fueron fuegos de artificio ante un equipo vitoriano en plena ebullición.
Tras el descanso, el guion se mantuvo: las Gloriosas mandaban, el Levante sobrevivía. Pero en el 65’ llegó el gran susto. Núñez, recién ingresada, se plantó sola ante Sofía Fuente, que respondió con una parada monumental, de esas que cambian destinos. Esa intervención fue el punto de inflexión. Un aviso del destino.
Cinco minutos después, Carmen Sobrón rompió el fuera de juego, controló con clase y picó el balón con sutileza ante Coronado para dejar un golazo antológico digo de ser aplaudido y era el 2–0 en el minuto 70 que ponía a las granotas contra las cuerdas y al borde del abismo.
El público lo entendió al instante: aquello ya era historia.Y por si quedaba alguna duda, en el 74’ Merche Izal cazó un rechace tras un disparo de Almudena para firmar el 3–0 que ya era muy contundente . Llegó el éxtasis. El marcador de los sueños. El grito que ahogaba la lluvia.
Con el 3-0, Ibaia se convirtió en un festival. Paula León, recién entrada, quiso su parte de gloria: en el 81’, con un disparo seco y raso, hizo el definitivo 4–0 en el luminoso con el que la delantera cedida por el Madrid CFF le echó sal a la herida de las valencianas que han vivido tiempos mejores.
El único nubarrón fue la lesión de Nayadet, que se marchó con gestos de dolor, aunque todo apunta a que se quedará en un susto.
El resto fue celebración, orgullo y conciencia de que este equipo está para mucho más que resistir. Las Gloriosas se ganaron su billete a los octavos y lo hicieron jugando al fútbol, desafiando a la lógica y demostrando que el espíritu albiazul no entiende de divisiones ni de meteorología.
A finales de diciembre, cuando vuelva a rodar el balón de la Copa en Ibaia, el Alavés estará ahí, entre los dieciséis mejores del país, dispuesto a seguir escribiendo capítulos que se lean con el corazón acelerado.
Deportivo Alavés Gloriosas: Sofía; Gaste (Laia, 81’), Pichi, Altamira, Merche Izal; Nayadet, Navajas (Almudena, 72’), Viles (Claudia Fernández, 81’); Guallar, Raquel (Paula León, 61’) y Carmen Sobrón (Elene, 81’). Levante UD: Coronado; Gabaldón (Luque, 72’), Le Guilly, Eva Alonso, Alma, Carrasco; Carol (Traoré, 71’), Dolores, Érika (Inés, 76’); Castellanos (Núñez, 46’) y Agama (Kalu, 46’).
El único nubarrón fue la lesión de Nayadet, que se marchó con gestos de dolor, aunque todo apunta a que se quedará en un susto.
El resto fue celebración, orgullo y conciencia de que este equipo está para mucho más que resistir. Las Gloriosas se ganaron su billete a los octavos y lo hicieron jugando al fútbol, desafiando a la lógica y demostrando que el espíritu albiazul no entiende de divisiones ni de meteorología.
A finales de diciembre, cuando vuelva a rodar el balón de la Copa en Ibaia, el Alavés estará ahí, entre los dieciséis mejores del país, dispuesto a seguir escribiendo capítulos que se lean con el corazón acelerado.
Árbitra: Acevedo Dudley. Amonestó a Carrasco (57’) con tarjeta amarilla.
Incidencias: Partido correspondiente a la tercera ronda de la Copa de la Reina Iberdrola 2025-2026, disputado en la Ciudad Deportiva José Luis Compañón (Ibaia) sobre césped natural.
Goles |
1-0 Guallar 39’ ⚽️ 2-0 Carmen Sobrón 70’ ⚽️ 3-0 Izal 74’ ⚽️ 4-0 Paula León 81’ ⚽️
Dicen que en Ibaia el tiempo tiene vida propia. Que allí el viento no sopla, ruge. Que la lluvia no cae, golpea. Y que, entre tanta adversidad, solo los equipos con alma sobreviven. El Deportivo Alavés Gloriosas no solo sobrevivió: reinó. Y lo hizo con ese aire de epopeya que solo tienen los triunfos nacidos de la fe, del trabajo y del barro.
Las Gloriosas no solo ganaron un partido, sino que dieron la campanada al tumbar un equipo histórico de la Liga F Moeve, categoría superior a la suya, y ya esperan un nuevo rival en los octavos de final del torneo copero.
La Copa de la Reina Iberdrola devuelve a latir. Y el Espanyol no se rinde. No hay respiro en el calendario, pero sí hay hambre. Hambre de historia, de épica, de este torneo .
El RCD Espanyol Femenino se lanza de nuevo a la aventura del torneo más impredecible del fútbol español, ese que premia la resistencia, la fe y el corazón. Y lo hace apenas dos días después de haber rozado la hazaña frente al Real Madrid (0-1), en una Ciudad Deportiva Dani Jarque que volvió a respirar orgullo perico.
La cita de este martes (19:00 h) en el Antonio Puchades de Paterna marcará el inicio de una nueva batalla en la Copa de la Reina Iberdrola 2025-26, una competición que al Espanyol le corre por las venas. Seis veces campeonas, las blanquiazules son historia viva del torneo, una camiseta que en esta competición ha visto gestas, lágrimas y resurrecciones.
Y este año, el camino comienza ante un rival con pasado reciente en la élite y un presente ambicioso: el Valencia CF Femenino. Un duelo con aroma a clásico moderno, entre dos clubes que se reencuentran en diferentes contextos pero con la misma hambre de reivindicación.
El Valencia CF Femenino, dirigido por Mikel Crespo, llega lanzado en la 1ªRFEF. Cuartas con 15 puntos, a solo tres del líder Barça B, las valencianas son una de las plantillas más completas y temidas de la categoría. “Han hecho un equipo para ascender”, advertía con respeto Sara Monforte, consciente de la dificultad del reto.
Las chés debutan en su estadio copero tras superar con autoridad al Elche CF (0-2) y al Villarreal CF (1-3) en las rondas anteriores. Y llegan reforzadas moralmente por su última victoria (2-0) ante la Fundación Albacete, un aviso de que su bloque es sólido y competitivo. Pese a la baja de Yasmin Mrabet, las valencianistas cuentan con una columna vertebral poderosa, mezcla de experiencia, juventud y talento técnico.
Enfrente, un Espanyol Femenino que respira confianza. No solo por sus sensaciones ante el Real Madrid, sino por la estabilidad que transmite su proyecto. Monforte ha conseguido dotar de identidad a un grupo que se adapta, que muerde y que sueña.
Será una versión alternativa del Espanyol, pero no menos ambiciosa. El plan es claro: dar descanso sin perder identidad. Con solo dos días de margen tras el duelo liguero, Monforte moverá piezas y abrirá las puertas a las jugadoras del filial, que podrán vivir su primer gran examen oficial con el primer equipo.
El once perico mezclará juventud y jerarquía. Jugadoras como Judit Pablos, Núria Garrote o Carol Marín podrían tomar protagonismo, acompañadas por referentes de vestuario que aporten equilibrio desde el banquillo. Se trata, en palabras de la propia entrenadora, de “mantener el ritmo competitivo y dar oportunidades a todas las futbolistas que trabajan cada día para estar listas”.
El Espanyol no ve la Copa como un trámite, sino como un escenario de crecimiento, una oportunidad para seguir tejiendo el relato de una temporada que ya respira optimismo.
Ninguna camiseta se transforma tanto en la Copa como la del Espanyol. En ella se mezclan las memorias de seis títulos —el último en 2012— con el orgullo de haber sobrevivido a épocas duras, siempre de pie, siempre compitiendo. La Copa de la Reina ha sido históricamente el espejo donde el club se reconoce: la épica blanquiazul.
En las últimas cuatro temporadas, las pericas han superado la ronda inicial siempre con sufrimiento, pero también con un sentido de pertenencia que se multiplica en cada balón dividido. Este martes no será distinto.
El contexto añade emoción: el club acaba de celebrar su 125 aniversario, una efeméride que conecta generaciones, camisetas y sueños. Qué mejor manera de prolongar esa celebración que seguir avanzando en el torneo que mejor encarna su esencia.
El Valencia CF Femenino vive un proceso de reconstrucción con ambición. Tras descender de la Liga F, el club apostó por mantener un bloque competitivo y reforzarlo con jugadoras que aportaran liderazgo y energía. El proyecto de Crespo ha encontrado equilibrio: el equipo defiende con orden, presiona alto y ha encontrado en la circulación por dentro su principal arma.
Su feudo, el Antonio Puchades, será su fortaleza. Allí buscarán imponer ritmo y aprovechar los automatismos que las hacen tan difíciles de batir. Pero el Espanyol, con su carácter guerrero, no se siente intimidado. La Copa es territorio neutral, y ahí, el peso de la historia puede equilibrar cualquier jerarquía.
El martes 4 de noviembre no será un día más. Será una cita con la memoria, con la pasión y con el orgullo de vestir una camiseta que ya ha levantado seis veces este trofeo. El Antonio Puchades será testigo de un nuevo capítulo de la historia perica, uno que se escribirá con sudor, valentía y emoción.
Porque cuando el balón empiece a rodar, la Copa volverá a hablar el idioma del Valencia y el Espanyol Femenino: el idioma de la resistencia.
El partido al detalle |
(Fuente: Liga F)
🩷Cristina Baudet firma una obra maestra y mete al Espanyol Femenino en la historia: las pericas conquistan el Antonio Puchades (1-2) y siguen vivas en la Copa de la Reina 🩷
🏆 Copa de la Reina Iberdrola | 2025-2026
📆 Martes, 4 de noviembre de 2025
❤️ Tercera ronda | Eliminatoria
🩵 Matchday | Día de partido
🔥 Valencia Club de Fútbol 🆚 Espanyol de Barcelona 🔥
Cristina Baudet firma una obra maestra y mete al Espanyol Femenino en la historia: las pericas conquistan el Antonio Puchades (1-2) y siguen vivas en la Copa de la Reina
Monforte apostó fuerte. La técnica del Espanyol dio descanso a varias habituales de la Liga F Moeve y lanzó a la arena a un once repleto de ilusión, de segundas oportunidades y de hambre competitiva. Las hermanas Doménech compartieron zaga, Isabelle Hoekstra volvió a escena, y en la portería apareció Meritxell Muñoz, guardiana designada para los retos coperos. El mensaje era claro: nadie tiene el puesto asegurado y la Copa sería el escenario perfecto para reivindicarse.
El 1–1 equilibraba el marcador y el duelo entraba en un territorio de pura tensión. Las valencianistas olieron sangre, y el Espanyol, obligado a templar los nervios, aguantó el chaparrón con temple y oficio.
Y vaya si lo entendieron las pericas. Desde el pitido inicial, las blanquiazules salieron con el cuchillo entre los dientes, presionando arriba, asfixiando al Valencia y marcando el ritmo del encuentro. Apenas corría el minuto 6 cuando el partido se rompió: Cristina Baudet, siempre ella, cazó un balón suelto al borde del área y lo envió a la red con un derechazo seco, preciso, demoledor. Un gol de manual, de capitana, de esas que marcan el camino.
El 0–1 cayó como una declaración de intenciones: el Espanyol iba muy en serio a los 6 minutos de juego.
Lejos de rendirse, el conjunto local se creció con el marcador adverso. El Antonio Puchades, con unos 500 espectadores, empujaba y el Valencia Féminas CF respondió con carácter. Danielle Marcano, la delantera estadounidense que fue un dolor de cabeza constante, avisó con un disparo cruzado y luego no perdonó: minuto 31, zurdazo a la escuadra, imposible para Meritxell Muñoz que se convirtió en el 1–1 que devolvía la igualdad al Puchades.
🤩¿Pero qué has hecho Danielle?
🌀Control, ruleta y definición espectacular de Marcano para hacer el empate#LaCopaenRTVE
Antes del descanso, Ángeles del Álamo y Judit Pablos intentaron devolver la ventaja, pero el empate resistió entre el calor, la intensidad y los nervios. Todo quedaba abierto para una segunda parte de puro vértigo.
Tras el descanso, el Valencia salió lanzado. En un minuto tuvo dos ocasiones clarísimas que pusieron en jaque a Meritxell Muñoz. Pero el Espanyol, con cabeza fría, empezó a ganar metros, a combinar y a recuperar el balón. El partido se rompía y se convertía en una montaña rusa. En una internada eléctrica, Phoenetia Browne cayó dentro del área en una acción que bien pudo ser penalti, pero la colegiada Beatriz Cuesta Arribas señaló córner ante las protestas del banquillo perico.
Monforte movió el tablero: Naima García y Paula Arana entraron para aportar energía, verticalidad y desborde. El Espanyol pasó a un 4-4-2 con del Álamo en la mediapunta, fundiéndose a correr y a presionar, como si el reloj no existiera. Y poco a poco, el plan fue surtiendo efecto: el Valencia empezaba a acusar el desgaste y el dominio cambió de bando.
Minuto 84. El partido pedía una heroína, y ahí estaba ella, en su hábitat natural. Cristina Baudet, que ya había abierto el marcador, se descolgó desde la frontal, recibió un pase filtrado de Paula Arana, quebró con elegancia a Lena Pérez y definió con una serenidad que sólo tienen las jugadoras tocadas por la historia. El balón besó la red y el grito de “¡gol!” resonó como un rugido colectivo. 1–2 y explosión de alegría en el banquillo perico. La capitana volvía a firmar una noche memorable, confirmando que vive una segunda juventud deportiva, liderando a las suyas como en los viejos tiempos.
💥¡La noche va de golazos! Vaya control orientado y vaya definición de Baudet para hacer el segundo
👀Como dice @Olga9Garcia "la veteranía es un grado"
Pero la Copa de la Reina nunca da tregua. En el 96’, con el reloj agonizando, el Valencia tuvo la última: Rebecca Elloh, la más incisiva de las locales, cazó un balón en el área pequeña y disparó con todo. Cuando el empate parecía inevitable, emergió —sí, otra vez— Cristina Baudet, ahora vestida de heroína defensiva, para sacar el balón casi sobre la línea.
Fue el último suspiro de un partido frenético, de los que se ganan con alma, con sufrimiento y con camiseta sudada.
El pitido final desató la euforia. El Espanyol Femenino, con rotaciones, con carácter y con fútbol, logró el billete a la siguiente ronda de la Copa de la Reina, firmando una de esas victorias que fortalecen el espíritu de grupo. Monforte acertó en los cambios, las jóvenes respondieron, y la vieja guardia —con Baudet a la cabeza— demostró que el talento y el liderazgo no entienden de edad.
Fue una noche de fútbol verdadero, de las que alimentan el alma. Un Espanyol valiente, rotado, pero convencido, dio un golpe sobre la mesa y se ganó el derecho a seguir soñando en la Copa. Y si esta competición tiene ángeles, uno de ellos lleva el nombre de Cristina Baudet, la eterna capitana que, a base de talento, garra y fe, sigue escribiendo páginas doradas en la historia perica.