🟦 La competición española ha sido nominada a los TikTok Publisher Awards en la categoría “Sports Publisher of the Year”. Una designación que refleja el crecimiento de Liga F en esta red social, donde ya cuenta con 590.100 seguidores totales, siendo la liga femenina con ratio de engagement | impresiones.
No llega a los cuatro años de vida, pero el proyecto de Liga F no para de crecer, tanto dentro como fuera del terreno de juego. En el campo cada vez hay una mayor competitividad entre los clubes, mientras que en las redes sociales se está creando una consolidada comunidad alrededor del fútbol femenino. Ese contenido atractivo, dinámico y que consigue atraer la atención del espectador ha supuesto la nominación de la competición a los TikTok Publisher Awards en la categoría “Sports Publisher of the Year”, junto con los mayores referentes del sector: el FC Barcelona (masculino), el Real Madrid CF (masculino), Teledeporte, la ACB y El Chiringuito. Una nominación que refleja el impacto y la solidez de los contenidos digitales.
Un proyecto que busca posicionar a Liga F como un campeonato referente en el ecosistema deportivo, pero también en redes sociales, concretamente en TikTok, donde se ha crecido hasta convertirse en la liga femenina con mayor ratio engagement/impresiones. Estos son los datos de la competición en TikTok en este 2025:
590.100 seguidores totales, un 369% más respecto al año anterior.
6,5 millones más de engagement, un 165,27% más respecto al año anterior.
90,5 millones de views, un 132,7 más respecto al año anterior.
El evento tendrá lugar el jueves 27 de noviembre en Espacio Rastro, y además de la categoría “Sports Publisher of the Year”, también se entregarán los premios en otras cuatro categorías: “Entertainment Publisher of the Year”, “Media Group of the Year”, “Culture Shapers of the Year” y “Publisher Innovation Award”.
Fiamma Benítez Iannuzzi (Denia, 19 de junio de 2004), o simplemente Fiamma, es una futbolistacon nacionalidades española, argentina e italiana, que juega como centrocampista en el Atlético de Madrid de la Liga F. Es internacional absoluta con la selección española desde 2022 y ha ganado una Liga de Naciones de la UEFA y un Mundial Sub-20.
Tras las doce jornadas de Liga F Moeve ya disputadas, siete son las futbolistas que parten como nominadas al Player of the Month de noviembre, a las que todos los aficionados podrán votar a partir del miércoles 26 de noviembre, hasta el domingo 30 del mismo mes. El enlace para votar a la Player of the month de noviembre:
Las siete futbolistas nominadas son: FC Barcelona: Claudia Pina Real Madrid CF: Caroline Weir Atlético de Madrid: Fiamma Benítez Sevilla FC: Inma Gabarro Athletic Club: Ane Azkona RCD Espanyol: Ainoa Campo Costa Adeje Tenerife: Carlota Suárez Durante este mes de noviembre en Liga F Moeve, Claudia Pina (FC Barcelona) ha marcado dos goles y repartido tres asistencias, mientras que, Caroline Weir (Real Madrid CF) ha anotado un doblete ante el Eibar. Por su parte, Fiamma Benítez (Atlético de Madrid) ha sumado dos goles y una asistencia en este mes, e Inma Gabarro (Sevilla FC) destaca con un doblete ante el Deportivo Abanca. También han brillado Ane Azkona (Athletic Club), con cuatro goles y una asistencia, hat-trick incluido al Granada, Ainoa Campo (RCD Espanyol), que ha marcado dos goles y repartido una asistencia, y Carlota Suárez (Costa Adeje Tenerife), con tres tantos y un pase de gol. El anuncio de la ganadora del trofeo a ‘Player of the month’ de octubre se desvelará el lunes 8 de diciembre a través de los canales oficiales de EA SPORTS y Liga F Moeve, y la ganadora recibirá el galardón en los prolegómenos de un partido ante su afición.
¿Por qué ellas?
Porque este mes de noviembre ardió con su talento:
Claudia Pina (FC Barcelona) Ha gobernado partidos con maestría, marcando dos goles y regalando tres asistencias. Visión, elegancia, creatividad líquida. Una directora de orquesta que transforma cada pase en arma. Caroline Weir (Real Madrid CF) Volvió con autoridad. Con hambre. Con impacto. Firmó un doblete ante el Eibar que recordó por qué es una de las mediapuntas más determinantes de Europa.
Fiamma Benítez (Atlético de Madrid) Ecos de grandeza en el Metropolitano. Dos goles, una asistencia, desequilibrio constante. Fiamma no solo juega: incendia partidos. Cada balón suyo lleva electricidad.
Inma Gabarro (Sevilla FC) Instinto asesino, olfato, desmarque. Doblete ante el Deportivo Abanca, ejecución clínica, sangre fría. Gabarro es gol en estado puro.
Ane Azkona (Athletic Club) Furia y precisión. Cuatro goles y una asistencia este mes. Uno de ellos, en forma de hat-trick al Granada, que encendió a San Mamés. Ainoa Campo (RCD Espanyol) Su ascenso habla por ella. Dos goles + una asistencia, liderazgo, sacrificio y templanza. El proyecto perico tiene brújula… y se llama Ainoa. Carlota Suárez (Costa Adeje Tenerife) Imparable. Tres tantos y un pase de gol. Vertical, valiente, decisiva en los metros finales. Una revelación que dejó huella en noviembre.
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El veredicto final llegará el lunes 8 de diciembre, cuando EA SPORTS y Liga F Moeve anuncien públicamente quién se alza con la corona del mes. Y entonces, en el estadio, ante su gente, en los prolegómenos de un partido, la ganadora recibirá el trofeo. El aplauso será real. La emoción también.
Ese instante —el del trofeo en alto, la afición en pie, la historia en directo— será la imagen que recordaremos cuando pensemos en noviembre 2025.
Porque este premio no es una simple estatuilla. Es símbolo. Es reconocimiento. Es una manera de decir: esto es fútbol, esto es talento y esto es presente.
La Liga F Moeve no solo compite, también conquista, avanza y marca tendencia y sobre todo… sueña para crecer.. y noviembre está a punto de elegir a su reina.
La “21” rojiblanca ha sido nominada por la Primera División Femenina para luchar por el Player of the Month de la Liga F Moeve en el mes de noviembre de 2025.
La talentosa estrella de la Selección Española de Fútbol ha marcado dos goles y repartido una asistencia con la colchonera en 289 minutos dentro de las doce jornadas iniciales del torneo, tiene un porcentaje de acierto en los pases del 81% y además en la fase de liga de la UEFA Women’s Champions League está resultando clave amén a otras dos dianas y 1 asistencia en cuatro fechas
La exjugadora del Valencia Club de Fútbol sale 0,67 goles por partido en la Copa de Europa y ha asumido galones tras la grave lesión de Gio Queiroz.
En julio de 2024 el Atlético de Madrid confirmó su fichaje hasta junio de 2027, con la esperanza de que su polivalencia ofensiva —puede jugar por dentro, de mediapunta, por banda o como segunda punta— aportara frescura y dinamismo al ataque rojiblanco. 
Desde el primer día, se comprometió a asumir el reto con “ilusión y responsabilidad”, dispuesta a darlo todo desde el arranque. 
Desde su aterrizaje en el Atlético, Fiamma no tardó en hacerse un hueco en el equipo — no solo por su talento técnico, sino por su capacidad para desnivelar partidos.
El fichaje de Fiamma representa algo más que un movimiento deportivo: simboliza la apuesta del Atlético por talento joven, por juventud con proyección, por un fútbol ofensivo, moderno y dinámico.
Para el club: supone inyectar aire fresco, creatividad y gol desde posiciones ofensivas. Para la Liga F: representa que la competencia sigue creciendo, que cada temporada aparecen más jóvenes con ganas de reivindicarse. Para ella misma: es la oportunidad de consolidarse en un proyecto serio, exigente, con ambición, de dar un paso más hacia convertirse en una estrella.
Imagínatela: una joven de Dénia, con sueños impulsados por su talento y su pasión, que tras formarse en canteras humildes, recorre un camino de esfuerzo, constancia y superación. Ese camino la conduce al Valencia, donde empieza a despuntar.
Pero el gran salto llega en 2024: viste de rojiblanco. Y no es un simple cambio de camiseta. Es un salto de fe. De retos. De exigencia. En un club con historia, con aspiraciones altas — el Atlético de Madrid femenino le abre las puertas al talento joven, a la ilusión, al futuro.
Y Fiamma responde. Con goles decisivos, con asistencias que rompen esquemas, con ritmo, con sacrificio. Pronto deja de ser promesa para convertirse en realidad. En presente. En energía ofensiva. En baluarte de un equipo que quiere volver a pelear por todo.
Su trayectoria: una carrera meteórica, sí. Pero también un reflejo del esfuerzo, del crecimiento, del deseo de trascender. Representa a la muchacha que soñaba en las calles de Alicante; pero también a la futbolista que hoy pisa césped de Primera, deja su huella, y mira al futuro con hambre.
En este contexto, cada partido que juega, cada minuto en el terreno de juego, cada tiro, cada pase, cada asistencia… tiene el peso de una historia. No solo la suya, sino la de una Liga en auge, la de un club exigente, la de un fútbol femenino que crece.
Fiamma no solo suma estadísticas. Construye un relato. Con cada balón que toca, con cada zurda, con cada celebración. Y ese relato, hoy, lleva los colores del Atlético — rojiblanco, fuerte, ambicioso.
El Real Madrid ha anunciado de manera oficial que ha alcanzado un acuerdo total y definitivo con Linda Lizeth Caicedo Alegría para la ampliación de su contrato hasta el 30dejuniode2031, como mínimo.
La futbolista colombiana, considerada una de las mayores joyas del fútbol mundial, continuará vistiendo la camiseta blanca durante seis temporadas más, consolidándose como uno de los pilares estratégicos del proyecto deportivo presente y futuro del club que presiden Ana Rossell y Florentino Pérez.
Esta renovación no es simplemente un movimiento administrativo: es una declaración de ambición, una señal inequívoca del camino que está trazando el Real Madrid en el fútbol femenino, construido sobre talento diferencial, proyección global y un estilo reconocido en todo el planeta. Caicedo, con tan solo 20 años, se ha convertido en una de las futbolistas más determinantes de su generación, una líder silenciosa, carismática y capaz de cambiar el rumbo de cualquier partido.
Linda Caicedo llegó al Real Madrid en 2023, a los 18 años, después de fascinar al mundo con su fútbol en Sudamérica y en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Hoy, tras 99 partidos como madridista y 26 goles, su renovación hasta 2031 supone un paso más en la consolidación del club entre las élites europeas.
A pesar de su juventud, Linda ya se ha convertido en un rostro emblemático del proyecto blanco, una futbolista que representa modernidad, proyección internacional y una conexión directa con la nueva generación de aficionados.
Su impacto ha sido inmediato: su desborde, su sensibilidad técnica, su inteligencia en espacios reducidos y su capacidad para decidir partidos la han situado entre las jugadoras más especiales del fútbol mundial.
(Fuente: RFEF)
Linda Caicedo es, a día de hoy, una futbolista reconocida y admirada en todas las latitudes. Su trayectoria meteórica ha sido premiada con algunos de los máximos galardones individuales del fútbol femenino: • Golden Girl 2023, reconocimiento a la mejor futbolista joven del planeta. • Presencia en el FIFPro World11 Femenino 2024, un once reservado para las mejores jugadoras del mundo. • Inclusión en el XI Ideal IFFHS 2024, reafirmando su condición de élite mundial. • Segunda mejor jugadora del mundo en los premios The Best 2023. • Autora del mejor gol del Mundial 2023, una obra de arte ante Alemania que quedó grabada en la historia de los mundiales.
Además, su precocidad la convierte en un fenómeno sin precedentes: debutó con la selección absoluta de Colombia con solo 14 años, un testimonio de su madurez futbolística y su instinto competitivo. Actualmente es referente absoluta de su país, con el que ha sido subcampeona de las Copas América 2022 y 2025, integrando el XI Ideal del torneo continental 2025 tras una final memorable frente a Brasil.
Linda es una de las mejores extremas del mundo en conducción, cambio de ritmo y regate. Sus rupturas hacia dentro, su zurda imprevisible y su comprensión táctica permiten al Real Madrid romper defensas cerradas y acelerar transiciones. Su 1 vs 1 es un arma que condiciona planteamientos rivales.
(Fuente: Liga F)
A pesar de su edad, Caicedo entiende el tiempo del partido como una veterana. Sabe cuándo pausar, cuándo acelerar, cuándo atraer marcas y cuándo liberar espacios. Es una jugadora que ordena al equipo desde el desequilibrio que produce a las adversarias.
No solo desborda: decide. Sus 26 goles y sus numerosas intervenciones determinantes hablan de una delantera total, con capacidad de asistir, definir por sorpresa y aparecer en zonas interiores con un timing perfecto.
En apenas dos años, Linda ha demostrado una conexión emocional enorme con el club y su afición. Representa los valores del Real Madrid: valentía, excelencia, espíritu competitivo y una constante búsqueda de superación.
(Fuente: Liga F Moeve )
En apenas dos años, Linda ha demostrado una conexión emocional enorme con el club y su afición. Representa los valores del Real Madrid: valentía, excelencia, espíritu competitivo y una constante búsqueda de superación.
Esta renovación marca un hito. Marca el compromiso de una jugadora única con una institución irrepetible. Marca el deseo de seguir construyendo grandeza. Marca la certeza de que el Real Madrid seguirá contando con una de las mayores futbolistas del planeta para liderar su futuro inmediato.
Linda Caicedo seguirá siendo blanca seis años más. Seis años más de magia, de desborde, de goles, de sueños y de crecimiento. Seis años más de una estrella que, con tan solo 20 años, ya ilumina el camino del Real Madrid.
(Fuente: Liga F)
El futuro es blanco. Y el futuro se llama Linda Caicedo, que anhela ayudar a las de Valdebebas a levantar un primer título que se le resiste durante cinco largas temporadas.
La duodécima jornada de Liga F Moeve arrancó el sábado 22 de noviembre a las 12:00h con dos partidos, el Granada CF 1 – Athletic Club 5 y el Sevilla FC 3 – Deportivo Abanca 1. Por su parte, a las 16:00h se jugó el derbi catalán entre FC Badalona Women 1 – RCD Espanyol 1. La jornada sabatina se cerró a las 18:00h con el Madrid CFF 1 – DUX Logroño 0. Ya el domingo 23 de noviembre se disputó a las 12:00h el duelo entre Real Sociedad 3 – Alhama CF ElPozo 1. A las 13:00h (horario peninsular) fue el turno del Costa Adeje Tenerife 2 – Atlético de Madrid 1 en el Heliodoro, y a las 16:00h el duelo entre Real Madrid CF 3 – SD Eibar 0. El fin de semana concluyó en el estadio Ciutat de València con el Levante UD 0 – FC Barcelona 4. Todos los partidos se pudieron ver por DAZN, mientras que el duelo entre el Sevilla FC y el Deportivo Abancatambién se emitió por Gol Play , TEN y TV Gallega.
Sábado 22 de noviembre 12:00h Granada CF 1 – Athletic Club 5 por DAZN
Meritorio triunfo del Athletic Club, que continúa con su escalada en Liga F Moeve. A los once minutos de partido, Clara Pinedo robó la pelota en campo contrario, y le entregó el esférico a Ane Azkonapara que abriera el marcador. Daniela Agote tuvo el segundo, pero fue de nuevo, Ane Azkona, la que aprovechó un rechace de Laura Sánchez para doblar la ventaja en el electrónico. Al filo del descanso, Manoly Baquerizo, con un potente cabezazo, recortó distancias en el electrónico. Ya en los segundos cuarenta y cinco minutos, Daniela Agote, con un gran golpeo desde dentro del área, superó a la guardameta del conjunto nazarí. Todavía quedaba tiempo para que Ane Azkona, que fue la MVP del duelo, completara su hat-trick, y que Jujuba terminara expulsada. Con superioridad numérica, Maite Zubieta puso el 1-5 definitivo.
Sábado 22 de noviembre 12:00h Sevilla FC 3 – Deportivo Abanca1 por DAZN, GolPlay, TEN y TV Gallega
Tercera victoria consecutiva del Sevilla FC en Liga F Moeve, cuarta consecutiva sin contamos la de Copa de la Reina. El Deportivo Abanca tuvo el primer acercamiento, pero fue Inma Gabarro, que fue la MVP del encuentro, la que aprovechó un gran pase de Alicia Redondo para abrir la lata. Débora García buscó el segundo con un chut que sacó la arquera lusa, y Olaya Rodríguez intentó recortar diferencias antes del descanso, aunque sin éxito. La que sí lo consiguió fue Ainhoa Marín, que forzó una pena máxima que ella misma se encargó de lanzar y anotar. La protagonista de la segunda mitad fue Fatou Kanteh. La internacional con Gambia le regaló una asistencia a Inma Gabarro, y certificó el triunfo sevillista anotando el 3-1 definitivo desde dentro del área tras un centro medido de Débora García desde el costado diestro.
Sábado 22 de noviembre 16:00h FC Badalona Women 1 – RCD Espanyol 1 por DAZN
Tablas en el derbi catalán entre el FC Badalona Women y el RCD Espanyol. La igualdad marcó la primera parte, con Lice Chamorro intentando buscar el gol por parte de las locales, que encontraron el camino hacia la portería rival a través de un saque de esquina. La pelota fue al interior del área, donde Itziar Pinillos, con un formidable taconazo, abrió el marcador. En la segunda parte entró Cristina Baudet para cambiar el ritmo del encuentro. La centrocampista se animó con un latigazo desde fuera del área. Browne, que fue la MVP del choque, era un peligro constante en ataque. Precisamente, la delantera aguantó una pelota, y la dejó perfecta para la llegada de Ona Baradad, que se marchó de su defensora, para superar a Canales con un gran disparo. Los dos conjuntos se mantienen empatados en media tabla con 13 puntos.
Sábado 22 de noviembre 18:00h Madrid CFF 1 – DUX Logroño 0 por DAZN
La jornada sabatina se cerró en el estadio Fernando Torres, donde el Madrid CFF consiguió una agónica victoria. A los cinco minutos de juego, Isina provocó un penalti por una mano de Sandra Villafañe dentro del área. La delantera cogió la responsabilidad desde los once metros. El balón fue al larguero, y botó antes de que lo atrapara Paola Ulloa. El banquillo visitante se quejó de que la pelota había entrado. Chelsea evitó el tanto de Mônica Hickmann con un auténtico paradón. La portera volvió a ser protagonista con un paradón a Andonova. También se animó Malou Marcetto con un cabezazo fuera, y Kamilla Melgard, que fue la MVP del choque. El partido parecía que iba a terminar en tablas, pero Emilie Nautnes provocó un penalti, que Mônica Hickmann mandó al fondo de la red con un potente zapatazo.
Domingo 23 de noviembre 12:00h Real Sociedad 3 – Alhama CF ElPozo 1 por DAZN
La Real Sociedad se marcha al parón de selecciones en la 2ª posición de Liga F Moeve con 27 puntos, a tan solo seis del liderato. A los diez minutos de partido, Emma Ramírez aprovechó un rechace para abrir el marcador con un cabezazo desde dentro del área. Claire Lavogez, que estuvo muy incisiva durante la primera mitad, provocó un penalti de Yannel Correa, que se encargó de lanzar Nerea Eizagirre, pero la centrocampista no acertó desde los once metros. Apenas diez minutos después, la capitana del conjunto txuri-urdinhizo el segundo. Tras el paso por vestuarios, Judith Caravaca recortó distancias superando a Alazne Estensoro. Tras el gol, Arturo Ruiz movió el banquillo, y Edna Imade, desde el punto de penalti, logró superar a Elena de Toro para marcar el 3-1 definitivo y darle los tres puntos al equipo vasco.
Domingo 23 de noviembre 13:00h (horario peninsular) Costa Adeje Tenerife 2 – Atlético de Madrid 1 por DAZN y Movistar+
Primera victoria como local esta temporada para el Costa Adeje Tenerife, que se sitúa a tan solo tres puntos de los puestos de Champions. Gaby García se animó en los primeros minutos de juego, pero fue Clau Blanco la que realizó una magnífica jugada individual, y metió un centro al área que cabeceó Elba Vergés al fondo de la red. Sakina Diki, que fue la MVP del encuentro, generó peligro en el frente de ataque blanquiazul. El Atlético de Madrid buscó el empate, pero se marchó al descanso por detrás en el marcador. En la segunda mitad, Jensen lo intentó con un disparo lejano, y Gramaglia se animó en busca del segundo, pero se encontró con la respuesta de Lola Gallardo. Finalmente, Bicho terminó de decantar el partido para el cuadro canario, aunque Gaby García diera ligeras esperanzas a las colchoneras en el tramo final.
Domingo 23 de noviembre 16:00h Real Madrid CF 3 – SD Eibar0 por DAZN y Movistar+
Tras tres encuentros de manera consecutiva sin ganar entre Liga F Moeve y la Champions, el Real Madrid se reencontró con el triunfo para volver a los puestos europeos. En el segundo minuto de partido, Athenea del Castillo realizó una magnífica jugada individual, que aprovechó Caroline Weir para cazar el balón dentro del área, y abrir la lata. Eunate Astralaga contenía los ataques blancos, pero nada más arrancar los segundos cuarenta y cinco minutos, Eva Navarro encontró a Weir. La escocesa, que fue la MVP del partido, no falló con un potente disparo directo a la escuadra. Garazi, en propia, estuvo cerca de meter el tercero, pero el palo evitó el gol. El 3-0 fue obra de Rocío Gálvez, que aprovechó un rechace de la guardameta armera tras un saque de esquina para terminar de certificar el choque en el Di Stéfano.
Domingo 23 de noviembre 18:00h Levante UD 0 – FC Barcelona 4 por DAZN y Movistar+
El estadio Ciutat de València, al que acudieron 6.222 espectadores, acogió el partido que cerró la duodécima jornada de Liga F Moeve. El primer gol del encuentro fue obra de Ewa Pajor, que recibió un buen balón de Kika Nazareth para hacer el primer tanto del partido. Claudia Pina tuvo el segundo, pero la atacante falló un penalti ante Anna Álvarez, que debutaba en la máxima categoría. El Levante UD, que había aguantado durante la primera parte, se encontró en el minuto 51 con un tanto de Kika Nazareth. La portuguesa, que fue la MVP del encuentro, hizo el segundo tras un gran pase de Pina. La de Moncada y Reixach se redimió de su penalti fallado, acertando otra pena máxima. El 0-4 definitivo fue obra de Alexia Putellas, también desde los once metros, para certificar el triunfo culé.
Los fans del fútbol femenino español están obligados a cambiar el chip y engalanarse con los colores rojigualdas, pues la Selección Española de Fútbol que dirige Sonia Bermúdez va a buscar el tercer titulo de su historia en categoría absoluta al medirse, a doble partido, a Alemania en la gran final de la UEFA Women’s Nations League 2025, con el desenlace en el Metropolitano, que podría servir como expiación para una generación dorada que perdió la Eurocopa de Suiza ante Inglaterra en la tanda de penaltis.
⬜️ El conjunto azulgrana se impuso por 0-4 al Levante UD ante los 6.222 espectadores que acudieron a las gradas del estadio Ciutat de València. Ewa Pajor, Kika Nazareth, que fue la MVP del encuentro, Claudia Pina, de penalti, y Alexia Putellas, también desde los once metros, marcaron los goles del cuadro culé.
En el corazón de Orriols, donde el Ciutat de València se levanta como una fortaleza de hierro y memoria, el domingo se jugará algo más que un partido. Allí, donde tantas veces el Levante ha resistido contra viento, marea y gigantes, el equipo granota afronta uno de los mayores retos de su temporada: recibir al FC Barcelona, líder sólido y maquinaria de élite continental. Dos puntos frente a treinta. La pesadilla frente al sueño. La desesperación frente al absolutismo competitivo blaugrana.
Pero este deporte —y más aún el fútbol femenino español, que tantas epopeyas ha regalado en la última década— vive de noches inesperadas, de pulsos imposibles, de historias que se escriben contra el sentido común. Y ese guion improbable es exactamente el que el Levante intentará sostener sobre el césped.
puntos de 33 posibles. Ninguna victoria en las primeras once jornadas. Los números hablan de una temporada durísima, exigente, casi cruel para un Levante que no encuentra continuidad, que no consigue explotar sus virtudes y que vive al límite cada jornada. La llegada de Andrés París al banquillo supuso un intento por reactivar la identidad, pero el estreno ante el Deportivo Abanca (1–0) mostró un equipo aún herido, aún en reconstrucción, con bajas clave y con una plantilla que no ha conseguido enlazar un mismo once competitivo durante varias semanas.
La lista de ausencias ante el Depor fue devastadora: Andrea Tarazona, Sintia Cabezas, Paulina Ali, Gema Soliveres, Bascu, Núria Escoms, Ana Franco y Zipporah Agama. Jugadoras que representan solidez defensiva, criterio en la medular, pólvora arriba y, sobre todo, profundidad de banquillo. Sin ellas, París se vio obligado a recomponer una estructura que no ha terminado de respirar. El Levante ha luchado, sí, pero sin continuidad, sin precisión en las áreas, sin esa chispa que en temporadas anteriores hacía de su fútbol una amenaza constante.
Aun así, esta jornada es distinta. Ni las bajas ni la lógica matemática importan tanto. Lo que se busca es un punto de inflexión emocional. Un partido que marque un antes y un después. Una actuación colectiva que devuelva al vestuario la sensación de pertenencia, de fuerza, de orgullo. Si existe un escenario para hacerlo, ese es el Ciutat de Valéncia.
El Barça aterriza en Valencia como líder de la Liga F Moeve con 30 puntos de 33, con solo una derrota en once jornadas, con un estilo incomparable en España y con un talento que no requiere presentación. Sin embargo, llega con matices. El reciente empate ante el Chelsea (1–1) en Champions ha evidenciado que el conjunto blaugrana es formidable, sí, pero no infalible. Que su dominio puede sufrir desgastes. Que la temporada empieza a acumular kilómetros de alta exigencia.
La baja de Patri y Salma, especialmente, dibuja un Barcelona que mantiene su esencia —posesión, ritmo, amplitud, presión tras pérdida— pero que pierde mordiente vertical, transición explosiva y llegada desde segunda línea.
El Barça sigue siendo un gigante, pero uno que llega a Valencia con una plantilla tocada y con la obligación de gestionar esfuerzos antes de las últimas semanas intensas.
La ausencia de Salma obliga a buscar caminos más asociativos, menos verticales, lo que puede enredar el partido si el Levante cierra pasillos centrales. Sin Patri, la distribución recae en una construcción más coral.
El Barça sabe que, si el partido se convierte en un intercambio táctico, tiene todas las ventajas. Si se convierte en una batalla emocional, el Levante tendrá opciones de incomodar.
El fútbol suele juzgar realidades como si fueran sentencias inamovibles, pero este deporte ha demostrado demasiadas veces que una sola noche puede transformarlo todo. Si el Levante puntúa —si compite, si vibra, si recupera su espíritu— el impacto emocional podría ser gigantesco. No solo para salir de la zona baja, sino para recuperar identidad.
Para el Barça, en cambio, el objetivo es otro: cerrar la jornada como líder sólido, sin fisuras, manteniendo la distancia y recuperando sensaciones tras el choque europeo. Un pinchazo, incluso un empate, podría volver a abrir la Liga y aumentar el ruido competitivo.
Barça se marcha al parón con 33 puntos, seis por encima del segundo, con un fútbol que mezcla ciencia y magia, colmillo y poesía. Pajor ya es amenaza constante. Pina renace. Kika Nazareth vive en un estado de gracia insultante. Alexia sigue siendo brújula emocional. Laia, equilibrio. Las demás, engranajes perfectos de una maquinaria que parece no tener techo.
En este estadio, el Levante ha caído, ha renacido, ha marcado goles imposibles y ha sobrevivido a tormentas. Es un campo que huele a resistencia, donde el público entiende cuándo su equipo sufre y cuándo necesita un empujón emocional. Y el domingo, más que nunca, el equipo necesitará a su gente.
Porque enfrente está el Barça. El más grande. El más temido. El rival que convierte la victoria granota en una hazaña. Y precisamente por eso, este partido sabe a algo distinto. A épica. A desafío. A una oportunidad para escribir un capítulo inolvidable.
Hay noches de fútbol. Y hay noches que atraviesan el fútbol. Noches que no sólo se juegan, sino que se sienten. Que te rodean, te encogen el pecho y te obligan a entender que, a veces, un partido es más que un partido. El Ciutat de València, con sus 6.222 almas, se preparaba para un duelo que iba mucho más allá de la clasificación, más allá de los puntos, más allá del miedo a un Barça imparable. Había una vibración emocional antes del pitido inicial, una especie de electricidad triste, un murmullo compartido.
Las jugadoras de Levante UD y FC Barcelona, lado a lado, sosteniendo una pancarta contra la violencia machista, miraron hacia la grada en un gesto que decía más que cualquier himno. Luego llegó ese minuto de silencio que no fue silencioso: se escucharon respiraciones temblorosas, un sollozo aislado, un suspiro profundo que comenzó en el fondo de la grada y pareció recorrer de manera invisible todo el estadio. Fue un silencio con peso. Un silencio que acompañaba heridas. Un silencio que decía: aquí estamos. Juntas.
Cuando el balón echó a rodar, ya todos sabíamos —aunque no quisiéramos reconocerlo— que aquella noche no sería una más en la Liga F Moeve. Y la competición respondió. Respondió con su corazón más puro.
El Barcelona apareció en el Ciutat como lo hacen los grandes emperadores antes de entrar en una batalla que saben que controlan antes de empezar: no de forma arrogante, sino con una calma que intimida más que cualquier grito. Pajor, Pina, Kika, Alexia… nombres que suenan a arte, a historia, a presente luminoso.
El Levante, herido, último, pero jamás arrodillado, se colocaba en su trinchera, sabiendo que cada balón sería un pulso contra la lógica. Había orgullo en cada gesto de Teresa Mérida, en la valentía de Alma Velasco, en la mirada firme de Anna Álvarez que, en su debut, sabía que aquella noche iba a ponerla a prueba como pocas veces en su carrera.
A los catorce minutos ocurrió la primera pincelada maestra, esa que sólo las que ven el fútbol a cámara lenta pueden crear. Kika Nazareth, que jugaba entre líneas con la naturalidad de quien respira, recibió el balón en la frontal, levantó la cabeza, vio un espacio minúsculo donde el resto veía una muralla, y filtró un pase que parecía escrito por dentro.
El balón viajó como si supiera exactamente qué debía ser. Pajor lo entendió antes que nadie. La polaca no controló: domó. Se perfiló, acomodó el cuerpo y golpeó con una frialdad que heló la sangre. Un disparo seco, sin adornos, sin dudas. Anna Álvarez voló como si su vida dependiera de ello, pero la pelota ya había elegido su destino: la red para hacer el 0–1 antes del primer cuarto de hora.
El cero a uno como un puñetazo envuelto en terciopelo. El Barça no gritó. No necesitaba hacerlo. Su fútbol era la celebración.
Pero el Levante no se desmoronó. No. Se mantuvo como quien atraviesa una tormenta sin paraguas pero sin perder la dignidad. El equipo azulgrana pudo sentenciar antes del descanso: penalti de Alma Velasco sobre Sydney Schertenleib. Era una jugada de inflexión. Claudia Pina se situó ante el punto de penalti. Respiró y retrocedió tres pasos. Miró el balón y lo mandó demasiado alto para dejar con vida a las locales.
La grada explotó en un rugido de alivio. Esas cosas no se celebran. Se sobreviven. El Levante, de repente, sentía que todavía le quedaba aliento para seguir vivo.
El descanso trajo un detalle táctico que no siempre aparece en los titulares, pero que transforma partidos: Laia Aleixandri entró al campo y reordenó el universo. Su entrada en el centro del campo dio equilibrio, mando y sentido. Y el Barça —ese Barça que cuando encuentra armonía se convierte en un fenómeno casi natural— se activó como si alguien hubiera pulsado un interruptor invisible.
Cuatro minutos después, el partido volvió a inclinarse a favor del subcampeón de Europa Claudia Pina, que necesitaba reivindicarse, que necesitaba gritar desde dentro que el penalti fallado no la definía, levantó la cabeza y vio a Kika Nazareth en movimiento. Y cuando Kika se mueve, pasan cosas.
El pase fue quirúrgico. Kika controló con un temple que parecía desafiar la gravedad y la prisa. Dio un paso, otro. Ajustó el cuerpo. Engañó a Anna Álvarez sin apenas gesto. Y colocó el balón donde viven los goles bonitos para poner el 0–2 en el minuto 51 que provocó desazón en el público local.
Pero esa noche, el Levante todavía tenía una historia que contar. Érika González recibió un balón fuera del área, levantó la vista y decidió que el miedo no iba a escribirse en su guion. Le pegó con el alma. Con rabia. Con todas las frustraciones acumuladas en una temporada que se ha vuelto cuesta arriba.
El larguero estalló en un sonido seco, brutal, que dejó a Gemma Font congelada. Por un segundo, el Ciutat creyó que aquello era un punto de inflexión. Por un segundo, el Barça se vio vulnerable. Por un segundo, la historia pudo cambiar, más fue un espejismo.
La respuesta blaugrana llegó desde los pies de Kika, que volvió a aparecer como si estuviera jugando su propio partido dentro del partido. Su chut raso lo atajó Anna en dos tiempos, pero en la acción había un detalle que el Barça no dejó pasar: contacto de Teresa Mérida. Las jugadoras pidieron revisión. La colegiada acudió al monitor. El Ciutat contuvo el aliento tras la señalización de un penalti que fue aprovechado por la joven y talentosa Claudia Pina para poner el 0–3 que era ya una semi sentencia en el 72 del duelo.
La respuesta blaugrana llegó desde los pies de Kika, que volvió a aparecer como si estuviera jugando su propio partido dentro del partido. Su chut raso lo atajó Anna en dos tiempos, pero en la acción había un detalle que el Barça no dejó pasar: contacto de Teresa Mérida. Las jugadoras pidieron revisión. La colegiada acudió al monitor. El Ciutat contuvo el aliento.
La once no falló tras un nuevo penalti e instauró el 0–4 definitivo que la reivindicó en el 98 como una emperatriz que no necesita coronas para que el mundo recuerde quién es por siglos y centurias.
El Levante, con apenas 2 puntos, vuelve a quedar marcado por una realidad cruel. Pero no está muerto. Ni rendido. Ha mostrado dolor, sí. Pero también orgullo. Y esa madera de Érika, esa parada de Anna, ese rugido del Ciutat… hablan de un equipo que aún tiene alma para pelear y se tendrá que reinventar durante la fecha FIFA para afrontar con garantías el próximo partido ante el Athletic Club en Lezama, pero de momento, la situación es dramática.
La Liga F Moeve ganó enteros en el último partido de la duodécima jornada , porque emocionó y venció porque, en noches como esta, el fútbol femenino se muestra en su forma más pura, valiente y extraordinaria.**
Y en ese eco final del Ciutat de València, cuando las jugadoras ya caminan hacia el túnel y el silencio vuelve a caer como una manta sobre el césped, uno entiende que esta Liga no sólo crece: se vive. Se vibra. Se ama.
Y partidos así —intensos, dolorosos, hermosos— son la prueba de ello, nos leemos ya en la gran final de la Liga de Naciones entre Alemania y España, toca cambiar el chip.
(Fuente: Liga F Moeve)
📋 Ficha técnica |
Levante Unión Deportiva: Álvarez; Alma, Le Guilly, Merida, Gabaldón; Alharilla (Ana Franco, Min 68), Carol (D. Luque, Min 85), Dolores, Alonso, Sintia (R. Vargas, Min 68); Érika (N. Traoré, Min 86).
Barcelona : Gemma; Aïcha, Marta, Paredes, O. Batlle (C. Martínez, Min 65); Vicky, Serrajordi (Laia Aleixandri, Min 46), Sydney (Alexia, Min 73); Kika, Pajor (Graham, Min 65), Pina (Aitana, Min 73).
Incidencias | Partido correspondiente a la duodécima jornada de la Liga F Moeve 2025-2026 entre el Levante Unión Deportiva y el Barcelona que se ha celebrado en el Ciutat de València sobre una superficie de hierba natural.
🟣El conjunto merengue ganó al Eibar (3-0) en el Di Stéfano. Un triunfo liderado por Caroline Weir, que fue la MVP del partido con un doblete. Rocío Gálvez metió el otro tanto del encuentro. Las locales vuelven a los puestos europeos, mientras que el conjunto armero se mantiene con cinco puntos sobre el descenso.
El fútbol femenino español vivirá este domingo una de esas tardes donde incluso el aire parece cargado de presagios. El Estadio Alfredo Di Stéfano, ese recinto donde el Real Madrid Femenino ha tejido sueños, desilusiones y resurrecciones en los últimos años, abrirá sus puertas para recibir a un SD Eibar que llega con la memoria fresca de una hazaña: su victoria a domicilio de la pasada temporada, un 0-1 tan inesperado como histórico que todavía resuena en el orgullo armero.
Pero este domingo no es un partido más. Es un choque que late con urgencia, con necesidad, con la premura de dos equipos que buscan respuestas en medio del torbellino competitivo de la Liga F.
Las blancas atraviesan uno de esos momentos que separan a los equipos comunes de las escuadras con alma. Tres partidos consecutivos sin ganar —entre Liga F y Champions— han encendido las alarmas, más por sensaciones que por resultados. No es solo que falten puntos: es que faltan certezas.
Las bajas tampoco ayudan. Merle Frohms, pilar bajo palos; Antonia Silva, una bazuca defensiva imprescindible; Sandie Toletti, el metrónomo del medio; Tere Abelleira, la brújula rota que sigue luchando contra la larga recuperación del cruzado; Signe Bruun, el faro goleador.
Demasiadas ausencias, demasiada calidad sin calzarse las botas.
Pero si algo tiene el Real Madrid es que sabe sobrevivir al caos. El ADN competitivo que se le exige, semana a semana, obliga a reinventarse, a crecer desde la adversidad, a encontrar soluciones donde otros verían límites. La presión pesa, sí, pero también forja. Y en días como este, el Di Stéfano suele rugir, cobijar, empujar.
El Madrid llega herido, pero un animal herido siempre es más peligroso.
Al otro lado, el SD Eibar aterriza en Madrid con una mezcla de humildad y ambición que lo convierte en un rival incómodo para cualquiera. Las armeras, que suman 10 puntos y mantienen un colchón de cinco sobre el descenso, vienen de dos derrotas consecutivas, pero nadie en su vestuario entiende la palabra resignación.
Eder Mendoza y su cuerpo técnico han dado forma a un equipo que respira trabajo, orden y sacrificio. Un conjunto que sabe sufrir, que no se quiebra, que convierte cada minuto en una batalla física y mental.
Y en la previa, una voz se alzó con una mezcla de emoción y desafío: “El domingo iremos a ganar, como en cualquier otro partido. Tengo muchas ganas de jugar contra el Real Madrid”, dijo Sara Martín, exmadridista, con la firmeza de quien no teme a los recuerdos ni a la presión del escenario.
Ese tipo de declaraciones no pasan desapercibidas. Hablan de convicción. Hablan de identidad.
Además, todo parece indicar que el Eibar llegará con la plantilla disponible al completo, un lujo en esta fase del calendario, donde cada golpe y cada fatiga marcan diferencias.
A las 16:00h, cuando el colegiado pite el inicio, el sol de noviembre caerá sobre el césped del Di Stéfano como un foco teatral que ilumina a dos equipos con urgencias distintas, pero idéntica necesidad de reivindicarse.
Un Madrid golpeado, pero nunca vencido. Un Eibar valiente, que ya sabe lo que es conquistar este territorio.
El fútbol femenino español tendrá este domingo una de esas citas que definen estados de ánimo, que marcan tendencias, que pueden levantar o quebrar convicciones.
Y allí, en ese escenario donde las historias se transforman en memoria, se escribirá un nuevo capítulo.
Que ruede el balón. Que hable la épica.
(Fuente: Liga F Moeve)
🏆 Liga F Moeve | Temporada 2025-2026
🔥 Real Madrid 🆚 Sociedad Deportiva Eibar 🔥
🤍 Matchday 12 | Día de partido
📅 Domingo, 23 de noviembre de 2025
⏰ 16:00 horario peninsular
📺 DAZN
🏟️ Estadio Alfredo Di Stéfano, Valdebebas
(Fuente: Liga F Moeve)
El Real Madrid se marcha al parón de selecciones en puestos de Champions.
Antes del inicio del encuentro, ambos equipos posaron con una pancarta en contra de la violencia de género. Tras un emotivo minuto de silencio, las madridistas tan solo necesitaron dos minutos en abrir el marcador. Athenea se quedó con un balón en la frontal del área, se marchó de varias defensoras, e hizo una pared con Iris Ashley. El esférico le volvió a llegar a la futbolista cántabra, que encontró a Weir, para que la escocesa definiera a la perfección y abriese la lata con el 1–0 en minuto 2 de juego cuando aún había público acomodándose en su localidad en la fría tarde de Valdebebas.
💫 Gran 𝐚𝐜𝐜𝐢𝐨́𝐧 de Athenea 🙌 Definición 𝐦𝐚𝐠𝐢𝐬𝐭𝐫𝐚𝐥 de Caroline Weir 🥇 Se 𝐚𝐝𝐞𝐥𝐚𝐧𝐭𝐚 el Real Madrid
El conjunto blanco siguió buscando a Iris Ashley, mientras que el equipo armero se animaba a través de centros laterales, en busca de una misma destinataria: Carmen Álvarez, aunque sin fortuna. Eunate Astralaga se mantenía muy atenta para evitar los ataques locales.
En una de sus salidas, la arquera se encontró con Iris, y ambas tuvieron que ser atendidas, pero pudieron continuar. La guardameta atrapó un buen disparo de Athenea que buscó el segundo con insistencia, mientras que, Carla Andrés tuvo el empate antes del descanso con un testarazo que se marchó rozando el larguero.
La primera parte, más allá del tanto inicial, fue de ritmo bajo y con pocas ocasiones. Solo una carrera hacia el área de Carmen Álvarez, que cortó Rocío, y algunos destellos de calidad de Athenea rompieron la parsimonia que se había instaurado sobre el césped del Alfredo Di Stéfano. Ya en la recta final de los primeros 45 minutos, Feller remató de volea por encima del larguero en una posición forzada después de un centro de Shei. Carla Andrés, a la salida de un saque de esquina, tuvo la más clara para el Eibar con un cabezazo desviado por poco del objetivo.
Tras el paso por vestuarios, Pau Quesada metió a Eva Navarro, y la de Yecla tan solo necesitó un minuto para encontrar a Weir, que fue la MVP del duelo, y que la escocesa se sacara un latigazo directo a la escuadra. Un golazo por bandera, e imparable para Eunate Astralaga, que solo vio como la pelota se colaba dentro. Athenea, la más activa del equipo madrileño, metió un centro al área, que tocó Garazi al intentar despejar, y afortunadamente para la lateral, la pelota se estrelló en la madera.
La segunda parte comenzó con el ingreso de Eva Navarro, que volvió al extremo después de varios partidos ocupando el lateral, sustituyendo a Feller. Y al igual que en el inicio del duelo, Weir no tardó en marcar la diferencia en los primeros compases. La escocesa recibió con tiempo cerca de la esquina derecha del área y no dudó en buscar portería. Su zurdazo inapelable se coló por la escuadra, imposible para Astralaga, y encarriló mucho más el triunfo madridista amén al 2–0 que lo dejaba todo prácticamente hecho en el minuto 47 de juego.
El equipo de Pau Quesada trató de seguir aumentando la ventaja. Lo pudo hacer Bennison, que estuvo cerca de aprovechar la enésima buena jugada de Athenea en el partido, pero su remate algo forzado se encontró con el poste. La cántabra, que junto a Weir fue la mejor de la tarde, estuvo cerca de conseguir su tanto pero no fue capaz de embocar un centro de Eva Navarro en el segundo palo. Silvia Cristóbal también buscó el suyo a la salida de un córner, pero Astralaga se estiró con todo para desviar el lanzamiento algo blando.
La portera del Eibar volvió a aparecer poco después para salvar un mano a mano con Linda Caicedo. Sin embargo, no pudo hacer nada en el córner provocado por esa ocasión. Athenea puso un centro tenso hacia el corazón del área, que Pau Comendador remató al primer toque. Astralaga atajó el chut, pero estaba completamente vendida en el rechace que Rocío Gálvez fusiló al fondo de la red para instalar el 3–0 definitivo en el minuto 81 de un partido que no dio para mucho más.
Navarro definió por encima del larguero un contragolpe liderado por Linda Caicedo. La colombiana, ya en la prolongación, remató desviado el último acercamiento de las locales.
El Real Madrid, con esta victoria y la derrota del Atlético en Tenerife, se coloca en tercera posición de la clasificación de la Liga F. Las internacionales se marchan ahora con sus selecciones al último parón del 2025. Las madridistas comenzarán el sprint final del año el sábado 6 de diciembre, a las 19:00, recibiendo a la Real Sociedad en un partido entre rivales directos en la zona Champions, esa que cada vez está más apretada y bonita.
Eibar (0): Astralaga; Laura Camino, Carla Andrés, Masegur, Belem (Etxezarreta 78′), Garazi; Sara Martín, Iribarren (Adela Rico 70′), Altonaga (Valej 86′); Carmen Álvarez (Tukumbuke 78′), Emma Moreno (Iara 70′).
Árbitra: Ylenia Sánchez Miguel (Comité Catalán). Amonestó a Holmgaard (minuto 50), Altonaga (minuto 78) y Silvia Cristóbal (minuto 87).
Incidencias | Partido correspondiente a la duodécima jornada de la Liga F Moeve 2025-2026 que han disputado el Real Madrid y la Sociedad Deportiva Eibar en el Estadio Alfredo Di Stéfano ante 1.087 espectadores sobre una superficie de hierba natural.
El fútbol femenino español llega a uno de esos domingos que marcan temporadas. Uno de esos días en los que un estadio histórico se transforma en algo más que cemento, butacas y sombra volcánica: se convierte en un escenario emocional, un anfiteatro donde se miden proyectos, identidades y aspiraciones. Este domingo 23 de noviembre, a las 13:00h (hora peninsular) / 12:00h hora canaria, el Heliodoro Rodríguez López acoge un choque que vibra a nivel deportivo, emocional e histórico. El Costa Adeje Tenerife, quinto clasificado con 20 puntos y todavía sin victoria en casa, recibe al Atlético de Madrid, segundo con 24, sólido, ambicioso, hambriento y con la mirada fija en el billete europeo.
Las blanquiazules llegan a este partido con la sensación —y la convicción interna— de que este equipo está preparado para algo más grande que simplemente competir. Ya lo demostraron con el punto contra el Granada (2-2), en un encuentro donde mostraron personalidad, energía y esa mezcla de orgullo insular y proyecto moderno que les caracteriza desde la fusión con el CD Tenerife.
Pero también cargan la espina clavada de no haber ganado aún en casa. Un lastre emocional que el propio Eder Maestre describió con sinceridad:
“A veces la moneda cae hacia un lado o hacia otro, pero el mérito para ganar está ahí. Necesitamos desbloquear la victoria en casa.”
Esta frase condensa el estado actual del equipo: fútbol hay; confianza, a medias; ambición, desbordante.
El Tenerife llega con ausencias importantes: Pisco, Fatou Dembélé, Yerliane Moreno, Mari José e Iratxe Pérez. Cinco bajas que afectan directamente la estructura ofensiva y la jerarquía en campo rival.
Las rojiblancas llegan a Tenerife con la moral desbordada tras: • Vapulear al Twente por 0-4 en Europa • Vencer con autoridad al FC Badalona Women (2-0) • Y sumar cinco victorias en los últimos seis partidos
El equipo de Víctor Martín es segundo, vive en zona Champions y transmite la sensación de que, por fin, se ha encontrado a sí mismo después de años de inestabilidad deportiva.
También tienen bajas sensibles: Andrea Medina y Gio Queiroz, dos jugadoras que dan amplitud, vértigo y amenaza exterior. Pero el Atlético, aun sin ellas, mantiene un caudal ofensivo enorme, sostenido por su capacidad para dominar desde la posesión y por la agresividad de sus piezas en zona de finalización.
El partido reunirá a jugadoras determinantes en el presente de la Liga F Moeve: el Noelia Ramos, Cinta Rodríguez, Claudia Iglesias “Bicho”, Lola Gallardo, Fiamma Benítez, Luany Da Silva Rosa, entre muchas otras.
Un escaparate perfecto para una competición cada día más profesionalizada, más competitiva y espectacular”.
Como ya es tradición, la crónica del encuentro llegará a través de la mirada inconfundible de Manu López Fernández, ex periodista del Madrid CFF y actual voz de análisis en “El Partido de Manu”, un espacio que se ha convertido en referente por su estilo literario, su rigor táctico y su capacidad para emocionar incluso en los días nublados.
La pieza también podrá leerse en AtletiMedia, un proyecto emergente, rojiblanco hasta el tuétano, que está creciendo partido a partido y que ha encontrado en Manu un aliado perfecto para elevar su línea editorial.
El domingo, en el Heliodoro, se escribirá otra página. Manu la contará. Y el fútbol femenino, como siempre, encontrará en ese relato un eco que seguirá sonando durante días.
El fútbol femenino español que cada día escribe páginas más ambiciosas, pocas historias resultan tan potentes y simbólicas como la de Luany Cordeiro, la atacante brasileña que ha pasado de ser una joven promesa en el Madrid CFF a convertirse, en apenas dos años, en la gran figura del Atlético de Madrid Femenino y Mejor Jugadora de la Liga F Moeve en septiembre de 2025.
Su recorrido es un relato de carácter, resiliencia y metamorfosis. Un viaje de sur a norte, del barrio al alto rendimiento, del instinto a la inteligencia.
En el Madrid CFF aprendió estructura. Aprendió que la velocidad sin pausa es un regalo incompleto. Aprendió a leer el juego, a sostener el ritmo, a defender, a madurar. Su crecimiento allí fue un prólogo.
El salto al Atlético de Madrid fue la obra. En Alcalá de Henares, el talento se convirtió en método. La creatividad, en responsabilidad. La magia, en sistema. Y desde su llegada, su transformación ha sido absoluta: goles, asistencias, liderazgo, impacto. Un faro ofensivo que ilumina cada ataque rojiblanco.
Su fútbol es instinto + inteligencia. Cadencia + vértigo. Pausa + fuego.
Juega como si el mundo fuera una coreografía invisible. Sus botas escriben signos de puntuación: el primer paso es un trueno, el segundo, una ráfaga, el tercero, una sentencia.
Hoy, donde antes había precipitación, hay elegancia. Donde antes corría, ahora flota. Cuando encara, no dribla cuerpos: dribla el tiempo. Presiona como una obrera, inventa como una artista, decide como una líder. Cada vez que toca el balón, el público contiene la respiración porque sabe —siente— que algo puede suceder. Y en un Atlético que ha aprendido a convivir con la exigencia, ella es el imprevisto, la nota de jazz en una sinfonía militar. La brasileña que convirtió la promesa en certeza, la velocidad en sabiduría, el talento en liderazgo. Luany, la reina del otoño rojiblanco. La luz que brilla cuando la noche parece más oscura.
Eder Maestre lo describió con precisión quirúrgica: “Es un equipo que domina a través del balón, con mucha calidad por fuera y jugadoras resolutivas en el área. Para competir contra ellas debemos ser más equipo que nunca.”
Y en medio de todo esto, aparece una figura que trasciende lo futbolístico. Una jugadora que encarna, mejor que nadie, lo que significa el crecimiento del fútbol femenino en la isla: Paola Hernández.
Su vida es un relato de constancia, amor por Tenerife y resiliencia frente a la adversidad. Una niña que soñaba en el patio del colegio La Salle, que jugaba con una pelota en una bolsa para distraerse cuando acompañaba a sus padres hacia el Teide, que fue descubierta casi por casualidad y que acabó proclamándose campeona de Europa y del mundo Sub17.
Una jugadora que tatuó en su piel Uruguay, la estrella y las siglas del campeonato. Que convirtió a su yeya, su abuela Luisa, en motor emocional de cada gol. Que superó una rotura de cruzado el 14 de abril de 2024, perdió a su abuela en la semana de su regreso, y aun así volvió más fuerte.
Paola es la historia que da alma a este partido. Porque juega a ocho minutos de casa. Porque marca en el Heliodoro y mira al cielo. Porque representa a una isla entera que se reconoce en ella.
Su presencia en este duelo tiene un componente simbólico gigantesco: El Heliodoro quiere su primera victoria… y Paola quiere firmarla ahí, donde empezó todo.
Dos equipos que defienden mejor que atacan. Dos equipos donde cada detalle puede decidir. Dos equipos que están a un título moral de creerse aspirantes reales a Champions.
No es un partido más, es un marcador directo por Europa que llega quizá demasiado pronto.
Ese es el punto de inflexión emocional que se respira en la isla. Ese es el objetivo que persiguen desde agosto. Ese es el sueño que se puede cumplir ante uno de los gigantes del fútbol español.
Porque ganar al Atlético de Madrid no es solo ganar tres puntos. Es mandar un mensaje. Es desafiar la jerarquía. Es decirle a la Liga F Moeve que Tenerife no está de paso, que no ha tocado techo, que puede competir con cualquiera.
El Tenerife quiere su primera victoria en el Heliodoro. El Atlético quiere seguir viviendo en zona Champions.
Cada uno con sus historias. Cada uno con sus heridas. Cada uno con su ambición.
Pero solo uno saldrá reforzado. Solo uno seguirá creciendo. Solo uno dará un paso decidido hacia Europa.
Este domingo no se juega un partido. Se juega un capítulo decisivo de la Liga F Moeve. Una batalla emocional y deportiva cuyo impacto resonará durante semanas.
El Heliodoro espera. El fútbol femenino español también. Y tú estás a punto de vivirlo.
El duelo al detalle |
(Fuente: “El Partido de Manu”)
LigaFMoeve| #CostaAdejeTenerifeAtlético
🔜 𝙉𝙀𝙓𝙏 𝙂𝘼𝙈𝙀
🏆 Liga F Moeve
🤍 Temporada 2025-2026
🩷 Matchday 12| Día de partido
🔥 Club Deportivo Tenerife Femenino 🆚 Club Atlético de Madrid 🔥
🗓️ Domingo, 23 de noviembre de 2025
⏰ 13:00 horario peninsular
📺 DAZN 2
🏟️ Estadio Heliodoro Rodríguez López, Santa Cruz de Tenerife
(Fuente: Liga F Moeve)
En la caldera del Heliodoro Rodríguez López se gestó una victoria que huele a epopeya, una gesta sudada bajo el sol canario, donde el Costa Adeje Tenerife aprovechó sin piedad la resaca europea de un Atlético de Madrid que llegaba con el alma aún flotando entre nubes continentales. Porque no es fácil para las colchoneras, tras la gloria de la Liga de Campeones, volver a aterrizar en la rutina frenética de la Liga F: clasificar, remontar, ganar, viajar, reconstruirse… un ritmo de vértigo que pesa más que el oro de un trofeo.
El Atleti había demostrado su fuerza en Europa, remontando en Alcalá ante el Häcken y arrasando frente al Twente (0-4). Pero la gloria tiene un precio, y ese precio se pagó en cansancio, en piernas pesadas y en una mente que aún soñaba con estrellas. El Tenerife, por su parte, se plantó sobre el césped con la determinación de un guerrero nacido para librar batallas; su plantilla, bien ensamblada por Eder Maestre y su cuerpo técnico, ha sabido traducir cada entrenamiento en un plan de juego impecable, una arquitectura táctica donde todo encaja: cinco defensoras, tres centrocampistas y dos puntas. Una muralla bien organizada.
Desde el pitido inicial, el combinado isleño dejó claro que no había venido solo a competir, sino a dictar sentencia. La movilidad de Sakina Diki, la velocidad de Gramaglia, la solidez de las centrales —todas ellas convertidas en escudo humano— y el empuje constante de sus carrileras, construyeron un dominio evidente. Y cuando las ocasiones se pavimentan en fútbol, el gol no tarda en llegar: en apenas doce minutos, Clau Blanco, con un regate que dejó boquiabiertas a dos defensas colchoneras, envió un centro medido al corazón del área para que Elba Vergés rematara con un testarazo demoledor. Un golazo que encendió al Heliodoro y abría la lata con el 0-1, una flecha que abrió el marcador y derribó cualquier atisbo de temblor isleño.
El Atlético quiso responder, buscó la verticalidad de Amaiur y la inspiración de Fiamma en el mediocampo, pero como en muchas noches tras la Champions, chocaba con un muro. No era solo un Tenerife veloz, sino cerebral, que aprovechaba cada desajuste rival, cada espacio entre líneas, para hostigar. Noelia Ramos, guardameta local, se convirtió en heroína cada vez que alguna rojiblanca intentó rasgar su portería, manteniendo la esperanza viva para su equipo.
La segunda parte empezó con cambios tácticos de uno y otro lado. Víctor Martín, empeñado en la remontada, dio entrada a Carmen Menayo y Xènia Pérez, reforzando la retaguardia. Pero fue el equipo blanquiazul quien siguió golpeando: Sakina Diki lanzó un disparo cruzado que rozó el peligro, mientras Jensen lo probó para las visitantes, sin fortuna. La tensión crecía, la atmósfera se electrificaba, pero el Hugo tinerfeño resistía.
Y entonces, cuando el nerviosismo se iba apoderando del Atleti, Maestre movió sus piezas con maestría: Carlota Suárez y Bicho entraron, y su química fue inmediata. Un balón para Carlota, que retuvo de espaldas ante la defensa, dejó el espacio para que Bicho, como un guerrero que no teme a su pasado, encarara a Lola Gallardo y fusilara con sangre fría el 2–0 a los 72 del segundo tiempo.
El Heliodoro estalló, y las colchoneras vieron cómo su remontada se convertía en una quimera.
Los minutos finales fueron un carrusel de ibas y venidas. El cansancio golpeaba como un martillo, los cambios se apagaban entre interrupciones y lesiones… y el Atlético, herido pero noble, buscó con todo recortar distancias. Lo consiguió, casi al último suspiro: Sheila Guijarro conectó con Gaby, y esta última, con la experiencia de quien sabe que no hay rendición posible, batió a Noelia Ramos para poner el 2–1. en el 97, pero el reloj era enemigo, y el pitido final llegó sin más igualadas, sin más heroísmos.
El Heliodoro vivió una gesta histórica: el Tenerife, hasta ahora sin victorias en ese templo, asestó un golpe de autoridad. El Atlético, con 24 puntos ya en su haber, se queda tercero, herido pero erguido. Es un tropiezo, sí, pero no es una caída. Porque aún con el corazón cargado de esfuerzos y con la cabeza en Europa, estas guerreras rojiblancas tienen el escudo tatuado en la piel y la ambición latiendo fuerte.
🟨 El cuadro txuri-urdin ganó por 3-1 al Alhama ElPozo con los tantos de Emma Ramírez, Nerea Eizagirre y Edna Imade, que fue la MVP del encuentro. Además, Nerea Eizagirre falló un penalti. Judith Caravaca metió el tanto del equipo murciano, que marca la salvación. Las locales se quedan en la segunda plaza.
Hay partidos que, sin necesidad de grandes focos, se sienten trascendentales. Que no necesitan un cartel de clásico ni rótulo de final para cargarse de electricidad. Que se juegan, sí, en césped, pero también en la memoria reciente, en la proyección del porvenir y en esa zona íntima donde los equipos descubren quiénes son de verdad. El Real Sociedad – Alhama que se prepara en Zubieta pertenece exactamente a esa categoría.
conjunto txuri-urdin llega a esta cita con un aroma especial: el del equipo que ha sabido resistir tormentas, sostener identidad y transformar la solidez en impulso competitivo. El empate in extremis (1-1) ante el Athletic Club —en un derbi de los que desgarran gargantas y tensan pulsos— no fue solo un punto: fue una declaración de principios. Una reafirmación de que la Real Sociedad no se rinde, que compite hasta el último aliento, que sabe sobrevivir a los partidos que pesan.
Un dato basta para entender la magnitud del momento: solo han perdido un partido en toda la temporada. Los grandes proyectan regularidad; los equipos de Champions, además, irradian una sensación de inevitabilidad competitiva. Eso es exactamente lo que está transmitiendo la Real: que pase lo que pase, ahí estarán.
El equipo de Natalia no solo está en puestos de Champions: está construyendo un patrón de juego reconocible, valiente, apoyado en una presión inteligente, en un control emocional del ritmo y en unas transiciones que se han convertido en uno de sus mayores argumentos ofensivos.
Edna Imade ha recibido la llamada de España. Pocas cosas emocionan más a un vestuario que ver a una compañera alcanzar la élite absoluta. Imade, con su potencia, su lectura y su crecimiento continuo, representa a la perfección este proyecto: joven, valiente, sin miedo a los escenarios grandes.
La Real Sociedad juega este partido con algo más que puntos en la tabla: juega con autoestima. Con futuro. Con hambre.
Al otro lado, aparece el Alhama, un equipo que mira a la tabla con preocupación, pero que se niega a entregar sus armas. El conjunto murciano marca ahora mismo la permanencia con 9 puntos, cuatro por encima del descenso. La ventaja es real, sí, pero también frágil. Y cuando la línea entre seguir y caer es tan delgada, cada partido se vive con un pulso especial.
La Real Sociedad sabe que estos encuentros, ante rivales que pelean por la vida, son los que determinan si un proyecto merece o no seguir mirando a Europa. Una victoria reafirmaría su candidatura Champions. Un tropiezo generaría dudas en un tramo donde los errores pesan doble.
Para el Alhama, este partido no es obligatorio… es inevitable. Un punto sería oro. Una victoria, un terremoto. Una derrota más, una piedra adicional en una mochila que ya pesa demasiado.
El fútbol femenino español vive un momento histórico, de consolidación y madurez. Y partidos como este, sin etiquetas de gigante, sin escaparates globales, son la sangre que alimenta al campeonato.
La Real Sociedad ofrece fútbol, fe y futuro. El Alhama, resistencia, corazón y supervivencia.
En Zubieta se jugarán tres puntos, sí. Pero también se jugará un estado de ánimo, una declaración de intenciones… y un capítulo más de dos historias que avanzan por caminos distintos, pero igual de emotivos.
El balón decidirá. Y, como siempre, el fútbol escribirá el resto.
🏆 Liga F Moeve |
🚨 Temporada 2025-2026
🔥Real Sociedad de Fútbol 🆚 Alhama ElPozo 🔥
⭐️ Matchday 12 | Dia de partido
📅 Domingo, 23 de noviembre de 2025
📺 DAZN
🏟️ Estadio de Zubieta, San Sebastian
Así vivimos el encuentro |
#LigaFMoeve | #RealSociedadAlhama
(Fuente: Liga F Moeve)
Los onces |
Había partidos que nacían con un compás particular, encuentros que desde el primer paso sobre el césped transmitían un soplo de solemnidad. Este, desde luego, fue uno de ellos. El estadio entero pareció contener el aliento cuando las veintidós jugadoras aparecieron en el túnel de vestuarios, no con la expresión habitual de concentración previa al pitido inicial, sino con un brillo distinto en la mirada: el de la responsabilidad compartida. Pisarían el césped para competir, sí, pero antes lo harían para recordar algo que iba mucho más allá de un marcador. La pancarta contra la violencia de género —sujeta con firmeza, con convicción, con la fuerza de cientos de gestos que se repiten pero jamás deben perder significado— transformó los primeros segundos del encuentro en una declaración colectiva, un grito silencioso que se extendió por las gradas como una ola.
El público respondió con un aplauso duro, seco, de esos que dejan eco. Y entonces, cuando la ceremonia moral terminó, el fútbol recuperó espacio. El balón empezó a moverse con la electricidad propia de los partidos que se intuyen intensos, cargados de narrativa, y la Real Sociedad tardó apenas unos instantes en demostrar que había llegado con un plan claro: gobernar desde la pelota, mandar desde la presión y marcar el ritmo desde la amplitud de sus bandas.
Las primeras conexiones entre líneas dejaron ver una Real expansiva, dominadora, cada vez más reconocible. Y ahí, en el núcleo de cada ataque bien diseñado, emergía la figura de Claire Lavogez, como si el balón encontrara siempre en ella el refugio ideal antes de transformarse en una amenaza seria para la portería rival. La francesa flotaba entre líneas con esa mezcla de elegancia y determinación tan suya: recibía, levantaba la cabeza y avanzaba. Sin prisa, sin ansiedad, con una claridad cerebral que desarmaba a cada defensora que intentaba detenerla.
Su primera gran acción llegó pronto: un control orientado perfecto dentro del área, dos toques rápidos para esconder la pelota y un disparo que salió mordido pero cargado de intención. El balón viajó por encima del larguero como una advertencia, como un aviso de que la guardameta Elena de Toro iba a vivir una primera parte intensa, exigente, decisiva.
La dinamita ofensiva de la Real no se agotó ahí. Nahia Aparicio, valiente desde la segunda línea, probó suerte con un disparo desde fuera del área que obligó a De Toro a realizar una estirada segura, casi de manual, antes de llegar al primer sobresalto: un lanzamiento cerrado desde la esquina que tomó efecto hacia la portería y que la guardameta neutralizó con reflejos de puro instinto. La Real acumulaba ocasiones, sensaciones, ritmo. El gol latía, se intuía, pedía paso.
Y en la jugada posterior ocurrió lo inevitable cuando un centro desde la banda izquierda generó un pequeño caos dentro del área. Una sucesión de despejes imperfectos, rebotes, piernas que intentaban ordenar el desorden. Y entonces, entre la maraña de cuerpos, Elena de Toro rechazó un primer disparo, enviando la pelota hacia una zona peligrosa. Allí, como si lo hubiera esperado toda la vida, como si la jugada hubiera sido diseñada para ella, apareció Emma Ramírez para abrir la lata a la salida de un córner en el minuto 10 de juego, se gritó el 1–0 en el amanecer del compromiso.
La central atacó el balón con una decisión furiosa. Se elevó en el aire, suspendida durante un segundo que el estadio sintió eterno, y conectó un cabezazo firme, tenso, que entró pegado al poste. Un gol de determinación, de lectura y de insistencia. Un gol que abrió el partido, que desató al banquillo visitante y que confirmó lo que se intuía desde el inicio: la Real estaba para mucho más.
Lejos de relajarse, el equipo txuri-urdin siguió pisando el acelerador. Lavogez volvió a aparecer con esa capacidad suya de driblar en espacios que apenas parecen existir. Un recorte hacia dentro, un toque sutil y un cambio de ritmo fueron suficientes para encarar a Yannel Correa, que llegó al cruce tarde, descolocada, superada por la habilidad de la francesa. La zaga la derribó en el área y la colegiada, sin dudar un instante, señaló el punto de penalti.
El estadio enmudeció.Nerea Eizagirre, la capitana, la brújula, la futbolista que desde hace temporadas simboliza el alma del equipo, tomó la pelota con la tranquilidad hiriente de quienes están hechos para momentos así. Colocó el balón. Dio tres pasos hacia atrás y tras coger aire ejecutó una pena máxima muy mal definida que se fue a las nubes.
El grave fallo que heló corazones, que abrió heridas y que provocó un murmullo de incredulidad entre las gradas. Pero el deporte, especialmente el fútbol, tiene esa capacidad de convertir los tropiezos en motores. Y Eizagirre, que había fallado desde los once metros, no tardaría en reescribir su propio relato.
Diez minutos después, cuando la Real seguía bordando posesiones largas y presiones inteligentes, Lucía Pardo robó una pelota preciosa en campo contrario, anticipándose con esa agresividad técnica que solo tienen las jugadoras que dominan sin balón tanto como con él.
La atacante avanzó unos metros, levantó la vista y encontró el pase perfecto: una línea recta hacia el corazón del área, donde Eizagirre llegaba desde segunda línea, con la rabia justa, con el espíritu de quien sabe que tiene una deuda emocional que saldar.
Nerea controló, ajustó el cuerpo y soltó un disparo seco, cruzado, que pegó contra la red como un latigazo. Golazo. Un gol que no solo ampliaba la ventaja hasta el 2–0 en el minuto 32, sino que le quitó el mal agüero q la internacional española y hundió a las murcianas.
Era un gol que hacía justicia a su liderazgo, a su insistencia y a su elegancia técnica.
La Real Sociedad dominaba, Lavogez seguía construyendo recitales y Estensoro, debutante, atrapaba balones con una serenidad impropia de su estreno. Para cerrar la primera parte, la portera joven detuvo con firmeza un buen chut lejano de Mariana Díaz, demostrando que la portería txuri-urdin tenía presente… y futuro.
El descanso, sin embargo, cambió el pulso del partido y dejó un segundo capítulo no apto para cardíacos.
El cuadro visitante movió piezas y dio entrada a Judith Caravaca, su capitana, una de esas jugadoras que representan mucho más que un rol táctico. Caravaca es liderazgo emocional, fuerza interior, convicción pura. Y el destino, a veces caprichoso, decidió convertir su entrada en un elemento dramático del partido.
Porque apenas unos minutos después, cuando el equipo murciano encontró un pequeño resquicio para colgar un balón lateral al área, la capitana apareció desde atrás con un timing exquisito. Saltó Encarni entre dos defensoras, conectó un cabezazo limpio y picado y envió el balón al fondo de la portería de Estensoro, que debutaba bajo palos, un tanto de capitana, de orgullo, de esas futbolistas que alimentan la épica de un equipo y recuerdan que ningún partido está realmente cerrado y menos cuando este se ponía 2–1 en el 55 y el milagro era plausible para las de Jovi García que vestían de negro, la emoción se apoderó del espectador neutral.
Y entonces el duelo cambió de temperatura. Se volvió más áspero, más emocional, más angustioso para la Real, más esperanzador para las visitantes. Cada balón dividido parecía la frontera entre la calma y la tormenta.
La Real Sociedad trataba de mantener la serenidad, moviendo la pelota con cabeza, buscando pausas donde antes había velocidad. Pero la presión rival creció, las dudas aparecieron y el encuentro entró en esa zona de incertidumbre donde cualquier detalle puede cambiarlo todo.
Fue entonces cuando Arturo Ruiz dio entrada a tres de las mejores futbolistas de su plantilla: Arola, Aiara y Edna Imade. En el primer balón que tocó la tercera ya creó peligro, pero la guardameta , en el segundo palo, no estuvo acertada. Sí que tuvo más tino Edna, que se encargó de ejecutar el penalti señalado por mano en el 62′.
No se puso nerviosa y esta vez sí, la Real marcó de penalti, poniendo el 3–1 a poco más de media hora para el final y así, como ya hizo ante el Barça, la exjugadora del Granada se reivindicó antes de debutar con España en la gran final de la Liga de Naciones ante Alemania, a doble partido, con un último capítulo que se escribirá en el Metropolitano.
Sin embargo, ahí volvió a aparecer algo que no se entrena: la madurez competitiva. La Real Sociedad resistió, se organizó, cerró líneas y encontró en su defensa una última muralla que evitó cualquier intento de remontada. Estensoro, pese a su juventud, transmitió seguridad en cada balón aéreo. Emma Ramírez volvió a multiplicarse en cada cruce. Eizagirre manejó los tiempos. Lavogez defendió en campo propio como si el partido dependiera de cada carrera suya. El equipo, en bloque, decidió sufrir junto.
El pitido final llegó como una liberación. Como el cierre de un capítulo emocionalmente exigente, tácticamente complejo y espiritualmente intenso.
Había sido un partido cargado de narrativa, de emociones superpuestas, de símbolos, de errores que se transformaron en oportunidades, de liderazgos silenciosos y otros más sonoros. Un partido en el que la Real Sociedad demostró, una vez más, que su identidad va más allá de un sistema: es una forma de sentir el fútbol, de competir, de ser equipo.
Y sobre todo, un encuentro que recordó que el deporte tiene la fuerza de unir, de denunciar, de emocionar y de construir conciencia. Hoy, más que nunca, el fútbol habló. Y sus protagonistas estuvieron a la altura.
Con este marcador, el Alhama nunca llegó a estar cerca de triunfar la Real Sociedad sigue escalando posiciones y soñando en grande en un inicio de temporada más que redondo. Impresionante.
La victoria vasca hace posible que las de Arturo Ruiz le metan toda la presión del mundo a un Atlético que tiene un duro enfrentamiento en Tenerife y también al Real Madrid que recibe al Eibar, pero de momento, el campeón de la Copa de la Reina en 2019, se la arrebató a las colchoneras en Granada, suman ya 27 unidades en su casillero particular para ser, si nada lo evita, tercero en la tabla, próximo desafío visitar el Alfredo Di Stéfano tras la fecha FIFA.
El Alhama se queda con nueve puntos ahora después de 12 partidos disputados siendo el decimocuarto y antepenúltimo clasificado de la Liga F Moeve, sólo por delante de los dos conjuntos que a día de hoy descenderían y que son el DUX Logroño y el Levante Unión Deportiva.
Las murcianas le cogerán el pulso a la Liga Profesional de Fútbol Femenino en un par de semanas recibiendo en territorio pimentonero al Badalona Women, que empató en el derbi catalán a uno con el Espanyol.
Real Sociedad de Fútbol: . Estensoro, Emma (Aiara, min. 58), Apari, Florentino, Moraza, P. Fernández, Cahynová (Mirari, min. 86), N. Eizagirre (cap.) (Edna, min. 58), Cecilia (Arola A., min. 58), Lavogez (E. Guridi, min. 74) y L. Pardo.
Alhama CF ElPozo: Elena, Aitana (Alba S., min. 86), Coco, Yannel (Judith, min. 46), Astrid, Encarni (Estefa, min. 74), Anita, Yiyi (Kuki, min. 74), R. Pinel (cap.), Belén y Mariana (M. Gestera, min. 58).
Árbitra: Elisabeth Calvo. Ha amonestado a las locales N. Eizagirre y Lavogez y a las visitantes Coco y Judith con tarjeta amarilla.
Incidencias | Partido correspondiente a la duodécima fecha de la Liga F Moeve entre la Real Sociedad de Fútbol y el Alhama ElPozo que se ha disputado en el Estadio de Zubieta sobre una superficie de césped natural.
El fútbol femenino español llega a uno de esos domingos que marcan temporadas. Uno de esos días en los que un estadio histórico se transforma en algo más que cemento, butacas y sombra volcánica: se convierte en un escenario emocional, un anfiteatro donde se miden proyectos, identidades y aspiraciones. Este domingo 23 de noviembre, a las 13:00h (hora peninsular) / 12:00h hora canaria, el Heliodoro Rodríguez López acoge un choque que vibra a nivel deportivo, emocional e histórico. El Costa Adeje Tenerife, quinto clasificado con 20 puntos y todavía sin victoria en casa, recibe al Atlético de Madrid, segundo con 24, sólido, ambicioso, hambriento y con la mirada fija en el billete europeo.
Las blanquiazules llegan a este partido con la sensación —y la convicción interna— de que este equipo está preparado para algo más grande que simplemente competir. Ya lo demostraron con el punto contra el Granada (2-2), en un encuentro donde mostraron personalidad, energía y esa mezcla de orgullo insular y proyecto moderno que les caracteriza desde la fusión con el CD Tenerife.
Pero también cargan la espina clavada de no haber ganado aún en casa. Un lastre emocional que el propio Eder Maestre describió con sinceridad:
“A veces la moneda cae hacia un lado o hacia otro, pero el mérito para ganar está ahí. Necesitamos desbloquear la victoria en casa.”
Esta frase condensa el estado actual del equipo: fútbol hay; confianza, a medias; ambición, desbordante.
El Tenerife llega con ausencias importantes: Pisco, Fatou Dembélé, Yerliane Moreno, Mari José e Iratxe Pérez. Cinco bajas que afectan directamente la estructura ofensiva y la jerarquía en campo rival.
Y aun así, el equipo se mantiene quinto, a solo cuatro puntos del Atlético y con un modelo de juego que combina presión, ritmo y uno de los sistemas defensivos más sólidos del campeonato: solo ocho goles encajados en once jornadas. Un muro.
del Atlético de Madrid esta temporada ya no es un brote, es una identidad. Un proyecto que renace tomando las bases del pasado —intensidad, talento exterior, calidad diferencial en campo contrario— y sumando madurez y velocidad en la toma de decisiones.
Las rojiblancas llegan a Tenerife con la moral desbordada tras: • Vapulear al Twente por 0-4 en Europa • Vencer con autoridad al FC Badalona Women (2-0) • Y sumar cinco victorias en los últimos seis partidos
(Fuente: “El Partido de Manu”)
El equipo de Víctor Martín es segundo, vive en zona Champions y transmite la sensación de que, por fin, se ha encontrado a sí mismo después de años de inestabilidad deportiva.
También tienen bajas sensibles: Andrea Medina y Gio Queiroz, dos jugadoras que dan amplitud, vértigo y amenaza exterior. Pero el Atlético, aun sin ellas, mantiene un caudal ofensivo enorme, sostenido por su capacidad para dominar desde la posesión y por la agresividad de sus piezas en zona de finalización.
El partido reunirá a jugadoras determinantes en el presente de la Liga F Moeve: el Noelia Ramos, Cinta Rodríguez, Claudia Iglesias “Bicho”, Lola Gallardo, Fiamma Benítez, Luany Da Silva Rosa, entre muchas otras.
Un escaparate perfecto para una competición cada día más profesionalizada, más competitiva y espectacular”.
Como ya es tradición, la crónica del encuentro llegará a través de la mirada inconfundible de Manu López Fernández, ex periodista del Madrid CFF y actual voz de análisis en “El Partido de Manu”, un espacio que se ha convertido en referente por su estilo literario, su rigor táctico y su capacidad para emocionar incluso en los días nublados.
La pieza también podrá leerse en AtletiMedia, un proyecto emergente, rojiblanco hasta el tuétano, que está creciendo partido a partido y que ha encontrado en Manu un aliado perfecto para elevar su línea editorial.
El domingo, en el Heliodoro, se escribirá otra página. Manu la contará. Y el fútbol femenino, como siempre, encontrará en ese relato un eco que seguirá sonando durante días.
El fútbol femenino español que cada día escribe páginas más ambiciosas, pocas historias resultan tan potentes y simbólicas como la de Luany Cordeiro, la atacante brasileña que ha pasado de ser una joven promesa en el Madrid CFF a convertirse, en apenas dos años, en la gran figura del Atlético de Madrid Femenino y Mejor Jugadora de la Liga F Moeve en septiembre de 2025.
Su recorrido es un relato de carácter, resiliencia y metamorfosis. Un viaje de sur a norte, del barrio al alto rendimiento, del instinto a la inteligencia.
En el Madrid CFF aprendió estructura. Aprendió que la velocidad sin pausa es un regalo incompleto. Aprendió a leer el juego, a sostener el ritmo, a defender, a madurar. Su crecimiento allí fue un prólogo.
El salto al Atlético de Madrid fue la obra. En Alcalá de Henares, el talento se convirtió en método. La creatividad, en responsabilidad. La magia, en sistema. Y desde su llegada, su transformación ha sido absoluta: goles, asistencias, liderazgo, impacto. Un faro ofensivo que ilumina cada ataque rojiblanco.
Su fútbol es instinto + inteligencia. Cadencia + vértigo. Pausa + fuego.
Juega como si el mundo fuera una coreografía invisible. Sus botas escriben signos de puntuación: el primer paso es un trueno, el segundo, una ráfaga, el tercero, una sentencia.
Hoy, donde antes había precipitación, hay elegancia. Donde antes corría, ahora flota. Cuando encara, no dribla cuerpos: dribla el tiempo. Presiona como una obrera, inventa como una artista, decide como una líder. Cada vez que toca el balón, el público contiene la respiración porque sabe —siente— que algo puede suceder. Y en un Atlético que ha aprendido a convivir con la exigencia, ella es el imprevisto, la nota de jazz en una sinfonía militar. La brasileña que convirtió la promesa en certeza, la velocidad en sabiduría, el talento en liderazgo. Luany, la reina del otoño rojiblanco. La luz que brilla cuando la noche parece más oscura.
Eder Maestre lo describió con precisión quirúrgica: “Es un equipo que domina a través del balón, con mucha calidad por fuera y jugadoras resolutivas en el área. Para competir contra ellas debemos ser más equipo que nunca.”
Y en medio de todo esto, aparece una figura que trasciende lo futbolístico. Una jugadora que encarna, mejor que nadie, lo que significa el crecimiento del fútbol femenino en la isla: Paola Hernández.
Su vida es un relato de constancia, amor por Tenerife y resiliencia frente a la adversidad. Una niña que soñaba en el patio del colegio La Salle, que jugaba con una pelota en una bolsa para distraerse cuando acompañaba a sus padres hacia el Teide, que fue descubierta casi por casualidad y que acabó proclamándose campeona de Europa y del mundo Sub17.
Una jugadora que tatuó en su piel Uruguay, la estrella y las siglas del campeonato. Que convirtió a su yeya, su abuela Luisa, en motor emocional de cada gol. Que superó una rotura de cruzado el 14 de abril de 2024, perdió a su abuela en la semana de su regreso, y aun así volvió más fuerte.
Paola es la historia que da alma a este partido. Porque juega a ocho minutos de casa. Porque marca en el Heliodoro y mira al cielo. Porque representa a una isla entera que se reconoce en ella.
Su presencia en este duelo tiene un componente simbólico gigantesco: El Heliodoro quiere su primera victoria… y Paola quiere firmarla ahí, donde empezó todo.
Dos equipos que defienden mejor que atacan. Dos equipos donde cada detalle puede decidir. Dos equipos que están a un título moral de creerse aspirantes reales a Champions.
No es un partido más, es un marcador directo por Europa que llega quizá demasiado pronto.
(Fuente: “El Partido de Manu”)
El estadio será determinante. Lo sabe Maestre, lo sabe la plantilla y la afición.
Ese es el punto de inflexión emocional que se respira en la isla. Ese es el objetivo que persiguen desde agosto. Ese es el sueño que se puede cumplir ante uno de los gigantes del fútbol español.
Porque ganar al Atlético de Madrid no es solo ganar tres puntos. Es mandar un mensaje. Es desafiar la jerarquía. Es decirle a la Liga F Moeve que Tenerife no está de paso, que no ha tocado techo, que puede competir con cualquiera.
El Tenerife quiere su primera victoria en el Heliodoro. El Atlético quiere seguir viviendo en zona Champions.
Cada uno con sus historias. Cada uno con sus heridas. Cada uno con su ambición.
Pero solo uno saldrá reforzado. Solo uno seguirá creciendo. Solo uno dará un paso decidido hacia Europa.
Este domingo no se juega un partido. Se juega un capítulo decisivo de la Liga F Moeve. Una batalla emocional y deportiva cuyo impacto resonará durante semanas.
El Heliodoro espera. El fútbol femenino español también. Y tú estás a punto de vivirlo.
(Fuente: “El Partido de Manu”)
#LigaFMoeve| #CostaAdejeTenerifeAtlético
🔜 𝙉𝙀𝙓𝙏 𝙂𝘼𝙈𝙀
🏆 Liga F Moeve
🤍 Temporada 2025-2026
🩷 Matchday 12| Día de partido
🔥 Club Deportivo Tenerife Femenino 🆚 Club Atlético de Madrid 🔥
🗓️ Domingo, 23 de noviembre de 2025
⏰ 13:00 horario peninsular
📺 DAZN 2
🏟️ Estadio Heliodoro Rodríguez López, Santa Cruz de Tenerife
En el corazón de la jornada sabatina, cuando la luz cae sobre Madrid y el fútbol femenino se hace protagonista absoluto del fin de semana, el Estadio Fernando Torres volverá a abrir sus puertas para un duelo que, a pesar de que la clasificación pueda insinuar otra cosa, llega cargado de tensión, urgencias, orgullo y necesidad. No es un partido más. No es una jornada más. No es un duelo corriente.
Es un choque entre dos caminos que se han ido estrechando con el paso de las semanas. Uno, el del Madrid CFF, obligado a reencontrarse consigo mismo, con esa versión voraz y liviana que ha convertido históricamente su estadio en un campo inconquistable. Y otro, el del DUX Logroño, un equipo herido pero vivo, que se niega a aceptar que su historia esta temporada esté escrita de antemano.
conjunto madrileño llega 6º, con 17 puntos, a siete de los puestos europeos. Una distancia que no es definitiva, pero sí es lo bastante peligrosa como para activar alarmas internas: si el Madrid CFF quiere seguir soñando con pelear por Europa, estos son los partidos que no puede dejar escapar.
Sin embargo, el Fernando Torres ya no es ese fuerte inexpugnable que tantas veces sostuvo a las de la capital. El equipo ha encadenado dos derrotas consecutivas en casa, ambas dolorosas, ambas teñidas de una sensación extraña: juegan, generan, compiten… pero caen. Y eso, en un club acostumbrado a que su fútbol ofensivo marque el ritmo del partido, duele más que cualquier gol encajado.
No estarán Freja Siri, Nerea Sánchez ni Anita Marcos, tres nombres que, más allá de lo futbolístico, representan liderazgo, presencia en campo contrario y alternativas ofensivas que el equipo siempre celebra cuando puede disponer de ellas. Será, por tanto, un Madrid CFF distinto. No peor, pero sí más obligado a reinventarse.
riojanas aterrizan en Madrid con un registro que parece un puñal: 0 victorias en 11 jornadas. 5 puntos. Últimas. Pero también llegan a solo cuatro puntos de la salvación, lo que significa que una victoria, una sola, puede cambiar la narrativa completa de su temporada.
El equipo de Héctor Blanco compite, vive los partidos, llega al área rival, pero no encuentra el último toque, ese detalle que separa al equipo que sobrevive del equipo que sufre. Y su entrenador lo sabe. Lo dijo tras el 1-0 ante el Sevilla:
“Nosotras hemos tenido ocasiones en área, que es lo que nos está penalizando toda la temporada y que no terminamos de materializar”.
Ese lamento —calmado, analítico, casi resignado— resume a la perfección lo que ha sido el DUX Logroño hasta ahora: una historia de ocasiones sin final feliz.
Las ausencias y las pequeñas luces:
Ante el Sevilla no estuvieron María Miralles, Rouamba, Sandra Perera ni Isina, cuatro jugadoras que dan equilibrio, piernas, agresividad y soluciones en zonas clave. La enfermería ha sido una sombra constante para las rojillas.
Pero hoy, una noticia ilumina el vestuario visitante: Rebeca vuelve tras sanción. Y su regreso no es menor: liderazgo, lectura del juego, voz en los momentos delicados, capacidad para ordenar y para contagiar carácter. Es una pieza que suma mucho más de lo que resta.
Si algo distingue al conjunto madrileño es que, cuando está inspirado, domina el partido desde la velocidad, desde su capacidad para convertir cualquier transición en una ocasión clara. Un equipo que genera peligro con naturalidad, que sabe atacar espacios y que hace de su intensidad un arma.
Pero estas últimas semanas ha sufrido algo inhabitual: domina, pero no define; crea, pero no remata la faena; empuja, pero no cierra los partidos. Será clave que el equipo recupere la determinación que siempre le ha caracterizado.
No hará falta revisar mucho vídeo para entender la propuesta riojana: organización defensiva alta, líneas juntas, ayudas permanentes y valentía para intentar salir con criterio cuando recupera.
El problema —su gran problema— es que esa propuesta funciona hasta que llegan los metros finales. Ahí, como dice su técnico, las manos tiemblan un poco. Falta definición, falta calma, falta concretar.
Sin embargo, el DUX Logroño también tiene un intangible que muchos equipos desearían en este punto de la temporada: hambre. La convicción de que están a un partido de cambiarlo todo.
No suele decirse tan pronto en la temporada, pero aquí aplica: este partido vale más que tres puntos.
Para el Madrid CFF, ganar significa creer de nuevo en Europa, devolver a su estadio la autoridad perdida y cerrar un mini-crisis antes de que crezca. Para el DUX Logroño, ganar significa renacer. Respirar. Confirmar que no son el farolillo rojo que dicta la tabla, sino un equipo incompleto que está empezando a encontrarse.
Lo que ocurra en el Fernando Torres no será un capítulo más: será un giro de guion.
Cuando el árbitro dé el pitido inicial, se juntarán sobre el césped dos equipos que han llegado a noviembre con camino irregular, pero con un punto en común: las dos necesitan ganar. Las dos lo merecen, por cómo compiten. Pero solo una podrá llevarse el premio.
Y ahí, en ese choque brutal entre destino y necesidad, nacerá la épica de este Madrid CFF – DUX Logroño.
Un partido con aroma a final. Un duelo que define temporadas. Una batalla de voluntades antes incluso de ser una batalla de fútbol.
A las 18:00h, por DAZN, el Fernando Torres abrirá una tarde que promete emociones. Y quizá —solo quizá— una de esas historias que dentro de unos meses alguien recordará como “el día en que empezó todo”.
El partido al detalle |
(Fuente: DAZN!
🏆 Liga F Moeve 2025-2026
🔥 Madrid CFF 🆚 DUX Logroño 🔥
📅 Sábado, 22 de noviembre de 2025
🩷 Matchday 12 | Día de partido
⏰ 18:00 horario peninsular
📺 DAZN
🏟️ Estadio Fernando Torres, Fuenlabrada
(Fuente: Liga F)
Los onces |
La jornada de la Liga F amaneció envuelta en un silencio solemne, un silencio que no pesa… sino que dignifica. Sobre el césped, antes de que la pelota reclamara su reino habitual, las jugadoras del Madrid CFF y del DUX Logroño Femenino se alinearon hombro con hombro para rendir homenaje al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Una fecha que, cada año, recuerda que el fútbol femenino es, además de un deporte, un movimiento social, un altavoz que se niega a guardar silencio ante las injusticias que sacuden la vida de tantas mujeres.
Fue un acto breve, pero no efímero. El murmullo emocionado de la grada, la mirada fija de las futbolistas, la solemnidad del brazalete violeta… marcaron el inicio de una tarde que, desde su primer segundo, se presentaba como algo más que un partido. El fútbol homenajeaba, recordaba, denunciaba y abrazaba.
Cuando la árbitra señaló el círculo central, la emoción social se transformó en pura adrenalina deportiva. Solo habían pasado cuatro minutos cuando un balón colgado al área del Madrid CFF terminó golpeando la mano de Sandra Villafañe. La colegiada no dudó: penalti. Y el rostro de la afición local se tensó en un gesto común de preocupación.
La encargada: Isina, una especialista. La distancia: once metros. La historia: por escribirse.
Corrió con decisión, golpeó con alma… y el balón, caprichoso y cruel, se estampó con estruendo en el larguero. El metal gritó lo que la afición no podía gritar. El Madrid CFF respiró. El Logroño lamentó una ocasión que, desde ese minuto 4, persiguió al partido como una sombra.
El fallo visitante despertó al Madrid CFF, que reaccionó como reaccionan los equipos que se saben fuertes: desde la rabia competitiva. A partir de ese instante, las madrileñas se adueñaron del balón, del ritmo y de la voluntad del encuentro.
Y el VAR, como si el destino le hubiera otorgado un papel protagonista, decidió entrar en escena para anular dos goles locales.
ambos casos, la alegría duró un suspiro. Las jugadoras levantaron los brazos, celebraron, se abrazaron… y luego llegó la pantalla, el gesto recto de la árbitra, la línea trazada desde la sala VOR, el silencio helado. Dos jarros de agua fría en la misma tarde.
Aquello no hundió al Madrid CFF. Todo lo contrario. El equipo se volvió más vertical, más insistente, más terco en su ambición. La presión alta se convirtió en dogma. El volumen ofensivo, en paisaje del encuentro. Cinco saques de esquina en solo media hora, una retahíla de llegadas, y una protagonista indiscutible: Mónica, incisiva, voraz, incontenible. Tres remates claros en los minutos 21, 25 y 26, dos de ellos a portería. Cada uno, más peligroso que el anterior.
Mientras tanto, el Logroño se aferraba a su plan: orden, sacrificio y faltas tácticas, muchas faltas tácticas. Sin esa intensidad defensiva, el partido habría sido otro. Tan extremo fue el nivel físico de la primera mitad que Hildur Antonsdóttir vio la amarilla al borde del descanso, reflejo de un duelo donde el corazón latía más rápido que la cabeza.
El 0-0 con el que las futbolistas enfilaron el túnel hacia vestuarios no era un “resultado gafas”. Era un empate cargado de electricidad.
Ambos equipos ya sabían lo que era morderse en un duelo de eliminatoria. La temporada anterior, en la Copa de la Reina, el Logroño se adelantó en Las Gaunas… pero el Madrid CFF remontó con un contundente 2-4 que evidenció una verdad: este Logroño, pese a su humildad presupuestaria, es un equipo indomable, incómodo, persistente, un hueso duro de roer.
Y sobre ese recuerdo, se construyó la segunda parte, que no dejó indiferente a nadie.
Tras el descanso, el guion apenas varió. El Madrid CFF siguió atacando, llevando la iniciativa, acumulando metros y fe. Pero el Logroño endureció aún más el juego. Interrumpía, rasgaba el ritmo, ralentizaba, sufría… pero sobrevivía.
Y entonces llegó una de las acciones más salvajes del partido: minuto 70, Alba Ruiz se arma la pierna desde fuera del área y su disparo, un cañonazo quirúrgico, se estrella en el larguero.
Segundo larguero de la tarde. Segundo golpe al sueño del gol. La portería, definitivamente, estaba blindada por alguna fuerza inexplicable.
partido se inclinaba hacia un empate sin goles tan cruel como injusto para el esfuerzo local. Pero el fútbol, como solo el fútbol sabe hacerlo, guardaba su golpe de teatro para el final.
Minuto 87: Emilie Nautness cae derribada dentro del área por Laura Martínez. La árbitra duda. El público ruge. El VAR vuelve a iluminarse por tercera vez en la tarde. Y finalmente, la decisión: penalti para el Madrid CFF.
La tensión era insoportable. Los nervios, un animal vivo en la grada. Y entonces, la responsabilidad cayó en las manos —y las botas— de una mujer que lleva años sosteniendo proyectos, vistiéndose de líder y de emblema.
Hablar de Mónica Hickmann es hablar de experiencia, de jerarquía, de carácter competitivo, de un pasado en el Atlético de Madrid que la forjó y de un presente en el Madrid CFF que la ha convertido en buque insignia. Ella, la dorsal cinco, la futbolista más insistente y decisiva del encuentro, tomó la pelota con una serenidad que helaba el aire, pero ahí apareció ella para batir a Chelsea desde los once pasos y hacer el 1–0 definitivo en el 88 y la grada poca, demasiado poca para lo que este equipo merece— explotó en una celebración que mezclaba alivio, alegría y justicia. Porque esta vez, por fin, el marcador hacía justicia al juego.
El DUX Logroño lo intentó. Entró Zoe Matthews en el minuto 91, pero el tiempo añadido se esfumó como arena entre los dedos. No hubo opción. No hubo resquicio. El Madrid CFF se aferró a la victoria y la convirtió en un tesoro invaluable.
El Madrid CFF escala hasta una meritoria sexta posición, 20 puntos para un proyecto independiente que cada año se reinventa pese a la sangría de talento: Gio, Luany, Gabi Nunes… y aquella venta histórica de Rachael Kundananji al Bay FC que marcó un antes y un después.
Un triunfo así es más que un triunfo. Es aire. Es impulso. Es esperanza. Y es mensaje para la Liga: aquí seguimos, aquí competimos, aquí soñamos.
Tras el parón por la final de la Liga de Naciones entre Alemania y España, el equipo viajará a Cataluña para medirse al Espanyol.
El DUX Logroño, que estuvo cerca de llevarse un punto heroico de Fuenlabrada, sigue en descenso con 5 puntos. Duro. Frío. Injusto. Pero también motivador. Las riojanas, un equipo que jamás se rinde, buscarán rearmarse y reaccionar en Las Gaunas frente a la Sociedad Deportiva Eibar, en un duelo que ya huele a final anticipada.
(Fuente: Liga F Moeve)
📋 Ficha técnica |
Madrid CFF: Pada Ulloa; Sandra Villafañe, Mónica, Núria Mendoza (Marina Rivas, min.85); Alba Ruiz (Bárbara López, min.73), Hildur Antonsodóttir (Emilie Nautness, min.58), Ángela Sosa, Esther Laborde (Natasa Andonova, min.85), Kamila Melgard; Allegra Poljak, Malou Rylov. DUX Logroño: Chelsea Ashurst; Iria Castro (Zoe Matthews, min.92), Marta Masferrer, Rebeca, Andrea Colomina; Annelie Leitner (Lorena Valderas, min.84), Ximena Velazco, Justina Morcillo, Paula Partido (Laura Martínez, min.73); Mía Asenjo, Isina Corte Peláez.