Oficial | El once del “The Best” sabe a Liga F Moeve

(Fuente: UEFA)

🟦 Cuando la Liga F se sentó en la mesa de las leyendas.

Hay imágenes que no necesitan explicación. Basta una mirada para entender que algo extraordinario ha sucedido. Once rostros alineados sobre un fondo negro, como si la noche misma hubiese decidido rendirse ante la luz. Once nombres que ya no pertenecen solo a sus clubes, ni siquiera a sus países. Once jugadoras que, juntas, forman algo más grande que un equipo: una era.

El FIFA Women’s 11 de 2025 no es únicamente el mejor once del año. Es un manifiesto. Una declaración de poder. Un punto y aparte en la historia del fútbol femenino. Y en el centro de todo, como un sol imposible de ocultar, la Liga F. La competición española fue la liga con más representantes en el equipo ideal del mundo. Y no solo eso: todas ellas pertenecen al FC Barcelona.

Seis futbolistas. Seis piezas de un mismo engranaje. Seis nombres que explican por qué el Barça femenino ya no compite contra equipos, sino contra el tiempo y la memoria.

Alexia Putellas, Aitana Bonmatí. Patri Guijarro, Claudia Pina, Irene Paredes y Ona Batlle son la representación gráfica de que la Primera División empieza a brillar más allá de nuestras fronteras y lo hace con fuerza, como un cometa.

El once ideal de la FIFA 2025 se dibuja sobre el césped imaginario con una armonía casi perfecta:

Portería
• Hannah Hampton

Defensa
• Lucy Bronze
• Irene Paredes
• Millie Williamson
• Ona Batlle

Centro del campo
• Patri Guijarro
• Aitana Bonmatí

Ataque
• Claudia Pina
• Alexia Putellas
• Alessia Russo
• Mariona Caldentey

Un once internacional, diverso, poderoso. Pero con un corazón que late en catalán y se expresa en español. La Liga F Moeve no solo está representada: gobierna.

Durante años, la Liga F fue vista como un proyecto en construcción. Una promesa. Un laboratorio. Hoy es una referencia. El campeonato que más jugadoras aporta al mejor once del planeta.

Y lo hace desde un solo club, sí, pero con una trascendencia que va mucho más allá del escudo. Porque el FC Barcelona no se explica sin la Liga F, ni la Liga F puede entenderse sin el modelo Barça.

Un modelo que apostó por la cantera cuando nadie lo hacía.
Que creyó en el talento local cuando otros miraban fuera.
Que convirtió el fútbol femenino en una identidad, no en una sección.

Este once no es solo un premio, sino la prueba definitiva de que el camino era el correcto.
No es una casualidad.
No es una moda.
Es una conquista.

Hay centrales que mandan con la voz. Otras con el cuerpo. Irene Paredes manda con la historia.

Capitana sin estridencias, líder sin necesidad de gestos teatrales. Irene es el punto de equilibrio entre la contundencia y la inteligencia. En el Barça, en la selección, en cualquier escenario, su figura impone respeto.

En este once mundial, su presencia no se discute: es la central que da sentido al sistema, la que ordena, la que corrige, la que aparece cuando el partido parece romperse.

Irene Paredes no defiende. Irene gobierna el espacio.

Durante años se dijo que el lateral era un puesto secundario. Ona Batlle lo dinamitó todo.

Velocidad, precisión, inteligencia táctica, capacidad para llegar y volver. Ona es un extremo cuando ataca y una defensa implacable cuando repliega. Su inclusión en el once FIFA no es un premio al recorrido: es un reconocimiento al impacto.

Batlle simboliza la evolución del fútbol femenino moderno. Laterales que piensan. Que crean. Que deciden partidos.

el fútbol tuviera sonido, Patri Guijarro sería el silencio que permite escuchar a los demás.

No necesita focos. No reclama titulares. Pero cuando falta, todo se desordena. Patri es el metrónomo. El eje invisible. La futbolista que convierte el caos en estructura.

En este once ideal, su presencia es casi obligatoria. No hay equipo campeón sin una Patri Guijarro.

Hay futbolistas que juegan al fútbol.
Aitana Bonmatí es fútbol.

Balón de Oro, referente mundial, creadora incansable. Aitana no solo interpreta el juego: lo reinventa. Cada control orientado, cada giro, cada pase entre líneas es una obra de precisión quirúrgica.

En este once, Aitana no está para acompañar. Está para liderar. Para marcar el ritmo emocional y competitivo del equipo. Es el cerebro, el pulso y el alma.

Claudia Pina es la prueba de que el talento, cuando es auténtico, siempre encuentra su lugar.

Desde la banda, desde dentro, llegando al área, golpeando desde fuera. Pina es imprevisible. Creativa. Valiente. Su inclusión en el once FIFA 2025 habla de una jugadora que ya no es promesa, sino presente absoluto.

Hay historias que el fútbol solo concede a las elegidas.

Alexia Putellas volvió. Y volvió para quedarse. Después de la lesión, después de la duda, después del silencio. Alexia regresó con la autoridad de quien sabe quién es.

En este once ideal, su nombre no necesita explicación. Alexia es memoria, presente y legado. Es la capitana que representa una generación entera.

Este once no es exclusivo. No es cerrado. El fútbol femenino es global y el equipo lo demuestra.

Mariona Caldentey, con su inteligencia y su sacrificio.
Alessia Russo, potencia y gol.
Lucy Bronze, leyenda viva.
Millie Williamson, solidez.
Hannah Hampton, seguridad bajo palos.

Todas ellas engrandecen el equipo. Pero incluso en esa diversidad, el epicentro sigue siendo la Liga F.
Este equipo no solo gana premios. Gana tiempo. Gana espacio. Gana respeto.

Es el once que verán las niñas en los pósters.
El que estudiarán las jugadoras del mañana.
El que recordaremos cuando hablemos de cómo empezó todo.

Porque hubo un año —2025— en el que la FIFA miró al mundo y dijo:

Este es el mejor equipo posible.
Y el mundo tuvo que aceptar que hablaba en clave Liga F.

Y como diría Manu, con la voz quebrada y el corazón lleno: “No es solo fútbol. Es identidad. Es memoria. Es futuro.

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