▶️ La futbolista del Costa Adeje Tenerife es la jugadora de Liga F Moeve que más regates ha realizado este curso (71), y la que más veces se ha marchado con éxito de sus defensoras, en 34 ocasiones. Nacida en Barcelona empezó haciendo gimnasia artística, pero un profesor le animó a buscar un equipo de fútbol.
La vida de Sakina Ouzraoui Diki (Barcelona, 29 de agosto de 2001) hasta llegar a Liga F Moeve no ha sido nada fácil. Nacida en Hospitalet de Llobregat, su padre perdió el trabajo, y para no dejar sola a su madre, que era la única que tenía ingresos, se fueron todos a Francia, pero fue en Bélgica donde terminaron de asentarse. En España ya había empezado a hacer gimnasia artística, pero cuando llegó a Bruselas como no había ningún club de gimnasia, y ya había jugado alguna vez al fútbol con su hermano y sus primos, decidió empezar a darles patadas al balón en las calles y en el colegio. Un profesor le preguntó si estaba en algún club, y ahí, en el patio, empezó su carrera futbolística. Su primer club fue el RWDM Brussels, y sus buenas cualidades llamaron la atención del Anderlecht, su primer gran equipo.
Tras un año en el Brujas, volvió al Anderlecth. En total, Sakina ganó cinco títulos de Liga y una Copa de Bélgica, hasta que en el verano de 2024 recibió la llamada del Costa Adeje Tenerife para regresar a España, la que siempre había considerado su casa. En su primera temporada con el equipo tinerfeño vivió un curso de adaptación, alternando titularidades con suplencias. En total disputó 28 encuentros, once como titular y diecisiete como suplente, repartidos en 1.133 minutos en los que marcó 2 goles y dio 1 asistencia. Unos números que ya ha igualado este curso. La atacante, que puede jugar tanto de extremo como en punta, suma 12 partidos esta temporada. Todos ellos como titular, alcanzando los 945 minutos ligueros con 2 goles ante el Sevilla y la Real Sociedad, y 1 asistencia, frente al Granada Club de Fútbol.
Además, Sakina ha recibido el MVP a mejor jugadora en hasta tres encuentros del Costa Adeje Tenerife, siendo pieza fundamental del gran momento del equipo tinerfeño, que se encuentra a solo cuatro puntos de Europa. Se le presentó la oportunidad de ser internacional con Bélgica, pero ella solo tenía dos opciones en el horizonte: España y Marruecos, que era su primera opción. Su debut con las ‘Leonas del Atlas’ llegó el 6 de octubre de 2022 contra Polonia en un campo de entrenamiento en Cádiz. Solo un año después fue al Mundial de 2023, entrando en el TOP-10 de mejores regateadoras del torneo. Un año después, en 2024 se convirtió en subcampeona de la Copa de África. Tras ir ganando por 2-0 hasta la hora de juego, Nigeria se terminó imponiendo con un 2-3 dejando a la atacante con la medalla de plata.
Su explosividad por todo el frente de ataque, y sus grandes cualidades técnicas le permiten dejar atrás a sus defensoras con gran facilidad. Tras las trece primeras jornadas disputas, Sakina es la futbolista que más regates ha realizado esta temporada en Liga F Moeve, con 71. Además, la internacional con Marruecos es la jugadora de la competición que más veces se ha marchado de sus defensoras, en hasta 34 ocasiones, las mismas que Elena Julve. O lo que es lo mismo, el 48% de sus regates han sido exitosos, prácticamente uno de cada dos. Además, su facilidad para jugar de espaldas le permite ser un gran apoyo para sus compañeras, pero también tiene sus desventajas ya que es la futbolista que más veces ha caído este curso en fuera de juego (15). Un arma letal para el ataque del conjunto tinerfeño,
⚽️ El 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐨 de la J6 es obra del Costa Adeje Tenerife 🎯 El 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐨 de Sakina Ouzraoui en esta #LigaFMoeve
La andaluza es el grito eterno de las dianas colchoneras y escribió su nombre al ser la autora de la primera gran epopeya de la sección femenina.
Hay nombres que no necesitan presentación. Nombres que son parte de un escudo, de una hinchada, de una forma de entender la vida. Nombres que, al pronunciarlos, activan una cadena de recuerdos que van desde los campos de tierra hasta los grandes estadios, desde la lucha silenciosa hasta el reconocimiento absoluto. En el Atlético de Madrid Femenino, ese nombre es Priscila Borja.
Puede que el fútbol femenino haya cambiado, que el club sea hoy una potencia europea, que el equipo viva en una dimensión profesional que hace veinte años parecía un sueño inalcanzable. Pero en lo más hondo de la memoria rojiblanca, en ese territorio donde guardan su sitio las pioneras, hay un registro que permanece intacto: Priscila Borja sigue siendo la máxima goleadora histórica del Atlético de Madrid Femenino, con 107 goles. Un número que no es solo una cifra. Es un símbolo. Es una bandera. Es una certeza.
El relato del Atlético Femenino no puede entenderse sin ella, porque hubo un tiempo en el que su nombre era sinónimo de gol, de esperanza, de liderazgo y, sobre todo, de identidad.
Antes de los títulos, antes de las finales europeas, antes del Wanda Metropolitano lleno para ver un derbi histórico, hubo un período donde el Atlético Femenino crecía día a día, a base de esfuerzo colectivo y convicciones profundas. Priscila llegó a un equipo que aún estaba lejos de ser la potencia que es hoy. Un Atlético que soñaba grande pero vivía con humildad, que luchaba con uñas y dientes cada punto, cada victoria, cada avance.
en ese contexto, en ese espacio fundacional donde se forjan las leyendas, ella se convirtió en la referencia absoluta. No solo por los goles —que parecían infinitos— sino por su forma de competir, por su carácter irreductible, por su manera de encarnar los valores que el club presume como propios: coraje y corazón.
Hay futbolistas que viven del golpeo. Otras, de la velocidad. Otras, del instinto. Priscila Borja lo tenía todo, pero lo más importante era lo invisible: tenía una relación íntima con el gol.
En sus dos etapas entre 2009 y 2017, rompió defensas, batió porteras, silenció campos rivales y levantó corazones rojiblancos. Se convirtió en una pesadilla permanente para cualquier zaga. Izquierda, derecha, de cabeza, al primer toque, tras una carrera de 40 metros. Goles decisivos, goles agónicos, goles imprescindibles. Goles que salvaron temporadas, que cimentaron proyectos, que devolvieron al Atlético a la élite.
107 veces, Priscila Borja obligó a la historia a detenerse, mirar y tomar nota.
Ese registro, que aún hoy ninguna futbolista ha sido capaz de superar, no es solo un récord: es un testimonio de resistencia y excelencia en un tiempo donde el fútbol femenino no tenía la visibilidad, los recursos ni la estructura de hoy.
Ella marcó cuando todo era más difícil. Por eso vale más. Por eso pesa más. Por eso sigue ahí, intacto.
Pocas jugadoras han entendido el Atlético como Priscila. No solo por su compromiso deportivo, sino por su adhesión emocional. Era una futbolista que representaba a la perfección el espíritu de un club que exige entrega absoluta, respeto por su historia y un vínculo que se mantiene incluso después de colgar las botas.
Y ese vínculo perdura.
Priscila regresó al club después de su retirada para ocupar responsabilidades en su estructura. No volvió como homenaje: volvió porque el club sabía que su energía, su conocimiento y su liderazgo eran patrimonio rojiblanco. Volvió porque las leyendas no se despiden: se transforman.
Quien vivió los primeros años del Atlético Femenino en la élite sabe que Priscila era más que la goleadora del equipo. Era la brújula emocional. El golpe en la mesa cuando las cosas se torcían. La sonrisa cuando llegaba la victoria. La jugadora que hacía que el equipo creyera. La que nunca bajaba los brazos. La que, incluso sin balón, encendía el partido.
hoy el Atlético presume de ser un club gigantesco en el fútbol femenino, es porque hubo jugadoras que sostuvieron el escudo cuando el mundo no miraba. Priscila fue una de ellas. Quizá, la más decisiva.
El fútbol femenino avanza a una velocidad extraordinaria. Los registros caen, los nombres cambian, las nuevas generaciones vienen con fuerza. Y, sin embargo, el récord de 107 goles de Priscila sigue indemne. Año tras año. Temporada tras temporada. Equipos que han pasado por Champions, jugadoras que han marcado épocas… y aun así nadie ha derribado esa cifra mágica.
Hablar de Priscila Borja es hablar de un Atlético cercano, directo, indestructible. Un Atlético que luchaba por crecer y que encontraba en sus botas la esperanza. Un Atlético que necesitaba referentes, y los encontró en ella.
Su legado no es solo estadístico. Es emocional. Es cultural. Es estructural.
Cada niña que hoy viste la camiseta rojiblanca y sueña con marcar un gol en Alcalá, cada aficionada que se emociona en un derbi ante el Real Madrid, cada familia que llena las gradas del Centro Deportivo Wanda, lo hace en parte gracias al camino que jugadoras como Priscila abrieron.
En un club donde la épica es norma, ella escribió una de las más brillantes.
Hoy, cuando el Atlético de Madrid Femenino compite como gigante europeo, cuando el fútbol femenino vive el mayor crecimiento de su historia y cuando nuevas estrellas escriben capítulos emocionantes, el nombre de Priscila Borja sigue siendo una referencia inamovible.
Porque hay goles que quedan en la red. Pero hay otros —107, exactamente— que quedan en la memoria.
Y esos, los de Priscila, no se borran nunca.
La máxima goleadora de la historia rojiblanca, la pionera de un tiempo que ya es leyenda. La futbolista que entendió el Atlético como solo lo entienden quienes lo sienten de verdad.
Priscila no marcó goles, marcó una era indeleble teñida de rojiblanco que represente a la perfección el lema colchonero de coraje y corazón
Además de su brillante paso por el tres veces campeón de la Liga F Moeve y dos veces ganador de la Copa de la Reina, la de Alcalá de Guadaira sabe lo que es ganar una Liga (2016/2017 con Atlético de Madrid) y una Copa de la Reina (2017 con nuestra camiseta).
Debutó con la Selección Española sub-19 en el campeonato de Europa de 2002 y con selección absoluta el 19 de junio de 2010 contra Inglaterra y desde entonces ha disputado 24 partidos. En 2013 formó parte del de las 23 mejores de nuestro país en la Eurocopa de Suecia, llegando a los cuartos de final. Contribuyó a la clasificación para el mundial de Canadá en 2015 que posteriormente disputó siendo una de las seleccionadas por Jorge Vilda.
En la recta final de su carrera la delantera se unió al Madrid CFF en la temporada 2020/2021 y con el conjunto rosa y blanco colgó las botas a final de curso, no si antes firmar un auténtico golazo de volea en el Estadio Antiguo Canódromo en los cuartos de final de la Copa de la Reina que sirvió para eliminar al Real Madrid en la prórroga de dicho torneo.
En la actualidad esa nueve legendaria continúa vinculada al fútbol desde la dirección deportiva del Atlético de Madrid, donde trabaja desde 2022 como adjunta a la dirección deportiva del club tras su retirada como jugadora profesional.
Tras una carrera de más de 20 temporadas como futbolista, en la que fue especialmente prolífica.
Desde entonces, no se ha desvinculado del deporte:
Empezó a colaborar en el cuerpo técnico del entrenador Óscar Fernández tras su retirada y luego lo siguió cuando éste fichó por el Atlético de Madrid.
A partir de la temporada 2022-23 ocupa un cargo directivo como adjunta a la dirección deportiva del Atlético de Madrid, aportando su experiencia y visión al desarrollo del club y, en especial, de la sección femenina.
Además, Priscila también ha impulsado campus de fútbol femenino, combinando la formación deportiva con aspectos educativos (como experiencias de inmersión en inglés) para fomentar el crecimiento del fútbol femenino entre las nuevas generaciones.
En resumen, hoy día Priscila Borja sigue ligada al Atlético de Madrid y al fútbol desde los despachos y la gestión deportiva, dejando su legado no solo en goles históricos, sino también en la construcción del futuro del club rojiblanco.
🟦 El Atlético de Madrid Femenino ya tiene amarrado a su primer gran refuerzo del verano: una centrocampista joven, explosiva y en plena irrupción competitiva que, tras semanas de conversaciones silenciosas, ha dado el “sí quiero” al proyecto de Víctor Martín Alba. Una operación estratégica que anticipa el nuevo ADN que el técnico quiere implantar en el centro del campo rojiblanco: ritmo, agresividad inteligente y capacidad para marcar diferencias desde la estructura.
Exclusiva de “El Partido de Manu”: El Atlético de Madrid ha cerrado el fichaje de una de las centrocampistas jóvenes más prometedoras de la escena europea. La jugadora, que actualmente milita en un club madrileño de la Liga F, ha dado el “sí quiero” al proyecto de Víctor Martín Alba, poniendo fin a semanas de negociaciones discretas pero intensas.
(Fuente: Liga F Moeve)
Este movimiento refleja la clara intención del club rojiblanco de reforzar el centro del campo con talento joven, con proyección internacional y con capacidad de impacto inmediato en el juego colectivo. La llegada de esta futbolista se interpreta como un paso estratégico para consolidar un equipo que aspire no solo a competir por títulos nacionales, sino a recuperar un estilo de juego sólido, intenso y versátil, característico de los equipos que aspiran a dominar la Liga F y pelear en Europa.
Se trata de una mediocampista con un perfil poco habitual en la Liga F: dominante en transiciones, poderosa en conducción y con una agresividad ofensiva controlada que le permite romper líneas tanto en ataque como en defensa. Destaca por su capacidad para acelerar el juego, activar presiones tras pérdida y llegar desde segunda línea con un timing impecable, convirtiéndose en un recurso táctico de enorme valor. A pesar de su juventud, exhibe una madurez competitiva sorprendente, sabe gestionar duelos, interpretar distintas alturas del mediocampo y mantener altos ritmos físicos durante todo el partido. Estas cualidades la convierten en una futbolista versátil, completa y con un margen de crecimiento muy amplio, exactamente el tipo de perfil que buscaba Víctor Martín Alba para reforzar su medular.
La incorporación de esta jugadora no solo refuerza la plantilla, sino que marca un paso decisivo en la consolidación de un modelo de juego basado en presión organizada, transición rápida y salida limpia desde el centro del campo. Su llegada permitirá al Atlético de Madrid contar con opciones tácticas adicionales, desde un eje más físico hasta un perfil creativo capaz de sostener y acelerar el juego, una combinación que se considera fundamental para competir tanto en la Liga F como en competiciones europeas.
(Fuente: Getty imágenes)
Aunque la operación ya está cerrada, el anuncio oficial no se producirá hasta el final de la temporada, respetando la situación contractual de la jugadora y los tiempos institucionales del club en el que milita actualmente. Fuentes consultadas por “El Partido de Manu” aseguran que la decisión está tomada y que, salvo imprevistos, se incorporará al Atlético de Madrid este verano para iniciar la pretemporada con el resto del equipo y Víctor Martín Alba.
(Fuente: Liga F Moeve)
Se trata de un fichaje que combina proyección, capacidad inmediata de impacto y encaje perfecto con el estilo del nuevo Atlético, reflejando la ambición del club rojiblanco por construir un equipo equilibrado, intenso y capaz de competir a nivel nacional e internacional, confiando en talento joven con recorrido y carácter competitivo. Esta operación anticipa una medular renovada y potente, y constituye la primera señal clara de un proyecto que busca afianzar el futuro sin renunciar a la competitividad inmediata.
🟦 La atacante, que fue clave para que España ganara la Nations League, ha disputado los cuatro encuentros de este mes marcando 2 goles y repartiendo 3 asistencias, unos números que llevaron a la nueve a imponerse en la votación que cada 30 días pone en marcha la patronal de Beatriz Álvarez Mesa, con total justicia.
Claudia Pina arrasa en noviembre 🤩 merecido trofeo a Jugadora del Mes 🏆
Claudia Pina es la luz eterna : la catalana conquista el ‘Player of the Month’ de noviembre en una oda a su talento, su impacto y su impronta en la historia del fútbol femenino español para suceder en el palmarés a la jugadora del Bayern de Múnich, Edna Imade, quien está cedida por las teutonas en la Real Sociedad de Fútbol esta temporada.
En un noviembre que ya se escribe en tinta dorada en las crónicas de la Liga F Moeve, Claudia Pina ha sido coronada como la ‘Player of the Month’ de EA SPORTS, en una edición que consolida a la máxima categoría del fútbol femenino español como territorio pionero y vanguardista dentro del universo global de este galardón. La futbolista del FC Barcelona, deslumbrante, decisiva y pura esencia competitiva, se impuso entre las siete nominadas después de un mes estratosférico: goles, asistencias, liderazgo y esa capacidad casi mística para elevar el listón de la excelencia. En el éxtasis de su plenitud deportiva, Pina reclama su trono con la autoridad de quien domina cada detalle del juego y transforma los partidos en relatos inolvidables.
Desde el amanecer del miércoles 26 de noviembre, cuando las votaciones se abrieron al público, el eco del reconocimiento vibraba ya en cada rincón de la Liga F Moeve. EA SPORTS volvía a certificar su apuesta firme, su compromiso decidido y su visión global: desde la temporada pasada, la élite del fútbol femenino español es la primera liga femenina del planeta en integrar este premio mensual, uniéndose así a los grandes colosos masculinos –LALIGA EA SPORTS, Premier League, Serie A, Bundesliga y Ligue 1– en una declaración inequívoca de respeto, igualdad y promoción del talento. Era cuestión de tiempo que la magia de Pina encontrase su reflejo en un galardón concebido para medir números, impacto y trascendencia, esos tres elementos que este mes han orbitado alrededor de una misma camiseta, una misma dorsal, una misma sonrisa: la de la atacante de Moncada y Reixach.
La lista de nominadas parecía un compendio de virtudes, una constelación de figuras destinadas a dejar huella en esta era del fútbol español: Caroline Weir (Real Madrid), una brújula eterna; Fiamma Benítez (Atlético de Madrid), dinamita en espacios reducidos; Inma Gabarro (Sevilla FC), instinto depredador; Ane Azkona (Athletic Club), insistencia y talento; Ainoa Campo (RCD Espanyol), equilibrio y lectura; Carlota Suárez (Costa Adeje Tenerife), la revelación inconformista. Todas brillaron. Pero ninguna iluminó tanto como Claudia Pina.
Sus números en noviembre hablan por sí solos, pero su impacto va más allá del simple conteo estadístico: 287 minutos en cuatro partidos, dos goles —uno al Deportivo Abanca, otro al Levante UD—, tres asistencias, una influencia permanente en la circulación azulgrana y una convicción absoluta para aparecer cuando el juego pedía claridad y cuando la grada exigía respuestas. Y todo esto en apenas un mes de competición. Porque Claudia no compite: trasciende.
A la luz de su temporada, el premio adquiere un significado aún más rotundo: con 9 goles y 4 asistencias en 690 minutos, la catalana no solo lidera la tabla de máximas goleadoras de la Liga F Moeve, sino que se ha convertido en una jugadora total, madurada, exacta, con la sabiduría de quien ya ha escrito capítulos esenciales en la historia reciente del fútbol español.
⚽️ Claudia Pina: La máxima goleadora haciendo el gol
Y el firmamento se completa con su impacto internacional: Pina fue decisiva para que España conquistara su segunda Nations League, anotando un doblete en la final del Metropolitano y proclamándose Bota de Oro con ocho dianas. Una competición para la eternidad, firmada con el descaro de quien nació para los grandes escenarios.
EA SPORTS, en su apuesta inequívoca por el crecimiento del fútbol femenino, recompensó su rendimiento con la mejora de su ítem dentro del juego, un gesto simbólico pero poderoso, que la sitúa al nivel de las grandes estrellas globales. Pina se une así a las dos primeras ganadoras de esta edición inaugural: Luany (septiembre) y Edna Imade (octubre). Tres meses, tres historias, tres pilares de un mismo proyecto: hacer del fútbol femenino un espacio gigantesco, reconocido y universal.
Recibió el premio en un entrenamiento del vigente campeón liguero y subcampeón de Europa, en un gesto íntimo y solemne, una foto destinada a ocupar un marco en la memoria de la competición. Pero faltaba algo. Faltaba la celebración poética, la mirada emocional, el verso que convierte a las futbolistas en mitos.
En cada pase que nace de sus botas,
España dibuja nuevas fronteras.
En cada golpeo que Pina inventa,
la pelota recuerda que también sueña.
Eres vértigo y sosiego,
eres filo que acaricia,
eres brújula que encuentra
el gol que nadie veía.
Eres la pausa que ordena,
la chispa que incendia el día,
la voz que enmudece estadios,
la risa que rompe estadísticas.
Tiene tu juego un lenguaje
que no entiende de concesiones:
si el fútbol es poesía,
tú eres la rima que todos buscan,
la metáfora que siempre aparece.
Este poema, al que hemos llamado “la geografía del talento”, define a la perfección a la de Moncada y Reixach hasta el olimpo de las elegidas.
La embajadora del XBuyer TEAM en la Queens League brilla con luz propia con tan solo 24 años y su legado, que no ha hecho más que empezar a forjarse, puede desafiar al tiempo y el espacio.
Y en esta temporada donde el pulso de la Liga F Moeve late con una intensidad inédita, Claudia Pina se erige como figura monumental, heredera de las líderes pasadas pero, sobre todo, arquitecta de un futuro que se construye desde su talento. Su carrera en la Primera División Femenina, desde que debutara siendo apenas una adolescente, es un mural de crecimiento constante: goles decisivos, asistencias quirúrgicas, liderazgos silenciosos y temporadas donde su influencia va mucho más allá de las estadísticas.
Porque desde su irrupción en la élite, la catalana ha firmado ya decenas de goles, una colección generosa de asistencias, títulos en cascada y una evolución que la ha llevado de promesa precoz a estrella consolidada. No es casualidad que cada año amplíe su registro goleador, que cada curso añada un matiz nuevo a su repertorio. Lo suyo no es una carrera: es una transformación continua, paciente, estratégica, como quien esculpe su propia leyenda con el cincel de la excelencia.
Hoy, con el premio de ‘Player of the Month’ entre las manos, Claudia Pina no solo celebra un mes perfecto: ratifica su crecimiento como una de las futbolistas más determinantes del fútbol europeo, una jugadora capaz de definir partidos, influir en sistemas, inspirar generaciones y convertir la pelota en un puente entre la emoción y la historia.
Y si este noviembre ha sido suyo, es porque la Liga F Moeve entiende que las figuras que cambian el deporte no aparecen cada día. Y porque EA SPORTS reconoce, con inteligencia y justicia, que el fútbol femenino vive una edad de oro donde Pina es faro, estandarte y vértice.
🚨 El Real Madrid CF venció por 1-0 a la Real Sociedad para conquistar la segunda posición de Liga F Moeve, y colocarse a tan solo siete puntos del Fútbol Club Barcelona 🚨
💛 La decimotercera jornada de Liga F Moevearrancó el sábado 6 de diciembre a las 12:00h con dos partidos, el Atlético de Madrid 2 – Sevilla FC 2 y el Deportivo Abanca 2 – Granada CF 0. A las 15:00h fue el turno del FC Barcelona 2 – Costa Adeje Tenerife 0. Por su parte, el RCD Espanyol 2 – Madrid CFF 5 se disputó a las 17:00h. La jornada sabatina se cerró con el Real Madrid CF 1 – Real Sociedad 0 a las 19:00h. El domingo 7 de diciembre también se jugaron dos encuentros a las 12:00h, el Alhama CF ElPozo 0 – FC Badalona Women 1 y el Athletic Club 1 – Levante UD 0, mientras que el fin de semana concluyó a las 16:00h con un duelo directo por la permanencia, el DUX Logroño 0 – SD Eibar 1 en Las Gaunas. Todos los partidos se pudieron ver por DAZN, mientras que el duelo entre el equipo azulgrana y el tinerfeño también se emitIópor Gol Play , TEN TV y 3Cat.
Bajo el cielo frío de diciembre, la Liga F Moeve volvió a levantar a España entera de sus asientos, recordándonos —una vez más— por qué este fútbol, el de ellas, es ya un patrimonio emocional del país. En Alcalá, el Atlético de Madrid y el Sevilla FC abrieron un fin de semana vibrante con un 2-2 que fue puro pulso competitivo, puro relato de resistencia. Raquel Morcillo golpeó primero con la firmeza de quien sabe que cada balón dividido en la élite vale una historia; Rosa Márquez amplió la herida con un disparo que besó el larguero antes de caer como una sentencia. Pero la Liga F nunca se arrodilla ante los guiones fáciles: Amaiur, MVP y corazón en llamas, inició la rebelión con un remate preciso tras el centro de Luany, y el empate llegó en un infortunio sevillista que dejó el duelo vibrando en tablas. El Atleti empujó, soñó con la remontada… pero la tarde tenía otros designios.
En Riazor, donde el viento arrastra memoria y orgullo, el Deportivo Abanca encontró calma, determinación y victoria. Ainhoa Marín, MVP y estandarte, firmó un doblete que sonó a declaración de intenciones. Antes del pitido inicial, Millene Cabral recibió el homenaje por sus 100 partidos, recordándonos que este club crece al ritmo de mujeres que han aprendido a sostenerlo con profesionalidad y carácter. Marín abrió el marcador tras una combinación con la propia Millene, insistiendo hasta transformar un rechace en poesía. Y en la segunda mitad, en un error de la zaga nazarí, volvió a aparecer para sellar un triunfo que sabe a reconstrucción.
A media tarde, el Fútbol Club Barcelona siguió marcando el compás de la competición con un 2-0 ante Costa Adeje Tenerife que reafirma su liderato, pero también la extraordinaria madurez competitiva de un equipo que juega con la responsabilidad de representar a toda una era. Sydney Schertenleib y Paulina Gramaglia encendieron las alarmas culés con dos avisos serios, pero Cata Coll respondió con ese aplomo que ya es parte del imaginario colectivo del fútbol español. Tras intentos de Pajor y un trallazo de Vicky López al palo, el partido pidió revulsivos: entró Esmee Brugts en su partido 100 como azulgrana, pero fue Aïcha Camara —MVP y puro desborde— quien decidió romper la estructura tinerfeña para que Pajor, en el 83, encontrara el camino del gol. Alexia cerró el triunfo con la naturalidad de quien lleva años convirtiendo en rutina lo extraordinario.
El festival de goles llegó en la Dani Jarque, donde el Madrid CFF impuso un 2-5 ante el RCD Espanyol que alimenta sus aspiraciones europeas. Naima García golpeó de inicio, pero Malou Marcetto —MVP apoteósica— igualó, lideró, desequilibró. Antonsdottir remontó de cabeza y Bárbara López y Alba Ruiz ampliaron la ventaja con dos definiciones quirúrgicas. Júlia Guerra intentó sostener la esperanza perica, pero el choque necesitaba una firma memorable: Marcetto la dejó con una vaselina que ya empieza a pedir espacio en los resúmenes de la temporada.
En Valdebebas, el Real Madrid CF se quedó con la segunda plaza con un triunfo medido, sufrido y trabajado ante la Real Sociedad. El Di Stéfano rindió homenaje a las campeonas de la Nations League antes de un partido en el que Mirari avisó, Paula Fernández —MVP y brújula— tomó el volante y Ainhoa Moraza peinó un córner que acabó entrando tras sorprender a la arquera donostiarra. En la segunda mitad, Arola Aparicio y Edna Imade buscaron la igualada, pero Misa, firme como un ancla en mares complicados, sostuvo los tres puntos blancos.
El domingo amaneció con tensión en Alhama, donde el Badalona Women encontró un triunfo agónico en el minuto 89 gracias a Lice Chamorro, MVP y determinación personificada. En un partido repleto de intentos estériles, apareció la paraguaya para hacer suyo un balón suelto y firmar un 0-1 que pesará mucho en la moral de ambos equipos.
En Lezama, el Athletic Club volvió a enseñar su esencia: empuje, orgullo, amor propio. Las bilbaínas vencieron 1-0 al Levante UD con un derechazo de Daniela Agote, MVP, que desatascó un duelo tenso y duro. Tarazona había sostenido milagrosamente al equipo granota, pero el fútbol premió la insistencia de un Athletic que empieza a creer con fuerza en sí mismo.
Y en Las Gaunas, donde el fútbol siempre se juega con alma, el DUX Logroño cayó 0-1 ante un Eibar que supo esperar su momento. Arene Altonaga, con un golpe seco, decidió un encuentro marcado por la emoción previa: las jugadoras armeras saltaron al campo con camisetas en apoyo a Patri Ojeda. El Logroño buscó el empate hasta el último aliento, pero la zaga armera no concedió ni una grieta.
Fue un fin de semana de goles, de gestas pequeñas y grandes, de mujeres que sostienen la competición más emocionante del país con una fortaleza que inspira, emociona y construye. La Liga F Moeve sigue creciendo, sigue latiendo, sigue demostrando —jornada a jornada— que el fútbol femenino es talento, identidad y futuro. Y que en España, ya no hay vuelta atrás: este es su momento, este es su deporte, este es su lugar en la historia.
Luany es la luz que ilumina el ataque de las colchoneras y este reportaje de investigación tiene por objetivo hacer entender esta afirmación categórica.
MADRID, SPAIN – OCTOBER 12: Atletico de Madrid and FC Barcelona at Ciudad Deportiva Alcala de Henares on October 12, 2025 in Madrid, Spain. (Photo by Juan Aguado/CAPTURASPORT/LigaF)
Hay futbolistas que llegan a una liga para cumplir un sueño, otras para construir un legado. Y luego está Luany —la chispa brasileña que un día aterrizó en Madrid con una maleta llena de vértigo, promesas y la convicción de que venía a mostrar algo más que regates—. Lo que nadie imaginó entonces, ni siquiera quienes llevan décadas oliendo talento en el fútbol femenino español, es que aquella delantera del Madrid CFF estaba destinada a convertirse en un símbolo silencioso, en un engranaje perfecto para cualquier entrenador que supiera leerla, en una generadora de futuro. Hoy, trece jornadas después del inicio de la Liga F Moeve, el dato ya no deja lugar a dudas: Luany es la máxima asistente de la Primera División Femenina, con siete pases de gol y una media de 0.54 por partido, superando a dos titanes del pase como Eva Navarro y Vicky López.
La brasileña no solo asiste: ilumina. Y el Atlético de Madrid de Víctor Martín Alba “Viti” vive hoy de esa luz como si fuese oxígeno.
Todo empezó como empiezan las cosas grandes: con la sensación de que algo distinto estaba a punto de suceder. Cuando el Madrid CFF anunció su fichaje, muchos se preguntaban qué podía aportar aquella atacante nacida en Brasil, de pasos firmes pero casi desconocida en España. La respuesta llegó pronto: personalidad.
(Fuente: Liga F Moeve)
Luany aterrizó en el Madrid CFF como llegan quienes están hechas para este juego: sin miedo a equivocarse, sin complejo ante las grandes defensas europeas, sin un milímetro de duda ante la exigencia de un club acostumbrado a crecer desde el ingenio. No necesitó temporadas de adaptación ni discursos de paciencia. Donde otras tardan meses, ella tardó minutos: controló, encaró, asistió, creyó.
🎁 Séptima 𝐚𝐬𝐢𝐬𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 de Luany en #LigaFMoeve ⚽️ Segunda 𝐝𝐢𝐚𝐧𝐚 de Amaiur en la competición
Pronto se convirtió en una futbolista total: vertical cuando tocaba, pausada cuando el partido pedía cabeza, eléctrica cuando el equipo necesitaba electricidad. Había algo en su manera de ver el fútbol que conectaba con Madrid y con la Liga F Moeve: hablaba el idioma de la calle, el del barrio, el de quien convierte un regate en una historia y un pase en una promesa.
Viti lo vio antes que nadie: había en Luany un potencial que trascendía el gol. Los entrenadores que entienden la esencia del juego reconocen a las futbolistas camaleónicas, capaces de mutar en función del sistema, del rival o de la necesidad emocional de un equipo. Y el técnico rojiblanco supo leerlo con la precisión de un cirujano: Luany era un arma total.
🙌 Genialidad de Luany para firmar su 𝐝𝐨𝐛𝐥𝐞𝐭𝐞 particular
No bastaba con ficharla: había que darle un contexto. Viti se lo dio. La colocó en una zona del campo donde su libertad creativa pudiera convivir con la estructura del Atlético. Le pidió que rompiera líneas, que apareciera por dentro, que activara a las interiores, que pusiera a correr a las extremos, que confundiera a centrales acostumbradas a marcar referencias fijas. Y ella respondió convirtiéndose en el faro del ataque colchonero.
El dato que hoy encabeza la jornada —siete asistencias en trece encuentros— no es casualidad, ni producto de rachas, ni una fotografía temporal: es la consecuencia natural de un ecosistema construido alrededor de su visión. El Atlético necesitaba una brújula; descubrió que había fichado un mapa.
estadísticas cuentan una parte. El resto lo ve quien mira con paciencia, quien entiende que asistir no es solo dar el último pase: es generar la ventaja dos segundos antes que el resto, es atraer a dos rivales para liberar a una compañera, es cambiar el ritmo cuando nadie lo espera.
Luany ha perfeccionado ese arte invisible. Hay pases que no salen en los resúmenes, movimientos sin balón que no aparecen en los gráficos de posesión, decisiones sutiles que transforman ataques aislados en oportunidades colectivas. Por eso su impacto es mayor que el número de asistencias: Luany condiciona el comportamiento defensivo rival en cada posesión. Obliga a las laterales a dudar, a las mediocentros a recular, a las centrales a elegir entre achicar o esperar. Y en ese margen ínfimo de indecisión, en ese parpadeo táctico, se hace eterna.
Hace años hablábamos de jugadoras que hacían mejores a las demás. Hoy hablamos de futbolistas como Luany que hacen evolucionar un sistema completo.
El recorrido de la brasileña no es solo un cuento deportivo; es también un relato emocional. Su paso por el Madrid CFF la moldeó, la endureció, la obligó a crecer en un club donde la exigencia competitiva es diaria y donde nada se regala. Allí aprendió a convivir con presiones, a entender el ritmo español, a adaptarse a múltiples funciones.
En el Atlético, en cambio, ha encontrado pertenencia. Ha encontrado una idea de equipo —y de identidad— que complementa su propia naturaleza futbolística. Ha encontrado un entrenador que la entiende y una grada que la respira. Y cuando una futbolista siente que pertenece a un lugar, aparece lo que ahora presenciamos semana tras semana: su mejor versión.
Todo gran equipo necesita una relación así: entrenador y jugadora, jugadora y entrenador. La conexión entre Viti y Luany es profundamente futbolística. Él la interpreta, ella le responde. Él ordena el ecosistema, ella lo enciende. Él le pide que sea valiente, ella escribe cada partido con tinta de riesgo calculado.
No hablamos de una pieza más: hablamos de la futbolista que activa el plan A y sostiene el plan B. De la atacante que decide cuándo acelerar y cuándo dormir el balón. De la creadora de superioridades. De la futbolista que, sin necesidad de grandes discursos, se está convirtiendo en uno de los nombres clave de esta Liga F Moeve 2025-2026.
En un campeonato donde cada detalle cuenta, donde los ataques se estudian al milímetro y las defensas se preparan para contrarrestarlo todo, que una jugadora lidere la tabla de asistencias tras trece jornadas no es una noticia: es una declaración.
Luany está en el punto más alto de su influencia. Y lo más impresionante no es el número, sino la sensación de que puede dar más, de que el techo sigue lejos, de que España aún no ha visto su partido definitivo. Ese que queda para la historia. Ese que se recuerda cuando la temporada termina y el fútbol pide volver a él.
Cuando Luany llegó a España, pocos podían imaginar que su nombre sería sinónimo de impacto, de inteligencia ofensiva, de madurez competitiva. Desde sus primeros pasos con el Madrid CFF hasta su consolidación con el Atlético de Madrid de Viti, la evolución de la brasileña es una historia de adaptación y de visión, de paciencia y explosión, de talento y destino.
Hoy, con siete asistencias y un liderazgo indiscutible en la Primera División Femenina, aquella jugadora que un día cruzó un océano para cumplir un sueño se ha convertido en la arquitecta del juego rojiblanco. Y así, sin estridencias, con la naturalidad de quienes están hechas para las noches grandes, Luany ha cerrado un círculo: la promesa que llegó en silencio se ha transformado en la figura indispensable de un equipo que se reconoce en su creatividad.
El Atlético de Madrid tiene en ella algo más que una asistente. Tiene futuro.
Tiene identidad. Tiene magia. Y, sobre todo, tiene esa luz que solo aparece cuando el fútbol encuentra a su protagonista natural, una Luany que da una asistencia cada 133 minutos.
🟣 El conjunto armero venció por 0-1 al DUX Logroño en el estadio de Las Gaunas con un solitario tanto de Arene Altonaga. Con este resultado, las armeras se alejan del descenso, mientras que, el cuadro riojano sigue sin ganar y está a cuatro puntos de la permanencia.
Publicidad de Netflix
Netflix ha desvelado hoy el tráiler oficial de Gente que conocemos en vacaciones, la comedia romántica basada en la novela superventas de Emily Henry y dirigida por Brett Haley. La película está protagonizada por Emily Bader y Tom Blyth y se estrenará en Netflix a nivel global el próximo 9 de enero de 2026.
Poppy (Emily Bader), un espíritu libre, y Alex (Tom Blyth), amante de la rutina, han sido mejores amigos durante una década y pasan cada verano de vacaciones juntos a pesar de vivir en diferentes ciudades. El delicado equilibrio de su amistad se pone a prueba cuando comienzan a cuestionarse lo que para todos los demás era obvio: ¿podrían ser realmente la pareja perfecta?
Completan el reparto Sarah Catherine Hook, Lucien Laviscount, Miles Heizer, Jameela Jamil, Tommy Do, Lukas Gage, Alice Lee, Molly Shannon y Alan Ruck. El guion de Gente que conocemos en vacaciones está escrito por Yulin Kuang, Amos Vernon y Nunzio Randazzo, y la producción corre a cargo de Wyck Godfrey, Marty Bowen, y Isaac Klausner, Laura Quicksilver, Ted Gidlow y Emily Henry son los productores ejecutivos de la película.
La decimotercera jornada de la Liga F Moeve baja el telón en un escenario mítico: Las Gaunas, un templo que ha sido muchas veces refugio, presión, orgullo y hogar para un DUX Logroño que llega herido, con apenas 5 puntos, pero todavía respirando y aún a tiro de salvación. La ciudad se prepara para un duelo que no entiende de medias tintas, un choque directo por la permanencia que podría marcar el rumbo de ambos equipos en el tramo final de la primera vuelta. Es un partido que no se juega: se sufre, se persigue, se pelea, se vive. Un partido que va más allá de los tres puntos, porque aquí está en juego la esperanza, el impulso, la identidad. Enfrente, la SD Eibar, 12º clasificado con 10 puntos, llega con la urgencia silenciosa que provocan las dinámicas negativas: tres derrotas consecutivas, tres golpes que han encendido las alarmas en el cuadro armero, que sabe que un tropiezo en Logroño puede volver a meterle de lleno en la zona oscura de la tabla. Es un duelo sin maquillaje, sin retórica: los dos necesitan puntuar; uno de ellos necesita ganar.
El DUX Logroño afronta el choque con una lista de ausencias que parece escrita para un drama de vestuario: Rouamba, Comfort, Sandra Perera, Adama Congo y Mawete no estarán, bajas sensibles que obligan a Héctor Blanco a reconstruir su plan, reinventar roles y exigir a las futbolistas disponibles una versión de máxima competitividad. Es una tarde para el orgullo, para que el grupo responda desde la unidad y el esfuerzo, para que Las Gaunas juegue también su partido, como tantas veces ha hecho, empujando desde la grada, sosteniendo al equipo en los momentos de vértigo. El conjunto riojano todavía no ha ganado en esta Liga F Moeve, pero cada semana ha demostrado que compite, que no se rinde, que resiste, que pelea cada balón como si fuera el último. Y hoy, con la afición detrás, con la salvación a cuatro puntos, con la urgencia respirando sobre el hombro, parece el día destinado a una de esas victorias que marcan un antes y un después.
La SD Eibar llega con la carga emocional propia de las malas rachas: perder tres partidos seguidos desgasta, abre grietas, invita a la duda. Pero el Eibar es un equipo acostumbrado a sobrevivir en la trinchera, a competir desde el esfuerzo colectivo, desde la solidez, desde la honestidad futbolística. Si hay un club capaz de frenar la caída en el momento más delicado, es éste. Con Alena Pěčková como única baja prevista, las armeras aterrizan en Las Gaunas obligadas a reivindicarse. Ganar no sólo significa alejarse del descenso: significa volver a creer.
El duelo, además, tiene un historial breve pero significativo. En la temporada 2020/21, los dos partidos en Primera División cayeron del lado del Eibar, 2–0 en Unbe y 1–2 en Las Gaunas, reflejo de un equipo que supo dominar al Logroño en aquel curso. Pero el capítulo más reciente de esta rivalidad tiene color rojiblanco: la Copa de la Reina 2024/25 vio al Logroño imponerse y romper la dinámica, demostrando que puede competir —y ganar— cuando el partido exige carácter. Ese precedente está vivo, es reciente, es emocionalmente poderoso, y forma parte del combustible que Las Gaunas encenderá este domingo.
Tácticamente, se espera un choque cerrado, áspero, lleno de duelos individuales y segundas jugadas. El Logroño deberá minimizar errores, protegerse de las contras armeras y sostener el ritmo físico del encuentro. El Eibar, por su parte, intentará aprovechar su mayor estabilidad en la alineación para imponer orden y atacar los espacios que puedan dejar las locales. Pero en un partido así, la pizarra es sólo el inicio: lo que manda es la tensión emocional, la capacidad de resistir, la paciencia, el coraje. El primer gol, si llega, puede cambiarlo todo.
Cuando a las 16:00h el árbitro pite el comienzo, no se abrirá un simple partido: se abrirá un escenario donde dos equipos juegan por sobrevivir, por levantar la cabeza, por encontrar una luz en mitad del invierno. Un Logroño golpeado pero orgulloso, un Eibar herido pero competitivo, un estadio que respira fútbol, una afición que empuja, una jornada que espera su desenlace épico. Aquí nadie quiere perder. Aquí nadie puede permitirse fallar. Aquí empieza una batalla que definirá parte del futuro de la temporada.
Y en Las Gaunas, donde cada grito retumba y cada minuto pesa, el fútbol femenino español volverá a demostrar que su grandeza no se mide en títulos, sino en partidos como éste: intensos, emocionantes, llenos de verdad. DUX Logroño – SD Eibar. Un duelo por la vida deportiva. Una tarde para valientes. Un partido que, gane quien gane, será historia.
(Fuente: Liga F Moeve)
Así vivimos el duelo |
(Fuente: Liga F Moeve)
#LigaFMoeve| #DUXLogroñoEibar
🏆 Liga F Moeve
🔜 𝙉𝙀𝙓𝙏 𝙂𝘼𝙈𝙀
🔥 DUX Logroño 🆚 S.D. Eibar 🔥
💎 Temporada 2025-2026
📅 Domingo, 7 de diciembre de 2025
⏰ 16:00 horario peninsular
📺 DAZN
🏟️ Estadio Municipal de Las Gaunas, La Rioja
Los XI |
¡Estas son nuestras vinotinto 🍇 titulares para el partido de hoy!
La 13ª parada del largo y precioso viaje que supone la Primera División Femenina 2025-2026, esa que en “El Partido de Manu” se mima con precisión quirúrgica desde hace más de cinco temporadas, nos llevó esta vez al templo de templos: al mítico Estadio de Las Gaunas. Ese lugar donde todavía huele a fútbol antiguo, a pancartas caseras, a bufandas levantadas con convicción y a ese sonido que sólo producen las aficiones que creen, incluso cuando la clasificación invita a lo contrario. Allí, bajo el cielo de Logroño y a partir de las 16:00 —con las cámaras de DAZN como testigo silencioso— se presentaban dos equipos heridos, urgidos, necesitados, pero vivos: DUX Logroño y SD Eibar, frente a frente en un duelo directo por la permanencia, una batalla donde no hay intermediarios ni matices, sólo verdad.
La jornada se cerraba en un escenario cargado de memoria, de historia y, sobre todo, de identidad. Las Gaunas —ese refugio, esa prueba, esa casa— recibía a un DUX Logroño con apenas 5 puntos, pero con un latido enorme, todavía a tiro de salvación. El equipo riojano llegaba cojo, sí, con una lista de ausencias que haría temblar a cualquier vestuario: Rouamba, Comfort, Sandra Perera, Adama Congo, Mawete… un drama escrito en clave deportiva que obligaba a Héctor Blanco a reconstruir, reinventar, reimaginar. Pero si algo tiene este DUX es orgullo. Orgullo y resistencia. Orgullo y afición. Orgullo y el convencimiento de que, incluso sin victorias, su camino en esta Liga F Moeve está sostenido por competitividad pura. Las riojanas han peleado cada partido, cada duelo, cada balón dividido. Y esta tarde, con la grada empujando, parecía propicia para una de esas noches que se recuerdan mucho tiempo.
Enfrente estaba el Eibar, un club que podría escribir una tesis sobre la resiliencia. Pocos equipos entienden tan bien el significado de aguantar, de remar en contra, de levantarse incluso cuando el barro llega a las rodillas.
Tres derrotas consecutivas no habían quebrado al equipo armero, pero sí habían activado sus alarmas internas. Con Alena Pěčková como única baja, y con una plantilla valiente y honesta, la SD Eibar llegó a Las Gaunas no sólo a competir, sino a buscar oxígeno. Porque en el Eibar ganar no es sólo sumar: es recordar quiénes son. Y antes de que el balón empezara a rodar, el conjunto armero dejó una lección humana: saltaron al campo con una camiseta en apoyo a Patri Ojeda, tras el fallecimiento de su hermana. Cuando el fútbol femenino hace esto, cuando se muestra así, cuando abraza así, no hay quien pueda negar su importancia social.
El partido comenzó con ambos equipos midiendo distancias, como dos boxeadores que saben que un golpe temprano puede marcar el resto de la noche. Pero al minuto veinte, el Logroño encendió la tarde. Iria Castro sacó un latigazo desde fuera que obligó a Eunate Astralaga —campeona de la Nations League, promesa eterna, reflejo de seguridad— a volar para mandar la pelota a córner. El estadio se levantó entero. Y del córner, Colomina se elevó como si el sol la empujara por la espalda, cabeceó con fuerza y obligó a la guardameta vasca a atrapar el balón en dos tiempos. Era un aviso, pero también un mensaje: el DUX no pensaba rendirse.
El Eibar intentó responder, pero cada intento se estrellaba contra una Chelsea monumental, sobria, de manos firmes, de mirada indestructible. La guardameta riojana transmitía esa calma antigua, esa que sólo tienen las futbolistas que entienden el oficio desde el alma. Antes del descanso, Colomina volvió a rozar el gol que habría desbordado Las Gaunas, pero la defensa armera sacó el balón en la línea, en una acción que parecía sacada de un documental sobre épica y supervivencia. El 0-0 que llevó a los equipos al vestuario era un marcador honesto, pero también inquietante: el partido estaba al rojo vivo.
Descanso en Las Gaunas.
DUX Logroño 0-0 SD Eibar
Empate sin goles de momento. Nos quedan 45 minutos para lograr la primera victoria en casa 💪💪💪 pic.twitter.com/VbJ00HHcy3
La segunda parte explotó desde el minuto uno. El DUX salió como un relámpago, decidido, ansioso, convencido. Isina filtró un pase perfecto hacia Mawete, que devolvió un regalo de seda para Annelie Leitner, pero la austríaca envió la pelota por encima del larguero. A veces, el fútbol tiene estas ironías crueles: cuando perdonas, el destino toma nota.
Y en el minuto 53, llegó el puñetazo armero. Sara Martín, con la inteligencia de quien entiende el juego como un mapa, encontró a Arene Altonaga, que definió con sangre fría, por debajo de las piernas de Chelsea para abrir la lata y situar el 0–1 en el marcador a los 53 minutos de juego.
Gol del Eibar, una diana que pesaba como un iceberg sobre la grada de Las Gaunas. Pero el partido no había terminado. No con el corazón que tenía el DUX Logroño.
Héctor Blanco reaccionó con valentía, metiendo a Paula Partido, moviendo piezas, haciendo del ataque un ejército desesperado y orgulloso. Isina colgó balones con veneno, Mawete buscó el hueco imposible, Chelsea sostuvo para que la diferencia no creciera, y el DUX reclamó un penalti que la árbitra decidió no señalar. El final fue un asedio, un clamor, una colección de intentos desgarradores. Pero el empate no llegó. Y el Logroño, como tantas veces esta temporada, se quedó con la miel en los labios y la sangre en el corazón.
Pero esta crónica —como siempre ocurre en El Partido de Manu— no es solo un resumen. Es una reivindicación. Porque el fútbol femenino español no sería lo que es sin quienes lo han sostenido cuando no tenía focos, cuando no tenía profesionalidad, cuando apenas tenía cobertura. Y entre esas pocas personas que lo hicieron grande desde fuera del campo aparece un nombre imprescindible: Manu López.
Manu, experiodista del Madrid CFF, ahora freelance respetado, colaborador en De Falta Directa, en AtletiMedia y en tantos otros proyectos que han aprendido a valorar su mirada.
Manu, que convirtió la Liga Iberdrola de 2018-2019 —cuando casi nadie la cubría— en una historia digna de contarse. Manu, que entiende que las futbolistas son protagonistas de una revolución social tanto como deportiva.
López, que escribe para que no se olvide, que narra para que perdure, que siente el fútbol femenino como un patrimonio que debemos cuidar todos. Hoy, en este duelo entre Logroño y Eibar, su espíritu estaba en cada línea, en cada rugido, en cada jugada.
Porque él representa ese periodismo que no se rinde, que no busca clics, que busca verdad.
Y este partido, tan duro, tan áspero, tan hermoso, es la prueba de que el fútbol femenino en España es un motor social. Un motor que mueve a niñas, que inspira a mujeres, que atrae a familias, que crea comunidad. Un motor que necesita más ojos, más voces, más apoyo. Porque cada vez que un estadio vibra así, cada vez que una jugadora lucha así, cada vez que una afición se entrega así, el país entero debería estar mirando.
El DUX Logroño seguirá peleando por la salvación. El Eibar ha ganado un respiro. Pero la historia no se detiene aquí.
Y si hoy Las Gaunas vibró, que nadie se atreva a decir que esto no es fútbol de verdad. Que nadie se atreva a mirar hacia otro lado. Porque el fútbol femenino necesita una cosa: que nos unamos todos. Que más fans, más voces, más medios, más familias y más jóvenes abracen este movimiento. Que nadie se quede fuera de la causa.
Una victoria muy importante la cosechada en la tarde de hoy en Logroño, con el que las armeras suman ya 13 puntos e igualan al Deportivo, Espanyol y Granada. El Eibar amplía así la ventaja respecto al descenso, que sigue marcado por las riojanas con cinco puntos.
La próxima semana, el Eibar disputará el último enfrentamiento del año en Ipurúa, ante el Atlético de Madrid.
Y cuando aún resuenan los ecos de esta batalla por la permanencia, la semana que viene nos espera la sexta jornada de la fase de Liga de la UEFA Women’s Champions League, donde el FC Barcelona tiene encaminado el pase directo a cuartos, pero Atlético y Real Madrid están obligados a dejarse el alma para terminar entre el 5º y el 12º puesto y alcanzar el playoff de octavos. Se viene emoción. Se viene historia.
Dura derrota hoy en casa en Las Gaunas.
DUX Logroño 0-1 SD Eibar
A pensar ya en los dos últimos choques de esta primera vuelta en Liga F, Tenerife y Levante, para darle la vuelta a la situación y lograr el objetivo de la permanencia. pic.twitter.com/kqP7gJciQp
Se viene Europa. Y el fútbol femenino español, como siempre, nos tendrá de vuelta para contarlo, sentirlo y vivirlo. Porque esto no acaba aquí: esto acaba de empezar.
(Fuente: Liga F Moeve)
📋 Ficha técnica |
DUX Logroño: Chelsea Ashurst; Colomina, Silvam Masferrer, Iria Castro; Falfán, Morcillo (Perera, m.80); Musolo, Isina, Leitner (Paula Partido, m.6); y Mía Asenjo (Laura Martínez, m.68).
Árbitra: Andrea Acevedo. Amonestó a las locales Rebeca Costa y Mía Asenjo.
Incidencias: Partido de la decimotercera jornada de la Liga Profesional de Fútbol Femenino (Liga F Moeve 2025-2026) entre el DUX Logroño y la Sociedad Deportiva Eibar que se ha disputado en el estadio de Las Gaunas ante unos 500 espectadores que se ha celebrado sobre una superficie de hierba natural.
Goles |
0-1 Arene Altonaga 53’ ⚽️
Vídeo |
👍 El Eibar rompe su mala dinámica con un importante triunfo en casa del DUX Logroño
En una mañana fría de diciembre, cuando Lezama amanece cubierta por ese manto de humedad que precede a los grandes días, el fútbol femenino español vuelve a encenderse con un duelo que, más allá de la clasificación, respira historia, orgullo y resistencia. Athletic Club y Levante UD, dos clubes fundacionales del desarrollo del fútbol femenino en España, se cruzan en un momento decisivo de la Liga F Moeve 2025-2026, en situaciones radicalmente distintas pero unidas por una misma urgencia: reafirmarse, reivindicarse, ganar.
El conjunto de Javi Lerga llega a este partido con uno de los momentos de forma más sólidos de los últimos años. Sólo una derrota en los últimos nueve encuentros. Una evolución táctica palpable. Una identidad que vuelve a ser reconocible: presión, ritmo, intensidad, orgullo.
El Athletic parece haber recuperado ese ADN competitivo que durante décadas hizo de Lezama una fortaleza emocional y futbolística. Y aunque el curso arrancó entre incógnitas, lesiones y cuestionamientos, el equipo ha respondido donde más importa: sobre el césped.
No estarán Estefa ni Jone Amezaga, dos futbolistas cuya ausencia se nota tanto en el juego como en el alma del equipo. Amezaga, por su desborde y frescura. Estefa, por su orden y su pausa.
Son dos golpes sensibles, pero a estas alturas la plantilla bilbaína ha demostrado una resiliencia que trasciende los nombres propios. El Athletic está creciendo desde el colectivo, desde esa mezcla tan suya de cantera, madurez y convicción.
La escuadra rojiblanca busca su tercera victoria del curso, un resultado que podría impulsarla hacia una zona media estable y reforzar esa narrativa de reconstrucción que Lerga ha ido tejiendo con paciencia, trabajo y claridad.
Lezama lo sabe. Y cuando Lezama sabe algo… ruge.
El Levante U.D, llega a la cita desde el lugar más incómodo de la tabla: colista con sólo 2 puntos, sin conocer la victoria, y arrastrando una temporada marcada por lesiones, ausencias y un arranque que nunca logró despegar.
Pero esta frase encierra una trampa: el Levante no es un colista cualquiera.
Es un club histórico, campeón, un vivero de talento, un símbolo de dignidad y constancia dentro del fútbol femenino español. Y precisamente por eso su situación actual se siente casi irreconocible, como si una camiseta acostumbrada a competir en Europa hubiese quedado atrapada en un túnel sin luz.
Ante el Barça (0-4), las levantinistas afrontaron el partido sin ninguna de sus dos porteras titulares: • Andrea Tarazona • Laura Coronado
Tampoco estuvieron las centrocampistas Bascu ni Núria Escoms, dos futbolistas capaces de dar aire, tempo y equilibrio al equipo.
Andrés París está teniendo que reconstruir su idea jornada tras jornada, entre parches, urgencias y la necesidad psicológica de cortar una dinámica que amenaza con instalarse en la plantilla.
Athletic Club y Levante UD se han enfrentado 27 veces: • 11 victorias para el Athletic • 4 empates • 12 triunfos del Levante
Un historial casi simétrico, que demuestra que este duelo nunca ha sido uno más. Se juegue en Valencia o en Bizkaia, estos encuentros suelen ser tensos, intensos, cargados de duelos individuales y marcados por la emoción.
El equilibrio histórico añade un ingrediente más a un partido donde los dos llegan con realidades opuestas pero igual necesidad de puntos y de convicción.
La afición rojiblanca, acostumbrada a disfrutar y sufrir a partes iguales, sabe que este tipo de partidos marcan temporadas. Lezama no sólo aprieta: acompaña, empuja, sostiene. El Athletic se hace fuerte en casa porque su gente entiende cada gesto, cada duelo, cada esfuerzo.
Es el tipo de escenario donde el fútbol femenino se vuelve puro, de raíz, de verdad.
Un domingo de diciembre. Una mañana de fútbol. Una Liga F Moeve que está viviendo una de sus temporadas más competitivas. Dos clubes históricos frente a frente. Dos trayectorias opuestas chocando en un punto exacto del calendario que puede cambiar dinámicas, emociones y destinos.
Esto no es un partido más. Es un capítulo más en la historia del fútbol femenino español. Es el Athletic queriendo reconstruirse. Es el Levante queriendo renacer. Es fútbol en su estado más esencial: urgente, dramático, emocional, auténtico.
Y a las 12:00h, cuando el balón empiece a rodar y las respiraciones se detengan durante un segundo, empezará una batalla deportiva que honrará la historia de ambos escudos.
#LigaFMoeve | #AthleticLevante
🤩 Tres duelos llenos de emoción para cerrar una J13 espectacular
Y entonces, como si pulsara un botón secreto, filtró un pase que no es un pase, sino una flecha, una idea, una invitación a cambiar el partido. El balón viajó entre dos defensoras, arrastrando la atención, abriendo un espacio que no existía medio segundo antes.
Los grandes partidos no se anuncian: se sienten. Y cuando el calendario marcó este Athletic Club – Levante UD, en Lezama se abrió una grieta en el tiempo. No una simple jornada de diciembre, no un trámite más de la Liga F Moeve, sino un capítulo de esos que forman parte de la memoria colectiva del fútbol femenino español. Un duelo que lleva veinte años explicando por qué esta liga es grande, por qué este deporte es futuro y, sobre todo, por qué nosotros ya estábamos aquí cuando nadie más estaba, cuando la competición aún se llamaba Liga Iberdrola en aquella 2018-2019, cuando cubrir un partido era casi un acto de fe y resistencia, y el profesionalismo era apenas un horizonte lejano.
en 2025, con estadios llenos, cámaras múltiples, etiquetas oficiales y narrativas épicas, este Athletic–Levante sigue siendo el mismo clásico de siempre: uno que huele a historia, a barro, a orgullo, a viaje largo, a bufandas que cuentan heridas. Lezama se preparó como en los días importantes. El viento frío entraba desde Artxanda, las familias buscaban sitio en la barandilla metálica, y las jugadoras bilbaínas salieron a calentar con esa mezcla de determinación y calma que sólo tienen los equipos que saben que les espera una batalla.
Era un día marcado, subrayado y rodeado: tercera victoria posible, segunda consecutiva, una oportunidad real para encender la temporada. Pero también era el día en que el Levante Unión Deportiva llegaba como colista, con apenas 2 puntos, con trece jornadas sin ganar y el peso de una historia que nunca se ha llevado bien con la resignación.
Con el estreno de Elene Gurtubay como titular en Liga F Moeve, el Athletic salió decidido. Y lo hizo a lo grande: balón, ritmo y un primer aviso que pudo ser algo más que un preludio. Nerea Nevado probó fortuna con un centro-chut que exigió a una Andrea Tarazona imperial. La arquera levantinista apareció por primera vez para decir que, aunque el Levante sufría, ella no iba a permitir que el partido se rompiera temprano.
La respuesta granota fue un latigazo: Sintia Cabezas, que corre como si el campo fuera una pendiente cuesta abajo sólo para ella, rompió líneas, se llevó a las centrales y obligó a Adriana Nanclares a un mano a mano de esos que resumen todo un plan defensivo. Nanclares, firme, fría, enorme, rechazó con la autoridad de las guardametas que sostienen temporadas enteras con un gesto.
El partido se abrió. Y cuando digo que se abrió, me refiero a ese fútbol de ida y vuelta que explica por qué este duelo es un clásico:baile táctico, golpes, réplicas, rechaces, carreras, el tiempo avanzando sin descanso, las gradas conteniendo la respiración.
Fue entonces cuando Daniela Agote, quien sería MVP del encuentro, empezó a enseñar los dientes. Carrera brutal por banda, quiebro a Alharilla, disparo cruzado… y otra vez Tarazona, milagrosa, deteniendo lo que parecía imposible. Y si una parada era poco, llegaron dos más, consecutivas, casi mágicas, casi crueles: el centro de Nevado, cabezazo de Leire Baños, parada sobre la línea, balón muerto en el área pequeña, otro remate, otra parada. Era un asedio del Athletic Club y una resistencia heroica del Levante, un guion antiguo, repetido, reconocible para quienes cubrimos este clásico desde la prehistoria del profesionalismo.
El Levante también tuvo la suya antes del descanso. Érika González probó desde la frontal, buscando el rincón con un disparo tenso. Pero ahí estaba Nanclares, otra vez protagonista, desviando con mano dura, firme, casi orgullosa. Era un partido de porteras, de nervios, de detalles, de esos que se deciden en el alambre.
Y así murió la primera parte: con las dos aficiones mirando al campo como quien mira una hoguera antigua, sabiendo que lo que viene después puede cambiar el destino de los dos equipos.
La segunda parte no empezó: entró. Entró como entran las segundas mitades en los clásicos: con ese murmullo de tensión, de necesidad, de “la siguiente jugada puede ser decisiva”. El Athletic Club de Bilbao empujó, siguió empujando, siguió creyendo. Y el Levante, fiel a su historia de orgullo, de garra, de supervivencia, resistió, mordió y respondió.
Hubo avisos muy serios por parte de las locales que sabían que tenían que ponerle más corazón a cada disputa y lo consiguieron de forma gradual. Sara Ortega rozó el palo con un remate precioso.
Tarazona volvió a aparecer para blocar otro disparo desde la frontal que se envenenó, era un acoso y derribo. El Levante U.D. intentaba respirar, pero el Athletic Club ahogaba, insistía, dominaba.
Hasta que llegó el minuto 70. El minuto que divide la tarde entre “lo que fue” y “lo que será”. El minuto que tendrá nombre propio durante toda la semana: el minuto de Daniela Agote.
La jugada nació donde se gestan las grandes decisiones del fútbol vasco: en la banda izquierda, con Nerea Nevado, esa futbolista que entiende el ritmo del equipo mejor que nadie. La once alzó la cabeza y esperó lo justo, lo perfecto, lo necesario. No un segundo más, no un segundo menos.
Ahí apareció Daniela Agote, quien irrumpió en la zona de peligro amén a un bello control orientado con la derecha, un toque de seda que preparaba el disparo. Dos pasos dentro del área y una defensora a su espalda intentando recuperarse, no la iban a acogotar, ni mucho menos. Tarazona terminó adelantándose lo justo, como quien huele el peligro antes de verlo.
Lezama callaba, el tiempo se ralentizó y la dorsal número treinta envió el esférico a la jaula para abrir la lata con el 1–0 y celebrar rugiendo como lo que es, una leona, en el minuto 68 de juego de un compromiso que fue frenético, eléctrico, único.
Javier Lerga sonrió desde la banda como el que ve consumado su plan a la perfección, porque este no fue un gol cualquiera: es una diana que explica el partido, la temporada, el proyecto y la esencia del Athletic Club.
Quedaba defender y para defender, el Athletic Club tenía a Nanclares. Raiderlin Carrasco, ex del Sporting de Huelva, probó suerte desde el contragolpe con un disparo violento, seco, cargado de rabia y esperanza. Nanclares, enorme, respondió con una mano imposible, desviando lo que pudo ser el empate. Era la parada que certificaba el triunfo.
Andrés París lanzó a Inés Rizo y Naolia Traoré buscando luz donde había sombras, pero el Athletic ya estaba en modo muralla. Aguantó, sufrió, resistió y protegió un triunfo que vale más que tres puntos: vale impulso, calma, relato, crecimiento.
Al resonar del pitido final, el Athletic Club alcanzó los 16 puntos, subió a la 9.ª posición y firmó su segunda victoria consecutiva, tercera del curso que le permite sumar ya 16 unidades tras un arranque de temporada indigno para una entidad así. El Levante Unión Deportiva , por su parte, sigue colista, decimosexto, con apenas 2 puntos que llevarse a la boca y lleva ya trece jornadas sin conocer la victoria.
Son ya muchas las voces que, como en su día hiciera todo un maestro de esto como es José Luis Sánchez Vera, ex de la Real Sociedad, el propio Levantep o el Atlético de Madrid, creen firmemente que la apuesta que realizaron en Orriols por reflotar al equipo masculino, puede llevar a las valencianas al ostracismo y el pozo de una Primera RFEF, que no es lugar para un proyecto que hace dos años luchaba por entrar en Europa, seamos claros.
Pero esta crónica no termina en la clasificación, finaliza donde empezó: en la memoria.
En aquellos días de 2018, cuando casi nadie contaba estos partidos, y la Liga Iberdrola era aún una promesa frágil sostenida por jugadoras que entrenaban de noche y viajaban de día. En aquellos campos donde éramos cuatro, y uno era el utillero. En esas crónicas escritas al borde de la carretera, sin focos, sin cámaras, pero con convicción.
Hoy, en 2025, la Liga F Moeve es grande, es visible, es poderosa. Pero no olvidamos, no podemos. Porque fuimos pioneros en el respaldo al fútbol femenino, cubriéndolo cuando todavía no era profesional,cuando aún no había titulares,cuando este Athletic–Levante ya era un clásico para quienes amaban de verdad este deporte.
Este duelo entre vascas y granotas no fue un clásico más, fue una oda al balompié en su más pura esencia y es que así se escribe la Liga F Moeve. Así se cuenta la historia, es que hacemos día a día en cada crónica en un sitio web que hija de la pasión del que sabe tiene nombre de mujer y en el que no descaremos hasta que el fútbol femenino reciba el respaldo y respeto que sobradamente merece, por las que fueron, las que son e incluso las que están por venir.
Incidencias | Partido correspondiente a la decimotercera fecha de la Liga F Moeve 2025-2026 entre el Athletic Club y el Levante Unión Deportiva que se ha celebrado en las instalaciones de Lezama sobre una superficie de hierba natural.
Goles |
1-0 Daniela Agote 68’ ⚽️
Vídeo |
🔝 El sexto partido seguido imbatido del @AthleticClubFem llegó en la J13 con el gol de Daniela Agote
estadio empujará. El sol del mediodía dibujará sombras largas. Y en medio de todo, 22 futbolistas jugarán mucho más que un partido.
“En días como este, el fútbol no se explica. Se siente. Se aprieta el puño cuando el equipo salta al césped, se muerde el labio cuando la pelota se pierde por un metro, se levanta el estadio cuando una futbolista cae y se levanta con la mirada encendida. Este Alhama–Badalona no es un duelo de clasificación: es un duelo de convicción. Y si algo hemos aprendido de la Liga F Moeve es que los equipos que creen, que se mantienen firmes cuando sopla el viento en contra, son los que sobreviven. Que sea una mañana de esas que quedan grabadas. Que sea una mañana de fútbol de verdad.”
Ahí tienes tu previa épica, unificada, extensa y estilo Manu López para un partido que, sin ser de escaparate, tiene alma de final.
Había un murmullo extraño en Lorca, un ruido que se mezclaba entre la preocupación y la convicción. El Alhama, necesitado de puntos como quien necesita aire en un suspiro, llegaba a la cita con la obligación moral y deportiva de convertir el feudo murciano en un fortín, ese término que en el sur se vuelve promesa y en la tabla es supervivencia pura. Diez puntos, solo diez, dibujaban un paisaje que no admitía dudas: ganar o sufrir. Del otro lado, un Badalona ONA recién aterrizado en la élite, con la osadía del que sabe que en Liga F, a veces, los peces pequeños también muerden. Llegaban heridos en orgullo tras ver cómo el Espanyol se derrumbaba 2-5 ante el Madrid CFF… y sabían que Lorca era la oportunidad perfecta para pescar en río revuelto.
El partido nació sin anestesia. Ni compases de espera, ni tanteos diplomáticos. A los cinco minutos, el ONA enseñó colmillo con su jugada más fina del arranque: triangulación limpia, ruptura de Irina y un disparo que se marchó alto, sí, pero que sirvió como declaración de intenciones. El Alhama respondió con una claridad aún mayor: Gestera, convertida en un veneno al espacio, encaró, recortó hacia dentro y pisó área como si el césped estuviera diseñado para su zancada. Tenía todo, absolutamente todo, para el 1-0… pero cruzó de más. En la grada, ese balón rozando el poste sonó como un suspiro colectivo.
La banda izquierda murciana era un volcán. Belén, siempre punzante, siempre eléctrica, encontró a Gestera una y otra vez entre centrales, lanzando centros rasos con la mala intención de quien sabe que un pequeño desvío puede cambiar una temporada entera. En el 8’, otra llegada; en el 17’, Julve casi firma el 0-1 del ONA con un disparo que lamió el palo. Por ahí, por ese sector donde el Alhama había detectado la grieta en Majarín, se jugaban batallas individuales que definían la temperatura emocional del encuentro.
En el 23’ llegó el estallido de polémica: disparo de Mariana, mano de Pujadas, revisión en el VS, tensión en las miradas… y decisión final: no hay penalti por rebote previo. El estadio, incrédulo, dejó escapar un rugido que mezclaba frustración e incredulidad.
Mientras tanto, el Badalona quiso domar el caos desde el balón parado. Y allí emergió Elena de Pozo, monumental, erguida bajo los palos como si estuviera escrita para partidos de cuchillo entre los dientes. Le negó el gol a Banini, a Chamorro, y firmó una parada salvadora en el 37’ que evitó la caída del telón antes del descanso. El choque era adictivo, imprevisible, un péndulo que se movía a gran velocidad sobre un abismo.
Y en la cabina de “El Partido de Manu”, mientras una colaboradora nos pasaba información desde Lezama, teníamos el corazón partido: Athletic – Levante UD avanzaba como una batalla sin dueño. El fútbol femenino en toda su amplitud, latiendo al mismo tiempo en dos escenarios.
Las 22 protagonistas se marcharon al descanso sin goles, con la sensación de que el partido estaba vivo, muy vivo, y que la segunda parte sería un examen emocional más que táctico. Barrita energética, sorbo de agua, y vuelta al pulsómetro: la Liga F Moeve te exige enamorarte cada semana y lo consigue.
Apenas dos minutos después de la reanudación, el Badalona se proyectó al área como si hubiera repasado todos los fallos del primer acto. Pero la acción más clara llegó en el 49’: pase filtrado de Llompat, aparición de Chamorro, regate a Elena… y cuando ya se cantaba el gol, la paraguaya se quedó sin ángulo y el balón murió sin gloria. El murmullo del público era un péndulo emocional.
El Alhama sufriría un golpe clave en el 62’: Irina, la más móvil, la más flotante entre líneas, cayó lesionada. El equipo lo sintió de inmediato: cambios, reajustes, pérdida de ritmo, pérdida de amenaza interior.
En el 69’, Cubedo apareció como una heroína catalana para apagar una jugada que olía a gol murciano, aunque la acción terminó anulada por fuera de juego. Era un partido que se movía más por impulsos que por estructuras.
En el 70’, Belén volvió a levantar al estadio: recuperación agresiva, conducción, centro raso al corazón del área buscando a Astrid… pero María, inapelable, se hizo gigante y atrapó el balón como quien agarra una vida entera.
Y cuando ya se respiraba el 0-0 como un destino casi innegociable, el fútbol, ese poeta cruel, escribió su verso más doloroso para el Alhama.
La jugada nació como nacen los goles que marcan temporadas: una transición limpia, un pase vertical quirúrgico que atravesó la defensa murciana dividiéndola en dos. El balón viajó fino, tenso, exacto. Chamorro atacó el espacio con una lectura perfecta, controló orientado hacia el futuro, y encaró a Elena de Pozo en un duelo directo que parecía sacado de un cuadro de guerra.
Un toque para perfilarse. Un segundo para congelar el tiempo. Y luego, sangre fría: definición rasa, suave, milimétrica, al poste largo. El balón besó la red como si lo hubiese estado esperando toda la contienda.
La jugada nació como nacen los goles que marcan temporadas: una transición limpia, un pase vertical quirúrgico que atravesó la defensa murciana dividiéndola en dos. El balón viajó fino, tenso, exacto. Chamorro atacó el espacio con una lectura perfecta, controló orientado hacia el futuro, y encaró a Elena de Pozo en un duelo directo que parecía sacado de un cuadro de guerra.
La jugada nació como nacen los goles que marcan temporadas: una transición limpia, un pase vertical quirúrgico que atravesó la defensa murciana dividiéndola en dos. El balón viajó fino, tenso, exacto. Chamorro atacó el espacio con una lectura perfecta, controló orientado hacia el futuro, y encaró a Elena de Pozo en un duelo directo que parecía sacado de un cuadro de guerra.
Un toque para perfilarse. Un segundo para congelar el tiempo. Y luego, sangre fría: definición rasa, suave, milimétrica, al poste largo. El balón besó la red como si lo hubiese estado esperando toda la contienda y logró abrir la lata con el 0–1 en el electrónico sobre el 88 que resultaría definitivo.
Para el Badalona, la victoria es oro líquido. 16 puntos, salto en la tabla, octavo puesto por delante del Sevilla, y un mensaje claro antes del derbi catalán ante el Barcelona: este equipo está para competir, para resistir, para golpear.
Para el Alhama, el dolor es grande. Noveno punto, decimocuartas, fuera del descenso pero con el retrovisor lleno.
Las de Jovi García deberán viajar a Fuenlabrada para medirse al Madrid CFF en el Fernando Torres, en el último partido del año. El regreso a la élite fue hermoso; ahora toca hacerlo sostenible.
(Fuente: Liga F Moeve)
📋 Ficha técnica |
Alhama ElPozo: Elena, Zumarraga, Gestera, Caravaca, Astrid Álvarez, Ana Velázquez, Encarni, Belén Martínez, Raquel Pinel, Mariana Díaz y Carla.
Cambios: Estefa Lima, Yiyi, Vega Montesinos, Patri Miñano y Kuki.
ONA: Valenzuela, Majarín, Cubedo, Pujadas, Itzi Pinillos, Paula Sánchez, María Llompart, Banini, Elena Julve, Irina Uribe y Lice Chamorro.
Cambios: Barclays, Loreta y Ana González.
Incidencias: Partido correspondiente a la decimotercera jornada de la Liga F Moeve 2025-2026 que han jugado el Alhama ElPozo y el ONA sobre una superficie de hierba natural en el Estadio Francisco Artés Carrasco de Lorca.
Goles:
1-0 Lice Chamorro 88’ ⚽️
Vídeo:
🇵🇾 La segunda victoria visitante del FC Badalona lleva el sello de Lice Chamorro
– Hugo Silva (Un amor, Los hombres de Paco), Leonor Watling (La vida breve, No me gusta conducir), Esther Acebo (La casa de papel, Operación Marea Negra) y Gorka Otxoa(Machos Alfa, Desaparecido) encabezan el reparto de la nueva película española de Netflix, una adaptación del exitoso thriller danés de Netflix Amor para adultos con una visión renovada que traslada la historia al contexto local español.
Víctor (Hugo Silva) es un empresario de éxito atrapado entre la lealtad a su esposa Noelia (Leonor Watling) y la pasión y ambición que comparte con su amante y socia, Blanca (Esther Acebo), que intenta mantener su lujosa vida a cualquier precio. Javi (Gorka Otxoa), hermano de Victor, será testigo de este triángulo amoroso donde la lealtad y la traición se entrecruzan y nada es lo que parece.
Producida por Fonte Films para Netflix, la película está dirigida por Fernando Izquierdo. El proyecto cuenta con guion de Carlos López(El cuerpo en llamas, Ciudad de sombras), producción de Pablo Isla (El Centro, La sombra de la tierra) y Carla Pérez de Albéniz(Mientras dure la guerra, El desconocido) y producción ejecutiva de Fátima Dapena(Hasta el cielo, Clanes), y se ha rodado en distintas localizaciones de Barcelona. La película adaptará el largometraje de Netflix Amor para adultos, originalmente basado en la novela Loving Adults, que firma Anna Ekberg.
Completan el reparto Pau Luna (Chopin, Chopin), Elisabet Gelabert (Te doy mis ojos, La casa de papel) e Íñigo Azpitarte (Cuando dejes de quererme, Handia), entre otros, con la colaboración especial de Karra Elejalde (El niño, Ocho apellidos vascos).
Fonte Films echa a andar en otoño de 2022 con el objetivo de apostar por la calidad, la innovación y el talento en la industria audiovisual. Sus fundadores son Pablo Isla (expresidente de Inditex y actual presidente de Nestlé), Carla Pérez de Albéniz (Goya a mejor dirección de producción por Mientras dure la guerra) y María Jesús Román (socia fundadora de MRG Abogados, con más de 20 años de experiencia en el sector audiovisual). A finales de 2024 se presentan sus dos primeros proyectos: Mugaritz. Sin pan ni postre, (Movistar Plus+, documental dirigido por Paco Plaza, que se alza con el premio Culinary Zinema en el Festival de San Sebastián), y La sombra de la tierra (Atresmedia, serie dirigida por Elvira Mínguez). En otoño de 2025 ha estrenado El Centro (Movistar+, serie dirigida por David Ulloa y protagonizada por Juan Diego Botto, Tristán Ulloa y Clara Segura, entre otros) y el próximo año estrenará Zeta(Prime Video, dirigida por Dani de la Torre, protagonizada por Mario Casas y Luis Zahera). Esta película es su primera colaboración con Netflix.
Hay partidos que no nacen del calendario. Nacen del contexto, del peso invisible de las dinámicas, del rumor interior que acompaña a los equipos cuando la clasificación aprieta y la temporada cruza esa frontera emocional donde cada punto vale más que tres. Y el duelo de este domingo en el Complejo Deportivo del Alhama se inscribe exactamente allí: en el corazón de la lucha por la permanencia y en el alma de dos equipos que necesitan reencontrarse consigo mismos.
Hay domingos en los que el fútbol femenino español respira algo más que puntos: respira carácter, identidad, memoria y supervivencia. Y este 7 de diciembre, a las 12:00h, el José Kubala volverá a ponerse el traje de las grandes tardes para empujar al Alhama CF ElPozo, un equipo nacido para competir desde la humildad más pura, frente a un FC Badalona Women que representa la solidez, el orden y la obstinación de quienes saben que en la Liga F Moeve no se perdona ni un segundo de desconcentración. Lo dará DAZN, pero lo sentirán miles de corazones repartidos entre Murcia, Cataluña y los rincones donde el fútbol femenino ya es una religión cotidiana.
Nueve puntos. Ese es el ancla y a la vez el flotador del Alhama: marca la permanencia, la línea que separa la angustia del alivio. Pero llega en un momento complicado: seis jornadas consecutivas sin ganar, un tramo que ha puesto a prueba la resiliencia del grupo y la capacidad del cuerpo técnico para reconstruir confianza en momentos decisivos.
El último golpe, un 3-1 ante la Real Sociedad, dejó más interrogantes que certezas. No estuvieron Javiera Toro, referente de carácter y salida limpia desde atrás; Nuria Martínez, pieza clave para sostener ritmo e intensidad en la medular; ni Elsa Santos, un recurso ofensivo que oxigena y rompe líneas. Tres ausencias que pesaron y que obligaron a Jovi García a reajustar un once ya de por sí castigado.
Pero si algo caracteriza al Alhama es que nunca baja los brazos. El Kubala es ese lugar en el que el viento parece girar a favor cuando la grada aprieta, cuando el equipo se siente en comunión con una afición que ha visto ascensos imposibles, permanencias épicas y tardes en las que lo emocional ha podido con lo táctico.
Hoy, más que nunca, necesitan recuperar el latido ganador.
FC Badalona Women, con 13 puntos en la zona media, llega desde un perfil completamente distinto. Es un equipo que no enamora por volumen goleador —solo 7 tantos a favor— pero sí por disciplina y orden: han encajado 11 goles, una de las mejores cifras defensivas de la zona media-baja. Un equipo rocoso, difícil de superar, que vive cómodamente en los partidos “sufridos”, aquellos que se deciden por un detalle, un error o una aparición puntual.
Pero también arrastran su propia losa reciente: cinco encuentros consecutivos sin ganar. La racha pesa. No hunde, pero incomoda. Y ese tipo de incomodidad convierte los viajes a campos intensos como el de Alhama en desafíos psicológicos.
Y tampoco llegaran con todo su arsenal: se espera que Sonfie Junge, la brújula del mediocampo; Margarita Giménez, uno de los perfiles con mejor lectura del juego en ataque; y Loreta Kullashi, una de las delanteras más determinantes cuando está fina, sean baja. Tres golpes duros en la columna vertebral del equipo.
Aun así, Badalona es Badalona: competir, resistir y aparecer en el minuto 89 si hace falta. Esa es su firma.
Manu siempre lo dice en sus previas: “Hay partidos que no cambian clasificaciones, sino destinos.” Este es uno de ellos.
El Alhama sabe que ganar hoy podría no solo sacarle del barro, sino darle aire a un equipo que necesita respirar. Que necesita creer. Que necesita acabar con esa sensación de que cada error se castiga el doble y cada acierto sabe la mitad.
El Badalona sabe que un triunfo en este escenario no es solo sumar tres puntos: es reivindicarse como un bloque fiable, capaz de frenar la caída antes de que empiece. Es demostrar que su solidez no es casual, sino una seña de identidad que puede llevarles a soñar con cotas más altas cuando recupere a sus referentes.
Hay partidos en los que se juega bonito. Hay partidos en los que se juega bien. Y hay partidos en los que se juega a no caerse. A no dejarse arrastrar por una racha que amenaza con convertirse en dinámica. A demostrarle a la categoría que sigues ahí.
Este Alhama–Badalona del domingo no es un duelo por los titulares. Es un choque por el alma. Por la identidad. Por esa sensación de que aún es posible cambiar el rumbo antes de que las lluvias de diciembre conviertan la tabla en terreno pantanoso.
El estadio empujará. El sol del mediodía dibujará sombras largas. Y en medio de todo, 22 futbolistas jugarán mucho más que un partido.
“En días como este, el fútbol no se explica. Se siente. Se aprieta el puño cuando el equipo salta al césped, se muerde el labio cuando la pelota se pierde por un metro, se levanta el estadio cuando una futbolista cae y se levanta con la mirada encendida. Este Alhama–Badalona no es un duelo de clasificación: es un duelo de convicción. Y si algo hemos aprendido de la Liga F Moeve es que los equipos que creen, que se mantienen firmes cuando sopla el viento en contra, son los que sobreviven. Que sea una mañana de esas que quedan grabadas. Que sea una mañana de fútbol de verdad.”
Ahí tienes tu previa épica, unificada, extensa y estilo Manu López para un partido que, sin ser de escaparate, tiene alma de final.
🔜 𝙉𝙀𝙓𝙏 𝙂𝘼𝙈𝙀
🏆 Liga F Moeve
🤍 Temporada 2025-2026
🩵 Matchday 13 | Día de partido
🔥 Alhama Club de Fútbol ElPozo 🆚 F.C. Badalona Women 🔥