(Fuente: @Laliga)
¡Reparto de puntos! Colchoneros y merengues, en un encuentro muy parejo, igualaron a cero en el Metropolitano.
Los prolegómenos del encuentro, que estuvieron marcados por el gran ambiente que se creó en el graderío, no era para menos, tuvieron como protagonista de excepción a Diego Forlán. El ariete uruguayo, que marcó una época a orillas del Manzanares, fue homenajeado por el Atlético de Madrid tras haber anunciado su retirada allá por el 6 de agosto de 2019.
La contienda tuvo un arranque marcado por la paridad. En los compases posteriores al pitido inicial, instantes después de que el fondo sur desplegase una pancarta que rezaba ‘Espíritu indomable’, los colchoneros protagonizaron los primeros acercamientos sobre el arco madridista.
A los 8 minutos de juego, João Félix, que venía de marcar en Son Moix (0-2), se aprovechó de un balón al espacio, para conectar un remate que se marchó ligeramente desviado, avisaba el Atlético.
Poco a poco, el transcurso de los minutos fue favorable para el Real Madrid. El mejor club del siglo XX se hizo paulatinamente con el control del esférico en la línea medular, y, gracias a una buena actuación de Eden Hazard, hilvanó acciones al contragolpe con las que inquietar el arco defendido por Jan Oblak. Bajo este contexto de partido, nada halagüeño para el espectador neutral, se alcanzaron los veinte primeros minutos del derbi capitalino.
Aunque sin ocasiones claras, y tras un periodo en el que las imprecisiones hicieron acto de presencia sobre el verde del Wanda Metropolitano, el duelo se fue abriendo mientras ambas escuadras buscaban que su adversario cometiese un error, Toni Kroos, que junto con João Félix estaba siendo de lo más destacado, le propinó un beso envenenado al esférico que obligó a Jan Oblak a intervenir para evitar que se inaugurase el tanteador, era el minuto 40 de juego.
Sin solución de continuidad, Kieran Trippier, que está siendo uno de las revelaciones de la temporada para la entidad que preside Enrique Cerezo, se desplegó por el costado diestro para enviar un balón al interior del área pequeña, en ese momento, Thibaut Courtois intervino de manera providencial para evitar que el esférico le cayese a Diego Costa cuando el reloj marcaba el minuto 44.
Los 22 protagonistas ganaban el túnel de vestuarios con el electrónico aún por inaugurar, todo habría de decidirse en el segundo y definitivo acto en Madrid.
En el entretiempo unas molestias físicas, que habían pasado inadvertidas en el directo, obligaron a Diego Pablo Simeone a sustituir a Vitolo y dar entrada a Ángel Correa.
Tras la reanudación, el duelo, que en los cuarenta y cinco minutos iniciales fue realmente soporífero, cambio radicalmente y ambos equipos se estiraron y protagonizaron ocasiones de peligro en una y otra área, sin embargo, estos acercamientos no llegaron a culminar en nada positivo.
Toda vez que se hubo superado la hora de partido en la capital de España, mientras Simeone y Zidane libraban una batalla táctica con las sustituciones, el derbi disminuyó en lo que a intensidad se refiere, si es que llegó a tenerlo.
A dieciocho minutos para alcanzar el noventa, Saúl cabeceó un córner al primer palo que rozó el larguero de la portería madridista, era el minuto 72 de un enfrentamiento que estaba dejando mucho que desear.
Agonizaba la contienda, y todo parecía estar visto para sentencia, cuando a centro de Nacho, Karim Benzema, que se mostró muy activo en el ataque visitante, conectó un potente cabezazo que obligó a Jan Oblak a realizar una gran intervención en el minuto 75 para mantener la igualada a cero con la que se alcanzarían los noventa y tres minutos de juego en el Metropolitano.
Así las cosas, este empate, que pareció satisfacer a los dos equipos de la capital, es más ventajoso para los intereses del Real Madrid, quien acumula un total de 15 unidades en su casillero particular que le permite mantenerse, de momento, en los más alto de la tabla clasificatoria.
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