🟦 La zaguera extrema es ya una leyenda colchonera cuya historia es una crónica épica de una capitana silenciosa, un club en reconstrucción perpetua y una historia que jamás se rinde.
En esta Liga F Moeve hay jugadoras que encajan en un equipo y otras que parecen escritas en el escudo antes incluso de ponerse la camiseta.
Carmen Menayo pertenece a esa rara estirpe de futbolistas cuyo destino parece marcado antes de que la historia ocurra. Llegada desde Puebla de la Calzada con la timidez tranquila de quien escucha más de lo que habla, aterrizó en un Atlético de Madrid que todavía se estaba construyendo hacia la gloria. Y desde el primer entrenamiento, desde el primer balón, desde el primer duelo, quedó claro que no se trataba simplemente de una promesa más, sino de un pilar esencial para la identidad rojiblanca.
Menayo no juega: interpreta. No despeja: ordena. No corre: anticipa.
El fútbol en sus botas es arquitectura: estabilidad, lectura, sensatez.
En un deporte que muchas veces premia la exuberancia, Carmen eligió la elegancia. En un fútbol que a menudo busca ruido, ella optó por el silencio. Pero un silencio que pesa, que guía, que sostiene.
Un silencio que lidera.
Su estilo es una lección perpetua de cómo defender sin estridencias, de cómo gobernar un partido sin que nadie tenga que mirar el marcador para saber quién manda. Menayo ocupa la posición exacta donde se resuelven los partidos antes de que los demás comprendan que se están resolviendo.
Y así, junto a una generación irrepetible, escribió algunos de los capítulos más brillantes de la historia reciente del Atlético de Madrid.
Carmen estuvo siempre, en los días de gloria, en los de reconstrucción, en los de reinvención.
En las tardes de magia y en las noches de tormenta.
Pero toda futbolista que roza la grandeza debe enfrentarse a su propia sombra, y la de Menayo llegó en forma de una lesión grave. Una lesión que podría haber frenado su progresión, que en otros casos habría cambiado carreras. Pero donde muchas veían final, Carmen vio principio. Donde algunas se habrían derrumbado, ella se rehízo. Y regresó como vuelven las grandes: sin pedir disculpas, pero con una fuerza multiplicada por la adversidad.
A partir de ese instante, su figura dejó de ser solo importante y se convirtió en indispensable.
Porque Menayo no lidera por imposición. Lidera por presencia. Porque siempre está donde debe, porque siempre actúa como se espera de una veterana aunque nunca necesite el brazalete, porque sus palabras —las pocas que dice— llegan más lejos que muchos discursos. En un vestuario, en un equipo, en una temporada de dudas o de transición, el Atleti sabía perfectamente dónde mirar para encontrar calma.
Y así llegamos al presente, con un Atlético de Madrid que vuelve a desearlo todo: competitividad, crecimiento, identidad y ambición. Un equipo que busca reencontrarse con su mejor versión, recuperar su colmillo histórico, reconstruir sus certezas y volver a ser ese conjunto indomable que un día estremeció a España y sorprendió a Europa.
En ese camino, pocas figuras resultan tan imprescindibles como Carmen Menayo.
Ella es la memoria del proyecto, el vestigio del ciclo dorado y el cimiento del futuro.
Porque cuando unas se van, cuando otras regresan, cuando nuevas generaciones asoman, cuando las dudas amenazan, Carmen sigue. Carmen permanece. Carmen equilibra.
Menayo es la futbolista que mantiene el eje cuando todo se mueve alrededor.
Es la defensa perfecta para un club imperfecto que vive de emociones, que respira de identidad, que se alimenta de coraje. Y sin embargo, es también el Atleti más puro: ese que nunca pierde la fe, que se cae cien veces y se levanta ciento una.
Y ahora, mientras se aproxima un nuevo desafío en Ipurua, su figura vuelve a colocarse en el centro del relato.
Llega la hora de visitar a la Sociedad Deportiva Eibar en un partido que no es solo un viaje al norte, es una prueba de carácter, una medida de temperatura y un espejo donde se observa quién está preparado para sufrir y quién está dispuesto a imponerse.
Viti necesita a la once porque cuando el viento sople fuerte, cuando el partido se vuelva feroz, cuando el balón arda y cada metro cueste un mundo, allí, en el centro de la defensa o en cualquiera de sus múltiples hogares futbolísticos, estará Carmen:
con la mirada fija, la espalda recta, gesto seguro y el escudo latiendo donde siempre ha latido.
El Atlético afronta un nuevo capítulo. Menayo, como siempre, ya lo está escribiendo.
⬜️ Este domingo 14 de diciembre de 2025, a partir de las 12:00 (hora peninsular), el Estadio Municipal de Ipurúa se convertirá en el epicentro del fútbol femenino español. La S.D. Eibar recibe al Atlético de Madrid Femenino en un duelo que va mucho más allá de los tres puntos: es historia, es pasión, es profesionalismo y es espectáculo. DAZN ha confirmado que este partido será uno de los cuatro de la jornada que podrán verse en abierto, permitiendo que todos los aficionados, registrados gratuitamente, sean testigos de una cita destinada a marcar la memoria de la Liga F Moeve 2025-2026.
Desde que la Primera División Femenina es profesional (temporada 2022-23) hasta hoy, diciembre de 2025, se estima que una mayoría sustancial de los partidos televisados del Atlético de Madrid Femenino han podido emitirse en abierto, dentro del total de 293 partidos en abierto registrados históricamente para el club rojiblanco.
Esta cifra no es solo estadística: representa la evolución del fútbol femenino, la consolidación de una audiencia creciente y la posibilidad de que generaciones de aficionados sigan de cerca cada pase, cada gol y cada emoción en directo.
Ipurúa no es un estadio cualquiera. Sus gradas respiran historia, su césped ha visto victorias épicas y derrotas que se recuerdan por su dramatismo. La S.D. Eibar, orgullosa de su identidad y de su afición, se presenta como un rival combativo que ha demostrado ser capaz de desafiar a los gigantes de la liga. La fuerza del conjunto vasco radica en su disciplina táctica, su garra y su conexión emocional con los seguidores, que llenarán el estadio de energía y aliento desde el primer minuto hasta el pitido final.
El Atlético de Madrid Femenino, por su parte, llega a Ipurúa con la solvencia de un club que ha sabido adaptarse a la profesionalización y mantener su estatus de élite. Bajo la dirección de Víctor Martín, las rojiblancas conjugan experiencia, talento y liderazgo en cada línea del campo. La defensa sólida, la precisión en los pases, la capacidad de generar espacios y la amenaza constante de su ataque hacen del Atlético un equipo temible y admirado en toda España. Cada jugadora sabe que cada partido es una oportunidad de demostrar por qué el club se ha convertido en un referente de la Liga F Moeve.
Este duelo enfrenta más que a dos clubes: enfrenta historias, filosofías de juego y sueños. La S.D. Eibar defiende su terreno, su historia y el orgullo de Ipurúa; el Atlético de Madrid busca imponer su calidad, experiencia y ambición para sumar una victoria que mantenga su pulso en la cima de la competición. Cada acción en el campo, cada desmarque, cada centro y cada disparo contará una historia de sacrificio, constancia y talento que va más allá de los 90 minutos de juego.
DAZN ha incluido este enfrentamiento entre los partidos en abierto de la jornada 14, junto a:Granada vs Real Madrid ONA vs Barcelona Real Sociedad vs Deportivo
Esta apertura refleja la importancia del encuentro y la consolidación de la profesionalización del fútbol femenino, permitiendo que cualquier aficionado pueda seguir de cerca la intensidad y la calidad de la Liga F Moeve. Ver un partido en abierto hoy es experimentar cómo el fútbol femenino ha alcanzado un nivel competitivo y mediático sin precedentes en España.
La historia reciente del Atlético de Madrid Femenino añade aún más emoción a este choque. En las últimas temporadas, las rojiblancas han protagonizado remontadas legendarias, goles que quedaron grabados en la memoria de sus seguidores y actuaciones individuales que marcaron la diferencia en la liga profesional. Jugadoras clave han brillado en escenarios como el Wanda Metropolitano, pero cada desplazamiento a estadios como Ipurúa representa un nuevo desafío, una nueva página en la historia del club y una oportunidad para que los aficionados vivan el fútbol en estado puro.
En Eibar, la afición sabe que cada partido es una oportunidad única. Ipurúa, con su ambiente compacto y su cercanía a la acción, multiplica la intensidad de cada jugada. Cada córner, cada balón dividido y cada ataque al espacio se vive con una tensión que convierte el estadio en un auténtico teatro de emociones. Los seguidores que vean el partido desde sus casas, gracias a la emisión gratuita de DAZN, formarán parte de ese drama en tiempo real, sintiendo la intensidad, la emoción y la historia que se despliega sobre el césped.
Cierre emocional: Porque en la Liga F Moeve, cada partido es mucho más que un marcador: es identidad, es orgullo, es talento, es lucha y es historia. Este domingo, cuando el Atlético de Madrid Femenino pise Ipurúa y la S.D. Eibar despliegue toda su pasión, cada aficionado será parte de esa narrativa. No es solo un duelo por los tres puntos: es un espectáculo que celebra la profesionalización del fútbol femenino, que honra el esfuerzo de cada jugadora y que transforma cada acción en una emoción imborrable. No te lo puedes perder. Este Eibar vs Atlético es una cita con la historia, con la pasión y con la magia del fútbol femenino español. Ipurúa será, una vez más, el corazón de la Liga F Moeve.
🚨La presidenta de Liga F, Beatriz Álvarez, se ha desplazado a Sao Paulo donde atenderá a diferentes compromisos institucionales, tras recibir la invitación de la Federación Paulista de Fútbol (FPF) para participar en el Summit exclusivo sobre fútbol femenino que organiza la institución brasileña. La máxima dirigente de la competición española también se reunirá con el presidente de la FPF, Reinaldo Carneiro, y posteriormente con el cónsul español en São Paulo, Pablo Montesinos-Espartero. Además, asistirá a la Final del campeonato.
La Liga F Moeve 2025-2026 ha emitido una nota de informativa oficial, a través de su jefa de prensa, María Rodrigo, en la que hace constar que Beatriz Álvarez Mesa ha viajado rumbo a Sudamérica para iniciar su agenda institucional en Brasil para hacer crecer la Liga Profesional de Fútbol Femenino (LPFF) más allá de la Península Ibérica.
La Federación Paulista de Fútbol (FPF) ha formalizado su invitación a la presidenta de Liga F, Beatriz Álvarez, para participar en la gran cumbre internacional dedicada al presente y futuro del fútbol femenino que se celebra estos días en Sao Paulo, un encuentro que se ha consolidado como uno de los foros de referencia en América Latina. Esta invitación, lejos de ser un gesto protocolario, es el resultado directo de un proceso de cooperación que se ha intensificado en el último año y que tuvo dos momentos clave: las dos visitas oficiales que una delegación brasileña realizó a la sede de Liga F en Madrid.
Durante esas visitas, los representantes brasileños —con cargos de peso dentro de la FPF y técnicos especializados en desarrollo del fútbol femenino— tuvieron la oportunidad de conocer a fondo el modelo español de profesionalización. Recorrieron las instalaciones, visitaron los distintos departamentos que articulan el funcionamiento de Liga F, analizaron sus procesos internos, exploraron sus procedimientos de control económico, estudiaron su estructura jurídica y los mecanismos de gobernanza, y asistieron a sesiones de trabajo con los equipos directivos responsables de estrategia, competiciones, comunicación, comercialización y desarrollo internacional.
Aquellas reuniones fueron decisivas para que la FPF identificara a Liga F como un referente global en términos de construcción institucional y sostenibilidad deportiva.
El interés brasileño no es casual: el país se encuentra inmerso en un proceso de modernización profunda del fútbol femenino, marcado por un notable crecimiento en el número de licencias, una inversión creciente de clubes históricos y un horizonte internacional determinante: Brasil será sede de la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2027, un acontecimiento que implica un salto cualitativo en la profesionalización, visibilidad y proyección del fútbol femenino en el país. En ese escenario, la Federación Paulista —una de las más influyentes de Brasil y del continente, responsable de un territorio con más de 40 millones de habitantes y el mayor ecosistema futbolístico del país— busca construir alianzas internacionales para acelerar su desarrollo estructural y reforzar la competitividad de sus competiciones regionales.
Como consecuencia de ese diálogo creciente, Beatriz Álvarez confirmó su participación en el evento de Sao Paulo, entendiendo que se trata de una oportunidad estratégica para reforzar la dimensión internacional de Liga F y compartir un modelo que ha recibido reconocimiento dentro y fuera de Europa. La presidenta iniciará su agenda con una visita institucional a la sede de la Federación Paulista de Fútbol, donde mantendrá una reunión con su presidente, Reinaldo Carneiro Bastos, figura central en la política deportiva brasileña, y con el vicepresidente del organismo, Mauro Silva, una leyenda del fútbol mundial, campeón del mundo con Brasil en 1994 y exjugador del Deportivo de La Coruña, ahora convertido en un líder técnico en materia de gestión deportiva. Este encuentro permitirá avanzar en la cooperación entre ambas entidades, analizar vías de colaboración en formación, competiciones, desarrollo juvenil y programas de liderazgo femenino, y compartir buenas prácticas en la construcción de un ecosistema profesional estable.
El núcleo de la visita de Álvarez será su participación en el Summit Internacional de Fútbol Femenino, celebrado en el emblemático Museo del Fútbol del Estadio do Pacaembu, uno de los grandes símbolos del fútbol brasileño y un espacio convertido en santuario cultural. Allí, la presidenta de Liga F será ponente en la conferencia titulada “Fútbol globalizado y liderazgo internacional”, un panel que aborda los procesos de transición de las competiciones femeninas hacia modelos profesionalizados, la gobernanza moderna en las ligas, los desafíos de sostenibilidad económica en el fútbol femenino, las nuevas dinámicas de internacionalización y los retos de gestión en una industria en plena expansión.
Durante su intervención, Álvarez desgranará las claves del crecimiento del fútbol femenino español desde su reconocimiento oficial como competición profesional en 2021 y la posterior creación y consolidación de Liga F. Abordará cuestiones como el diseño de una estructura organizativa moderna, el fortalecimiento de la competición, la implementación de controles regulatorios, la apuesta por la mejora de infraestructuras, el desarrollo de la identidad de marca, la diversificación de ingresos comerciales, la internacionalización de los clubes, el vínculo con patrocinadores estratégicos y los programas de impulso al talento nacional. También abordará los retos del presente: consolidación económica, estabilidad institucional, competitividad global frente a ligas emergentes, equilibrio entre deporte y negocio, atracción de audiencias internacionales y fortalecimiento del producto audiovisual.
El encuentro de Sao Paulo reunirá a una amplia representación del ecosistema del fútbol femenino: jugadoras de clubes punteros de Brasil, entrenadoras de las principales categorías nacionales, dirigentes de federaciones y ligas, representantes de patrocinadores, analistas, periodistas, responsables de academias formativas, consultores de mercado, autoridades gubernamentales y especialistas en desarrollo deportivo. Durante varias jornadas se debatirá sobre la historia del fútbol femenino en Brasil —marcado por décadas de restricciones y prohibiciones, pero también por un resurgir imparable—, su actual momento de crecimiento, el impacto social del deporte femenino en comunidades vulnerables, el papel de los clubes más influyentes del país y los desafíos que plantea el Mundial de 2027.
Más allá de su participación en el congreso, Beatriz Álvarez protagonizará una agenda institucional intensa en la ciudad. Será entrevistada por algunos de los principales medios de comunicación brasileños, entre ellos prensa deportiva, televisión generalista y plataformas digitales especializadas en fútbol femenino, que buscan comprender el éxito del modelo español.
También se reunirá con el cónsul general de España en São Paulo, Pablo Montesinos-Espartero, para reforzar los vínculos institucionales entre las estructuras deportivas y diplomáticas de ambos países, y explorar posibles iniciativas conjuntas de cooperación cultural, formativa o deportiva.
La visita concluirá con la asistencia al partido de vuelta de la Final del Campeonato Paulista Femenino, que enfrentará a Palmeiras y Corinthians, dos de los clubes más poderosos de Brasil, tanto en categoría masculina como femenina.
Este torneo regional, uno de los más prestigiosos del país, se ha convertido en una fuente de talento y en un termómetro del crecimiento de la competición brasileña. Durante el encuentro, Álvarez mantendrá reuniones con dirigentes de ambas entidades para conocer en detalle su estructura organizativa, su modelo de gestión del fútbol femenino, el funcionamiento de sus academias, su relación con patrocinadores y su estrategia para fortalecer sus equipos en vistas al nuevo escenario internacional que se abre con el Mundial.
Con esta visita, Liga F refuerza su apuesta por la proyección internacional del modelo español de profesionalización del fútbol femenino, un modelo que ha logrado posicionarse como referencia en Europa por su estructura sólida, su enfoque estratégico y su capacidad para generar impacto competitivo y económico. La presencia de su presidenta en Brasil consolida la posición de la liga como un actor global en el desarrollo del fútbol femenino y abre nuevas vías de cooperación con América Latina, una región con enorme potencial, tradición futbolística y un mercado en plena expansión.
🟦 Las jugadoras de “La Roja” son las protagonistas de una generación para recordar que aventaja en 37.31 puntos a USA, que es segunda en el ranking mundial.
La historia del fútbol femenino español acaba de escribir uno de sus capítulos más emocionantes y trascendentales. La Selección Española de Fútbol, actual campeona de casi todo —del mundo, de subcampeona de Europa y flamante ganadora de la Nations League— cerrará el año 2025 instalada con autoridad en el número uno del ranking FIFA, con 2094.89 puntos que consolidan un ciclo competitivo jamás visto en nuestro deporte. Un reinado que no se explica solo desde los títulos: nace de una identidad, una generación irrepetible y una conexión emocional con un país que aprendió a soñar con ellas… y que ya no quiere despertar.
España termina el año por delante de potencias históricas como Estados Unidos (2057.58), Alemania, Inglaterra, Suecia o Francia. La distancia con las norteamericanas —durante décadas dominadoras absolutas del fútbol mundial— es simbólicamente tan importante como matemáticamente clara: 37.31 puntos que representan algo más que un número. Representan un cambio de era.
Porque España no ha conquistado el mundo a través del músculo o la imposición física, sino con una identidad que ya forma parte del patrimonio emocional del deporte: presión asfixiante, asociaciones que parecen trazos coreografiados, agresividad en la recuperación, paciencia infinita cuando el partido lo exige, valentía para arriesgar cuando otros temen caer. El balón, siempre el balón. No como herramienta: como brújula. Como declaración de intenciones. Como la forma más pura de contar quiénes somos.
Este 2025 ha sido un año tejido con gestas. España defendió su corona europea como si la historia le perteneciera desde siempre. Ganó la Nations League con autoridad y una serenidad que asusta. Firmó victorias que quedan grabadas como cicatrices gloriosas sobre las potencias tradicionales. Y cada vez que el equipo celebró, lo hizo con ese gesto que ya reconocemos incluso sin ver sus caras: el gesto de quien sabe que no está tocando techo, sino abriendo una puerta. Hay generaciones que nacen para competir y otras que nacen para trascender. Esta ya ha elegido su destino.
Las jugadoras —esas que aparecen en las imágenes alzando trofeos, sonriendo con una mezcla de orgullo y responsabilidad— son las narradoras silenciosas de esta epopeya. No hace falta nombrarlas una a una; basta con verlas jugar para entender que han construido una hermandad que trasciende la táctica. Han unido experiencia y juventud en un pacto invisible que las convierte en algo más que un equipo: en una idea. En una marea roja que, cuando avanza, parece imposible de detener.
Y alrededor, un país rendido. Estadios que vibran, audiencias que baten récords, generaciones completas de niñas que ya no imaginan un futuro donde el fútbol femenino sea desconocido, sino uno donde ellas mismas llevan los colores de su selección en un gran torneo. Cada partido de España es un acontecimiento nacional, cada gol un abrazo colectivo, cada título un espejo donde mirarnos con orgullo.
Cuando el ranking llega, cuando la FIFA ordena el mundo y escribe “España — 2094.89 puntos” en lo más alto, no es solo un cierre de año: es un acto simbólico. Es la confirmación oficial de algo que todos sentimos hace tiempo. Que el centro de gravedad del fútbol femenino se ha desplazado. Que la potencia más creativa, más dominante, más completa, más emocionante está aquí. Que este país, que hace no tanto era un susurro en la élite, hoy es un rugido que llena estadios enteros.
No sabemos qué traerá 2026. El deporte no ofrece garantías, y el éxito puede ser volátil. Pero si algo ha quedado claro este año es que España ya no compite para demostrar que pertenece a la élite: compite para hacer historia. Para escribir capítulos que aún no existen. Para llevar la frontera del juego a un lugar donde nadie ha estado antes.
Y mientras cae el telón de 2025, en algún lugar, quizá en un campo de entrenamiento vacío, un balón rueda despacio sobre la hierba. Es el recordatorio silencioso de todo lo que ha pasado… y de todo lo que está por venir. España termina el año siendo la número uno del mundo.
Y lo hace con la sensación, casi poética, de que apenas estamos presenciando el comienzo de un reinado destinado a perdurar.
España cerró el año como cierran los grandes imperios: con las cifras escritas en piedra y la sensación de que ni siquiera los números alcanzan para explicar lo que verdaderamente ocurrió sobre el césped. 17 partidos. 14 victorias, 2 empates y 1 sola derrota. 50 goles marcados. 13 recibidos. Un registro que no parece de una selección humana, sino de un equipo mitológico, construido con la determinación de quienes saben que están escribiendo un capítulo que se leerá durante generaciones.
Porque detrás de esas cifras hay algo que no se puede medir: la manera. La forma en la que España ganó, la forma en la que resistió, la forma en la que volvió a levantarse incluso cuando el mundo quiso dudar. Hay selecciones que suman victorias; España, en 2025, las creó. Las moldeó. Las transformó en relatos épicos que quedarán grabados en la memoria colectiva. Cada triunfo fue una pieza más de una obra que se construyó a golpe de talento, sacrificio y una fe absoluta en un fútbol que combina precisión quirúrgica con un arrojo casi poético.
Los 50 goles a favor no son simplemente medio centenar de celebraciones: son la prueba de una maquinaria ofensiva que se mueve al ritmo de un país entero. Cincuenta veces en las que el balón cruzó la línea para recordarle al mundo que España juega con un lenguaje propio, un idioma hecho de pases, diagonales, fintas y valentía. Cada gol fue un latido más de un equipo que ya no se conforma con ganar, sino que busca emocionar, dominar y trascender.
Los 13 goles en contra, más que una estadística defensiva, representan la resistencia. La solidez de un grupo que cuando debe defender lo hace con la misma intensidad con la que ataca, que entiende el esfuerzo colectivo como un pacto inquebrantable. En esos 13 goles está el precio inevitable de competir al máximo nivel, pero también está la historia de un equipo que sabe responder ante cada golpe con un rugido aún más fuerte.
Las 14 victorias son estaciones en un viaje que cambió la percepción internacional del fútbol femenino. Cada una con su estilo: algunas arrolladoras, otras pacientes, muchas hermosas, algunas sufridas. Las 2 igualdades son capítulos donde la épica se fraguó en la resistencia, donde España demostró que incluso cuando el triunfo no aparece, la identidad no se pierde. Y la única derrota —esa nota singular en un pentagrama casi perfecto— se convirtió en un recordatorio de que los grandes equipos no se definen por lo que les golpea, sino por la manera sublime en que responden después.
Porque España, tras ese tropiezo, no dudó. No tembló, no retrocedió, avanzó y creció para volverse aún más fuerte después de la dramática tanda de penaltis en la final de la Europa ante Inglaterra.
El año termina con la imagen de una capitana levantando un trofeo que brilla como un símbolo de un tiempo nuevo, de una era en la que España dejó de mirar hacia arriba para descubrir que ya estaba allí, en lo más alto. Termina con un vestuario que sabe que ha cambiado la historia. Con una afición que ha aprendido a latir al ritmo de este equipo. Con rivales que han entendido que ya no existe margen para dudar: España es la referencia, la vara de medir, la cima que todos quieren escalar.
Y mientras cae la última página del calendario, las cifras siguen ahí, inmutables, gigantescas, casi imposibles.
Pero lo que realmente deja sin aliento no son los números, sino lo que implican. Un año de dominio, de belleza, de convicción. Un año en el que esta selección convirtió cada partido en una declaración de poder y cada minuto en un poema competitivo.
España cierra 2025 como cierre un campeón absoluto: con el mundo a sus pies y el futuro esperando, impaciente, a ver qué nueva hazaña escribirá este equipo que ya juega en el territorio de la leyenda.
▶️ La futbolista del Costa Adeje Tenerife es la jugadora de Liga F Moeve que más regates ha realizado este curso (71), y la que más veces se ha marchado con éxito de sus defensoras, en 34 ocasiones. Nacida en Barcelona empezó haciendo gimnasia artística, pero un profesor le animó a buscar un equipo de fútbol.
La vida de Sakina Ouzraoui Diki (Barcelona, 29 de agosto de 2001) hasta llegar a Liga F Moeve no ha sido nada fácil. Nacida en Hospitalet de Llobregat, su padre perdió el trabajo, y para no dejar sola a su madre, que era la única que tenía ingresos, se fueron todos a Francia, pero fue en Bélgica donde terminaron de asentarse. En España ya había empezado a hacer gimnasia artística, pero cuando llegó a Bruselas como no había ningún club de gimnasia, y ya había jugado alguna vez al fútbol con su hermano y sus primos, decidió empezar a darles patadas al balón en las calles y en el colegio. Un profesor le preguntó si estaba en algún club, y ahí, en el patio, empezó su carrera futbolística. Su primer club fue el RWDM Brussels, y sus buenas cualidades llamaron la atención del Anderlecht, su primer gran equipo.
Tras un año en el Brujas, volvió al Anderlecth. En total, Sakina ganó cinco títulos de Liga y una Copa de Bélgica, hasta que en el verano de 2024 recibió la llamada del Costa Adeje Tenerife para regresar a España, la que siempre había considerado su casa. En su primera temporada con el equipo tinerfeño vivió un curso de adaptación, alternando titularidades con suplencias. En total disputó 28 encuentros, once como titular y diecisiete como suplente, repartidos en 1.133 minutos en los que marcó 2 goles y dio 1 asistencia. Unos números que ya ha igualado este curso. La atacante, que puede jugar tanto de extremo como en punta, suma 12 partidos esta temporada. Todos ellos como titular, alcanzando los 945 minutos ligueros con 2 goles ante el Sevilla y la Real Sociedad, y 1 asistencia, frente al Granada Club de Fútbol.
Además, Sakina ha recibido el MVP a mejor jugadora en hasta tres encuentros del Costa Adeje Tenerife, siendo pieza fundamental del gran momento del equipo tinerfeño, que se encuentra a solo cuatro puntos de Europa. Se le presentó la oportunidad de ser internacional con Bélgica, pero ella solo tenía dos opciones en el horizonte: España y Marruecos, que era su primera opción. Su debut con las ‘Leonas del Atlas’ llegó el 6 de octubre de 2022 contra Polonia en un campo de entrenamiento en Cádiz. Solo un año después fue al Mundial de 2023, entrando en el TOP-10 de mejores regateadoras del torneo. Un año después, en 2024 se convirtió en subcampeona de la Copa de África. Tras ir ganando por 2-0 hasta la hora de juego, Nigeria se terminó imponiendo con un 2-3 dejando a la atacante con la medalla de plata.
Su explosividad por todo el frente de ataque, y sus grandes cualidades técnicas le permiten dejar atrás a sus defensoras con gran facilidad. Tras las trece primeras jornadas disputas, Sakina es la futbolista que más regates ha realizado esta temporada en Liga F Moeve, con 71. Además, la internacional con Marruecos es la jugadora de la competición que más veces se ha marchado de sus defensoras, en hasta 34 ocasiones, las mismas que Elena Julve. O lo que es lo mismo, el 48% de sus regates han sido exitosos, prácticamente uno de cada dos. Además, su facilidad para jugar de espaldas le permite ser un gran apoyo para sus compañeras, pero también tiene sus desventajas ya que es la futbolista que más veces ha caído este curso en fuera de juego (15). Un arma letal para el ataque del conjunto tinerfeño,
⚽️ El 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐨 de la J6 es obra del Costa Adeje Tenerife 🎯 El 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐨 de Sakina Ouzraoui en esta #LigaFMoeve
La andaluza es el grito eterno de las dianas colchoneras y escribió su nombre al ser la autora de la primera gran epopeya de la sección femenina.
Hay nombres que no necesitan presentación. Nombres que son parte de un escudo, de una hinchada, de una forma de entender la vida. Nombres que, al pronunciarlos, activan una cadena de recuerdos que van desde los campos de tierra hasta los grandes estadios, desde la lucha silenciosa hasta el reconocimiento absoluto. En el Atlético de Madrid Femenino, ese nombre es Priscila Borja.
Puede que el fútbol femenino haya cambiado, que el club sea hoy una potencia europea, que el equipo viva en una dimensión profesional que hace veinte años parecía un sueño inalcanzable. Pero en lo más hondo de la memoria rojiblanca, en ese territorio donde guardan su sitio las pioneras, hay un registro que permanece intacto: Priscila Borja sigue siendo la máxima goleadora histórica del Atlético de Madrid Femenino, con 107 goles. Un número que no es solo una cifra. Es un símbolo. Es una bandera. Es una certeza.
El relato del Atlético Femenino no puede entenderse sin ella, porque hubo un tiempo en el que su nombre era sinónimo de gol, de esperanza, de liderazgo y, sobre todo, de identidad.
Antes de los títulos, antes de las finales europeas, antes del Wanda Metropolitano lleno para ver un derbi histórico, hubo un período donde el Atlético Femenino crecía día a día, a base de esfuerzo colectivo y convicciones profundas. Priscila llegó a un equipo que aún estaba lejos de ser la potencia que es hoy. Un Atlético que soñaba grande pero vivía con humildad, que luchaba con uñas y dientes cada punto, cada victoria, cada avance.
en ese contexto, en ese espacio fundacional donde se forjan las leyendas, ella se convirtió en la referencia absoluta. No solo por los goles —que parecían infinitos— sino por su forma de competir, por su carácter irreductible, por su manera de encarnar los valores que el club presume como propios: coraje y corazón.
Hay futbolistas que viven del golpeo. Otras, de la velocidad. Otras, del instinto. Priscila Borja lo tenía todo, pero lo más importante era lo invisible: tenía una relación íntima con el gol.
En sus dos etapas entre 2009 y 2017, rompió defensas, batió porteras, silenció campos rivales y levantó corazones rojiblancos. Se convirtió en una pesadilla permanente para cualquier zaga. Izquierda, derecha, de cabeza, al primer toque, tras una carrera de 40 metros. Goles decisivos, goles agónicos, goles imprescindibles. Goles que salvaron temporadas, que cimentaron proyectos, que devolvieron al Atlético a la élite.
107 veces, Priscila Borja obligó a la historia a detenerse, mirar y tomar nota.
Ese registro, que aún hoy ninguna futbolista ha sido capaz de superar, no es solo un récord: es un testimonio de resistencia y excelencia en un tiempo donde el fútbol femenino no tenía la visibilidad, los recursos ni la estructura de hoy.
Ella marcó cuando todo era más difícil. Por eso vale más. Por eso pesa más. Por eso sigue ahí, intacto.
Pocas jugadoras han entendido el Atlético como Priscila. No solo por su compromiso deportivo, sino por su adhesión emocional. Era una futbolista que representaba a la perfección el espíritu de un club que exige entrega absoluta, respeto por su historia y un vínculo que se mantiene incluso después de colgar las botas.
Y ese vínculo perdura.
Priscila regresó al club después de su retirada para ocupar responsabilidades en su estructura. No volvió como homenaje: volvió porque el club sabía que su energía, su conocimiento y su liderazgo eran patrimonio rojiblanco. Volvió porque las leyendas no se despiden: se transforman.
Quien vivió los primeros años del Atlético Femenino en la élite sabe que Priscila era más que la goleadora del equipo. Era la brújula emocional. El golpe en la mesa cuando las cosas se torcían. La sonrisa cuando llegaba la victoria. La jugadora que hacía que el equipo creyera. La que nunca bajaba los brazos. La que, incluso sin balón, encendía el partido.
hoy el Atlético presume de ser un club gigantesco en el fútbol femenino, es porque hubo jugadoras que sostuvieron el escudo cuando el mundo no miraba. Priscila fue una de ellas. Quizá, la más decisiva.
El fútbol femenino avanza a una velocidad extraordinaria. Los registros caen, los nombres cambian, las nuevas generaciones vienen con fuerza. Y, sin embargo, el récord de 107 goles de Priscila sigue indemne. Año tras año. Temporada tras temporada. Equipos que han pasado por Champions, jugadoras que han marcado épocas… y aun así nadie ha derribado esa cifra mágica.
Hablar de Priscila Borja es hablar de un Atlético cercano, directo, indestructible. Un Atlético que luchaba por crecer y que encontraba en sus botas la esperanza. Un Atlético que necesitaba referentes, y los encontró en ella.
Su legado no es solo estadístico. Es emocional. Es cultural. Es estructural.
Cada niña que hoy viste la camiseta rojiblanca y sueña con marcar un gol en Alcalá, cada aficionada que se emociona en un derbi ante el Real Madrid, cada familia que llena las gradas del Centro Deportivo Wanda, lo hace en parte gracias al camino que jugadoras como Priscila abrieron.
En un club donde la épica es norma, ella escribió una de las más brillantes.
Hoy, cuando el Atlético de Madrid Femenino compite como gigante europeo, cuando el fútbol femenino vive el mayor crecimiento de su historia y cuando nuevas estrellas escriben capítulos emocionantes, el nombre de Priscila Borja sigue siendo una referencia inamovible.
Porque hay goles que quedan en la red. Pero hay otros —107, exactamente— que quedan en la memoria.
Y esos, los de Priscila, no se borran nunca.
La máxima goleadora de la historia rojiblanca, la pionera de un tiempo que ya es leyenda. La futbolista que entendió el Atlético como solo lo entienden quienes lo sienten de verdad.
Priscila no marcó goles, marcó una era indeleble teñida de rojiblanco que represente a la perfección el lema colchonero de coraje y corazón
Además de su brillante paso por el tres veces campeón de la Liga F Moeve y dos veces ganador de la Copa de la Reina, la de Alcalá de Guadaira sabe lo que es ganar una Liga (2016/2017 con Atlético de Madrid) y una Copa de la Reina (2017 con nuestra camiseta).
Debutó con la Selección Española sub-19 en el campeonato de Europa de 2002 y con selección absoluta el 19 de junio de 2010 contra Inglaterra y desde entonces ha disputado 24 partidos. En 2013 formó parte del de las 23 mejores de nuestro país en la Eurocopa de Suecia, llegando a los cuartos de final. Contribuyó a la clasificación para el mundial de Canadá en 2015 que posteriormente disputó siendo una de las seleccionadas por Jorge Vilda.
En la recta final de su carrera la delantera se unió al Madrid CFF en la temporada 2020/2021 y con el conjunto rosa y blanco colgó las botas a final de curso, no si antes firmar un auténtico golazo de volea en el Estadio Antiguo Canódromo en los cuartos de final de la Copa de la Reina que sirvió para eliminar al Real Madrid en la prórroga de dicho torneo.
En la actualidad esa nueve legendaria continúa vinculada al fútbol desde la dirección deportiva del Atlético de Madrid, donde trabaja desde 2022 como adjunta a la dirección deportiva del club tras su retirada como jugadora profesional.
Tras una carrera de más de 20 temporadas como futbolista, en la que fue especialmente prolífica.
Desde entonces, no se ha desvinculado del deporte:
Empezó a colaborar en el cuerpo técnico del entrenador Óscar Fernández tras su retirada y luego lo siguió cuando éste fichó por el Atlético de Madrid.
A partir de la temporada 2022-23 ocupa un cargo directivo como adjunta a la dirección deportiva del Atlético de Madrid, aportando su experiencia y visión al desarrollo del club y, en especial, de la sección femenina.
Además, Priscila también ha impulsado campus de fútbol femenino, combinando la formación deportiva con aspectos educativos (como experiencias de inmersión en inglés) para fomentar el crecimiento del fútbol femenino entre las nuevas generaciones.
En resumen, hoy día Priscila Borja sigue ligada al Atlético de Madrid y al fútbol desde los despachos y la gestión deportiva, dejando su legado no solo en goles históricos, sino también en la construcción del futuro del club rojiblanco.
🚨 La flamante ganadora de la UEFA Women’s Nations League 2025 se mantendrá en lo más alto de la clasificación mundial y marca una era rojigualda en el fútbol femenino.
🟦 Prime Video estrenará la docuserie Original Pelayo. Más allá del límite el próximo 9 de enero de 2026
Amazon Prime Video confirma que estrenará en exclusiva su nueva docuserie Original Pelayo. Más allá del límite el viernes 9 de enero en 195 países y territorios de todo el mundo y desvela su tráiler oficial. Tras su paso por G.E.O. Más allá del límite, el Inspector Pelayo vuelve a poner a prueba los límites de su resistencia, esta vez en Colombia, donde se une a unidades de élite del ejército y se embarca en operaciones reales en selvas, ríos y montañas.
Durante más de dos décadas, Pelayo ha combatido el narcotráfico como policía de operaciones especiales. Ahora, su misión da un giro radical: decide seguir el rastro de la droga y adentrarse en los territorios donde el crimen manda y la violencia impone sus reglas. Desde los barrios de Buenaventura, hasta los ríos del Pacífico y las montañas del Valle del Cauca, Pelayo acompaña a unidades de élite del ejército colombiano en su guerra diaria contra el crimen organizado.
Pelayo. Más allá del límite es una docuserie inmersiva de 3 episodios contada en primera persona por Pelayo, que desvela el lado más oscuro del narcotráfico, no como un fenómeno lejano, sino como un sistema global que transforma la violencia en negocio. Un viaje sin retorno al corazón de una guerra silenciosa donde mirar hacia otro lado ya no es una opción. Pelayo deja el papel de instructor para intentar comprender las raíces del conflicto desde la primera línea de fuego.
De los creadores de G.E.O. Más allá del límite, esta nueva serie documental es unaproducción de Buendía Estudios, dirigida por David Miralles, que firma el guion junto a Javier Llanos. Jorge Pérez Vega e Ignacio Corrales se encargan de la producción ejecutiva.
Pelayo. Más allá del límite estará disponible en Prime Video como parte de la suscripción Prime. Los suscriptores Prime en España pueden disfrutar de ofertas, envíos gratuitos y entretenimiento, todo en una misma suscripción por tan solo 4,99€ al mes o 49,90€ al año.
Sobre Pelayo Gayol
Pelayo Gayol (Tapia de Casariego, Asturias) es inspector de la Policía Nacional de España con más de veinte años de trayectoria en el Grupo Especial de Operaciones (GEO). Ingresó en el Cuerpo en los años 90 y participó activamente en operaciones clave contra el terrorismo de ETA, así como en la intervención de Leganés tras los atentados del 11-M. En 2015 ascendió a inspector con el número uno de su promoción. Especialista en intervenciones de alto riesgo, ha desarrollado una amplia experiencia en operaciones antiterroristas, de rescate y contra el narcotráfico, tanto en tierra como en entornos marítimos. Ha ejercido además como jefe instructor de aspirantes al GEO, siendo responsable de la formación, preparación física y mental y selección de nuevos miembros del cuerpo de élite. Su labor en este ámbito fue difundida al gran público a través de la serie documental G.E.O. Más allá del límite, donde destacó por su liderazgo, disciplina y capacidad de resiliencia. En la actualidad, continúa en activo dentro de la Policía Nacional, donde sigue aportando su experiencia y conocimientos al servicio de la seguridad pública.
Sobre Prime Video:
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En una noche que ya pertenece al patrimonio emocional del deporte español, la Selección Española Femenina levantó el pasado mes de agosto el título de la UEFA Women’s Nations League 2025, confirmando no solo su hegemonía futbolística, sino también el surgimiento de una identidad colectiva que ha transformado para siempre la percepción del fútbol femenino en nuestro país. Con la medalla aún brillante, el eco de los cánticos resonando en un estadio convertido en liturgia, y el trofeo erguido sobre un pedestal simbólico de constancia, España inicia 2026 en lo más alto: sigue siendo la Número 1 del Ranking FIFA.
Cuatro meses después de recuperar el trono mundial, la selección dirigida por un proyecto deportivo asentado, exigente y ambicioso ratifica algo que ya parece indiscutible: España domina el fútbol femenino internacional por juego, por talento y por convicción.
Este es un reconocimiento que no solo ratifica su dominio sino también la continuidad de un proyecto deportivo que ha revolucionado el fútbol femenino en España y se ha convertido en referencia mundial.
La fotografía que inmortaliza la celebración —un grupo invencible saltando, gritando, abrazándose bajo una lluvia luminosa— es mucho más que la culminación de una final. Es la representación visual de una era. En ella se concentra el esfuerzo acumulado, la madurez competitiva, la armonía táctica y la ambición sin límites de un equipo que no se cansa de ganar, ni de crecer, ni de marcar hitos que parecían inalcanzables hace apenas una década.
La Selección Española de Fútbol es campeona de todo ha reescrito la narrativa de lo que significa ser una selección de élite: no solo vencer partidos, sino transformar la propia esencia del juego y elevarla a un nivel superior.
España recuperó el número uno mundial hace tan solo cuatro meses, después de una conquista europea memorable en la Eurocopa 2025 de Suiza, y ahora mantiene esa posición privilegiada con la misma determinación con la que domina el césped. La Nations League 2025 fue la confirmación definitiva de este reinado: un torneo en el que el equipo exhibió una autoridad abrumadora, combinando fluidez técnica, inteligencia posicional, resistencia física y una tenacidad competitiva que aplasta a cualquier adversario. La posesión no es solo método, sino cultura; la presión alta no es solamente estrategia, sino compromiso; la creatividad ofensiva no es un recurso, sino una identidad profundamente enraizada en la formación del fútbol español.
Este nuevo éxito se suma a un palmarés que no deja de crecer y que sitúa a esta generación como una de las más dominantes de la historia del deporte, no solo del fútbol femenino. El Mundial 2023, la Nations League 2023, la Eurocopa 2025 y ahora la revalidación de la UEFA Women’s Nations League 2025 forman un ciclo dorado que ningún otro país puede igualar en la actualidad. Lo que antes parecía una aspiración, hoy es una certeza: España es la selección que marca el paso del fútbol mundial, el equipo que impone tendencias, la referencia técnica y emocional de un deporte en plena revolución.
Lo logrado por la selección no solo se mide en títulos, sino en impacto social. Cada celebración, cada gol, cada gesto de unidad se ha convertido en un símbolo para miles de niñas que ven en estas jugadoras un espejo de posibilidades infinitas. Las gradas repletas, las audiencias que baten récords, las calles teñidas de rojo y amarillo, la emoción de un país entero siguiendo con devoción cada paso de su equipo… todo es parte de un movimiento cultural que ya trasciende lo meramente deportivo. Este grupo humano ha generado orgullos nuevos, ha despertado vocaciones, ha construido un sentimiento de pertenencia que une generaciones.
La importancia de ser Número 1 del ranking FIFA va mucho más allá de un simple dato estadístico. Es un sello universal de excelencia, un reconocimiento que otorga respeto inmediato en cualquier estadio del planeta. España no solo es la primera por resultados: lo es por regularidad, por calidad de juego, por desarrollo continuo, por capacidad de adaptación y por la seguridad con la que se enfrenta a cualquier potencia mundial. No existe hoy una selección más completa, más equilibrada ni más preparada para los desafíos que llegan. La mentalidad ganadora que exhiben en cada partido es ya parte de su ADN, una convicción transmitida desde el banquillo hasta la grada.
La victoria en la final de la Nations League 2025 es un reflejo perfecto del equipo en estado puro: contundencia, técnica, solidaridad, madurez competitiva y un manejo impecable de los tiempos del partido. España no gana solo por superioridad técnica, sino por cohesión emocional. Cada jugadora entiende su rol, cada movimiento nace del entendimiento colectivo, cada acción resume una idea trabajada durante años. El fútbol español ha alcanzado un punto de madurez que le permite competir con solvencia, dominar con personalidad y ganar con brillo.
El estallido de felicidad tras levantar el trofeo —con las jugadoras formando un bloque inseparable, aplaudiendo a la afición, exhibiendo las medallas y posando con una naturalidad que solo tienen los equipos que están acostumbrados a lo más alto— es la imagen del nuevo paradigma del deporte español: el éxito no es una excepción, es la norma; no es un sueño, es la realidad construida sobre trabajo, talento y una ambición infinita.
España entra en 2026 con la convicción de que lo mejor aún está por venir. Con un equipo consolidado y un relevo generacional que ya asoma con fuerza, la selección afronta los próximos retos con la misma firmeza que la ha llevado a la cima del mundo. El camino es exigente, pero esta generación ha demostrado una capacidad inigualable para responder en los momentos decisivos. Y si algo ha aprendido este país es que cuando ellas juegan, luchan y ganan, todo es posible.
Porque este equipo no es solo campeón: es inspiración. Porque estas jugadoras no son solo referentes: son historia viva. Porque esta selección no representa únicamente a un deporte: representa a un país entero.
Por eso hoy, con el trofeo todavía brillante y la clasificación FIFA confirmando su trono, solo cabe reafirmar lo que ya es una certeza absoluta: España, sois las mejores del mundo y esta era de gloria apenas comienza.
🥇 Lo recuperamos hace cuatro meses y empezaremos 2026 con él.
🟦 En un duelo que quedará marcado por su intensidad, tensión y final épico, el Atlético de Madrid Femenino logró un empate (2-2) en la Liga de Campeones con un triunfo moral ante el poderoso Bayern de Múnich. Las rojiblancas golpearon primero, resistieron el constante acoso alemán y, pese a ir por detrás en la segunda mitad, consiguiendo rescatar un empate de oro gracias a un golazo en el último suspiro de Fiamma Benítez.
Hay encuentros que no se juegan: se afrontan. Hay noches que no se disputan: se encaran como una declaración de identidad. Y hay clubes que, cuando el calendario aprieta y el margen es mínimo, responden con una mezcla inexplicable de rebeldía, convicción y memoria. En definitiva, el Atlético de Madrid está a un paso de poder gritar al continente que está listo para competir al más alto nivel, que su historia no se mide solo en títulos, sino en gestas, en coraje, en la capacidad de superar lo imposible. La cita con la historia está marcada: vencer al Bayern o rascar un punto , evitaría tener que esperar los resultados adecuados de Lyon, Vålerenga, Twente, Benfica, Roma, St. Pölten y PSG, lo que permitiría afrontar la última jornada a domicilio ante el Olympique con una tranquilidad que nunca está demás.
Atlético aterriza tras un 2–2 ante el Sevilla que supo a poco en la clasificación, pero que dejó uno de esos mensajes anímicos que marcan temporadas: remontar un 0–2 con la furia de quienes se niegan a bajar los brazos ante su gente. Esa resiliencia ha sido la carta de presentación del equipo en Europa: desde la tercera ronda ante el Häcken —igualada al límite por un penalti in extremis de Luany y resuelta en la prórroga con el derechazo inmortal de Synne Jensen— hasta cada fecha de esta fase liga, donde las rojiblancas han demostrado que no están aquí por accidente. Están porque se niegan a marcharse sin pelear hasta el último latido.
Atlético de Madrid y Bayern München nunca se han enfrentado en competición europea, pero esa falta de precedentes no reduce el peso del duelo: lo multiplica. Para las rojiblancas, esta fase liga representa un territorio nuevo, exigente y brutal. Para el Bayern, sin embargo, es costumbre: 12ª participación, 11 temporadas consecutivas, dos semifinales recientes… El gigante bávaro pisa Europa con la autoridad de quien la entiende como parte de su identidad. El Atleti, además, arrastra la herida de cuatro enfrentamientos previos ante equipos alemanes —todos ante el Wolfsburg— resueltos con cuatro derrotas, 2 goles a favor y 25 en contra. Pero Europa no se conquista mirando atrás: se conquista decidiendo que el pasado no dictará tu destino. El Bayern llega a Alcalá con números de coloso: solo 3 derrotas en sus últimos 19 partidos de fase de grupos/fase liga, 25 partidos de los últimos 27 viendo portería, tres victorias consecutivas y dos remontadas recientes tras empezar perdiendo. Es un equipo que no solo compite: respira precisión. Su estilo es reconocible, metódico y asfixiante. Construye desde atrás con una salida limpia que nunca improvisa, atrae rivales, fija alturas y libera interiores. Es un equipo de cuadrantes, de ocupar cada espacio del campo con disciplina táctica, de priorizar el pase exacto antes que la acción precipitada. Sus transiciones ofensivas son letales: recuperan y golpean sin mirar atrás.
Y, quizá su mayor virtud, manejan los partidos con una sangre fría que desconcierta: no se alteran, no se desordenan, no cambian su plan. Lo ejecutan hasta que funciona. Ese es el gigante que pisa Alcalá.y Pero no todo es fortaleza en Múnich: el Bayern ha perdido en tres de sus cuatro visitas a España. Una grieta, pequeña pero real, que el Atlético quiere convertir en su punto de apoyo. Aunque solo ha caído en dos de sus últimos nueve partidos europeos, ambas derrotas fueron precisamente en Alcalá durante esta fase liga. Por eso esta noche se convierte en un examen definitivo, en un punto de inflexión, en la oportunidad de decidir si este estadio será un bastión europeo o una tierra aún en construcción. Para sobrevivir, el Atleti debe presionar alto con valentía, incomodar la salida bávara, castigar los espacios tras pérdida —uno de los pocos puntos vulnerables del rival—, activar rápido a sus delanteras y sostener el orden defensivo sin replegarse en exceso. Y, por encima de todo, resistir emocionalmente cada tramo del partido: el Bayern castiga cualquier duda. El Atlético no estará solo. Lo acompaña una afición que entiende que los grandes relatos no nacen de lo fácil, sino de lo improbable. Una grada que ha visto al equipo superar eliminatorias imposibles, remontar partidos que parecían perdidos y sostener batallas europeas con más coraje que recursos. Esta noche, esa energía será fundamental. Y como diría Manu López, en la voz que ya acompaña cada gran noche rojiblanca: “Esta no es una noche más. Aquí se mide el pulso europeo del Atlético. Aquí se define si este equipo se limita a participar o decide trascender. El Bayern de Múnich llega fuerte, sí, pero llega al campo de un club que ha hecho de la lucha su bandera. Para ganar, el cuadro rojiblanco debe imponerse en las transiciones, activar rápido a sus delanteras y sostener cada tramo con convicción. En cada Champions hay una noche que define a un equipo.
Para el Atlético de Madrid Femenino, en la noche del miércoles , 10 de diciembre de 2025, se puede escribir un nuevo capítulo épico en los anales de la entidad que preside Lola Romero.
En una noche que quedará inscrita con letras de oro en la historia del fútbol europeo femenino, el Atlético de Madrid Femenino protagonizó un debut en la Liga de Campeones que trascendió lo deportivo para convertirse en un relato de épica, resiliencia y carácter indomable. Frente al imponente Bayern de Múnich, un equipo que llegaba con una racha de once victorias consecutivas y un aura casi invencible, las rojiblancas no solo compitieron: enseñaron al mundo lo que significa luchar con alma, con corazón y con la fe intacta hasta el último segundo.
(Fuente: “El Partido de Manu”)
El pitido inicial del árbitro no hizo más que confirmar lo que todos esperaban: este Atlético no había venido a esperar ni a conformarse con un empate. Desde el primer segundo, la intensidad se palpaba en cada rincón del estadio.
Las rojiblancas presionaban, buscaban los espacios, incomodaban la salida del Bayern y, sobre todo, transmitían un mensaje inequívoco: aquí se juega con coraje, aquí nadie se esconde. Apenas habían transcurrido segundos cuando llegó la primera ocasión. Un centro al corazón del área encontró a Mahmutovic, que se elevó con un cabezazo potente; pero la arquera alemana, con una estirada que parecía desafiar la física, desvió el balón, enviando un mensaje claro: el duelo iba a ser de extremos, y cada intervención podía marcar la historia.
Y la historia comenzó a escribirse oficialmente en el minuto 12. Un balón colgado al área del Bayern tocó la mano de Viggosdotir, y aunque la colegiada no señaló nada de inmediato, el VAR entró en acción, revisando la jugada con la precisión que define los momentos que cambian destinos. La decisión fue inapelable: penalti. Frente a la presión, la exjugadora del Manchester United tomó el balón con una serenidad que rozaba la temeridad, se concentró y ejecutó el disparo con precisión milimétrica, enviando el balón al fondo de la red. El 1–0 temblar al C.D. Alcalá de Henares antes del primer cuarto de hora.
El Bayern reaccionó intentando controlar la posesión y alargar sus ataques, pero el posicionamiento impecable del equipo de Víctor Martín redujo el peligro a apenas destellos. Gilles con un testarazo, Dallmann con un disparo raso que rozó el poste, y Damnjanović con un derechazo que se estrelló en el larguero fueron los avisos de que las alemanas no estaban dispuestas a regalar nada. Sin embargo, al descanso, las rojiblancas se marcharon al vestuario con ventaja mínima, conscientes de que cualquier error podría equilibrar el marcador ante un rival de la talla del Bayern, que sumaba más de una decena de victorias consecutivas.
La segunda mitad comenzó con un Bayern decidido a revertir el marcador desde el primer instante. La presión se intensificó, el balón circulaba con rapidez, y cada acción defensiva del Atlético era una batalla ganada. Apenas cinco minutos después del inicio de los segundos cuarenta y cinco, un contacto dentro del área de Silvia Lloris generó un nuevo penalti a favor de las alemanas. Una vez más, el VAR confirmó la decisión y señalizó los once metros, pero Gwinn, al ejecutar el disparo, envió el balón por encima del larguero, desperdiciando una oportunidad que parecía definitiva. Fue un instante de alivio, un respiro para el Atlético, que aprovechó esa vida extra para reorganizarse y preparar la embestida final.
La intensidad del Bayern no disminuyó. Cada recuperación era inmediata, cada pase buscaba profundidad, cada jugada se transformaba en un intento de quebrar la defensa rojiblanca. Y en el minuto 63 llegó el golpe que parecía definitivo: una contra conducida por Bülh terminó en un disparo de Harder, que tras rebotar en Lauren Leal, despistó a Lola Gallardo y se coló en la portería. El 1–1 fue un mazazo, un instante de tensión que habría quebrado a muchos equipos. Pero no al Atlético. Cada jugadora multiplicó su esfuerzo, cada recuperación, cada sprint y cada pase reflejaba la filosofía del equipo: nunca rendirse, nunca bajar los brazos, luchar hasta el último segundo.
El Bayern volvió a golpear en el minuto 78. Otra acción por la izquierda de Bülh terminó en un pase al corazón del área que Harder transformó en gol, dejando el marcador 1–2 que daba pie a la remontada teutona.
El abismo parecía inevitable, y la sensación de derrota latía en el aire. Sin embargo, la épica aún no había dicho su última palabra. Fiamma Benítez, internacional española y símbolo de esta generación de colchoneras, tomó el balón en el último suspiro. Con determinación absoluta, ejecutó un disparo que atravesó la defensa bávara, sorteó cualquier obstáculo y se incrustó en la red. El 2–2 final no era solo un gol: era la manifestación de que este Atlético no conoce la palabra rendirse, que cree en lo imposible y que convierte cada segundo restante en una oportunidad para la gloria.
El empate detuvo la racha de once victorias consecutivas del Bayern y dejó un mensaje claro a toda Europa: el Atlético de Madrid Femenino es un equipo capaz de plantar cara a los más grandes, de desafiar la lógica y de luchar hasta que la última chispa de esperanza se transforme en realidad. La noche de hoy en el Centro Deportivo Alcalá de Henares dejó claro que la grandeza no se mide solo en goles o resultados, sino en carácter, valentía y resiliencia.
Las rojiblancas resistieron, sufrieron, cayeron y se levantaron. Cada acción, cada jugada y cada decisión en el campo era un testimonio de un espíritu que no se doblega. La historia del fútbol femenino europeo añade hoy un capítulo inolvidable: un relato de corazón, épica, pasión y gloria que será recordado durante generaciones.
Con este resultado, que no es baladí, el Atlético de Madrid suma 7 unidades en su casillero particular y se ubica undécimo en la tabla general, es decir en zona de acceso al playoff sin ser cabeza de serie y salvo que suceda una hecatombe de dimensiones bíblicas, tiene una decena de goles de venta respecto al Väleranga, quien podría dejarle fuera si golea al conjunto bávaro en Alemania y las españolas son vapuleadas por el Lyon en Francia.
El Bayern de Múnich de José Barcala ve frenada su buena racha y no pudo vencer en la capital española, es sexto clasificado y según la UEFA se mediría al Real Madrid en su cruce, que en este caso, sería ya de cuartos de final.
🚨 El Atlético de Madrid Femenino encara una de esas noches que separan a los equipos buenos de los eternos. Este miércoles, 10 de diciembre, a las 21:00 horas, el Centro Deportivo Alcalá de Henares se convertirá en el epicentro emocional del fútbol europeo con la penúltima jornada de la fase liga de la UEFA Women’s Champions League, un duelo monumental frente al Bayern de Múnich que será retransmitido en exclusiva por Disney+, la plataforma que posee los derechos oficiales de emisión de la competición hasta 2030. Una cita irrepetible, cargada de tensión, de talento y de historia en construcción . 🚨
El Atlético de Madrid Femenino se asoma al filo de una de las noches más trascendentales de su historia reciente, una de esas veladas que se explican solas, que hierven antes de empezar, que convierten un estadio en un santuario y a un equipo en un grito colectivo. Este miércoles 10 de diciembre, a las 21:00 horas, el Centro Deportivo Alcalá de Henares será el corazón palpitante del fútbol europeo con la penúltima jornada de la fase liga de la UEFA Women’s Champions League, un choque monumental ante el Bayern de Múnich que será retransmitido en exclusiva por Disney+, la plataforma que ostenta los derechos oficiales de la competición hasta 2030, consolidando un proyecto audiovisual que ha elevado el alcance del fútbol femenino a una dimensión global. Todo se reduce a esto: un duelo a vida o muerte por la clasificación, un examen de grandeza y un test de carácter para un Atleti que ha aprendido a construir su prestigio continental a base de resiliencia, talento y goles que han sacudido el mapa europeo.
El conjunto rojiblanco llega a esta noche decisiva en novena posición, instalado en puestos de play-offs con seis puntos, pero con la clasificación aún abierta y un margen de error que ya no existe. La ecuación es clara: el Atleti necesita hacerse fuerte en casa, necesita que Alcalá de Henares ruja como una fortaleza inexpugnable y necesita evitar un final de fase liga que podría ser dramático si no salen bien las cuentas. Lo saben las jugadoras.
— Atlético de Madrid Femenino (@AtletiFemenino) December 9, 2025
Lo sabe Víctor Martín. Y lo sabe una afición que ha convertido cada duelo europeo en casa en un acto de fe que trasciende el deporte. Al otro lado del césped, el desafío es monumental: el Bayern de Múnich, quinto con nueve puntos, aterriza en Madrid en plena escalada competitiva, encendido tras un triunfo 1-3 frente al PSG que reactivó sus posibilidades de clasificarse directamente para los cuartos de final. Las alemanas llegan con hambre de gigante herido, con la autoridad histórica de un club acostumbrado a sobrevivir a cualquier adversidad, con un estilo construido a partir de la potencia ofensiva de Harder, Bühl y Damnjanović y la solidez táctica que caracteriza a la Frauen-Bundesliga.
Ambos mundos chocan en un choque de identidades tan distinto como magnético: el Atleti, equipo que ha conquistado el respeto continental a golpe de contundencia, ha firmado una fase liga de enorme personalidad, con un 6-0 al St. Pölten, un 0-4 en Twente, y derrotas ajustadísimas ante Manchester United (0-1) y Juventus (1-2) que no empañan el gran rendimiento global. El dato es demoledor: el Atleti solo ha recibido tres goles, una de las mejores marcas de toda la competición, únicamente superada por titanes como Barcelona y Chelsea. En la Liga F Moeve, el equipo se presenta cuarto, con siete victorias, cuatro empates y dos derrotas, y con un reciente 2-2 ante el Sevilla tras remontar un 0-2 que evidenció la fortaleza mental del grupo. En ataque, los focos apuntan inevitablemente al cuarteto ofensivo que está marcando diferencias este año: Fiamma Benítez, en un estado de inspiración que ya forma parte del relato europeo del club; Amaiur Sarriegi, brújula y puñal al mismo tiempo; Luany, pura electricidad en carrera; y Synne Jensen, una pieza esencial en la agresividad ofensiva rojiblanca.
Fiamma, especialmente, ha sido protagonista en Europa con seis participaciones de gol, las mismas que la estrella del Bayern, Klara Bühl, configurando un duelo personal que puede definir no solo el partido, sino el camino de toda la fase liga.
Por su parte, el Bayern se presenta con credenciales de aspirante al título, liderando la Frauen-Bundesliga con 11 victorias y un solo empate, arrasando recientemente al Frankfurt con un 0-5 que pocas veces se ve en encuentros de alto nivel en Alemania. Pese a ello, el conjunto muniqués llega con bajas sensibles que condicionan su fondo de armario: Sarah Zadrazil y Lena Oberdorf, ambas fuera por rotura de ligamento cruzado; además de Georgia Stanway, Natalia Padilla Bidas y Kathi Naschenweng, todas ausentes debido a un proceso febril-viral comunicado en el último parte médico del club. Aun así, su once sigue siendo temible, con nombres que no necesitan presentación en la élite europea.
Las posibles alineaciones perfilan un escenario de máxima intensidad: el Atlético podría partir con Lola Gallardo; Rosa Otermín, Silvia Lloris, Lauren, Alexia Fernández; Vilde Bøe Risa, Gaby García; Synne Jensen, Fiamma Benítez, Luany; Amaiur Sarriegi, con un banquillo de lujo donde esperan Júlia Bartel, Ana Vitória o Lydia Rodríguez.
El Bayern, por su lado, baraja un once compuesto por Mahmutović; Giulia Gwinn, Glódís Viggósdóttir, Magdalena Eriksson, Franziska Kett; Arianna Caruso, Momoko Tanikawa; Linda Dallmann, Pernille Harder, Klara Bühl; Jovana Damnjanović, una formación que mezcla jerarquía, equilibrio y amenaza constante en cada transición. El duelo entre Fiamma Benítez y Klara Bühl, ambas máximas generadoras de peligro de la fase, será uno de los grandes puntos de interés, pero no el único: cada segundo balón, cada balón parado, cada gesto técnico y cada microbatalla dentro del campo pueden inclinar la balanza hacia la épica rojiblanca o hacia la contundencia alemana.
Y en un choque donde cada emoción pesa como una losa, donde el más mínimo detalle cambia el guion, la pantalla donde se cuenta la historia importa. Disney+, propietaria de los derechos de la UEFA Women’s Champions League Femenina hasta 2030, retransmite esta batalla en exclusiva, marcando una nueva etapa en la profesionalización del producto audiovisual del fútbol femenino y acercando a millones de espectadores al pulso más puro e intenso de la competición. La plataforma se convierte, así, en testigo de una noche que promete quedar marcada en la memoria.
Pero la historia del fútbol femenino también se escribe fuera del césped. Y es imposible comprender el crecimiento, la visibilidad y la emoción que rodea al deporte sin reconocer la labor de quienes han construido el relato desde abajo, cuando no había focos, cuando no había derechos televisivos multimillonarios, cuando las voces eran pocas pero valientes. Entre ellas, destaca de forma especial “El Partido de Manu”, un proyecto que nació en 2016 como un ejercicio de amor por el fútbol femenino y que, desde la temporada 2018-2019, se especializó de forma íntegra en su difusión, análisis y promoción.
Su creador, Manu López Fernández, no solo acompañó al deporte: fue parte activa de su desarrollo. Su trayectoria lo llevó al Madrid CFF, donde formó parte del departamento de prensa durante tres temporadas, firmando momentos históricos como la victoria por 2-1 ante el FC Barcelona, que puso fin a 719 días de imbatibilidad azulgrana en la Primera División Femenina, un triunfo que aún hoy retumba en cada conversación sobre las grandes gestas del fútbol español. Su posterior salto a medios de relevancia como “AtletiMedia”, referente absoluto de la actualidad rojiblanca, y ‘De Falta Directa’, donde aporta su mirada más personal y apasionada, refleja el camino de un profesional que ha hecho del fútbol femenino no solo su especialidad, sino su propósito. Una voz que también brilló en Vavel, donde firmó más de ochenta artículos en el último año, consolidándose como uno de los cronistas más intensos, sinceros y emocionalmente conectados con el contexto del deporte.
En una noche como esta, donde el Atleti se asoma al borde de la historia, conviene recordar que el fútbol femenino no solo crece por lo que ocurre en el campo, sino también por la dedicación de quienes lo relatan, lo impulsan y lo defienden. Por quienes le dieron espacio antes de que el mundo lo hiciera. Por quienes mantienen viva la llama.
Por quienes, como “El Partido de Manu”, han construido un relato que inspira, que emociona, que explica y que acompaña. Porque el futuro se escribe en noches grandes, sí, pero también en las palabras de quienes creen en él desde el principio.
🟨 La quinta jornada de la fase de liga de la UEFA Women’s Champions League ofrece uno de esos duelos que ningún amante del fútbol debería perderse: Atlético de Madrid y Bayern München se ven por primera vez en Europa en un choque que promete táctica, intensidad, emoción y un guion abierto hasta el último segundo. Una batalla entre la rebeldía rojiblanca y la maquinaria bávara, un cóctel que busca ser histórico .
Hay encuentros que no se juegan: se afrontan. Hay noches que no se disputan: se encaran como una declaración de identidad. Y hay clubes que, cuando el calendario aprieta y el margen es mínimo, responden con una mezcla inexplicable de rebeldía, convicción y memoria.
En definitiva, el Atlético de Madrid está a un paso de poder gritar al continente que está listo para competir al más alto nivel, que su historia no se mide solo en títulos, sino en gestas, en coraje, en la capacidad de superar lo imposible. La cita con la historia está marcada: vencer al Bayern o rascar un punto , evitaría tener que esperar los resultados adecuados de Lyon, Vålerenga, Twente, Benfica, Roma, St. Pölten y PSG, lo que permitiría afrontar la última jornada a domicilio ante el Olympique con una tranquilidad que nunca está demás.
El Atlético aterriza tras un 2–2 ante el Sevilla que supo a poco en la clasificación, pero que dejó uno de esos mensajes anímicos que marcan temporadas: remontar un 0–2 con la furia de quienes se niegan a bajar los brazos ante su gente. Esa resiliencia ha sido la carta de presentación del equipo en Europa: desde la tercera ronda ante el Häcken —igualada al límite por un penalti in extremis de Luany y resuelta en la prórroga con el derechazo inmortal de Synne Jensen— hasta cada fecha de esta fase liga, donde las rojiblancas han demostrado que no están aquí por accidente. Están porque se niegan a marcharse sin pelear hasta el último latido.
Atlético de Madrid y Bayern München nunca se han enfrentado en competición europea, pero esa falta de precedentes no reduce el peso del duelo: lo multiplica. Para las rojiblancas, esta fase liga representa un territorio nuevo, exigente y brutal. Para el Bayern, sin embargo, es costumbre: 12ª participación, 11 temporadas consecutivas, dos semifinales recientes… El gigante bávaro pisa Europa con la autoridad de quien la entiende como parte de su identidad. El Atleti, además, arrastra la herida de cuatro enfrentamientos previos ante equipos alemanes —todos ante el Wolfsburg— resueltos con cuatro derrotas, 2 goles a favor y 25 en contra. Pero Europa no se conquista mirando atrás: se conquista decidiendo que el pasado no dictará tu destino.
El Bayern llega a Alcalá con números de coloso: solo 3 derrotas en sus últimos 19 partidos de fase de grupos/fase liga, 25 partidos de los últimos 27 viendo portería, tres victorias consecutivas y dos remontadas recientes tras empezar perdiendo. Es un equipo que no solo compite: respira precisión. Su estilo es reconocible, metódico y asfixiante. Construye desde atrás con una salida limpia que nunca improvisa, atrae rivales, fija alturas y libera interiores. Es un equipo de cuadrantes, de ocupar cada espacio del campo con disciplina táctica, de priorizar el pase exacto antes que la acción precipitada. Sus transiciones ofensivas son letales: recuperan y golpean sin mirar atrás.
Y, quizá su mayor virtud, manejan los partidos con una sangre fría que desconcierta: no se alteran, no se desordenan, no cambian su plan. Lo ejecutan hasta que funciona. Ese es el gigante que pisa Alcalá.y
Pero no todo es fortaleza en Múnich: el Bayern ha perdido en tres de sus cuatro visitas a España. Una grieta, pequeña pero real, que el Atlético quiere convertir en su punto de apoyo. Aunque solo ha caído en dos de sus últimos nueve partidos europeos, ambas derrotas fueron precisamente en Alcalá durante esta fase liga.
Por eso esta noche se convierte en un examen definitivo, en un punto de inflexión, en la oportunidad de decidir si este estadio será un bastión europeo o una tierra aún en construcción. Para sobrevivir, el Atleti debe presionar alto con valentía, incomodar la salida bávara, castigar los espacios tras pérdida —uno de los pocos puntos vulnerables del rival—, activar rápido a sus delanteras y sostener el orden defensivo sin replegarse en exceso. Y, por encima de todo, resistir emocionalmente cada tramo del partido: el Bayern castiga cualquier duda.
El Atlético no estará solo. Lo acompaña una afición que entiende que los grandes relatos no nacen de lo fácil, sino de lo improbable. Una grada que ha visto al equipo superar eliminatorias imposibles, remontar partidos que parecían perdidos y sostener batallas europeas con más coraje que recursos. Esta noche, esa energía será fundamental.
Y como diría Manu López, en la voz que ya acompaña cada gran noche rojiblanca: “Esta no es una noche más. Aquí se mide el pulso europeo del Atlético. Aquí se define si este equipo se limita a participar o decide trascender. El Bayern de Múnich llega fuerte, sí, pero llega al campo de un club que ha hecho de la lucha su bandera. Para ganar, el cuadro rojiblanco debe imponerse en las transiciones, activar rápido a sus delanteras y sostener cada tramo con convicción. En cada Champions hay una noche que define a un equipo.
(Fuente: Getty imágenes)
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